Momento de la presentación del libro en Madrid (2006).
En qué mundo vivimos… es algo que todos nos hemos repetido alguna vez. Cuando contemplamos lo que sucede a través de los informativos de televisión: el hambre, las guerras, la pobreza, los avances científicos… cuando miramos en Internet, leemos la prensa, participamos en eventos sociales o un acontecimiento sacude nuestras vidas… entonces no podemos dejar de lado lo que ocurre a nuestro alrededor. Más que nunca, necesitamos entenderlo.
¿Nos interesa poco lo real?, es la pregunta que inicia el libro. Lo cierto es que la realidad nos sobrepasa, y muchos eligen el refugio de la ficción, la postura cómoda, en medio de una sociedad que no exige ni valora la reflexión. Pero reflexionar resulta imprescindible para quien necesita superar una situación en su vida, para quien pretende evolucionar o quien sólo desea comprender y ser un ciudadano consciente. ¿Le interesa conocer en profundidad lo que sucede?, a esto debería contestar cada uno de los lectores.
Elaboré mi propia respuesta durante años de actividad profesional como periodista, frente a las tragedias, a la violencia, mientras contemplaba la actitud de la gente ante las catástrofes y las enormes posibilidades que la ciencia y la tecnología despliegan ante nosotros.
Castells interpreta la nueva era
Con la conciencia de que vivimos en un momento complejo y acelerado, en un siglo nuevo y diferente, en el comienzo de un tiempo que va a contemplar los cambios más radicales en la historia de la humanidad, hace ahora ocho años me propuse encontrar investigadores españoles que explicaran cómo estaban cambiando nuestras sociedades en los albores del nuevo milenio. Buscaba lo que llamé en aquel momento: “nuevos intelectuales”, aún sabiendo que esa categoría estaba desprestigiada después del siglo más convulso y dramático de la historia de la humanidad.
Lo que iba a ser una búsqueda rápida se convirtió en una lenta investigación para confeccionar una relación de científicos y profesores de vanguardia, muy valiosos, pero que en su mayoría profundizaban solo en una parcela de la ciencia. Casi nadie trataba de dar una explicación global. En todo caso –pensé- ese era un trabajo enorme.
En aquel momento cayó en mis manos la primera traducción al castellano de “La Era de la Información”, la trilogía de Manuel Castells, que publicó la Revista de Occidente. Se trataba de la conclusión de esa obra: “Entender nuestro mundo”. Su lectura me produjo un enorme impacto. Desde el primer párrafo comprendí que aquello era lo que estaba buscando.
“No más metapolítica -dice Castells en esa conclusión-, no más maestros de pensamiento”, “cada vez que un intelectual ha tratado de dar una respuesta a la pregunta: ¿qué hacer?, ha ocurrido una catástrofe”. “Lo importante es que la gente se libre de la adhesión acrítica a esquemas teóricos o ideológicos”, que construya su práctica desde su propia experiencia, con su propia información y con su propio análisis. Esta, creo, es una propuesta que podría cambiar el rostro de nuestras sociedades.
Nadie ha explicado el mundo como lo hace Castells. Quizá porque nadie, muy pocos, han dedicado tantos años de su vida a ese propósito con la decidida intención de conseguirlo. Eso lo comprendí enseguida, pero no podía imaginar entonces que años después iba a tener el privilegio de conversar con él sobre sus ideas, sobre su trabajo y contrastarlo juntos con la realidad cotidiana de unas sociedades que están en constante cambio.
Durante todo ese tiempo de inmersión en su obra he tenido la suerte además de poder utilizarla como guía para encontrar las conexiones profundas entre sucesos en apariencia distantes, para identificar las tendencias que existen en nuestro mundo pero de las que nos damos cuenta sólo cuando se convierten en noticia en los medios de comunicación.
Como periodista he sido testigo de acontecimientos que Castells ya había descrito, al identificar las tendencias profundas de nuestras sociedades. He podido seguir de cerca las manifestaciones de los movimientos antigloblalización en Europa, las pistas que dejaron los autores del 11 de septiembre en España, los proyectos europeos de alta tecnología como Galileo, las misiones espaciales internacionales, la realidad de muchos jóvenes emprendedores, de personas que han optado por su propia fórmula. Creadores. Innovadores. Gente con coraje.
