Resulta paradójico que la ciudad europea que, según el historiador Jacques-Antoine Dulaure, podría deber su nombre a Isis, considerada por la mitología egipcia como Reina de los dioses, Fuerza fecundadora de la naturaleza, Diosa de la maternidad y del nacimiento, haya sido sacudida el mismo año por dos atentados terroristas de gran magnitud, el último la noche pasada con más de 128 muertos.