Investigadores de psicología de Universidad de York (Reino Unido) han realizado un estudio que revela que cuando miramos a otro a la cara evaluamos en cuestión de 100 milisegundos rasgos faciales como la forma de la mandíbula, la boca, los ojos o los pómulos para hacernos una primera impresión de esa persona.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista PNAS, señala que con esa ojeada rápida de los rasgos faciales del otro se valoran cuestiones sociales como la honradez, la autoridad o el atractivo.
El equipo dirigido por Tom Hartley ha querido indagar como se forman estas impresiones y, para ello, han estudiado las características físicas de 1.000 imágenes faciales muy variables. Además, cada cara fue también analizada por evaluadores independientes que valoraron los rasgos sociales, informa la plataforma Sinc.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista PNAS, señala que con esa ojeada rápida de los rasgos faciales del otro se valoran cuestiones sociales como la honradez, la autoridad o el atractivo.
El equipo dirigido por Tom Hartley ha querido indagar como se forman estas impresiones y, para ello, han estudiado las características físicas de 1.000 imágenes faciales muy variables. Además, cada cara fue también analizada por evaluadores independientes que valoraron los rasgos sociales, informa la plataforma Sinc.
Accesibilidad y atractivo
Combinando la información de 65 atributos físicos, como el ancho de la ceja, el área de la boca, y la posición del pómulo, los autores construyeron un modelo que explica el 58% de la variación de las primeras impresiones basada solo en atributos físicos.
Por ejemplo, la zona de la boca y su forma fueron vinculadas a la accesibilidad, mientras que las de los ojos se asociaban con el atractivo.
Con el objetivo de revertir el proceso, los investigadores crearon un modelo para generar caras simuladas de dibujos animados que produjeron impresiones específicas y predecibles en los observadores.
Los resultados del trabajo indican que las características físicas definidas objetivamente pueden ser la base de las impresiones sociales, según los autores.
Combinando la información de 65 atributos físicos, como el ancho de la ceja, el área de la boca, y la posición del pómulo, los autores construyeron un modelo que explica el 58% de la variación de las primeras impresiones basada solo en atributos físicos.
Por ejemplo, la zona de la boca y su forma fueron vinculadas a la accesibilidad, mientras que las de los ojos se asociaban con el atractivo.
Con el objetivo de revertir el proceso, los investigadores crearon un modelo para generar caras simuladas de dibujos animados que produjeron impresiones específicas y predecibles en los observadores.
Los resultados del trabajo indican que las características físicas definidas objetivamente pueden ser la base de las impresiones sociales, según los autores.
Referencia bibliográfica:
Richard J. W. Vernon, Clare A. M. Sutherland, Andrew W. Young, Tom Hartley. Modeling first impressions from highly variable facial images. PNAS (2014). DOI: 10.1073/pnas.1409860111/-/DCSupplemental.
Richard J. W. Vernon, Clare A. M. Sutherland, Andrew W. Young, Tom Hartley. Modeling first impressions from highly variable facial images. PNAS (2014). DOI: 10.1073/pnas.1409860111/-/DCSupplemental.