Tendencias21 cumple en 2018 treinta años de presencia en el mercado y observamos con inquietud que este aniversario coincide con un especial momento de nuestra civilización.
Toda la comunidad científica e intelectual está de acuerdo en que, debido al impacto global que las actividades humanas están teniendo en el medio ambiente, hemos entrado en una nueva era que se denomina Antropoceno y que afecta no sólo al ámbito ecológico, sino también al social, cultural y económico. Esta situación inédita para nuestra especie nos desconcierta y no sabemos muy bien cómo superarla.
Cuando en 1988 publicamos el primer número de nuestra revista, entonces en papel, definimos nuestra razón de ser: explicar la complejidad de los descubrimientos científicos a la sociedad porque intuíamos que sin una base científica cualquier solución a los problemas humanos estaría abocada al fracaso.
Treinta años después aquella intuición se ha convertido en axioma: hoy los conocimientos científicos lo invaden todo a caballo de la tecnología. Pero otra evidencia forma parte del escenario: somos acientíficos, cuando no anticientíficos, en muchos comportamientos individuales y colectivos.
Sueños incumplidos
Ese gap nos ha ocasionado muchos problemas: El Antropoceno es la consecuencia más dramática de esta anomalía. Constatamos que nuestro modo de vida no es sostenible, que cada vez tenemos más bienes y somos más infelices, que consumimos más y generamos menos.
Nuestra sociedad está enferma y, aunque no sabemos muy bien lo que le pasa, paradójicamente no aplicamos muchos saberes establecidos para sanarla. O ignoramos esos conocimientos, o sencillamente no le vemos su utilidad.
A todo ello se añade otra paradoja: la mayor parte del talento humano está oculto detrás de la marea de la cotidianidad. Necesitamos innovar en muchos campos, tanto para afrontar los problemas globales como los personales y colectivos, pero son pocos los que tienen el tiempo y la oportunidad de desarrollar su creatividad. Y esta situación es fuente de un profundo sufrimiento para muchas personas: tienen sueños que necesitan cumplir, pero que no pueden realizar.
Estamos convencidos de que la solución a los problemas globales no vendrá de ningún premio Nobel. Seguramente está enterrada debajo de los pies de la humanidad anónima. Forma parte de los sueños incumplidos de la humanidad silente. Sueños que debemos realizar si queremos avanzar hacia nuestro futuro común: las pequeñas soluciones, si se suman y comparten, valen tanto como las grandes genialidades.
Toda la comunidad científica e intelectual está de acuerdo en que, debido al impacto global que las actividades humanas están teniendo en el medio ambiente, hemos entrado en una nueva era que se denomina Antropoceno y que afecta no sólo al ámbito ecológico, sino también al social, cultural y económico. Esta situación inédita para nuestra especie nos desconcierta y no sabemos muy bien cómo superarla.
Cuando en 1988 publicamos el primer número de nuestra revista, entonces en papel, definimos nuestra razón de ser: explicar la complejidad de los descubrimientos científicos a la sociedad porque intuíamos que sin una base científica cualquier solución a los problemas humanos estaría abocada al fracaso.
Treinta años después aquella intuición se ha convertido en axioma: hoy los conocimientos científicos lo invaden todo a caballo de la tecnología. Pero otra evidencia forma parte del escenario: somos acientíficos, cuando no anticientíficos, en muchos comportamientos individuales y colectivos.
Sueños incumplidos
Ese gap nos ha ocasionado muchos problemas: El Antropoceno es la consecuencia más dramática de esta anomalía. Constatamos que nuestro modo de vida no es sostenible, que cada vez tenemos más bienes y somos más infelices, que consumimos más y generamos menos.
Nuestra sociedad está enferma y, aunque no sabemos muy bien lo que le pasa, paradójicamente no aplicamos muchos saberes establecidos para sanarla. O ignoramos esos conocimientos, o sencillamente no le vemos su utilidad.
A todo ello se añade otra paradoja: la mayor parte del talento humano está oculto detrás de la marea de la cotidianidad. Necesitamos innovar en muchos campos, tanto para afrontar los problemas globales como los personales y colectivos, pero son pocos los que tienen el tiempo y la oportunidad de desarrollar su creatividad. Y esta situación es fuente de un profundo sufrimiento para muchas personas: tienen sueños que necesitan cumplir, pero que no pueden realizar.
Estamos convencidos de que la solución a los problemas globales no vendrá de ningún premio Nobel. Seguramente está enterrada debajo de los pies de la humanidad anónima. Forma parte de los sueños incumplidos de la humanidad silente. Sueños que debemos realizar si queremos avanzar hacia nuestro futuro común: las pequeñas soluciones, si se suman y comparten, valen tanto como las grandes genialidades.
1MILLÓN DE IDEAS
Esta constatación nos ha llevado a poner en marcha una iniciativa disruptiva que hemos llamado “1MILLON DE IDEAS”. A través de una plataforma de Internet, hemos abierto un espacio para que ese talento dormido de nuestra especie encuentre una oportunidad para manifestarse y, eventualmente, crecer y desarrollarse. Es nuestra contribución para conseguir una respuesta al desafío que representa el Antropoceno.
