Avatar controlado por el pensamiento. Brain Computer Interface in Highly Immersive Virtual Reality .
Un mundo simulado que puede recorrerse simplemente pensando en mover los pies, y en el que las cosas pueden tocarse imaginando que se mueven los brazos, es lo que ha conseguido desarrollar un equipo de especialistas de la Graz University of Technology austriaca, en colaboración con The University College de Londres (UCL.
Estos dos grupos colaboran gracias a un consorcio europeo bautizado como PRESENCCIA en el que participa, entre otras instituciones, la universidad Politécnica de Cataluña.
El entorno virtual controlado sólo por el pensamiento podría aplicarse para acelerar la rehabilitación de determinadas lesiones, así como para permitir que personas con discapacidades físicas importantes puedan sentir que se mueven dentro de dicho entorno.
Marionetas mentales
La tecnología consiste en una interfaz cerebro-ordenador (BCI que está conectado a un mundo virtual inmersivo. Esta interfaz está formada a su vez por una conexión directa entre el cerebro humano y un dispositivo externo, al que llegan las señales del cerebro.
Según publica la revista NewScientist, unos electrodos que se acoplan al cráneo y un equipo de electroencefalografía (EEG realizan los registros de la actividad eléctrica de las neuronas en el cerebro.
El sistema puede ser “entrenado” para identificar los distintos patrones de actividad neuronal y relacionarlos con una actividad física concreta. Por ejemplo, si imaginamos que estamos andando, el cerebro producirá un patrón de comportamiento neuronal que la tecnología puede identificar y proyectar en el mundo virtual.
De esta forma, los pensamientos son aplicados al entorno de las imágenes, haciendo que en él determinados personajes se muevan según lo que piense el individuo implicado.
Este sistema tiene además la ventaja de no necesitar un dispositivo extra para la inmersión en el entorno virtual, ya que éste consiste en el interior de una sala (situada en la UCL) en tres de cuyas paredes se proyecta un video en estéreo. Con sólo unas gafas especiales, se genera la ilusión tridimensional de ocupar realmente un espacio que no existe.
Testado con éxito
Personas sanas ya han probado el sistema, y también un hombre con tetraplejia que fue capaz de mover diferentes personajes virtuales sólo con el pensamiento y que, según los investigadores, sintió una gran emoción por poder mover los pies de sus personajes sólo con pensarlo.
La realidad virtual se ha convertido en una herramienta bastante popular para rehabilitaciones físicas y psicológicas. Como ya hemos publicado en Tendencias21, la realidad virtual se utiliza, por ejemplo, para diagnosticar con precisión determinadas enfermedades mentales.
Los especialistas afirman que este nuevo sistema proporciona además nuevas posibilidades para los pacientes que en el entorno virtual pueden percibirse realizando cualquier tipo de tareas, lo que supone un estímulo de la actividad cerebral sin necesidad del movimiento físico.
Asimismo, la tecnología podría servir para ayudar a personas que hayan sufrido algún golpe para recuperar un control mayor de sus movimientos y el hábito de dar órdenes mentales a sus extremidades.
Por último, los científicos esperan que, puesto que es sensible a la actividad cerebral, permita a las personas físicamente discapacitadas manejar dispositivos por control remoto, así como integrarse de manera participativa en lugares de trabajo o centros sociales.
Estos dos grupos colaboran gracias a un consorcio europeo bautizado como PRESENCCIA en el que participa, entre otras instituciones, la universidad Politécnica de Cataluña.
El entorno virtual controlado sólo por el pensamiento podría aplicarse para acelerar la rehabilitación de determinadas lesiones, así como para permitir que personas con discapacidades físicas importantes puedan sentir que se mueven dentro de dicho entorno.
Marionetas mentales
La tecnología consiste en una interfaz cerebro-ordenador (BCI que está conectado a un mundo virtual inmersivo. Esta interfaz está formada a su vez por una conexión directa entre el cerebro humano y un dispositivo externo, al que llegan las señales del cerebro.
Según publica la revista NewScientist, unos electrodos que se acoplan al cráneo y un equipo de electroencefalografía (EEG realizan los registros de la actividad eléctrica de las neuronas en el cerebro.
El sistema puede ser “entrenado” para identificar los distintos patrones de actividad neuronal y relacionarlos con una actividad física concreta. Por ejemplo, si imaginamos que estamos andando, el cerebro producirá un patrón de comportamiento neuronal que la tecnología puede identificar y proyectar en el mundo virtual.
De esta forma, los pensamientos son aplicados al entorno de las imágenes, haciendo que en él determinados personajes se muevan según lo que piense el individuo implicado.
Este sistema tiene además la ventaja de no necesitar un dispositivo extra para la inmersión en el entorno virtual, ya que éste consiste en el interior de una sala (situada en la UCL) en tres de cuyas paredes se proyecta un video en estéreo. Con sólo unas gafas especiales, se genera la ilusión tridimensional de ocupar realmente un espacio que no existe.
Testado con éxito
Personas sanas ya han probado el sistema, y también un hombre con tetraplejia que fue capaz de mover diferentes personajes virtuales sólo con el pensamiento y que, según los investigadores, sintió una gran emoción por poder mover los pies de sus personajes sólo con pensarlo.
La realidad virtual se ha convertido en una herramienta bastante popular para rehabilitaciones físicas y psicológicas. Como ya hemos publicado en Tendencias21, la realidad virtual se utiliza, por ejemplo, para diagnosticar con precisión determinadas enfermedades mentales.
Los especialistas afirman que este nuevo sistema proporciona además nuevas posibilidades para los pacientes que en el entorno virtual pueden percibirse realizando cualquier tipo de tareas, lo que supone un estímulo de la actividad cerebral sin necesidad del movimiento físico.
Asimismo, la tecnología podría servir para ayudar a personas que hayan sufrido algún golpe para recuperar un control mayor de sus movimientos y el hábito de dar órdenes mentales a sus extremidades.
Por último, los científicos esperan que, puesto que es sensible a la actividad cerebral, permita a las personas físicamente discapacitadas manejar dispositivos por control remoto, así como integrarse de manera participativa en lugares de trabajo o centros sociales.