El Rector de la Complutense denuncia la inviabilidad de los recortes

Decía Rajoy de Zapatero, en la pasada legislatura, que era un bobo solemne. No es que andara muy descaminado pero, entonces, ¿cómo calificar lo que hace ahora Rajoy? Por llamarlo suavemente, en lo posible, diría que Rajoy es un bobo bienmalintencionado. Las medidas que está tomando en lo esencial, Sanidad, Educación, Investigación, etc.) son lo contrario de lo que debe hacer un gobernante con un mínimo de criterio. Está quebrando la estructura del país mostrando un desconocimiento que asusta. En su intento de buscar fórmulas para salir de la grave situación, él y su absurdo equipo de tecnócratas de culo satisfecho, disparan al tuntun sin apuntar siquiera. Lo peor es que todos los tiros van a parar al mismo sitio: al bolsillo de la clase más débil y al desmoronamiento de la pequeña y mediana empresa y del poco tejido productivo que nos queda. Todas las medidas que toma hasta ahora le salen al revés porque está paralizando el normal desarrollo del escaso gasto público. Si sube los impuestos se resiente la empresa y el gasto público, como es de esperar. Si el gasto se reduce se abre aun más la brecha del desempleo. Y si hay más desempleo se reduce el ingreso del Estado. Esto es de Catón pero ni eso son capaces de entender esta jauría de bobos. Las orejeras le impiden ver la periferia, como a los burros y solo ven lo que ellos llaman Sistema Financiero como si fuera la panacea por sí solo. Voy a dar un ejemplo, uno solo de los muchos que podría dar, de cómo ingresar sin atacar a los servicios esenciales: Si en vez de recortar 67 millones de euros al presupuesto anual de la Universidad Complutense, embargaran la pensión de un par de sinvergüenzas de esos que se retiran con más de 20 o 50 millones en vez de ir a la cárcel por la criminal gestión realizada en los Bancos que ahora reciben dinero (esos sí), y lo destinaran a compensar el recorte a la citada Universidad, no lanzarían a un tercio del profesorado al abismo y al alumnado a unas deficiencias técnicas propias de un país del tercer mundo. Y si cogieran del cogote al chorro de sinvergüenzas pensionados de la citada manera, puede que recaudaran miles de millones que han ido a parar donde no deben. No hablo ya de los servicios no indispensables y enchufados varios, que generan un gasto de cientos o miles de millones anuales que se podrían evitar en vez de atacar al IVA, las pensiones, los medicamentos y demás canalladas que están por venir. Si obráramos con un pelín de HUMANIDAD y coherencia (conciencia más bien), evitaríamos todos los recortes y penurias que están desangrando a los sevicios básicos en España y, ya de paso, las de millones de españoles que lo están pasando muy mal. Y lo que es más curioso, frenarían la espantosa caída del empleo y no necesitaríamos que Europa nos venga con salvavidas envenenados para salvar a los malnacidos que causaron el naufragio. Seguro estoy como de que me llamo Antonio.
AGV

¿A qué esperan Carrillo los demás rectores para ir a los Tribunales? La educación es un derecho constitucional.