Pero también he visto la cara de la tragedia en Sri Lanka, después del tsunami, en Madrid y en Londres tras los atentados de las redes de Al Qaeda, o en el rostro de los subsaharianos que solo unas horas antes acababan de asaltar la frontera dejándose colgados en ella los sueños y la piel.
No, no vivimos en el mejor de los mundos posibles. Por eso si queremos hacer algo para actuar en él, deberíamos escuchar a los científicos que tienen argumentos de peso. Tendríamos que esforzarnos en ir más allá de la compulsividad de las noticias que ofrecen muchos medios de comunicación, para los que algo es esencial hoy y mañana ya no existe. Nuestra sociedad necesita cada día más del trabajo de personas que por su formación pueden ver más allá del horizonte inmediato que a todos nos limita.
Nuestra sociedad necesita obras como la de Manuel Castells, que surge después de más de tres décadas de investigación, que procede de una experiencia personal y académica únicas, que tiene un fundamento en el trabajo de campo, en la enorme cantidad de viajes que ha realizado para sus investigaciones. Obras que, como ésta, no juzguen, sino que interpreten y ayuden a comprender.
Tratar de difundir esto es el impulso que me movía durante el tiempo que emplee en hacer este libro.
Nueve conversaciones
“En qué mundo vivimos” tenía que basarse en el trabajo de Castells, no sólo porque es uno de los científicos sociales más citados del planeta, con una obra ingente, con quince doctorados Honoris causa, con cátedras en las mejores universidades y los mejores centros de investigación, no sólo porque es una de las personalidades más influyentes del mundo, a quien reclaman políticos, académicos, empresarios, sindicatos, movimientos sociales y campesinos, periodistas y todo tipo de colectivos… No sólo por todo eso, sino porque Manuel Castells sigue haciendo investigación de base. Y continúa ocupándose de todos los temas candentes. Solo quien se renueva está vivo intelectualmente. Quien es capaz de empezar una vez más y proponerse nuevas metas.
Empezamos esta serie de conversaciones en julio de 2004 y la terminamos en enero de 2006. Mantuvimos varias muy extensas en Barcelona y el resto, mediante correo electrónico mientras él estaba en California o en cualquier parte del mundo. Se publican íntegras en esta edición de Alianza Editorial. Su valor reside en que en ellas Castells se refiere a muchas cuestiones que no están recogidas en otros escritos, algunas las apuntó en “La era de la Información” y ahora se han convertido en una realidad cotidiana de nuestras vidas.
Además el libro contiene una completa información biográfica y bibliográfica de este científico social sobre el que se han publicado ya ocho libros en varios países de Europa y América y están en curso otros ocho, uno de ellos en chino, la mayor parte en el ámbito académico.
“En qué mundo vivimos”, es el primero escrito en España. Revela facetas desconocidas de su personalidad y su labor. Recoge sus opiniones, repasa su trabajo y su biografía, ofrece una síntesis de su pensamiento y refleja cómo han evolucionado sus ideas y sus investigaciones desde que se publicó la trilogía. Las cuestiones que le planteo están elaboradas a partir de “La era de la información”, y pretenden contrastar sus teorías, sus propias palabras, sus citas textuales, con la realidad contemporánea. Además buscan su análisis sobre situaciones y tendencias emergentes. Con su ayuda es fácil ver con claridad cuestiones complejas.
¿Nos interesa poco lo real?, es la pregunta que inicia el libro. Lo cierto es que la realidad nos sobrepasa, y muchos eligen el refugio de la ficción, la postura cómoda, en medio de una sociedad que no exige ni valora la reflexión. Pero reflexionar resulta imprescindible para quien necesita superar una situación en su vida, para quien pretende evolucionar o quien sólo desea comprender y ser un ciudadano consciente. ¿Le interesa conocer en profundidad lo que sucede?, a esto debería contestar cada uno de los lectores.
