La llegada del 5G, la irrupción de la inteligencia artificial en el hogar, el debate sobre el uso y propiedad de los datos y la irrupción de las fake news (en 2022 la mayoría de los ciudadanos de países de economías maduras consumirá más información falsa que verdadera), son los principales hitos de 2018 en la implantación de la sociedad digital en España, según el informe anual que edita Fundación Telefónica.
A la preocupación creciente por la seguridad se une la de la privacidad de los datos, uno de los temas de 2018: para el 82,9 % de la población española, la privacidad de sus datos en la red es muy importante, desvela el informe. Añade que los usuarios españoles son reacios a ceder sus datos para recibir ofertas personalizadas de productos y servicios: solo un 1,5% de la población lo haría y un 4,2% cedería sus datos a cambio de dinero.
Señala también el informe que el nivel de penetración de fibra hasta el hogar es del 71%, cifra superior a la suma de los porcentajes de Reino Unido, Francia y Alemania juntos. En el marco de la OCDE, España solo es superada en hogares con fibra por Corea del Sur y Japón.
Otro efecto de la implantación de la sociedad digital es la red de ciudades inteligentes, que ya se extiende a 65 urbes, entre ellas Barcelona, que acaba de ser elegida, junto a Singapur y Londres, como una de las ciudades más inteligentes del mundo.
Destaca al respecto que Barcelona ha creado alrededor de 47.000 empleos mediante la implementación del Internet de las Cosas, se ha ahorrado 42,5 millones en agua y ha generado un extra de 36,5 millones cada año gracias a las soluciones de aparcamiento inteligente.
Además, añade el informe, en 2018 comenzaron a aparecer en las fábricas españolas los cobots, los robots creados para interactuar físicamente con humanos en un entorno colaborativo de trabajo.
Otro dato relevante que aporta el informe: En 2018, el 96,8% de los jóvenes españoles entre 14 y 24 años –la llamada “Generation Mute”– usó el WhatsApp como canal preferente para comunicarse, y para el 95,1 % de los españoles la mensajería instantánea fue el modo de comunicación preferida, por encima incluso de la comunicación en persona, que se reduce al 86,60%.
Por último, el informe señala que en España existen al menos 10.000 puestos de trabajo sin cubrir en el sector digital por falta de perfiles cualificados: ingenieros de software y programadores full-stack; especialistas en big data, business intelligence y tratamiento de datos; diseñador visual de interfaces (UI) o de experiencia de usuario (UX), ingenieros especializados en robótica y expertos en metodologías agile, etc.
Nuevas formas de comunicación
El informe señala que el avance de las tecnologías digitales está desarrollando nuevas fórmulas de comunicarse, consumir, trabajar y disfrutar del ocio y el tiempo libre en España. Esta realidad ha abierto nuevas oportunidades que suponen un cambio disruptivo en la manera en la que los españoles entendemos el mundo: estamos asistiendo, pues, a la evolución del usuario digital al ciudadano digital.
Así, el informe hace hincapié en la necesidad de poner a las personas y sus derechos en el centro del debate. Considera que la sociedad digital en nuestro país demanda un marco ético en el que la tecnología esté al servicio de las personas, que deben estar al frente de una transformación que amplíe las posibilidades y proyección personal de los ciudadanos.
Más hiperconectividad
España, destaca el informe, se ha convertido en un verdadero exponente de del mundo digital. Se han dado los primeros pasos hacia la nueva generación móvil 5G, una tecnología clave para la transformación digital de la economía y la sociedad, y España ya es líder en el despliegue de redes de ultra banda ancha inteligente, dinámica y sostenible.
En 2018 el parque de líneas móviles siguió sumando clientes en España y cerró septiembre con la cifra récord de 53,4 millones, un 2,9 % más que el año pasado, que contaba 51,8 millones de líneas.
Esto significa que la penetración es ya de 114 líneas por cada 100 habitantes, por encima de la media global, fijada en 104 por cada 100 habitantes. La cobertura de las redes 4G (LTE) alcanzó al 97,2 % de la población, cuando en 2014 era de solo un 47,8%.
A la preocupación creciente por la seguridad se une la de la privacidad de los datos, uno de los temas de 2018: para el 82,9 % de la población española, la privacidad de sus datos en la red es muy importante, desvela el informe. Añade que los usuarios españoles son reacios a ceder sus datos para recibir ofertas personalizadas de productos y servicios: solo un 1,5% de la población lo haría y un 4,2% cedería sus datos a cambio de dinero.
Señala también el informe que el nivel de penetración de fibra hasta el hogar es del 71%, cifra superior a la suma de los porcentajes de Reino Unido, Francia y Alemania juntos. En el marco de la OCDE, España solo es superada en hogares con fibra por Corea del Sur y Japón.
Otro efecto de la implantación de la sociedad digital es la red de ciudades inteligentes, que ya se extiende a 65 urbes, entre ellas Barcelona, que acaba de ser elegida, junto a Singapur y Londres, como una de las ciudades más inteligentes del mundo.
