ESTRATEGAR: Rafael Alberto Pérez


¿Quién es?
Rafael Alberto Pérez
Rafael Alberto Pérez
Autor de referencia en comunicación estratégica, conferenciante y consultor. Es consejero de The Blueroom Project - TBP Consulting para temas de turismo y ocio

Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.

En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.








Aunque llevo 43 años de profesional en ejercicio, me gusta y suelo moverme en un plano bastante abstracto del que puedo extraer conclusiones generales. Y si hoy bajo a la arena política española, es al hilo de una actualidad más rabiosa que nunca, tejida con dos únicos mimbres: de una parte unas pensiones de jubilación que todos quieren pero que se retrasan, y de otra unos almacenes nucleares que nadie quiere excepto 12 ayuntamientos que se pelean por ellos. En este juego trenzado, en el que, de cuando en cuando, se cuela el futbol y sus polémicas, la estrategia parece haber sido borrada para siempre de la faz de los telediarios.


El parcheo no es, ni será nunca estrategia
Por mucho que algunos tácticos se empeñen en cantarnos sus virtudes y de decirnos que en un mundo cambiante la táctica (o sea, el juego de cintura, el pensamiento menor, el corto plazo, etc.) gana a la estrategia, se equivocan, y se equivocan estrepitosamente.

La estrategia no es como ellos piensan, ni será nunca, un protocolo, ni tampoco una hoja de ruta. Es cierto que la estrategia es la suma de las tácticas. Pero, en cambio, no es cierto que mediante un parcheo de tácticas oportunistas lleguemos nunca a hacer una estrategia. Ni algo que se le parezca.

La estrategia es un cauce de acción, y ese cauce puede ser tan amplio, tan flexible y con tantos meandros como el estratega necesite y conciba, pero lo cierto es que termina siempre desembocando en el mar (se supone que el de nuestras metas y objetivos). En cambio la táctica sin estrategia es simplemente supervivencia sin futuro.

Y es precisamente ahí, a ese vivir el momento pero privados de todo futuro es a donde nos conduce nuestro Presidente. Sí, hablo de Zapatero. Bueno, al menos eso nos cuentan con teletipos y reportajes los telediarios, aunque la conclusión, y su posible error de apreciación, solo a mí me pertenezcan.

A golpe de tácticas hemos llegado hasta aquí, y creo que no hace falta que les abrume con un montón innecesario de tristes datos. Nos guste o no reconocerlo, nuestro Presidente nos ha puesto en el furgón de cola de Europa

Y ahora se descuelga con lo de las pensiones. ¿Dónde está el truco? Porque si no hay truco, esto es, Sras. y Sres., un suicidio político. Pero no me lo creo, si algo caracteriza a los tácticos es que son pillos y listos. Entonces cuál es la explicación ¿Es una maniobra de distracción? ¿Necesitaba medidas para demostrar a Europa que él está ahí para eso, para tomar medidas? ¿Le vino un pronto? Sea como sea, lo tiene crudo. Todos somos jubilados, todos viajaremos- o viajamos ya- en ese tren. Todos somos viudas y huérfanos sin pensión. Pero también todos somos jóvenes buscando nuestro primer hueco en el mercado laboral. ¿Cómo es posible Sr. Presidente que su gusto por las tácticas le haya llevado a poner a todos en su contra? Con la excepción, tal vez, de los emigrantes. Aunque ahí no hay debate. Simplemente los necesitamos.

Los necesitamos por aquello de la pirámide poblacional, pero también porque nos traen diversidad y riqueza cultural. Si el lector tiene la menor duda, piense en la Norteamérica de la segunda mitad del siglo XX y su “melting pot”, una metáfora creada ad hoc para designar precisamente cómo una sociedad heterogénea y plagada de emigrantes termina siendo un todo nuevo, armónico y mejor. Fíjese también el lector en el apellido de muchos de los científicos que allí triunfaron. Einstein, Von Neumann, Godel, Szilard, Wigner, Fermi, Teller.... todos ellos centroeuropeos, hijos de la diáspora. Hablamos de emigrantes que hicieron triunfar una nación que no era la suya. Como emigrantes son ahora los que vienen buscando prosperidad a España y aunque no sean sabios sino mas bien campesinos reconvertidos en obreros de la construcción traen su trabajo y sus valores. La paternidad entre ellos. Ahora que nuestras autoridades académicas quieren con el Plan Bolonia copiar a las Universidades USA, es un buen momento para recordarles que se equivocan de modelo y buscan en la fuente equivocada: es en la fusión (la melting pot) donde se alimenta la innovación, no en hacer licenciaturas de tres años
Pero si con las pensiones no fuera poco, ahí está ese esperpento de los depósitos de residuos nucleares. Mientras algunos Ayuntamientos se ponen en la lista de los solicitantes (creo que 12) algunos políticos y presidentes de Comunidades Autónomas dicen aquello de “No en MI comunidad…” Pero, oiga quien le ha dicho que sea SUYA.

