Un equipo de científicos de Toronto (Canadá) ha encontrado similitudes en las deficiencias cerebrales en los niños con trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
El estudio, publicado este mes en la revista American Journal of Psychiatry, analizó imágenes de la materia blanca del cerebro de 200 niños con autismo, TDAH, TOC o sin diagnóstico. La materia blanca se compone de haces de fibras nerviosas que conectan los cuerpos celulares de todo el cerebro, y permiten la comunicación entre diferentes regiones del mismo.
"Hemos encontrado alteraciones en la sustancia blanca en el tracto principal que conecta los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro en los niños, ya sea con autismo, TDAH o TOC, en comparación con los niños sanos del grupo de control", dice Stephanie Ameis, primera autora del estudio y médica-científica del Centro de Adicción y Salud Mental (CAMH). Este tramo de materia blanca en particular, el cuerpo calloso, es el más grande del cerebro y de los primeros en desarrollarse.
El equipo de investigación, del CAMH, el Hospital para Niños Enfermos, y el Hospital para la Rehabilitación de Niños Holland Bloorview, también descubrieron que los niños con autismo y TDAH mostraban deficiencias más graves que afectaban a más materia blanca del cerebro que aquellos con TOC.
Este hallazgo puede reflejar el hecho de que tanto el autismo como el TDAH suelen iniciarse a una edad mucho más joven que el TOC, y en un momento en el que varios tractos diferentes de sustancia blanca están pasando por un rápido desarrollo, dice Ameis en la nota de prensa del CAMH.
Autismo, TDAH y TOC tienen síntomas comunes y están relacionados por algunos genes. Sin embargo, históricamente han sido estudiados como trastornos separados.
El estudio forma parte de una importante iniciativa de la provincia de Ontario, la Red de Trastornos del Neurodesarrollo de la Provincia de Ontario (POND), que está examinando diversos trastornos de la infancia relacionados con el cerebro colectivamente, para entender mejor sus similitudes y diferencias, y desarrollar terapias más eficaces y específicas.
El estudio, publicado este mes en la revista American Journal of Psychiatry, analizó imágenes de la materia blanca del cerebro de 200 niños con autismo, TDAH, TOC o sin diagnóstico. La materia blanca se compone de haces de fibras nerviosas que conectan los cuerpos celulares de todo el cerebro, y permiten la comunicación entre diferentes regiones del mismo.
"Hemos encontrado alteraciones en la sustancia blanca en el tracto principal que conecta los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro en los niños, ya sea con autismo, TDAH o TOC, en comparación con los niños sanos del grupo de control", dice Stephanie Ameis, primera autora del estudio y médica-científica del Centro de Adicción y Salud Mental (CAMH). Este tramo de materia blanca en particular, el cuerpo calloso, es el más grande del cerebro y de los primeros en desarrollarse.
El equipo de investigación, del CAMH, el Hospital para Niños Enfermos, y el Hospital para la Rehabilitación de Niños Holland Bloorview, también descubrieron que los niños con autismo y TDAH mostraban deficiencias más graves que afectaban a más materia blanca del cerebro que aquellos con TOC.
Este hallazgo puede reflejar el hecho de que tanto el autismo como el TDAH suelen iniciarse a una edad mucho más joven que el TOC, y en un momento en el que varios tractos diferentes de sustancia blanca están pasando por un rápido desarrollo, dice Ameis en la nota de prensa del CAMH.
Autismo, TDAH y TOC tienen síntomas comunes y están relacionados por algunos genes. Sin embargo, históricamente han sido estudiados como trastornos separados.
El estudio forma parte de una importante iniciativa de la provincia de Ontario, la Red de Trastornos del Neurodesarrollo de la Provincia de Ontario (POND), que está examinando diversos trastornos de la infancia relacionados con el cerebro colectivamente, para entender mejor sus similitudes y diferencias, y desarrollar terapias más eficaces y específicas.
