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Blog de Tendencias21 sobre las implicaciones sociales del avance científico, tecnológico y biomédico.
La investigación tecnocientífica se acerca, cada día más, al mundo de la empresa. Esto hace que los intereses empresariales se aproximen más que antes a los intereses de estas corporaciones. Como siempre esto tiene su lado bueno y malo pero esto no es nuestro tema hoy. Lo que es relevante es saber que, si esto sucede así, habría que preguntarse si la Universidad hace lo posible por adaptarse a esta situación.
La Universidad es, sin lugar a dudas, la gran institución educativa que nos prepara para los retos que nos plantea la sociedad. En este sentido, la empresarialización de la investigación tecnocientífica, supuestamente, obligaría a esta institución a desarrollar mecanismos que permita gestionar, potenciar e implementar este proceso.
En este contexto es fundamental el desarrollo de los nidos empresariales que permitan a los profesores e investigadores la creación de empresas del tipo spin-off que transvasen el conocimiento tecnocientífico al mundo empresarial. El grave problema que tenemos aquí es que los grados, es decir los estudios universitarios, están lejos de asumir esta realidad y no incluyen en sus opciones docentes cuestiones que faciliten la adaptación del investigador al mundo empresarial.
Por otro lado, todavía existen muchos Campus que no ofrecen posibilidades de poner en marcha empresas, centros tecnológicos, etc. Todo esto es culpa, en buena parte, de una concepción del conocimiento tecnocientífico excesivamente tradicional en que el investigador, profesor, etc. se limita a investigar y apenas se plantea la posibilidad de que un determinado conocimiento tenga utilidad empresarial.
El ejemplo paradigmático de esto último lo encontramos en el mundo de las ciencias humanas y sociales. Estas disciplinas del saber parece que no tienen ninguna aplicación empresarial. No es así. La cuestión es buscar aquello que pueda tener utilidad social para que esto suceda.
En este contexto es fundamental el desarrollo de los nidos empresariales que permitan a los profesores e investigadores la creación de empresas del tipo spin-off que transvasen el conocimiento tecnocientífico al mundo empresarial. El grave problema que tenemos aquí es que los grados, es decir los estudios universitarios, están lejos de asumir esta realidad y no incluyen en sus opciones docentes cuestiones que faciliten la adaptación del investigador al mundo empresarial.
Por otro lado, todavía existen muchos Campus que no ofrecen posibilidades de poner en marcha empresas, centros tecnológicos, etc. Todo esto es culpa, en buena parte, de una concepción del conocimiento tecnocientífico excesivamente tradicional en que el investigador, profesor, etc. se limita a investigar y apenas se plantea la posibilidad de que un determinado conocimiento tenga utilidad empresarial.
El ejemplo paradigmático de esto último lo encontramos en el mundo de las ciencias humanas y sociales. Estas disciplinas del saber parece que no tienen ninguna aplicación empresarial. No es así. La cuestión es buscar aquello que pueda tener utilidad social para que esto suceda.
Viernes, 11 de Marzo 2011
En ocasiones se ha llegado a decir algo similar al supuesto hecho de que las redes llegan a configurar y a unir a los grupos sociales. Esto es debido al hecho de que se confunde transmisión de información con cuestiones relativas al desarrollo social.
Portada de Re(d)unidos
Estamos completamente de acuerdo con Fernando R. Contreras, profesor de la Universidad de Sevilla, en su libro interesante libro Re(d)unidos. Este autor afirma, con razón, que las redes sociales no se constituyen a través de procesos de interacción social. Por esta razón, no es posible afirmar que las redes sociales no llegan a constituir comunidades. No obstante, las redes sociales permiten que se produzcan interacciones individuales.
En este sentido, por mucho que las consideraciones provenientes de la corriente sociológica denominada interaccionismo simbólico nos digan que las sociedades están formadas por individuos en interacción. La interacción entre las personas a nivel individual es, realmente, una especie de herramienta que emplean las personas en su evolución social.
Las redes, dice Contreras, actúan abriéndole un conjunto de posibilidades a las personas para hablar de sí mismos y de sus problemas personales. Por lo tanto, tanto Internet, en general, como las redes sociales, en particular, nos dan la oportunidad de que las leves interacciones individuales que se establecen on-line son procesos de comunicación lingüística que nos dan la oportunidad, en palabras de Edgar Morin, de traducirse en una autocrítica.
