Imagen: Brocken Inaglory. Fuente: Wikipedia.
Los expertos agravan su diagnóstico sobre el cambio climático. Esta es la conclusión que se extrae de la primera parte del Quinto Informe de Evaluación (AR5, por sus siglas en inglés) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) presentada hoy viernes, tras varios días de reuniones de científicos, expertos y representantes gubernamentales en Estocolmo.
Según Le Monde, el nuevo informe del IPCC, organismo que evalúa los avances en el conocimiento sobre el cambio climático, sería mucho más preocupante que el anterior, de 2007, en diversos puntos.
El documento, elaborado con material científico publicado durante los últimos siete años, así como experimentos realizados durante los últimos tres años, según ha publicado SINC, será lanzado en cuatro fases hasta noviembre de 2014, cuando se difundirá el texto final en Copenhague; y no deja lugar a dudas sobre el factor antropogénico en el cambio del clima.
Evidencias de la influencia humana
Así, en el comunicado emitido esta misma mañana por el IPCC, se señala que la “influencia humana sobre el sistema climático es clara y evidente en la mayoría de las regiones del planeta”.
Resulta “extremadamente probable (con una probabilidad del 95%) que la influencia humana haya sido la causa dominante del calentamiento observado desde mediados del siglo XX. Las pruebas de este hecho han aumentado gracias al perfeccionamiento de las observaciones, y a la mejora de la comprensión del sistema del clima y de los modelos climáticos”, continúa el comunicado.
Dichas pruebas son las siguientes, según Qin Dahe, copresidente del Grupo de Trabajo I: “se han calentado la atmósfera y el océano, la cantidad de nieve y hielo del planeta se ha reducido, el nivel medio del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero se han incrementado”.
Según Le Monde, el nuevo informe del IPCC, organismo que evalúa los avances en el conocimiento sobre el cambio climático, sería mucho más preocupante que el anterior, de 2007, en diversos puntos.
El documento, elaborado con material científico publicado durante los últimos siete años, así como experimentos realizados durante los últimos tres años, según ha publicado SINC, será lanzado en cuatro fases hasta noviembre de 2014, cuando se difundirá el texto final en Copenhague; y no deja lugar a dudas sobre el factor antropogénico en el cambio del clima.
Evidencias de la influencia humana
Así, en el comunicado emitido esta misma mañana por el IPCC, se señala que la “influencia humana sobre el sistema climático es clara y evidente en la mayoría de las regiones del planeta”.
Resulta “extremadamente probable (con una probabilidad del 95%) que la influencia humana haya sido la causa dominante del calentamiento observado desde mediados del siglo XX. Las pruebas de este hecho han aumentado gracias al perfeccionamiento de las observaciones, y a la mejora de la comprensión del sistema del clima y de los modelos climáticos”, continúa el comunicado.
Dichas pruebas son las siguientes, según Qin Dahe, copresidente del Grupo de Trabajo I: “se han calentado la atmósfera y el océano, la cantidad de nieve y hielo del planeta se ha reducido, el nivel medio del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero se han incrementado”.
Previsiones futuras
De cara al futuro, las consecuencias del mantenimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero, serán “un calentamiento adicional y cambios en todos los componentes del sistema climático”, ha señalado Thomas Stocker, el otro coordinador del Grupo de Trabajo I.
Sobre las expectativas en cuanto a la temperatura del planeta, las proyecciones señalan un aumento de más del 1,5ºC con respecto al periodo 1850-1900, en el escenario más suave considerado; y de más de 2ºC en los dos escenarios más radicales. Para 2100, las temperaturas podrán haber subido entre 0,3 y 4,8ºC.
Estas proyecciones se han basado en un nuevo conjunto de cuatro escenarios de futuras concentraciones de gases de efecto invernadero y de aerosoles, que abarcan una amplia gama de futuros posibles.
“Serán muy probables las olas de calor y más frecuentes y duraderas. A medida que la Tierra se caliente, esperamos ver un aumento de las lluvias en regiones corrientemente húmedas y una reducción en las regiones secas, aunque habrá excepciones”, añade Stocker.