Relación cerebro-comportamiento
Muchos de los comportamientos que contribuyen al deterioro en el autismo, el TDAH y el TOC, tales como problemas de atención o dificultades sociales, se producen en los tres, y difieren en severidad de persona a persona.
Los investigadores encontraron que la estructura de la materia blanca del cerebro estaba relacionada con un espectro de síntomas conductuales presentes en todos estos diagnósticos. Los niños con mayor deterioro cerebral también tenían mayores impedimentos en su funcionamiento en la vida diaria, independientemente de su diagnóstico, dice Ameis.
Este hallazgo tiene implicaciones para nuestra comprensión de la naturaleza de los trastornos relacionados con el cerebro, señala la autora principal Evdokia Anagnostou, del Hospital Bloorview y jefe de la Red POND.
Al haber evidencia biológica de que la estructura del cerebro está relacionada con un espectro de síntomas de comportamiento que se relacionan con distintas enfermedades del desarrollo, se subraya la biología compartida entre tales enfermedades. Y se apunta a la posibilidad de que los tratamientos dirigidos a un espectro de comportamientos pueden ser relevantes para las tres enfermedades.
Este estudio, el primero que se publica utilizando datos de imágenes de resonancia magnética de la Red Pond, fue financiado por el Instituto del Cerebro de Ontario.
Muchos de los comportamientos que contribuyen al deterioro en el autismo, el TDAH y el TOC, tales como problemas de atención o dificultades sociales, se producen en los tres, y difieren en severidad de persona a persona.
Los investigadores encontraron que la estructura de la materia blanca del cerebro estaba relacionada con un espectro de síntomas conductuales presentes en todos estos diagnósticos. Los niños con mayor deterioro cerebral también tenían mayores impedimentos en su funcionamiento en la vida diaria, independientemente de su diagnóstico, dice Ameis.
Este hallazgo tiene implicaciones para nuestra comprensión de la naturaleza de los trastornos relacionados con el cerebro, señala la autora principal Evdokia Anagnostou, del Hospital Bloorview y jefe de la Red POND.
Al haber evidencia biológica de que la estructura del cerebro está relacionada con un espectro de síntomas de comportamiento que se relacionan con distintas enfermedades del desarrollo, se subraya la biología compartida entre tales enfermedades. Y se apunta a la posibilidad de que los tratamientos dirigidos a un espectro de comportamientos pueden ser relevantes para las tres enfermedades.
Este estudio, el primero que se publica utilizando datos de imágenes de resonancia magnética de la Red Pond, fue financiado por el Instituto del Cerebro de Ontario.
Referencia bibliográfica:
Stephanie H. Ameis, Jason P. Lerch, Margot J. Taylor, Wayne Lee, Joseph D. Viviano, Jon Pipitone, Arash Nazeri, Paul E. Croarkin, Aristotle N. Voineskos, Meng-Chuan Lai, Jennifer Crosbie, Jessica Brian, Noam Soreni, Russell Schachar, Peter Szatmari, Paul D. Arnold, Evdokia Anagnostou: A Diffusion Tensor Imaging Study in Children With ADHD, Autism Spectrum Disorder, OCD, and Matched Controls: Distinct and Non-Distinct White Matter Disruption and Dimensional Brain-Behavior Relationships. American Journal of Psychiatry (2016). DOI: 10.1176/appi.ajp.2016.15111435.
Stephanie H. Ameis, Jason P. Lerch, Margot J. Taylor, Wayne Lee, Joseph D. Viviano, Jon Pipitone, Arash Nazeri, Paul E. Croarkin, Aristotle N. Voineskos, Meng-Chuan Lai, Jennifer Crosbie, Jessica Brian, Noam Soreni, Russell Schachar, Peter Szatmari, Paul D. Arnold, Evdokia Anagnostou: A Diffusion Tensor Imaging Study in Children With ADHD, Autism Spectrum Disorder, OCD, and Matched Controls: Distinct and Non-Distinct White Matter Disruption and Dimensional Brain-Behavior Relationships. American Journal of Psychiatry (2016). DOI: 10.1176/appi.ajp.2016.15111435.