El conductor que va por delante de usted en la carretera se detiene repentinamente. De repente, usted se encuentra pisando fuerte el freno de su propio coche, incluso antes de darse cuenta de lo que está pasando.
Normalmente, llamamos "reflejos" a este tipo de reacciones, pero la realidad subyacente a ellas es mucho más compleja y durante siglos ha sido origen de debate: ¿Es la conciencia una constante, un flujo ininterrumpido o, por el contrario, es como una serie de bits discretos, como fotogramas del carrete de una película?
Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza) y de las Universidades de Ulm y de Zurich, han presenta un nuevo modelo de cómo el cerebro procesa la información inconsciente. Su modelo sugiere que la conciencia surge sólo en intervalos de hasta 400 milisegundos, entre los cuales lo que hay es no conciencia.
¿Continua o discreta?
La conciencia parece funcionar como una corriente continua: una imagen, un sonido, un olor siguen/preceden a otras sensaciones, lo que nos proporciona una imagen continua del mundo que nos rodea.
En lo que a nosotros respecta, parece que la información sensorial se traduce de forma continua en la percepción consciente: vemos los objetos que se mueven, oímos sonidos de forma continua, y olemos y sentimos sin interrupción.
Sin embargo, hay especialistas que sostienen que, en realidad, nuestro cerebro recoge la información sensorial puntual en puntos discretos de tiempo, del mismo modo que una cámara toma instantáneas.
De hecho, cada vez existe un cuerpo mayor de evidencias en contra de la conciencia "continua", pero también sucede que teoría "discreta" o de instantáneas parece demasiado simple como para ser verdad.
Normalmente, llamamos "reflejos" a este tipo de reacciones, pero la realidad subyacente a ellas es mucho más compleja y durante siglos ha sido origen de debate: ¿Es la conciencia una constante, un flujo ininterrumpido o, por el contrario, es como una serie de bits discretos, como fotogramas del carrete de una película?
Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza) y de las Universidades de Ulm y de Zurich, han presenta un nuevo modelo de cómo el cerebro procesa la información inconsciente. Su modelo sugiere que la conciencia surge sólo en intervalos de hasta 400 milisegundos, entre los cuales lo que hay es no conciencia.
¿Continua o discreta?
La conciencia parece funcionar como una corriente continua: una imagen, un sonido, un olor siguen/preceden a otras sensaciones, lo que nos proporciona una imagen continua del mundo que nos rodea.
En lo que a nosotros respecta, parece que la información sensorial se traduce de forma continua en la percepción consciente: vemos los objetos que se mueven, oímos sonidos de forma continua, y olemos y sentimos sin interrupción.
Sin embargo, hay especialistas que sostienen que, en realidad, nuestro cerebro recoge la información sensorial puntual en puntos discretos de tiempo, del mismo modo que una cámara toma instantáneas.
De hecho, cada vez existe un cuerpo mayor de evidencias en contra de la conciencia "continua", pero también sucede que teoría "discreta" o de instantáneas parece demasiado simple como para ser verdad.
Un modelo de dos etapas
Michael Herzog, de la EPFL, en colaboración con Frank Scharnowski, de la Universidad de Zurich, han desarrollado un nuevo paradigma, o "marco conceptual", sobre cómo la conciencia podría funcionar.
Lo han hecho mediante la revisión de los datos recopilados en experimentos psicológicos y de comportamiento, realizados para determinar si la conciencia es continua o discreta. Por ejemplo, en tales experimentos se pueden mostrar a los participantes dos imágenes en rápida sucesión y pedirles que distingan entre ellas, al tiempo que se registra su actividad cerebral.
El nuevo modelo propone un procesamiento de la información en dos etapas. En primer lugar, funciona la etapa inconsciente: El cerebro procesa las características específicas de los objetos, por ejemplo, color o forma, y las analiza casi continua e inconscientemente, con una muy alta resolución temporal.
Sin embargo, según sugiere el modelo, no hay percepción del tiempo durante este procesamiento inconsciente. Incluso ciertas características del tiempo, tales como la duración o el cambio de color, no son percibidos durante este período. En cambio, el cerebro representa la duración (de lo que está percibiendo) como una especie de "número".
