Cómo crear “ruedas de sueño” colectivas, con proyectos inspirados en la naturaleza

A la sociedad del siglo XXI no le sirve ya el paradigma social, económico, político que se ha venido desarrollando hasta el momento. Frente a estrategias organizativas basadas en estructuras fuertemente jerarquizadas, y en las que el individualismo prima sobre el carácter más colectivo, surge Dragon Dreaming

Esta metodología lleva más de 25 años funcionando y ofrece a comunidades, empresas y personas herramientas que les permiten desarrollar proyectos de forma integral con una filosofía de comunicación auténtica y una cultura de "ganar-ganar" (la forma de negociación en la que siempre ganan las dos partes).

Espacios para la creación colectiva

Uno de los pilares sobre los que se sustenta la metodología del Dragon Dreaming es la de la capacidad de conversión de los sueños individuales en sueños colectivos, al abrir espacios para la inteligencia colectiva y al trabajar a su vez la comunicación auténtica entre los seres humanos.

Entre las herramientas de las que se vale el método para lograr una nueva cultura de realización de proyectos está la comunicación, que es vista como el instrumento clave para trabajar la desconfianza, los miedos y bloqueos, tanto de un proyecto individual o colectivo como de un grupo de trabajo. Lo más importante es aprender a compartir lo que es importante para nosotros y escuchar  a los demás.

Julia Ramos, facilitadora de "Dragon Dreaming" desde octubre de 2012 y Coordinadora de Comunicación y Marketing para Gaia Education, ha explicado a Tendencias 21 la metodología del Dragon Dreaming y sus ámbitos directos de aplicación.

Proyecto "Dragon Dreaming" ¿ A qué hacen referencia en sentido amplio estos términos?

Un proyecto Dragon Dreaming sería aquel que busca hacer las cosas a través de una nueva conciencia o paradigma. Una de las claves principales de Dragon Dreaming, de ahí su nombre, es la capacidad de conversión de los sueños individuales en sueños grupales, abriendo espacios para la inteligencia colectiva y trabajando con la comunicación auténtica entre seres humanos.

Dragon Dreaming plantea una fórmula para aprender más sobre uno mismo, además de una nueva forma de relacionarse con los demás; aumentando nuestra responsabilidad activa hacia la sociedad y el entorno. Esta metodología nos anima a trabajar fuera de nuestra zona de confort, aquella donde residen nuestros miedos o “dragones”, pero también donde se produce el auténtico aprendizaje y el crecimiento personal verdadero. Es en este espacio en el que, gracias a la inteligencia colectiva del grupo, los seres humanos conseguimos, con nuestros proyectos, metas extraordinarias.

Este método persigue  además, la reconciliación de aspectos que han estado separados durante muchos años en la historia de nuestras civilizaciones, como son la intuición y la lógica; el pensar y el actuar; el individuo y su entorno o el trabajar y el celebrar.

¿En qué campos se aplica esta metodología?

Dragon Dreaming es un método holístico para realizar proyectos grupales creativos, exitosos y sostenibles. Una de las personas que ha creado el método -aunque no es el único- ha sido el australiano John Croft, quién además lo está dando a conocer en Europa.

Dragon Dreaming como herramienta comenzó a utilizarse en Australia hace 26 años, sin embargo su proceder es tan antiguo como la existencia humana. Esta metodología participativa está inspirada en conocimientos de la teoría del caos, la teoría sistémica‎, así como de la sabiduría de los aborígenes australianos y los métodos tradicionales de gestión de proyectos.

Es por esto que, desde sus orígenes, Dragon Dreaming se ha podido aplicar en multitud de campos. Inicialmente era una herramienta para el desarrollo de proyectos de desarrollo social sostenible entre las comunidades aborígenes australianas. Actualmente y gracias a su implantación internacional en más de 30 países, se aplica en el desarrollo de cualquier tipo de proyecto, tanto personal como profesional. Yo misma lo pongo en práctica en mi vida diaria y también ayudo a proyectos profesionales a implantarlo en sus procesos organizacionales.

Dragon Dreaming es una meta metodología que aúna decenas de corrientes de pensamiento, teorías y prácticas de pensadores, educadores y filósofos como Gandhi, Paolo Freire, Jung, Joana Macy, Scott Peck, Arnold Mindell, Rosenberg… Es por esta razón que el campo de aplicación de esta metodología es inmensamente amplio.

¿Puede comentar ejemplos prácticos en donde se haya utilizado ya?

A nivel internacional, Dragon Dreaming se está aplicando en multitud de proyectos de amplio espectro: desde el desarrollo de comunidades locales aborígenes, proyectos de permacultura o de vida comunitaria, hasta proyectos de emprendimiento y empresariales privados.

En España, Dragon Dreaming lleva menos tiempo, no obstante, se ha utilizado ya en el diseño de proyectos como una start-up tecnológica para desarrollar cursos online, el rediseño del modelo de negocio de un centro de formación, algunas ONGs  o la creación de un obrador de pan.

Uno de los conceptos clave del proyecto es el de liderazgo. ¿Cómo se presenta este concepto desde esta metodología?

Claramente la figura del líder o los líderes son determinantes para el correcto funcionamiento de un proyecto u organización. Sin liderazgo, posiblemente la energía necesaria para realizar el sueño y los objetivos comunes se pierdan en el tiempo.