Elaboré mi propia respuesta durante años de actividad profesional como periodista, frente a las tragedias, a la violencia, mientras contemplaba la actitud de la gente ante las catástrofes y las enormes posibilidades que la ciencia y la tecnología despliegan ante nosotros.
Castells interpreta la nueva era
Con la conciencia de que vivimos en un momento complejo y acelerado, en un siglo nuevo y diferente, en el comienzo de un tiempo que va a contemplar los cambios más radicales en la historia de la humanidad, hace ahora ocho años me propuse encontrar investigadores españoles que explicaran cómo estaban cambiando nuestras sociedades en los albores del nuevo milenio. Buscaba lo que llamé en aquel momento: “nuevos intelectuales”, aún sabiendo que esa categoría estaba desprestigiada después del siglo más convulso y dramático de la historia de la humanidad.
Lo que iba a ser una búsqueda rápida se convirtió en una lenta investigación para confeccionar una relación de científicos y profesores de vanguardia, muy valiosos, pero que en su mayoría profundizaban solo en una parcela de la ciencia. Casi nadie trataba de dar una explicación global. En todo caso –pensé- ese era un trabajo enorme.
En aquel momento cayó en mis manos la primera traducción al castellano de “La Era de la Información”, la trilogía de Manuel Castells, que publicó la Revista de Occidente. Se trataba de la conclusión de esa obra: “Entender nuestro mundo”. Su lectura me produjo un enorme impacto. Desde el primer párrafo comprendí que aquello era lo que estaba buscando.
“No más metapolítica -dice Castells en esa conclusión-, no más maestros de pensamiento”, “cada vez que un intelectual ha tratado de dar una respuesta a la pregunta: ¿qué hacer?, ha ocurrido una catástrofe”. “Lo importante es que la gente se libre de la adhesión acrítica a esquemas teóricos o ideológicos”, que construya su práctica desde su propia experiencia, con su propia información y con su propio análisis. Esta, creo, es una propuesta que podría cambiar el rostro de nuestras sociedades.
Nadie ha explicado el mundo como lo hace Castells. Quizá porque nadie, muy pocos, han dedicado tantos años de su vida a ese propósito con la decidida intención de conseguirlo. Eso lo comprendí enseguida, pero no podía imaginar entonces que años después iba a tener el privilegio de conversar con él sobre sus ideas, sobre su trabajo y contrastarlo juntos con la realidad cotidiana de unas sociedades que están en constante cambio.
Durante todo ese tiempo de inmersión en su obra he tenido la suerte además de poder utilizarla como guía para encontrar las conexiones profundas entre sucesos en apariencia distantes, para identificar las tendencias que existen en nuestro mundo pero de las que nos damos cuenta sólo cuando se convierten en noticia en los medios de comunicación.
Como periodista he sido testigo de acontecimientos que Castells ya había descrito, al identificar las tendencias profundas de nuestras sociedades. He podido seguir de cerca las manifestaciones de los movimientos antigloblalización en Europa, las pistas que dejaron los autores del 11 de septiembre en España, los proyectos europeos de alta tecnología como Galileo, las misiones espaciales internacionales, la realidad de muchos jóvenes emprendedores, de personas que han optado por su propia fórmula. Creadores. Innovadores. Gente con coraje.
Pero también he visto la cara de la tragedia en Sri Lanka, después del tsunami, en Madrid y en Londres tras los atentados de las redes de Al Qaeda, o en el rostro de los subsaharianos que solo unas horas antes acababan de asaltar la frontera dejándose colgados en ella los sueños y la piel.
No, no vivimos en el mejor de los mundos posibles. Por eso si queremos hacer algo para actuar en él, deberíamos escuchar a los científicos que tienen argumentos de peso. Tendríamos que esforzarnos en ir más allá de la compulsividad de las noticias que ofrecen muchos medios de comunicación, para los que algo es esencial hoy y mañana ya no existe. Nuestra sociedad necesita cada día más del trabajo de personas que por su formación pueden ver más allá del horizonte inmediato que a todos nos limita.
