Fuente: Everystockphoto.
El comportamiento humano es predecible en un 93%, afirma un grupo de científicos de la Universidad de Northeastern de Massachussets, en Estados Unidos.
El investigador de dicha universidad Albert-László Barabási y sus colaboradores Chaoming Song, Zehui Qu y Nicholas Blumm, llegaron a esta conclusión a partir de una investigación en la que se estudiaron los patrones de desplazamiento de usuarios anónimos de telefonía móvil.
En concreto, fueron analizados durante tres meses los recorridos de un total de 50.000 personas, escogidas de forma aleatoria de un conjunto de 10 millones de individuos.
Este estudio ha revelado que, a pesar de que se suele creer que nuestras acciones son aleatorias e impredecibles, la movilidad humana sigue patrones sorprendentemente regulares, publica la Universidad de Northeastern en un comunicado.
Los espontáneos escasean
Según explica Barabási, “los individuos espontáneos escasean mucho entre la población”. Así, a pesar de que se han encontrado diferencias significativas en los patrones de viaje entre los individuos estudiados, los movimientos de cada uno de ellos, por separado, son igualmente predecibles.
Barabási, que es director del Center for Complex Network Research de dicha Universidad, explica que la “previsibilidad”, tal y como se ha considerado en esta investigación, sería la probabilidad con la que se puede prever la localización de cada individuo en un periodo de tiempo futuro de una hora, en base a su trayectoria previa.
Esta previsibilidad es, como se ha dicho, del 93%, independientemente de la distancia que recorra la gente al desplazarse: tanto si se alejan mucho de sus casas como si permanecen cerca de éstas, se puede “adivinar” con la misma exactitud dónde se econtrarán en la próxima hora.
Chaoming Song, otro de los autores de la investigación, señala que normalmente se tiende a asumir que es mucho más sencillo predecir el movimiento de las personas que viajan muy poco, en comparación con aquellas personas que se desplazan miles de kilómetros.
Volver a lo conocido
Sin embargo, este estudio ha demostrado que, a pesar de la heterogeneidad de los desplazamientos, el movimiento de todos los individuos entra dentro de lo esperable.
La investigación ha demostrado, asimismo, otro aspecto sorprendente de la movilidad de la población: los patrones de movimientos individuales no varían significativamente en función de ciertas categorías demográficas, como la edad, el sexo, la densidad de población o si la localización estudiada es rural o urbana.
En otra investigación anterior sobre los patrones de movilidad, publicada en 2008 en la revista Nature, Barabási y sus colaboradores estudiaron las trayectorias a tiempo real de 100.000 usuarios anónimos de teléfonos móviles.
Estos usuarios fueron seleccionados también aleatoriamente, de una lista de más de seis millones de personas.
En este caso, los resultados fueron similares a los de la presente investigación: los científicos constataron que, a pesar de la diversidad del historial de viajes de cada uno de los individuos analizados, todos siguieron patrones de movilidad reproducibles.
Por ejemplo, las personas, por más o menos kilómetros que se desplacen, presentan siempre una fuerte tendencia a volver a localizaciones que han visitado anteriormente.
Para qué sirve
Según publican los científicos en un artículo aparecido en la revista Science, prever los movimientos de las personas podría servir como recurso de gestión de las comunicaciones móviles.
Por otro lado, también resultaría útil para hacer modelos de expansión de epidemias, para realizar una mejor planificación urbanística o para diseñar de manera más eficiente el tráfico.
En general, afirma Song, poder conocer científicamente cómo se va a mover la población podría tener un impacto positivo en la sociedad, en las políticas de salud pública y en el desarrollo urbano.
El investigador de dicha universidad Albert-László Barabási y sus colaboradores Chaoming Song, Zehui Qu y Nicholas Blumm, llegaron a esta conclusión a partir de una investigación en la que se estudiaron los patrones de desplazamiento de usuarios anónimos de telefonía móvil.
En concreto, fueron analizados durante tres meses los recorridos de un total de 50.000 personas, escogidas de forma aleatoria de un conjunto de 10 millones de individuos.
Este estudio ha revelado que, a pesar de que se suele creer que nuestras acciones son aleatorias e impredecibles, la movilidad humana sigue patrones sorprendentemente regulares, publica la Universidad de Northeastern en un comunicado.
Los espontáneos escasean
Según explica Barabási, “los individuos espontáneos escasean mucho entre la población”. Así, a pesar de que se han encontrado diferencias significativas en los patrones de viaje entre los individuos estudiados, los movimientos de cada uno de ellos, por separado, son igualmente predecibles.
Barabási, que es director del Center for Complex Network Research de dicha Universidad, explica que la “previsibilidad”, tal y como se ha considerado en esta investigación, sería la probabilidad con la que se puede prever la localización de cada individuo en un periodo de tiempo futuro de una hora, en base a su trayectoria previa.
Esta previsibilidad es, como se ha dicho, del 93%, independientemente de la distancia que recorra la gente al desplazarse: tanto si se alejan mucho de sus casas como si permanecen cerca de éstas, se puede “adivinar” con la misma exactitud dónde se econtrarán en la próxima hora.
Chaoming Song, otro de los autores de la investigación, señala que normalmente se tiende a asumir que es mucho más sencillo predecir el movimiento de las personas que viajan muy poco, en comparación con aquellas personas que se desplazan miles de kilómetros.
Volver a lo conocido
Sin embargo, este estudio ha demostrado que, a pesar de la heterogeneidad de los desplazamientos, el movimiento de todos los individuos entra dentro de lo esperable.
La investigación ha demostrado, asimismo, otro aspecto sorprendente de la movilidad de la población: los patrones de movimientos individuales no varían significativamente en función de ciertas categorías demográficas, como la edad, el sexo, la densidad de población o si la localización estudiada es rural o urbana.
En otra investigación anterior sobre los patrones de movilidad, publicada en 2008 en la revista Nature, Barabási y sus colaboradores estudiaron las trayectorias a tiempo real de 100.000 usuarios anónimos de teléfonos móviles.
Estos usuarios fueron seleccionados también aleatoriamente, de una lista de más de seis millones de personas.
En este caso, los resultados fueron similares a los de la presente investigación: los científicos constataron que, a pesar de la diversidad del historial de viajes de cada uno de los individuos analizados, todos siguieron patrones de movilidad reproducibles.
Por ejemplo, las personas, por más o menos kilómetros que se desplacen, presentan siempre una fuerte tendencia a volver a localizaciones que han visitado anteriormente.
Para qué sirve
Según publican los científicos en un artículo aparecido en la revista Science, prever los movimientos de las personas podría servir como recurso de gestión de las comunicaciones móviles.
Por otro lado, también resultaría útil para hacer modelos de expansión de epidemias, para realizar una mejor planificación urbanística o para diseñar de manera más eficiente el tráfico.
En general, afirma Song, poder conocer científicamente cómo se va a mover la población podría tener un impacto positivo en la sociedad, en las políticas de salud pública y en el desarrollo urbano.