Un equipo de científicos de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y de la York University de Canadá ha creado un sistema para codificar cualquier texto genérico en moléculas de alcohol evaporadas, es decir, para enviar mensajes a través de vaporosas nubes de alcohol.
"Imagina poder enviar un mensaje usando perfume… Es algo que parece propio de una novela de suspense, pero en realidad es una manera increíblemente sencilla de comunicarse", afirma uno de los autores del trabajo, el investigador Weisi Guo, en un comunicado de la Universidad de Warwick.
Más allá de las novelescas posibilidades de este sistema molecular de comunicaciones, que funciona como la comunicación animal a través de feromonas, los investigadores creen que su dispositivo podría usarse para la transmisión de mensajes y datos en entornos a los que no llegan las ondas electromagnéticas, como el interior de estructuras subterráneas o submarinas.
“Por ejemplo, la reciente obstrucción masiva del sistema de alcantarillado de Londres podría haber sido detectada antes sin implicar a trabajadores, simplemente enviando robots equipados con este sistema de comunicación molecular ", explica por su parte otro de los responsables del invento, el profesor Andrew Eckford, de la Escuela de Ingeniería Lassonde de la York University.
"Imagina poder enviar un mensaje usando perfume… Es algo que parece propio de una novela de suspense, pero en realidad es una manera increíblemente sencilla de comunicarse", afirma uno de los autores del trabajo, el investigador Weisi Guo, en un comunicado de la Universidad de Warwick.
Más allá de las novelescas posibilidades de este sistema molecular de comunicaciones, que funciona como la comunicación animal a través de feromonas, los investigadores creen que su dispositivo podría usarse para la transmisión de mensajes y datos en entornos a los que no llegan las ondas electromagnéticas, como el interior de estructuras subterráneas o submarinas.
“Por ejemplo, la reciente obstrucción masiva del sistema de alcantarillado de Londres podría haber sido detectada antes sin implicar a trabajadores, simplemente enviando robots equipados con este sistema de comunicación molecular ", explica por su parte otro de los responsables del invento, el profesor Andrew Eckford, de la Escuela de Ingeniería Lassonde de la York University.
Cómo se hizo
En la primera demostración realizada con este sistema, se usó el vapor del vodka para “lanzar” una parte del himno nacional de Canadá por un espacio abierto de cuatro metros. Al otro lado, este himno fue decodificado por un receptor.
Todo ello implicó un hardware que cuesta unos 75 euros y que consiste en lo siguiente. Por un lado, está el transmisor del sistema, que se controla a través de una plataforma de hardware libre -Arduino Uno- diseñada para facilitar el uso de la electrónica en proyectos multidisciplinares.
Lo que hace esta plataforma es convertir cualquier mensaje de texto en una secuencia binaria, de ceros y unos. Posteriormente, para transformar ese código binario en señales químicas, se usó una espray electrónico –DuroBlast- que puede dispersar una gran variedad de productos químicos líquidos.
Luego está el receptor, que también está controlado por un microcontrolador de código abierto Arduino Uno y además cuenta con tres sensores de alcohol que detectan esta sustancia, gracias a una capa de metal-óxido-semiconductor. Cada uno de estos sensores tiene una sensibilidad, una potencia y diagramas de circuitos operacionales diferentes.
Las señales químicas –que se correspondían con la secuencia binaria del mensaje- se transmitieron usando el alcohol presente en el vodka, y se enviaron a través del laboratorio, con la ayuda de un ventilador de mesa. A continuación, fueron demoduladas por un receptor que mide la tasa de cambio en la concentración de las moléculas de alcohol para atribuir un valor del código binario a dichos cambios. Los científicos constataron que enviando un bit cada cinco segundos, la transmisión resultaba muy fiable, siempre que se hiciera a distancias de entre uno y cuatro metros.
Potenciales aplicaciones
En un artículo publicado en la revista PLOS ONE, los investigadores afirman que su sistema viene a llenar un vacío importante en la literatura sobre comunicación molecular, al proporcionar una plataforma de bajo coste para probar modelos teóricos.
Pero, además, según Weisi Guo este método de comunicación molecular “podría usarse para la comunicación a escala nanométrica, por ejemplo, en medicina, disciplina cuyos avances más recientes señalan que sería posible integrar sensores en los órganos del cuerpo o crear robots en miniatura para que lleven a cabo una tarea específica, como dirigir fármacos contra células cancerosas”.
En la primera demostración realizada con este sistema, se usó el vapor del vodka para “lanzar” una parte del himno nacional de Canadá por un espacio abierto de cuatro metros. Al otro lado, este himno fue decodificado por un receptor.
Todo ello implicó un hardware que cuesta unos 75 euros y que consiste en lo siguiente. Por un lado, está el transmisor del sistema, que se controla a través de una plataforma de hardware libre -Arduino Uno- diseñada para facilitar el uso de la electrónica en proyectos multidisciplinares.
Lo que hace esta plataforma es convertir cualquier mensaje de texto en una secuencia binaria, de ceros y unos. Posteriormente, para transformar ese código binario en señales químicas, se usó una espray electrónico –DuroBlast- que puede dispersar una gran variedad de productos químicos líquidos.
Luego está el receptor, que también está controlado por un microcontrolador de código abierto Arduino Uno y además cuenta con tres sensores de alcohol que detectan esta sustancia, gracias a una capa de metal-óxido-semiconductor. Cada uno de estos sensores tiene una sensibilidad, una potencia y diagramas de circuitos operacionales diferentes.
Las señales químicas –que se correspondían con la secuencia binaria del mensaje- se transmitieron usando el alcohol presente en el vodka, y se enviaron a través del laboratorio, con la ayuda de un ventilador de mesa. A continuación, fueron demoduladas por un receptor que mide la tasa de cambio en la concentración de las moléculas de alcohol para atribuir un valor del código binario a dichos cambios. Los científicos constataron que enviando un bit cada cinco segundos, la transmisión resultaba muy fiable, siempre que se hiciera a distancias de entre uno y cuatro metros.
Potenciales aplicaciones
En un artículo publicado en la revista PLOS ONE, los investigadores afirman que su sistema viene a llenar un vacío importante en la literatura sobre comunicación molecular, al proporcionar una plataforma de bajo coste para probar modelos teóricos.
Pero, además, según Weisi Guo este método de comunicación molecular “podría usarse para la comunicación a escala nanométrica, por ejemplo, en medicina, disciplina cuyos avances más recientes señalan que sería posible integrar sensores en los órganos del cuerpo o crear robots en miniatura para que lleven a cabo una tarea específica, como dirigir fármacos contra células cancerosas”.
Referencia bibliográfica:
Nariman Farsad, Weisi Guo, Andrew W. Eckford. Tabletop Molecular Communication: Text Messages through Chemical Signals. PLOS ONE (2013). DOI: 10.1371/journal.pone.0082935.
Nariman Farsad, Weisi Guo, Andrew W. Eckford. Tabletop Molecular Communication: Text Messages through Chemical Signals. PLOS ONE (2013). DOI: 10.1371/journal.pone.0082935.