Por primera vez, los científicos de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) han identificado que la actividad de una enzima metabólica clave que se encuentra en las baterías de las células de piel humana disminuye con la edad.
Un estudio, publicado en línea en la revista Journal of Investigative Dermatology, ha encontrado que la actividad del complejo II mitocondrial disminuye de manera significativa en la piel senil.
Este descubrimiento acerca a los expertos un paso más hacia el desarrollo de tratamientos anti-envejecimiento y productos cosméticos que contrarresten la disminución de los niveles de actividad de la enzima. También puede conducir a una mayor comprensión de cómo envejecen otros órganos del cuerpo con la edad, y por tanto de las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer.
Mark Birch-Machin, profesor de Dermatología Molecular de la Universidad de Newcastle, dirigió este estudio pionero con Amy Bowman, de su grupo de investigación. Birch-Machin dice, en la nota de prensa de la universidad: "A medida que nuestro cuerpo envejece, vemos que las baterías de nuestras células se agotan, algo que se conoce como disminución de la bio-energía, y los radicales libres dañinos aumentan.
"Este proceso se ve fácilmente en nuestra piel con el aumento de líneas finas, arrugas y flacidez. Nuestro estudio muestra, por primera vez, que en la piel humana con la edad hay una disminución específica en la actividad de una enzima metabólica clave que se encuentra en las baterías de las células de la piel. Esta enzima es la bisagra de los dos instrumentos esenciales para producir energía en nuestras células y una disminución en su actividad contribuye a la disminución de la bioenergía en la piel envejecida", explica.
Un estudio, publicado en línea en la revista Journal of Investigative Dermatology, ha encontrado que la actividad del complejo II mitocondrial disminuye de manera significativa en la piel senil.
Este descubrimiento acerca a los expertos un paso más hacia el desarrollo de tratamientos anti-envejecimiento y productos cosméticos que contrarresten la disminución de los niveles de actividad de la enzima. También puede conducir a una mayor comprensión de cómo envejecen otros órganos del cuerpo con la edad, y por tanto de las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer.
Mark Birch-Machin, profesor de Dermatología Molecular de la Universidad de Newcastle, dirigió este estudio pionero con Amy Bowman, de su grupo de investigación. Birch-Machin dice, en la nota de prensa de la universidad: "A medida que nuestro cuerpo envejece, vemos que las baterías de nuestras células se agotan, algo que se conoce como disminución de la bio-energía, y los radicales libres dañinos aumentan.
"Este proceso se ve fácilmente en nuestra piel con el aumento de líneas finas, arrugas y flacidez. Nuestro estudio muestra, por primera vez, que en la piel humana con la edad hay una disminución específica en la actividad de una enzima metabólica clave que se encuentra en las baterías de las células de la piel. Esta enzima es la bisagra de los dos instrumentos esenciales para producir energía en nuestras células y una disminución en su actividad contribuye a la disminución de la bioenergía en la piel envejecida", explica.
Estudio
La actividad del complejo II se midió en 27 donantes, de entre seis y 72 años. Se tomaron muestras de un área de la piel protegida del sol para determinar si había diferencia de actividad al aumentar la edad.
Se utilizaron diversas técnicas para medir la actividad de las enzimas clave del interior de las mitocondrias que están involucradas en la producción de energía de las célula de la piel. Esto se aplicó a las células de la epidermis y de la dermis.
Se encontró que la actividad del complejo II se reducía significativamente con la edad, más en la dermis que en la epidermis, algo que no se había observado anteriormente en la piel humana.
Los científicos descubrieron que la razón de esto es que se reducía la cantidad de proteína enzimática y, además, sólo se observaba esta disminución en las células que habían dejado de proliferar.
Ahora se necesitan más estudios para comprender plenamente las consecuencias funcionales en la piel y otros tejidos, y establecer métodos para evaluar estrategias anti-envejecimiento en la piel humana.
Mitocondrias
Amy Bowman, investigadora asociado del Instituto de Medicina Celular de la Universidad de Newcastle, dice: "Durante mucho tiempo se ha pensado que las mitocondrias juegan un papel importante en el proceso de envejecimiento, pero el papel exacto sigue sin estar claro".
Un estudio reciente llevado a cabo en ratones ha mostrado que la actividad del complejo II es menor en la piel de ratones viejos que en ratones más jóvenes.
La actividad del complejo II se midió en 27 donantes, de entre seis y 72 años. Se tomaron muestras de un área de la piel protegida del sol para determinar si había diferencia de actividad al aumentar la edad.
Se utilizaron diversas técnicas para medir la actividad de las enzimas clave del interior de las mitocondrias que están involucradas en la producción de energía de las célula de la piel. Esto se aplicó a las células de la epidermis y de la dermis.
Se encontró que la actividad del complejo II se reducía significativamente con la edad, más en la dermis que en la epidermis, algo que no se había observado anteriormente en la piel humana.
Los científicos descubrieron que la razón de esto es que se reducía la cantidad de proteína enzimática y, además, sólo se observaba esta disminución en las células que habían dejado de proliferar.
Ahora se necesitan más estudios para comprender plenamente las consecuencias funcionales en la piel y otros tejidos, y establecer métodos para evaluar estrategias anti-envejecimiento en la piel humana.
Mitocondrias
Amy Bowman, investigadora asociado del Instituto de Medicina Celular de la Universidad de Newcastle, dice: "Durante mucho tiempo se ha pensado que las mitocondrias juegan un papel importante en el proceso de envejecimiento, pero el papel exacto sigue sin estar claro".
Un estudio reciente llevado a cabo en ratones ha mostrado que la actividad del complejo II es menor en la piel de ratones viejos que en ratones más jóvenes.
Referencia bibliográfica:
Amy Bowman, Mark A. Birch-Machin: Age-Dependent Decrease of Mitochondrial Complex II Activity in Human Skin Fibroblasts. Journal of Investigative Dermatology (2016). DOI: 10.1016/j.jid.2016.01.017.
Amy Bowman, Mark A. Birch-Machin: Age-Dependent Decrease of Mitochondrial Complex II Activity in Human Skin Fibroblasts. Journal of Investigative Dermatology (2016). DOI: 10.1016/j.jid.2016.01.017.