Jóvenes chimpancés jugando. Imagen: Delphine Bruyere. Fuente: Wikimedia Commons.
Mientras que los psicólogos han debatido durante mucho tiempo sobre las dimensiones básicas de la personalidad humana, especialistas en primates han definido los rasgos de personalidad del pariente vivo más cercano de la humanidad: el chimpancé.
Una nueva investigación, publicada en el American Journal of Primatology, señala la existencia de cinco rasgos universales de personalidad en estos animales: reactividad o desconfianza, dominio, sinceridad, extraversión y amabilidad. Además, podría existir un factor de personalidad más en esta especie: el ser más o menos metódico, pero este último rasgo aún precisa de más investigación, publica Eurekalert.
"La comprensión de la personalidad de los chimpancés tiene importantes implicaciones teóricas y prácticas", explica la autora principal del estudio, Hani Freeman, del Lester E. Fisher Center for the Study and Conservation of Apes del Lincoln Park Zoo de Chicago (EEUU).
"Desde un punto de vista académico, los hallazgos proporcionan información sobre la evolución de la personalidad. Desde un punto de vista práctico, los cuidadores de chimpancés en zoológicos u otros lugares podrán dedicar a éstos una atención más individualizada, basada en la personalidad de cada animal, con el fin de mejorar el bienestar de estos animales", añade Freeman. Por ejemplo, estos datos ayudarían a entender cómo se comportará cada individuo en diversas situaciones sociales.
Características del estudio
El estudio de la personalidad de los chimpancés no es nuevo, sin embargo, según los autores de la presente investigación, las herramientas empleadas hasta ahora para conocerla habían dejado sin respuesta diversas cuestiones clave.
"Algunas escalas de personalidad utilizadas para los chimpancés fueron diseñadas originariamente para otras especies. Estos enfoques son susceptibles de incluir características que no son relevantes para estos animales o de no incluir determinados aspectos que sí lo son", explica Freeman.
Además, impiden las comparaciones con los resultados de otros estudios y de otras especies, lo cual resulta esencial si se desea utilizar la información sobre los chimpancés para entender mejor la evolución de los rasgos de la personalidad humana.
Para hacer frente a las limitaciones de cada enfoque y obtener una mejor comprensión de la personalidad de los chimpancés, los autores desarrollaron una nueva escala de calificación de la personalidad que incorpora las ventajas de otros tipos de escalas. En general, el sistema cuenta con 41 descriptores conductuales, como audacia, celos, amigabilidad o avaricia, entre otros.
Diecisiete evaluadores que trabajan con chimpancés utilizaron la nueva escala para evaluar a 99 chimpancés del Michale E. Keeling Center for Comparative Medicine and Research de Texas.
Los individuos analizados tenían entre ocho y 48 años, y la mayoría de ellos habían sido criados en cautividad por sus madres. Además, casi todos habían vivido en las instalaciones del estudio durante al menos dos años. Para validar sus resultados, los científicos utilizaron datos del comportamiento de los chimpancés recopilados durante dos años.
Como se esperaba, los resultados mostraron que las calificaciones individuales de personalidad estaban relacionadas con diferencias reales en el comportamiento de los chimpancés. Asimismo, también se constató que los juicios sobre las personalidades de los chimpancés emitidos por sus propios cuidadores coincidían con la información arrojada por los datos.
Una nueva investigación, publicada en el American Journal of Primatology, señala la existencia de cinco rasgos universales de personalidad en estos animales: reactividad o desconfianza, dominio, sinceridad, extraversión y amabilidad. Además, podría existir un factor de personalidad más en esta especie: el ser más o menos metódico, pero este último rasgo aún precisa de más investigación, publica Eurekalert.
"La comprensión de la personalidad de los chimpancés tiene importantes implicaciones teóricas y prácticas", explica la autora principal del estudio, Hani Freeman, del Lester E. Fisher Center for the Study and Conservation of Apes del Lincoln Park Zoo de Chicago (EEUU).
"Desde un punto de vista académico, los hallazgos proporcionan información sobre la evolución de la personalidad. Desde un punto de vista práctico, los cuidadores de chimpancés en zoológicos u otros lugares podrán dedicar a éstos una atención más individualizada, basada en la personalidad de cada animal, con el fin de mejorar el bienestar de estos animales", añade Freeman. Por ejemplo, estos datos ayudarían a entender cómo se comportará cada individuo en diversas situaciones sociales.
Características del estudio
El estudio de la personalidad de los chimpancés no es nuevo, sin embargo, según los autores de la presente investigación, las herramientas empleadas hasta ahora para conocerla habían dejado sin respuesta diversas cuestiones clave.