Nuestra sociedad necesita obras como la de Manuel Castells, que surge después de más de tres décadas de investigación, que procede de una experiencia personal y académica únicas, que tiene un fundamento en el trabajo de campo, en la enorme cantidad de viajes que ha realizado para sus investigaciones. Obras que, como ésta, no juzguen, sino que interpreten y ayuden a comprender.
Tratar de difundir esto es el impulso que me movía durante el tiempo que emplee en hacer este libro.
Nueve conversaciones
“En qué mundo vivimos” tenía que basarse en el trabajo de Castells, no sólo porque es uno de los científicos sociales más citados del planeta, con una obra ingente, con quince doctorados Honoris causa, con cátedras en las mejores universidades y los mejores centros de investigación, no sólo porque es una de las personalidades más influyentes del mundo, a quien reclaman políticos, académicos, empresarios, sindicatos, movimientos sociales y campesinos, periodistas y todo tipo de colectivos… No sólo por todo eso, sino porque Manuel Castells sigue haciendo investigación de base. Y continúa ocupándose de todos los temas candentes. Solo quien se renueva está vivo intelectualmente. Quien es capaz de empezar una vez más y proponerse nuevas metas.
Empezamos esta serie de conversaciones en julio de 2004 y la terminamos en enero de 2006. Mantuvimos varias muy extensas en Barcelona y el resto, mediante correo electrónico mientras él estaba en California o en cualquier parte del mundo. Se publican íntegras en esta edición de Alianza Editorial. Su valor reside en que en ellas Castells se refiere a muchas cuestiones que no están recogidas en otros escritos, algunas las apuntó en “La era de la Información” y ahora se han convertido en una realidad cotidiana de nuestras vidas.
Además el libro contiene una completa información biográfica y bibliográfica de este científico social sobre el que se han publicado ya ocho libros en varios países de Europa y América y están en curso otros ocho, uno de ellos en chino, la mayor parte en el ámbito académico.
“En qué mundo vivimos”, es el primero escrito en España. Revela facetas desconocidas de su personalidad y su labor. Recoge sus opiniones, repasa su trabajo y su biografía, ofrece una síntesis de su pensamiento y refleja cómo han evolucionado sus ideas y sus investigaciones desde que se publicó la trilogía. Las cuestiones que le planteo están elaboradas a partir de “La era de la información”, y pretenden contrastar sus teorías, sus propias palabras, sus citas textuales, con la realidad contemporánea. Además buscan su análisis sobre situaciones y tendencias emergentes. Con su ayuda es fácil ver con claridad cuestiones complejas.
Reinhard Krause / Reuters
Pasión por la ciencia social
La primera conversación tiene el valor de ser un retrato biográfico en el que Castells narra anécdotas de su vida hasta ahora desconocidas. Refleja su evolución personal desde la época de estudiante, hasta que su trabajo adquiere dimensión internacional. Contiene el relato detallado de su exilio de España, de la influencia en su personalidad del Mayo del 68 y de la relación con Alain Touraine, Nicos Poulantzas y Fernando Herique Cardoso. Contribuye, de manera especial, al dibujo de una época que alumbra cambios prodigiosos. El momento de las revoluciones cotidianas que transforman los códigos y la sensibilidad. Un tiempo de transición en el que el poder se queda sin armas ante la imaginación. Manuel Castells desvela cuál fue su participación en aquella fugaz espiral revolucionaria que iniciaron apenas quinientos estudiantes en el mayo francés. Describe el principio de su carrera académica, a la que acompaña el éxito desde su primer libro en 1972. Cuenta de dónde nace el proyecto intelectual que desemboca en la trilogía y cómo se desarrolla su proceso de producción. Y habla de sus trabajos recientes y sus actuales objetivos.
Componiendo el “puzzle” del mundo
La segunda conversación recoge la observación analítica del mundo que hace Castells durante los viajes que le proporcionan material para sus investigaciones. Expone su visión sobre diferentes áreas: Rusia, Latinoamérica, el Pacífico asiático, los Estados Unidos o la Unión Europea… incluidas aquellas que no ha analizado en otros trabajos.
