¿Quién es?
Rafael Alberto Pérez
Autor de referencia en comunicación estratégica, conferenciante y consultor. Es consejero de The Blueroom Project - TBP Consulting para temas de turismo y ocio
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Tendencias Estratégicas
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31/10/2024 17:55 - Pablo Javier Piacente -
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Los 10 principios de la Nueva Teoría Estratégica
Los que me conocen bien saben que no suelo mirar hacia atrás. Y no porque tenga miedo de convertirme en una estatua de sal, ni tampoco porque sea un tipo duro. Podría muy bien ser por lo contrario y, a lo mejor, si no vuelvo la cabeza es porque soy excesivamente nostálgico y así evito la melancolía del tiempo pasado y de los seres/tiempos/espacios queridos que ya no volverán. Pero una vez al año, por estas fechas próximas o posteriores a mi cumpleaños, suelo reflexionar sobre mis vivencias pasadas. El resultado suele ser una contribución más personal a este blog. En ocasiones ha sido un poema, un recuerdo…
En esta ocasión quiero compartir con el lector algo que considero más intimo: los dos decálogos que he ido confeccionando a lo largo de mi andadura docente/profesional. Algo así como “mis tablas de los mandamientos” pero en versión “terrestre”.Son principios y conocimientos básicos sobre cómo los seres humanos hacemos estrategias y nos comunicamos. Básicos, si, pero no superficiales. Forman parte de esa tendencia, tan mía, de volver a las bases y a “los fundamentos”. Y por eso pueden diferir fuertemente de una gran parte de la literatura al uso. Pero que si fuesen correctos- y eso solo el lector puede juzgarlo- podrían aportarle esa ventaja comparativa que tantas veces buscamos para hacer mejor las cosas.
Mi intención es publicar un principio cada semana para así darles tiempo a Vds. a visitar el blog con calma, leer mi propuesta, reflexionarla y si fuese oportuno rectificarla, retocarla, etc. Lo que quiero decir es que me gustaría que fuese un texto abierto y que Vds. mejoraran esos principios con sus experiencias, sugerencias e intervenciones (ya sea que las envíen al blog o me las hagan llegar por las redes sociales). Al final de las diez semanas de la primera tabla publicaré las dos versiones: la original y la que resulte de sus intervenciones si es que- como sería mi deseo- Vds. se animan y complementan mis propuestas.
Así pues, hoy os comparto el primero de los principios del que se compone este decálogo:
En esta ocasión quiero compartir con el lector algo que considero más intimo: los dos decálogos que he ido confeccionando a lo largo de mi andadura docente/profesional. Algo así como “mis tablas de los mandamientos” pero en versión “terrestre”.Son principios y conocimientos básicos sobre cómo los seres humanos hacemos estrategias y nos comunicamos. Básicos, si, pero no superficiales. Forman parte de esa tendencia, tan mía, de volver a las bases y a “los fundamentos”. Y por eso pueden diferir fuertemente de una gran parte de la literatura al uso. Pero que si fuesen correctos- y eso solo el lector puede juzgarlo- podrían aportarle esa ventaja comparativa que tantas veces buscamos para hacer mejor las cosas.
Mi intención es publicar un principio cada semana para así darles tiempo a Vds. a visitar el blog con calma, leer mi propuesta, reflexionarla y si fuese oportuno rectificarla, retocarla, etc. Lo que quiero decir es que me gustaría que fuese un texto abierto y que Vds. mejoraran esos principios con sus experiencias, sugerencias e intervenciones (ya sea que las envíen al blog o me las hagan llegar por las redes sociales). Al final de las diez semanas de la primera tabla publicaré las dos versiones: la original y la que resulte de sus intervenciones si es que- como sería mi deseo- Vds. se animan y complementan mis propuestas.
Así pues, hoy os comparto el primero de los principios del que se compone este decálogo:
Rafael Alberto Pérez
Viernes, 22 de Febrero 2013
Comentarios
Del 23 al 26 de enero 2013 el profesor Rafael Alberto Pérez, impartió en la Universidad de La Sabana (Bogotá) el Taller “ESTRATEGAR, metodologías para el diseño de la Comunicación Estratégica.
El texto que a continuación se reproduce recoge la opinión de los estudiantes de la Maestría en Comunicación estratégica, de la Universidad de La Sabana, sobre las clases recibidas con el profesor Rafael Alberto Pérez:
"Para los estudiantes de la Maestría en Comunicación Estratégica, las clases con el profesor Rafael Alberto Pérez fueron interesantes porque él propone una manera diferente de enfocar el estudio de la estrategia. Diferente de la acostumbrada en los libros de texto sobre la estrategia y, en especial de la que se incluye en los libros sobre gestión.
