La energía es uno de los asuntos fundamentales de la política europea. Imagen: s-a-m. Fuente: Flickr.
Los cambios que está viviendo el sector de generación de energía requieren una gran inversión en capital intensivo, así como inversiones en los sistemas de transmisión y distribución. Esto tendrá un efecto al alza sobre los precios de la electricidad y los costes del sistema de energía en el período de transición hasta 2020, reforzado por el aumento de precios de los combustibles fósiles.
Es la principal conclusión del informe EU Energy, transport and GHG emissions trends to 2050, realizado por la Unión Europea, que hace previsiones hasta 2050 sobre consumo de energía, precios de electricidad, y emisiones de gases de efecto invernadero.
Más allá de 2020, sin embargo, los precios de la electricidad se estabilizarán e incluso disminuirán. Un efecto general sobre los costes totales del sistema energético es que se volverán más intensivos en capital (es decir, que requerirán relativamente más capital que trabajo) con el tiempo. Después de someterse a todos los ajustes estructurales para hacer frente a las metas y políticas de 2020, los costes totales del sistema energético crecerán más lentamente que el PIB, lo que llevará a la disminución del rato entre los costes del sistema y el PIB en el período 2020-50.
Además, el intenso despliegue de renovables para alcanzar los objetivos de 2020 dará como resultado una disminución considerable de la dependencia energética externa.
A la larga, sin embargo, la limitada disponibilidad de combustibles fósiles indígenas (debido al agotamiento de los mismos), entre otros motivos, conducirá a un nuevo incremento de las importaciones netas de energía (después de 2035 ). Esto afectará principalmente al gas natural, que de acuerdo a la proyección de los expertos tendrá un papel crucial en la reducción de las emisiones, como respaldo para la variabilidad de las renovables.
Políticas de la UE
El informe explica que se espera que la cartera de políticas y objetivos que ha adoptado hasta ahora la UE "traiga importantes cambios en el sistema energético en relación con las tendencias del pasado". Las políticas clave son medidas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como el régimen de comercio de derechos de emisión (UE ETS), así como los esfuerzos para alcanzar las cuotas de energías de fuentes renovables deseadas, y una mejora de la eficiencia energética, incluyendo los estándares de dióxido de carbono para vehículos.
Estas dos últimas medidas apoyan firmemente la reducción de GEI, con un gran número de sinergias y también algunos solapamientos, por ejemplo, con respecto al efecto bajista de la penetración de la electricidad de renovables y del ahorro eléctrico en los precios de ETS. Esto se ha tenido en cuenta al diseñar los objetivos vinculantes de GEI para 2020.
Al mismo tiempo, el suministro de energía competitiva para las empresas, así como la asequibilidad del uso de la energía son temas clave para el desarrollo económico y social en la UE, señala el documento. Por tanto, el análisis de escenarios también se ha centrado en indicadores pertinentes a este respecto, que muestran la evolución general y posibles efectos compensatorios. El documento aborda también los problemas de seguridad relacionados con la energía.
La reducción de GEI está avanzando en todos los sectores, afirman las conclusiones, pero la descarbonización es particularmente fuerte en la generación de energía, dada la gran cantidad de posibilidades para la descarbonización en este sector, y a pesar de la tendencia hacia usar más electricidad. De hecho, la característica principal de los futuros sistemas de energía de la UE es la reducción significativa de la intensidad de carbono ( emisiones de CO2 por unidad de PIB) de la generación de energía.
Otra característica clave es el desacoplamiento del consumo energético respecto al crecimiento del PIB. En general, a pesar de que la economía de la UE habrá crecido un 78% en 2050 respecto a 2010, habrá un descenso del consumo total de energía de un 8%.
Es la principal conclusión del informe EU Energy, transport and GHG emissions trends to 2050, realizado por la Unión Europea, que hace previsiones hasta 2050 sobre consumo de energía, precios de electricidad, y emisiones de gases de efecto invernadero.
Más allá de 2020, sin embargo, los precios de la electricidad se estabilizarán e incluso disminuirán. Un efecto general sobre los costes totales del sistema energético es que se volverán más intensivos en capital (es decir, que requerirán relativamente más capital que trabajo) con el tiempo. Después de someterse a todos los ajustes estructurales para hacer frente a las metas y políticas de 2020, los costes totales del sistema energético crecerán más lentamente que el PIB, lo que llevará a la disminución del rato entre los costes del sistema y el PIB en el período 2020-50.
Además, el intenso despliegue de renovables para alcanzar los objetivos de 2020 dará como resultado una disminución considerable de la dependencia energética externa.
A la larga, sin embargo, la limitada disponibilidad de combustibles fósiles indígenas (debido al agotamiento de los mismos), entre otros motivos, conducirá a un nuevo incremento de las importaciones netas de energía (después de 2035 ). Esto afectará principalmente al gas natural, que de acuerdo a la proyección de los expertos tendrá un papel crucial en la reducción de las emisiones, como respaldo para la variabilidad de las renovables.