« Así, el pensamiento en red permite una retroalimentación en un bucle de inconsciencia obtusa de las propias agresiones, o de una hiperconciencia de los demás, o de deformaciones imparables de los propósitos del prójimo, pero nunca un sistema de comunicación en sociedad. »
En este sentido, por mucho que las consideraciones provenientes de la corriente sociológica denominada interaccionismo simbólico nos digan que las sociedades están formadas por individuos en interacción. La interacción entre las personas a nivel individual es, realmente, una especie de herramienta que emplean las personas en su evolución social.
Las redes, dice Contreras, actúan abriéndole un conjunto de posibilidades a las personas para hablar de sí mismos y de sus problemas personales. Por lo tanto, tanto Internet, en general, como las redes sociales, en particular, nos dan la oportunidad de que las leves interacciones individuales que se establecen on-line son procesos de comunicación lingüística que nos dan la oportunidad, en palabras de Edgar Morin, de traducirse en una autocrítica.
« Así, el pensamiento en red permite una retroalimentación en un bucle de inconsciencia obtusa de las propias agresiones, o de una hiperconciencia de los demás, o de deformaciones imparables de los propósitos del prójimo, pero nunca un sistema de comunicación en sociedad. »
Jueves, 10 de Marzo 2011
Entramos en nuestro coche, preparamos la ruta que nos disponemos a transitar en el GPS, activamos el dispositivo de control de velocidad, el aire climatizado y el vídeo para nuestro hijo. ¡Todo está activado! Ahora, ¿qué sucede si queremos variar algo sin tener en cuenta a la máquina?
Salpicadero del nuevo Peugeot 508
Los ejemplos que acabamos de poner nos dan idea de cómo funcionan las máquinas, de cuales son las actividades, ¿innovaciones?, que nos permiten hacer. La máquina es limitada está pensada y configurada para desarrollar una serie de acciones preprogramadas. De hecho, si el control de velocidad lo colocamos a una velocidad de 120 Km/h la orden no variará a no ser que la anulemos. En caso contrario la máquina nos advertirá que no estamos en la velocidad indicada. Esto nos hace pensar que aquellos que tienen sus expectativas puestas en la famosa IA, inteligencia artificial, se van a ver decepcionados por lo menos durante mucho tiempo.
El ordenador es capaz de procesar grandes cantidades de información pero carece de capacidad de creación y de innovación. Algunas personas consideran que incorporándole una gran cantidad de algoritmos que les permitan manejar y "tomar decisiones" les harán estar más cerca de lo que nosotros somos.
El debate está abierto y al rojo vivo. Veremos si con el paso del tiempo lograremos hacer que de una estructura inorgánica, determinada en sus acciones y dogmática se pase a una estructura semi-orgánica (cyborg maquinal), con capacidad de innovación y de ser libre tanto en sus acciones como en sus decisiones.
Creo que es más factible que en lugar de lograr que las máquinas se asemejen a seres humanos, lo que va a ir sucediendo con el paso del tiempo es que el ser humano será cada vez algo más semejante a una máquina de lo que es en la actualidad. En este sentido ya hemos hablado del cyborg en otra ocasión. Posiblemente en este concepto esté nuestro propio futuro.
El ordenador es capaz de procesar grandes cantidades de información pero carece de capacidad de creación y de innovación. Algunas personas consideran que incorporándole una gran cantidad de algoritmos que les permitan manejar y "tomar decisiones" les harán estar más cerca de lo que nosotros somos.
El debate está abierto y al rojo vivo. Veremos si con el paso del tiempo lograremos hacer que de una estructura inorgánica, determinada en sus acciones y dogmática se pase a una estructura semi-orgánica (cyborg maquinal), con capacidad de innovación y de ser libre tanto en sus acciones como en sus decisiones.
Creo que es más factible que en lugar de lograr que las máquinas se asemejen a seres humanos, lo que va a ir sucediendo con el paso del tiempo es que el ser humano será cada vez algo más semejante a una máquina de lo que es en la actualidad. En este sentido ya hemos hablado del cyborg en otra ocasión. Posiblemente en este concepto esté nuestro propio futuro.
El Financial Times acaba de publicar un interesante texto escrito por Clive Cookson en el que se afirma que los gobiernos no suelen tener en cuenta a los científicos en tiempos de crisis. En este sentido se aboga por la configuración de un comité de asesoramiento formado por científicos y que tengan capacidad de reunión urgente en situación de crisis, conflictos o problemas.
La ciencia es una actividad de gran importancia y con una elevada capacidad de asesoramiento. Esta actividad no sólo debiera ser restringida al ámbito de las ciencias experimentales, sino también de las sociales. En este sentido, el asesoramiento científico debiera ser utilizado más ampliamente en situaciones de emergencia y no dejado de lado hasta el último minuto una vez que el desastre haya tenido impacto y generado consecuencias, en muchos casos, irreversibles.
