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Reseñas

Psicopatología del poder Redacción T21 , 25/05/2015

Un ensayo sobre la perversión y la corrupción


Psicopatología del poder

Ficha Técnica
 
Título: Psicopatología del poder
Autor: Jorge L. Tizón
Edita: Herder Editorial. Barcelona, marzo de 2015
Materia: Psicología
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 248
ISBN: 978-84-254-3434-1
PVP: 16,90 €
 
 
¿El corrupto nace o se hace? ¿Es el miedo una buena arma de contención social? ¿Qué técnicas científicas utilizan los poderes para tratar de controlar nuestras mentes? ¿Qué organizaciones perversas existen en nuestra sociedad?
 
¿Cómo explicarnos que en la situación actual de sufrimiento personal, familiar y social tan amplios la población no se haya opuesto más radical y activamente? ¿Qué papel han jugado la psicología, la psiquiatría y los «medios de comunicación» en todo ello, cuando parecen haberse convertido a menudo en medios de persuasión y manipulación?

Estas son algunas de las preguntas que el psiquiatra Jorge L. Tizón trata de responder en el libro Psicopatología del poder, un ensayo sobre la perversión y la corrupción donde el autor reflexiona sobre la crisis y las perversiones y corrupciones estructurales de la sociedad actual desde una perspectiva no habitual, que tiene en cuenta los conocimientos y los puntos de vista psicológicos, psicosociales y antropológicos.

Según Tizón, la llamada «crisis económica» es sobre todo una crisis política y social que tiene mucho que ver con la perversión como organización relacional: una organización psicopatológica que ha arraigado fuertemente en nuestras formaciones sociales contemporáneas y, por lo tanto, en buena parte de los grupos dirigentes, las instituciones sociales y las formas de relacionarnos todos hoy en día.
 
El libro trata de abordar de una manera no habitual la situación psicosocial en la que nos encontramos, el fenómeno de la corrupción, el de las castas extractivas y las estructuras perversas que lejos de buscar el bien común, persiguen perpetuar situaciones en su propio beneficio.
 
Psicopatología del poder hace un recorrido por la política de las emociones, el uso del miedo como elemento de control social, la burbuja sanitaria y psicosocial, la banalidad del mal, el paso de la biopolítica a la psicopolítica y los duelo no resueltos de nuestra sociedad, entre otros elementos que confluyen en la situación actual.
 

Índice
 
Introducción
 
  1. La política de las emociones en la tardomodernidad
  2. Provocando el shock: de –simbolización del miedo y de –sublimación de la agresión intraespecífica
  3. “Burbuja” sanitaria y “burbuja” psicosocial
  4. La relación intrusiva y la organización relacional perversa
  5. ¿Banalidad del mal o venalidad del mal?
  6. ¿Podemos hablar de un contexto psicosocial de perversión?
  7. Eros, ares, Poder  y porno
  8. La falta de conciencia de la globalización de la especie
  9. El envejecimiento de los sistemas políticos y la democracia
  10. Duelos no elaborados y negación-disociación de la memoria de la propia historia
  11. El eterno retorno de la política: diez tesis sobre la coyuntura psicosocial actual
  12. A modo de coda esperanzadora. Hay alternativas, pero ¿son posibles sin reparación o sin sufrimiento?

Referencias bibliográficas
 
 
Datos del autor
 
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25/05/2015 Comentarios

Reseñas

Sosiego. El arte de envejecer Juan Antonio Martínez de la Fe , 24/05/2015
Sosiego. El arte de envejecer
Ficha Técnica

Título: Sosiego. El arte de envejecer
Autor: Wilhelm Schmid
Edita: Kairós, Barcelona, 2015
Colección: Ensayo
Traducción: Francisco García Lorenzana
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 104
ISBN: 978-84-9988-439-4
Precio: 9,50 euros

El tema de la vejez no es nuevo. Lógicamente, es viejo, muy antiguo. ¿Quién no recuerda el De senectute, de Cicerón? Después de él, sobre todo en los últimos tiempos, la bibliografía específica es abundante, aunque, probablemente, es mayoritaria la que aborda temas que ayudan a envejecer desde el punto de vista de la salud y el mantenimiento de vida activa, no tanto de reflexión sobre esta etapa de la vida y su significado ante el último tramo del existir. A este respecto, acude a la mente el último capítulo de las memorias del reconocido filósofo y teólogo Hans Küng, cuyas páginas encierran todo un tratado sobre el final de la vida y la actitud ante él. Tal y como ocurre con el libro que presentamos.

A un grupo de personas “mayores”, el autor les dio una conferencia sobre el envejecimiento. A todos les gustó mucho lo que dijo, pero, le advirtieron de que no sabía nada de lo que había explicado. A su juicio, hay que ser una persona “mayor” para poder entender y explicar ese paso tan natural de la vida que es el hacerse viejo.

