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Blog de Tendencias21 sobre los problemas del mundo actual a través de los libros
15/05/2013
Ilan Pappé: Los demonios de la Nakba. Las libertades fundamentales en la universidad israelí. Madrid: Bósforo Libros, 2008 (182 páginas).
La rememoración anual de la Nakba suele estar marcada por la prohibición israelí de su celebración en el mismo territorio que fue escenario de su ejecución.
Durante años los sucesivos gobiernos israelíes se limitaron a negar los hechos y acontecimientos sobre los que se cimentaron las estructuras coloniales de su Estado. Es más, con el apoyo de su poderoso aparato de propaganda en el exterior y, no menos, el eco amplificador de sus aliados en la escena mundial, construyeron un discurso negacionista sobre los orígenes de la tragedia palestina.
De hecho, la versión oficial israelí ha sido el relato predominante en los medios creadores de opinión hasta hace relativamente poco. En contraposición, los testimonios palestinos no contaron con los mismos medios de transmisión ni con una audiencia semejante.
No obstante, y a lo largo de las dos últimas décadas aproximadamente, el discurso palestino se ha equilibrado con el israelí y se ha mostrado (e incluso probado) más creíble y veraz. Paradójicamente, el impulso que ha cobrado no procede tanto de sus círculos políticos y académicos como de los llamados “nuevos historiadores israelíes”.
Semejante denominación no responde a un grupo homogéneo. Por el contrario, alude a un conjunto de autores con una obra diversa e interpretaciones que van desde la justificación a la reprobación, pero que tienen como denominador común la revisión de la historia oficial israelí sobre la limpieza étnica acometida en Palestina en 1948.
Una de sus principales figuras es la de Ilan Pappé. Su obra, parcialmente traducida al español (Historia de la Palestina moderna, La limpieza étnica en Palestina), ha trascendido el recinto académico y, junto a la de otros nuevos historiadores, se ha situado en el epicentro de la controversia política e ideológica que también acompaña al conflicto palestino-israelí.
Sus problemas en la Universidad de Haifa, donde hasta el año 2007 ejercía su docencia, le llevaron a trasladarse a la Universidad de Exeter en el Reino Unido, donde dirige el Centro Europeo de Estudios Palestinos. Los incidentes que contribuyeron a su actual exilio de la universidad israelí son narrados en este libro que, a su vez, admite dos lecturas: una, la de una breve autobiografía intelectual y política del autor; y dos, la de un retrato colectivo de la academia israelí.
Entre sus reflexiones destaca la relación entre poder y conocimiento en Israel desde su fundación (en particular, la negación de la Nakba y la exclusión palestina del discurso académico); la creciente militarización del espacio público; y la clausura del espíritu crítico en los medios de comunicación y en la universidad.
Su exposición del caso Tantura y Katz, de negación de lo acontecido en 1948 y de censura académica respectivamente, ilustran y apoyan empíricamente sus críticas hacia las universidades israelíes. No se tratan de meros casos aislados. De ahí su llamada al boicot académico, justificado “no sólo para presionar al Estado judío, sino también para avisar a la comunidad de investigadores en Israel de que la cobardía moral acaba pagándose”.
El libro se cierra con dos anexos que recogen algunas cartas de apoyo al autor ante los problemas de expresión y presión que registró en su propia universidad. Ambos están precedidos por un capítulo, muy esclarecedor, de la investigadora Mar Gijón Mendigutía acerca de “los nuevos historiadores israelíes”.
Pese a que no se trata de una obra mayor de Ilan Pappé, su testimonio cobra una rabiosa actualidad ante las nuevas exigencias israelíes, de ver reconocido el carácter étnico (judío) de su Estado de manera exclusiva y excluyente; y las conocidas proclamas de Avigdor Lieberman sobre el traslado (léase expulsión) de los denominados árabes-israelíes.
(Una versión de esta reseña fue publicada en la revista Afkar/Ideas, núm. 23, 2009, pp.95-96).
La rememoración anual de la Nakba suele estar marcada por la prohibición israelí de su celebración en el mismo territorio que fue escenario de su ejecución.
Durante años los sucesivos gobiernos israelíes se limitaron a negar los hechos y acontecimientos sobre los que se cimentaron las estructuras coloniales de su Estado. Es más, con el apoyo de su poderoso aparato de propaganda en el exterior y, no menos, el eco amplificador de sus aliados en la escena mundial, construyeron un discurso negacionista sobre los orígenes de la tragedia palestina.
