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Blog de Tendencias21 sobre las implicaciones sociales del avance científico, tecnológico y biomédico.
La empresa Cellonis Biotechnogies ha desarrollado unos artefactos tecnológicos biomédicos que podrían solucionar el problema de los niños diabéticos. La investigación se ha basado en el uso clínico de células madre embrionarias y células madre adultas aportando, con independencia de los problemas éticos subyacentes, resultados prometedores.
Células Madre
En un breve artículo publicado en la revista Lancet en el 2004 se afirma que la terapia celular basada en el uso de células madre permite sustituir las células ineficaces por células funcionales restaurando la funcionalidad celular en el órgano dañado.
En línea con esto la empresa Cellonis Biotechnologies, ha registrado a finales del pasado año algunos resultados sobresalientes sobre el tratamiento de un niño de doce años con diabetes en un hospital de Pekín. El pequeño parece que ha vuelto a tener una vida completamente normal y se ha evitado con la terapia celular las inyecciones de insulina durante más de medio año.
La doctora Shi, que fue quien ha sido responsable de la atención médica del niño durante su tratamiento, se mostró satisfecha con el logro. De hecho, comentó que la eficacia del tratamiento del paciente le había sorprendido. Destacó el hecho de no haber tenido que inyectarle insulina durante 8 meses evitándole el desagradable proceso al nicho y, además, los médicos no han tenido que preocuparse de los niveles de glucosa en sangre durante el experimento.
Recordemos que la diabetes puede tener un gran impacto en las relaciones sociales que tiene que mantener el niño ya que le afecta en su socialización. En este sentido, las personas con enfermedades de este tipo tienen que tener cuidado cuando juegan, mantener una dieta saludable y pincharse las desagradables inyecciones de insulina de forma diaria. Además, los niños con diabetes tienen un riesgo muy superior de complicaciones en el riñón y en los ojos.
"El tratamiento con células madre supone una nueva esperanza para los que padecen diabetes", añadió la doctora Shi. "Puede sustituir a las células pancreáticas disfuncionales, introduciéndose en la raíz de la enfermedad. El tratamiento con células madre, tanto para la diabetes como para muchas otras enfermedades, representa una nueva era en la medicina".
No obstante, no podemos olvidarnos de las graves consecuencias éticas que supone trabajar con células madre embrionarias. Como es bien sabido, las terapias con células madre troncales (propias del individuo tratado o de un donante) no plantean ningún problema ético ya que no implican el uso de embriones para el desarrollo terapéutico. Según la web de Cellonis Biotechnologies parece que este último proceso es el que emplean para sus investigaciones y tratamiento, no habiendo -entonces- problema ético alguno.
Ante esta información he querido preguntar a algunos tecnocientíficos españoles (que no me han permitido hacer público sus nombres) para que me den su opinión al respecto. Curiosamente, todos ellos ponen un poco en duda las investigaciones ya que parece que éstas no han sido publicadas en ninguna revista internacional y, además, al provenir de una empresa afincada en China. Esto último es debido a que las investigaciones que se desarrollan en China parece que son vista con cierta precaución por parte de la comunidad tecnocientífica española.
En línea con esto la empresa Cellonis Biotechnologies, ha registrado a finales del pasado año algunos resultados sobresalientes sobre el tratamiento de un niño de doce años con diabetes en un hospital de Pekín. El pequeño parece que ha vuelto a tener una vida completamente normal y se ha evitado con la terapia celular las inyecciones de insulina durante más de medio año.
La doctora Shi, que fue quien ha sido responsable de la atención médica del niño durante su tratamiento, se mostró satisfecha con el logro. De hecho, comentó que la eficacia del tratamiento del paciente le había sorprendido. Destacó el hecho de no haber tenido que inyectarle insulina durante 8 meses evitándole el desagradable proceso al nicho y, además, los médicos no han tenido que preocuparse de los niveles de glucosa en sangre durante el experimento.
Recordemos que la diabetes puede tener un gran impacto en las relaciones sociales que tiene que mantener el niño ya que le afecta en su socialización. En este sentido, las personas con enfermedades de este tipo tienen que tener cuidado cuando juegan, mantener una dieta saludable y pincharse las desagradables inyecciones de insulina de forma diaria. Además, los niños con diabetes tienen un riesgo muy superior de complicaciones en el riñón y en los ojos.