En la actualidad, no está muy bien visto eso de tener muchos años. Se viste uno con ropas juveniles, se tiñe el pelo, pasa por quirófanos para borrar las arrugas, … Se ha dado carta de ciudadanía a la expresión anti-aging, que, en su acepción más negativa, alude a ofrecer una apariencia de menor edad. Y, lo peor llega cuando se le da cartilla sanitaria como si el envejecer fuese una enfermedad.

Y, ante este panorama, el autor nos define su postura: “En lugar de emplear todas las fuerzas en destruir el envejecimiento, prefiero rescatar conscientemente la vida que se encuentra enterrada en las arrugas.” Hay que sumarse al arte de envejecer para vivir con este proceso, en lugar de vivirlo a la contra. ¿Por qué? Pues, según Wilhelm Schmid “la vida sigue siendo bella y que vale la pena; y, cuando no se trate de la propia vida en esta fase, al menos de la vida como un todo.” Y nos habla desde su propia experiencia personal y profesional.

De ahí que nos proponga darle a la vida una nueva orientación, tomando consciencia de ella. Nos invita a reflexionar en ocasiones sobre cuestiones que se nos plantean en el envejecer: ¿qué significa este proceso?, ¿cómo transcurre?, ¿dónde me encuentro en este momento?, ¿qué me espera?, ¿cómo me puedo preparar para eso que me espera?, ¿qué está en mi mano hacer y qué no?

Hay quien desea morir de manera repentina, sin pasar por este proceso. Pero, la naturaleza lo ha hecho lento, con una finalidad: ayudar a la vida que viene detrás de nosotros, aportándole todo nuestro saber y nuestra experiencia.

Este proceso de envejecer permite descubrir recursos que pueden hacer que la vida sea más fácil y más rica en este preciso momento. Uno de tales recursos es la serenidad. No una serenidad aparente y ficticia, que nos permita vanagloriarnos (en el sentido más estricto del término) de ella, sino auténtica y profunda. Y este libro que comentamos nos brinda diez pasos para alcanzar la serenidad. “El primer paso de esta senda es la disposición a reflexionar sobre las etapas de la vida, reconocer que dicha reflexión no siempre es la misma en cada una de las etapas, y comprender las características propias de la época de la vejez y del envejecimiento, para que sea más fácil que nos dejemos atrapar por la serenidad.”

El primer paso para alcanzar la serenidad que preconiza el autor, constituye el primer capítulo de la obra; no muy extenso (no alcanza las diez páginas), lleva por título Pensamientos para cada época de la vida. Schmid nos expresa que uno de los fundamentos de la vida es la polaridad, la presencia de polos opuestos: alegría-tristeza, miedo-esperanza, … y, sobre todo, ser-dejar de ser. Según el autor, se ha puesto en cuestión tal fundamento de la polaridad y su texto es un intento de mostrar cómo puede ayudar la serenidad.

Para ello, compara la vida con un día normal. La mañana, cargada de energía, es el primer cuarto de la vida, en el que todo está abierto; el lema sería “yo puedo ser esto, si quisiera”, pues el campo de posibilidades no tiene prácticamente límites. Sobre los treinta años, se presenta el segundo cuarto de la vida, cuando la pregunta fundamental es “¿qué planes se pueden realizar aún?” En su lema, desaparece el potencial “podría”, sustituido por un enérgico “yo puedo”. Y, al llegar a los cincuenta años, se alcanza la mitad de la vida; aquí, la serenidad es solo posible si estamos muy dispuestos a dejarnos llevar por la transición que supone. “El envejecimiento nos sigue los pasos como un acosador, que no mantiene una distancia constante y al que por ello no podemos ignorar.” Ahora, nuestra mirada cambia de objetivo, sustituyendo paulatinamente el futuro por el pasado, preguntándonos cómo ha transcurrido nuestra vida y qué hemos hecho y logrado hasta ahora.

Segundo capítulo y segundo paso para alcanzar la ansiada serenidad. Su título: Comprensión de las peculiaridades de la edad y del envejecimiento. Nos encontramos en el tercer cuarto de la vida, en torno a los sesenta años. Y, para alcanzar la serenidad que propugna, Schmid nos explica qué tres aspectos encierra su propuesta: 1. Adquisición del conocimiento de las peculiaridades de esta fase de la vida. 2. Mantener una actitud abierta a los cambios asociados con la edad. Y 3, comprensión de los retos que el envejecimiento trae consigo.

Y, aunque aún el lema de esta fase continúa siendo “yo puedo”, ante las múltiples actividades que nos es dado realizar y ante las ganas de vivir, surge una enorme rebelión ante el cierre de muchas de las alternativas que se nos presentaban. Aumenta, eso sí, la fuerza del espíritu, que podemos canalizar mucho mejor.

La serenidad es ahora reconciliarse con aspectos tan discretos, como la palabra “aún”: aún tienes buen aspecto, aún estás en forma, aún mantienes la cabeza clara. Signos evidentes de cómo nos perciben los demás y un hecho que hemos de aceptar.

