Del dos al nueve de septiembre, la British Association for the Advancement of Science (BA) celebró su Festival de Ciencias en la University of East Anglia en Norwich, Reino Unido.
Se trata de uno de los más importantes encuentros científicos de este país, ya que anualmente acuden alrededor de 400 de los mejores científicos y divulgadores de la ciencia, tanto británicos como extranjeros. Su finalidad es difundir los últimos avances en investigación.
Allí, el biólogo Rupert Sheldrake, del Trinity College de Cambridge, explicó los hallazgos a los que le han llevado sus estudios acerca de la telepatía humana, a través de experimentos realizados con móviles y correos electrónicos.
¿Alguna vez le han mandado un mensaje y usted, antes de mirar su remitente, sabía con certeza de quien era? ¿Ha pensado a menudo en una persona y, poco después, le ha llamado por teléfono o le ha mandado un e-mail?
Estas situaciones bastante comunes tienen una explicación más “normal” que “paranormal”, señala Sheldrake. Según él, es telepatía.
Fenómeno común
A pesar de la controversia que despertó la conferencia de Rupert Sheldrake en el contexto general del Festival de Ciencias, este autor lleva años estudiando el fenómeno. Para él, la telepatía es un aspecto más de la comunicación entre los miembros de cualquier grupo animal, y también entre los humanos.
Además, Sheldrake señala que es una cualidad propiciada por la selección natural: ¿qué sería del animal que no se da cuenta -sin mirarlo- de que lo está observando un depredador antes de que éste lo ataque? ¿o del bebé cuya madre no es consciente -aunque esté lejos de él y ni siquiera lo oiga- de que él la necesita?
Con el fin de demostrar que la telepatía es un fenómeno común de comunicación entre los seres humanos, Sheldrake diseñó varios tests automatizados de telepatía, algunos de los cuales han podido llevarse a cabo a través de su website. Han sido realizados por individuos, grupos e incluso en aulas.
Así, su investigación ha calibrado en qué medida intuimos que alguien nos va a llamar, mandarnos un mensaje o un e-mail, para determinar si realmente existe esa "conexión invisible" entre los miembros de la especie humana. De esta serie de experimentos interactivos y de sus resultados habló el investigador en la sesión “Beyond de Brain: Making Science Personal”, dentro de dicho encuentro científico.
Según un comunicado publicado por la BA, Sheldrake declaró que alrededor de un 80% de la población señala que ha sufrido alguna vez un episodio de este tipo de “telepatía telefónica”, bien “adivinando” quien llamaba antes de descolgar, o bien pensando en alguna persona concreta sin razón aparente que después les había llamado. Sheldrake ha conseguido probar estas intuiciones en sus estudios en un 45% de los casos, según ha publicado en The Times.
Ciencia poco ortodoxa
Sheldrake, que es una controvertida figura dentro de la comunidad científica internacional, acusado en ocasiones de hacer una ciencia poco ortodoxa, decidió investigar este fenómeno en un intento de saber si la “telepatía telefónica” podía ser explicada por algún truco psicológico inconsciente o si, por el contrario, realmente era una prueba de la existencia real de la telepatía.
Uno de los experimentos consistió en que los participantes señalaran cuatro posibles personas de su entorno más cercano que podían llamarles. Tenían que adivinar cuál de esas personas estaban al otro lado del teléfono antes de descolgar. El 45% de aciertos suponen para Sheldrake mucho más que una coincidencia. Según él, los resultados son muy significativos y, entre otras cosas, señalaron que la conexión "invisible" entre seres humanos no depende de la distancia física entre ellos, sino sobre todo del vínculo afectivo que los une.
También hay otros aspectos de la tecnología en los que puede observarse la telepatía: en experimentos similares realizados con el e-mail se obtuvieron igualmente altos porcentajes de aciertos cuando se le preguntó a los participantes quienes creían que eran las personas que les habían escrito.
Y aunque mucha gente ha tenido este tipo de experiencias durante años, señaló Sheldrake, esta es la primera vez que se hace un test que demuestra que hay cierto número de gente que al menos ha tenido una experiencia telepática real en su vida.
En el Festival de las Ciencias se levantaron voces en contra de la hipótesis de la telepatía. Según The Guardian, el químico de la universidad de Oxford, Peter Atkins, señaló que la investigación sobre la telepatía era una pérdida de tiempo. Según él, no es más que una fantasía. Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire, añadió que “sería interesante saber que pasaría si Sheldrake reintentara su experimento en colaboración con un investigador más escéptico”.