Democracia y poder se mueven en sentido inverso del que lo hacen táctica y estrategia. La Democracia se hace de abajo, el ciudadano, a arriba, el Presidente, y no de arriba abajo como se cree ese señor. En cambio la Estrategia se hace de lo mas general y con visión de fondo, a lo mas particular y cortoplacista, la táctica. No nos confundamos, hagamos estrategias en democracia, y no nos dediquemos a improvisar tácticas en los nuevos reinos de Taifas…

Y para cerrar, un ruego. He pensado este post como una reflexión sobre estrategia mas que como una diatriba política. Y me gustraía que así se interpretase. Tengo la certeza moral de que aunque a muchos zapateristas les pueda molestar esta reflexión, hay otros muchos socialistas que piensan como yo. Del mismo modo que supongo que hay muchos populares que discrepan de mis ideas. Porque, entre otras cosas ¿donde está la estrategia y los estrategas del PP?

Y si, en el peor de los casos, los golpes me cayesen de todas las partes, no pasaría nada. Ya estoy acostumbrado, esa es la “gracia” de ser independiente. Para consuelo también nos llegan, de vez en cuando, algunas frases de ánimo de otros que también ejercen la crítica sin alineamientos.
Rafael Alberto Perez

Domingo, 31 de Enero 2010


(con motivo de la 30 edición de FITUR)


Tailandia obtiene el premio al mejor stand internacional


El turismo es mucho más que viajar
“Al viajar- decía Proust- ganamos un proceso a la costumbre”. Siempre he simpatizado con esa frase, ¡Estamos tan necesitados de superar las rutinas!

El mundo antiguo tuvo viajeros famosos que nos legaron libros fascinantes. Pero hoy hablamos de turismo y el turismo es mucho más que viajar.

El turismo es fuente de riqueza: en 2007 el turismo internacional generó 625.000 millones de euros, un 30% de las exportaciones mundiales de servicios.

El turismo es tráfico: para 2020 están previstas en todo el mundo 1.600 millones de llegadas de turistas internacionales. Y aunque 2009 no fue un buen año lo cierto es que el crecimiento regresó en el último trimestre de 2009 e hizo que los resultados para el año en su conjunto no fueran tan decepcionantes como estaba previsto inicialmente. Las perspectivas también han mejorado, con una previsión de crecimiento de las llegadas de turistas internacionales de entre el 3% y el 4% para el 2010. Esta perspectiva optimista se confirma por el notable aumento del índice de confianza del Grupo de Expertos de la OMT. Fuente : Barometro OMT del Tursimo Mundial.

Pero para mí el turismo es más que economía y que mero tráfico, es sobre todo intercambio y articulación. Su atractivo y su importancia radica en lo que tiene de cualitativo más que en las magnitudes cuantitativas que acabo de enumerar, por muy importantes y sugestivas que estas sean.

En un mundo donde hemos heredado que los de fuera son peligrosos, ya porque nos pueden quitar puestos de trabajo, ya porque traen peligrosas innovaciones políticas o religiosas. En un mundo donde se tiene miedo de lo diferente. El turismo representa todo lo contrario: la búsqueda de la diferencia y del intercambio, de ideas, de sabores, de colores, de olores y de escenarios. El turismo nos enseña la diversidad de la belleza. Y al mismo tiempo la unidad del ser humano, tan distinto en su apariencia pero siempre el mismo, bajo cualquier color, bandera y credo.

