Imagen: Conor Lawless. Fuente: Everystockphoto.
El hecho de que una abuela fume puede provocar que sus nietos tengan asma, ha revelado un estudio sobre la transmisión multi-generacional de esta enfermedad, que sugiere que los factores ambientales experimentados en el presente podrían determinar la salud de los miembros de la familia de generaciones venideras.
Los resultados de la investigación, realizada por científicos de Los Angeles Biomedical Research Institute (LA BioMed), de EEUU, han aparecido publicados en la revista Review of Obstetrics & Gynecology.
Sus autores, John S. Torday y Virender K. Rehan, citan en dicha publicación estudios recientes realizados por el propio Rehan, en los que se constató que ratas preñadas que recibieron nicotina dieron a luz crías asmáticas que, a su vez, también tuvieron crías con asma, a pesar de que esa tercera generación de ratas no estuvo expuesta a la nicotina.
La nicotina deja marcas epigenéticas
Los hallazgos sugieren que la nicotina puede dejar marcas epigenéticas heredables en el genoma, que aumentarían la susceptibilidad de las futuras crías a problemas respiratorios.
Los investigadores citan asimismo el Children's Health Study from Southern California (Estudio de salud infantil del Sur de California), que también ha señalado que el hecho de que las abuelas fumen durante el embarazo aumenta el riesgo de los nietos a padecer asma, independientemente de si sus madres fuman o no.
En base a todos estos resultados, los investigadores concluyen que los factores ambientales experimentados durante el embarazo afectan no sólo al niño que está en el útero, sino también a las futuras generaciones de la misma familia.
Esta transmisión multi-generacional podría explicar por qué el 98% de las enfermedades humanas hereditarias no pueden explicarse por transmisión de rasgos genéticos, conocida como ‘genética mendeliana’.
Los investigadores afirman que la causa del asma de segunda generación sería consecuencia por tanto de una modificación epigenética (un factor ambiental que causa un cambio genético).
Así, la nicotina afectaría directamente tanto a las células de los pulmones como a las células sexuales de los hijos. Los pulmones de los nietos se desarrollarían, por tanto, a partir de esas células anómalas, lo que los haría propensos al asma.
Los resultados de la investigación, realizada por científicos de Los Angeles Biomedical Research Institute (LA BioMed), de EEUU, han aparecido publicados en la revista Review of Obstetrics & Gynecology.
Sus autores, John S. Torday y Virender K. Rehan, citan en dicha publicación estudios recientes realizados por el propio Rehan, en los que se constató que ratas preñadas que recibieron nicotina dieron a luz crías asmáticas que, a su vez, también tuvieron crías con asma, a pesar de que esa tercera generación de ratas no estuvo expuesta a la nicotina.
La nicotina deja marcas epigenéticas
Los hallazgos sugieren que la nicotina puede dejar marcas epigenéticas heredables en el genoma, que aumentarían la susceptibilidad de las futuras crías a problemas respiratorios.
Los investigadores citan asimismo el Children's Health Study from Southern California (Estudio de salud infantil del Sur de California), que también ha señalado que el hecho de que las abuelas fumen durante el embarazo aumenta el riesgo de los nietos a padecer asma, independientemente de si sus madres fuman o no.
En base a todos estos resultados, los investigadores concluyen que los factores ambientales experimentados durante el embarazo afectan no sólo al niño que está en el útero, sino también a las futuras generaciones de la misma familia.
Esta transmisión multi-generacional podría explicar por qué el 98% de las enfermedades humanas hereditarias no pueden explicarse por transmisión de rasgos genéticos, conocida como ‘genética mendeliana’.
Los investigadores afirman que la causa del asma de segunda generación sería consecuencia por tanto de una modificación epigenética (un factor ambiental que causa un cambio genético).
Así, la nicotina afectaría directamente tanto a las células de los pulmones como a las células sexuales de los hijos. Los pulmones de los nietos se desarrollarían, por tanto, a partir de esas células anómalas, lo que los haría propensos al asma.
Dejar de fumar por las futuras generaciones
"Estos estudios abren nuevos caminos para validar y explicar más a fondo los mecanismos que intervienen en la transmisión de enfermedades epigenéticas en humanos", afirma Torday en un comunicado emitido por el LA BioMed a través de Eurekalert.
"La transmisión del asma a una segunda generación es la primera señal inequívoca de la existencia de una transmisión multigeneracional por efecto epigenético”, añade el investigador.
Rehan, que ha realizado varios estudios sobre los efectos de la nicotina, señala por su parte que las tasas de asma están aumentando en Estados Unidos y en todo el mundo. A nivel mundial, aproximadamente 250.000.000 de mujeres fuman a diario.
Además, el 12% de las mujeres estadounidenses fuman durante el embarazo, lo que supone que al menos 400.000 niños son expuestos al humo de tabaco al nacer, solo en Estados Unidos.
"El asma es la enfermedad crónica más común de la niñez, lo que conlleva un impacto significativo en las vidas de los niños y un aumento del gasto médico de todos", afirma Rehan.
"Aunque muchos factores contribuyen al asma, fumar durante el embarazo es una causa bien establecida y evitable. Dejar de fumar durante el embarazo reduciría significativamente la prevalencia de asma en los niños, tanto en esta generación como en las generaciones futuras”, concluye.
"Estos estudios abren nuevos caminos para validar y explicar más a fondo los mecanismos que intervienen en la transmisión de enfermedades epigenéticas en humanos", afirma Torday en un comunicado emitido por el LA BioMed a través de Eurekalert.
"La transmisión del asma a una segunda generación es la primera señal inequívoca de la existencia de una transmisión multigeneracional por efecto epigenético”, añade el investigador.
Rehan, que ha realizado varios estudios sobre los efectos de la nicotina, señala por su parte que las tasas de asma están aumentando en Estados Unidos y en todo el mundo. A nivel mundial, aproximadamente 250.000.000 de mujeres fuman a diario.
Además, el 12% de las mujeres estadounidenses fuman durante el embarazo, lo que supone que al menos 400.000 niños son expuestos al humo de tabaco al nacer, solo en Estados Unidos.
"El asma es la enfermedad crónica más común de la niñez, lo que conlleva un impacto significativo en las vidas de los niños y un aumento del gasto médico de todos", afirma Rehan.
"Aunque muchos factores contribuyen al asma, fumar durante el embarazo es una causa bien establecida y evitable. Dejar de fumar durante el embarazo reduciría significativamente la prevalencia de asma en los niños, tanto en esta generación como en las generaciones futuras”, concluye.
Referencia bibliográfica:
John S Torday, Virender K Rehan. An epigenetic ‘smoking gun’ for reproductive inheritance. Expert Review of Obstetrics & Gynecology (2013). DOI:10.1586/eog.12.79.
John S Torday, Virender K Rehan. An epigenetic ‘smoking gun’ for reproductive inheritance. Expert Review of Obstetrics & Gynecology (2013). DOI:10.1586/eog.12.79.