También es el momento de empezar a vislumbrar el proceso inverso al de la infancia: ella es un proceso hacia la autonomía y la independencia; ahora, nos vemos abocados a una menor autonomía y una mayor dependencia. Incluso, la muerte aparece en el horizonte como algo real y más cercano.

Surgen unas preguntas que hasta ahora no nos parecían necesarias: ¿en qué entorno me gustaría envejecer?, ¿cuánto costaría?, ¿cuál será el momento preciso en que deba optar por las respuestas a estas cuestiones?

El autor nos brinda una fórmula que favorece la serenidad que buscamos: entregarnos a las costumbres y los hábitos que hemos venido manteniendo. Algo que desarrolla en el tercer capítulo: Costumbres que facilitan la vida.

El cuidado de los hábitos, de las costumbres constituye el tercer paso hacia la serenidad. Su sentido, el de los hábitos, radica en que podemos confiar en ellos sin tener que emplear fuerzas adicionales, en un momento en que nos encontramos en el cuarto cuarto de la vida.

La modernidad, los más jóvenes, encuentran aburrido hacer siempre lo mismo. Pero, según remarca el autor, “el arte de vivir consiste también en la adquisición consciente de costumbres para dejarse llevar por ellas siempre que sea posible.”

Porque las costumbres son modos de actuar fiables y que se repiten con una regularidad tranquila, de manera que, incluso, pueden afrontar una urgencia que no se puede evitar; las costumbres nos permiten eludir innumerables decisiones que debemos tomar continuamente; en definitiva, las costumbres constituyen un entramado de relaciones y procesos fiables a los que podemos dar un sentido, sin la necesidad de preocuparnos constantemente por ellas.

Y, con la siguiente frase que cierra este apartado, el autor nos introduce ya en el cuarto capítulo: “Afortunadamente, el disfrute de los placeres puede anclarse, gracias a las costumbres, incluso en la vejez.”

De tal disfrute va el cuarto capítulo, Disfrutar de los placeres y de la felicidad. Es, lógicamente, el cuarto paso hacia la serenidad: disfrutar conscientemente de los placeres y conocer la felicidad. La serenidad consiste en dejarse seducir por las pequeñas delicias que la vida nos brinda cada día. Pone Schmid varios ejemplos de sencillos placeres como el saborear una bebida o una comida concreta; añade el placer del recuerdo, incluso el de aquellos hechos que nos producen una serena nostalgia; y, por supuesto, el placer de comunicar, bien en conversaciones, bien escribiendo detalles de nuestra vida; sin olvidar el dolce far niente, el placer de no hacer nada, el ocio.

Concluye: “La serenidad no consigue que todo y en todo momento y por encima de todo dé placer; el privilegio del anciano sereno es que ya no debe correr detrás de todos los placeres, y se trata precisamente de tener el placer que a todos reemplaza: no tener ninguno.” Y, más adelante, introduciéndonos en el quinto capítulo, “la vida obliga a la aceptación serena de muchas cosas que no se pueden cambiar, en especial experimentar el dolor y la infelicidad.”

Y Convivir con el dolor y la infelicidad es el título de este apartado. Con los placeres de los que se ha hablado en el epígrafe precedente, las personas pueden intentar la construcción de un muro a su alrededor, para que las experiencias positivas alejen las negativas. Y aquí surge el quinto paso para alcanzar la serenidad: el fortalecimiento de la capacidad de sufrimiento para poder convivir con pequeñas dolencias y problemas más importantes.

La tesis del autor es que, ante el creciente número de “debilidades físicas” que los años nos van aportando, no cabe una actitud de desesperación; son inevitables pasos que forman parte del conjunto de toda una vida, y teme más a la incapacidad de aceptar algo malo que al propio daño que este pueda ocasionar. Huye de la depresión, de la melancolía, que deben ser sustituidas por una aceptación serena y positiva de lo inevitable, pero que formará parte de la extensa experiencia vital.

Pero, no nos deja huérfanos e indefensos ante estos ataques. “Para no hacerle demasiado caso a la cabeza, se puede recurrir a las diferentes modalidades del contacto físico que permiten que sea más fácil conservar la serenidad, incluso en los momentos más difíciles.” De ello trata el sexto capítulo, Tocar para sentir la cercanía.

Arranca Schmid partiendo de una hipótesis: las personas dependen del contacto físico durante toda su vida. De ahí que sea la búsqueda de este contacto físico el sexto paso hacia la serenidad: “El contacto físico es una atención sin la cual tanto el cuerpo como el espíritu se acaban secando y marchitando.”

Pero, ocurre que, precisamente en el momento en que es más importante esta necesidad, en la vejez, es menor la disposición de los demás a facilitarlo, por lo que es necesario prestarle mayor atención. Aunque hay que advertir de que la serenidad no se alcanza únicamente a través de un contacto corporal adecuado, sino con cualquier tipo de estímulo agradable que puedan proporcionarnos los sentidos: un bello paisaje, una hermosa melodía, un exquisito manjar, …

Pero, no solo es importante el contacto físico; tanto como él es imprescindible el contacto espiritual que tiene que ver con todas las sensaciones que se pueden derivar de la amistad y de la amabilidad. Pues hay que tener en cuenta que “la serenidad es un estado en el que el individuo se encuentra libre de turbaciones físicas o morales, y nada tiene que ver con la indiferencia ni con la insensibilidad.”