De hecho, la versión oficial israelí ha sido el relato predominante en los medios creadores de opinión hasta hace relativamente poco. En contraposición, los testimonios palestinos no contaron con los mismos medios de transmisión ni con una audiencia semejante.
No obstante, y a lo largo de las dos últimas décadas aproximadamente, el discurso palestino se ha equilibrado con el israelí y se ha mostrado (e incluso probado) más creíble y veraz. Paradójicamente, el impulso que ha cobrado no procede tanto de sus círculos políticos y académicos como de los llamados “nuevos historiadores israelíes”.
Semejante denominación no responde a un grupo homogéneo. Por el contrario, alude a un conjunto de autores con una obra diversa e interpretaciones que van desde la justificación a la reprobación, pero que tienen como denominador común la revisión de la historia oficial israelí sobre la limpieza étnica acometida en Palestina en 1948.
Una de sus principales figuras es la de Ilan Pappé. Su obra, parcialmente traducida al español (Historia de la Palestina moderna, La limpieza étnica en Palestina), ha trascendido el recinto académico y, junto a la de otros nuevos historiadores, se ha situado en el epicentro de la controversia política e ideológica que también acompaña al conflicto palestino-israelí.
Sus problemas en la Universidad de Haifa, donde hasta el año 2007 ejercía su docencia, le llevaron a trasladarse a la Universidad de Exeter en el Reino Unido, donde dirige el Centro Europeo de Estudios Palestinos. Los incidentes que contribuyeron a su actual exilio de la universidad israelí son narrados en este libro que, a su vez, admite dos lecturas: una, la de una breve autobiografía intelectual y política del autor; y dos, la de un retrato colectivo de la academia israelí.
Entre sus reflexiones destaca la relación entre poder y conocimiento en Israel desde su fundación (en particular, la negación de la Nakba y la exclusión palestina del discurso académico); la creciente militarización del espacio público; y la clausura del espíritu crítico en los medios de comunicación y en la universidad.
Su exposición del caso Tantura y Katz, de negación de lo acontecido en 1948 y de censura académica respectivamente, ilustran y apoyan empíricamente sus críticas hacia las universidades israelíes. No se tratan de meros casos aislados. De ahí su llamada al boicot académico, justificado “no sólo para presionar al Estado judío, sino también para avisar a la comunidad de investigadores en Israel de que la cobardía moral acaba pagándose”.
El libro se cierra con dos anexos que recogen algunas cartas de apoyo al autor ante los problemas de expresión y presión que registró en su propia universidad. Ambos están precedidos por un capítulo, muy esclarecedor, de la investigadora Mar Gijón Mendigutía acerca de “los nuevos historiadores israelíes”.
Pese a que no se trata de una obra mayor de Ilan Pappé, su testimonio cobra una rabiosa actualidad ante las nuevas exigencias israelíes, de ver reconocido el carácter étnico (judío) de su Estado de manera exclusiva y excluyente; y las conocidas proclamas de Avigdor Lieberman sobre el traslado (léase expulsión) de los denominados árabes-israelíes.
(Una versión de esta reseña fue publicada en la revista Afkar/Ideas, núm. 23, 2009, pp.95-96).
07/05/2013
Francesca Caferri: El paraíso está a los pies de las mujeres. Las mujeres y el futuro del mundo musulmán. Barcelona: Paidós, 2013 (168 páginas).
Cronista internacional del diario italiano La Repubblica, Francesca Caferri ha frecuentado los países árabes e islámicos adquiriendo un gran conocimiento sobre el terreno de su realidad social, política y económica. En este texto se ocupa de uno de los temas más controvertidos y objeto de numerosos estereotipos, el de sus mujeres.
Su tesis coincide con la de otras aproximaciones como las de Youssef Courbage y Emmanuel Todd: Encuentro de civilizaciones (Madrid: Foca, 2009), Sophie Bessis y Gema Martín Muñoz (coords.): Mujer y familia en las sociedades árabes actuales (Barcelona: Bellaterra, 2010), que advierten de la revolución silenciosa que en diferentes ámbitos se está produciendo en dicho mundo.
En concreto, la significativa reducción de su tasa de natalidad, junto a la creciente y generalizada alfabetización de su población y, en particular, el notable incremento de la escolarización de las niñas (dependiendo de los países ronda el 90% en primaria, el 80% en secundaria y su número no deja de incrementarse en los estudios superiores). A su vez, estos cambios llevan aparejados otros en la mentalidad, en la estructura familiar y en las relaciones de autoridad que, entre otros aspectos, terminan alterando el orden social tradicional.