No obstante, tal y como entendemos actualmente, la figura del líder es la de aquella persona que tiene el control.  Sin embargo, el origen de la palabra proviene del antiguo germánico “laidho” que significa “portador de carga”, y que se relacionaba con aquellas personas que se sacrificaron por el bien de la comunidad.

Como dijo Peter Senge “el liderazgo proviene de las personas y grupos que son capaces de dejar atrás las ideas establecidas, prácticas, e incluso identidades. El liderazgo aparece cuando la gente empieza a conectarse profundamente con lo que realmente son y con su papel tanto en la creación de lo que es y en el logro de un futuro que encarna lo que más importa”.

Esta es la visión que ofrecemos en Dragon Dreaming sobre el liderazgo. Creemos en un liderazgo individual de personas que trabajen por el bien del grupo, y a la vez creemos en un liderazgo compartido, responsable y orgánico, que permita que la inteligencia colectiva del grupo emerja sin alienar a sus individuos.

¿Cree que es posible establecer una estructura de trabajo más horizontal a través del Dragon Dreaming?

¡Definitivamente! ¡Esta es una de las claves! Vivimos una época de grandes cambios sociales en la que nos estamos volviendo conscientes de que solamente a través del trabajo en equipo seremos capaces de conseguir los objetivos que deseamos para nuestra vida y proyectos.

Somos seres sociales, y en realidad las estructuras piramidales son insostenibles a largo plazo. En Dragon Dreaming tratamos de crear organizaciones con centro vacío donde todos los miembros del equipo sean necesarios pero no imprescindibles. Organizaciones donde los miembros puedan abandonar sus tareas sin que el proyecto mismo se desmorone.

Así es cómo funciona la naturaleza misma. Incluso desde Dragon Dreaming trabajamos con la idea de que si abandonas el proyecto siempre buscarás alguien que te sustituya, que lo haga mejor que tú mismo. Asimismo, las responsabilidades han de repartirse en función de nuestro entusiasmo o conocimientos para realizar cada tarea, además de nuestra voluntad de aprendizaje.

A finales de marzo se impartirá un curso de Dragon Dreaming en Madrid. ¿En qué hará hincapié el curso? ¿Quién podría estar interesado?

Este taller está dirigido a un grupo muy amplio de personas, como las que trabajan en grupos o colectivos, ya que esta metodología les ayudará a vencer bloqueos y a crecer como equipo, junto a su proyecto. También va dirigido a soñadores, personas que tienen una idea en su cabeza que quieren realizar y necesitan un grupo de personas con el que llevarlo a la práctica.

Es ideal para emprendedores que buscan que sus proyectos sean sostenibles y duraderos. También puede ir dirigido a directivos, que buscan reconectar y motivar a sus equipos. Pero incluso puede servir como pareja, familiar o amigo; para llevar a tus entornos una nueva chispa de creatividad, ilusión y diversión, que en estos momentos son tan necesarias. Desde el mismo día que finaliza la formación, seremos capaces de crear proyectos de Dragon Dreaming. El límite lo pondremos nosotros. Esta herramienta nos permite realizar “ruedas de sueño” colectivas, consiguiendo la meta y los objetivos para nuestro proyecto grupal.

Aprenderemos a desarrollar un plan estratégico para un proyecto, incluyendo un proceso de Teambuilding, una planificación financiera y una agenda de trabajo. A su vez, comprenderemos cómo establecer una cultura de “ganar-ganar” para la sociedad, así como también para nuestras empresas, colectivos y proyectos. Además, practicaremos la “comunicación carismática”,  con la que podremos expresarnos de una forma auténtica. Finalmente, experimentaremos cómo la “celebración” es una parte esencial para el éxito de un proyecto.

Estoy convencida que las personas que participen en estos talleres, quedarán prendadas de Dragon Dreaming; porque un nuevo mundo es posible y ya tenemos las herramientas para conseguirlo; ahora sólo falta que las pongamos en práctica. Cualquiera que esté interesado podrá asistir a las próximas charlas, que vamos a impartir en Madrid para conocer mejor la metodología (toda la información aquí)

Frente a la falta de huecos laborales en la actualidad, ¿cree que podría ser esta metodología una de las posibles formas de salir adelante no sólo como medio de vida, sino como "creadora" de otra serie de valores a diferentes niveles, ya sea laboral, personal, entre otros?

Mi sentimiento es que este es el momento de crear activamente un nuevo presente para poder asegurar un futuro más próspero y sostenible para nosotros y las futuras generaciones.  Es necesario un cambio de valores, porque esta es la verdadera y auténtica crisis que estamos viviendo.

No obstante, no es necesario inventar nada nuevo, sino trabajar con muchos de los conocimientos, herramientas y filosofías que existen desde hace años y, que ofrecen esa serie de valores diferentes como son el trabajo en equipo, la colaboración, el respeto, la escucha auténtica, la práctica del silencio, la observación, y la inclusión de los sueños y del campo de todas las posibilidades en los procesos creativos. Necesitamos a través de nuestros proyectos desarrollarnos como individuos para crear comunidades y equipos que estén al servicio del planeta, estableciendo relaciones de ganar-ganar a todos los niveles.