Se nota que se ha ocupado de estudiar, con profundidad, el tema de estrategia desde ángulos diversos, entre ellos la biología, campo desde el que plantea un enfoque totalmente innovador en el que la mirada no se orienta tanto a abordar el proceso estratégico como el resultado de un proceso racional, sino desde consideraciones asociadas a la propia naturaleza humana, que en parte es irracional y que muestra a las personas más inclinadas a tomar decisiones basadas en las emociones o en aspectos que muchas veces no saben explicar.
El método de trabajo del profesor parece estar basado en llevar al estudiante a deducir cuál puede ser el mejor modelo para gestionar la estrategia y no a entregárselo armado o hecho, por lo que le obliga a pensar y a proponer."
Rafael Alberto Pérez contribuye con la clave de la estrategia en el segundo volumen del libro 30 claves para entender el poder
El Instituto de Comunicación Política (ICP) presentará a lo largo de febrero de 2013 el segundo volumen del libro “30 Claves para entender el poder. Léxico de la Nueva Comunicación Política” en diferentes foros distinguidos de México, según informó Javier Sánchez Galicia, director general del Instituto de Comunicación Política (ICP).
Treinta claves para entender el Poder es un libro de 240 páginas a caballo entre la academia y la práctica política que trata y logra definir con claridad el léxico de la nueva comunicación política. Coordinado por Javier Sánchez Galicia, este segundo tomo- que cuenta con la colaboración de Rafael Alberto Pérez para la Clave: “Estrategia” - complementa el glosario político y de comunicación del primer volumen, constituyendo así una enciclopedia de 60 de los términos vivos que todo político, y sobre todo sus consultores, han de dominar .
El próximo evento será mañana 12 de febrero de 2013 en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Treinta claves para entender el Poder es un libro de 240 páginas a caballo entre la academia y la práctica política que trata y logra definir con claridad el léxico de la nueva comunicación política. Coordinado por Javier Sánchez Galicia, este segundo tomo- que cuenta con la colaboración de Rafael Alberto Pérez para la Clave: “Estrategia” - complementa el glosario político y de comunicación del primer volumen, constituyendo así una enciclopedia de 60 de los términos vivos que todo político, y sobre todo sus consultores, han de dominar .
El próximo evento será mañana 12 de febrero de 2013 en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Acababa de despedir en esta misma sección a Gustavo Hoyos cuando los diarios de la mañana me daban otra mala noticia: el fallecimiento de James Buchanan a los 93 años de edad.
James Buchanan durante su visita a España con Rafael Alberto Pérez
La vida nos da a veces el privilegio de conocer y tratar a personas de una talla intelectual y moral excepcionales y de enriquecernos en esa relación. Cuando se van, la importancia de su legado, nos hace olvidar que el ser humano, el maestro, el amigo, el conocido se ha ido para siempre. Su talante, sus anécdotas son irremplazables.
Hoy me toca recordar a uno de esos grandes hombres. James Buchanan, Premio Nobel de Economía del 1986, dejó huella con sus libros: “El cálculo del Consenso” y sus ideas: la teoría de la Elección Pública (Public Choice). Los obituarios después de su muerte dieron constancia de la importancia de su legado, pero yo prefiero hacer un homenaje al hombre y recordar su estilo directo, su campechanería y su peculiar sentido (a lo Eugenio) del humor.
Estilo directo: Mi primer encuentro con James Buchanan fue en 1979 en el lobby del Hotel Princesa Husa de Madrid. Acudí a la cita con Jose Antonio Aguirre por aquel entonces era el vicepresidente en el Centro de Estudios y Comunicación Económica, entidad de la que yo era Director General. Fue allí donde le propusimos la creación de la sección Española de la Public Choice Society. La idea le gustó y gracias a su apoyo en 1981 se procedía a su constitución. Su primer presidente sería el exgobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles. De ese primer encuentro retengo de Buchanan la forma directa y franca de tratar los temas y su porte fuerte y sureño.