Estas transformaciones alcanzan también a sus sistemas políticos. De hecho, no se explicaría la denominada primavera árabe sin una referencia ineludible a los cambios experimentados en sus referidas pautas demográficas, junto a otros factores entre los que ocupan un espacio muy notorio sus mujeres.
Como recoge la autora, el 60% de la población universitaria de Arabia Saudí son mujeres y el 21% de éstas realizan estudios en el extranjero. Previsiblemente, será cuestión de tiempo que estas mujeres, futuras profesionales, terminen presionando para que se produzcan cambios en un país tan conservador y guardián del viejo orden. Sin olvidar, por otra parte, que ―desde el punto de vista socioeconómico― ningún país que aspire a su desarrollo social puede menospreciar a la mitad (o algo más) de su población.
En su recorrido por diversos Estados árabes y musulmanes (Egipto, Yemen, Arabia Saudí, Afganistán, Pakistán y Marruecos), Francesca Caferri realiza un retrato muy diverso de sus mujeres, acompañado a veces de entrevistas. Algunas son conocidas tanto dentro como fuera de sus países y otras han saltado del anonimato por sufrir la ignominia.
Su trabajo retrata una realidad muy diversa, pero que comparte un notable y común desafío. La muy recomendable obra de Francesca Caferri recibió el premio de Periodismo 2012 de la Fundación Anna Lindh, en la categoría "El papel de los ciudadanos y la sociedad civil en la construcción de las democracias y en las sociedades pluralistas".
Cronista internacional del diario italiano La Repubblica, Francesca Caferri ha frecuentado los países árabes e islámicos adquiriendo un gran conocimiento sobre el terreno de su realidad social, política y económica. En este texto se ocupa de uno de los temas más controvertidos y objeto de numerosos estereotipos, el de sus mujeres.
Su tesis coincide con la de otras aproximaciones como las de Youssef Courbage y Emmanuel Todd: Encuentro de civilizaciones (Madrid: Foca, 2009), Sophie Bessis y Gema Martín Muñoz (coords.): Mujer y familia en las sociedades árabes actuales (Barcelona: Bellaterra, 2010), que advierten de la revolución silenciosa que en diferentes ámbitos se está produciendo en dicho mundo.
En concreto, la significativa reducción de su tasa de natalidad, junto a la creciente y generalizada alfabetización de su población y, en particular, el notable incremento de la escolarización de las niñas (dependiendo de los países ronda el 90% en primaria, el 80% en secundaria y su número no deja de incrementarse en los estudios superiores). A su vez, estos cambios llevan aparejados otros en la mentalidad, en la estructura familiar y en las relaciones de autoridad que, entre otros aspectos, terminan alterando el orden social tradicional.
Estas transformaciones alcanzan también a sus sistemas políticos. De hecho, no se explicaría la denominada primavera árabe sin una referencia ineludible a los cambios experimentados en sus referidas pautas demográficas, junto a otros factores entre los que ocupan un espacio muy notorio sus mujeres.
Como recoge la autora, el 60% de la población universitaria de Arabia Saudí son mujeres y el 21% de éstas realizan estudios en el extranjero. Previsiblemente, será cuestión de tiempo que estas mujeres, futuras profesionales, terminen presionando para que se produzcan cambios en un país tan conservador y guardián del viejo orden. Sin olvidar, por otra parte, que ―desde el punto de vista socioeconómico― ningún país que aspire a su desarrollo social puede menospreciar a la mitad (o algo más) de su población.
En su recorrido por diversos Estados árabes y musulmanes (Egipto, Yemen, Arabia Saudí, Afganistán, Pakistán y Marruecos), Francesca Caferri realiza un retrato muy diverso de sus mujeres, acompañado a veces de entrevistas. Algunas son conocidas tanto dentro como fuera de sus países y otras han saltado del anonimato por sufrir la ignominia.
Su trabajo retrata una realidad muy diversa, pero que comparte un notable y común desafío. La muy recomendable obra de Francesca Caferri recibió el premio de Periodismo 2012 de la Fundación Anna Lindh, en la categoría "El papel de los ciudadanos y la sociedad civil en la construcción de las democracias y en las sociedades pluralistas".
30/04/2013
Ignacio Gutiérrez de Terán e Ignacio Álvarez-Ossorio (eds.): Informe sobre las revueltas árabes. Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2011 (315 páginas).
Desde su descolonización, los Estados árabes han venido acumulando un conjunto de factores políticos, económicos, sociales y demográficos que, sin olvidar su subordinada posición en el sistema internacional, propiciaron el efecto de contagio de la inicial revuelta tunecina.
