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Confirman que existe una predisposición genética a los trastornos de ansiedad

Dos polimorfismos genéticos aparecen vinculados a la susceptibilidad ante el miedo y a la incapacidad de superarlo


Un experimento llevado a cabo por científicos suecos y alemanes con casi 50 voluntarios ha demostrado que dos polimorfismos genéticos tendrían un efecto en la manera en que los humanos aprendemos el miedo y después lo superamos. Los polimorfismos son variaciones en la secuencia de un lugar determinado del ADN que pueden relacionarse con la susceptibilidad a enfermedades comunes. Los polimorfismos de dos genes: el gen transportador de serotonina y el gen COMT, afectarían en concreto a nuestra capacidad de gestionar el temor y, por tanto, demostrarían que existe una predisposición genética a los trastornos de ansiedad en algunos individuos. Por Yaiza Martínez.


14/03/2009

El Grito de Eduard Munch.
El Grito de Eduard Munch.
Un estudio realizado por científicos suecos y alemanes sugiere que existiría una predisposición genética a los trastornos de ansiedad en algunos individuos. A través de un experimento llevado a cabo con casi 50 voluntarios, se ha descubierto que dos polimorfismos genéticos tienen un efecto directo en la manera en que los humanos aprendemos el miedo y después lo superamos.

Para llegar a esta conclusión, la psicóloga Tina B. Lonsford y sus colaboradores del Instituto Karolinska, en Suecia, y de la Universidad de Greifswald, en Alemania, analizaron en primer lugar los polimorfismos genéticos de dos genes concretos.

Estos polimorfismos son las variaciones en la secuencia de un lugar determinado del ADN entre individuos de una población, y dan lugar a cambios en la forma en que un gen particular funciona y, por tanto, pueden relacionarse con la susceptibilidad a enfermedades comunes. Pero también pueden asociarse con otras características, como la forma en que el miedo es aprendido y cómo éste es vencido posteriormente, según se desprende de esta investigación.

Se cree que muchos síntomas de los trastornos de ansiedad son aprendidos, e investigaciones anteriores realizadas utilizando el método del condicionamiento de miedo pauloviano (por el que se aprende a temer un determinado estímulo), han demostrado que los individuos diagnosticados con trastornos de ansiedad aprenden más rápidamente a temer a un estímulo y luego tienen más dificultades que otras personas para superar el miedo adquirido. Es decir, se ha supuesto que habría una predisposición genética previa en nuestra forma de gestionar el temor.

A nivel cerebral también está determinada desde hace tiempo la “biología” del miedo. Según explican los investigadores en un artículo publicado por Psychological Science, se sabe que la amígdala (región del cerebro situada en la profundidad de los lóbulos temporales) es la estructura central de adquisición del miedo, mientras que las áreas corticales prefrontales son las responsables de su extinción.

Neurotransmisores condicionados

Para descifrar el papel de la genética en el miedo, tal como explica la Association for Psychological Science (aps) en un comunicado, los investigadores suecos y alemanes se centraron en los polimorfismos que presentan dos genes que se cree juegan un papel en los trastornos de ansiedad: el gen transportador de serotonina y el gen COMT (gen de la proteína catecol-O-metiltransferasa).

La serotonina es un neurotransmisor (biomolécula que permite la transmisión de información entre las neuronas) relacionado con la regulación de nuestro estado de ánimo.

El transportador de serotonina es el objetivo de los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI) (antidepresivos que se utilizan para tratar la ansiedad y la depresión), y es también un gen que alberga un polimorfismo común. Este polimorfismo puede aparecer en dos versiones diferentes que difieren en su extensión: la versión más corta del gen (que supone una menor generación de serotonina) se relaciona con un grado más alto de neurosis y de ansiedad.

Por su parte, la enzima COMT está vinculada con la descomposición de la dopamina (otro neurotransmisor), una sustancia esencial para el aprendizaje, la motivación y la búsqueda de recompensa.

Un polimorfismo específico en este gen genera mayores niveles de dopamina extracelular en la corteza prefrontal del cerebro, lo que ayuda a la llamada memoria de trabajo (memoria temporal “en línea” que los humanos utilizamos en ciertas tareas y para resolver ciertos problemas), pero también propicia altos niveles de ansiedad.

Experimento con descargas eléctricas

En el experimento realizado para comprobar los efectos y las implicaciones de estos polimorfismos genéticos en el miedo humano, cuarenta y ocho voluntarios fueron sometidos al método de condicionamiento de miedo pauloviano.

A los participantes se les mostró una imagen (A) e, inmediatamente después, se les aplicó una leve descarga eléctrica. También se les mostró otra imagen (B) sin descarga eléctrica asociada.