Campechanería: Entre 1978 y 1980 tuve la oportunidad de organizar varias intervenciones suyas en el Instituto de Estudios Fiscales, que por aquel entonces presidía Cesar Albiñana. Uno de esos seminarios “El sector Público en una economía de mercado” terminó siendo un libro de la colección de Pensamiento Económico Moderno que yo co-asesoraba en Espasa Calpe. En una de esas ocasiones vino acompañado por su esposa. Recuerdo que disfrutó del programa para acompañantes y muy especialmente de la cena de clausura en el hoy desaparecido restaurante “Las Lanzas”. “James, si algún día Rafael viene a Estados Unidos llévale al mejor restaurante de la ciudad” Y Buchanan lo cumplió. La oportunidad la brindó el meeting de la Public Choice Society de San Francisco en marzo de 1980. Buchanan nos invitó a los tres españoles que asistíamos al Encuentro- Salvador Barberá, Emilio Albi y yo mismo- a uno de los mejores, pero también a uno de los más rancios restaurantes de San Francisco. Lo de rancio viene a cuento porque se me ocurrió pedir un plato de almejas y ante mi desasosiego los camareros comenzaron a ponerme como cubiertos toda una batería de pinzas y bisturíes, más propios de un cirujano a punto de intervenir a un paciente que de un pacífico comensal. Aquellos que me conocen saben que me gusta comer las almejas con las manos, como suelo hacer cuando las pido en mi tierra gallega, y aquellos utensilios tan rebuscados estaban a punto de arruinarme ese momento. A pesar de todo agarré aquellas dichosas pinzas y después de varios intentos pude comerme ¡al fin! una almeja. En ese momento se oyó la voz grave de Buchanan “No, no, Rafael así no, esto se come así”. Alargó el brazo, cogió una de las almejas con su mano y sin más miramientos se la zampó. Aquel gesto campechano me ayudó a concetrarme en la conversación y a olvidarme de los protocolos.
Humor: No volví a verlo hasta 1985 en que le pedí que me escribiese un texto sobre la relación entre la comunicación y la economía [1] para publicarlo en la memoria anual de la que era mi nueva empresa: el Instituto de la Comunicación Pública. Pocos meses después en 1986 la Real Academia Sueca de las Ciencias le concedía el Nobel de Economía “por su desarrollo de las bases contractuales y constitucionales de la teoría de los derechos económicos y políticos de toma de decisiones”. Recuerdo que a comienzos de 1987 pasó por Madrid para dar una charla coloquio para periodistas organizada por el IEE. Y lo primero que me dijo: “Rafael olvídate por ahora de tu artículo, imposible, el primer año de un Nobel no te dejan sosiego, vives en una agenda. Más adelante tal vez te lo escriba”. Lo entendí resignado. Cuál no sería mi sorpresa al recibir el artículo por correo solo una semana después. Lo había dejado escrito antes de salir de viaje para que su secretaria lo mecanografiase y me lo enviase. No pude agradecérselo personalmente pues ya había salido hacia su nuevo destino. Y me quedé pensando en que todo aquello había sido una muestra de su sentido del “humor con gesto adusto”. Un estilo que Jerome K. Jerome, calificó de británico en “Tres hombres en una barca… y además un perro” (1989) y que en España practicaba Eugenio. Para aquellos que no lo hubiesen conocido Eugenio fue un famoso humorista catalán que contaba los chistes con gesto tan serio que parecía que le molestaban las risas que el mismo provocaba.
Tal como previsto publiqué el artículo en la memoria corporativa del Instituto de la Comunicación Pública. Creo recordar que también lo publicó el diario económico “5 Días”. Dos años más tarde le pedí permiso para volver a publicarlo en mi libro “Estrategias de comunicación” (Ariel, 2001). Me respondió que lo había escrito para mí y que lo podía usar como estimase oportuno, pero, eso sí, me sugirió que pusiese la fecha dado que los autores con los años van cambiando su pensamiento. Así hice, y así lo publiqué como Tribuna del Capítulo 6. Hoy, haciendo uso de sus palabras me permito reproducirlo una vez más pero en esta ocasión como homenaje póstumo a su persona y a su obra.
Descanse en paz,
James, M. Buchanan, 1987
Center for Study of Public Choice
George Mason University
Premio Nobel de Economía
Hoy me toca recordar a uno de esos grandes hombres. James Buchanan, Premio Nobel de Economía del 1986, dejó huella con sus libros: “El cálculo del Consenso” y sus ideas: la teoría de la Elección Pública (Public Choice). Los obituarios después de su muerte dieron constancia de la importancia de su legado, pero yo prefiero hacer un homenaje al hombre y recordar su estilo directo, su campechanería y su peculiar sentido (a lo Eugenio) del humor.
Estilo directo: Mi primer encuentro con James Buchanan fue en 1979 en el lobby del Hotel Princesa Husa de Madrid. Acudí a la cita con Jose Antonio Aguirre por aquel entonces era el vicepresidente en el Centro de Estudios y Comunicación Económica, entidad de la que yo era Director General. Fue allí donde le propusimos la creación de la sección Española de la Public Choice Society. La idea le gustó y gracias a su apoyo en 1981 se procedía a su constitución. Su primer presidente sería el exgobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles. De ese primer encuentro retengo de Buchanan la forma directa y franca de tratar los temas y su porte fuerte y sureño.