"Algunas escalas de personalidad utilizadas para los chimpancés fueron diseñadas originariamente para otras especies. Estos enfoques son susceptibles de incluir características que no son relevantes para estos animales o de no incluir determinados aspectos que sí lo son", explica Freeman.
Además, impiden las comparaciones con los resultados de otros estudios y de otras especies, lo cual resulta esencial si se desea utilizar la información sobre los chimpancés para entender mejor la evolución de los rasgos de la personalidad humana.
Para hacer frente a las limitaciones de cada enfoque y obtener una mejor comprensión de la personalidad de los chimpancés, los autores desarrollaron una nueva escala de calificación de la personalidad que incorpora las ventajas de otros tipos de escalas. En general, el sistema cuenta con 41 descriptores conductuales, como audacia, celos, amigabilidad o avaricia, entre otros.
Diecisiete evaluadores que trabajan con chimpancés utilizaron la nueva escala para evaluar a 99 chimpancés del Michale E. Keeling Center for Comparative Medicine and Research de Texas.
Los individuos analizados tenían entre ocho y 48 años, y la mayoría de ellos habían sido criados en cautividad por sus madres. Además, casi todos habían vivido en las instalaciones del estudio durante al menos dos años. Para validar sus resultados, los científicos utilizaron datos del comportamiento de los chimpancés recopilados durante dos años.
Como se esperaba, los resultados mostraron que las calificaciones individuales de personalidad estaban relacionadas con diferencias reales en el comportamiento de los chimpancés. Asimismo, también se constató que los juicios sobre las personalidades de los chimpancés emitidos por sus propios cuidadores coincidían con la información arrojada por los datos.
Tres rasgos de personalidad en orangutanes
Durante el tiempo que la gente ha convivido con otros animales, se ha debatido mucho si algunos de éstos, al igual que nosotros, presentan rasgos de personalidad distintivos. Por ejemplo, muchas personas creen que los perros tienen personalidades únicas, como disposición al mal humor o a la pereza.
Más recientemente, la cuestión sobre la personalidad de los primates y, más concretamente de los chimpancés, ha emergido debido a la cercanía de éstos con nuestra propia especie: En un sentido físico, se ha demostrado que una simple duplicación genética fue la que nos diferenció de los chimpancés hace 2,4 millones de años y que ambas especies se cruzaron durante cuatro millones de años. Pero, además, otros estudios han constatado que estos animales comparten con los humanos incluso el sentido de la justicia.
En 2012, científicos de centros universitarios de Tokyo, Reino Unido y EEUU publicaron en la revista Animal Behavior los resultados de una investigación situada en la misma línea que la de Hani Freeman. En este caso, los investigadores analizaron la personalidad de diversos tipos de simios. Este otro estudio reveló que estos animales muestran diferentes rasgos de personalidad, y que los chimpancés en particular presentan rasgos casi idénticos a los de nuestra especie en este sentido.
Para alcanzar sus conclusiones, los investigadores enviaron en este caso un amplio cuestionario a 230 voluntarios de parques zoológicos y centros de investigación de varios países, en la que se les pedía que evaluaran casi 50 rasgos de personalidad, en una escala de uno a siete, informó hace un año Physorg. Los "calificadores" tuvieron que observar a chimpancés y monos en acción. Sus evaluaciones fueron posteriormente enviadas al equipo de investigación y sometidas a diversos análisis estadísticos para eliminar posibles sesgos.
Los resultados obtenidos mostraron similitudes con los arrojados por el estudio de Freeman: que los chimpancés presentan cinco rasgos de personalidad bien definidos. Los orangutanes, en cambio, parecen tener sólo tres. A raíz de todos estos hallazgos, los científicos afirmaron entonces que quedaba demostrado que los chimpancés tenían distintas personalidades, y que éstas eran muy similares a las nuestras.
Otras sorpresas y sus implicaciones
En los últimos años, los resultados de diversos estudios parecen poner en duda el concepto de “lo exclusivamente humano”. En 2003, una investigación señaló que los monos capuchinos tienen sentido de la justicia, al igual que los chimpancés del estudio antes mencionado.
Además, otro estudio de 2010 sugirió que los macacos podrían tener auto-conciencia y otro más del mismo año demostró que los chimpancés sienten la muerte de manera similar a los individuos de nuestra especie. En 2013, se constató asimismo que los chimpancés meditan sobre sus propios conocimientos y que entre ballenas y monos también se da la transmisión cultural.
