Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Concluyo el breve comentario al libro de Elisa Estévez Interesante me parece la tercera parte: “Cuestiones abiertas en el debate actual”: experiencia teologal y creyente de las mujeres; interrelación de varones y mujeres, así como la cooperación de mujeres solas; perspectivas sobre las mujeres casadas; la función sanadora de las mujeres y la función ejemplar, de modelos femeninos a seguir por otras mujeres. Se tocan todos estos temas, de un modo muy breve, pero indicando c casi siempre el ámbito de estudio que, como campo presuntamente fecundo, queda aún por roturar. Mi juicio sobre esta obra es en parte positivo y, en parte, negativo. Lo positivo es su pretensión de exhaustividad –no dejar nada sin tocar, aunque sea fugazmente- de tal modo que el lector obtiene una idea muy clara de por dónde se está investigando hoy, quiénes lo hacen y qué falta. En el negativo se halla el tono demasiado “apologético” que creo percibir, si no me equivoco, en el tratamiento de las relaciones de Jesús con las mujeres. Pongo un ejemplo ilustrativo: el comentario al dicho sobre los eunucos en el reino de los cielos de Mt 19,9-12, en especial el v. 12: “Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete adulterio.»10 Dícenle sus discípulos: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse.»11 Pero él les dijo: «No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido. 12 Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda”. En mi opinión Los intérpretes (que aceptan por lo general este dicho como auténtico, aunque sólo aparezca testimoniado en Mateo, y su situación exacta en la vida del Nazareno sea imposible de determinar. Los argumentos a favor se deducen tanto por la dificultad de pensar que la comunidad primitiva lo hubiera forjado ella misma, como por coherencia con el ambiente vital de la predicación de Jesús y su predicación del Reino) suponen que Jesús se aplicaba a sí mismo y a algunos de sus discípulos esta frase, que significaría: ante la inminente venida del reino de Dios hay gente en Israel que ha elegido renunciar a tener mujer. Jesús sería, pues, viudo o no casado para guardar la mayor apertura posible a las exi¬gencias perentorias del gran momento -disponibilidad de ánimo, fácil traslado de lugar por necesidades de la predicación, huída de peligros, etc.-, aunque sin duda no porque el casarse fuera estrictamente malo en sí respecto a las exigencias para la gente normal antes de la llegada del reinado de Dios. En una palabra sólo debe deducirse que los que se toman en serio los requerimientos del reinado de Dios se hacen a sí mismos eunucos, es decir renuncian a todo eros amatorio ya en esta vida para disponerse mejor para el Reino. Elisa Estévez deduce: “Jesús aboga con este dicho… por un nuevo concepto de la masculinidad, y por extensión, por una nueva manera de construir las relaciones familiares y sociales, que tienen consecuencias innegables en las relaciones entre varón y mujer. A través de este dicho Jesús aboga por un nuevo patró de masculinidad que desafía el orden establecido, y que implica rehacer los valores que sustentan el honor y la virtud en el mundo antiguo para abrir un espacio nuevo a la construcción de las identidades. Se distancia de este modo de los modelos patriarcales masculinos de su tiempo …. “Con este dicho se abre un espacio para una nueva construcción de la identidad que renuncia al poder y al estatus, a las jerarquías excluyentes, a una vivencia agresivba, impositiva y dominante de la sexualidad, de las relaciones familiares y en la vida social. La motivación no es otra que el Reino, es decir los valores y creencias que sostiejnen la nueva familia de hijos e hijas. “Se está produciendo una radical inversión simbólica que no podía sino desafiaer al mundo antiguo, también a las soicuiedades contemporáneas. Adentrarse por estos derroteros implicaba perder reconocimiento social, ser etiquetado muy negativamente y perder privililegios, amén de adentrarse en un espacio de vergüenza y de deshonor, que no habría hecho posible la existencia de seguidores y seguidoras de Jesús, a menos de que no se les hubiera privusto de un espacio alternativo, sustentado por valores y creencias, y sostenido por lazos de hermandad y filiación” (pp. 96-97) No voy a hacer más comentarios, porque pienso que con esta interpretación se construyen mitos en el siglo XXI. Insisto en que el libro es bueno como presentación de todos los datos, pero me temo que va en sus interpretaciones demasiado lejos. Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid Www.antoniopinero.com
Sábado, 26 de Mayo 2012
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Hoy escribe Antonio Piñero
Presento hoy un libro que considero interesante, o mejor, más que interesante, enciclopédico, porque dentro de su volumen no muy amplio (303 pp.) la autora ha procurado no dejar nada sin abordar, de alguna manera. El título y autora son los mismos que los de esta postal. La editorial es “Verbo Divino”, Estella, España, 2012. ISBN: 979-84-9945-271-5. La autora es en la actualidad Profesora titular del Departamento de Sagrada Escritura e Historia de la Iglesia en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid). Ha sido presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas del 2001-2006. El libro comienza con una historia de la investigación que es bastante completa a mi parecer en sus intenciones, pues trata desde el acceso a las fuentes primarias sobre las mujeres, y publicaciones en diversas lenguas sobre ellas, hasta los jalones más importantes en la construcción de “un nuevo paradigma interpretativo” de la función de las