El BBP está presente en las cintas transportadoras en las que se elaboran alimentos. Fuente: Universidad de Texas A&M.
En un estudio publicado hace un mes, científicos de la Universidad de Georgia (Athens, EE.UU.) demostraron con células de ratones que el ftalato de bencilo y butilo (BBP), un producto químico utilizado comúnmente en el proceso de fabricación de alimentos, puede fomentar la obesidad. Provoca acumulación de gotas de grasa, al igual que el bisfenol A, pero más grandes que las de éste.
Ahora, también con células de animales, investigadores de la Universidad de Texas A&M han mostrado que estos cambios se producen alterando el epigenoma de las células madre.
Un nuevo estudio publicado en Journal of Molecular and Cellular Endocrinology, dirigido por Mahua Choudhury, muestra que las líneas de células expuestas a niveles cada vez más altos de BBP también mostraron niveles más altos de adipogénesis, el proceso por el cual se desarrollan las células de grasa: hasta cinco veces superiores, dependiendo de la dosis.
"Nos quedamos muy sorprendidos por los resultados", dice Choudhury en la información de su universidad. "Habíamos pensado que veríamos un cierto aumento, pero no tan drástico."
Las células madre son células indiferenciadas, capaces de convertirse en diferentes células especializadas. Debido a esto, los cambios epigenéticos observados en las células madre de animales podrían afectar no sólo a un adulto expuesto a BBP, sino también a un feto en crecimiento.
El estudio incluyó la exposición de las células madre de animales a concentraciones variables de BBP. Si bien los resultados fueron sorprendentes, los investigadores matizan que no se podrían aplicar a una población humana. "Estos resultados son importantes, pero son sólo el primer paso para más estudios", advierte Choudhury.
Los ftalatos
El BBP es parte de una familia de químicos llamados ftalatos, que normalmente se utilizan para la fabricación de plásticos blandos y maleables. Mientras que el BBP se utiliza en muchos productos de consumo, tales como moquetas, la exposición humana principal proviene del consumo de alimentos.
El BBP no se utiliza en la preparación de alimentos, pero sí en las cintas transportadoras y accesorios de plástico de las máquinas utilizadas para procesar muchos alimentos preparados. Los alimentos se contaminan cuando el BBP se adhiere a ellos desde el plástico.
Choudhury señala que el BBP está prohibido en todos los juguetes y artículos de puericultura fabricados e importados en la Unión Europea. La UE también ha prohibido el uso de BBP en el esmalte de uñas, ya que se considera que es carcinógeno, mutágeno o tóxico para la reproducción (es una sustancia CMR).
Si bien Estados Unidos ha establecido límites para la cantidad de BBP permisible en ciertos productos de consumo, no ha tomado aún los mismos pasos que la UE. "Creo que no hay suficiente evidencia hasta ahora para que intervenga el gobierno", dice Choudhury. "El tema es muy complejo."
Ahora, también con células de animales, investigadores de la Universidad de Texas A&M han mostrado que estos cambios se producen alterando el epigenoma de las células madre.
Un nuevo estudio publicado en Journal of Molecular and Cellular Endocrinology, dirigido por Mahua Choudhury, muestra que las líneas de células expuestas a niveles cada vez más altos de BBP también mostraron niveles más altos de adipogénesis, el proceso por el cual se desarrollan las células de grasa: hasta cinco veces superiores, dependiendo de la dosis.
"Nos quedamos muy sorprendidos por los resultados", dice Choudhury en la información de su universidad. "Habíamos pensado que veríamos un cierto aumento, pero no tan drástico."
Las células madre son células indiferenciadas, capaces de convertirse en diferentes células especializadas. Debido a esto, los cambios epigenéticos observados en las células madre de animales podrían afectar no sólo a un adulto expuesto a BBP, sino también a un feto en crecimiento.