El turismo es la mejor de las Universidades porque enseña a conocer. Y conocer es un requisito necesario para comprender. Algo de lo que estamos necesitados.

Sirvan estas reflexiones para comentar el nuevo éxito de la 30ª edición de FITUR la Feria del Turismo de Madrid que se acaba de celebrar los días 20 al 24 de enero (en el Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid)..
FITUR no es una recién llegada a este blog. FITUR es estrategar pues permite a expositores y visitantes presentar y definir nuevas estrategias para promocionar sus destinos y productos.

Ya el año pasado- 03/02/2009- escribí al hilo de FITUR un post “El turismo en tiempos de crisis” y por ello hay que congratularse de que, a pesar de la crisis, la edición de este año de FITUR hay mantenido cifras similares a las del año pasado en cuanto a empresas y espacios. Así, más de 11.000 empresas expositoras de aproximadamente 170 países o regiones se dieron cita en IFEMA. Por eso hay que felicitar a aquellos pocos que entre tanto fulgor han merecido los premios que FITUR ha concedido a los mejores stand 2010.

Unos galardones que ha entregado Ana Larrañaga, directora de FITUR, el viernes 22 de enero, en el marco de la Feria. En la 30 edición del Salón, el jurado, presidido por José Manuel Maciñeiras, presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes Españolas (AEDAVE); y constituido por Antonio Araujo, presidente de las Oficinas Nacionales Extranjeras de Turismo en España (ONETE), los arquitectos Esther Jiménez, Alfonso Barajas y Fernando Jerez; junto a Javier Gallego, director general de IATA. Ana Larrañaga, directora de FITUR, ha actuado como secretaria del jurado.

Una vez analizadas todas las propuestas y valorando parámetros como la profesionalidad (adecuación del stand a las necesidades de comercialización de cada producto), la comunicación/promoción (identificación del stand con la imagen y el producto) y el diseño (originalidad e innovación). Los miembros de este tribunal han decidido premiar en el área internacional a los stands de Turismo de Tailandia (2B02); Suiza Turismo (8B02), e Isla Mauricio Oficina de Turismo (4A06), con una mención para Proexport Colombia (4C06).

El racional con el que el Jurado explicaba la concesión del premio a Tailandia decía literalmente así: “Un pequeño pero llamativo stand. Se valora el rigor geométrico de la propuesta y la claridad de entendimiento en su relación con los visitantes de la feria, diferenciando dos espacios, la sala de masajes – al exterior - y el espacio interior capaz de vida propia”

Una vida propia necesaria para que el stand de una feria no sea como en tantas veces, un mero elemento decorativo, sino un medio de comunicación del destino con los profesionales.
Algo que www.blueroom.es - la empresa de comunicación consultora de Tailandia en España- se ve que maneja con fluidez, pues esta es la segunda vez que en poco tiempo obtiene para Tailandia esta preciada distinción.

Un éxito que no nos es ajeno, pues Alejandro Pérez, su fundador y director, es miembro de FISEC, y a juzgar por los hechos, pone en práctica su filosofía.
Rafael Alberto Perez

Viernes, 29 de Enero 2010


Venimos hablando del paso de la estrategia como ciencia del conflicto a ciencia de la articulación social. Por ello es oportuno este artículo del profesor chileno Claudio Avendaño, publicado en el diario La Nación de aquel país hermano


La estrategia como articulación
Re-pensando estrategia

Por Claudio Avendaño (*)

Es necesario profundizar en la educación medial, de modo que los sujetos adquieran el conocimiento necesario para distinguir los procesos de producción de la información y el entretenimiento y así valorar lo que reciben.

Cuando escuchamos la expresión estrategia es común que se nos venga a la mente una significación que ya casi forma parte del folclore cotidiano y que la asocia con lo bélico y, aún más, probablemente una visión pretérita dentro de las modernas estrategias militares. Se le atribuye a la estrategia la idea de un “grupo objetivo”, definido como algo lejano, extraño por desconocido, y a veces hasta hostil, al que hay que dirigirse por un conjunto ordenado de acciones que permita persuadirlo o excluirlo. Hoy, en los ambientes militares prima una concepción que destaca la acción preventiva y la cooperación como causas que eviten la tensión. En la idea decimonónica de estrategia, el conflicto se tiende a resolver con el debilitamiento de una de las partes y el aumento del poder del actor que urde la “estrategia”.

