Una investigación ha descubierto que las temperaturas locales determinan en gran parte que la gente crea o niegue el cambio climático, informa la Universidad de Oxford en un comunicado.
El estudio, publicado en PNAS, se basó en habitantes de Estados Unidos y constató que su creencia en el calentamiento global tiene relación con la frecuencia de registros de temperatura en sus respectivas localidades.
La investigación, desarrollada por las universidades de Boston, Washington, Utah y Oxford, concluye que muchos estadounidenses sólo perciben el calentamiento global como un fenómeno mundial si han experimentado la escalada de la temperatura en su localidad.
La creencia en el cambio climático global parece depender de que las personas hayan experimentado temperaturas récord de calor en su entorno, al mismo tiempo que la experiencia de padecer frío extremo puede influir en la negación cultural del cambio climático, dicen los autores.
La investigación constató que variaciones locales en el clima de Estados Unidos llevan a algunas personas a experimentar frío en algunos momentos del año, a pesar de que el calentamiento global está ocurriendo. En consecuencia, las personas que pasan más frío en su entorno tienen menos probabilidades de aceptar el calentamiento global, descubrió esta investigación.
Lo descubrieron analizando por un lado la temperatura local de diferentes regiones del país, tanto las regiones que experimentan picos de calor como de frío, y por otro lado los datos de una encuesta nacional realizada entre 2008 y 2013 sobre la percepción del cambio climático.
El estudio, publicado en PNAS, se basó en habitantes de Estados Unidos y constató que su creencia en el calentamiento global tiene relación con la frecuencia de registros de temperatura en sus respectivas localidades.
La investigación, desarrollada por las universidades de Boston, Washington, Utah y Oxford, concluye que muchos estadounidenses sólo perciben el calentamiento global como un fenómeno mundial si han experimentado la escalada de la temperatura en su localidad.
La creencia en el cambio climático global parece depender de que las personas hayan experimentado temperaturas récord de calor en su entorno, al mismo tiempo que la experiencia de padecer frío extremo puede influir en la negación cultural del cambio climático, dicen los autores.
La investigación constató que variaciones locales en el clima de Estados Unidos llevan a algunas personas a experimentar frío en algunos momentos del año, a pesar de que el calentamiento global está ocurriendo. En consecuencia, las personas que pasan más frío en su entorno tienen menos probabilidades de aceptar el calentamiento global, descubrió esta investigación.
Lo descubrieron analizando por un lado la temperatura local de diferentes regiones del país, tanto las regiones que experimentan picos de calor como de frío, y por otro lado los datos de una encuesta nacional realizada entre 2008 y 2013 sobre la percepción del cambio climático.
Pasar frío o calor influye
Los registros señalan que el clima se ha calentado especialmente a lo largo de las costas occidental y oriental de Estados Unidos y de la encuesta se deduce que en estas zonas gran parte de la población es consciente de que la Tierra se está calentando.
En las zonas meridionales del país, sin embargo, donde los picos de temperaturas frías han sido más recientes, son escasas las personas que aceptan que la Tierra está en un proceso de calentamiento global, independientemente del nivel social de los encuestados y de su edad.
También comprobó la investigación que las temperaturas extremas de frío de los últimos cinco años incluso cambiaron la percepción del calentamiento global en muchos ciudadanos, hacia posiciones escépticas sobre el cambio climático.
Los científicos atribuyen esta percepción social a que la información que se difunde sobre el calentamiento global sólo señala los datos globales, ignorando variables locales del clima que son las que llevan a muchas personas a tomarlas como referencia para dudar de los datos globales.
Por eso en las regiones donde se registran temperaturas extremas de frío, son mayoría las personas que dudan de que realmente se pueda hablar de calentamiento del planeta.
En estas circunstancias, las personas se forman una opinión sobre el clima a partir de sus propias impresiones y no en las evidencias científicas.
La investigación sugiere posibles fórmulas para comunicar los cambios climáticos a la población. En primer lugar, diferenciar bien las informaciones relativas al tiempo, las relativas a las temperaturas de las diferentes estaciones del año y las noticias sobre el clima, que siempre son a más largo plazo (temperaturas de un período de entre 25 y 30 años).
Hacer entender al gran público la diferencia fundamental que existe entre la información del tiempo (del día a día) con la del clima (a largo plazo) puede ayudar a los científicos a explicar mejor lo que está pasando con el clima del planeta, concluyen los investigadores.
Los registros señalan que el clima se ha calentado especialmente a lo largo de las costas occidental y oriental de Estados Unidos y de la encuesta se deduce que en estas zonas gran parte de la población es consciente de que la Tierra se está calentando.
En las zonas meridionales del país, sin embargo, donde los picos de temperaturas frías han sido más recientes, son escasas las personas que aceptan que la Tierra está en un proceso de calentamiento global, independientemente del nivel social de los encuestados y de su edad.
También comprobó la investigación que las temperaturas extremas de frío de los últimos cinco años incluso cambiaron la percepción del calentamiento global en muchos ciudadanos, hacia posiciones escépticas sobre el cambio climático.
Los científicos atribuyen esta percepción social a que la información que se difunde sobre el calentamiento global sólo señala los datos globales, ignorando variables locales del clima que son las que llevan a muchas personas a tomarlas como referencia para dudar de los datos globales.
Por eso en las regiones donde se registran temperaturas extremas de frío, son mayoría las personas que dudan de que realmente se pueda hablar de calentamiento del planeta.
En estas circunstancias, las personas se forman una opinión sobre el clima a partir de sus propias impresiones y no en las evidencias científicas.
La investigación sugiere posibles fórmulas para comunicar los cambios climáticos a la población. En primer lugar, diferenciar bien las informaciones relativas al tiempo, las relativas a las temperaturas de las diferentes estaciones del año y las noticias sobre el clima, que siempre son a más largo plazo (temperaturas de un período de entre 25 y 30 años).
Hacer entender al gran público la diferencia fundamental que existe entre la información del tiempo (del día a día) con la del clima (a largo plazo) puede ayudar a los científicos a explicar mejor lo que está pasando con el clima del planeta, concluyen los investigadores.
Referencia
Spatial heterogeneity of climate change as an experiential basis for skepticism. PNAS, vol. 114 no. 1 Robert K. Kaufmann, 67–71. doi: 10.1073/pnas.1607032113
Spatial heterogeneity of climate change as an experiential basis for skepticism. PNAS, vol. 114 no. 1 Robert K. Kaufmann, 67–71. doi: 10.1073/pnas.1607032113