Campechanería: Entre 1978 y 1980 tuve la oportunidad de organizar varias intervenciones suyas en el Instituto de Estudios Fiscales, que por aquel entonces presidía Cesar Albiñana. Uno de esos seminarios “El sector Público en una economía de mercado” terminó siendo un libro de la colección de Pensamiento Económico Moderno que yo co-asesoraba en Espasa Calpe. En una de esas ocasiones vino acompañado por su esposa. Recuerdo que disfrutó del programa para acompañantes y muy especialmente de la cena de clausura en el hoy desaparecido restaurante “Las Lanzas”. “James, si algún día Rafael viene a Estados Unidos llévale al mejor restaurante de la ciudad” Y Buchanan lo cumplió. La oportunidad la brindó el meeting de la Public Choice Society de San Francisco en marzo de 1980. Buchanan nos invitó a los tres españoles que asistíamos al Encuentro- Salvador Barberá, Emilio Albi y yo mismo- a uno de los mejores, pero también a uno de los más rancios restaurantes de San Francisco. Lo de rancio viene a cuento porque se me ocurrió pedir un plato de almejas y ante mi desasosiego los camareros comenzaron a ponerme como cubiertos toda una batería de pinzas y bisturíes, más propios de un cirujano a punto de intervenir a un paciente que de un pacífico comensal. Aquellos que me conocen saben que me gusta comer las almejas con las manos, como suelo hacer cuando las pido en mi tierra gallega, y aquellos utensilios tan rebuscados estaban a punto de arruinarme ese momento. A pesar de todo agarré aquellas dichosas pinzas y después de varios intentos pude comerme ¡al fin! una almeja. En ese momento se oyó la voz grave de Buchanan “No, no, Rafael así no, esto se come así”. Alargó el brazo, cogió una de las almejas con su mano y sin más miramientos se la zampó. Aquel gesto campechano me ayudó a concetrarme en la conversación y a olvidarme de los protocolos.
Humor: No volví a verlo hasta 1985 en que le pedí que me escribiese un texto sobre la relación entre la comunicación y la economía [1] para publicarlo en la memoria anual de la que era mi nueva empresa: el Instituto de la Comunicación Pública. Pocos meses después en 1986 la Real Academia Sueca de las Ciencias le concedía el Nobel de Economía “por su desarrollo de las bases contractuales y constitucionales de la teoría de los derechos económicos y políticos de toma de decisiones”. Recuerdo que a comienzos de 1987 pasó por Madrid para dar una charla coloquio para periodistas organizada por el IEE. Y lo primero que me dijo: “Rafael olvídate por ahora de tu artículo, imposible, el primer año de un Nobel no te dejan sosiego, vives en una agenda. Más adelante tal vez te lo escriba”. Lo entendí resignado. Cuál no sería mi sorpresa al recibir el artículo por correo solo una semana después. Lo había dejado escrito antes de salir de viaje para que su secretaria lo mecanografiase y me lo enviase. No pude agradecérselo personalmente pues ya había salido hacia su nuevo destino. Y me quedé pensando en que todo aquello había sido una muestra de su sentido del “humor con gesto adusto”. Un estilo que Jerome K. Jerome, calificó de británico en “Tres hombres en una barca… y además un perro” (1989) y que en España practicaba Eugenio. Para aquellos que no lo hubiesen conocido Eugenio fue un famoso humorista catalán que contaba los chistes con gesto tan serio que parecía que le molestaban las risas que el mismo provocaba.
Tal como previsto publiqué el artículo en la memoria corporativa del Instituto de la Comunicación Pública. Creo recordar que también lo publicó el diario económico “5 Días”. Dos años más tarde le pedí permiso para volver a publicarlo en mi libro “Estrategias de comunicación” (Ariel, 2001). Me respondió que lo había escrito para mí y que lo podía usar como estimase oportuno, pero, eso sí, me sugirió que pusiese la fecha dado que los autores con los años van cambiando su pensamiento. Así hice, y así lo publiqué como Tribuna del Capítulo 6. Hoy, haciendo uso de sus palabras me permito reproducirlo una vez más pero en esta ocasión como homenaje póstumo a su persona y a su obra.
Descanse en paz,
James, M. Buchanan, 1987
Center for Study of Public Choice
George Mason University
Premio Nobel de Economía
El economista de EEUU, James M. Buchanan falleció el miércoles 6 de enero de 2013 a los 93 años de edad. El profesor Buchanan fue el padre de la teoría de la elección pública a la que contribuyó con obras como “El cálculo del consenso” y “Liberty, Market and State”. La Real Academia Sueca de las Ciencias le concedió en 1986 el Nobel de Economía “por su desarrollo de las bases contractuales y constitucionales de la teoría de los derechos económicos y políticos de toma de decisiones” . Buchanan era un distinguido profesor del Centro para el Estudio de la Elección Pública en la Universidad George Mason en Fairfax en Virginia
[1] Debo aclarar que eran unos años en que los economistas solo hablaban de información
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Blog sobre comunicación estratégica
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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