En el siglo XX, desde varias disciplinas emerge una concepción de estrategia que pone énfasis en lograr objetivos, la satisfacción de necesidades y el alcance de metas de las partes que se relacionan. La Teoría de Juegos ha aportado en este sentido y desde disciplinas de las ciencias sociales y la economía empieza a perder fuerza la idea de la exclusión -al menos- del punto de vista y contexto del otro. Hoy la estrategia es un concepto talismán, se usa para dar notoriedad y un aura seria y casi mágica a las decisiones de una autoridad para fijar un camino u objetivo.
Todos hemos escuchado la expresión es-una-decisión-estratégica y remite a la noción de que se trata de una decisión amparada en estudios rigurosos, una reflexión seria que toma en cuenta un logro deseable: nos refiere a un conjunto de ideas casi divinas, ante las que no conviene preguntar ni hacer cuestión para no enojar a los dioses, ni pecar de ignorantes. Pero en muchos casos se trata de decisiones arbitrarias, efecto de un burdo ejercicio del poder, de una forma de legitimar la dominación irracional y antojadiza.

Desde hace unos años se ha constituido en América y Europa un grupo de académicos y profesionales de distintas disciplinas (desde la física a la comunicación, pasando por la antropología) que busca reflexionar sobre el sentido de la estrategia en estos nuevos tiempos. Rafael Alberto Pérez, de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido el motor de este esfuerzo colectivo, agrupado en Fisec (Foro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación: www.fisecforo.org). Además cuenta con una publicación online (http://www.fisec-estrategias.com.ar/) dirigida desde Argentina por Rubén Canella.
Rafael Alberto Perez

Domingo, 24 de Enero 2010


No podemos evitar los terremotos- aunque si sería bueno tocar menos las pelotas a la madre tierra- pero si podemos anticiparnos a sus consecuencias. ¿Con qué moral vamos a pretender que nuestros hijos se incorporen a nuestro sistema de civilización si lo que les mostramos es todo menos civilizado?


Una catástrofe ética:

Haití ha pasado a ser algo más que una gran catástrofe física, al igual que en su día lo fue Nueva Orleans, y antes otras ciudades, Haití es una gran catástrofe ética. Una vergüenza para un mundo que se considera civilizado, pero incapaz de prever, torpe para resolver y demasiado prudente como para autocriticarse.

De hecho Haití ya era Haití, o lo que es lo mismo pobreza y destrucción antes de que la catástrofe provocada por el terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter agitara nuestras conciencias. El propio presidente de Haití, René Préval, lo dijo el pasado lunes a su manera el “sismo fue un acontecimiento, pero la situación era difícil desde antes”.

Haití nos plantea demasiadas PREGUNTAS SIN RESPUESTA ¿Tienen que ocurrir hechos singulares, televisivos y escénicos para que el mundo reaccione? ¿Qué hacemos entonces con los que se mueren lentamente de hambre y de miseria? ¿Para qué sirve la ONU? ¿Por qué tanto gesto político puntual y tan poco esfuerzo sistemático? ¿Por qué tanto conflicto y tan poca articulación internacional? ¿Por qué tanto compadecernos del que está lejos y al mismo tiempo desconfiar, maltratar y expulsar al que está cerca? ¿Es la compasión el sentimiento correcto o sería mejor una solidaridad anticipativa? ¿Por qué seguir manteniendo esas farsa bipolar entre ricos y pobres, buenos y malos, derechas e izquierdas que solo a los actores políticos les beneficia? ¿Por qué perder tanta energía en debates inútiles? ¿Por qué la sociedad civil le ha tomado la iniciativa a las instituciones públicas?

Es cierto que los problemas vienen de atrás. Somos hijos de una cultura del conflicto, y estamos preparados para competir y algunos para hacer la guerra, pero mucho menos para ayudar. Somos los animales que mas practican el autoengaño (tal vez los únicos) y apagamos nuestras conciencias con un ¡Se lo habrán buscado!

