Las experiencias emocionales de la historia de cada una de las personas están almacenadas en las regiones más profundas del cerebro conformando el mapa de nuestra identidad emocional, que es la que nos hace únicos e irrepetibles entre los demás miembros de nuestra especie, según una investigación que publica American Journal of Psychiatry.
El estudio ha descubierto el camino que siguen las emociones en el cerebro hasta convertirse en la fuente de identidad de cada persona, identificando por vez primera las áreas del cerebro implicadas en las emociones personales.
A través del uso de las imágenes del cerebro obtenidas por resonancia magnética, la investigación ha comprobado que expresiones relacionadas con uno mismo producen una activación en la región anterior e interior del cerebro, independientemente de que posean o no carga emotiva.
Asimismo, el estudio descubrió que expresiones relacionadas con las preferencias subjetivas, como el trato personal que esperamos de los demás, activan únicamente la región externa del cerebro.
Diez voluntarios
La investigación se desarrolló en Toronto hace tres años y analizó las reacciones de diez voluntarios en perfecto estado de salud a determinadas palabras con connotación emocional.
Los voluntarios debían determinar si esas expresiones tenían o no que ver con cada uno de ellos (si eran personales) o si se identificaban con el tratamiento derivado de esas expresiones.
Los voluntarios escuchaban palabras como “generoso” o “avaro”, entre otras muchas, al mismo tiempo que su reacción cerebral era seguida por la tecnología IRMF, que permite observar la activación zonal del cerebro en el momento de recibir un estímulo.
Aunque las bases cerebrales de la emoción siguen siendo poco conocidas, la investigación ha podido determinar que existe una reacción diferente en el cerebro si las emociones son positivas o negativas.
Tratar la depresión
La investigación constituye un significativo progreso en el tratamiento de la depresión, que afecta en el mundo a una persona de cada diez, ya que como se explica en el comunicado facilitado al respecto por el CNRS, la depresión se desarrolla en cerebros que se han especializado en la percepción de las emociones negativas.
Una vez identificada la región del cerebro donde se depositan los registros emocionales, esta investigación debe contribuir al mejor conocimiento de los mecanismos psicológicos de la depresión y a la formulación de nuevos tratamientos para este tipo de patologías.
La depresión es un trastorno caracterizado por falta de interés por la vida cotidiana, alteración del sueño, pérdida de apetito, carencia de energía, falta de concentración e incluso humor negro. Se diferencia de los arranques emocionales por la duración de estos síntomas, mayor de dos semanas.
Generalmente la depresión viene asociada a sentimientos de desesperanza, desamparo, culpa, ansiedad y tristeza, por lo que la identificación de las zonas del cerebro donde están depositadas estas emociones negativas constituye una gran contribución para su tratamiento.
El estudio ha descubierto el camino que siguen las emociones en el cerebro hasta convertirse en la fuente de identidad de cada persona, identificando por vez primera las áreas del cerebro implicadas en las emociones personales.
A través del uso de las imágenes del cerebro obtenidas por resonancia magnética, la investigación ha comprobado que expresiones relacionadas con uno mismo producen una activación en la región anterior e interior del cerebro, independientemente de que posean o no carga emotiva.
Asimismo, el estudio descubrió que expresiones relacionadas con las preferencias subjetivas, como el trato personal que esperamos de los demás, activan únicamente la región externa del cerebro.
Diez voluntarios
La investigación se desarrolló en Toronto hace tres años y analizó las reacciones de diez voluntarios en perfecto estado de salud a determinadas palabras con connotación emocional.
Los voluntarios debían determinar si esas expresiones tenían o no que ver con cada uno de ellos (si eran personales) o si se identificaban con el tratamiento derivado de esas expresiones.
Los voluntarios escuchaban palabras como “generoso” o “avaro”, entre otras muchas, al mismo tiempo que su reacción cerebral era seguida por la tecnología IRMF, que permite observar la activación zonal del cerebro en el momento de recibir un estímulo.
Aunque las bases cerebrales de la emoción siguen siendo poco conocidas, la investigación ha podido determinar que existe una reacción diferente en el cerebro si las emociones son positivas o negativas.
Tratar la depresión
La investigación constituye un significativo progreso en el tratamiento de la depresión, que afecta en el mundo a una persona de cada diez, ya que como se explica en el comunicado facilitado al respecto por el CNRS, la depresión se desarrolla en cerebros que se han especializado en la percepción de las emociones negativas.
Una vez identificada la región del cerebro donde se depositan los registros emocionales, esta investigación debe contribuir al mejor conocimiento de los mecanismos psicológicos de la depresión y a la formulación de nuevos tratamientos para este tipo de patologías.
La depresión es un trastorno caracterizado por falta de interés por la vida cotidiana, alteración del sueño, pérdida de apetito, carencia de energía, falta de concentración e incluso humor negro. Se diferencia de los arranques emocionales por la duración de estos síntomas, mayor de dos semanas.
Generalmente la depresión viene asociada a sentimientos de desesperanza, desamparo, culpa, ansiedad y tristeza, por lo que la identificación de las zonas del cerebro donde están depositadas estas emociones negativas constituye una gran contribución para su tratamiento.