Aún atisba un principio de inquietud: ¿qué ocurre cuando la vida del espíritu se debilita con el tiempo y casi desaparece? Solo una suposición puede ser la respuesta; quizás, la de que todo lo espiritual sigue viviendo de otra manera.

Amor y amistad para sentirse inmerso en una red. Así se titula el séptimo capítulo de esta obra. La reflexión del autor en este apartado se centra en las relaciones personales que mantenemos a lo largo de la vida, dándole sentido. Así, alude a la que se establece entre padres e hijos, abuelos y nietos o con aquella persona con la que hemos compartido nuestra existencia a lo largo de tantos años. Su desaparición, convierte en desierto nuestro entorno. Pero no acaba aquí el mundo relacional, tan necesario para la serenidad en la vejez; alude, también a la amistad, que Schmid perfila con cuidado y no olvida a los enemigos, que, con su fidelidad a lo largo de los años, forman parte de nuestra vida, en ocasiones, estimulándonos en muchas de nuestras actividades.

El octavo capítulo es Conocimiento para adquirir alegría y serenidad. “Un octavo y decisivo paso hacia la serenidad es el conocimiento. El conocimiento ayuda a seguir adelante cuando se plantean preguntas, es la búsqueda de sentido y de relaciones, y alcanza su objetivo cuando se pueden reconocer las relaciones: ‘Ahora tiene sentido’.” No se trata, sin embargo, del sentido de la vida, sino del sentido en la vida, el sentido de los fenómenos y las experiencias individuales. Preguntarse qué se puede hacer con los diferentes niveles del sentido, con el sentido corporal (experiencias de los sentidos), con el sentido del alma (a partir de las sensaciones transmitidas por las relaciones) y con el sentido espiritual (a partir de las reflexiones y los pensamientos).

Lo que nos propone el autor aquí es echar una mirada atrás, sobre el conjunto de toda nuestra vida, abrazando y aceptando lo que consideramos que ha sido positivo y lo negativo también. Nadie nos va juzgar por cómo hemos vivido: “el propio significado de la vida es el tribunal supremo de la existencia, solo ante sí misma tiene que justificar una persona su vida”, nos dice Schmid. Con este conocimiento, se pueden evitar los nervios finales y alcanzar una serenidad definitiva.

Y recomienda sentirse dichoso con lo realizado, sentirse alegre; una alegría que, desde luego, no es permanente, sino sentir la alegría de verse lleno, algo que va más allá de sentir alegría en momentos determinados. Estar de acuerdo con el conjunto de la vida, aunque no con todos los detalles, es el fundamento de la dicha. Y tener en cuenta que no es necesario aceptarlo siempre todo con serenidad, pero sí preguntarnos de qué sirve enfurecerse; la serenidad dichosa no descarta la tristeza.

El final de la vida se aproxima, ya no es algo lejano, sino que lo percibimos cada vez más cerca. De ahí que Una relación con la muerte para poder vivir con ella sea el contenido del noveno y penúltimo capítulo de este interesante libro.

La serenidad es lo que podemos ganar cuando envejecemos. Y el noveno paso en el camino para alcanzarla consiste en encontrar una actitud ante el final de la vida. Saber que se dispone de una cantidad limitada de tiempo, la hace más valiosa, como ocurre con todo lo deseado y, a la vez, escaso. A partir de aquí, el autor se sumerge en una personal reflexión sobre el hecho de morir, incluyendo la posibilidad de la eutanasia o el suicidio. Y, pensando en cómo le gustaría que fuesen los últimos instantes de su vida, querría que a sus labios subiera lo que tantas veces ha repetido: Gracias, Señor, por el regalo de tantas cosas hermosas. Y termina: “¿A quién me refiero con ‘Señor’? No lo sé. Pero, siempre me pareció que hay algo que es mucho más grande que yo, que me ha dado la vida y me ha guiado a lo largo de la vida. ¿Se trata de una fuerza cósmica? Aunque así fuera, no me tomo demasiado en serio que sepa lo que está haciendo. Se trata solo de una idea que me rodea, un algo más invisible, que me conduce y gobierna sobre mi vida. Y que, una vez más, puede ocurrir como pasa con tanta frecuencia en la vida: que, en el momento que se cierra una puerta, se abre otra.”

Y llegamos al décimo y último capítulo de la obra: Pensamientos sobre la posibilidad de una vida después de la muerte. Así nos propone el décimo paso hacia la serenidad: abrir la vida a una dimensión eterna, que aparece más allá del final de la vida y que, como mínimo, se puede imaginar.

