La deforestación de la Amazonia brasileña ha alcanzado su segundo nivel más fuerte después del año récord de 1995, ya que el ritmo de las talas ha aumentado un 2,1% en esta zona, considerada como la reserva mundial de oxígeno.
La media anual de tala de árboles se ha duplicado desde la década pasada, alcanzando una superficie abatida de 23.750 kilómetros cuadrados entre agosto de 2002 y agosto de 2003, según un informe del Major International Forest Research Center.
La deforestación está relacionada con el aumento de las exportaciones de carne bovina, ya que el 80% de la deforestación que sufre la Amazonia brasileña se debe a la transformación de los espacios forestales en pastizales para el alimento del ganado.
Este proceso supone que cada año dos millones y medio de hectáreas, que representan el 0,5% del bosque brasileño, son transformados en pastos para el ganado.
Una cabeza, una hectárea menos de bosques
Los expertos calculan que cada nueva cabeza de ganado supone la desaparición de una hectárea suplementaria de bosque forestal. El informe proporciona por primera vez la prueba sustancial de la relación que existe entre el aumento de la actividad bovina y la deforestación.
En 1995, Brasil exportaba carne bovina por valor de 500 millones de dólares, pero en 2003 el valor de estas exportaciones fue de 1.500 millones de dólares, el triple de hace tan sólo ocho años.
Una de las causas de la deforestación para la creación de pastizales es el considerable aumento de la cabaña del país, que pasó de 26 millones de animales en 1990 a 57 millones en 2002.
Los ecologistas consideran que el Gobierno de Brasil no está haciendo la suficiente para evitar el desastre. Sin embargo, el mes pasado se puso en marcha un plan de 135 millones de dólares para contener la deforestación forestal, que será vigilada por satélite.
La media anual de tala de árboles se ha duplicado desde la década pasada, alcanzando una superficie abatida de 23.750 kilómetros cuadrados entre agosto de 2002 y agosto de 2003, según un informe del Major International Forest Research Center.
La deforestación está relacionada con el aumento de las exportaciones de carne bovina, ya que el 80% de la deforestación que sufre la Amazonia brasileña se debe a la transformación de los espacios forestales en pastizales para el alimento del ganado.
Este proceso supone que cada año dos millones y medio de hectáreas, que representan el 0,5% del bosque brasileño, son transformados en pastos para el ganado.
Una cabeza, una hectárea menos de bosques
Los expertos calculan que cada nueva cabeza de ganado supone la desaparición de una hectárea suplementaria de bosque forestal. El informe proporciona por primera vez la prueba sustancial de la relación que existe entre el aumento de la actividad bovina y la deforestación.
En 1995, Brasil exportaba carne bovina por valor de 500 millones de dólares, pero en 2003 el valor de estas exportaciones fue de 1.500 millones de dólares, el triple de hace tan sólo ocho años.
Una de las causas de la deforestación para la creación de pastizales es el considerable aumento de la cabaña del país, que pasó de 26 millones de animales en 1990 a 57 millones en 2002.
Los ecologistas consideran que el Gobierno de Brasil no está haciendo la suficiente para evitar el desastre. Sin embargo, el mes pasado se puso en marcha un plan de 135 millones de dólares para contener la deforestación forestal, que será vigilada por satélite.