Investigadores del Rensselaer Polytechnic Institute, de Estados Unidos, están utilizando el mundo virtual de “Second Life; como campo de pruebas de la Inteligencia Artificial, publica la msnbc.
Un personaje bautizado como Edd Hifeng, aparentemente un avatar más de los mundos virtuales, es en realidad un personaje con un secreto. Al contrario que el resto de los avatares, Hifeng no está animado por una persona que, al otro lado de la pantalla, le marca sus pautas de comportamiento.
Edd, en realidad, es una creación artificial, con una inteligencia que depende de un ordenador y que se calcula es equivalente a la inteligencia media de un niño de cuatro años de edad.
Selmer Bringsjord, director del Rensselaer Artificial Intelligence and Reasoning Laboratory, afirma que Edd Hifeng será el precursor de creaciones de inteligencia artificial más sofisticadas que podrán interactuar con la gente no sólo a través de la computadora, sino también en el interior de lugares de proyección en tres dimensiones, como las estaciones de metro.
Según Bringsjord, estas futuras ilusiones holográficas podrían llegar a usarse para entrenar a profesionales de atención en emergencias o para resolver misterios. Pero, en primer lugar, son necesarias las pruebas virtuales que ayuden a su desarrollo.
Capacidades reales
La inteligencia artificial es una rama de la informática que se ocupa de desarrollar procesos que imitan a la inteligencia de los seres vivos. Edd es una creación de este tipo, instalada en un entorno controlable –la realidad alternativa de Second Life, menos caótica que la vida real- donde resulta más sencillo y más barato probar las creaciones inteligentes.
La capacidad de Edd es aún limitada. Por ejemplo, puede responder a preguntas sencillas como, “¿de dónde eres?”, pero sólo comprende las palabras que previamente han sido traducidas a la lógica matemática de su “mente” computacional.
El máximo logro intelectual que le achacan sus creadores fue el siguiente: Edd fue testigo del intercambio de un arma de un maletín a otro y fue capaz de inferir que otro avatar de Second Life que había dejado la habitación en el momento de dicho intercambio creería, de manera incorrecta, que el arma seguía en el primer maletín.
Aunque para nosotros es un razonamiento sencillo, esta capacidad para sacar conclusiones resulta esencial para un agente de Inteligencia Artificial. Es decir, que los aparentemente modestos logros de Edd ahora servirán para desarrollar futuras criaturas más complejas.
Ir más lejos
Tal y como publicó recientemente el Instituto Rensselaer en un comunicado, la intención al crear este tipo de “seres” virtuales controlados por ordenador es poder llegar a diseñar personajes con la capacidad de opinar, e incluso de razonar sobre las opiniones de otros.
Estos personajes, algún día, aseguran los expertos, serán capaces de predecir y manipular el comportamiento de otros jugadores humanos, con los que interactuarán, incluso a la larga en el mundo físico (a través de las representaciones tridimensionales antes mencionadas).
Los personajes sintéticos llegarán incluso a ser autónomos, a recordar, a creer y a desear cosas. El objetivo último sería que un programa informático fuera lo suficientemente inteligente como para engañar a alguien para hacerle pensar que está interactuando con otra persona.
El camino para alcanzar este nivel, según los investigadores: el Metaverso (o ciberespacio para la interacción humana a través de iconos). Al menos, por ahora.
Los investigadores señalan que los logros mentales de Edd fueron desarrollados en estaciones de trabajo independientes, por lo que no se ha minado a los servidores de Second Life.
Diversas aplicaciones
Los video juegos actuales y los mundos virtuales ofrecen a sus usuarios la posibilidad de crear personajes –en el terreno digital- que parecen cada vez más humanos. Pero, a pesar de su pelo, su peso, o sus ojos, estos personajes aún no dejan de ser poco más que eso, meros avatares.
Estos personajes “dependen directamente de los golpes de los usuarios sobre las teclas y su capacidad mental es tan sólo una ilusión”, afirmó Bringsjord. Según él, avatares alternativos con capacidades mentales reales sólo podrán ser diseñados compaginando la inteligencia artificial con las técnicas computacionales de cognición, y con la potencia de procesamiento de un
superordenador.
“Nuestro objetivo no es desarrollar una teoría computacional que explique y prediga el comportamiento humano, sino desarrollar agentes artificiales más provechosos e interesantes por su habilidad para atribuir estados mentales a otros agentes, para razonar sobre dichos estados y para poseer –como avatares- estados coherentes con los estados que experimenten los humanos”, dijo Bringsjord.