Las páginas siguientes las dedica el autor a explicarnos cómo puede ser ese nuevo existir, si es que se da; se trataría de pensar en que pertenecemos a un Todo y que la muerte es la puerta que conduce a la experiencia de la trascendencia, se entienda esta de manera profana o religiosa. Aduce que, si nuestra esencia constitutiva es energía, esta no se destruye, sino que se transforma; y extrapola esta idea de la física al campo espiritual, considerando al alma como sinónimo de esa energía, sin olvidar aludir al transhumanismo.

Y concluye: “Ahora también habría que confiar en que no toda la vida termina con la muerte, sino únicamente la vida vivida en esta figura, que se recupera para otra vida en el sueño del ser.” ¿Y si no fuera así? Entonces, esta vida ha sido, por lo menos, una vida hermosa. Y pensarlo, nos ayuda a disfrutar de un sereno envejecer.

Se trata de un capítulo que invita a la reflexión y con el que no pocos no estarán de acuerdo, ya que las puertas abiertas por sus palabras conducen a diferentes caminos y experiencias, de las que cada uno tiene sus propias propuestas.

¿Qué más se puede decir de este libro? Desde luego, son la profesión y la profesionalidad de Wilhelm Schmid las que avalan sus páginas. No deja de ser una materia opinable. Pero, de lo que no cabe duda es de que, quien se sienta concernido por sus palabras, en estas páginas encontrará un serio andamiaje por el que moverse con cierto grado de serenidad cuando la última estación de la vida se aproxima.

En cuanto a su presentación, la obra tiene varias cualidades a destacar. En primer lugar, su lenguaje sumamente asequible, con continuas alusiones a experiencias del autor o a aquellas que cada lector puede reconocer en su vida. No es excesivamente largo, sino muy ajustado a lo que su autor pretende trasladar. Y se acompaña de una generosa composición tipográfica, muy de agradecer cuando es de suponer que el grueso de sus lectores se encuentra entre personas que ya cuentan con varias décadas sobre sus hombros. A ello ayuda, además, la presencia de unos pequeños recuadros entre las páginas de cada capítulo, donde se encuentra la frase que puede considerarse clave de su contenido: todo un acierto.

Índice

Prólogo
1. Pensamientos para cada época de la vida
2. Comprensión de las peculiaridades de la edad y del envejecimiento
3. Costumbres que facilitan la vida
4. Disfrutar de los placeres y de la felicidad
5. Convivir con el dolor y la infelicidad
6. Tocar para sentir la cercanía
7. Amor y amistad para sentirse inmerso en una red
8. Conocimiento para adquirir alegría y serenidad
9. Una relación con la muerte para poder vivir con ella
10. Pensamientos sobre la posibilidad de una vida después de la muerte
 
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24/05/2015 Comentarios

Reseñas

Pensamiento crítico y diálogo fe-cultura. Homenaje a Pepe Alonso Juan Antonio Martínez de la Fe , 18/05/2015
Pensamiento crítico y diálogo fe-cultura. Homenaje a Pepe Alonso
Ficha Técnica

Título: Pensamiento crítico y diálogo fe-cultura. Homenaje a Pepe Alonso
Coordinadores; Isabel Luján, Carlos Cabrera y Segundo Díaz
Edita: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e ISTIC, Las Palmas de Gran Canaria, 2014
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 480
ISBN: 978-84-9042-147-5
Precio 29 euros (Sin IVA)
:
“Este libro pretende ser una experiencia de encuentro.” Y, ciertamente, lo es. Se trata de una serie de trabajos, suscritos por personalidades provenientes de diferentes campos del saber, en homenaje a Pepe Alonso. Sí, así: Pepe Alonso. Es como se le conocía, no solo en las Islas Canarias, sino más allá de sus límites. Nacido en Tenerife, a los pocos años se trasladó con su familia a Gran Canaria, al pueblo de Artenara. Despertada su vocación religiosa, ingresa a los 12 años en el Seminario Diocesano, donde cursa los estudios eclesiásticos y se ordena sacerdote en 1963, con 24 años. Completó sus estudios de Filosofía y Letras, en la especialidad de Filosofía, en las Universidades de La Laguna, Navarra y Complutense de Madrid. Comenzó su labor docente como profesor adjunto interino de Filosofía, primero en el Instituto Femenino Isabel de España y, después, en el Instituto de Enseñanza Media Masculino Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria , salvo el curso1977-78, que imparte enseñanza en el Instituto Experimental de Tafira (Gran Canaria).

En 1980 se traslada a Madrid, donde ejerce de consiliario Nacional de la JEC (Juventud Estudiante Católica) durante cuatro años, e interviene en congresos y actividades nacionales e internacionales. A su vuelta a Gran Canaria, regresa al profesorado en el Instituto de Bachillerato Alonso Quesada de Las Palmas de Gran Canaria. Dentro de la Universidad de esta ciudad, crea el Aula Manuel Alemán, auténtico núcleo intelectual de la isla y centro del diálogo fe-cultura. Con esta responsabilidad, fallece en Las Palmas de Gran Canaria, a los 77 años de edad.

