Tendencias Científicas
Airbus: tecnología europea... y española.
Los últimos datos recogidos por Cotec en su Informe 2007 sobre Tecnología e Innovación en España muestran que se mantiene el proceso de convergencia con los principales países de nuestro entorno con un crecimiento del 14% (9% el año anterior) del gasto total en I+D, que sitúa el esfuerzo español en el 1,13% del PIB.
Y, aunque la velocidad de este proceso todavía no es suficiente para converger significativamente con la UE-25 y con la OCDE, el panel de expertos consultados por Cotec confirma su optimismo sobre la evolución y la capacidad del sistema español de innovación, principalmente debido al crecimiento en el gasto de I+D empresarial, que se mantiene un año más por encima del 10%, y al potencial de los programas e instrumentos que están poniendo en marcha la Unión Europea y las administraciones españolas.
Estas son algunas de las conclusiones del Informe, en el que se recoge un completo análisis de los principales indicadores de I+D e innovación en España, a escala nacional y por Comunidades Autónomas, y su comparación internacional en el que, por primera vez, junto a los datos de la UE-25, la OCDE, Estados Unidos y Japón, se presentan los datos de Polonia, seleccionado por ser el siguiente en tamaño (población) a los países europeos con los que se realizan comparaciones.
Nuevo modelo
El Presidente de Cotec, José Angel Sánchez Asiaín, ha propuesto al respecto un nuevo modelo de crecimiento del sistema español de innovación dirigido a maximizar el aprovechamiento de los esfuerzos ya realizados y de los que se realicen. Cotec propone tomar como puntos de referencia para medir la evolución de la eficiencia del sistema de innovación el peso de los sectores generadores de alta tecnología, la productividad de los sectores tradicionales y nuestro comercio internacional.
Para ello, será necesario que los agentes asuman nuevos papeles. Las empresas deberán dar señales al resto del sistema demandando tecnología, el sistema público de I+D deberá compartir sus intereses con los tecnológicos de las empresas, las administraciones públicas deberán incluir nuevos instrumentos para fomentar la innovación tecnológica (compra pública de tecnología, fomento de mercados innovadores, propiedad intelectual, etc.) y el sistema educativo deberá inculcar los valores y hábitos que hacen a una sociedad innovadora.
Para lograrlo, Cotec trabajará para ayudar a que las relaciones entre todos los agentes de nuestro sistema de innovación sean frecuentes e intensas; a que las empresas encuentren cauces para dar a conocer sus necesidades tecnológicas a los restantes agentes del sistema y a que las innovaciones tecnológicas vayan acompañadas por las no tecnológicas.
Más gasto en I+D
El gasto español en I+D ha crecido con tasas muy superiores a las del PIB desde 1997
Según se recoge en el Informe Cotec 2007, en los últimos años se ha producido una aceleración del crecimiento del gasto total en I+D en España, especialmente desde 1997, año a partir del cual ha crecido con tasas muy superiores a las del PIB, mientras que en los cuatro grandes países europeos (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) estas tasas de crecimiento han sido sólo ligeramente superiores a las del PIB.
Desde el año 2000, mientras que el crecimiento del gasto en I+D se atenuaba en los cuatro grandes países europeos, en España y esencialmente entre los años 2001 y 2003, el crecimiento del gasto en I+D era muy superior al crecimiento del PIB, y en 2004 el crecimiento del gasto en I+D y del PIB se han situado prácticamente en los mismos niveles.
En 1990 los gastos de I+D representaban el 0,85% del PIB español; en 2002 el 0,99% y en 2005 el 1,13%, lo que significa que se ha producido en los últimos años una significativa aceleración de la tasa de crecimiento. Esto es debido al aumento tanto del gasto en I+D ejecutado en el sector público (0,35% del PIB en 1990 y 0,52% en 2005) como en las empresas (0,50% del PIB en 1990 y 0,61% en 2005).
Sin embargo, al realizar una comparativa internacional se observa que este importante esfuerzo no permite todavía un ritmo de convergencia suficiente con la UE-25 y la OCDE, ni en materia de recursos dedicados a la I+D ni en sus resultados.
