Los cuadros azules señalan el ritmo cerebral de un paciente de 22 años mientras escribía mensajes con su mano derecha. Fuente: Elsevier.
Enviar mensajes de texto con un teléfono inteligente puede cambiar el ritmo de las ondas cerebrales, según un nuevo estudio publicado en Epilepsy & Behavior, de Elsevier.
Las personas se comunican cada vez más a través de mensajería de texto, aunque se sabe poco sobre los efectos neurológicos de la utilización de teléfonos inteligentes. Para obtener más información sobre cómo funcionan nuestros cerebros en esos momentos, un equipo dirigido por el investigador William Tatum, de la Clínica Mayo (Minnesota, EE.UU.) analizó los datos de 129 pacientes. Sus ondas cerebrales fueron monitorizadas durante un período de 16 meses a través de electroencefalogramas (EEG) combinados con imágenes de vídeo.
Tatum, profesor de neurología y director de la unidad de supervisión de la epilepsia y del centro de epilepsia de la Clínica Mayo en Jacksonville (Florida) encontró un ritmo de mensajes de texto único en aproximadamente 1 de cada 5 pacientes que estaban usando su teléfono inteligente para enviar mensajes de texto mientras se supervisaban sus ondas cerebrales.
Los investigadores pidieron a los pacientes realizar actividades tales como enviar mensajes de texto, pulsar con el dedo y usar el audio del telefóno móvil, además de pruebas de atención y de la función cognitiva. Los mensajes de texto sólo produjeron el ritmo cerebral observado, que era diferente de cualquier ritmo cerebral previamente descrito.
La unicidad del ritmo de los mensajes de texto en comparación con otras formas de estimulación mental podría estar causada por la combinación de la actividad mental con la actividad neurológica auditivo-verbal y motora.
Las personas se comunican cada vez más a través de mensajería de texto, aunque se sabe poco sobre los efectos neurológicos de la utilización de teléfonos inteligentes. Para obtener más información sobre cómo funcionan nuestros cerebros en esos momentos, un equipo dirigido por el investigador William Tatum, de la Clínica Mayo (Minnesota, EE.UU.) analizó los datos de 129 pacientes. Sus ondas cerebrales fueron monitorizadas durante un período de 16 meses a través de electroencefalogramas (EEG) combinados con imágenes de vídeo.
Tatum, profesor de neurología y director de la unidad de supervisión de la epilepsia y del centro de epilepsia de la Clínica Mayo en Jacksonville (Florida) encontró un ritmo de mensajes de texto único en aproximadamente 1 de cada 5 pacientes que estaban usando su teléfono inteligente para enviar mensajes de texto mientras se supervisaban sus ondas cerebrales.
Los investigadores pidieron a los pacientes realizar actividades tales como enviar mensajes de texto, pulsar con el dedo y usar el audio del telefóno móvil, además de pruebas de atención y de la función cognitiva. Los mensajes de texto sólo produjeron el ritmo cerebral observado, que era diferente de cualquier ritmo cerebral previamente descrito.
La unicidad del ritmo de los mensajes de texto en comparación con otras formas de estimulación mental podría estar causada por la combinación de la actividad mental con la actividad neurológica auditivo-verbal y motora.
Métrica
No hubo correlación entre la presencia de un ritmo de mensajes de texto y los datos demográficos de los pacientes, incluida la edad, el sexo, el tipo de epilepsia, la presencia de una lesión cerebral en la resonancia magnética, o en los electroencefalogramas de ictus.
"Creemos que este nuevo ritmo es una métrica objetiva de la capacidad del cerebro para procesar la información no verbal durante el uso de dispositivos electrónicos, y de que está fuertemente conectado a una red distribuida aumentada por la atención o la emoción", comenta Tatum, en la nota de prensa de Elsevier.
El ritmo de mensajes de texto también se encontró en los usuarios de iPad. Los investigadores plantearon la hipótesis de que la presencia de un ritmo diferente de las ondas cerebrales durante el uso de dispositivos móviles y portátiles puede estar causado por sus pantallas más pequeñas, que requieren más concentración.
Este hallazgo podría tener implicaciones importantes para las interfaces cerebro-ordenador, los juegos y, quizás lo más importante, la conducción, señala Tatum: "Ahora hay una razón biológica por la qué las personas no deberían enviar mensajes y conducir: los mensajes de texto pueden cambiar las ondas cerebrales", dice.
Aunque "todavía hace falta mucha más investigación, hemos comenzado a desentrañar las respuestas generadas por el cerebro cuando se interconecta con dispositivos computarizados."
No hubo correlación entre la presencia de un ritmo de mensajes de texto y los datos demográficos de los pacientes, incluida la edad, el sexo, el tipo de epilepsia, la presencia de una lesión cerebral en la resonancia magnética, o en los electroencefalogramas de ictus.
"Creemos que este nuevo ritmo es una métrica objetiva de la capacidad del cerebro para procesar la información no verbal durante el uso de dispositivos electrónicos, y de que está fuertemente conectado a una red distribuida aumentada por la atención o la emoción", comenta Tatum, en la nota de prensa de Elsevier.
El ritmo de mensajes de texto también se encontró en los usuarios de iPad. Los investigadores plantearon la hipótesis de que la presencia de un ritmo diferente de las ondas cerebrales durante el uso de dispositivos móviles y portátiles puede estar causado por sus pantallas más pequeñas, que requieren más concentración.
Este hallazgo podría tener implicaciones importantes para las interfaces cerebro-ordenador, los juegos y, quizás lo más importante, la conducción, señala Tatum: "Ahora hay una razón biológica por la qué las personas no deberían enviar mensajes y conducir: los mensajes de texto pueden cambiar las ondas cerebrales", dice.
Aunque "todavía hace falta mucha más investigación, hemos comenzado a desentrañar las respuestas generadas por el cerebro cuando se interconecta con dispositivos computarizados."
Referencia bibliográfica:
William O. Tatum, Benedetto DiCiaccio, Kirsten H. Yelvington: Cortical processing during smartphone text messaging. Epilepsy & Behavior (2016). DOI: 10.1016/j.yebeh.2016.03.018.
William O. Tatum, Benedetto DiCiaccio, Kirsten H. Yelvington: Cortical processing during smartphone text messaging. Epilepsy & Behavior (2016). DOI: 10.1016/j.yebeh.2016.03.018.