Estas breves pinceladas biográficas no pueden ofrecer una visión, siquiera somera, de la gran labor que desplegó este profundo y sabio intelectual, en el que no se sabe qué ponderar más, si su capacidad de pensador o su talla humana, abierta siempre a todo y a todos.

El homenajeado mantuvo durante su vida un compromiso cívico y testimonió siempre su fe, comprometiéndose en la construcción de la convivencia y la transformación de la sociedad, convencido como estaba de que su fe no era viable sin la encarnación en los problemas de su tiempo.

Fruto de la admiración que despertaba y el cariño que se le profesaba desde el recinto académico, es el libro que comentamos y que nace como homenaje sincero a su figura. Se trata de una obra coral, en la que se combinan ensayos dedicados a su recuerdo con otros orientados a reflexionar sobre aspectos del ideario común compartido con él o relacionados con el Aula Manuel Alemán, a la que tan vinculado estaba.

Y lo hace con un intento de equilibrar diferentes procedencias territoriales de los autores que participan en la obra, con opciones intelectuales plurales y sensibilidades diversas y disciplinas intelectuales y profesionales variadas.

Ya el título pretende mostrar las motivaciones de Pepe Alonso y el legado que nos dejó. Su espíritu abierto y progresista no eludió los frecuentes conflictos que se le presentaron (y se nos presentan) con harta frecuencia: cuerpo-mente, idealismo-realidad, materialidad-espiritualidad, pensamiento-praxis, razón-sentimiento, conciencia-mundo, intimidad-relación, sujeto-estructura, cambio social-respeto a la persona, ética-política, autoridad-disenso, problemática humana-religiosidad, mundo moderno-Iglesia, mística-compromiso, profecía-institución, etc.

Así, pues, el homenaje que se dedica con esta obra a Pepe Alonso, se centra en su compromiso con la reflexión y la decidida apuesta por el pensamiento para que tuviera una proyección social y educativa.

El libro se organiza en seis secciones, de las cuales, cuatro recogen los trabajos dedicados a los principales centros de interés del homenajeado, mientras que otras dos se refieren al recuerdo de su persona en sus diferentes facetas. Estas dos secciones son la primera y la última, epigrafiadas respectivamente como El estilo de pensamiento de Pepe Alonso y Pepe Alonso, una vida entregada y plena.

La segunda sección se titula Diálogo de la fe con la cultura secular, centrada en el papel de la religión en sociedades pluralistas y los retos que para ella suponen los grandes problemas contemporáneos.

Compromiso con la emancipación humana y la justicia es el título de la tercera sección y recoge los trabajos dedicados a algunas de las cuestiones antropológicas, sociales y políticas que preocuparon a Pepe Alonso.

La cuarta sección es Función crítica de la educación y la profesión, aspectos ambos centrales en la reflexión y en la vida del homenajeado. Como se dice en la Introducción de la obra, de indispensable lectura para orientarse en su variado contenido, estos trabajos son “contribuciones que pretenden fundamentar y explanar la necesidad de un compromiso social desde estas instancias que contribuyen a la dignidad de las personas y el cambio social.”

Finalmente, la quinta sección se dedica a los Retos de la Iglesia en el mundo contemporáneo, con aportaciones que plantean, tanto el modo que debe revestir la teología cristiana hoy, como el estilo de evangelización y ejercicio del ministerio que demandan los tiempos actuales.

La lectura del índice que figura más abajo constituirá, sin duda, un atractivo aliciente para abordar cada uno de los temas tratados. Un abultado índice que, evidentemente, dificulta la tarea de poder reseñar con el detenimiento que merecen todos y cada uno de los ensayos que acoge. Y, para avalar el rigor académico de sus contenidos, al final de la obra se incluye una somera biografía profesional de todos y cada uno de los autores que participan en el homenaje.

Índice

Prólogo, por José Regidor García (Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria)
Presentación, por Jesús Pérez Peña (Director del Aula Manuel Alemán)
Para Pepe Alonso, amigo del alma, por Isabel Luján, Carlos Cabrera y Segundo Díaz (Coordinadores)

EL ESTILO DE PENSAMIENTO DE PEPE ALONSO

Pensar sin barandillas, por José Miguel Pérez García
Pensar dialogando, la huella de Pepe Alonso, por Guillermo García-Alcalde

DIÁLOGO ENTRE LA FE Y LA CULTURA SECULAR

A vueltas con la religión: ¿Salida de la religión?, ¿Retorno de la religión?, ¿Ingreso en la religión?, por Pedro Cerezo Galán
Razón y Fe: una relación controvertida, por Juan Antonio Estrada
Repolitización de la religión en sociedades democráticas, por Carlos García de Andoin
Los otros al diálogo con los cristianismos, por Antonio García Santesmases
Meditación sobre la plegaria (A partir de Primo Levi), por Daniel Barreto
La existencia teologal, dimensión constitutiva del ser humano, por Eloy Bueno de la Fuente
La Vida Eterna: Algunas cuestiones de teología y ontología en la hermenéutica actual (In Memoriam Pepe Alonso), por Teresa Oñate