Gasto interno y privado
Según la OCDE, en 2004 el esfuerzo total en I+D (gasto interno total en I+D en porcentaje del PIB) en España se situó en el 60% del valor de la UE-25 (1,06% frente a 1,77%), muy por debajo de la media de la OCDE (2,25%).
En ese mismo año, Alemania registró un 2,5%, Francia un 2,14% y Reino Unido un 1,73%. El esfuerzo en I+D de las empresas presenta diferencias aún más importantes ya que, según la OCDE, en 2004 los gastos empresariales en porcentaje del gasto total en I+D en España se situaban en el 54,4%, frente al 63,1% de la UE-25 y al 68% de la OCDE.
Por sectores de ejecución, el Informe destaca que la evolución en España del gasto interno en I+D en la última década ha sido dispar entre sus agentes. El gasto privado, ejecutado por empresas e IPSFL, que se vio reducido entre 1991 y 1994, ha mantenido una tendencia creciente desde entonces, sobre todo desde 2001.
Dentro del sector público destaca el crecimiento del gasto ejecutado por las universidades, especialmente intenso a partir de 2000. El gasto ejecutado por las administraciones públicas ha mantenido un ligero crecimiento en la última década, que se ha intensificado notoriamente en el último año. La Función 54 ha pasado de 4.400 millones de euros en 2004 a más de 8.100 millones de euros en 2005.
El esfuerzo en I+D en las regiones españolas
La diferencia del esfuerzo en I+D entre las Comunidades Autónomas sigue siendo muy significativa, hallándose comprendido en 2005, entre el 1,81% de la región con mayor gasto y el 0,27% como límite inferior. Sin embargo, esta distancia tiende a reducirse ya que Madrid, Cataluña y País Vasco que representaban el 62,4% del total nacional, ahora representan el 59,3%.
El Informe Cotec señala que en 2005, el esfuerzo en I+D de las “regiones de convergencia” (Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Extremadura, y de forma transitoria Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla) ha sido del 0,78%.
Sin embargo, seis comunidades con mejores rentas han realizado un esfuerzo en I+D inferior a la media de aquellas. Así, por ejemplo, el esfuerzo en I+D de Extremadura en ese año ha sido del 0,68%, el de Andalucía del 0,84% y el de Galicia del 0,88%, mientras que Baleares registró un 0,27%, Cantabria un 0,45% y La Rioja un 0,67%. Globalmente, el esfuerzo en I+D de las regiones de convergencia (0,78%), ha sido un 31% menor que el conjunto de España (1,13%).
Al analizar el gasto en I+D por habitante, también se observa que en 2005 era mucho más elevado en Madrid (485 euros), Navarra (429 euros), País Vasco (389 euros) y Cataluña (323 euros), que en el resto de comunidades, en particular Baleares (61 euros), Castilla-La Mancha (66 euros), Cantabria (91 euros) y Extremadura (95 euros), siendo la media nacional de 228 euros.
Recursos humanos dedicados a I+D
Según los últimos datos de la OCDE recogidos en el Informe, en 2004 la actividad de I+D en España daba trabajo a 161.933 personas, de las cuales 100.994 eran investigadores, es decir, el 62%, lo que supone que en ese año el empleo en I+D era un 132% superior a lo que era en 1990. Durante el mismo periodo, el número de investigadores aumentó en 63.318, es decir, un 168%, lo que implica que la proporción de investigadores en relación con el total del personal en I+D, que ya era excepcionalmente elevada en España, sigue aumentando.
Al comparar el empleo en I+D con respecto al total de la población activa, España ha mejorado este ratio al igual que Francia, Italia y Polonia, pero todavía esta lejos de países como Alemania y Francia. También se observa que el ratio de España es superior al de Italia desde el año 2000, situándose en 2004 en el 8,8 por mil. Al analizar el gasto medio por investigador, en 2004 en España, este se situaba en 116.857 $PPC, también por debajo del gasto de Alemania (218.794 $PPC), Francia (194.239 $PPC) y, sobre todo, Italia (248.849 $PPC).
En cuanto a la distribución del número de investigadores por sectores de ejecución, en Alemania, Francia e Italia el sector de ejecución que cuenta con un mayor número de investigadores es el de las empresas, con diferencias considerables entre ellos (60% en Alemania, 55% en Francia y 41% en Italia), al contrario que en España donde el 49,2% desempeñaba su trabajo en el sector de la enseñanza superior, el sector privado empleaba a un tercio de los investigadores (32,1%) y el resto pertenecían a la Administración Pública (18,6%).