Así, los voluntarios aprendieron durante el experimento a temer la imagen A, tal y como se evaluó por sus respuestas fisiológicas.

Posteriormente, para probar si este aprendizaje del miedo podía ser superado, los participantes volvieron al laboratorio al día siguiente. De nuevo, se les mostraron las mismas imágenes, pero no se les aplicó descarga eléctrica alguna. Si sus respuestas fisiológicas al miedo habían desaparecido, eso significaba que habían superado el temor.

Por otro lado, a todos los participantes se les tomaron muestras de sangre y se analizaron las variantes genéticas de los dos polimorfismos estudiados en cada uno de ellos.

Resultados

Los resultados mostraron que, mientras que los participantes con una versión más corta del gen transportador de serotonina desarrollaron una respuesta fisiológica muy fuerte a la imagen A (sintieron más miedo), los voluntarios con una versión más larga en este gen no presentaron una respuesta fisiológica tan fuerte (sintieron menos miedo).

La variación del gen de la enzima COMT fue por su parte asociada con la extinción del miedo: los voluntarios con este polimorfismo fueron capaces de superar muy rápidamente sus temores, mientras que los voluntarios con la otra variante no pudieron hacerlo.

Según los científicos, estos hallazgos tendrían interesantes implicaciones para la comprensión de las interacciones entre genes y entorno en el desarrollo y el tratamiento de los trastornos de ansiedad.

Asimismo, sugieren que individuos con polimorfismos específicos podrían ser más susceptibles a los trastornos de ansiedad siendo más propensos a tener miedo y menos capaces de superar los temores adquiridos.



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1.Publicado por Jorge el 22/06/2009 19:04
y si es verdad ? que hacemos con los psicologos ? les hacemos juicio ?

2.Publicado por Dr. Luis Antonio Zambrano Zambrano el 13/03/2013 01:35
Es verdad que todas las patologías en el sistema nervioso central (hablando específicamente de este)tienen en un porcentaje determinado su etología genética, pero creo que se esta centrando demasiado la atención en esta etiología. Cuando hay otras etologías que ha mi juicio tienen más importancia como: los eventos durante el embarazo, los eventos durante el parto ya sea por via vaginal o abdominal, delos cuales realizare un breve análisis:
1- la naturaleza es tan sabia, que no creo que tenga tantos errores para que de tan alto porcentaje de trastornos neuro- psicológicos, en todo el mundo, principalmente en todos los países primermundistas, donde supuesta mente hay mejores servicios de atención médica, empezando desde el autismo, trastornos bipolares, bajo indice de coeficiente intelectual, manías, ansiedad, esquizofrenia, etc., si no que tienen su origen en patologías que ocurren principalmente en el primer trimestre del embarazo, y de estas las que más importancia tienen son las infecciones virales, incluso el resfriado común, , el cual va a tener más repercusión de acuerdo al estado de las defensas del huésped, y más grave aun si estas patologías cursan con cuadro febril, todas las infecciones virales, que repercuten en el estado general de la paciente, y más aun las que cursan con fiebre principalmente, y en segundo orden con cefalalgia, ocurridas en el primer trimestre del embarazo principalmente, causan lesiones cerebrales en el feto, y esta principalmente micro hemorragias, que se pueden localizar a diferente nivel, variando en su numero, y de acuerdo a esto es el daño cerebral y sus manifestaciones en el neo nato, primera infancia, segunda infancia, adultos, por lo que sugiero se realicen estudio evaluando las circunstancias durante el embarazo, parto, calificación del neo nato en el momento del nacimiento,seguimiento hasta la edad adulta, para tomar los correctivos necesarios.
2. el parto vaginal o por cesárea, bien realizados y habiendo tomado las decisiones correctas de si se permite el parto vaginal o abdominal (por cesárea), son inofensivos para la madre y el recién nacido, mejor es realizar una cesárea, que permitir un parto vaginal difícil, con distocia de presentación u otras, pelvis limite, ya que el daño que ocurre en la madre que no lo analizaremos ahora, y en el feto, repercutirán el resto de la vida en este, sus familiares la sociedad y los gobiernos el resto de la vida, ya que es aquí donde se producen micro hemorragias cerebrales a diferentes niveles y de acuerdo a esto sus manifestaciones en la infancia o de adulto, y que para evitar esto no se debe permitir vacilar en tomar la decisión de realizar una operación cesárea la cual es totalmente inofensiva si se la realiza adecuadamente, me parece extremadamente fuera de lógica que se intente evitar a toda costa realizar una operación cesárea : si esta es inofensiva, si lo más importante no es el nacimiento de un niño, si no que ocurra el nacieminto de un niño o niña sana

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