El Foro de la Nueva Economía demanda energía sostenible ante la escalada de la luz

El Foro de Nueva Economía e Innovación Social (NESI) ha exigido el impulso de alternativas de generación y consumo energético sostenible, ante el acuciante aumento de los precios en la factura de la luz.
 
NESI es el único Foro Global sobre Nueva Economía e Innovación Social que reúne a los principales actores de cambio y líderes de opinión para pensar, dialogar y asentar las bases de una Nueva Economía basada en valores y en el bien común.
 
La escalada de los precios de la luz demuestra la necesidad de un nuevo modelo energético que sea respetuoso con el medio ambiente y reduzca el consumo de combustibles fósiles en favor de energías de fuentes renovables.
 
El aumento de la población, que actualmente supera los 7.000 millones de personas a nivel mundial, ha derivado en una necesidad del consumo de energía extraordinario para cubrir las necesidades de las economías desarrolladas y de las que se encuentran en este proceso.
 
Sin embargo, en el caso de España, el precio de la luz, que ha marcado máximos históricos desde 2008, ha subido un 80% durante los últimos años, y se ha situado en niveles similares a las economías desarrolladas.
 
Frente a las declaraciones del ministro de Energía, Álvaro Nadal, que recientemente aseguró que tomaría medidas para paliar la subida en la factura de la luz, existe una realidad de la que los mandatarios deben ser conscientes: dos de cada tres personas viven en el mundo en situación de pobreza energética.
 
De hecho, según el informe de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), titulado “Estudio de Pobreza Energética en España”, cinco millones de personas pasan frío en invierno en nuestro país por no poder hacer frente al pago de sus facturas. Asimismo, 3,2 millones de personas se retrasan a la hora de pagarlas por dificultades económicas, lo que exige una solución urgente y duradera. Como alternativa real  las cooperativas energéticas promueven el acceso a una energía limpia al margen de las inercias del sistema actual.

Cooperativas energéticas, la alternativa

Según José Luis Torres, vicepresidente y responsable del área técnica  de Zencer, las cooperativas energéticas son “el mejor instrumento para impulsar un nuevo modelo energético, que vaya a la raíz de los problemas de este sector, colocando a los consumidores y usuarios como los auténticos protagonistas de su gestión energética, donde el suministro de energía sea entendido como un derecho básico y no como una mercancía”. Zencer es la primera Cooperativa Andaluza de Consumidores y Usuarios de Suministros Especiales que se dedica a la comercialización y producción de energías exclusivamente de origen renovable.
 
Cabe destacar que las cooperativas eléctricas son entidades que generan y comercializan su propia energía sin ánimo de lucro y se gestionan por principios de sostenibilidad y reparto equitativo de la riqueza. Se basan en el hecho de que las renovables son una fuente inagotable de energía y en que son más respetuosas con el medio ambiente, pero urgen a los estados a impulsarlas de forma decidida. De hecho, la mayor parte de la electricidad en España procede  de las energías no renovables: el uso del carbón, la fuente fósil más contaminante, creció en 2015 un 23% respecto al año anterior; y las energías limpias caen casi seis puntos, hasta el 37% del mapa eléctrico.
 
Por otra parte, Torres opina también que “el movimiento cooperativo  se convierte en una solución alternativa real y definitiva para terminar con el oligopolio de las grandes compañías eléctricas, y promover así un sistema más participativo y democrático, que a su vez sea más respetuoso con el medio ambiente”.
 
Para Torres, “las energías renovables son la palanca de cambio para impulsar un nuevo paradigma energético. Sin duda, la tecnología en generación renovable avanza en la mejor dirección, y es objetivo prioritario de las Cooperativas Energéticas de ponerlo al servicio de los ciudadanos”, comenta. Además, Torres urge al Estado a garantizar el acceso a la energía y solicita que “las políticas energéticas se orienten hacia los intereses generales y no en favor de unos pocos”.