En la última década, el personal empleado en I+D en España ha seguido una tendencia creciente en todos los sectores y cabe destacar el gran crecimiento del sector privado (empresas e IPSFL), que ha pasado de 28.860 empleados en actividades de I+D en 1990 a 75.701 en 2005.
Las empresas españolas están contratando ahora a unos 4.000 nuevos investigadores cada año, con un ritmo de crecimiento muy superior al que se observaba hace diez años (alrededor de 1.000 investigadores cada año), y los investigadores españoles están encontrando mayores oportunidades de empleo en las empresas que en las universidades, en las que el ritmo de aumento de los investigadores no llega a los 2.000 por año.
El comercio exterior de bienes de equipo y de productos de alta tecnología
Los bienes de equipo incorporan, por su naturaleza, tecnologías de producción que inducen innovaciones empresariales. Tanto las importaciones como las exportaciones de bienes de equipo en España crecieron de manera notable entre 1995 y 2000, manteniéndose las exportaciones constantes hasta 2003, mientras que las importaciones disminuyeron significativamente.
En 2003, sin embargo, tanto las exportaciones como las importaciones iniciaron un repunte que ha continuado hasta 2005, siendo más intenso para las importaciones que para las exportaciones. Esto ha provocado que la tasa de cobertura de las exportaciones frente a las importaciones que venía disminuyendo desde 1997, creciera a partir del año 2000, hasta situarse en torno al 65% en 2002, para iniciar un ligero descenso hasta situarse en el 59% en 2005.
Por otra parte, las exportaciones de productos de alta tecnología reflejan la habilidad que tienen los países para comercializar los resultados de la investigación y la innovación tecnológica en mercados internacionales.
Según la Comisión Europea (2006), el porcentaje de exportaciones de alta tecnología sobre el total de exportaciones es más bajo en Europa (18%) que en Japón (22%) y Estados Unidos (29%), y se ha reducido en el último año especialmente en el sur de Europa. Concretamente en España los productos de alta tecnología representaban sólo el 6% del total de sus exportaciones en 2004.
Y, aunque la velocidad de este proceso todavía no es suficiente para converger significativamente con la UE-25 y con la OCDE, el panel de expertos consultados por Cotec confirma su optimismo sobre la evolución y la capacidad del sistema español de innovación, principalmente debido al crecimiento en el gasto de I+D empresarial, que se mantiene un año más por encima del 10%, y al potencial de los programas e instrumentos que están poniendo en marcha la Unión Europea y las administraciones españolas.
Estas son algunas de las conclusiones del Informe, en el que se recoge un completo análisis de los principales indicadores de I+D e innovación en España, a escala nacional y por Comunidades Autónomas, y su comparación internacional en el que, por primera vez, junto a los datos de la UE-25, la OCDE, Estados Unidos y Japón, se presentan los datos de Polonia, seleccionado por ser el siguiente en tamaño (población) a los países europeos con los que se realizan comparaciones.
Nuevo modelo
El Presidente de Cotec, José Angel Sánchez Asiaín, ha propuesto al respecto un nuevo modelo de crecimiento del sistema español de innovación dirigido a maximizar el aprovechamiento de los esfuerzos ya realizados y de los que se realicen. Cotec propone tomar como puntos de referencia para medir la evolución de la eficiencia del sistema de innovación el peso de los sectores generadores de alta tecnología, la productividad de los sectores tradicionales y nuestro comercio internacional.
Para ello, será necesario que los agentes asuman nuevos papeles. Las empresas deberán dar señales al resto del sistema demandando tecnología, el sistema público de I+D deberá compartir sus intereses con los tecnológicos de las empresas, las administraciones públicas deberán incluir nuevos instrumentos para fomentar la innovación tecnológica (compra pública de tecnología, fomento de mercados innovadores, propiedad intelectual, etc.) y el sistema educativo deberá inculcar los valores y hábitos que hacen a una sociedad innovadora.