El periódico británico informa que la Cámara de los Comunes ha llegado a la conclusión, en colaboración con el comité de tecnología, que se ha empleado el conocimiento de los científicos y su asesoramiento demasiado poco y demasiado tarde en situaciones problemáticas tales como la gripe porcina del 2009-2010 y las cenizas volcánicas del año pasado. Por otro lado, se han planteado dos posibilidades futuras: una tormenta solar o un ataque cibernético causar.
El problema de fondo al que se ha llegado es que los científicos juegan un papel periférico en los procesos de evaluación de los riesgos nacionales (británicos). Por esta razón, se apuesta por el establecimiento de un comité científico independiente cuya finalidad será la de asesoras al gabinete de evaluación de riesgos constituido para cada ocasión.
En algunas regiones española existen comité de este tipo. Pero, pese a tener vigencia, actualidad y solvencia no suelen ser consultados por ninguno de los responsables de los distintos gobiernos del Estado.
El periódico británico informa que la Cámara de los Comunes ha llegado a la conclusión, en colaboración con el comité de tecnología, que se ha empleado el conocimiento de los científicos y su asesoramiento demasiado poco y demasiado tarde en situaciones problemáticas tales como la gripe porcina del 2009-2010 y las cenizas volcánicas del año pasado. Por otro lado, se han planteado dos posibilidades futuras: una tormenta solar o un ataque cibernético causar.
El problema de fondo al que se ha llegado es que los científicos juegan un papel periférico en los procesos de evaluación de los riesgos nacionales (británicos). Por esta razón, se apuesta por el establecimiento de un comité científico independiente cuya finalidad será la de asesoras al gabinete de evaluación de riesgos constituido para cada ocasión.
En algunas regiones española existen comité de este tipo. Pero, pese a tener vigencia, actualidad y solvencia no suelen ser consultados por ninguno de los responsables de los distintos gobiernos del Estado.
Llevamos alrededor de los 40 años leyendo artículo acerca de si los primates más cercanos a nosotros en la escala evolutiva son capaces de reconocerse ante el espejo. Unos investigadores han considerado que esto sucede, mientras que otros afirman lo contrario. Recientemente James Anderson y Gordon Gallup han publicado un texto en el que concluyen que no hay pruebas convincentes de tal reconocimiento. El debate sigue abierto.
El debate del autorreconomiento ante un espejo tiene gran importancia a nivel psicológico, evolutivo, filosófico e incluso teológico. Durante muchos años se han realizado gran cantidad de trabajos en los que se afirman que los grandes simios se diferencian de otros primates por su capacidad de auto-reconocimiento. Esto indicaría que estos primates tienen unas capaces intelectivas algo más desarrolladas que los otros y, además, cabría la posibilidad de pensar que podrían tener cierta autoconciencia.
Anderson y Gordon acaban de publicar en la revista PLos Biology una revisión acerca de los desarrollos recientes en este campo. Estos autores han hecho un análisis de los aspectos metodológicos que se han trabajado en los últimos años. Los dos investigadores, uno de la Universidad de Stirling y otro de la Universidad Estatal de Nueva York, parecen no estar de acuerdo con aquellas investigaciones que afirman que se ha ido produciendo un contínuo evolutivo y la mente se ha ido desarrollando paulatinamente.
Los autores del texto consideran que "el peso de la evidencia apoya la opinión de que la capacidad de dirigir la atención de uno a uno mismo implica un cambio cualitativo cognitivo, que se ha producido recientemente en la historia evolutiva de los primates y en relativamente pocas especies". De tal manera que, según este texto, la hipótesis de un proceso emergente a nivel evolutivo es más adecuada.
Jueves, 3 de Marzo 2011
En la sección Cielo Único de esta publicación digital he escrito un artículo sobre cómo afecta el incremento del precio de los carburantes a la navegación aérea. En nuestra vida diaria podemos comprobar que esto también afecta a nuestro comportamiento social y ambiental.
Cuando nos acercamos a una gasolinera para rellenar comprobamos con estupor que el dinero que empleábamos para llenar el depósito ahora, casi (y exagerando un poco) nos queda a medias. Esto hace que el dinero que previsíblemente íbamos a emplear en nuestro medio de locomoción no sea suficiente para nuestras actividades diarias. Tenemos dos opciones: una, reducir el gasto por otro lado y dedicarlo a este fin o bien, dos, cambiar nuestro modo de transporte.
Muchas de las personas que estáis leyendo este texto estaréis pensando que la opción segunda es, quizás, la más viable en ámbito urbano. En cambio, si por tu trabajo necesitas desplazarte a menudo no tienes más remedio que reducir gastos en otras cosas.
