¿Quién es?
Rafael Alberto Pérez
Autor de referencia en comunicación estratégica, conferenciante y consultor. Es consejero de The Blueroom Project - TBP Consulting para temas de turismo y ocio
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Considerado el padre de la Nueva Teoría Estratégica (NTE) y autor laureado. Su libro “Estrategias de Comunicación” (2001) ha recibido dos premios internacionales y ha sido seleccionado la revista “Razón y Palabra” como uno de los textos más influyentes en Iberoamérica.
En la actualidad divide su actividad entre impartir Seminarios- invitado por más de 170 Universidades y empresas de 14 países- y ejercer como consultor estratégico.
Tendencias Estratégicas
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La vida extraterrestre podría prosperar sin necesidad de un planeta que la cobije
01/11/2024 17:52 - Pablo Javier Piacente -
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Objetos desconocidos podrían existir en los confines del Sistema Solar
31/10/2024 17:55 - Pablo Javier Piacente
“Una teoría no es otra cosa que una forma de mirar el mundo”
David Bohm
Mire a su alrededor y dígame lo que ve ¿confrontación o armonía?
Sin duda la pregunta está mal planteada. Lo más probable es que Vd. vea ambas cosas confrontación y armonía, sencillamente porque, nos guste o no, el mundo es complejo. Y complejo como nos recuerda Edgar Morin, es lo que está tejido junto. La trama y la urdimbre de lo real, de la vida, de lo social.
Pero no es menos cierto que nos han enseñado a mirar así, fraccionado y enfrentando la realidad en pares antagónicos. Lo malo es que, de esta guisa, la cultura occidental amparándose en el dualismo y la dialéctica que lleva por sus venas nos ha terminado por enfrentar a los unos contra los otros. Y a cada concepto y a cada cosa con su antagonista.
No hay que apelar a las guerras del pasado y del presente, basta con encender la TV para comprobar que vivimos una Cultura de la Polémica, escenificada e intermediada como muy bien explica en su libro la periodista americana Deborah Tannen.
Por eso tenemos la política que tenemos: candidatos que se pelean por nuestros votos y nos cuentan las maldades ajenas pero no nos dicen nunca cómo van a resolver nuestros problemas.
Por eso tenemos el management que tenemos: empresarios que ven en todo competidor un enemigo y no un posible aliado, y que reproducen a nivel mercado los “horrores” de la guerra, aunque luego se unan y se asocien para subirnos los precios. O para defender posiciones en su Patronal.
Por eso tenemos la espiritualidad que tenemos: incapaz de armonizar cada cuerpo con “su” alma; cada cerebro con “su” mente; cada acción con “sus” valores.
Por eso tenemos la ciencia que tenemos: lo primero que nos enseñan a la hora de analizar un ser/fenómeno vivo es fraccionarlo para estudiar sus partes por separado. Con olvido, o yo diría con desprecio, de que al diseccionarlo, la vida se nos escapa entre corte y corte, y lo que terminamos estudiando es un ser muerto. Pues la vida estaba precisamente en esas conexiones que hemos roto (1).
Todo ello sin darnos cuenta de que nada de lo que nos rodea es antagónico entre sí, ni siquiera es algo aislado e independiente, sino conectado, fluido y mutante.
Sin darnos cuenta de que todo y todos formamos parte de ese tejido del que está hecha la materia y la vida, incluidos los sueños.
Sin darnos cuenta de que es precisamente en la fusión, en los mestizajes y en las fronteras donde surge la innovación (por la que tanto sueñan empresarios de todo el mundo que sin embargo dirigen organizaciones piramidales y jerárquicas que ahogan cualquier intento de innovación).
Es, ese dualismo antagonista que respiramos por todas partes el culpable de que a tantos les haya sido tan difícil asumir algunos de los avances científicos más importantes del siglo XX: el pensamiento complejo, la complementariedad, la sistémica, la emergencia, las conexiones profundas; que el todo es distinto de la suma de sus partes (ya lo dijo Pascal, pero lo validaría la sistémica) y que la realidad y la vida van de menos a mas (me refiero a la emergencia) y que por tanto no somos ángeles caídos, ni seres degradados por alguna oscura culpa originaria, sino simples seres evolucionados.