Explica el colapso de la Unión Soviética y la tensión nacionalista en las ex repúblicas soviéticas, así como las lecciones que pueden extraerse del derrumbamiento del comunismo y de los intentos de reconstrucción de estas sociedades. Hablamos sobre la economía y el poder de la única superpotencia, de la hegemonía militar norteamericana y de su sentimiento de inseguridad, de su sistema educativo y del talante innovador de California.
De manera especial, nos detenemos en Latinoamérica, en países como Colombia, Brasil, Argentina, y Chile, un ejemplo de competencia y redistribución de riqueza en la economía global. El análisis de Castells se extiende a Pacífico asiático y a sus grandes gigantes: China, India, Japón, pero también al ascenso económico de lo que se llamó “Los cuatro tigres asiáticos”: Corea del Sur,Taiwán, Singapur y Hong Kong. El recorrido termina en Europa, Oriente Medio y el cambio del mundo tras los atentados del 11 de septiembre, del 11 de marzo y del 7 de julio, y las guerras de Afganistán e Irak.
La globalización y sus agujeros negros
De las siguientes conversaciones se puede extraer una guía para comprender nuestra época. Un mundo, como lo interpreta Castells, con una economía de capitalismo omnipresente, cada vez más duro, pero también más flexible, sometida a la tiranía de los mercados financieros, que genera las mayores posibilidades de crecimiento nunca conocidas, pero también pobreza y exclusión. El caldo de cultivo en el que el crimen global extiende su conexión perversa.
Hablamos de la nueva economía, de la competitividad, de la brecha entre ganadores y perdedores, del comercio justo, de la deslocalización, de la dependencia energética, de las redes y de la base ética del nuevo sistema. Pero también de la tragedia de África, del sida y de las bolsas de pobreza en las sociedades desarrolladas, de los mercados de la droga, del blanqueo de capitales y, de manera especial, de la explotación de los niños y de los adolescentes que viven sin sensación de futuro.
Repasamos esta nueva sociedad de redes que deshace las clases, modifica el espacio y el tiempo, las coordenadas en las que se mueven nuestras propias vidas y registra la crisis de las relaciones familiares tradicionales y de las personalidades. En ella, nuevos movimientos sociales, buscan otros modelos de convivencia. Y fuertes sentimientos de identidad, algunos fundamentalistas, se convierten en actores principales.
Abordamos la transformación de las ciudades, de los cambios en nuestra forma de vivir, de trabajar, de las nuevas formas de conflicto y de la manipulación del tiempo, de la violencia contra las mujeres, del feminismo, de los movimientos gays y de los grupos mal llamados “antiglobalización”, de cómo están cambiando los códigos culturales.
Nos detenemos en los fundamentalismos de todo signo y en los nacionalismos, en la cuestión de la identidad como una de las fuerzas esenciales que mueven el mundo.
Analizamos esta época en la que el poder se transforma y la democracia, el Estado y la política están en crisis, mientras la cultura virtual se convierte en el escenario de la batalla por las mentes, la lucha que se libra en el territorio de la comunicación.
Hablamos de la pérdida de legitimidad que afecta a muchos políticos, de las amenazas al Estado del bienestar, del multilateralismo y del poder local, del protagonismo, en todos los estados del planeta, de la política del escándalo como tendencia histórica, de la batalla por el poder dirigida a las mentes de las personas y del embrión de una nueva sociedad.
Nos detenemos en los nuevos parámetros de la comunicación. Hablamos de Internet, el nuevo medio que ofrece inauditas posibilidades de información y difusión; de cómo las nuevas tecnologías y la ciencia empiezan a transformar los estadios más elementales de la vida; de la innovación que se revela como la clave del desarrollo, la fuerza del ser humano en el nuevo sistema, para concluir que el dinamismo de la sociedad más que de la tecnología, depende de las personas. El “pienso luego produzco” de Castells, puede dar lugar a los cambios más determinantes en la historia de nuestras sociedades.
Hay que pisar los suburbios de París, en plena revuelta, recorrer las calles de Belfast o moverse entre las chabolas de la periferia de Nairobi o de otras ciudades de África para sentir la raíz profunda de los conflictos. Hay que navegar por Internet y utilizar Internet para saber cómo son las nuevas generaciones que pueden cambiar el futuro de nuestras sociedades. Pero sólo podemos comprender con información, con análisis, con conocimiento. Y sólo mediante el conocimiento podemos imaginar algo nuevo, crear otras posibilidades, innovar.