Políticas de la UE
El informe explica que se espera que la cartera de políticas y objetivos que ha adoptado hasta ahora la UE "traiga importantes cambios en el sistema energético en relación con las tendencias del pasado". Las políticas clave son medidas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) como el régimen de comercio de derechos de emisión (UE ETS), así como los esfuerzos para alcanzar las cuotas de energías de fuentes renovables deseadas, y una mejora de la eficiencia energética, incluyendo los estándares de dióxido de carbono para vehículos.
Estas dos últimas medidas apoyan firmemente la reducción de GEI, con un gran número de sinergias y también algunos solapamientos, por ejemplo, con respecto al efecto bajista de la penetración de la electricidad de renovables y del ahorro eléctrico en los precios de ETS. Esto se ha tenido en cuenta al diseñar los objetivos vinculantes de GEI para 2020.
Al mismo tiempo, el suministro de energía competitiva para las empresas, así como la asequibilidad del uso de la energía son temas clave para el desarrollo económico y social en la UE, señala el documento. Por tanto, el análisis de escenarios también se ha centrado en indicadores pertinentes a este respecto, que muestran la evolución general y posibles efectos compensatorios. El documento aborda también los problemas de seguridad relacionados con la energía.
La reducción de GEI está avanzando en todos los sectores, afirman las conclusiones, pero la descarbonización es particularmente fuerte en la generación de energía, dada la gran cantidad de posibilidades para la descarbonización en este sector, y a pesar de la tendencia hacia usar más electricidad. De hecho, la característica principal de los futuros sistemas de energía de la UE es la reducción significativa de la intensidad de carbono ( emisiones de CO2 por unidad de PIB) de la generación de energía.
Otra característica clave es el desacoplamiento del consumo energético respecto al crecimiento del PIB. En general, a pesar de que la economía de la UE habrá crecido un 78% en 2050 respecto a 2010, habrá un descenso del consumo total de energía de un 8%.
Hasta 2020
El período hasta el año 2020 incluye las transiciones más radicales debido a los objetivos jurídicamente vinculantes del Paquete de Energía y Clima 20-20-20 y las disposiciones de la Directiva de Eficiencia Energética, entre otras regulaciones.
La proyección indica que las medidas contenidas en la Directiva, combinada con los objetivos obligatorios en renovables, el programa ETS, y otras medidas nacionales y europeas, unidas al fuerte aumento de precios de los combustibles fósiles, inducirá un ahorro de energía del orden del 17% en 2020 en relación con 2007. Se alcanzarían los objetivos de cuota de renovables, e incluso se superarían ligeramente.
Emisiones de gases
En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, los niveles objetivo se superaría a nivel de la UE. En 2020 las emisiones de GEI caerán un 24% respecto a 1990; en 2030 la caída será ya del 32% respecto al año de referencia, y en 2050, del 44 %. Sin embargo, esta significativa disminución quedará todavía considerablemente por debajo del objetivo de la UE para 2050 (80-95%).
Más alla de 2020, no se han fijado objetivos de cuota de renovables ni políticas de eficiencia adicionales, aunque las medidas de eficiencia ya previstas seguirán consiguiendo reducciones en el consumo de energía hasta 2030 y más adelante. El consumo de energía en 2030 será un 21% menor que en 2007 (el punto de referencia).
Por otra parte, la continuación de la ETS, y por tanto la gran disminución de los derechos de emisión a lo largo del período analizado, constituirá un importante motor para la penetración de las renovables, la eficiencia energética y reducción de las emisiones.
El período hasta el año 2020 incluye las transiciones más radicales debido a los objetivos jurídicamente vinculantes del Paquete de Energía y Clima 20-20-20 y las disposiciones de la Directiva de Eficiencia Energética, entre otras regulaciones.
La proyección indica que las medidas contenidas en la Directiva, combinada con los objetivos obligatorios en renovables, el programa ETS, y otras medidas nacionales y europeas, unidas al fuerte aumento de precios de los combustibles fósiles, inducirá un ahorro de energía del orden del 17% en 2020 en relación con 2007. Se alcanzarían los objetivos de cuota de renovables, e incluso se superarían ligeramente.
Emisiones de gases
En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, los niveles objetivo se superaría a nivel de la UE. En 2020 las emisiones de GEI caerán un 24% respecto a 1990; en 2030 la caída será ya del 32% respecto al año de referencia, y en 2050, del 44 %. Sin embargo, esta significativa disminución quedará todavía considerablemente por debajo del objetivo de la UE para 2050 (80-95%).
Más alla de 2020, no se han fijado objetivos de cuota de renovables ni políticas de eficiencia adicionales, aunque las medidas de eficiencia ya previstas seguirán consiguiendo reducciones en el consumo de energía hasta 2030 y más adelante. El consumo de energía en 2030 será un 21% menor que en 2007 (el punto de referencia).
Por otra parte, la continuación de la ETS, y por tanto la gran disminución de los derechos de emisión a lo largo del período analizado, constituirá un importante motor para la penetración de las renovables, la eficiencia energética y reducción de las emisiones.