mujeres en el movimiento cristiano. Creo que están casi todas las obras importantes publicadas en el ámbito de lengua inglesa que se reconocen por su tendencia feminista, pero no estoy seguro de la complección del resto de la bibliografía, ni mucho menos. La autora trata por separado los Evangelios y Hechos, los estudios paulinos (primarios y deuteropaulinos), la literatura no canónica, sobre todo gnóstica y los Padres apostólicos. Para mi estimación posterior es importante señalar que en la bibliografía no aparecen ni la importante obra de Kathleen E. Corley, Women and the Historical Jesus. Feminist Myths of Christian Origins, Polebridge Press, Santa Rosa, USA, 2002; ni la de Ben Witherington III, Women in the Ministry of Jesus. A Study of Jesus’ Attitudes to Women and their Roles as Reflected in His Earthly Life, Cambridge University Press, New York, 1991; ni la de A. Marjanen, The Woman that Jesus Loved. Mary Magdalene in the Nag Hammadi Library and Related Documents, Brill, Leiden, 1996 sobre María Magdalena Dentro de la bibliografía española noto la clamorosa ausencia del trabajo de J. Ramón Esquinas, Jesús de Nazaret y su relación con la mujer. Una aproximación desde el estudio de género a partir de los evangelios sinópticos. Editorial “Academia del Hispanismo”, Vigo, 2007 y, por supuesto, tampoco la mía, Jesús y las mujeres, Madrid, Aguilar, 2008. Desde luego obvia del mismo modo la autora a Rafael Hereza El desvelamiento de la revelación, Editorial La Rama Dorada, Madrid, 1981, igualmente sobre la Magdalena. Es posible que la ignorancia de la bibliografía española no sea del todo culpa de Elisa Estévez, sino sobre todo de Mercedes Navarro Puerto, que -en mi opinión- elude algunas obras españolas voluntariamente en su extenso resumen bibliográfico publicado al final de la revista ’Ilu, nº 15, del 2010 (si no me equivoco). Tanto Navarro como Estévez recogen artículos nimios y de poca importancia dentro de la bibliografía española, pero no citan obras que estimo mucho más profundas y que ayuda en extremo, como veremos a la hora de emitir juicios. En la segunda parte del libro la Dra. Estévez estudia los siguientes temas “Las mujeres en el movimiento de Jesús”; la perspectiva particular sobre las féminas de cada uno de los evangelistas; el papel desarrollado por las mujeres en las comunidades domésticas primitivas (es decir, reunidas en casas particulares); otras funciones de las mujeres como misioneras, evangelizadoras, profetas, mártires, diáconos y las tareas específicas del orden de las viudas. Aquí están recogidos, a mi parecer, todos los datos, relevantes o no, que nos proporcionan las fuentes hasta el último cuarto del siglo II. A todo esto me refería al principio cuando señalaba el carácter de enciclopedia de la obra. Mañana concluiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero. www.antoniopinero.com
Viernes, 25 de Mayo 2012
Notas
Hoy escribe Fernando Bermejo
Aunque el Congreso de Papirología celebrado en Salamanca del 17 al 19 estuvo en buena parte dedicado al Papiro de Derveni y el mundo órfico, hubo también varias comunicaciones sobre papiros coptos y griegos, sin olvidar textos en su momento tan traídos y llevados como 7Q5 y papiros cristianos. Sobre estos últimos habló Juan Chapa, profesor de Nuevo Testamento y decano de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, que tuvo la amabilidad de facilitarme copia de una de sus últimas publicaciones, reseñada en esta misma web hace un tiempo. Dado que algunos lectores manifestaron en su momento su interés por saber algo más del papiro de Oxirrinco publicado por Chapa (con la signatura 5702), doy en lo que sigue algo más de información al respecto. El texto fue publicado en el volumen LXXVI de The Oxyrhynchus Papyri, a cargo de D. Colomo y J. Chapa, Published by the The Egypt Exploration Society with the Support of The Arts and Humanities Research Council and The British Academy, 2011, pp. 1-19. El trabajo, a cargo de J. Chapa, lleva por título 5702. Uncanonical Gospel?, contiene fotografías del recto y el verso del dañado papiro (en scriptura continua), junto con una transcripción del texto griego, algunas reconstrucciones posibles y un amplio aparato de notas. El papiro 5702, que posee una extensión de 7 x 7 cms. y tiene restos de 23 líneas, ha sido datado a finales del s. II o principios del III por razones paleográficas. Respecto a la primera característica, la pérdida de los márgenes hace imposible determinar el tamaño de la página y la cantidad de texto que ha desaparecido al principio y al final de las líneas. Una restauración hipotética daría una anchura de 12 cms,, y una media de 33 ó 34 letras por línea, pero esto debe ser tomado con precaución. En el mejor de los casos, 5702 representa solo media página de un códice. El texto conservado en el recto relata un episodio de expulsión de un demonio o espíritu impuro. Esto es visible en la presencia de la forma verbal epetímesen (“reprendió”) en relación con la expresión “salir del hombre”, así como otras expresiones (v.gr. anékraxe legon, “gritó diciendo”), que son características de relatos sinópticos de curación de personas poseídas por demonios. Aunque el nombre de quien realiza el milagro no aparece, es casi seguro que debe ser Jesús (y en la línea 9 del recto cabe la posibilidad de reconstruir el nombre, aunque solo se dispone de la sigma final: Iesous). El carácter cristiano del texto se ve refrendado por el uso de varios nomina sacra. El relato emplea palabras y expresiones utilizadas por los Evangelios de Lucas y Mateo (por ejemplo en el relato de la curación de Gadara/Gerasa, en Mt 8, 28-34 y Lc 8, 26-39, pero también el de la curación