"El tratamiento con células madre supone una nueva esperanza para los que padecen diabetes", añadió la doctora Shi. "Puede sustituir a las células pancreáticas disfuncionales, introduciéndose en la raíz de la enfermedad. El tratamiento con células madre, tanto para la diabetes como para muchas otras enfermedades, representa una nueva era en la medicina".
No obstante, no podemos olvidarnos de las graves consecuencias éticas que supone trabajar con células madre embrionarias. Como es bien sabido, las terapias con células madre troncales (propias del individuo tratado o de un donante) no plantean ningún problema ético ya que no implican el uso de embriones para el desarrollo terapéutico. Según la web de Cellonis Biotechnologies parece que este último proceso es el que emplean para sus investigaciones y tratamiento, no habiendo -entonces- problema ético alguno.
Ante esta información he querido preguntar a algunos tecnocientíficos españoles (que no me han permitido hacer público sus nombres) para que me den su opinión al respecto. Curiosamente, todos ellos ponen un poco en duda las investigaciones ya que parece que éstas no han sido publicadas en ninguna revista internacional y, además, al provenir de una empresa afincada en China. Esto último es debido a que las investigaciones que se desarrollan en China parece que son vista con cierta precaución por parte de la comunidad tecnocientífica española.
Martes, 5 de Abril 2011
The Program on Science, Technology, and Society at Harvard University is hosting a meeting on April 7-9 to provoke thinking and discussion on both the last twenty years of STS development and how we are preparing ourselves for the next twenty. Please join us in person or via the live feed on the meeting's website, where you can also find the program, participant bios, and more: http://stsnext20.org
Viernes, 1 de Abril 2011
En Brasil, el equipo del profesor D. Antonio Teixeira ha estudiado las razones por las que una especie naturalmente inmune al mal de Chagas (las gallinas) se veía afectada por la enfermedad, sufriendo los problemas cardíacos clásicos de esta enfermedad. Todo parece indicar que el culpable es el material genético de estos parásitos.
La actividad tecnocientífica y las conclusiones que, en muchas ocasiones, se obtienen no son claras y carentes de debate. Un ejemplo de esto lo hemos visto sobre la problemática energética. Otro ejemplo lo vamos a mencionar ahora en un interesante estudio sobre la enfermedad de Chagas y que ha hecho que los parásitos no dejen de sorprendernos por su complejidad evolutiva.
Un grupo de investigación brasileiro envió en 2004 un texto a la revista Cell para su evaluación y posterior publicación. El texto generó debate y fue retractado (considerado inválido) por la propia revista. El problema estaba en la hipótesis fundamental del trabajo en el que se afirmaba que se producía inserción de DNA del parásito en el hospedador y que no fue posible repetir los datos obtenidos por expertos independientes consultados por dicha publicación.
Para la realización del trabajo se inocularon huevos de gallina con el parásito Trypanosoma cruzi, causante del mal de Chagas. Según el texto enviado a dicha revista el organismo hospedador eliminó el microbio pero antes de que esto sucediese fragmentos del DNA de T. chuzi se insertaron, según los autores, en el material genético del hospedador.
El hecho de que una revista de tanto prestigio retracte al grupo investigador hace que el prestigio de los autores se vea mermado notablemente de cara a la comunidad tecnocientífica. Por esta razón, el mismo equipo se puso manos a la obra para corroborar la información obtenida. Para ello, el equipo tomó la decisión de realizar un abordaje un tanto diferente y relativamente complejo usando un conjunto de técnicas de rastreo del DNA insertado. De este modo, los científicos parecen haber logrado demostrar cuales son los loci y los cromosomas donde las porciones de material genético de T. cruzi se aloja en el DNA del hospedador. Este texto ha sido publicado en la prestigiosa revista PLoS Neglected Tropical Diseases
Un grupo de investigación brasileiro envió en 2004 un texto a la revista Cell para su evaluación y posterior publicación. El texto generó debate y fue retractado (considerado inválido) por la propia revista. El problema estaba en la hipótesis fundamental del trabajo en el que se afirmaba que se producía inserción de DNA del parásito en el hospedador y que no fue posible repetir los datos obtenidos por expertos independientes consultados por dicha publicación.
Para la realización del trabajo se inocularon huevos de gallina con el parásito Trypanosoma cruzi, causante del mal de Chagas. Según el texto enviado a dicha revista el organismo hospedador eliminó el microbio pero antes de que esto sucediese fragmentos del DNA de T. chuzi se insertaron, según los autores, en el material genético del hospedador.