Para aquellos que crean que estas ideas son producto de un decadente retorno al misticismo oriental, les diré que tienen una parte de razón. Pero solo una parte. Es verdad que todas estas ideas tiene sus orígenes en Oriente: el bing bang en los vedas y en su Brahman “el que se expande” (en sanscrito); la complementariedad en el Yin y el Yang, la lógica binaria de Leibnitz con la que trabajan nuestros ordenadores en los exagramas del libro de las mutaciones; pero ha sido la ciencia del siglo XX, física cuántica incluida (véase el “Tao de la Física” de Fritjof Capra) la que ha sabido recuperar y reconstruir esos mismos principios y sacarlos de la oscuridad y del secretismo iniciático de sus orígenes y del olvido de XXIV siglos
Y hoy, gracias a Edgar Morin (pensamiento complejo); Niels Bohr (principio de complementariedad); Francisco Varela (embodied mind); David Bóhm (el orden implicado y otros pocos hombres preclaros, sabemos que la realidad lejos de ser dual y antagónica es compleja, fluida, y a veces caótica, y que fragmentarla y enfrentarla conceptual o físicamente es un grave error.
Sin duda todas estas inquietudes merecerían un comentario más largo y calmado. ¡Hay tanto que decir al respecto! Por mi parte podría remitir a mis lectores a las páginas de mi último libro “Hacia una teoría general de la estrategia” (en coautoría con Sandra Massoni), Ariel, 2009, donde presentamos métodos de análisis que no solo no fraccionan sino que precisamente ponen el énfasis en las conexiones; pero realmente el motivo por el que he sacado este tema hoy, es para céntrame en una dualidad que me preocupa y me irrita mucho; aquella que enfrenta teoría y práctica.
Cuando en clase digo “hoy vamos a ver la teoría…” mis alumnos salen huyendo. Frases como “eso es demasiado teórico”, “Yo quiero algo más práctico”; “profe, puede cortar ya esta parte y darnos el modelo…” tan frecuentes de oír para un viejo profesor como soy yo, nos hablan de una sociedad o desorientada o descerebrada. Y no sé que es peor.
Aunque a muchos les cueste entenderlo una teoría es una forma de ver el mundo, o si se prefiere nos da la perspectiva desde donde mirarlo. Una teoría es una explicación de un fenómeno. Y de hecho, nos guste o no, todo lo que hacemos es en base a una “teoría”, desde el más simple de los esquemas a una teoría científica. Las teorías científicas también son explicaciones, solo que para ser “científicas” han de cumplir unos determinados requisitos. Los seres humanos necesitamos esas explicaciones, para hacer cálculos sobre los resultados (previsibles) de nuestras acciones. Todos sabemos que si pasamos de los 120 kmts./hora corremos dos riesgos, que nos pongan una multa y peor, tener un accidente” . Si voy a invertir en bolsa, antes debería saber cómo funciona ese mercado. Eso no me va a garantizar el resultado, ni el éxito (ese es otro problema que comentaremos otro día, el de una sociedad en busca del algoritmo perdido, pero que nunca existió), pero al menos me evitan algunos errores de bulto
En teste punto es bueno recordar a John Maynard Keynes- quien, por cierto, ganó mucho dinero en la bolsa- cuando dice:”Practical men who believes themselves to be quite exempt from any intellectual influences are usually the slaves of some defunct economist” . La pregunta aquí es ¿Cuántos cadáveres guardamos en el armario? Porque, Sras. y Srs. de vez en cuando hay que abrir las puertas, airearse y dejar espacio… Porque nos guste o no, no hay nada más práctico que una teoría, eso sí, una buena teoría.
Debo decir, en sentido contrario y muy a mi pesar, que el rechazo de la teoría tiene algunas raíces fundadas. Detrás del enfrentamiento entre teoría y práctica está el rechazo de mal teórico, del que se enrolla sin llegar ninguna parte, de esos profesores que cuando ven que su teoría no funciona dicen que quien se equivoca es la realidad, nunca ellos (pero ese es otro problema que también habría que abordar).
Yo también participo de ese rechazo, y por eso, entre tantas otras cosas, cuesta llevarse bien con los colegas. Pero estas críticas y estas “boutades” no resuelven el problema. Una sociedad sin teorías y cada vez más pobre en valores es una sociedad descerebrada y sin ética para su acción.
Para todos nosotros que nos movemos entre el pensamiento y la acción, nos resultaría fácil renunciar a la teoría, darle el gusto al lector y tratar de escribir “prácticos” bestsellers. Algunos lo hacen y ganan mucho dinero. Pero eso tampoco es ético, porque implica una renuncia a la búsqueda de mejores explicaciones. Nuestro compromiso como profesores, pensadores e investigadores es intentar hacer buenas teorías. Serán los de fuera al ponerlas en práctica en sus proyectos y planes los que nos den o nos quiten la razón. Y si nos la dan, por favor, que nos la den en vida. Cómo en su día ya advirtió Vicent van Gogh en sus hermosas cartas a Teo: Hay ya demasiadas viudas homenajeadas.