Vivimos una nueva utopía
Hoy vivimos una nueva utopía, la que nadie se atrevió a imaginar: la comunicación multilateral, ubicua, libre, universal. Castells analiza todas las características de ese punto de inflexión en nuestra historia como seres humanos. Y sobre todo, se refiere a su actual objeto de atención: el proyecto de desarrollar una nueva forma de entender la política y la comunicación.
“En qué mundo vivimos”, es un libro en el que repasamos cómo los cambios sociales que revolucionaron los años sesenta y cómo la transformación de las tecnologías de la información, nos han conducido a una nueva era. En el que se abordan grandes cuestiones sobre la nueva economía, el trabajo, el lado oscuro de la globalización, sobre los nuevos movimientos sociales y nuestras propias vidas. En el que se explica la fuerza de la identidad, porqué irrumpen los fundamentalismos, cómo se está transformando el poder y de qué manera las nuevas tecnologías, la nanociencia, la revolución de la biotecnología… modifican hasta el último rincón de nuestra vida cotidiana…
El trabajo de Manuel Castells marca un hito en la interpretación de nuestras sociedades contemporáneas. Él explica cómo hemos entrado en una nueva era. Y sigue haciendo estudios de campo. En este libro, hemos abordado el análisis de las cuestiones que se plantea el ciudadano contemporáneo. Cómo influyen las nuevas tecnologías en el empleo. Por qué la lógica del capitalismo provoca exclusión. Dónde reside la imposibilidad de controlar los flujos de capital. De qué manera el cambio llega hasta el espacio y el tiempo de nuestras propias vidas. Cómo la afirmación del multiculturalismo puede combatir el fundamentalismo.
Cuáles son los movimientos sociales que proponen alternativas. Hasta qué punto los cambios de creencias y valores modifican la sociedad. Por qué el escándalo se convierte en el centro de la política. Qué posibilidades tiene el estado frente a los flujos de los mercados. Con qué armas cuenta el nuevo terrorismo. Quién puede acabar con la explotación de los niños. Por qué toda nuestra cultura mantiene sus juegos de poder en la virtualidad de los medios de comunicación.
De qué forma cambian nuestro entorno Internet y los nuevos sistemas de comunicación. Por qué la innovación es el motor del espíritu del nuevo sistema…
En estas nueve conversaciones, el lector, sean cuáles sean sus preocupaciones e inquietudes, puede encontrar respuestas para comprender mejor en qué mundo vivimos, si aspira a ser un ciudadano consciente e informado.
Mayte Pascual, autora del libro En qué mundo vivimos, Conversaciones con Manuel Castells, es periodista, Licenciada en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid. Trabaja en Televisión Española, en el programa “Informe Semanal”. Ha sido enviada especial en numerosas ocasiones. Especialista en nuevas tecnologías, ha transmitido en directo los lanzamientos de los principales satélites españoles y ha presentado informativos especiales sobre distintas misiones espaciales. Ha recibido varios premios por su labor informativa. Autora de diversos artículos sobre el cambio de siglo y las perspectivas de la ciencia, la tecnología y el pensamiento en el nuevo milenio.
La primera conversación tiene el valor de ser un retrato biográfico en el que Castells narra anécdotas de su vida hasta ahora desconocidas. Refleja su evolución personal desde la época de estudiante, hasta que su trabajo adquiere dimensión internacional. Contiene el relato detallado de su exilio de España, de la influencia en su personalidad del Mayo del 68 y de la relación con Alain Touraine, Nicos Poulantzas y Fernando Herique Cardoso. Contribuye, de manera especial, al dibujo de una época que alumbra cambios prodigiosos. El momento de las revoluciones cotidianas que transforman los códigos y la sensibilidad. Un tiempo de transición en el que el poder se queda sin armas ante la imaginación. Manuel Castells desvela cuál fue su participación en aquella fugaz espiral revolucionaria que iniciaron apenas quinientos estudiantes en el mayo francés. Describe el principio de su carrera académica, a la que acompaña el éxito desde su primer libro en 1972. Cuenta de dónde nace el proyecto intelectual que desemboca en la trilogía y cómo se desarrolla su proceso de producción. Y habla de sus trabajos recientes y sus actuales objetivos.