El estudio incluyó la exposición de las células madre de animales a concentraciones variables de BBP. Si bien los resultados fueron sorprendentes, los investigadores matizan que no se podrían aplicar a una población humana. "Estos resultados son importantes, pero son sólo el primer paso para más estudios", advierte Choudhury.
Los ftalatos
El BBP es parte de una familia de químicos llamados ftalatos, que normalmente se utilizan para la fabricación de plásticos blandos y maleables. Mientras que el BBP se utiliza en muchos productos de consumo, tales como moquetas, la exposición humana principal proviene del consumo de alimentos.
El BBP no se utiliza en la preparación de alimentos, pero sí en las cintas transportadoras y accesorios de plástico de las máquinas utilizadas para procesar muchos alimentos preparados. Los alimentos se contaminan cuando el BBP se adhiere a ellos desde el plástico.
Choudhury señala que el BBP está prohibido en todos los juguetes y artículos de puericultura fabricados e importados en la Unión Europea. La UE también ha prohibido el uso de BBP en el esmalte de uñas, ya que se considera que es carcinógeno, mutágeno o tóxico para la reproducción (es una sustancia CMR).
Si bien Estados Unidos ha establecido límites para la cantidad de BBP permisible en ciertos productos de consumo, no ha tomado aún los mismos pasos que la UE. "Creo que no hay suficiente evidencia hasta ahora para que intervenga el gobierno", dice Choudhury. "El tema es muy complejo."
Obesidad y epigenética
"Durante muchos años, se consideró que la obesidad es un problema muy simple, que tenía que ver sólo con la dieta y la inactividad", dice el investigador Ravi Sonkar, también de Texas A&M.
"Los investigadores han estudiado el papel de la genética en la obesidad", dice la co-autora Catherine A. Powell, "pero no han prestado mucha atención a los efectos que el medio ambiente puede tener en cómo se expresan nuestros genes".
La epigenética es el estudio de cómo el medio ambiente, incluidos los productos químicos ambientales, pueden alterar la expresión de genes sin cambiar el código genético. Investigaciones anteriores han asociado los cambios epigenéticos con el aumento de las tasas de obesidad y enfermedades relacionadas con ella.
"Los ftalatos se han vinculado recientemente con la obesidad, pero esta es la primera vez que hemos sido capaces de mostrar el mecanismo por el cual el BBP puede causar acumulación de grasa y programar las células madre para convertirse en obesas a través de un equilibrio epigenético", dice Choudhury.
El laboratorio de Choudhury tiene varios estudios adicionales planeados para estudiar el efecto de BBP en la acumulación de grasa y el desarrollo de la diabetes y la obesidad, diabesidad, uno de los cuales incluye un estudio epidemiológico de seguimiento de la exposición y la diabesidad en los seres humanos.
Recipientes de plástico
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC) acaban de hacer público un estudio sobre el plástico que se usa, no ya para procesar alimentos, sino para guardarlos.
En concreto, la investigación se centró en recipientes de plástico –táperes, biberones y bolsas para almacenar alimentos– fabricados en Corea, y ha revelado que estos contienen nanopartículas de plata.
Estos componentes, nocivos para la salud, se desprendieron de los envases en análisis realizados con disoluciones que simulaban estas condiciones: agua, para escenarios acuosos; ácido acético al 3% para sustancias ácidas; etanol al 10% para alimentos con cierto contenido en alcohol; y etanol al 95% para alimentos con contenido graso.
En un artículo publicado al respecto en la revista Talanta, los autores alertan de que el pequeño tamaño de estos componentes favorece que puedan penetrar en las células, con efectos nocivos para la salud, especialmente si estos recipientes se utilizan con asiduidad.
La buena noticia es que: “En España no existen recipientes de este tipo. Están prohibidos por la legislación europea al contener nanopartículas de plata como agente bactericida, cuyo objeto es prolongar la vida de los alimentos”, según explica Milagros Gómez Gómez, investigadora del departamento de Química Analítica de la UCM y una de las autoras del trabajo.