(continuará)
____
(1) Me permito recordar al lector que desde Descartes y su 2º principio del método, analizar es fraccionar para estudiar las partes por separado, y me permito recordar también que “Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos.“ es la primera acepción que nos da la 22 edición del “Diccionario de la Real Academia de la Lengua” que confunde el proceso de analizar con el método seguido hasta ahora para lograr ese análisis. Con olvido de que hoy tenemos métodos que permiten analizar sin trocear. Un tema que abordo en mi último libro con la ayuda de Francisco Serra y “su” dinámica de sistemas y de otros autores.
Sin duda la pregunta está mal planteada. Lo más probable es que Vd. vea ambas cosas confrontación y armonía, sencillamente porque, nos guste o no, el mundo es complejo. Y complejo como nos recuerda Edgar Morin, es lo que está tejido junto. La trama y la urdimbre de lo real, de la vida, de lo social.
Pero no es menos cierto que nos han enseñado a mirar así, fraccionado y enfrentando la realidad en pares antagónicos. Lo malo es que, de esta guisa, la cultura occidental amparándose en el dualismo y la dialéctica que lleva por sus venas nos ha terminado por enfrentar a los unos contra los otros. Y a cada concepto y a cada cosa con su antagonista.
No hay que apelar a las guerras del pasado y del presente, basta con encender la TV para comprobar que vivimos una Cultura de la Polémica, escenificada e intermediada como muy bien explica en su libro la periodista americana Deborah Tannen.
Por eso tenemos la política que tenemos: candidatos que se pelean por nuestros votos y nos cuentan las maldades ajenas pero no nos dicen nunca cómo van a resolver nuestros problemas.
Por eso tenemos el management que tenemos: empresarios que ven en todo competidor un enemigo y no un posible aliado, y que reproducen a nivel mercado los “horrores” de la guerra, aunque luego se unan y se asocien para subirnos los precios. O para defender posiciones en su Patronal.
Por eso tenemos la espiritualidad que tenemos: incapaz de armonizar cada cuerpo con “su” alma; cada cerebro con “su” mente; cada acción con “sus” valores.
Por eso tenemos la ciencia que tenemos: lo primero que nos enseñan a la hora de analizar un ser/fenómeno vivo es fraccionarlo para estudiar sus partes por separado. Con olvido, o yo diría con desprecio, de que al diseccionarlo, la vida se nos escapa entre corte y corte, y lo que terminamos estudiando es un ser muerto. Pues la vida estaba precisamente en esas conexiones que hemos roto (1).
Todo ello sin darnos cuenta de que nada de lo que nos rodea es antagónico entre sí, ni siquiera es algo aislado e independiente, sino conectado, fluido y mutante.
Sin darnos cuenta de que todo y todos formamos parte de ese tejido del que está hecha la materia y la vida, incluidos los sueños.
Sin darnos cuenta de que es precisamente en la fusión, en los mestizajes y en las fronteras donde surge la innovación (por la que tanto sueñan empresarios de todo el mundo que sin embargo dirigen organizaciones piramidales y jerárquicas que ahogan cualquier intento de innovación).
Es, ese dualismo antagonista que respiramos por todas partes el culpable de que a tantos les haya sido tan difícil asumir algunos de los avances científicos más importantes del siglo XX: el pensamiento complejo, la complementariedad, la sistémica, la emergencia, las conexiones profundas; que el todo es distinto de la suma de sus partes (ya lo dijo Pascal, pero lo validaría la sistémica) y que la realidad y la vida van de menos a mas (me refiero a la emergencia) y que por tanto no somos ángeles caídos, ni seres degradados por alguna oscura culpa originaria, sino simples seres evolucionados.