¿Una ilusión?
La “hipótesis teletpática” no es nueva para el biólogo británico. En 2003, Sheldrake escribía en un artículo publicado por la revista Resurgence, que la telepatía es considerada, al igual que cualquier otro fenómeno psíquico, una ilusión. Sin embargo, él consideraba que estas opiniones negaban las evidencias que surgen de un análisis más cercano del fenómeno.
Asimismo, señaló que experimentos realizados con animales habían demostrado que la telepatía no sólo existe, sino que es una parte más de la comunicación animal. Recopiló testimonios (unas 3.050 historias) de dueños de perros, gatos, loros, caballos y otros animales que sugerían que éstos eran capaces de comprender las intenciones y leer las mentes de aquéllos: uno de los testimonios más demostrables era el hecho de que gatos y perros supieran cuando sus dueños iban hacia su casa, unos diez minutos antes de que éstos llegaran.
Por otra parte, también realizó desde 2003 y hasta enero de 2005, un experimento sobre la mirada en el que participaron 343 parejas de personas, en un total de 6.860 pruebas. El experimento consistía en medir la capacidad de cada individuo de reconocer si está siendo observado o no sin mirar a su observador. Los resultados señalaron que en más de un 60% de los casos la gente era capaz de acertar la respuesta correcta.
Campos morfogenéticos
Ahora, su interés se ha centrado en descubrir si mediante la tecnología también podemos "conectarnos" a distancia y mentalmente con otros seres humanos.
Aunque sus investigaciones sobre las comunicaciones invisibles en la naturaleza han sido llamativas, Rupert Sheldrake es famoso sobre todo por su hipótesis de los llamados "campos morfogenéticos", campos hipotéticos que explicarían la evolución simultánea de una función de adaptación determinada en poblaciones biológicas no contiguas o desconectadas.
Se trataría de campos de forma, patrones o estructuras de orden que la biología seguiría en su formación. Son campos que organizan tanto a los campos de organismos vivos como a los de cristales y moléculas. Un patrón de información necesario para la ordenación de cada elemento de la naturaleza, incluso el de los instintos y el de los comportamientos.
Esta idea, plasmada en su libro “Una nueva ciencia de la vida, la hipótesis de la causación formativa”, ha sido también duramente criticada por la comunidad científica.
Se trata de uno de los más importantes encuentros científicos de este país, ya que anualmente acuden alrededor de 400 de los mejores científicos y divulgadores de la ciencia, tanto británicos como extranjeros. Su finalidad es difundir los últimos avances en investigación.
Allí, el biólogo Rupert Sheldrake, del Trinity College de Cambridge, explicó los hallazgos a los que le han llevado sus estudios acerca de la telepatía humana, a través de experimentos realizados con móviles y correos electrónicos.
¿Alguna vez le han mandado un mensaje y usted, antes de mirar su remitente, sabía con certeza de quien era? ¿Ha pensado a menudo en una persona y, poco después, le ha llamado por teléfono o le ha mandado un e-mail?
Estas situaciones bastante comunes tienen una explicación más “normal” que “paranormal”, señala Sheldrake. Según él, es telepatía.
Fenómeno común
A pesar de la controversia que despertó la conferencia de Rupert Sheldrake en el contexto general del Festival de Ciencias, este autor lleva años estudiando el fenómeno. Para él, la telepatía es un aspecto más de la comunicación entre los miembros de cualquier grupo animal, y también entre los humanos.
Además, Sheldrake señala que es una cualidad propiciada por la selección natural: ¿qué sería del animal que no se da cuenta -sin mirarlo- de que lo está observando un depredador antes de que éste lo ataque? ¿o del bebé cuya madre no es consciente -aunque esté lejos de él y ni siquiera lo oiga- de que él la necesita?
Con el fin de demostrar que la telepatía es un fenómeno común de comunicación entre los seres humanos, Sheldrake diseñó varios tests automatizados de telepatía, algunos de los cuales han podido llevarse a cabo a través de su website. Han sido realizados por individuos, grupos e incluso en aulas.
Así, su investigación ha calibrado en qué medida intuimos que alguien nos va a llamar, mandarnos un mensaje o un e-mail, para determinar si realmente existe esa "conexión invisible" entre los miembros de la especie humana. De esta serie de experimentos interactivos y de sus resultados habló el investigador en la sesión “Beyond de Brain: Making Science Personal”, dentro de dicho encuentro científico.
