“Se levanta el telón para la gran coalición”, titula Berliner Zeitung tras el “sí de los militantes del SPD”. El 14 de diciembre, los miembros del Partido Socialdemócrata aprobaron en un 76% la alianza de gobierno con la CDU/CSU (conservadores). El 17 de diciembre, “Angela Merkel podrá prestar juramento por tercera vez como canciller”, explica el diario.
Sigmar Gabriel, considerado como el gran ganador, será vicecanciller y ocupará el nuevo “súper ministerio” de Economía y Energía. El líder del SPD tendrá “como misión principal sacar adelante el ambicioso proyecto de cambio energético”, indica el diario.
Pero “la sorpresa más grande”, añade Berliner Zeitung, es la nominación de la antigua ministra de Trabajo, Ursula von der Leyen (CDU), para el puesto de ministra de Defensa: se trata de la primera mujer que ocupa este puesto en Alemania. Como palanca de estabilidad, el cristiano-demócrata Wolfgang Schäuble sigue como ministro de Finanzas. Una decisión fuertemente aprobada por Frankfurter Allgemeine Zeitung:
Merkel no sería Merkel si no estuviera armada para su tercer mandato [...]. Una vez más, ha puesto como primer caballero Wolfgang Schäuble, listo para sacar la espada en todo momento, en el caso de que el generoso SPD intente afirmar su reputación como bienhechor de la nación y meta la mano demasiado en las cajas del Tesoro.
Tras el giro energético, Europa es “el proyecto más importante de esta legislatura”, estima Spiegel. Pero el semanario no está convencido:
Wolfgang Schäuble seguirá a la cabeza como ministro de Finanzas y se ha forjado la reputación en Bruselas como aquel que dice no.[...]El capítulo consagrado a Europa en el contrato [de coalición] no está demasiado inspirado y deja pensar que el nuevo Gobierno contará con el Banco Central Europeo, según la divisa: el BCE encontrará la solución.
Sobre esta asunto, Frankfurter Rundschau subraya que el nombramiento de Jörg Asmussen (SPD), exdirector del BCE, como secretario de Estado en el Ministerio de Trabajo no es solamente un “paso atrás en su carrera” sino también
un duro golpe para la posición de Alemania en el seno del BCE. Desde hace años, Merkel presiona para tener más influencia. Pero con su personal, la RFA no tiene posibilidades. El presidente del banco central alemán, Axel Weber, que Merkel había designado para ser el próximo presidente del BCE, perturbó a la canciller optando por el banco privado suizo UBS. [...] Y ahora Asmussen.
Fuente : http://www.presseurop.eu/es/content/news-brief/440...