del poseso en la sinagoga de Cafarnaún y otros), aunque no contiene paralelismos exactos y no muestra una clara dependencia de ninguno de ellos, lo que hace difícil la reconstrucción del texto. La conexión con el episodio de Gadara obtiene apoyo ulterior por el uso de la expresión “pro kairou” (“antes de tiempo”), que aparece solo dos veces en el Nuevo Testamento, una de ellas precisamente en el relato mateano del exorcismo (Mt 8, 29). En el verso, se conservan restos de un diálogo de Jesús como alguien que quería seguirle o que era ya uno de sus discípulos, y dichos que Jesús dirige a otras personas. En estos, Jesús expone varias exigencias en relación a su persona, quizás en conexión con la venida del Reino (aparece el término Basileia como "Baleia", con una contracción típica de nomen sacrum) y una referencia a Jerusalén (Hierosolyma). El papiro resulta de indudable interés, a pesar de que su carácter tan fragmentario haga difícil extraer conclusiones de largo alcance. En todo caso, debemos dar la enhorabuena a Juan Chapa por su valiosa labor de edición de papiros de Oxirrinco. Fue un placer conocerle personalmente en Salamanca. Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Miércoles, 23 de Mayo 2012
Notas
Hoy escribe Gonzalo del Cerro
Conversión del rey El rey había contempló los sucesos del martirio y la glorificación de Mateo desde la azotea de palacio. Bajó a toda prisa para postrarse delante de la urna que contenía los restos del apóstol e haciendo una confesión clamorosa de su fe ante la jerarquía del lugar: el obispo, los presbíteros y los diáconos, Este fue el tenor de su confesión: “Creo realmente en el Dios verdadero Jesucristo”. Ofreció su palacio con todas sus estancias como homenaje a Mateo pidiendo por su parte el sello de Cristo, es decir, el santo bautismo. Quiso que depositaran la urna con las santas reliquias sobre su lecho de oro. Pidió encarecidamente que le administraran el bautismo y lo hicieran participar de la eucaristía. El obispo hizo que el rey se despojara de sus regias vestiduras mientras lo instruía con todo interés en las verdades de la fe. El rey lloraba amargamente y se mostraba arrepentido de todo cuanto había hecho contra Mateo y su misión apostólica. Ungió al rey con el óleo sagrado y “lo sumergió en el mar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (c. 27,2). El obispo pronunció la bendición con la acción de gracias, le hizo partícipe del pan y del vino de la eucaristía diciendo: “Éste es el cuerpo de Cristo y este cáliz es su sangre que, derramada por nosotros, te sirva como perdón de los pecados para la vida”. Se oyó entonces una voz del cielo que ratificaba lo acontecido con un triple “Amén”. El apóstol y mártir Mateo bajó del cielo y se apareció al rey para cambiarle el nombre. Ya no se llamaría Bulfamno, sino Mateo, lo mismo que su hijo no se llamaría más Bulfandro, sino también Mateo. Zifagia, la mujer del rey se llamaría en adelante Sofía (Sabiduría); finalmente, la mujer del hijo del rey no se llamaría ya Orbá, sino Sínesis (Comprensión). Fue entonces cuando Mateo nombró presbítero al rey que tenía treinta y siete años, presbítera a su mujer, diácono al hijo del rey, de diecisiete años y diaconisa a la mujer del hijo del rey, igualmente de diecisiete años. El rey entró luego en palacio y destruyó todos los ídolos de los dioses. Publicó luego una edicto dirigido a sus súbditos para recordarles que la aparición de Cristo en la tierra había servido para demostrar que los dioses eran depósitos de mentira y corrupción. Había un solo Dios, creador de cielos y tierra. En consecuencia, debían ser destruidos todos los ídolos a lo largo y ancho del reino. Si alguno diera culto a los dioses falsos, sería castigado a espada. Todos los ciudadanos se afanaron por destruir gozosamente los signos de los dioses proclamando que solamente hay un Dios bienhechor de la humanidad (c. 9,2). El autor del apócrifo acaba su relato recordando la advertencia hecha por Mateo desde los cielos para que se ofrecieran ofrendas a su memoria para regocijo de su alma bienaventurada y para gloria de nuestro Señor. Vaticinó después al obispo Platón que dentro de tres años estaría con Mateo en el cielo. Le recomendaba que nombrara obispo al rey y sucesor en el trono a su hijo. Cuando Mateo hubo deseado la paz a todos los santos, apareció subiendo entre los ángeles al cielo, “donde a la diestra del Padre está el rey de la gloria Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos” (c. 30,2). Otra vez vino una voz del cielo augurando a los ciudadanos del reino paz y regocijo, porque “no habrá guerra ni calamidad de espada en esta ciudad por causa de Mateo mi elegido”. La narración termina recordando que el día de la memoria de Mateo es el día cuadragésimo del mes Gorpieo, mes macedonio que abarcaba el final de agosto y el principio de septiembre. Un grupo de códices señala el 16 de noviembre como fecha de la muerte de Mateo, pero el título de la versión latina afirma claramente que el apóstol Mateo “padeció el día 11 de octubre” . La doxología final que proclama: “Gloria, honor y adoración a Dios Padre y al Hijo y al Espíritu Santo ahora y siempre y por los siglos” (c. 31,1). (San Mateo escribiendo su evangelio) Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro
Lunes, 21 de Mayo 2012