COMPROMISO CON LA EMANCIPACIÓN HUMANA Y LA JUSTICIA SOCIAL

Acción moral y capacidades en la ética aristotélica según P. Ricoeur, por Antonio Pérez Quintana
La democracia como exigencia ética. Una crítica libertaria a los derechos humanos, por Pedro S. Limiñana
Por una economía humanizada y una humanidad consciente, por Pedro González de la Fe
Pedagogía social, solidaridad y voluntariado, por Agustín Ortega Cabrera

FUNCIÓN CRÍTICA DE LA EDUCACIÓN Y LA PROFESIÓN

La Universidad, la reproducción social y el cambio social, por Rafael Díaz-Salazar
El compromiso ético y político del ejercicio profesional: servicio diligente y denuncia de la injusticia, por Emilio Martínez Navarro
Sobre la crisis y el profesorado, por Marta Jiménez Jaén
Educación y filosofía, por Eva Navarro

RETOS DE LA IGLESIA EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO

Hacer teología en el siglo XXI, por F. Javier Vitoria Cormenzana
El Signo de los tiempos en la historia de la Evangelización, por Juan María Laboa
Dos claves del Concilio Vaticano II para la presencia de la Iglesia en el mundo, por Segundo Díaz
El presbítero secular en el mundo contemporáneo, por Ramon Prat i Pons
Reinterpretar el Apocalipsis desde el ángulo de la Resurrección de Cristo (Ap 6,1-2/19,11-16), por Luis María Guerra Suárez

PEPE ALONSO, UNA VIDA ENTREGADA Y PLENA

Pepe Alonso, apasionado por la vida, por Daniel Pérez Estévez
Acompañar y escuchar (2ª carta a Pepe Alonso), por Bonifacio Cabrera

Sobre los autores
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18/05/2015 Comentarios

Reseñas

Homo ¿sapiens? Redacción T21 , 18/05/2015

Historia breve de los grandes errores del conocimiento humano


Homo ¿sapiens?
Ficha Técnica
 
Título: Homo ¿sapiens?
Autor: Pedro Domínguez Gento
Edita: Pedro Domínguez Gento. Valencia. Primavera, 2015
Materia: Historia del conocimiento
Encuadernación: Rústica
Número de páginas: 208
ISBN: 978-84-616-9019-0
PVP: 10€
 
Homo ¿sapiens?, es una entretenida y sabia obra del profesor Pedro Domínguez Gento que reúne algunos de los grandes errores del conocimiento humano con la sana intención de prevenirnos ante la aceptación de las “evidencias” que construimos sobre lo que llamamos realidad, y para lo cual contamos con unos sentidos que, aunque sumamente valiosos para el desarrollo cotidiano de nuestra vida, están condicionados por múltiples factores (externos e internos) que le hacen imprecisos.
 
Conocemos, dice el autor, lo que ocurre a nuestro alrededor mediante la información que recibimos a través de nuestros sentidos, los cuales funcionan de forma aproximada, siempre con un margen de error.  Y si esta información fundamental es relativamente defectuosa, lo que pensamos o hacemos a partir de ella no puede ser exacto ni perfecto, de modo que somos falibles por naturaleza y los errores nunca nos abandonan por completo.
 
En definitiva nuestros sentidos no son muy agudos y a veces incluso nos engañan, por eso hemos inventado aparatos que miden de forma más objetiva y precisa. Con ellos tampoco  eliminamos por completo los errores pero sí los reducimos muchos. Porque, por mucho que afinemos aparatos y mediciones, existen límites naturales para la precisión porque a escala atómica la materia se comporta ondulatoriamente y el proceso de medida interfiere con lo que se está midiendo, de manera que incluso los trabajos científicos más sofisticados tienen siempre el inevitable margen de error.
 
Y sin embargo existe una tendencia general, sobre todo entre los no científicos, a mitificar la ciencia y creerla exacta e infalible. Indudablemente la ciencia es nuestra mejor herramienta para conocer el mundo porque cualquier descubrimiento, ley o teoría se comprueba de forma exhaustiva e independiente en diferentes centros de investigación; pero creerla infalible resulta ingenuo y demuestra un gran desconocimiento de su naturaleza, su historia y los fraudes que la salpican. Quienes así la ven, la han convertido en una especie de religión, otro sistema de creencias, lo cual supone una tremenda equivocación porque la ciencia se basa en el método experimental propuesto por Francis Bacon (XVII) y en la duda metódica de René Descarte (XVII), de modo que está en permanente revisión.
 
