Flora de Pablo: La brecha de género en la ciencia no va a resolverse con el tiempo

Flora de Pablo  trabajó durante una década en EEUU en los Institutos nacionales de la salud y en el Instituto Tecnológico de California, Caltech.  Asimismo, es investigadora principal en más de 20 proyectos, coinventora de dos patentes y cofundadora de una empresa spin-off de base tecnológica. También, fue directora general del Instituto de Salud Carlos III, miembro de diversos comités científicos asesores y evaluadores, y presidenta fundadora de la Asociación de Mujeres Investigadoras y tecnólogas, participando en programas de radiotelevisión y realizando  muchas conferencias para promover la participación más plena de las mujeres en la ciencia. En la actualidad, ha centrado sus investigaciones en la familia de proteínas relacionadas con la insulina, en el desarrollo del embrión y hasta su potencial uso terapéutico.

“En 1991, regresé a España y monté mi  laboratorio en el centro de investigaciones biológicas” explica la experta. “Durante unos años hemos estudiado cómo la proinsulina protege de la muerte celular en el desarrollo del sistema nervioso, principalmente de la retina. Y en estos últimos años hemos abordado la posibilidad de que la propia proinsulina pueda ser un factor neuroprotector en  una enfermedad o un grupo de enfermedades que se llaman en conjunto retinosis pigmentaria. Esta parte, si conseguimos llevar la traslación hasta el final, pues sería realmente la que tendría más impacto social”.
 
Asimismo, su experiencia con la transferencia de tecnología empezó cuando vio que para poder aplicar la patente de la que era coinventora de la acción protectora de la insulina sobre las neuronas de la retina, tuvo que fundar su propia empresa, una pequeña spin-off del Centro de Investigaciones Biológicas en colaboración con profesores de la Universidad de Barcelona y de la Universidad de Alcalá de Henares. “Esto lo hicimos hace ya varios años, realmente desde entonces ha sido una especie de montaña rusa entre el entusiasmo y la frustración”, cuenta de Pablo. “Deberíamos conseguir dinero de inversores privados para poder completar un  estudio en animales grandes, por ejemplo en perros, que es un buen modelo para la retinosis pigmentaria”.
 
Ya han probado que la proinsulina puede neuroproteger y por tanto ser potencialmente una buena terapia para esta patología, que no tiene ningún tratamiento, ya que se trata enfermedades hereditarias y la gente que las padece se queda ciega a una edad joven.
 
“Tendríamos que poder completar este estudio en perros, ya que sólo lo hemos podido probar en animales pequeños como ratones. Al completarlo,  ojalá podamos llegar a los ensayos clínicos y en ese caso, habrá una esperanza más de tratamiento para estos pacientes” asegura la experta.
 
Brecha de género

Flora también nos habla de la situación de las mujeres en España, que se encuentra en un punto intermedio en comparación con los países europeos, ya que los países que de verdad tienen más problemas de brecha de género en la ciencia son curiosamente los más ricos.
 
“En España se ha avanzado mucho desde que yo acabé la carrera hace 40 años y ahora hay mujeres en prácticamente  todas las áreas de investigación”, explica, “pero principalmente hay un problema con la promoción y el avance de las mujeres hacia los puestos de liderazgo”.
 
Para Flora, la brecha de género en la ciencia no va a resolverse solamente con el tiempo, es un problema de múltiples causas y por tanto, la solución tiene que ser también múltiple.  Tiene que haber desde la educación un cambio radical en deshacer los enormes estereotipos que todavía sufrimos.
 
“Hay que convencer a los hombres de que esto es un problema y es un problema de toda la comunidad científica, no sólo de las mujeres. Algunos todavía no lo quieren creer, no quieren enterarse de que existe este problema. Estamos en una situación en la que o trabajamos todos o no se va a avanzar” concluye la experta.