NotasHoy escribe Antonio Piñero Concluyo hoy mi propósito de presentación objetiva del libro “Ciudadano Jesús”. Sigo con los rasgos que caracterizan lo que posiblemente pueda saberse del Jesús histórico: • Jesús restringió su predicación a Israel y no fue un predicador universalista. Probablemente hizo una excepción con los samaritanos. • Se dirigió de forma especial a los pecadores. Precisamente por orientar su predicación a todo Israel, Jesús centró su atención en los sujetos marginales necesitados de salvación desde un punto de vista religioso. • Creyó que la instauración del Reino no dependería de los hombres, sino de Dios. • El reino de Dios predicado por Jesús incluía la idea de un juicio, que implicaba tanto la salvación de unos como la condenación de otros. • Jesús realizó acciones que tanto él como algunos de sus contemporáneos consideraron extraordinarias, como exorcismos y curaciones. • Antepuso los aspectos morales a los rituales. En la enseñanza de Jesús el culto judío no es abolido, pero queda postergado ante los aspectos éticos. Su crítica del legalismo autocomplaciente y la concesión de primacía a la pureza interna, la misericordia y el amor --al pobre, al prójimo-- sobre el sacrificio están en continuidad con el espíritu del profetismo bíblico. • Radicalizó la Torá, o Ley, si bien tal radicalización permanece en el marco de ella. Con otras palabras: Jesús no quebrantó ni abrogó la ley de Moisés. • Jesús mantuvo polémicas con otros grupos religiosos de su tiempo, aunque este conflicto tiene lugar en el seno de acuerdos básicos en el marco de la común religión judía. • Desde Galilea, Jesús fue a Jerusalén en la Pascua de su último año de vida (hacia el año 30 o 33 d.C.), sea para celebrar la fiesta y para predicar, o en espera de la instauración del Reino por parte de Dios,, aunque no para morir. Jesús no anunció su muerte de manera programática. Tales anuncios son inserciones posteriores en los Evangelios, como se deduce del comportamiento de los discípulos y de Jesús mismo en el relato de la Pasión. • Protagonizó un incidente en el Templo. Aunque es incierto el sentido de la acción --¿limpieza cultual simbólica y profética de la futura restauración de Israel y del Templo mismo?--, la intervención en el santuario fue ejercida con cierta violencia y conllevó el impedimento temporal de la actividad comercial que debía realizarse para llevar a cabo los sacrificios. Esta purificación no significa en absoluto que Jesús aboliese el culto al Templo, sin todo lo contrario. • Jesús fue arrestado –y decidida su ejecución- por motivos de índole sociopolítica. • Jesús murió en tiempos de Tiberio, crucificado junto a varios bandoleros por los romanos. La muerte agravada en cruz estaba destinada a esclavos huidos o recalcitrantes y a rebeldes políticos contra el Imperio. Ahora, tras haber delineados estos puntos de la figura de Jesús, que parecen bastante seguros, creo que podríamos responder a la pregunta que planteábamos al inicio: ¿fue Jesús un enigma? Ya adelantaba que pienso que no. La razón es ahora mucho más clara: tenemos datos suficientes como para conocer las líneas generales de Jesús, para situarlo y formarnos un juicio de cómo fue en esos puntos fundamentales. Sabemos más de Jesús que de muchos otros personajes históricos de importancia. Creo que el lector habrá barruntado que el “enigma” se formó porque los evangelistas construyeron una “biografía” de Jesús basándose en dos líneas de elementos que no casan bien entre sí. Un elemento, la tradición de lo que había sido Jesús, que se imponía por la fuerza de los hechos y de la memoria. Otra, la reinterpretación espiritual, propia sobre todo de Pablo, e interpretación mística, del Evangelio de Juan. Ambos elementos se superponen a la hora de delinear la biografía de Jesús porque los cuatro evangelistas, Juan incluido, ven en el fondo a Jesús con ojos fundamentalmente paulinos. Ahora bien: la reinterpretación paulina de Jesús y los datos históricos sobre el Jesús de la historia no casan bien en su mayor parte. El lector puede observar que este resumen del “esqueleto” biográfico del Jesús, que creo histórico y que acabamos de presentar, dista bastante de la imagen del “Jesucristo” transmitida por la tradición eclesiástica en libros o en la predicación general. Entre una y otra imagen media la reinterpretación de Jesús por parte de sus seguidores, tanto judeocristianos como, sobre todo, judíos de la Diáspora, de mente más universalista, por medio de una nueva lectura interpretativa de los textos de las Escrituras a la luz de la creencia firme en su resurrección, en que Jesús no había muerto para siempre, sino que era el Viviente, que estaba a la derecha de Dios y que Éste lo había constituido “Señor y Mesías”. No mucho tiempo después, en el lapso que media entra su muerte y la última edición del Evangelio de Juan, hacia el año 100, este Jesús había sido ya convertido en un Logos/Palabra divina, preexistente junto al Padre desde toda la eternidad, que por nosotros los hombres y por nuestros pecados había descendido desde el cielo, se había encarnado, proclamado la redención, sufrido una muerte redentora por todos los humanos, resucitado y vuelto al empíreo de donde procedía. En el año 325 un concilio de la Iglesia universal proclamaba en Nicea contra el hereje Arrio que este Jesús era el Hijo eterno de Dios desde siempre, y que nunca había sido creado, sino engendrado por el Padre desde toda la eternidad: “Creemos en un solo Señor Jesucristo hijo único de Dios… Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza (griego homooúsios) que el Padre”. En el año 451 el concilio de Calcedonia definió con más exactitud cual era la naturaleza eterna de este Logos / Jesús: tenía dos naturalezas, una divina y otra humana, pero era una sola persona, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Y de este modo concluyo la presentación, sin comentarios (“Prólogo” – “Índice” – “Conclusiones”) del libro “Ciudadano Jesús. Respuestas a todas las preguntas”. Es posible que este libro sea una guía suficiente para los no iniciados sobre cómo está hoy el sentir medio de la investigación independiente sobre lo que puede saberse de Jesús el Nazareno, como lo titula el evangelista Mateo. Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Viernes, 18 de Mayo 2012
Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Algunos amigos me han instado a que deje de lado mis profundos reparos y dé a conocer la cubierta del libro, que, en verdad, me avergüenza, ya que no corresponde en absoluto a mi estilo.... Pero ahí va. He aquí la conclusión del libro que va formada por la respuesta a la pregunta siguiente: ¿Qué podemos afirmar como cierto o muy probable, desde la ciencia histórica, de la vida de Jesús de Nazaret? y por unos párrafos que reflexionan muy brevemente por el devenir a lo largo de la historia de esta imagen de Jesús, que se muda drásticamente ya que fue muchas veces reinterpretada. “El marco de la respuesta es el siguiente: el Jesús de la historia es bastante distinto del Cristo de la fe. Este Cristo, que se encuentra en muchos libros acerca de la vida y doctrina de Jesús que se proclaman “históricos” (un ejemplo de hoy y en español: las obras de J. A. Pagola y A. Puig i Tarrèc) es sin duda una mezcla de historia y de teología. En mi opinión son obras bien escritas, compuestas por autores bien informados de lo que se denomina la “investigación” (confesional), pero que no dan el salto al verdadero Jesús de la historia por las limitaciones impuestas por la dogmática. El Jesús histórico es poco comprensible para el hombre del siglo XXI si no se le aclaran a éste muchas cosas, y hay que quitar a la imagen del Jesús de la historia muchos de sus rasgos judíos nacionalistas para que pueda ser un modelo de conducta para el hombre de hoy. A pesar de las dificultades de los textos básicos, podemos pergeñar –con algunas palabras de Fernando Bermejo en 2006, que van en bastardilla-- el siguiente resumen de los rasgos esenciales del que nos parece que fue el Jesús histórico (resumo ahora brevemente lo que en el libro aparece de un modo más extenso): En 2006 acepté como muy apropiada esta síntesis. En 2008 la volvía a considerar y con pequeños cambios la adopté como propia cuando en el libro Jesús y las mujeres (Madrid ¡, Aguilar 2008) me preguntaba “¿De que Jesús tratamos aquí?” antes de empezar a estudiar todos los pasajes de los evangelios, canónicos especialmente, que trataban del tema. Y , finalmente en 2012, tras haber terminado este libro, sigo pensando que esta síntesis recoge todo lo esencial de lo dicho aquí • Jesús existió realmente. Pero una cosa es la existencia y otra como fue transmitido y reinterpretado. • Nació durante el reinado del emperador Augusto, probablemente algunos años antes del comienzo de la era cristiana. • Creció en Nazaret de Galilea. • Perteneció a una familia numerosa. Los hermanos y hermanas de Jesús citados en Mc 6,3 son probablemente auténticos hermanos carnales. Los autores del Nuevo Testamento –y prácticamente toda la Iglesia primitiva hasta mediados del siglo III-- no tienen otro interés que señalar el nacimiento milagroso y virginal de Jesús, el gran héroe de la historia. El resto de la vida de María y José no les interesó por sí mismo, por lo que suponen que formaban un matrimonio normal y que tendrían otros hijos. • La formación de Jesús fue la usual de un varón galileo de clase media pobre. Muy probablemente sabía leer y escribir. No sólo hablaba arameo, sino que poseía ciertos conocimientos de hebreo, de griego y de latín • Fue un individuo profundamente religioso. • Nada podemos decir de su estado civil antes del inicio de su vida pública, Puso ser soltero, casado o viudo. • Su religión y religiosidad fueron plenamente judías. El Dios de Jesús es esencialmente el del Antiguo Testamento. Jesús se atuvo a las creencias y prácticas religiosas de su pueblo; estimó y tuvo profunda devoción hacia la ley de Moisés como fundamento de su patrimonio religioso y cultural. • Fue atraído por la personalidad de Juan Bautista y por su mensaje religioso. Fue bautizado, ya en su madurez, por éste. Muy probablemente fue su discípulo durante meses, aunque no podamos definir exactamente cómo fue ese discipulado. • Jesús tomó de Juan Bautista algunos de los principales motivos de su predicación. • Reunió un grupo de discípulos, cuyo núcleo estuvo compuesto de doce. Es muy posible que este grupo tuviera un significado simbólico y representara a las doce tribus de Israel, • Habló y actuó como con el convencimiento de ser un profeta, el portavoz o heraldo de Dios para los momentos finales de este mundo. • Utilizó en su predicación un lenguaje directo, accesible al pueblo, a veces figurado, caracterizado por imágenes hiperbólicas y parábolas persuasivas. Fue visto por el pueblo como un maestro, en hebreo rab, rabino, de la Ley. • El centro y la razón de ser de su predicación fue el anuncio de la venida del reino de Dios. Su concepción de este Reino --cuyas características básicas no explica porque las da por supuestas, comprendidas y aceptadas por él mismo y por sus oyentes-- fue muy parecida a la transmitida por la tradición profética del Antiguo Testamento y por la piedad general del Israel de su tiempo.. • El reino de Dios era para Jesús una entidad esencialmente futura. Ese reino no estaba presente en Israel mientras Jesús mantenía su predicación de que vendría muy pronto, sí, pero en el futuro. • Jesús no estableció plazo alguno definitivo para la irrupción del Reino. Ignoraba muy probablemente cuando vendría. • Jesús se expresó en ocasiones como si en su propia acción hubiera ya signos de la venida del reino de Dios. Unos pocos dichos de Jesús –especialmente en Lucas y Mateo- parecen referirse al Reino no como una entidad únicamente futura, sino como una realidad que está irrumpiendo en el presente. Pero estas sentencias no contradicen el contenido de los dichos de Jesús que esperan un Reino en el futuro, ni significan que Jesús creyese que el Reino estaba ya presente. Son sólo la manifestación de que sus acciones contra Satanás, exorcismos y sanaciones sobre todo, señalaban que los preludios de la venida del Reino estaban ya comenzando. Sus expresiones de “presente” son, por tanto, indicación de su entusiasmo escatológico y de su visionaria convicción de la inminencia del Reino futuro. • El reino de Dios habría de instaurarse en la tierra de Israel, un Israel que sería restaurado como el centro del mundo según las Promesas. • El mensaje del reino de Dios, aunque fuera de carácter eminentemente religioso tenía implicaciones materiales y políticas. Concluimos el próximo día Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Jueves, 17 de Mayo 2012
Notas
Hoy escribe Fernando Bermejo
En 2012 se conmemoran 50 años de la aparición del Papiro de Derveni, uno de los textos más célebres de la tradición órfica. Las razones de la importancia del papiro, a pesar de los considerables problemas que este suscita, son varias. Una de ellas es que su datación tradicional entre 340 y 320 a.e.c. (y la convicción de muchos estudiosos de que el poema original puede remontarse a ca. 500 a.e.c.) lo convierte en el texto órfico más antiguo que se ha conservado, así como el más antiguo descubierto en Europa (aunque hay quien aboga por una datación más reciente). El papiro se denomina así por el yacimiento en que fue descubierto, sito en el desfiladero de Derveni, a unos doce kilómetros al noroeste de Tesalónica. En 1962, en el curso de unos trabajos para arreglar una carretera, una excavadora se encontró con algo que resultó ser un par de tumbas contiguas. El papiro sería exhumado en las excavaciones que se realizaron tras este hallazgo accidental, en las que aparecieron otras tumbas de gran valor arqueológico. Sobre la tapa de una de las tumbas descubiertas se había realizado la cremación de un cuerpo, y el rollo de papiro se encontró entre los restos de la pira. Fueron los buenos oficios del papirólogo austríaco Anton Fackelmann (el mismo que llevó a cabo, por ejemplo, la ardua tarea de restaurar el Códice Maniqueo de Colonia en 1969) los que permitieron desenrollar el dañado papiro y leer una parte de su contenido (como el rollo se había quemado por un extremo, no sabemos cuál era su extensión real). En el Papiro de Derveni, un autor anónimo cita y glosa varios versos de un poema (probablemente bastante breve) atribuido a Orfeo. La obra presenta dos partes temáticamente diferenciadas. La primera, que abarca las columnas I-VII (y XX), está dedicada sobre todo a aspectos ceremoniales e iniciáticos, mediante el uso de un lenguaje de tipo sacerdotal y ritual. El resto, las columnas VIII-XXVI, constituye un comentario exegético a una teogonía órfica en el que se encuentran explicaciones de muy distinto tipo: teológicas, físicas, filosóficas y filológicas. Con ocasión del cincuentenario, en la Universidad de Salamanca tendrá lugar los días 17 a 19 de mayo un congreso de papirología muchas de cuyas ponencias estarán dedicadas a desentrañar aspectos de esta interesante fuente del orfismo. Entre los participantes se encuentran los más destacados investigadores en orfismo, tanto españoles (como Alberto Bernabé, Francesc Casadesús, Ana Isabel Jiménez, Miguel Herrero, Marco Antonio Santamaría, entre otros) como extranjeros (Dirk Obbink, Luc Brisson, Gábor Betegh…). Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Miércoles, 16 de Mayo 2012
Notas
Hoy escfribe Gonzalo del Cerro
Martirio de Mateo Mateo, a las puertas del martirio, animaba a sus hermanos para que estuvieran tranquilos y siguieran cantando salmos y alabando a Dios porque tendrían la gracia de poseer las reliquias del evangelista. Los verdugos, “como fieras salvajes”, clavaron a Mateo de pies y manos en tierra. Cumplidas las órdenes del rey, pretendían prender fuego a su víctima. Pero el fuego se convertía en fresco y acariciante rocío, lo que hizo a los hermanos prorrumpir en gritos de alegría: “Hay un solo Dios, el Dios de los cristianos” (c. 19,2). Los emisarios reales huyeron avergonzados y contaron al rey la imposibilidad de prender fuego a Mateo y las burlas de los cristianos que pisoteaban el fuego descalzos y entre risas. Todo era fruto de la magia de aquel hechicero. El rey hizo traer ascuas del horno de palacio y ordenó que portaran los dioses de oro y plata, que impedirían que el mago hechizara también el fuego de palacio. Viniieron, pues, soldados y verdugos que portaban carbones encendidos y los dioses. El rey se cuidaba de que ningún cristiano se acercara ni para apagar el fuego ni para robar los dioses. Mateo tenía el rostro vuelto hacia el cielo mientras su cuerpo estaba cubierto de papiro y de ramas secas. El rey mandó a los soldados que arrojaran las ascuas sobre Mateo y que prendieran fuego a su cuerpo. Mateo rezó a Dios en hebreo pidiendo que lo salvara, que el fuego quemara los dioses de oro y plata y que persiguiera al rey hasta palacio, pero sin producirle ningún daño. Al ver el rey que las llamas crecían, se burlaba del apóstol. Pero se produjo un prodigio, los materiales que cubrían a Mateo se levantaron ardiendo y se extendieron sobre las imágenes de los dioses. El rey huyó, pero el fuego, después de derretir las estatuas de los ídolos, a la manera de un terrible dragón, se puso a perseguir al rey rodeándolo y no permitiéndole entrar en palacio, sino obligándolo