El hecho de que una revista de tanto prestigio retracte al grupo investigador hace que el prestigio de los autores se vea mermado notablemente de cara a la comunidad tecnocientífica. Por esta razón, el mismo equipo se puso manos a la obra para corroborar la información obtenida. Para ello, el equipo tomó la decisión de realizar un abordaje un tanto diferente y relativamente complejo usando un conjunto de técnicas de rastreo del DNA insertado. De este modo, los científicos parecen haber logrado demostrar cuales son los loci y los cromosomas donde las porciones de material genético de T. cruzi se aloja en el DNA del hospedador. Este texto ha sido publicado en la prestigiosa revista PLoS Neglected Tropical Diseases
Viernes, 1 de Abril 2011
Nuevamente nos preocupamos por el problema energético surgido en Japón. ¿Qué subyace a toda esta problemática y a la defensa de la energía nuclear?
El conflicto humanitario que se ha desatado en Japón plantean numerosas cuestiones que quedan oscurecidas bien tras el gran problema personal que se vive en aquella zona, bien tras el debate sobre la energía nuclear que se ha generado.
En esta ocasión no vamos a seguir ahondando en nuestra postura acerca de la energía nuclear, creo que está suficientemente clara. Lo que ahora nos interesa mencionar es un factor subyacente, aunque también algo obvio, al debate energético: el modelo de vida que estamos dispuestos a mantener.
Tanto la crisis económica, como la actual "crisis" energética nuclear, nos dan la oportunidad de cambiar las cosas, plantearnos nuestra situación y el futuro al que estamos dispuestos a conducir a nuestra sociedad y a la de nuestros hijos. En este sentido, defender la energía nuclear implica mantener el mismo modelo de vida y el mismo consumo energético dejando en un segundo lugar a nuestro medio ambiente.
Posiblemente esto sea obvio pero considero que es una pena que perdamos una opción tan buena de cambiar las cosas. Ahora es un momento ideal de apostar por una nueva política económica, energética y medioambiental, siempre y cuando se desee apostar por una nueva manera de vivir. En este sentido ¿es tan inviable posturas tales como el decrecimiento defendido, entre otros, por Latouche?
Desgraciadamente considero que el modelo no se va a cambiar, ni existe intención ninguna de hacerlo. Posiblemente lo que traiga consigo esta situación es un afianzamiento en los mecanismos clásicos que hemos venido desarrollando en los últimos años. Por tanto, estoy convencido que seguiremos implementando el modelo socio-económico-energético que paulatinamente incrementa los procesos de dependencia y pobreza, así como deteriora nuestra relación con el medio ambiente.
En esta ocasión no vamos a seguir ahondando en nuestra postura acerca de la energía nuclear, creo que está suficientemente clara. Lo que ahora nos interesa mencionar es un factor subyacente, aunque también algo obvio, al debate energético: el modelo de vida que estamos dispuestos a mantener.
Tanto la crisis económica, como la actual "crisis" energética nuclear, nos dan la oportunidad de cambiar las cosas, plantearnos nuestra situación y el futuro al que estamos dispuestos a conducir a nuestra sociedad y a la de nuestros hijos. En este sentido, defender la energía nuclear implica mantener el mismo modelo de vida y el mismo consumo energético dejando en un segundo lugar a nuestro medio ambiente.
Posiblemente esto sea obvio pero considero que es una pena que perdamos una opción tan buena de cambiar las cosas. Ahora es un momento ideal de apostar por una nueva política económica, energética y medioambiental, siempre y cuando se desee apostar por una nueva manera de vivir. En este sentido ¿es tan inviable posturas tales como el decrecimiento defendido, entre otros, por Latouche?
Desgraciadamente considero que el modelo no se va a cambiar, ni existe intención ninguna de hacerlo. Posiblemente lo que traiga consigo esta situación es un afianzamiento en los mecanismos clásicos que hemos venido desarrollando en los últimos años. Por tanto, estoy convencido que seguiremos implementando el modelo socio-económico-energético que paulatinamente incrementa los procesos de dependencia y pobreza, así como deteriora nuestra relación con el medio ambiente.