Un incidente local (la autoinmolación a lo bonzo del joven tunecino Muhammad Bouazizi después de haber sido humillado públicamente) adquirió muy pronto una dimensión regional para, seguidamente, pasar a ser nacional y, finalmente, trasnacional (o panárabe).
Aunque existían numerosos y rigurosos estudios sobre las condiciones y, no menos, las razones para la contestación política en las sociedades árabes, lo cierto es que, como sucede en muchos acontecimientos históricos de esta magnitud, su estallido fue imprevisible.
Menos previsible aún era que mediante la presión popular se pudiera derrotar a un autócrata como Ben Ali, Mubarak o Gadafi. Pero ninguna revuelta ni revolución tiene éxito sin la quiebra, división, apoyo o consentimiento del Ejército. Esto último sucedió en Túnez, pero no en Egipto, donde paralelamente se produjo un golpe de Estado encubierto; ni tampoco en Libia, donde la nada altruista intervención de la OTAN fue determinante.
No menos concluyente fue la entrada de las tropas de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes para aplastar la contestación política en Bahréin, mientras sigue sin despejarse la situación en Yemen y se mantiene en Siria la sangrienta represión del régimen de Bashar al-Asad sobre su ciudadanía y las fuerzas opositoras.
Todos estos casos (Túnez, Egipto, Yemen, Bahréin, Libia y Siria) son objeto de estudio por un importante elenco de especialistas, reunidos en esta obra colectiva que se acompaña de un anexo documental. En el prólogo, sus editores realizan una síntesis preliminar de la Primavera Árabe, en la que clasifican su diferente impacto regional en tres categorías:
Desde su descolonización, los Estados árabes han venido acumulando un conjunto de factores políticos, económicos, sociales y demográficos que, sin olvidar su subordinada posición en el sistema internacional, propiciaron el efecto de contagio de la inicial revuelta tunecina.
Un incidente local (la autoinmolación a lo bonzo del joven tunecino Muhammad Bouazizi después de haber sido humillado públicamente) adquirió muy pronto una dimensión regional para, seguidamente, pasar a ser nacional y, finalmente, trasnacional (o panárabe).
Aunque existían numerosos y rigurosos estudios sobre las condiciones y, no menos, las razones para la contestación política en las sociedades árabes, lo cierto es que, como sucede en muchos acontecimientos históricos de esta magnitud, su estallido fue imprevisible.
Menos previsible aún era que mediante la presión popular se pudiera derrotar a un autócrata como Ben Ali, Mubarak o Gadafi. Pero ninguna revuelta ni revolución tiene éxito sin la quiebra, división, apoyo o consentimiento del Ejército. Esto último sucedió en Túnez, pero no en Egipto, donde paralelamente se produjo un golpe de Estado encubierto; ni tampoco en Libia, donde la nada altruista intervención de la OTAN fue determinante.
No menos concluyente fue la entrada de las tropas de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes para aplastar la contestación política en Bahréin, mientras sigue sin despejarse la situación en Yemen y se mantiene en Siria la sangrienta represión del régimen de Bashar al-Asad sobre su ciudadanía y las fuerzas opositoras.
Todos estos casos (Túnez, Egipto, Yemen, Bahréin, Libia y Siria) son objeto de estudio por un importante elenco de especialistas, reunidos en esta obra colectiva que se acompaña de un anexo documental. En el prólogo, sus editores realizan una síntesis preliminar de la Primavera Árabe, en la que clasifican su diferente impacto regional en tres categorías:
- Los regímenes reformistas como Jordania y Marruecos, que han intentado incorporar algunas reformas para neutralizar las protestas.
- Los regímenes acomodaticios como los petro-Estados (monarquías y emiratos) del Golfo, que han realizado algunas concesiones económicas y fiscales en la misma dirección.
- Los regímenes disfuncionales como Sudán, Irak y Líbano, que por sus conflictos internos, junto a sus “tensiones sociales, regionales y confesionales” no han generado el clima propicio para secundar esta oleada de protestas. Un apéndice de esta situación es Argelia, donde su pasada guerra civil pesa como una losa sobre el presente.
Editado por
José Abu-Tarbush
José Abu-Tarbush es profesor titular de Sociología en la Universidad de La Laguna, donde imparte la asignatura de Sociología de las relaciones internacionales. Desde el campo de las relaciones internacionales y la sociología política, su área de interés se ha centrado en Oriente Medio y el Norte de África, con especial seguimiento de la cuestión de Palestina.
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850