Thomas Lindblad y José Chilo, creadores de la nariz electrónica. Fuente: KTH.
György Horvath, oncólogo de la Sahlgrenska Academy de la Universidad de Gotemburgo, en colaboración con investigadores de la Universidad de Gävle y del Instituto de Tecnología KTH Royal ha conseguido demostrar tecnológicamente que los tejidos cancerígenos y los tejidos sanos huelen diferente, usando una nariz electrónica.
En una investigación anterior, Horvath había usado perros entrenados para demostrar, en concreto, que el cáncer de ovarios emite una esencia específica. Los perros emplearon dicha esencia para distinguir entre tejidos con cáncer ovárico y tejido abdominal corriente y sano. Los canes también pudieron distinguir otros cánceres ginecológicos.
El descubrimiento de que la sangre de las pacientes con cáncer ovárico presenta un mismo olor específico se hizo público en la revista especializada BMC Cancer, el pasado mes de noviembre.
Detección exacta
Horvath y los profesores Thomas Lindblad, del KTH, y Jose Chilo, de la Universidad de Gävle, consiguieron resultados similares a los obtenidos con los perros en una segunda prueba, en la que utilizaron una nariz electrónica desarrollada por Lindblad y Chilo, para detectar los olores del cáncer.
Según publica el KTH, esta nariz electrónica tiene un olfato los suficientemente fino como para detectar, además del cáncer, el momento en que las uvas están maduras en las vides y ya se pueden recolectar, las diferencias entre carne de cerdo y carne de vaca; el olor de explosivos, medicamentos o comida descompuesta e, incluso, el momento en el que el vino contenido en una botella abierta comienza a estropearse.
Los investigadores afirman que esta nariz electrónica resulta especialmente interesante porque produce mejores resultados que otras tecnologías similares presentes en empresas y universidades.
En lo que respecta a la detección del cáncer, gracias a la exactitud del dispositivo, los científicos consiguieron establecer la distinción entre muestras de tejidos enfermos y sanos en entre el 88 y el 92% de los casos presentados.
Según Lindblad, si se dobla el número de sensores que actualmente contiene la nariz electrónica, esta exactitud podría alcanzar el 95%.
En una investigación anterior, Horvath había usado perros entrenados para demostrar, en concreto, que el cáncer de ovarios emite una esencia específica. Los perros emplearon dicha esencia para distinguir entre tejidos con cáncer ovárico y tejido abdominal corriente y sano. Los canes también pudieron distinguir otros cánceres ginecológicos.
El descubrimiento de que la sangre de las pacientes con cáncer ovárico presenta un mismo olor específico se hizo público en la revista especializada BMC Cancer, el pasado mes de noviembre.
Detección exacta
Horvath y los profesores Thomas Lindblad, del KTH, y Jose Chilo, de la Universidad de Gävle, consiguieron resultados similares a los obtenidos con los perros en una segunda prueba, en la que utilizaron una nariz electrónica desarrollada por Lindblad y Chilo, para detectar los olores del cáncer.
Según publica el KTH, esta nariz electrónica tiene un olfato los suficientemente fino como para detectar, además del cáncer, el momento en que las uvas están maduras en las vides y ya se pueden recolectar, las diferencias entre carne de cerdo y carne de vaca; el olor de explosivos, medicamentos o comida descompuesta e, incluso, el momento en el que el vino contenido en una botella abierta comienza a estropearse.
Los investigadores afirman que esta nariz electrónica resulta especialmente interesante porque produce mejores resultados que otras tecnologías similares presentes en empresas y universidades.
En lo que respecta a la detección del cáncer, gracias a la exactitud del dispositivo, los científicos consiguieron establecer la distinción entre muestras de tejidos enfermos y sanos en entre el 88 y el 92% de los casos presentados.
Según Lindblad, si se dobla el número de sensores que actualmente contiene la nariz electrónica, esta exactitud podría alcanzar el 95%.
Aspecto de la nariz electrónica. Fuente: KTH.
Diagnóstico rápido
Los investigadores detectaron y registraron, concretamente, la esencia (señales olfativas volátiles) de una forma de cáncer ovárico, así como de una trompa de Falopio sana y de un músculo sano del vientre, publica la Academia Sahlgrenska en un comunicado.