"Durante muchos años, se consideró que la obesidad es un problema muy simple, que tenía que ver sólo con la dieta y la inactividad", dice el investigador Ravi Sonkar, también de Texas A&M.
"Los investigadores han estudiado el papel de la genética en la obesidad", dice la co-autora Catherine A. Powell, "pero no han prestado mucha atención a los efectos que el medio ambiente puede tener en cómo se expresan nuestros genes".
La epigenética es el estudio de cómo el medio ambiente, incluidos los productos químicos ambientales, pueden alterar la expresión de genes sin cambiar el código genético. Investigaciones anteriores han asociado los cambios epigenéticos con el aumento de las tasas de obesidad y enfermedades relacionadas con ella.
"Los ftalatos se han vinculado recientemente con la obesidad, pero esta es la primera vez que hemos sido capaces de mostrar el mecanismo por el cual el BBP puede causar acumulación de grasa y programar las células madre para convertirse en obesas a través de un equilibrio epigenético", dice Choudhury.
El laboratorio de Choudhury tiene varios estudios adicionales planeados para estudiar el efecto de BBP en la acumulación de grasa y el desarrollo de la diabetes y la obesidad, diabesidad, uno de los cuales incluye un estudio epidemiológico de seguimiento de la exposición y la diabesidad en los seres humanos.
Recipientes de plástico
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC) acaban de hacer público un estudio sobre el plástico que se usa, no ya para procesar alimentos, sino para guardarlos.
En concreto, la investigación se centró en recipientes de plástico –táperes, biberones y bolsas para almacenar alimentos– fabricados en Corea, y ha revelado que estos contienen nanopartículas de plata.
Estos componentes, nocivos para la salud, se desprendieron de los envases en análisis realizados con disoluciones que simulaban estas condiciones: agua, para escenarios acuosos; ácido acético al 3% para sustancias ácidas; etanol al 10% para alimentos con cierto contenido en alcohol; y etanol al 95% para alimentos con contenido graso.
En un artículo publicado al respecto en la revista Talanta, los autores alertan de que el pequeño tamaño de estos componentes favorece que puedan penetrar en las células, con efectos nocivos para la salud, especialmente si estos recipientes se utilizan con asiduidad.
La buena noticia es que: “En España no existen recipientes de este tipo. Están prohibidos por la legislación europea al contener nanopartículas de plata como agente bactericida, cuyo objeto es prolongar la vida de los alimentos”, según explica Milagros Gómez Gómez, investigadora del departamento de Química Analítica de la UCM y una de las autoras del trabajo.
Referencias bibliográficas:
Ravi Sonkar, Catherine A. Powell, Mahua Choudhury: Benzyl butyl phthalate induces epigenetic stress to enhance adipogenesis in mesenchymal stem cells. Molecular and Cellular Endocrinology (2016). DOI: 10.1016/j.mce.2016.04.025.
K. Ramos, M. M. Gómez-Gómez, C. Cámara y L. Ramos. Silver speciation and characterization of nanoparticles released from plastic food containers by single particle ICPMS. Talanta (2016). DOI: 10.1016/j.talanta.2015.12.071.
Ravi Sonkar, Catherine A. Powell, Mahua Choudhury: Benzyl butyl phthalate induces epigenetic stress to enhance adipogenesis in mesenchymal stem cells. Molecular and Cellular Endocrinology (2016). DOI: 10.1016/j.mce.2016.04.025.
K. Ramos, M. M. Gómez-Gómez, C. Cámara y L. Ramos. Silver speciation and characterization of nanoparticles released from plastic food containers by single particle ICPMS. Talanta (2016). DOI: 10.1016/j.talanta.2015.12.071.
G. Artiaga, K. Ramos, L. Ramos, C. Cámara, M. Gómez-Gómez. Migration and characterisation of nanosilver from food containers by AF4 -ICP-MS. Food Chemistry (2015). DOI: /10.1016/j.foodchem.2014.05.139