Por otra parte, “a medida que el océano se caliente, los glaciares y las capas de hielo se reducirán, por lo que el nivel del mal continuará elevándose pero mucho más rápido que durante los últimos 40 años”, señala por su parte Qin Dahe. Se calcula que el nivel del mar subirá entre 26 y 82 centímetros a finales de siglo, una previsión que supera con creces a la del informe de 2007, que la establecía en entre 18 y 59 centímetros.
Primera mención a la geoingeniería
El calentamiento en el sistema climático es claro y, desde 1950, en él se han observado muchos cambios sin precedentes. Por ejemplo, la capa de hielo ártico estival ha perdido entre un 9,4 % y un 13,6 % de superficie desde 1979; y cada una de las últimas tres décadas han sido sucesivamente más cálidas en la superficie terrestre que en ninguna otra década anterior, desde 1850, señala el sumario para responsables políticos del informe. La Tierra se ha recalentado en total 0,85º desde 1880.
Stocker ha destacado, por tanto, la necesidad de “reducir sustancial y sostenidamente las emisiones de gases de efecto invernadero”, para limitar el cambio climático.
Entre las medidas propuestas a los responsables políticos, explica Le Monde, el informe ha mencionado por vez primera la geoingeniería o ingeniería climática como herramienta de freno del cambio climático. El término engloba diversos mecanismos de manipulación del clima, como la dispersión masiva de partículas en la estratosfera o la captura directa de CO2 atmosférico.
Pero también incluye otras recomendaciones ya clásicas, como la implantación y la expansión de las energías renovables, la protección de los bosques, los océanos y los recursos hídricos o la reducción de gases de efecto invernadero.
De cara al futuro, las consecuencias del mantenimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero, serán “un calentamiento adicional y cambios en todos los componentes del sistema climático”, ha señalado Thomas Stocker, el otro coordinador del Grupo de Trabajo I.
Sobre las expectativas en cuanto a la temperatura del planeta, las proyecciones señalan un aumento de más del 1,5ºC con respecto al periodo 1850-1900, en el escenario más suave considerado; y de más de 2ºC en los dos escenarios más radicales. Para 2100, las temperaturas podrán haber subido entre 0,3 y 4,8ºC.
Estas proyecciones se han basado en un nuevo conjunto de cuatro escenarios de futuras concentraciones de gases de efecto invernadero y de aerosoles, que abarcan una amplia gama de futuros posibles.
“Serán muy probables las olas de calor y más frecuentes y duraderas. A medida que la Tierra se caliente, esperamos ver un aumento de las lluvias en regiones corrientemente húmedas y una reducción en las regiones secas, aunque habrá excepciones”, añade Stocker.
Por otra parte, “a medida que el océano se caliente, los glaciares y las capas de hielo se reducirán, por lo que el nivel del mal continuará elevándose pero mucho más rápido que durante los últimos 40 años”, señala por su parte Qin Dahe. Se calcula que el nivel del mar subirá entre 26 y 82 centímetros a finales de siglo, una previsión que supera con creces a la del informe de 2007, que la establecía en entre 18 y 59 centímetros.
Primera mención a la geoingeniería
El calentamiento en el sistema climático es claro y, desde 1950, en él se han observado muchos cambios sin precedentes. Por ejemplo, la capa de hielo ártico estival ha perdido entre un 9,4 % y un 13,6 % de superficie desde 1979; y cada una de las últimas tres décadas han sido sucesivamente más cálidas en la superficie terrestre que en ninguna otra década anterior, desde 1850, señala el sumario para responsables políticos del informe. La Tierra se ha recalentado en total 0,85º desde 1880.
Stocker ha destacado, por tanto, la necesidad de “reducir sustancial y sostenidamente las emisiones de gases de efecto invernadero”, para limitar el cambio climático.
Entre las medidas propuestas a los responsables políticos, explica Le Monde, el informe ha mencionado por vez primera la geoingeniería o ingeniería climática como herramienta de freno del cambio climático. El término engloba diversos mecanismos de manipulación del clima, como la dispersión masiva de partículas en la estratosfera o la captura directa de CO2 atmosférico.
Pero también incluye otras recomendaciones ya clásicas, como la implantación y la expansión de las energías renovables, la protección de los bosques, los océanos y los recursos hídricos o la reducción de gases de efecto invernadero.