Las posibles aplicaciones abarcarían la industria del entretenimiento y los juegos, pero también sectores como el de la educación o de la defensa. La investigación está siendo respaldada por la compañía IBM.
Un personaje bautizado como Edd Hifeng, aparentemente un avatar más de los mundos virtuales, es en realidad un personaje con un secreto. Al contrario que el resto de los avatares, Hifeng no está animado por una persona que, al otro lado de la pantalla, le marca sus pautas de comportamiento.
Edd, en realidad, es una creación artificial, con una inteligencia que depende de un ordenador y que se calcula es equivalente a la inteligencia media de un niño de cuatro años de edad.
Selmer Bringsjord, director del Rensselaer Artificial Intelligence and Reasoning Laboratory, afirma que Edd Hifeng será el precursor de creaciones de inteligencia artificial más sofisticadas que podrán interactuar con la gente no sólo a través de la computadora, sino también en el interior de lugares de proyección en tres dimensiones, como las estaciones de metro.
Según Bringsjord, estas futuras ilusiones holográficas podrían llegar a usarse para entrenar a profesionales de atención en emergencias o para resolver misterios. Pero, en primer lugar, son necesarias las pruebas virtuales que ayuden a su desarrollo.
Capacidades reales
La inteligencia artificial es una rama de la informática que se ocupa de desarrollar procesos que imitan a la inteligencia de los seres vivos. Edd es una creación de este tipo, instalada en un entorno controlable –la realidad alternativa de Second Life, menos caótica que la vida real- donde resulta más sencillo y más barato probar las creaciones inteligentes.
La capacidad de Edd es aún limitada. Por ejemplo, puede responder a preguntas sencillas como, “¿de dónde eres?”, pero sólo comprende las palabras que previamente han sido traducidas a la lógica matemática de su “mente” computacional.
El máximo logro intelectual que le achacan sus creadores fue el siguiente: Edd fue testigo del intercambio de un arma de un maletín a otro y fue capaz de inferir que otro avatar de Second Life que había dejado la habitación en el momento de dicho intercambio creería, de manera incorrecta, que el arma seguía en el primer maletín.
Aunque para nosotros es un razonamiento sencillo, esta capacidad para sacar conclusiones resulta esencial para un agente de Inteligencia Artificial. Es decir, que los aparentemente modestos logros de Edd ahora servirán para desarrollar futuras criaturas más complejas.
Ir más lejos
Tal y como publicó recientemente el Instituto Rensselaer en un comunicado, la intención al crear este tipo de “seres” virtuales controlados por ordenador es poder llegar a diseñar personajes con la capacidad de opinar, e incluso de razonar sobre las opiniones de otros.
Estos personajes, algún día, aseguran los expertos, serán capaces de predecir y manipular el comportamiento de otros jugadores humanos, con los que interactuarán, incluso a la larga en el mundo físico (a través de las representaciones tridimensionales antes mencionadas).
Los personajes sintéticos llegarán incluso a ser autónomos, a recordar, a creer y a desear cosas. El objetivo último sería que un programa informático fuera lo suficientemente inteligente como para engañar a alguien para hacerle pensar que está interactuando con otra persona.
El camino para alcanzar este nivel, según los investigadores: el Metaverso (o ciberespacio para la interacción humana a través de iconos). Al menos, por ahora.
Los investigadores señalan que los logros mentales de Edd fueron desarrollados en estaciones de trabajo independientes, por lo que no se ha minado a los servidores de Second Life.
Diversas aplicaciones
Los video juegos actuales y los mundos virtuales ofrecen a sus usuarios la posibilidad de crear personajes –en el terreno digital- que parecen cada vez más humanos. Pero, a pesar de su pelo, su peso, o sus ojos, estos personajes aún no dejan de ser poco más que eso, meros avatares.
Estos personajes “dependen directamente de los golpes de los usuarios sobre las teclas y su capacidad mental es tan sólo una ilusión”, afirmó Bringsjord. Según él, avatares alternativos con capacidades mentales reales sólo podrán ser diseñados compaginando la inteligencia artificial con las técnicas computacionales de cognición, y con la potencia de procesamiento de un
superordenador.
“Nuestro objetivo no es desarrollar una teoría computacional que explique y prediga el comportamiento humano, sino desarrollar agentes artificiales más provechosos e interesantes por su habilidad para atribuir estados mentales a otros agentes, para razonar sobre dichos estados y para poseer –como avatares- estados coherentes con los estados que experimenten los humanos”, dijo Bringsjord.
Las posibles aplicaciones abarcarían la industria del entretenimiento y los juegos, pero también sectores como el de la educación o de la defensa. La investigación está siendo respaldada por la compañía IBM.