Según un comunicado publicado por la BA, Sheldrake declaró que alrededor de un 80% de la población señala que ha sufrido alguna vez un episodio de este tipo de “telepatía telefónica”, bien “adivinando” quien llamaba antes de descolgar, o bien pensando en alguna persona concreta sin razón aparente que después les había llamado. Sheldrake ha conseguido probar estas intuiciones en sus estudios en un 45% de los casos, según ha publicado en The Times.
Ciencia poco ortodoxa
Sheldrake, que es una controvertida figura dentro de la comunidad científica internacional, acusado en ocasiones de hacer una ciencia poco ortodoxa, decidió investigar este fenómeno en un intento de saber si la “telepatía telefónica” podía ser explicada por algún truco psicológico inconsciente o si, por el contrario, realmente era una prueba de la existencia real de la telepatía.
Uno de los experimentos consistió en que los participantes señalaran cuatro posibles personas de su entorno más cercano que podían llamarles. Tenían que adivinar cuál de esas personas estaban al otro lado del teléfono antes de descolgar. El 45% de aciertos suponen para Sheldrake mucho más que una coincidencia. Según él, los resultados son muy significativos y, entre otras cosas, señalaron que la conexión "invisible" entre seres humanos no depende de la distancia física entre ellos, sino sobre todo del vínculo afectivo que los une.
También hay otros aspectos de la tecnología en los que puede observarse la telepatía: en experimentos similares realizados con el e-mail se obtuvieron igualmente altos porcentajes de aciertos cuando se le preguntó a los participantes quienes creían que eran las personas que les habían escrito.
Y aunque mucha gente ha tenido este tipo de experiencias durante años, señaló Sheldrake, esta es la primera vez que se hace un test que demuestra que hay cierto número de gente que al menos ha tenido una experiencia telepática real en su vida.
En el Festival de las Ciencias se levantaron voces en contra de la hipótesis de la telepatía. Según The Guardian, el químico de la universidad de Oxford, Peter Atkins, señaló que la investigación sobre la telepatía era una pérdida de tiempo. Según él, no es más que una fantasía. Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire, añadió que “sería interesante saber que pasaría si Sheldrake reintentara su experimento en colaboración con un investigador más escéptico”.
¿Una ilusión?
La “hipótesis teletpática” no es nueva para el biólogo británico. En 2003, Sheldrake escribía en un artículo publicado por la revista Resurgence, que la telepatía es considerada, al igual que cualquier otro fenómeno psíquico, una ilusión. Sin embargo, él consideraba que estas opiniones negaban las evidencias que surgen de un análisis más cercano del fenómeno.
Asimismo, señaló que experimentos realizados con animales habían demostrado que la telepatía no sólo existe, sino que es una parte más de la comunicación animal. Recopiló testimonios (unas 3.050 historias) de dueños de perros, gatos, loros, caballos y otros animales que sugerían que éstos eran capaces de comprender las intenciones y leer las mentes de aquéllos: uno de los testimonios más demostrables era el hecho de que gatos y perros supieran cuando sus dueños iban hacia su casa, unos diez minutos antes de que éstos llegaran.
Por otra parte, también realizó desde 2003 y hasta enero de 2005, un experimento sobre la mirada en el que participaron 343 parejas de personas, en un total de 6.860 pruebas. El experimento consistía en medir la capacidad de cada individuo de reconocer si está siendo observado o no sin mirar a su observador. Los resultados señalaron que en más de un 60% de los casos la gente era capaz de acertar la respuesta correcta.
Campos morfogenéticos
Ahora, su interés se ha centrado en descubrir si mediante la tecnología también podemos "conectarnos" a distancia y mentalmente con otros seres humanos.
Aunque sus investigaciones sobre las comunicaciones invisibles en la naturaleza han sido llamativas, Rupert Sheldrake es famoso sobre todo por su hipótesis de los llamados "campos morfogenéticos", campos hipotéticos que explicarían la evolución simultánea de una función de adaptación determinada en poblaciones biológicas no contiguas o desconectadas.
Se trataría de campos de forma, patrones o estructuras de orden que la biología seguiría en su formación. Son campos que organizan tanto a los campos de organismos vivos como a los de cristales y moléculas. Un patrón de información necesario para la ordenación de cada elemento de la naturaleza, incluso el de los instintos y el de los comportamientos.
Esta idea, plasmada en su libro “Una nueva ciencia de la vida, la hipótesis de la causación formativa”, ha sido también duramente criticada por la comunidad científica.