Jueves, 31 de Marzo 2011
El desastre medioambiental y el efecto que este ha tenido en la central nuclear de Fukushima en Japón ha reabierto el debate social sobre los riesgos que cada uno de nosotros estamos dispuestos a asumir acerca de la energía nuclear. El debate está un poco viciado ya que se mueve en dos polos prácticamente incomunicables. Por un lado nos encontramos con personas cuya sensibilización con la tragedia humana les dice que no están dispuestos a asumir riesgos sobre dicha energía, por otro nos encontramos con un discurso más racional en el que balancean los riesgos que podrían ocurrir si sucediese algún problema medioambiental con las nuevas formas de producción energética. No obstante, el ruido generado por la alarma nipona parece que ha desvirtuado el debate sobre los procesos energético.
En un reciente artículo publicado en la web de la Universidad Complutense de Madrid por D. José María Gómez Gómez y D. José Manuel Udías Moinelo, miembros del Grupo de Física Nuclear de la Facultad de Ciencias Físicas de dicha Universidad se afirma que en las próximas décadas la demanda mundial de energía se verá incrementada en un 1,7% anual.
Para poder responder a tal demanda, en Europa se genera una gran cantidad de energía. La tercera parte de dicha energía es producida gracias a la electricidad. De este porcentaje, el 31% (según los autores del texto) procede de centrales nucleares, mientras que un 14,7% de fuentes renovables y el resto se obtiene quemando combustibles fósiles, con emisión de CO2. El crecimiento de la demanda energética hace que Gómez y Udías consideren que la demanda de electricidad generada de manera renovable no se va a poder satisfacer sin la contribución nuclear.
Todo parece indicar, o por lo menos en eso se centran los autores, que la energía nuclear es un camino que tendremos que recorrer tanto si nos gusta como si no. El problema sería entonces el de la seguridad de las centrales nucleares, el tratamiento de los residuos, la posible proliferación y la amenaza de los extremistas. Estos factores son materias de seria preocupación para los firmantes del texto.
La cuestión estaría entonces en saber en qué medida los riesgos asociados pueden considerarse aceptables. Para ello, Gómez y Udías recurren a un gráfico en el que se comparan los riesgos de la producción de energía eléctrica por medios nucleares frente a los de otras fuentes. Con estos y otros datos, dicen, en un informe de la Sociedad Europea de Física se concluye que la producción de energía eléctrica de origen nuclear no es más insegura de lo que pueda ser otra fuente tal como el carbón, el fuel-oil o el gas.
Como se podrá comprobar en el gráfico, los datos están referidos a las muertes producidas por estas energías y creo que son indiscutibles. El grave problema de confusión que se genera al utilizar la muerte como indicador de riesgo es notable. Digo esto ya que, como es bien sabido, las radiaciones generadas por isótopos radiactivos a nivel genético pueden ser invisibles a corto plazo pero generar graves problemas sociales que deben ser tenidos en cuenta en la evaluación de riesgos. Pongamos algún ejemplo:
Brenda E. Rodgers y Kristen M. Holmes en la revista Dose-Response an International Journal han analizado la radiación actual en Chernobyl y han comprobado que las exposiciones ambientales sub-agudas de la radiación gamma ha dado lugar a niveles indistinguibles de lesiones cromosómicas. Esto les lleva a afirmar, y a mi con ellos, que parece probable que los actuales modelos de riesgo de radiación sobrestiman los riesgos para la salud humana a dosis bajas y tasas de dosis de radiación de baja-LET.
Esto nos hace pensar que existe un gran desconocimiento científico sobre los efectos de la radiación a nivel biológico y, desde luego, los físicos no tienen la última palabra. Por tanto, considero que es necesario tener mucha precaución, tal y como nos decía Mauricio Beuchot en la entrevista que le hicimos en esta revista, con cualquier tipo de desarrollo tecnológico y especialmente con la energía nuclear.
Para poder responder a tal demanda, en Europa se genera una gran cantidad de energía. La tercera parte de dicha energía es producida gracias a la electricidad. De este porcentaje, el 31% (según los autores del texto) procede de centrales nucleares, mientras que un 14,7% de fuentes renovables y el resto se obtiene quemando combustibles fósiles, con emisión de CO2. El crecimiento de la demanda energética hace que Gómez y Udías consideren que la demanda de electricidad generada de manera renovable no se va a poder satisfacer sin la contribución nuclear.