Destaca al respecto que Barcelona ha creado alrededor de 47.000 empleos mediante la implementación del Internet de las Cosas, se ha ahorrado 42,5 millones en agua y ha generado un extra de 36,5 millones cada año gracias a las soluciones de aparcamiento inteligente.
Además, añade el informe, en 2018 comenzaron a aparecer en las fábricas españolas los cobots, los robots creados para interactuar físicamente con humanos en un entorno colaborativo de trabajo.
Otro dato relevante que aporta el informe: En 2018, el 96,8% de los jóvenes españoles entre 14 y 24 años –la llamada “Generation Mute”– usó el WhatsApp como canal preferente para comunicarse, y para el 95,1 % de los españoles la mensajería instantánea fue el modo de comunicación preferida, por encima incluso de la comunicación en persona, que se reduce al 86,60%.
Por último, el informe señala que en España existen al menos 10.000 puestos de trabajo sin cubrir en el sector digital por falta de perfiles cualificados: ingenieros de software y programadores full-stack; especialistas en big data, business intelligence y tratamiento de datos; diseñador visual de interfaces (UI) o de experiencia de usuario (UX), ingenieros especializados en robótica y expertos en metodologías agile, etc.
Nuevas formas de comunicación
El informe señala que el avance de las tecnologías digitales está desarrollando nuevas fórmulas de comunicarse, consumir, trabajar y disfrutar del ocio y el tiempo libre en España. Esta realidad ha abierto nuevas oportunidades que suponen un cambio disruptivo en la manera en la que los españoles entendemos el mundo: estamos asistiendo, pues, a la evolución del usuario digital al ciudadano digital.
Así, el informe hace hincapié en la necesidad de poner a las personas y sus derechos en el centro del debate. Considera que la sociedad digital en nuestro país demanda un marco ético en el que la tecnología esté al servicio de las personas, que deben estar al frente de una transformación que amplíe las posibilidades y proyección personal de los ciudadanos.
Más hiperconectividad
España, destaca el informe, se ha convertido en un verdadero exponente de del mundo digital. Se han dado los primeros pasos hacia la nueva generación móvil 5G, una tecnología clave para la transformación digital de la economía y la sociedad, y España ya es líder en el despliegue de redes de ultra banda ancha inteligente, dinámica y sostenible.
En 2018 el parque de líneas móviles siguió sumando clientes en España y cerró septiembre con la cifra récord de 53,4 millones, un 2,9 % más que el año pasado, que contaba 51,8 millones de líneas.
Esto significa que la penetración es ya de 114 líneas por cada 100 habitantes, por encima de la media global, fijada en 104 por cada 100 habitantes. La cobertura de las redes 4G (LTE) alcanzó al 97,2 % de la población, cuando en 2014 era de solo un 47,8%.
“Generation Mute”
Según el informe, en España la gente cada vez habla menos por teléfono y utiliza cada vez más las aplicaciones de mensajería instantánea (WhatsApp, Facebook Messenger o Telegram), que crece de forma imparable como primera forma de comunicación. De hecho, el uso diario de la mensajería instantánea casi duplica al de llamadas por móvil y fijo, y un 60 % de la población envía mensajes instantáneos varias veces al día, mientras que un 24 % llama por móvil y solo un 12 % por el fijo.
Este uso es especialmente significativo en el caso de los jóvenes: de hecho, comienza a hablarse en el mundo anglosajón de la “Generation Mute”, caracterizada por su preferencia por la mensajería instantánea en lugar de la llamada telefónica tradicional y sus habilidades para trabajar y colaborar en temas virtuales. El uso diario de la mensajería instantánea casi duplica al de llamadas por móvil y fijo.
También el mundo audiovisual
Tres hitos de 2018 reflejan el profundo cambio experimentado por la televisión en nuestro país: uno de cada tres hogares conectados a Internet contrata plataformas de pago para ver contenidos audiovisuales online; empieza a igualarse el tiempo que los españoles pasan delante de la pantalla de televisión y el que pasan ante otro dispositivo, ya sea móvil o tableta; y el incremento exponencial del uso de la televisión en formato “smart tv” para acceder a Internet. El primer trimestre de 2018 se cerró con 6,7 millones de abonados a la televisión de pago, según datos de la CNMC. La televisión IP (por Internet) se consolidó como la mayoritaria, con 4,1 millones de abonados.
Retos de la sociedad digital en España
El informe concluye señalando los retos que plantea la sociedad digital, destacando entre ellos la necesidad dinamizar la economía digital, el fomento del capital humano, el fomento del emprendimiento digital, la formación en competencias digitales para el empleo, la potenciación de la Industria Conectada 4.0; y la mejora de la regulación para promover el crecimiento de las empresas y la adopción de nuevas tecnologías y procesos digitales.
También señala la necesidad de garantizar que el despliegue de las nuevas redes se realice de una manera inclusiva, de adoptar nuevos enfoques educativos para preparar a los trabajadores y ciudadanos digitales de un futuro próximo, de crear un nuevo escenario para la gestión, propiedad y uso de los datos generados por el tráfico digital.