Componiendo el “puzzle” del mundo
La segunda conversación recoge la observación analítica del mundo que hace Castells durante los viajes que le proporcionan material para sus investigaciones. Expone su visión sobre diferentes áreas: Rusia, Latinoamérica, el Pacífico asiático, los Estados Unidos o la Unión Europea… incluidas aquellas que no ha analizado en otros trabajos.
Explica el colapso de la Unión Soviética y la tensión nacionalista en las ex repúblicas soviéticas, así como las lecciones que pueden extraerse del derrumbamiento del comunismo y de los intentos de reconstrucción de estas sociedades. Hablamos sobre la economía y el poder de la única superpotencia, de la hegemonía militar norteamericana y de su sentimiento de inseguridad, de su sistema educativo y del talante innovador de California.
De manera especial, nos detenemos en Latinoamérica, en países como Colombia, Brasil, Argentina, y Chile, un ejemplo de competencia y redistribución de riqueza en la economía global. El análisis de Castells se extiende a Pacífico asiático y a sus grandes gigantes: China, India, Japón, pero también al ascenso económico de lo que se llamó “Los cuatro tigres asiáticos”: Corea del Sur,Taiwán, Singapur y Hong Kong. El recorrido termina en Europa, Oriente Medio y el cambio del mundo tras los atentados del 11 de septiembre, del 11 de marzo y del 7 de julio, y las guerras de Afganistán e Irak.
La globalización y sus agujeros negros
De las siguientes conversaciones se puede extraer una guía para comprender nuestra época. Un mundo, como lo interpreta Castells, con una economía de capitalismo omnipresente, cada vez más duro, pero también más flexible, sometida a la tiranía de los mercados financieros, que genera las mayores posibilidades de crecimiento nunca conocidas, pero también pobreza y exclusión. El caldo de cultivo en el que el crimen global extiende su conexión perversa.
Hablamos de la nueva economía, de la competitividad, de la brecha entre ganadores y perdedores, del comercio justo, de la deslocalización, de la dependencia energética, de las redes y de la base ética del nuevo sistema. Pero también de la tragedia de África, del sida y de las bolsas de pobreza en las sociedades desarrolladas, de los mercados de la droga, del blanqueo de capitales y, de manera especial, de la explotación de los niños y de los adolescentes que viven sin sensación de futuro.
Repasamos esta nueva sociedad de redes que deshace las clases, modifica el espacio y el tiempo, las coordenadas en las que se mueven nuestras propias vidas y registra la crisis de las relaciones familiares tradicionales y de las personalidades. En ella, nuevos movimientos sociales, buscan otros modelos de convivencia. Y fuertes sentimientos de identidad, algunos fundamentalistas, se convierten en actores principales.
Abordamos la transformación de las ciudades, de los cambios en nuestra forma de vivir, de trabajar, de las nuevas formas de conflicto y de la manipulación del tiempo, de la violencia contra las mujeres, del feminismo, de los movimientos gays y de los grupos mal llamados “antiglobalización”, de cómo están cambiando los códigos culturales.
Nos detenemos en los fundamentalismos de todo signo y en los nacionalismos, en la cuestión de la identidad como una de las fuerzas esenciales que mueven el mundo.
Analizamos esta época en la que el poder se transforma y la democracia, el Estado y la política están en crisis, mientras la cultura virtual se convierte en el escenario de la batalla por las mentes, la lucha que se libra en el territorio de la comunicación.
Hablamos de la pérdida de legitimidad que afecta a muchos políticos, de las amenazas al Estado del bienestar, del multilateralismo y del poder local, del protagonismo, en todos los estados del planeta, de la política del escándalo como tendencia histórica, de la batalla por el poder dirigida a las mentes de las personas y del embrión de una nueva sociedad.