a regresar al lugar donde estaba Mateo. Se puso a pedir a gritos al apóstol que lo librara de aquel ardiente dragón y le favoreciera como cuando lo libró de la ceguera. Mateo increpó a las llamas que al punto se retiraron. Luego se recogió en oración y rezó en hebreo rogando por todos los hermanos. Se despidió de ellos diciendo: “La paz sea con vosotros”. Y dando gloria a Dios, “descansó como a la hora de sexta” (c. 22,2). Sepultura del apóstol Mateo Un detalle sorprendente y paradójico fue que el rey ordenó que acudieran muchos soldados y que trajeran de palacio un lecho con adornos de oro para colocar en él el cuerpo de Mateo. El mártir estaba como dormido, y sus vestidos habían sido indemnes al fuego. Unas veces aparecía Mateo sobre el lecho, otras caminando delante del féretro y otras detrás. Todos los testigos del prodigio, incluido el rey, estaban estupefactos. Los enfermos que tocaban el féretro quedaban curados, y los que tenían aspecto salvaje se transformaban en hombres pacíficos. Cuando introducían el cuerpo de Mateo en palacio, todos pudieron ver cómo subía al cielo, conducido siempre por el niño hermoso. En la entrada del paraíso, le salieron al encuentro doce hombres vestidos con vestiduras brillantes y con coronas de oro sobre sus cabezas. El niño coronó a Mateo a semejanza de aquellos hombres. Luego, todos en medio de un relámpago se retiraron al cielo guiados por el niño. El rey no permitió que entraran en palacio nada más que los soldados que portaban el féretro. Mandó construir una urna de hierro, en la que colocó el cuerpo de Mateo. Salió de palacio por las puertas del oriente, llevó la urna hasta el mar y la arrojó a las profundidades. Los hermanos permanecieron vigilantes durante toda la noche. Cuando apareció la aurora, se oyó una voz, que ordenaba al obispo Platón que tomara el Evangelio y se dirigiera a la parte oriental de palacio para cantar el Aleluya con los hermanos. Mandó al salmista que subiera sobre una piedra alta y entonara los salmos. Una vez que el obispo hubo leído el Evangelio y respondieron los presentes el “Gloria a ti”, “presentaron las ofrendas por Mateo, comulgaron y dieron gloria a Dios” (c. 25,3). Hacia la hora de sexta, el obispo Platón vio que Mateo estaba de pie sobre las aguas del mar. A sus lados estaban dos hombres con vestiduras espléndidas, y delante de ellos, el niño hermoso, cantando: “¡Amén, aleluya!”. El mar parecía como piedra de puro cristal. Delante del niño se levantaba una cruz como del fondo del mar, sobre la que aparecía la urna donde estaba el cuerpo del apóstol. El niño depositó la cruz con la urna en la parte oriental del palacio. (San Mateo con su evangelio en la mano) Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro
Lunes, 14 de Mayo 2012
Notas
Hoy escribe Antonio Piñero
Concluye finalmente la lista de preguntas CAPITULO XIV: Los últimos días de Jesús II. Episodios particulares de interés especial · ¿Cuándo sucedió la unción en Betania? • ¿Es histórico el episodio de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén? • ¿Podría ser no histórica la indicación de que entró Jesús en Jerusalén montado en un asno? • ¿Cómo es posible que Jesús maldijera una higuera, al no encontrar higos en ella, si ya no era tiempo de higos? • ¿Cómo debe entenderse el episodio acerca del pago del tributo al César? • ¿Dónde estaba la trampa de la pregunta? • ¿Por qué los evangelistas tenían interés en presentar la respuesta de Jesús como afirmativa: sí hay que pagar el tributo? · ¿Fue la Última Cena de Jesús una cena pascual? • ¿Es posible que fuera una cena pascual sin cordero ni otros elementos necesarios para ella? • ¿Qué fue entonces esa Cena? • ¿No parecen muy aventuradas estas hipótesis de una cena de despedida? • ¿Vaticinó Jesús su muerte en esa cena? • ¿Instituyó Jesús la Eucaristía en esa cena? • ¿Con qué sustituye el Evangelio de Juan la institución de la Eucaristía? • ¿Cómo se explica entonces que el Cuarto Evangelio tenga alusiones claras a temas eucarísticos? • ¿No dice Pablo expresamente que Jesús instituyó la eucaristía tal cual se entiende hoy, como una tradición anterior a él? • ¿Puede aceptar la Iglesia esta interpretación? • ¿Qué motivo tuvo Pablo para transmitir esta visión recibida del Señor? • ¿Cómo presentaba Pablo la Eucaristía para que fuera atrayente a los paganos? • ¿Por qué tuvo éxito esta concepción paulina de la Eucaristía? • ¿Por qué entonces aparece la institución de la Eucaristía en los evangelios sinópticos de un modo muy parecido al de Pablo? • ¿Está de acuerdo la institución de la Eucaristía paulina, entendida al modo católico, con lo que sabemos del Jesús histórico? • ¿Encaja la institución de la Eucaristía con otros testimonios del cristianismo primitivo? • ¿Y si la Eucaristía fuera un rito secreto de los cristianos que éstos deseaban que no se propagara? • ¿Son históricos los discursos de Jesús durante la Última Cena, según el Evangelio de Juan? • ¿Qué temas se desarrollan en este discurso? • ¿Es histórico el personaje de Judas Iscariote? • ¿Debemos entender su figura tal como la presentan los Evangelios? • ¿Cómo fue concretamente la traición de Judas? • ¿Qué opinión puede uno formarse de la tan traída y llevada versión del “traidor” en El Evangelio de Judas recientemente descubierto? • ¿Qué motivaciones tuvo el traidor? • ¿Hubo un proceso judío contra Jesús antes de la semana de Pasión? • ¿Qué argumentos hay en contra de la existencia de un proceso judío durante la semana de la Pasión? • ¿Cómo interpretar el episodio de Getsemaní? • ¿Qué pensar del proceso romano contra Jesús? • ¿Todo el proceso romano es histórico? • ¿Por qué lo mataron? • ¿Con qué versión debemos quedarnos? • ¿Acaso