1MILLON DE IDEAS se apoya en la inmensa comunidad de lectores y seguidores que cada año nos visitan, o nos siguen en las redes sociales, para conocer las novedades científicas, tecnológicas y culturales que ofrecemos cada día en formatos periodísticos accesibles a prácticamente cualquier persona.
Este es el colectivo al que nos dirigimos buscando despertar el talento dormido de nuestros lectores y seguidores. La articulación de esta comunidad innovadora se basa en un modelo colaborativo: cada idea propuesta abona una pequeña cantidad (5€) para integrarse en el ecosistema.
Una vez dentro, la idea es valorada por diferentes expertos y vuelve al autor y dueño de la idea en forma de recomendaciones o propuestas de desarrollo. Si tiene una mínima base y coherencia, la idea será difundida en Tendencias21 e irá al encuentro de posibles aliados o clientes entre los 10 millones de usuarios de nuestra revista, presentes en 120 países. Y si supera una serie de criterios, la idea podrá acceder incluso a una financiación a fondo perdido para su desarrollo.
Esta constatación nos ha llevado a poner en marcha una iniciativa disruptiva que hemos llamado “1MILLON DE IDEAS”. A través de una plataforma de Internet, hemos abierto un espacio para que ese talento dormido de nuestra especie encuentre una oportunidad para manifestarse y, eventualmente, crecer y desarrollarse. Es nuestra contribución para conseguir una respuesta al desafío que representa el Antropoceno.
1MILLON DE IDEAS se apoya en la inmensa comunidad de lectores y seguidores que cada año nos visitan, o nos siguen en las redes sociales, para conocer las novedades científicas, tecnológicas y culturales que ofrecemos cada día en formatos periodísticos accesibles a prácticamente cualquier persona.
Este es el colectivo al que nos dirigimos buscando despertar el talento dormido de nuestros lectores y seguidores. La articulación de esta comunidad innovadora se basa en un modelo colaborativo: cada idea propuesta abona una pequeña cantidad (5€) para integrarse en el ecosistema.
Una vez dentro, la idea es valorada por diferentes expertos y vuelve al autor y dueño de la idea en forma de recomendaciones o propuestas de desarrollo. Si tiene una mínima base y coherencia, la idea será difundida en Tendencias21 e irá al encuentro de posibles aliados o clientes entre los 10 millones de usuarios de nuestra revista, presentes en 120 países. Y si supera una serie de criterios, la idea podrá acceder incluso a una financiación a fondo perdido para su desarrollo.
Otro mundo es posible
La financiación se obtiene de las aportaciones que realiza cada idea. El 70% del presupuesto recaudado se destina a dar viabilidad a las ideas emanadas de esta comunidad. El resto del presupuesto se destina al pago de impuestos y al funcionamiento del sistema.
De esta forma, las experiencias e ideas aportadas por un millón de personas creativas y realistas, con buenas ideas y experiencias innovadoras, se unen entre sí en esta Red Mundial de Inteligencia Colaborativa para promover la tecnología, el conocimiento, la inspiración, la experiencia, el talento, la cultura, la innovación, la reflexión…
Y se unen también para diseñar colectivamente una sociedad más armónica entre los seres humanos, el medio ambiente, el crecimiento y el bienestar, porque la realización de los sueños constituye el mejor indicio de una sociedad sana y de la felicidad de las personas.
Os invitamos a conocer esta iniciativa y os animamos a participar. Os esperamos con los brazos abiertos. Demos una oportunidad al genio que llevamos dentro, a lo mejor de nosotros mismos.
Convirtamos al Antropoceno en un factor de progreso y alejémonos del escenario de involución en el que estamos estancados por el desconcierto, la apatía o la desesperanza. Otro mundo es posible y en nuestras manos está el darle una oportunidad.
De esta forma, las experiencias e ideas aportadas por un millón de personas creativas y realistas, con buenas ideas y experiencias innovadoras, se unen entre sí en esta Red Mundial de Inteligencia Colaborativa para promover la tecnología, el conocimiento, la inspiración, la experiencia, el talento, la cultura, la innovación, la reflexión…
Y se unen también para diseñar colectivamente una sociedad más armónica entre los seres humanos, el medio ambiente, el crecimiento y el bienestar, porque la realización de los sueños constituye el mejor indicio de una sociedad sana y de la felicidad de las personas.
Os invitamos a conocer esta iniciativa y os animamos a participar. Os esperamos con los brazos abiertos. Demos una oportunidad al genio que llevamos dentro, a lo mejor de nosotros mismos.
Convirtamos al Antropoceno en un factor de progreso y alejémonos del escenario de involución en el que estamos estancados por el desconcierto, la apatía o la desesperanza. Otro mundo es posible y en nuestras manos está el darle una oportunidad.