Para aquellos que crean que estas ideas son producto de un decadente retorno al misticismo oriental, les diré que tienen una parte de razón. Pero solo una parte. Es verdad que todas estas ideas tiene sus orígenes en Oriente: el bing bang en los vedas y en su Brahman “el que se expande” (en sanscrito); la complementariedad en el Yin y el Yang, la lógica binaria de Leibnitz con la que trabajan nuestros ordenadores en los exagramas del libro de las mutaciones; pero ha sido la ciencia del siglo XX, física cuántica incluida (véase el “Tao de la Física” de Fritjof Capra) la que ha sabido recuperar y reconstruir esos mismos principios y sacarlos de la oscuridad y del secretismo iniciático de sus orígenes y del olvido de XXIV siglos
Y hoy, gracias a Edgar Morin (pensamiento complejo); Niels Bohr (principio de complementariedad); Francisco Varela (embodied mind); David Bóhm (el orden implicado y otros pocos hombres preclaros, sabemos que la realidad lejos de ser dual y antagónica es compleja, fluida, y a veces caótica, y que fragmentarla y enfrentarla conceptual o físicamente es un grave error.
Sin duda todas estas inquietudes merecerían un comentario más largo y calmado. ¡Hay tanto que decir al respecto! Por mi parte podría remitir a mis lectores a las páginas de mi último libro “Hacia una teoría general de la estrategia” (en coautoría con Sandra Massoni), Ariel, 2009, donde presentamos métodos de análisis que no solo no fraccionan sino que precisamente ponen el énfasis en las conexiones; pero realmente el motivo por el que he sacado este tema hoy, es para céntrame en una dualidad que me preocupa y me irrita mucho; aquella que enfrenta teoría y práctica.
Cuando en clase digo “hoy vamos a ver la teoría…” mis alumnos salen huyendo. Frases como “eso es demasiado teórico”, “Yo quiero algo más práctico”; “profe, puede cortar ya esta parte y darnos el modelo…” tan frecuentes de oír para un viejo profesor como soy yo, nos hablan de una sociedad o desorientada o descerebrada. Y no sé que es peor.
Aunque a muchos les cueste entenderlo una teoría es una forma de ver el mundo, o si se prefiere nos da la perspectiva desde donde mirarlo. Una teoría es una explicación de un fenómeno. Y de hecho, nos guste o no, todo lo que hacemos es en base a una “teoría”, desde el más simple de los esquemas a una teoría científica. Las teorías científicas también son explicaciones, solo que para ser “científicas” han de cumplir unos determinados requisitos. Los seres humanos necesitamos esas explicaciones, para hacer cálculos sobre los resultados (previsibles) de nuestras acciones. Todos sabemos que si pasamos de los 120 kmts./hora corremos dos riesgos, que nos pongan una multa y peor, tener un accidente” . Si voy a invertir en bolsa, antes debería saber cómo funciona ese mercado. Eso no me va a garantizar el resultado, ni el éxito (ese es otro problema que comentaremos otro día, el de una sociedad en busca del algoritmo perdido, pero que nunca existió), pero al menos me evitan algunos errores de bulto
En teste punto es bueno recordar a John Maynard Keynes- quien, por cierto, ganó mucho dinero en la bolsa- cuando dice:”Practical men who believes themselves to be quite exempt from any intellectual influences are usually the slaves of some defunct economist” . La pregunta aquí es ¿Cuántos cadáveres guardamos en el armario? Porque, Sras. y Srs. de vez en cuando hay que abrir las puertas, airearse y dejar espacio… Porque nos guste o no, no hay nada más práctico que una teoría, eso sí, una buena teoría.
Debo decir, en sentido contrario y muy a mi pesar, que el rechazo de la teoría tiene algunas raíces fundadas. Detrás del enfrentamiento entre teoría y práctica está el rechazo de mal teórico, del que se enrolla sin llegar ninguna parte, de esos profesores que cuando ven que su teoría no funciona dicen que quien se equivoca es la realidad, nunca ellos (pero ese es otro problema que también habría que abordar).
Yo también participo de ese rechazo, y por eso, entre tantas otras cosas, cuesta llevarse bien con los colegas. Pero estas críticas y estas “boutades” no resuelven el problema. Una sociedad sin teorías y cada vez más pobre en valores es una sociedad descerebrada y sin ética para su acción.
Para todos nosotros que nos movemos entre el pensamiento y la acción, nos resultaría fácil renunciar a la teoría, darle el gusto al lector y tratar de escribir “prácticos” bestsellers. Algunos lo hacen y ganan mucho dinero. Pero eso tampoco es ético, porque implica una renuncia a la búsqueda de mejores explicaciones. Nuestro compromiso como profesores, pensadores e investigadores es intentar hacer buenas teorías. Serán los de fuera al ponerlas en práctica en sus proyectos y planes los que nos den o nos quiten la razón. Y si nos la dan, por favor, que nos la den en vida. Cómo en su día ya advirtió Vicent van Gogh en sus hermosas cartas a Teo: Hay ya demasiadas viudas homenajeadas.