Nos detenemos en los nuevos parámetros de la comunicación. Hablamos de Internet, el nuevo medio que ofrece inauditas posibilidades de información y difusión; de cómo las nuevas tecnologías y la ciencia empiezan a transformar los estadios más elementales de la vida; de la innovación que se revela como la clave del desarrollo, la fuerza del ser humano en el nuevo sistema, para concluir que el dinamismo de la sociedad más que de la tecnología, depende de las personas. El “pienso luego produzco” de Castells, puede dar lugar a los cambios más determinantes en la historia de nuestras sociedades.
Hay que pisar los suburbios de París, en plena revuelta, recorrer las calles de Belfast o moverse entre las chabolas de la periferia de Nairobi o de otras ciudades de África para sentir la raíz profunda de los conflictos. Hay que navegar por Internet y utilizar Internet para saber cómo son las nuevas generaciones que pueden cambiar el futuro de nuestras sociedades. Pero sólo podemos comprender con información, con análisis, con conocimiento. Y sólo mediante el conocimiento podemos imaginar algo nuevo, crear otras posibilidades, innovar.
Vivimos una nueva utopía
Hoy vivimos una nueva utopía, la que nadie se atrevió a imaginar: la comunicación multilateral, ubicua, libre, universal. Castells analiza todas las características de ese punto de inflexión en nuestra historia como seres humanos. Y sobre todo, se refiere a su actual objeto de atención: el proyecto de desarrollar una nueva forma de entender la política y la comunicación.
“En qué mundo vivimos”, es un libro en el que repasamos cómo los cambios sociales que revolucionaron los años sesenta y cómo la transformación de las tecnologías de la información, nos han conducido a una nueva era. En el que se abordan grandes cuestiones sobre la nueva economía, el trabajo, el lado oscuro de la globalización, sobre los nuevos movimientos sociales y nuestras propias vidas. En el que se explica la fuerza de la identidad, porqué irrumpen los fundamentalismos, cómo se está transformando el poder y de qué manera las nuevas tecnologías, la nanociencia, la revolución de la biotecnología… modifican hasta el último rincón de nuestra vida cotidiana…
El trabajo de Manuel Castells marca un hito en la interpretación de nuestras sociedades contemporáneas. Él explica cómo hemos entrado en una nueva era. Y sigue haciendo estudios de campo. En este libro, hemos abordado el análisis de las cuestiones que se plantea el ciudadano contemporáneo. Cómo influyen las nuevas tecnologías en el empleo. Por qué la lógica del capitalismo provoca exclusión. Dónde reside la imposibilidad de controlar los flujos de capital. De qué manera el cambio llega hasta el espacio y el tiempo de nuestras propias vidas. Cómo la afirmación del multiculturalismo puede combatir el fundamentalismo.
Cuáles son los movimientos sociales que proponen alternativas. Hasta qué punto los cambios de creencias y valores modifican la sociedad. Por qué el escándalo se convierte en el centro de la política. Qué posibilidades tiene el estado frente a los flujos de los mercados. Con qué armas cuenta el nuevo terrorismo. Quién puede acabar con la explotación de los niños. Por qué toda nuestra cultura mantiene sus juegos de poder en la virtualidad de los medios de comunicación.
De qué forma cambian nuestro entorno Internet y los nuevos sistemas de comunicación. Por qué la innovación es el motor del espíritu del nuevo sistema…
En estas nueve conversaciones, el lector, sean cuáles sean sus preocupaciones e inquietudes, puede encontrar respuestas para comprender mejor en qué mundo vivimos, si aspira a ser un ciudadano consciente e informado.
Mayte Pascual, autora del libro En qué mundo vivimos, Conversaciones con Manuel Castells, es periodista, Licenciada en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid. Trabaja en Televisión Española, en el programa “Informe Semanal”. Ha sido enviada especial en numerosas ocasiones. Especialista en nuevas tecnologías, ha transmitido en directo los lanzamientos de los principales satélites españoles y ha presentado informativos especiales sobre distintas misiones espaciales. Ha recibido varios premios por su labor informativa. Autora de diversos artículos sobre el cambio de siglo y las perspectivas de la ciencia, la tecnología y el pensamiento en el nuevo milenio.