Luego viene la etapa consciente: El procesamiento inconsciente se ha completado, y el cerebro hace conscientes todas las características al mismo tiempo. Esto produce el "cuadro" final que el cerebro finalmente presenta a nuestra conciencia, haciéndonos conscientes del estímulo.
Proporcionar la mejor información
Todo el proceso, desde el estímulo a la percepción consciente, puede durar hasta 400 milisegundos, lo cual es un retraso considerable desde el punto de vista fisiológico.
"La razón es que el cerebro quiere proporcionar la mejor información, lo más clara posible, y esto exige una cantidad considerable de tiempo", explica Michael Herzog. Además, "no hay ninguna ventaja en la toma de conciencia del procesamiento inconsciente, pues eso sería sumamente confuso".
El modelo desarrollado está centrado en la percepción visual, pero el retardo de tiempo puede ser diferente para otras informaciones sensoriales, como la auditiva o la olfativa.
Según la web de la EPFL, este es el primer modelo de dos etapas que se crea sobre el surgimiento de la conciencia, y proporciona una imagen más completa que la que genera el debate "concienciacontinua versus conciencia discreta". Pero sobre todo proporciona información útil acerca de la forma en que el cerebro procesa el tiempo y relaciona este con nuestra percepción del mundo.
Michael Herzog, de la EPFL, en colaboración con Frank Scharnowski, de la Universidad de Zurich, han desarrollado un nuevo paradigma, o "marco conceptual", sobre cómo la conciencia podría funcionar.
Lo han hecho mediante la revisión de los datos recopilados en experimentos psicológicos y de comportamiento, realizados para determinar si la conciencia es continua o discreta. Por ejemplo, en tales experimentos se pueden mostrar a los participantes dos imágenes en rápida sucesión y pedirles que distingan entre ellas, al tiempo que se registra su actividad cerebral.
El nuevo modelo propone un procesamiento de la información en dos etapas. En primer lugar, funciona la etapa inconsciente: El cerebro procesa las características específicas de los objetos, por ejemplo, color o forma, y las analiza casi continua e inconscientemente, con una muy alta resolución temporal.
Sin embargo, según sugiere el modelo, no hay percepción del tiempo durante este procesamiento inconsciente. Incluso ciertas características del tiempo, tales como la duración o el cambio de color, no son percibidos durante este período. En cambio, el cerebro representa la duración (de lo que está percibiendo) como una especie de "número".
Luego viene la etapa consciente: El procesamiento inconsciente se ha completado, y el cerebro hace conscientes todas las características al mismo tiempo. Esto produce el "cuadro" final que el cerebro finalmente presenta a nuestra conciencia, haciéndonos conscientes del estímulo.
Proporcionar la mejor información
Todo el proceso, desde el estímulo a la percepción consciente, puede durar hasta 400 milisegundos, lo cual es un retraso considerable desde el punto de vista fisiológico.
"La razón es que el cerebro quiere proporcionar la mejor información, lo más clara posible, y esto exige una cantidad considerable de tiempo", explica Michael Herzog. Además, "no hay ninguna ventaja en la toma de conciencia del procesamiento inconsciente, pues eso sería sumamente confuso".
El modelo desarrollado está centrado en la percepción visual, pero el retardo de tiempo puede ser diferente para otras informaciones sensoriales, como la auditiva o la olfativa.
Según la web de la EPFL, este es el primer modelo de dos etapas que se crea sobre el surgimiento de la conciencia, y proporciona una imagen más completa que la que genera el debate "concienciacontinua versus conciencia discreta". Pero sobre todo proporciona información útil acerca de la forma en que el cerebro procesa el tiempo y relaciona este con nuestra percepción del mundo.
Referencia bibliográfica:
Michael H. Herzog, Thomas Kammer, Frank Scharnowski. Time Slices: What Is the Duration of a Percept? PLOS Biology (2016). DOI: 10.1371/journal.pbio.1002433.
Michael H. Herzog, Thomas Kammer, Frank Scharnowski. Time Slices: What Is the Duration of a Percept? PLOS Biology (2016). DOI: 10.1371/journal.pbio.1002433.