En realidad, concluye el profesor Domínguez, la ciencia crece con nosotros, poco a poco, tropezando y cayendo, equivocándose a veces, buscando la verdad, hallándola con esfuerzo y rectificando cuando es necesario. (Extracto del texto sobre  La falibilidad humana)
 
 
Índice
Prólogo
La falibilidad humana
 
Errores cosmológicos y geográficos
Errores físicos
Errores químicos
Errores biológicos
Errores de salud
Otros errores
Conclusiones
 
 
Datos del autor
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18/05/2015 Comentarios

I. Mística y espiritualidad. 2. Espiritualidad, el camino de la vida
Ficha Técnica
 
Título: I. Mística y espiritualidad. Volumen 2: Espiritualidad, el camino de la vida
Autor: Raimon Panikkar
Edición: Milena Carrara Pavan
Coordinación de la edición en castellano: Laia Villegas Torras
Edita: Herder Editorial. Barcelona, abril de 2015
Traducción: Ángel Canadell, Ramona Llach, Antoni Martínez Riu, y Jesús Silvestre
Materia: Mística y espiritualidad
Colección: Raimon Panikkar-Obras completas
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
Número de páginas: 584
ISBN: 978-84-254-3278-1
PVP: 52.00 € 
 

Este segundo volumen del primer tomo de las Obras completas de Raimon Panikkar está dedicado a la espiritualidad, vista sobre todo como camino para alcanzar la experiencia mística. Los caminos, dice el autor, son distintos porque no solo se vinculan a las tradiciones y al culto, sino también a las diferentes sensibilidades de los hombres y al periodo histórico.
 
“¿Qué tipo de espiritualidad es propio de nuestro tiempo? Intentar definir cómo ha de ser la espiritualidad de nuestro tiempo, dice Panikkar, es ya una paradoja: la solución no está en la respuesta, sino ya en la pregunta; es decir, en la misma formulación de la pregunta y en el hecho de sentir la necesidad de esta espiritualidad, aunque no podamos dar la respuesta. Presento, no obstante, un esbozo de respuesta diciendo que la espiritualidad debe ser integral: esto significa que debe involucrar alhombre en su totalidad. Y entonces hay que preguntarse: “¿Qué es, pues, el hombre?”, y tendremos que apelar a la antropología para que nos señale el camino. Pero además hay que seguir una disciplina… Debemos esforzarnospor conseguir la totalidad de la espiritualidad, sin olvidar, como sucede a menudo, la parte corporal.” […] “El hombre es esta realidad que expresan las cuatro palabras griegas soma – psyché – polis –kosmos.”
 
“El hombre es (y no solo “tiene”) soma: cuerpo. El cuerpo no es solo el soporte del alma, como si fuera el caballo en cuya grupa cabalga mientras se encuentra en esta tierra. El hombre es cuerpo y lo es esencialmente, hasta el punto de que si no hay cuerpo no hay hombre; de ahí que todos los valores corporales sean propios de la esencia del hombre. Una espiritualidad que haga abstracción del cuerpo humano, que lo subestime o lo relegue como algo secundario, sería incompleta.”
 
El volumen comienza con dos textos breves en los que se desarrolla los temas, hilos conductores de retiros en un ambiente cristiano, como muestra su lenguaje simple, casi hablado.
 
La segunda parte trata de una espiritualidad propia del monje, aunque no limitada a la institución monástica, sino más bien como arquetipo universal de cada hombre (búsqueda del monos, unión con lo divino). Sigue una descripción de la tradición ascética en la India y, como ejemplo de un encuentro espiritualidad occidental (cristiana) con la India, un escrito dedicado al amigo Henri Le Saux, ejemplo fecundo entre ambas tradiciones.
 
La última parte está dedicada a la sabiduría como meta de una espiritualidad positiva. (Extracto de la Introducción)
 

Índice
 
Presentación
Abreviaturas
Introducción
 
Primera parte. El camino de la Fe
Primera sección: Iconos del misterio
 
Prólogo
  1. El discurso sobre Dios
  2. La experiencia de Dios
  3. Lugares privilegiados de la experiencia de Dios
 
Epílogo

Segunda Sección. El camino espiritual cristiano
 
Introducción
  1. El gozo pascual
  2. La presencia de Dios
  3. María

Epílogo

Segunda parte. El camino del monje
Primera sección. Elogio de la sencillez. El reto de descubrirse monje
 
Introducción
Prólogo. La vocación monástica: ¿El monje un arquetipo universal?
  1. El arquetipo del monje
  2. El Canon del Discípulo
  3. Síntesis
 
Apéndice. Carta a un joven monje
Bibliografía
 
Segunda Sección. El monje hindú
  1. El monje según las escrituras del hinduismo
  2. PARIVRAJAKA
  3. Carta a ABHISIKTANANDA sobre el monaquismo oriental y occidental
 
Tercera parte. Invitación a la sabiduría
 
Prólogo
  1. Preparar una morada a la sabiduría
  2. QUATERNITAS perfecta: La cuádruple naturaleza humana
Introducción
 
Glosario
Índice de nombres
 

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11/05/2015 Comentarios

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Redacción T21
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