Para lograrlo, Cotec trabajará para ayudar a que las relaciones entre todos los agentes de nuestro sistema de innovación sean frecuentes e intensas; a que las empresas encuentren cauces para dar a conocer sus necesidades tecnológicas a los restantes agentes del sistema y a que las innovaciones tecnológicas vayan acompañadas por las no tecnológicas.
Más gasto en I+D
El gasto español en I+D ha crecido con tasas muy superiores a las del PIB desde 1997
Según se recoge en el Informe Cotec 2007, en los últimos años se ha producido una aceleración del crecimiento del gasto total en I+D en España, especialmente desde 1997, año a partir del cual ha crecido con tasas muy superiores a las del PIB, mientras que en los cuatro grandes países europeos (Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) estas tasas de crecimiento han sido sólo ligeramente superiores a las del PIB.
Desde el año 2000, mientras que el crecimiento del gasto en I+D se atenuaba en los cuatro grandes países europeos, en España y esencialmente entre los años 2001 y 2003, el crecimiento del gasto en I+D era muy superior al crecimiento del PIB, y en 2004 el crecimiento del gasto en I+D y del PIB se han situado prácticamente en los mismos niveles.
En 1990 los gastos de I+D representaban el 0,85% del PIB español; en 2002 el 0,99% y en 2005 el 1,13%, lo que significa que se ha producido en los últimos años una significativa aceleración de la tasa de crecimiento. Esto es debido al aumento tanto del gasto en I+D ejecutado en el sector público (0,35% del PIB en 1990 y 0,52% en 2005) como en las empresas (0,50% del PIB en 1990 y 0,61% en 2005).
Sin embargo, al realizar una comparativa internacional se observa que este importante esfuerzo no permite todavía un ritmo de convergencia suficiente con la UE-25 y la OCDE, ni en materia de recursos dedicados a la I+D ni en sus resultados.
Gasto interno y privado
Según la OCDE, en 2004 el esfuerzo total en I+D (gasto interno total en I+D en porcentaje del PIB) en España se situó en el 60% del valor de la UE-25 (1,06% frente a 1,77%), muy por debajo de la media de la OCDE (2,25%).
En ese mismo año, Alemania registró un 2,5%, Francia un 2,14% y Reino Unido un 1,73%. El esfuerzo en I+D de las empresas presenta diferencias aún más importantes ya que, según la OCDE, en 2004 los gastos empresariales en porcentaje del gasto total en I+D en España se situaban en el 54,4%, frente al 63,1% de la UE-25 y al 68% de la OCDE.
Por sectores de ejecución, el Informe destaca que la evolución en España del gasto interno en I+D en la última década ha sido dispar entre sus agentes. El gasto privado, ejecutado por empresas e IPSFL, que se vio reducido entre 1991 y 1994, ha mantenido una tendencia creciente desde entonces, sobre todo desde 2001.
Dentro del sector público destaca el crecimiento del gasto ejecutado por las universidades, especialmente intenso a partir de 2000. El gasto ejecutado por las administraciones públicas ha mantenido un ligero crecimiento en la última década, que se ha intensificado notoriamente en el último año. La Función 54 ha pasado de 4.400 millones de euros en 2004 a más de 8.100 millones de euros en 2005.
El esfuerzo en I+D en las regiones españolas
La diferencia del esfuerzo en I+D entre las Comunidades Autónomas sigue siendo muy significativa, hallándose comprendido en 2005, entre el 1,81% de la región con mayor gasto y el 0,27% como límite inferior. Sin embargo, esta distancia tiende a reducirse ya que Madrid, Cataluña y País Vasco que representaban el 62,4% del total nacional, ahora representan el 59,3%.
El Informe Cotec señala que en 2005, el esfuerzo en I+D de las “regiones de convergencia” (Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Extremadura, y de forma transitoria Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla) ha sido del 0,78%.
Sin embargo, seis comunidades con mejores rentas han realizado un esfuerzo en I+D inferior a la media de aquellas. Así, por ejemplo, el esfuerzo en I+D de Extremadura en ese año ha sido del 0,68%, el de Andalucía del 0,84% y el de Galicia del 0,88%, mientras que Baleares registró un 0,27%, Cantabria un 0,45% y La Rioja un 0,67%. Globalmente, el esfuerzo en I+D de las regiones de convergencia (0,78%), ha sido un 31% menor que el conjunto de España (1,13%).