Alguien podría objetarme que en la actualidad existen ejércitos para la paz y que las ayudas son muy superiores a las de hace una décadas, y tendría mucha razón. Todo eso es un gran avance y tendríamos que felicitarnos por ello, pero no es menos cierto que no es suficiente y que no se trata únicamente de una cuestión de cantidad: el mundo necesita otros modos de ver la realidad y la sociedad otras instituciones.

Otra perspectiva, otra forma de entender la estrategia y la acción humana:

Los que me conocen saben que este discurso no es oportunista, hace 8 años que lo vengo hilvanando con mis colegas de FISEC (Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación) . Frente a la estrategia del conflicto venimos propugnando una estrategia de la articulación. Y lo hacemos no por buenismo sino porque todos los mensajes que recibimos tanto de la ciencia como de la sociedad así nos lo aconsejan. Algunos suenan muy lejanos, pero todos son coincidentes, desde la física cuántica que nos dice que todos los seres que habitamos en el mundo macro pesamos mucho y “estamos enganchados en nuestros entornos”, hasta el pensamiento complejo del maestro Edgar Morin que nos recuerda que “complejo, del latín complexus, es lo que está tejido junto. Pasando por las proclamas de una sociedad civil que reclama otras perspectivas mas ármonicas y que se expresa en el voluntariado heróico de muchas ONGs.

Y fíjese el lector, resulta que “enganchados•”, “entorno”, “juntos” y "voluntad" son las palabras clave para este enredo. Si estamos enganchados y tejidos juntos con los otros en nuestros entornos, eso significa que todos estamos interconectados y llevamos dentro un poquito del otro. Para ver que esto es algo mas que una frase poética basta con leer a David Bohm, a Zukav, a Jaworski....

Y si todos llevamos dentro un poquito de Haití, cómo no emocionarnos ante esas imágenes que nos llegan en los telediarios, cuando una parte de nosotros está sufriendo allí. Pero no debemos caer en la compasión. No se trata de apagar los gritos con una lágrima o una limosna . Hay buenos sentimientos que son malos compañeros. Es ahí donde entra en juego la voluntad. Un desastre de tamaña dimensión solo puede servir para una cosa: para que no se repitan sus consecuencias. Para revisar nuestra propia forma de mirar al mundo y reclamar unas instituciones internacionales, y también nacionales, mejor enfocadas y más eficientes. Para gritar todos juntos: NO MAS HAITÍES, y acto seguido actuar, tomar las medidas.

Y si esta fuese la perspectiva correcta, y quiero pensar que sí, entonces habría que recuperar la voluntad perdida , que diría Marina. Hay mucho por refundar.

Rafael Alberto Perez

Martes, 19 de Enero 2010


Venimos proponiendo un cambio de paradigmas en materia de ciencias sociales y en concreto de estrategia. Se trata de decir adíos a un mundo fragmentado, lineal y estático, para pensar la realidad como una trama de procesos fluidos, complejos y, a veces caóticos. Pues bien el artículo publicado por el presbítero Hesiquio Trevizo Bencomo el 02-01-2010 en la sección de Opinión del Diario digital de Ciudad Juarez me ha sorprendido al proponer la aplicación de la teoría del caos un paso mas allá de lo habitual: a las estrategias para encarar los males del espíritu.
Por su longitud me he permitido espigar algunos parráfos tratando de que al así hacer no perdieran su sentido. El lector interesado podrá linkear al texto completo original.


‘Teoría del Caos’