Por todo, no es de extrañar que algunos especialistas, como la psicóloga Joëlle Proust, especializada en conocimiento animal, hayan defendido que se deberían redefinir los derechos de los animales, así como nuestras relaciones con las especies llamadas “inferiores”.
Durante el tiempo que la gente ha convivido con otros animales, se ha debatido mucho si algunos de éstos, al igual que nosotros, presentan rasgos de personalidad distintivos. Por ejemplo, muchas personas creen que los perros tienen personalidades únicas, como disposición al mal humor o a la pereza.
Más recientemente, la cuestión sobre la personalidad de los primates y, más concretamente de los chimpancés, ha emergido debido a la cercanía de éstos con nuestra propia especie: En un sentido físico, se ha demostrado que una simple duplicación genética fue la que nos diferenció de los chimpancés hace 2,4 millones de años y que ambas especies se cruzaron durante cuatro millones de años. Pero, además, otros estudios han constatado que estos animales comparten con los humanos incluso el sentido de la justicia.
En 2012, científicos de centros universitarios de Tokyo, Reino Unido y EEUU publicaron en la revista Animal Behavior los resultados de una investigación situada en la misma línea que la de Hani Freeman. En este caso, los investigadores analizaron la personalidad de diversos tipos de simios. Este otro estudio reveló que estos animales muestran diferentes rasgos de personalidad, y que los chimpancés en particular presentan rasgos casi idénticos a los de nuestra especie en este sentido.
Para alcanzar sus conclusiones, los investigadores enviaron en este caso un amplio cuestionario a 230 voluntarios de parques zoológicos y centros de investigación de varios países, en la que se les pedía que evaluaran casi 50 rasgos de personalidad, en una escala de uno a siete, informó hace un año Physorg. Los "calificadores" tuvieron que observar a chimpancés y monos en acción. Sus evaluaciones fueron posteriormente enviadas al equipo de investigación y sometidas a diversos análisis estadísticos para eliminar posibles sesgos.
Los resultados obtenidos mostraron similitudes con los arrojados por el estudio de Freeman: que los chimpancés presentan cinco rasgos de personalidad bien definidos. Los orangutanes, en cambio, parecen tener sólo tres. A raíz de todos estos hallazgos, los científicos afirmaron entonces que quedaba demostrado que los chimpancés tenían distintas personalidades, y que éstas eran muy similares a las nuestras.
Otras sorpresas y sus implicaciones
En los últimos años, los resultados de diversos estudios parecen poner en duda el concepto de “lo exclusivamente humano”. En 2003, una investigación señaló que los monos capuchinos tienen sentido de la justicia, al igual que los chimpancés del estudio antes mencionado.
Además, otro estudio de 2010 sugirió que los macacos podrían tener auto-conciencia y otro más del mismo año demostró que los chimpancés sienten la muerte de manera similar a los individuos de nuestra especie. En 2013, se constató asimismo que los chimpancés meditan sobre sus propios conocimientos y que entre ballenas y monos también se da la transmisión cultural.
Por todo, no es de extrañar que algunos especialistas, como la psicóloga Joëlle Proust, especializada en conocimiento animal, hayan defendido que se deberían redefinir los derechos de los animales, así como nuestras relaciones con las especies llamadas “inferiores”.
Referencias bibliográficas:
Hani D. Freeman, Sarah F. Brosnan, Lydia M. Hopper, Susan P. Lambeth, Steven J. Schapiro, Samuel D. Gosling. Developing a Comprehensive and Comparative Questionnaire for Measuring Personality in Chimpanzees Using a Simultaneous Top-Down/Bottom-Up Design. American Journal of Primatology (2013). DOI: 10.1002/ajp.22168.
Alexander Weissa, Miho Inoue-Murayamab, James E. Kingc, Mark James Adamsa, Tetsuro Matsuzawad. All too human? Chimpanzee and orang-utan personalities are not anthropomorphic projections. Animal Behavior (2012). DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.anbehav.2012.02.024.
Hani D. Freeman, Sarah F. Brosnan, Lydia M. Hopper, Susan P. Lambeth, Steven J. Schapiro, Samuel D. Gosling. Developing a Comprehensive and Comparative Questionnaire for Measuring Personality in Chimpanzees Using a Simultaneous Top-Down/Bottom-Up Design. American Journal of Primatology (2013). DOI: 10.1002/ajp.22168.
Alexander Weissa, Miho Inoue-Murayamab, James E. Kingc, Mark James Adamsa, Tetsuro Matsuzawad. All too human? Chimpanzee and orang-utan personalities are not anthropomorphic projections. Animal Behavior (2012). DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.anbehav.2012.02.024.