Al analizar el gasto en I+D por habitante, también se observa que en 2005 era mucho más elevado en Madrid (485 euros), Navarra (429 euros), País Vasco (389 euros) y Cataluña (323 euros), que en el resto de comunidades, en particular Baleares (61 euros), Castilla-La Mancha (66 euros), Cantabria (91 euros) y Extremadura (95 euros), siendo la media nacional de 228 euros.
Recursos humanos dedicados a I+D
Según los últimos datos de la OCDE recogidos en el Informe, en 2004 la actividad de I+D en España daba trabajo a 161.933 personas, de las cuales 100.994 eran investigadores, es decir, el 62%, lo que supone que en ese año el empleo en I+D era un 132% superior a lo que era en 1990. Durante el mismo periodo, el número de investigadores aumentó en 63.318, es decir, un 168%, lo que implica que la proporción de investigadores en relación con el total del personal en I+D, que ya era excepcionalmente elevada en España, sigue aumentando.
Al comparar el empleo en I+D con respecto al total de la población activa, España ha mejorado este ratio al igual que Francia, Italia y Polonia, pero todavía esta lejos de países como Alemania y Francia. También se observa que el ratio de España es superior al de Italia desde el año 2000, situándose en 2004 en el 8,8 por mil. Al analizar el gasto medio por investigador, en 2004 en España, este se situaba en 116.857 $PPC, también por debajo del gasto de Alemania (218.794 $PPC), Francia (194.239 $PPC) y, sobre todo, Italia (248.849 $PPC).
En cuanto a la distribución del número de investigadores por sectores de ejecución, en Alemania, Francia e Italia el sector de ejecución que cuenta con un mayor número de investigadores es el de las empresas, con diferencias considerables entre ellos (60% en Alemania, 55% en Francia y 41% en Italia), al contrario que en España donde el 49,2% desempeñaba su trabajo en el sector de la enseñanza superior, el sector privado empleaba a un tercio de los investigadores (32,1%) y el resto pertenecían a la Administración Pública (18,6%).
En la última década, el personal empleado en I+D en España ha seguido una tendencia creciente en todos los sectores y cabe destacar el gran crecimiento del sector privado (empresas e IPSFL), que ha pasado de 28.860 empleados en actividades de I+D en 1990 a 75.701 en 2005.
Las empresas españolas están contratando ahora a unos 4.000 nuevos investigadores cada año, con un ritmo de crecimiento muy superior al que se observaba hace diez años (alrededor de 1.000 investigadores cada año), y los investigadores españoles están encontrando mayores oportunidades de empleo en las empresas que en las universidades, en las que el ritmo de aumento de los investigadores no llega a los 2.000 por año.
El comercio exterior de bienes de equipo y de productos de alta tecnología
Los bienes de equipo incorporan, por su naturaleza, tecnologías de producción que inducen innovaciones empresariales. Tanto las importaciones como las exportaciones de bienes de equipo en España crecieron de manera notable entre 1995 y 2000, manteniéndose las exportaciones constantes hasta 2003, mientras que las importaciones disminuyeron significativamente.
En 2003, sin embargo, tanto las exportaciones como las importaciones iniciaron un repunte que ha continuado hasta 2005, siendo más intenso para las importaciones que para las exportaciones. Esto ha provocado que la tasa de cobertura de las exportaciones frente a las importaciones que venía disminuyendo desde 1997, creciera a partir del año 2000, hasta situarse en torno al 65% en 2002, para iniciar un ligero descenso hasta situarse en el 59% en 2005.
Por otra parte, las exportaciones de productos de alta tecnología reflejan la habilidad que tienen los países para comercializar los resultados de la investigación y la innovación tecnológica en mercados internacionales.
Según la Comisión Europea (2006), el porcentaje de exportaciones de alta tecnología sobre el total de exportaciones es más bajo en Europa (18%) que en Japón (22%) y Estados Unidos (29%), y se ha reducido en el último año especialmente en el sur de Europa. Concretamente en España los productos de alta tecnología representaban sólo el 6% del total de sus exportaciones en 2004.
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