Analizando en detalle las manchas solares, un equipo de astrónomos ha descubierto que las ondas magnéticas que se propagan por la atmósfera del Sol suben desde la superficie hasta las capas más altas, donde liberan enormes cantidades de energía en forma de calor. El hallazgo es útil para la astronomía, la generación de energía y el diagnóstico médico.