no era el mesianismo de Jesús de sentido totalmente religioso? • ¿Cómo casa esta condena a muerte con la pintura de la actuación de Pilato según los Evangelios? • ¿Y el famoso lavatorio de las manos? • ¿Hay más pasajes de los Evangelios donde se perciba este deseo de exonerar de culpa a los romanos? • ¿Qué responsabilidad tuvo en realidad el pueblo judío en la muerte de Jesús? • ¿Por qué llevaron a Jesús ante Herodes Antipas, si éste y Pilato eran enemigos y el prefecto bastaba y sobraba para condenar a Jesús? • ¿Es cierto que muchos críticos modernos, incluso católicos, consideran que el episodio de Barrabás es legendario, o bien puramente inventado? • ¿Podía realmente Pilato dudar entre Barrabás y Jesús? De cualquier modo, • ¿no sería injusta una equiparación de Jesús con Barrabás y otros revolucionarios por el estilo? • ¿Qué pensar del Cireneo? • ¿Es también un personaje inventado? · ¿Y la historia de la Verónica? • ¿Cómo fue la crucifixión de Jesús? • ¿Son creíbles en bloque los detalles que presentan los evangelistas en torno al hecho de la crucifixión? • ¿Por qué existen dudas razonables en cuanto a la historicidad de los detalles concretos en torno a la crucifixión? • ¿Hay algún detalle del que no pueda dudarse en cuanto a su historicidad? • ¿Por qué ajusticiaron a dos “bandidos” a la vez que a Jesús? • ¿Y la presencia de mujeres al lado de la cruz? • ¿Es verdadera históricamente, en concreto, la presencia de María Magdalena junto a la cruz? • ¿Qué más detalles hay en torno a la crucifixión cuya historicidad sea al menos discutida? • ¿Murió Jesús realmente en la cruz? • ¿Cómo fue el instante de la muerte de Jesús? • ¿Y la confesión posterior a la muerte, nada menos que de un centurión romano? • ¿Presentan los evangelistas por su cuenta alguna interpretación de la muerte de Jesús? • ¿Qué opinar de los sucesos que se cuentan que ocurrieron inmediatamente después de la muerte de Jesús? • ¿Cuándo empieza a ser la cruz el símbolo del cristianismo? • ¿Se puede saber con certeza qué día murió Jesús? • ¿Cuál de las dos cronologías es más fiable? • ¿Utilizó Jesús un calendario esenio? • ¿A qué hora murió Jesús? • ¿En qué año murió Jesús? • ¿Qué edad tendría Jesús cuando murió? CAPITULO XV: Descendimiento y sepultura del cadáver de Jesús • ¿Hubo algo especial en el descenso de la cruz del cuerpo de Jesús? • ¿Presentan los evangelistas de un modo uniforme un hecho aparentemente tan sencillo? • ¿Con qué versión nos quedamos? CAPÍTULO XVI: La tumba vacía y la resurrección • ¿Qué hay de histórico en las narraciones sobre la “tumba vacía”? • ¿Puede un historiador hablar de la resurrección? • ¿No podría un historiador emitir al menos su opinión sobre la consistencia de las narraciones sobre la resurrección que ofrecen los Evangelios? • ¿Cuáles son esas contradicciones? • ¿Y las menciones de apariciones del Resucitado en las cartas de Pablo de Tarso? • ¿Por qué las autoridades romanas no persiguieron a los discípulos de aquel a quien habían crucificado? Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Viernes, 11 de Mayo 2012
NotasHoy escribe Antonio Piñero CAPÍTULO XII: La personalidad de Jesús vista por los demás • ¿Es uniforme y consistente la personalidad de Jesús según los Evangelios? • ¿Pueden sintetizarse en pocas palabras esos rasgos contradictorios? • ¿Se muestra Jesús como ignorante, según los textos evangélicos? • ¿Se consideraba Jesús un pecador? • ¿Se consideró a Jesús loco alguna vez? • ¿Se enfadaba Jesús? • ¿Era Jesús un machista respecto a su trato con las mujeres? • ¿Era Jesús un comilón y bebedor? • ¿Era Jesús un exagerado en su manera de predicar? • ¿Era Jesús un predicador apocalíptico? • ¿Era Jesús amigo de los ricos? • ¿Por qué discutía Jesús agriamente con los fariseos? Dejando aparte las posibles exageraciones, • ¿es verdad que discutían tanto? • ¿Siempre discutían los fariseos y Jesús de cuestiones de las Escrituras y en concreto de la Ley? • ¿Qué es la Ley oral? • ¿Puede decirse sin más precisión y en resumidas cuentas que Jesús “era un fariseo”? • ¿Era Jesús un esenio? • ¿En qué se parecen Jesús y los esenios? • ¿Qué diferencias hay entre Jesús y los esenios? • ¿Cómo se comportaba Jesús con los paganos? • ¿Fue Jesús un blasfemo? CAPITULO XIII: Los últimos días de Jesús. I. Cuestiones generales • ¿Se muestran los evangelistas más veraces en esta parte tan importante y breve de la vida de Jesús? • ¿Fueron testigos los discípulos de Jesús de los hechos narrados en la historia de la Pasión? • ¿Hay algún caso en la historia de la Pasión que pudiera haber sido inventado tomando como modelo al Antiguo Testamento? • ¿Eran conscientes los cristianos de que los hechos podrían haber sido manipulados para hacerlos concordar con las Escrituras? • ¿Hay algunos episodios que podríamos calificar de legendarios en la historia de la Pasión? • ¿Es posible que el relato de la Pasión sea una reelaboración de hechos que sucedieron durante mucho más tiempo que una semana? • ¿Cuántos dichos y hechos cuentan los evangelistas que sucedieron en el marco de unos cinco días? • ¿Qué otros indicios hay para pensar que existió tal compresión de hechos? • ¿Cuánto pudo durar, por tanto, la historia de la Pasión? • ¿Con qué finalidad se compuso esta historia de la Pasión? • ¿Cómo es posible pensar que el evangelista Marcos dispuso de una historia de la Pasión previa a la composición de su evangelio? Saludos cordiales de Antonio Piñero. Universidad Complutense de Madrid www.antoniopinero.com
Jueves, 10 de Mayo 2012
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Editado por
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.
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