Fragmento del papiro. Imagen: Karen L. King. Fuente: Universidad de Harvard.
Cuatro palabras encontradas en el fragmento de un papiro hasta ahora desconocido podrían constituir una evidencia de que los primeros cristianos creían que Jesús estuvo casado.
Esto es lo que ha dicho Karen King, profesora de la Harvard Divinity School de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, en el X Congreso International de Estudios Coptos celebrado en Roma entre los pasados días 17 y 22 de septiembre.
King anunció en dicho congreso la existencia de un texto antiguo, en el que se recoge la siguiente frase: “Jesús les dijo, mi mujer”.
Esta frase, escrita en copto, la lengua de los cristianos egipcios, fue encontrada en un fragmento de papiro de alrededor de cuatro por 7,5 centímetros, informa la Universidad de Harvard en un comunicado.
Ocho líneas incompletas
Una de las caras del fragmento contiene ocho líneas incompletas de escritura a mano, mientras que la otra está muy deteriorada. En ella, la tinta está tan descolorida que solo son visibles tres palabras y unas cuantas letras separadas, incluso tras aplicar la fotografía infrarroja o la optimización computacional de imágenes.
A pesar de su tamaño diminuto y de su mal estado, el fragmento ilumina temas como la familia, el discipulado y el matrimonio de los antiguos cristianos, asegura King.
La investigadora y su colaboradora, la profesora de religión de la Universidad de Princeton, AnneMarie Luijendijk, creen, además, que el fragmento es parte de un evangelio recién descubierto.
Los resultados de su análisis saldrán publicados el próximo mes de enero en la revista Harvard Theological Review pero, de momento, ya ha aparecido un borrador preliminar del documento que incluye preguntas y respuestas sobre el significado del hallazgo, así como imágenes.
Esto es lo que ha dicho Karen King, profesora de la Harvard Divinity School de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, en el X Congreso International de Estudios Coptos celebrado en Roma entre los pasados días 17 y 22 de septiembre.
King anunció en dicho congreso la existencia de un texto antiguo, en el que se recoge la siguiente frase: “Jesús les dijo, mi mujer”.
Esta frase, escrita en copto, la lengua de los cristianos egipcios, fue encontrada en un fragmento de papiro de alrededor de cuatro por 7,5 centímetros, informa la Universidad de Harvard en un comunicado.
Ocho líneas incompletas
Una de las caras del fragmento contiene ocho líneas incompletas de escritura a mano, mientras que la otra está muy deteriorada. En ella, la tinta está tan descolorida que solo son visibles tres palabras y unas cuantas letras separadas, incluso tras aplicar la fotografía infrarroja o la optimización computacional de imágenes.
A pesar de su tamaño diminuto y de su mal estado, el fragmento ilumina temas como la familia, el discipulado y el matrimonio de los antiguos cristianos, asegura King.
La investigadora y su colaboradora, la profesora de religión de la Universidad de Princeton, AnneMarie Luijendijk, creen, además, que el fragmento es parte de un evangelio recién descubierto.
Los resultados de su análisis saldrán publicados el próximo mes de enero en la revista Harvard Theological Review pero, de momento, ya ha aparecido un borrador preliminar del documento que incluye preguntas y respuestas sobre el significado del hallazgo, así como imágenes.
La historia del hallazgo
Poco se sabe sobre la procedencia de este fragmento, pero se cree que tendría un origen egipcio, dado que está escrito en copto, que es la forma del idioma egipcio con la que se comunicaban los cristianos durante el periodo del imperio romano.
Por otro lado, Luijendijk sugiere que "un fragmento tan dañado probablemente proceda de un montón de restos antiguos, al igual que los primeros restos del Nuevo Testamento”. Dado que está escrito en ambos lados, el fragmento debió pertenecer a un libro o códice, añade la investigadora.
El fragmento es propiedad de un coleccionista anónimo y privado que contactó con King para solicitarle ayuda en su traducción y análisis. Este coleccionista también proporcionó a King una carta de la década de los 80, en la que se indicaba que el profesor Gerhard Fecht, de la facultad de egiptología de la Universidad Libre de Berlín, creía que dicho fragmento constituía una evidencia de un posible matrimonio de Jesús.
Inicialmente, King se mostró reacia a creer en la autenticidad del papiro, y dijo no estar interesada. Como el coleccionista insistió, finalmente ambos se reunieron en Harvard en 2011. Los análisis realizados a partir de entonces revelaron una probable autenticidad del fragmento.
A pesar de eso, varios expertos realizarán nuevos exámenes más exhaustivos del fragmento del papiro, en especial de la composición química de su tinta, para confirmar dicha autenticidad.
Poco se sabe sobre la procedencia de este fragmento, pero se cree que tendría un origen egipcio, dado que está escrito en copto, que es la forma del idioma egipcio con la que se comunicaban los cristianos durante el periodo del imperio romano.
Por otro lado, Luijendijk sugiere que "un fragmento tan dañado probablemente proceda de un montón de restos antiguos, al igual que los primeros restos del Nuevo Testamento”. Dado que está escrito en ambos lados, el fragmento debió pertenecer a un libro o códice, añade la investigadora.
El fragmento es propiedad de un coleccionista anónimo y privado que contactó con King para solicitarle ayuda en su traducción y análisis. Este coleccionista también proporcionó a King una carta de la década de los 80, en la que se indicaba que el profesor Gerhard Fecht, de la facultad de egiptología de la Universidad Libre de Berlín, creía que dicho fragmento constituía una evidencia de un posible matrimonio de Jesús.
Inicialmente, King se mostró reacia a creer en la autenticidad del papiro, y dijo no estar interesada. Como el coleccionista insistió, finalmente ambos se reunieron en Harvard en 2011. Los análisis realizados a partir de entonces revelaron una probable autenticidad del fragmento.
A pesar de eso, varios expertos realizarán nuevos exámenes más exhaustivos del fragmento del papiro, en especial de la composición química de su tinta, para confirmar dicha autenticidad.