Sea como lo sea, lo cierto es que nuestros comportamientos cambian. Si no estamos dispuestos a gastar más dinero en carburante, tomaremos la opción de usar la bicicleta, el autobús, el tren o caminar, entre otras opciones. Todas estas opciones tienen el gran beneficio de ser mejores a nivel medio ambiental ya que siempre van a implicar un menor gasto de carburante y una menor cantidad de emisión de dióxido de carbono (entre otras sustancias) a la atmósfera. El gran inconveniente que generan es una enorme cantidad de tiempo gastada en la espera del autobús, en llegar al metro, en el traslado en bicicleta, etc. Téngase presente que actualmente el tiempo es dinero y, a no ser que seamos personas que disponemos del tiempo al libre albedrío, el gasto de tiempo que empleemos en nuestro transporte diario resulta tener gran importancia. Por esta razón es posible que, a causa de todo esto, el debate sobre el estado del transporte público volverá a cobrar fuerza, puesto que los ciudadanos comprobarán, al usarlo a menudo, los problemas existentes.
Fijémonos ahora en la segunda opción: No podemos reducir nuestro uso del automóvil. En ese caso, como dije antes, nos vemos en la obligación de derivar cierta cantidad de dinero para este fin (algo que antes no hacíamos). No obstante, también es posible que pensemos que podemos minimizar este impacto económico si, por ejemplo, repostamos con un carburante menos eficiente. De esta manera nos ahorraremos algo de dinero y el impacto económico no será tan grande. El problema de esta opción es que eso va a traer consigo un efecto medioambiental, ya que las emisiones de estos carburantes de segundo nivel son mayores.
Cabe la posibilidad de que esto haya sido pensado por los responsables del Gobierno del Estado, y con el objetivo de tamponar el uso de carburantes menos eficientes, hayan tomado la opción de reducir la velocidad máxima en las grandes vías de transporte. Aunque también cabe la posibilidad, como se ha afirmado en distintos medios, de que sea por afán recaudatorio. No lo sé. Con el paso del tiempo comprobaremos en que queda la cosa.
Muchas de las personas que estáis leyendo este texto estaréis pensando que la opción segunda es, quizás, la más viable en ámbito urbano. En cambio, si por tu trabajo necesitas desplazarte a menudo no tienes más remedio que reducir gastos en otras cosas.
Sea como lo sea, lo cierto es que nuestros comportamientos cambian. Si no estamos dispuestos a gastar más dinero en carburante, tomaremos la opción de usar la bicicleta, el autobús, el tren o caminar, entre otras opciones. Todas estas opciones tienen el gran beneficio de ser mejores a nivel medio ambiental ya que siempre van a implicar un menor gasto de carburante y una menor cantidad de emisión de dióxido de carbono (entre otras sustancias) a la atmósfera. El gran inconveniente que generan es una enorme cantidad de tiempo gastada en la espera del autobús, en llegar al metro, en el traslado en bicicleta, etc. Téngase presente que actualmente el tiempo es dinero y, a no ser que seamos personas que disponemos del tiempo al libre albedrío, el gasto de tiempo que empleemos en nuestro transporte diario resulta tener gran importancia. Por esta razón es posible que, a causa de todo esto, el debate sobre el estado del transporte público volverá a cobrar fuerza, puesto que los ciudadanos comprobarán, al usarlo a menudo, los problemas existentes.
Fijémonos ahora en la segunda opción: No podemos reducir nuestro uso del automóvil. En ese caso, como dije antes, nos vemos en la obligación de derivar cierta cantidad de dinero para este fin (algo que antes no hacíamos). No obstante, también es posible que pensemos que podemos minimizar este impacto económico si, por ejemplo, repostamos con un carburante menos eficiente. De esta manera nos ahorraremos algo de dinero y el impacto económico no será tan grande. El problema de esta opción es que eso va a traer consigo un efecto medioambiental, ya que las emisiones de estos carburantes de segundo nivel son mayores.
Cabe la posibilidad de que esto haya sido pensado por los responsables del Gobierno del Estado, y con el objetivo de tamponar el uso de carburantes menos eficientes, hayan tomado la opción de reducir la velocidad máxima en las grandes vías de transporte. Aunque también cabe la posibilidad, como se ha afirmado en distintos medios, de que sea por afán recaudatorio. No lo sé. Con el paso del tiempo comprobaremos en que queda la cosa.
Miércoles, 2 de Marzo 2011
Perfil
Juan R. Coca
JUAN R. COCA Profesor Contratado Doctor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid (España). Actualmente es director de la Unidad de Investigación Social y Enfermedades Raras de la Universidad de Valladolid.
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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