Fabricados hace unos 3.000 años, los ladrillos mesopotámicos contienen granos de óxido de hierro que revelan cambios fascinantes en el campo magnético de la Tierra, que atraviesa y envuelve a nuestro planeta como una barrera protectora contra los embates del clima espacial. En un nuevo estudio, los investigadores profundizan en la "lectura" de estos cambios.
Fuente : https://www.levante-emv.com/tendencias21/2023/12/2...
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