Autor: Presbítero Hesiquio Trevizo Bencomo

De la misma manera que en la atmósfera se van acumulando fuerzas, campos magnéticos, presiones determinadas por las temperaturas, fricciones y cambios imprevisibles, en la vida de los pueblos se van acumulando, igualmente, tensiones, fuerzas que presagian la tormenta.
(…)
La ‘Teoría del Caos’ ha aportado a las ciencias clásicas una nueva comprensión. Los sistemas sencillos, como un péndulo que se balancea, no siempre tienen comportamientos igualmente sencillos. En el fondo, se trata de conocer el futuro, de predecirlo, y la teoría del caos habla precisamente de lo impredecible de la realidad toda. No es ya la acción de ningún malvado demonio, según decía Laplace, la que nos impide el conocimiento del futuro de un sistema que evoluciona en el tiempo, sino la imposibilidad física de evaluar con precisión la situación actual del sistema, incluido el social, es decir, la imposibilidad misma de evaluar el presente. Estamos ciegos ante el presente, y cuando hablamos de planear el futuro nos referimos primordialmente al campo económico, se descansa en la inversión y en el rendimiento a corto y a largo plazo, que no garantiza mucho, según lo atestigua el año viejo.
(…)
Extraña ciencia ésta del caos. Y atenta contra los principios metafísicos, pues la ciencia del caos es una ciencia de los procesos, no de los estados estables; del devenir, no del ser, y salta por encima de las tradicionales fronteras que separan las distintas especialidades científicas, en cuanto se presenta como ciencia de la naturaleza de todos los sistemas, no permite reduccionismos y se mantiene abierta, a la vez que le da una especial relevancia a la noción de “azar”. Es un salto respecto a la concepción clásica a la que ha renovado por un doble concepto: por una parte, se han hallado comportamientos muy complejos en sistemas habitualmente considerados simples y, por otra parte, de manera más sorprendente, se ha hallado que sistemas complejos, como el sistema solar, la historia, la economía, el clima, la política, el cerebro, presentan un cierto orden subyacente.
(..)
¿Se puede aplicar esta teoría a la conducta humana? Ya hemos dicho que se aplica a la conducta humana en todas sus dimensiones. En una relación de una pareja pueden acumularse, a lo largo del tiempo, tensiones, fricciones, muchas veces de manera inadvertida: se piensa que las palabras no lastiman, que se las lleva el viento; que las heridas cicatrizan, que con el tiempo todo se olvida, pero en realidad, se van acumulando fuerzas, en forma de resentimientos y rencores, que un día, con el estallido de una chispa pequeña, van ha hacer explosión y a destruir la relación.
El famoso estrés encuentra en esta teoría su mejor explicación: acumulación de tensiones que terminan reventado el sistema. En la vida personal, los problemas psicológicos, los traumas, las insatisfacciones, las percepciones distorsionadas, van generando campos magnéticos de alta tensión que, más temprano que tarde, pueden hacer estallar el sistema psicológico que coincide con el sistema de navegación del individuo. Luego, la comunicación estaría al servicio de un sistema diseñado “para hacer tierra” y evitar que la sobrecarga reviente todo el sistema. La uniformidad del voltaje es la condición para utilizar la energía eléctrica. Y esto es transportable a la salud mental y física del individuo.

Pero en la historia de los pueblos esta teoría tiene la misma aplicación, y, tal vez, en este ámbito sea más visible.
(…)
Descubrimos, entonces, que alrededor del mundo hay fuerzas terribles que se acumulan, y, a la manera, de los nubarrones que ascienden, turbulentos y amenazadores, disparándose primero rayos entre ellos, luego, descargándolos sobre la tierra, como resultado de la fricción de las energías acumuladas, se descargan sobre nuestro mundo amenazando el sistema que conforma nuestra vida.
( … )
Nuestra esperanza. Quizá la ‘Teoría del Caos’ tan drásticamente aplicada y la fuerza evidente y devastadora de lo que estamos viviendo, siembre en nosotros la desesperanza. El mal tiene sus técnicas, sigue una estrategia. La violencia que vemos tan prolijamente detallada en forma de noticieros, puede hacer mella en nuestro espíritu e invitarnos al desaliento. “Si vemos sólo las cosas de este mundo, nos entristecemos”. (S. Agustín). En efecto, el panorama no es alentador, al contrario, se trata del estallido de unas fuerzas que se acumularon por mucho tiempo, que echaron raíces muy profundas en nuestra sociedad. Se trata, más en lo hondo, de un desfonde cultural, de una cultura que se desploma, que ha prescindido casi por completo de un referente trascendente, que se ha dispensado con una facilidad increíble de la pregunta y de la responsabilidad éticas.
(…)
Solamente un retorno a la fuerza renovadora del Espíritu puede hacer que volvamos a ser seres vivos, hombres y mujeres con un corazón de carne, es decir, capaces de sentir compasión, alegría y anhelos de paz.
(…)
Publicado el 02-01-2010 en la sección de Opinión del Diario digital de Ciudad Juarez http://www.diario.com.mx
Rafael Alberto Perez

Domingo, 17 de Enero 2010


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