Las diferencias entre los diferentes olores fueron comparadas utilizando algoritmos específicos.
La confirmación técnica de que existen esencias específicas vinculadas al cáncer podría tener importantes implicaciones, ya que supondría que se pueden usar métodos de detección
específicos y suficientemente sensibles, cuya utilización podría salvar cientos de vidas.
Además de su exactitud, esta nariz electrónica presenta otras ventajas. Con ella, se pueden hacer pruebas de diagnóstico del cáncer muy rápidas, de alrededor de 20 segundos, explican los científicos.
Por último, el precio de la tecnología es bajo, de alrededor de una décima del precio actual de otros equipos utilizados para realizar diagnósticos del cáncer, como la cromatografía de gases.
Llegar a tiempo
Ahora, los científicos están probando un detector electrónico de esencias más sensible, cuya estructura básica es la misma de la nariz electrónica mencionada. A esta estructura se han añadido nuevos componentes para aumentar la sensibilidad y la capacidad de detección.
Según Horvath: “nuestro objetivo es ser capaces de analizar muestras de sangre de mujeres aparentemente sanas para detectar el cáncer de ovario que puedan padecer en un estadio inicial, en el que aún puede ser curado”.
En la revista Future Oncology, en la que los científicos han publicado los resultados de las pruebas realizadas hasta ahora con la nariz electrónica, se explica que muchos cánceres son detectados demasiado tarde, lo que provoca una alta tasa de mortalidad.
Por esa razón, resulta crucial desarrollar métodos baratos y simples de diagnóstico precoz. La mayoría de los tumores de ovario resultan benignos, particularmente en las mujeres jóvenes, pero si son malignos suelen ser detectados sólo cuando alcanzan un tamaño lo suficientemente grande como para causar síntomas.
Por eso, el cáncer de ovario se detecta a menudo demasiado tarde, con la consecuente peligrosidad para la vida de las que lo padecen.
Los investigadores detectaron y registraron, concretamente, la esencia (señales olfativas volátiles) de una forma de cáncer ovárico, así como de una trompa de Falopio sana y de un músculo sano del vientre, publica la Academia Sahlgrenska en un comunicado.
Las diferencias entre los diferentes olores fueron comparadas utilizando algoritmos específicos.
La confirmación técnica de que existen esencias específicas vinculadas al cáncer podría tener importantes implicaciones, ya que supondría que se pueden usar métodos de detección
específicos y suficientemente sensibles, cuya utilización podría salvar cientos de vidas.
Además de su exactitud, esta nariz electrónica presenta otras ventajas. Con ella, se pueden hacer pruebas de diagnóstico del cáncer muy rápidas, de alrededor de 20 segundos, explican los científicos.
Por último, el precio de la tecnología es bajo, de alrededor de una décima del precio actual de otros equipos utilizados para realizar diagnósticos del cáncer, como la cromatografía de gases.
Llegar a tiempo
Ahora, los científicos están probando un detector electrónico de esencias más sensible, cuya estructura básica es la misma de la nariz electrónica mencionada. A esta estructura se han añadido nuevos componentes para aumentar la sensibilidad y la capacidad de detección.
Según Horvath: “nuestro objetivo es ser capaces de analizar muestras de sangre de mujeres aparentemente sanas para detectar el cáncer de ovario que puedan padecer en un estadio inicial, en el que aún puede ser curado”.
En la revista Future Oncology, en la que los científicos han publicado los resultados de las pruebas realizadas hasta ahora con la nariz electrónica, se explica que muchos cánceres son detectados demasiado tarde, lo que provoca una alta tasa de mortalidad.
Por esa razón, resulta crucial desarrollar métodos baratos y simples de diagnóstico precoz. La mayoría de los tumores de ovario resultan benignos, particularmente en las mujeres jóvenes, pero si son malignos suelen ser detectados sólo cuando alcanzan un tamaño lo suficientemente grande como para causar síntomas.
Por eso, el cáncer de ovario se detecta a menudo demasiado tarde, con la consecuente peligrosidad para la vida de las que lo padecen.