Según un informe publicado por la Universidad de Oxford (Reino Unido), científicos de dicha Universidad y de la University College de Londres han identificado una parte de nuestro cerebro que nos ayuda a aprender a ser buenos con los demás. Este descubrimiento podría ayudarnos a comprender ciertos comportamientos antisociales como la psicopatía.
El equipo de investigación ha estado liderado por la Doctora Patricia Lockwood, que explica que "los comportamientos a favor de la sociabilidad son comportamientos que benefician a otras personas. Son un aspecto fundamental de las interacciones humanas; esencial para formar lazos y cohesiones sociales, pero se sabe muy poco de cómo y por qué las personas hacen cosas por ayudar a los demás".
"Aunque las personas tengan una gran inclinación para adoptar comportamientos sociales, hay diferencias substanciales entre individuos. La empatía, la capacidad de ponerse en la piel de otra persona y de comprender sus sentimientos, se ha presentado como un impulsor crítico de los comportamientos pro-sociales, pero hemos querido probar por qué y cómo pueden estar conectados", sigue diciendo Lockwood.
Características del estudio
Para averiguar esto, los científicos utilizaron un modelo simple que se usa para entender cómo la gente aprende a maximizar buenos resultados para ellos mismos, y lo aplicaron para comprender cómo la gente aprende a ayudar a otras personas.
Mientras sus cerebros eran escaneados con tecnología de resonancia magnética, se pidió a varios voluntarios que averiguaran que símbolos podían suponer una recompensa para ellos mismos o para otras personas.
Se determinó así que, aunque la gente aprende fácilmente a tomar decisiones que benefician a otras personas, no aprenden tan rápido si esas decisiones redundan en su propio beneficio. Sin embargo, también identificaron un área particular del cerebro implicado en el aprendizaje para obtener lo mejor para otras personas.
El equipo de investigación ha estado liderado por la Doctora Patricia Lockwood, que explica que "los comportamientos a favor de la sociabilidad son comportamientos que benefician a otras personas. Son un aspecto fundamental de las interacciones humanas; esencial para formar lazos y cohesiones sociales, pero se sabe muy poco de cómo y por qué las personas hacen cosas por ayudar a los demás".
"Aunque las personas tengan una gran inclinación para adoptar comportamientos sociales, hay diferencias substanciales entre individuos. La empatía, la capacidad de ponerse en la piel de otra persona y de comprender sus sentimientos, se ha presentado como un impulsor crítico de los comportamientos pro-sociales, pero hemos querido probar por qué y cómo pueden estar conectados", sigue diciendo Lockwood.
Características del estudio
Para averiguar esto, los científicos utilizaron un modelo simple que se usa para entender cómo la gente aprende a maximizar buenos resultados para ellos mismos, y lo aplicaron para comprender cómo la gente aprende a ayudar a otras personas.
Mientras sus cerebros eran escaneados con tecnología de resonancia magnética, se pidió a varios voluntarios que averiguaran que símbolos podían suponer una recompensa para ellos mismos o para otras personas.
Se determinó así que, aunque la gente aprende fácilmente a tomar decisiones que benefician a otras personas, no aprenden tan rápido si esas decisiones redundan en su propio beneficio. Sin embargo, también identificaron un área particular del cerebro implicado en el aprendizaje para obtener lo mejor para otras personas.
La región cerebral de la bondad
La Doctora Lockwood indica que "una parte específica del cerebro, llamada córtex del cíngulo anterior subgenual, era la única parte del cerebro que se activaba cuando un sujeto aprendía cómo ayudar a otras personas. Dicho de otra forma, esta área parece dedicarse especialmente a beneficiar a otras personas más que a nosotros mismos".
"Es la primera vez que alguien muestra un proceso cerebral tan particular vinculado al aprendizaje de comportamientos pro-sociales; y que se halla un posible enlace entre la empatía y el aprendizaje para ayudar a otras personas”.
La comprensión de qué hace el cerebro mientras hacemos cosas por otras personas, y las diferencias individuales en esta habilidad, servirá para “estar mejor preparados para comprender que es lo que funciona de manera distinta en las personas que tienen comportamientos antisociales", concluye Lockwood.
Cerebro y psicopatía
En este sentido, otro hallazgo realizado en 2010 por científicos de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, ya reveló que los psicópatas presentan una anomalía muy concreta en el sistema de recompensa del cerebro (en el llamado núcleo accumbens) que podría ser lo que provoca que estos individuos den importancia por encima de todo a la satisfacción de sus propios intereses o necesidades, sin importarles los efectos de sus actos sobre otras personas o los peligros que puedan conllevar dichos actos.
La Doctora Lockwood indica que "una parte específica del cerebro, llamada córtex del cíngulo anterior subgenual, era la única parte del cerebro que se activaba cuando un sujeto aprendía cómo ayudar a otras personas. Dicho de otra forma, esta área parece dedicarse especialmente a beneficiar a otras personas más que a nosotros mismos".
"Es la primera vez que alguien muestra un proceso cerebral tan particular vinculado al aprendizaje de comportamientos pro-sociales; y que se halla un posible enlace entre la empatía y el aprendizaje para ayudar a otras personas”.
La comprensión de qué hace el cerebro mientras hacemos cosas por otras personas, y las diferencias individuales en esta habilidad, servirá para “estar mejor preparados para comprender que es lo que funciona de manera distinta en las personas que tienen comportamientos antisociales", concluye Lockwood.
Cerebro y psicopatía
En este sentido, otro hallazgo realizado en 2010 por científicos de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, ya reveló que los psicópatas presentan una anomalía muy concreta en el sistema de recompensa del cerebro (en el llamado núcleo accumbens) que podría ser lo que provoca que estos individuos den importancia por encima de todo a la satisfacción de sus propios intereses o necesidades, sin importarles los efectos de sus actos sobre otras personas o los peligros que puedan conllevar dichos actos.
Referencia bibliográfica:
Patricia L. Lockwood, Matthew A. J. Apps, Vincent Valton, Essi Vidinga, Jonathan P. Roiserc. Neurocomputational mechanisms of prosocial learning and links to empathy. PNAS (2016). DOI: 10.1073/pnas.1603198113.
Patricia L. Lockwood, Matthew A. J. Apps, Vincent Valton, Essi Vidinga, Jonathan P. Roiserc. Neurocomputational mechanisms of prosocial learning and links to empathy. PNAS (2016). DOI: 10.1073/pnas.1603198113.