Asimismo, se necesitan marcos más amplios y efectivos de transparencia y participación ciudadana en la Administración, de manera que la interacción con los gobiernos sea más flexible y permita un mejor ejercicio de los derechos de ciudadanía.
Por último enfatiza la dimensión ética de la inteligencia artificial y los algoritmos en los que se basan las plataformas digitales, que deben equiparar su elevada influencia en la economía y la sociedad actuales con una mayor responsabilidad, adoptando expresamente principios éticos para la protección y no discriminación de sus usuarios, y mejorando la transparencia y la capacidad de elección de los usuarios.
Plantea asimismo que se establezca una Carta de los Derechos Digitales como instrumento que garantice una digitalización centrada en las personas, así como la protección de los derechos fundamentales tanto online como en el mundo real.
En esa línea, insiste en la necesidad de acometer una reforma en profundidad de las regulaciones de mercado que combine la autorregulación de las empresas y de los diferentes sectores de la industria digital con una modernización de las políticas y una supervisión regulatoria actualizada, así como una mayor colaboración público-privada en materias como la fiscalidad, la ciberseguridad, la privacidad o el ejercicio de los derechos digitales.
Según el informe, en España la gente cada vez habla menos por teléfono y utiliza cada vez más las aplicaciones de mensajería instantánea (WhatsApp, Facebook Messenger o Telegram), que crece de forma imparable como primera forma de comunicación. De hecho, el uso diario de la mensajería instantánea casi duplica al de llamadas por móvil y fijo, y un 60 % de la población envía mensajes instantáneos varias veces al día, mientras que un 24 % llama por móvil y solo un 12 % por el fijo.
Este uso es especialmente significativo en el caso de los jóvenes: de hecho, comienza a hablarse en el mundo anglosajón de la “Generation Mute”, caracterizada por su preferencia por la mensajería instantánea en lugar de la llamada telefónica tradicional y sus habilidades para trabajar y colaborar en temas virtuales. El uso diario de la mensajería instantánea casi duplica al de llamadas por móvil y fijo.
También el mundo audiovisual
Tres hitos de 2018 reflejan el profundo cambio experimentado por la televisión en nuestro país: uno de cada tres hogares conectados a Internet contrata plataformas de pago para ver contenidos audiovisuales online; empieza a igualarse el tiempo que los españoles pasan delante de la pantalla de televisión y el que pasan ante otro dispositivo, ya sea móvil o tableta; y el incremento exponencial del uso de la televisión en formato “smart tv” para acceder a Internet. El primer trimestre de 2018 se cerró con 6,7 millones de abonados a la televisión de pago, según datos de la CNMC. La televisión IP (por Internet) se consolidó como la mayoritaria, con 4,1 millones de abonados.
Retos de la sociedad digital en España
El informe concluye señalando los retos que plantea la sociedad digital, destacando entre ellos la necesidad dinamizar la economía digital, el fomento del capital humano, el fomento del emprendimiento digital, la formación en competencias digitales para el empleo, la potenciación de la Industria Conectada 4.0; y la mejora de la regulación para promover el crecimiento de las empresas y la adopción de nuevas tecnologías y procesos digitales.
También señala la necesidad de garantizar que el despliegue de las nuevas redes se realice de una manera inclusiva, de adoptar nuevos enfoques educativos para preparar a los trabajadores y ciudadanos digitales de un futuro próximo, de crear un nuevo escenario para la gestión, propiedad y uso de los datos generados por el tráfico digital.
Asimismo, se necesitan marcos más amplios y efectivos de transparencia y participación ciudadana en la Administración, de manera que la interacción con los gobiernos sea más flexible y permita un mejor ejercicio de los derechos de ciudadanía.
Por último enfatiza la dimensión ética de la inteligencia artificial y los algoritmos en los que se basan las plataformas digitales, que deben equiparar su elevada influencia en la economía y la sociedad actuales con una mayor responsabilidad, adoptando expresamente principios éticos para la protección y no discriminación de sus usuarios, y mejorando la transparencia y la capacidad de elección de los usuarios.
Plantea asimismo que se establezca una Carta de los Derechos Digitales como instrumento que garantice una digitalización centrada en las personas, así como la protección de los derechos fundamentales tanto online como en el mundo real.
En esa línea, insiste en la necesidad de acometer una reforma en profundidad de las regulaciones de mercado que combine la autorregulación de las empresas y de los diferentes sectores de la industria digital con una modernización de las políticas y una supervisión regulatoria actualizada, así como una mayor colaboración público-privada en materias como la fiscalidad, la ciberseguridad, la privacidad o el ejercicio de los derechos digitales.
Referencia
La sociedad digital en España 2018. José Moisés Martín Carretero et al. Fundación Telefónica, 2019.
La sociedad digital en España 2018. José Moisés Martín Carretero et al. Fundación Telefónica, 2019.