Todo parece indicar, o por lo menos en eso se centran los autores, que la energía nuclear es un camino que tendremos que recorrer tanto si nos gusta como si no. El problema sería entonces el de la seguridad de las centrales nucleares, el tratamiento de los residuos, la posible proliferación y la amenaza de los extremistas. Estos factores son materias de seria preocupación para los firmantes del texto.
La cuestión estaría entonces en saber en qué medida los riesgos asociados pueden considerarse aceptables. Para ello, Gómez y Udías recurren a un gráfico en el que se comparan los riesgos de la producción de energía eléctrica por medios nucleares frente a los de otras fuentes. Con estos y otros datos, dicen, en un informe de la Sociedad Europea de Física se concluye que la producción de energía eléctrica de origen nuclear no es más insegura de lo que pueda ser otra fuente tal como el carbón, el fuel-oil o el gas.
Como se podrá comprobar en el gráfico, los datos están referidos a las muertes producidas por estas energías y creo que son indiscutibles. El grave problema de confusión que se genera al utilizar la muerte como indicador de riesgo es notable. Digo esto ya que, como es bien sabido, las radiaciones generadas por isótopos radiactivos a nivel genético pueden ser invisibles a corto plazo pero generar graves problemas sociales que deben ser tenidos en cuenta en la evaluación de riesgos. Pongamos algún ejemplo:
Brenda E. Rodgers y Kristen M. Holmes en la revista Dose-Response an International Journal han analizado la radiación actual en Chernobyl y han comprobado que las exposiciones ambientales sub-agudas de la radiación gamma ha dado lugar a niveles indistinguibles de lesiones cromosómicas. Esto les lleva a afirmar, y a mi con ellos, que parece probable que los actuales modelos de riesgo de radiación sobrestiman los riesgos para la salud humana a dosis bajas y tasas de dosis de radiación de baja-LET.
Esto nos hace pensar que existe un gran desconocimiento científico sobre los efectos de la radiación a nivel biológico y, desde luego, los físicos no tienen la última palabra. Por tanto, considero que es necesario tener mucha precaución, tal y como nos decía Mauricio Beuchot en la entrevista que le hicimos en esta revista, con cualquier tipo de desarrollo tecnológico y especialmente con la energía nuclear.
Lunes, 28 de Marzo 2011
El Centro de Estudios y Análisis Social de Galicia ha organizado un debate en el que se analizó la situación de los medios escritos con especial atención al ámbito gallego. Una de las diversas conclusiones del encuentro fue que las nuevas tecnologías de la comunicación han cambiado a las personas convirtiéndolas en consumidores y no en ciudadanos.
Foto: Fernando Blanco para Galicia Hoxe. De izq. a der. D. Manuel Rivas, D. Luis Álvarez Pousa, D. Juan Luis Pintos y D. Juan R. Coca
El CEASGA (Centro de Estudios y Análisis Social de Galicia) ha organizado, el pasado 22 de Marzo un encuentro sobre la situación de los medios escritos en gallego. El debate se realizó en las dependencias de Baleiro - Canle de producción cultural, en Santiago de Compostela. En este evento se dieron cita el Dr. Luis Álvarez Pousa, el Dr. Juan Luis Pintos de Cea, Manuel Rivas García y el Dr. Juan R. Coca. La intención del encuentro era analizar cómo se encontraban los medios escritos en la actualidad dada la compleja situación de crisis económica.
En el encuentro el profesor Pintos afirmó que las actuales tecnologías de la información y las transformaciones en los medios de comunicación ha hecho que las personas pasásemos de ser ciudadanos críticos interesados por la políticas (no por los partidos políticos) a ser meros consumidores de información. En este sentido Álvarez Pousa añadió que además, hemos pasado de ser consumidores a ser parte de los medios de comunicación en lo que se ha dado en llamar "periodismo ciudadano" (que como es obvio no existe), ahorrándoles así una gran cantidad de dinero.
Estos planteamiento nos conducen al último libro del profesor vallisoletano, Cayo Sastre, McMundo donde se nos habla de los prosumidores (consumidores reconvertidos a productores) y de como está actualmente el sistema de producción y consumo. Estas ideas también nos las transmitió el propio Sastre en una entrevista que hemos publicado en Tendencias21 y que recomiendo encarecidamente.
Viernes, 25 de Marzo 2011
Perfil
Juan R. Coca
JUAN R. COCA Profesor Contratado Doctor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid (España). Actualmente es director de la Unidad de Investigación Social y Enfermedades Raras de la Universidad de Valladolid.
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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