(continuará)
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(1) Me permito recordar al lector que desde Descartes y su 2º principio del método, analizar es fraccionar para estudiar las partes por separado, y me permito recordar también que “Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos.“ es la primera acepción que nos da la 22 edición del “Diccionario de la Real Academia de la Lengua” que confunde el proceso de analizar con el método seguido hasta ahora para lograr ese análisis. Con olvido de que hoy tenemos métodos que permiten analizar sin trocear. Un tema que abordo en mi último libro con la ayuda de Francisco Serra y “su” dinámica de sistemas y de otros autores.
Rafael Alberto Perez
Domingo, 2 de Mayo 2010
Comentarios
Cualquiera que haya seguido mis trabajos sabe que pienso que los 56 años que lleva la estrategia secuestrada por las Business Schools han sido los más pobres de sus 2.510 años de existencia. No es ahora el momento de explicarlo, y no lo es porque estas líneas están dedicadas a ensalzar la memoria de uno de los grandes, C.K. Prahalad que nos ha dejado el pasado 16 de abril. Pero será difícil sustraerse a esa idea, porque una parte de esa grandeza se la debe Prahalad a no haberse alineado con los enfoques reduccionistas, excesivamente analíticos y cuantitativos de sus colegas. Una heterodoxia que no le impidió estar varios años en el lugar número uno de la lista de pensadores más influyentes del mundo de los negocios. http://www.thinkers50.com/biographies
7 son las nuevas visiones poderosas que Prahalad nos ha legado:
1. Que la esencia de la estrategia no es la gestión de los recursos actuales de la organización sino la gestión del futuro. Y que en vez de hablar de cuotas de mercados (existentes) mejor haríamos hablando de cuotas (futuras) de oportunidad. Su mensaje es claro: se trata de hacer y abrir puertas a ese futuro deseado, todavía más directo, se trata en fin de “crear el futuro” y para ello no vale la “re-ingeniería de los procesos” sino que es necesario “la regeneración de las estrategias centrales”.
2. Que en este proceso- y frente a la ética ¿? del beneficio cortoplacista y a toda costa- la continuidad de una corporación, como institución tiene valor en sí misma. “Competir por el futuro significa mantener una continuidad asegurando que la compañía esté constantemente creando nuevos beneficios”
3. Que mejor que planificar es potenciar las competencias internas de las organizaciones, las “competencias inter-empresariales”, más allá de las constricciones actuales de las unidades de negocio
4. Que no se llega a ese futuro troceando y diseccionando la realidad, sino que las empresas de éxito han llegado a una visión de futuro a través de un proceso de síntesis, y no de análisis (1996)
5. Que el capitalismo- en vez de destruir- puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de países en desarrollo. Una idea que explicó en su libro “La base de la pirámide”, en el que argumentaba que las empresas multinacionales no sólo pueden ganar dinero vendiendo a los más pobres del mundo (un mercado estimado en cuatro mil millones de personas) sino que estos esfuerzos sirven también para cerrar la creciente brecha entre los países ricos y pobres.
6. Qué es necesario revisar el paradigma no solo del management sino también de la estrategia: “Aunque son numerosas y ruidosas las voces que reclaman un nuevo paradigma organizativo (más ligero, más sencillo, virtual, modular, etc.) no se ha pedido también un paradigma de una nueva estrategia. Creemos, sin embargo, que la forma que tiene muchas empresas de planear su estrategia está tan anticuada y es tan perniciosa como la forma que tiene de organizarse”
7. Que contemporeizar no es bueno y siempre se termina volviendo contra uno mismo y que hay que tener el coraje de romper las ataduras académicas y decir a gritos lo que uno piensa. Prahalad no solo cuestionó el paradigma managerial y estratégico, sino que terminó siendo uno de los 35 miembros de la Brigada de los renegados” en 1998 en Half Moon Bay (ver mi post de 5 Abril 2009 en este mismo blog)
Con C. K. Prahalad se fue el hombre que nos abrió el camino. Solo nos queda pedir, que Gary Hamel, coautor de una parte significativa de su obra y compañero de ideas, le rinda- como nosotros lo hacemos con nuestra Nueva Teoría Estratégica- el tributo de continuar ese camino. La brecha está abierta.
___
Bibliografía: "Competing for the Future"(con Gary Hamel), 1994; Strategy as a field: Whhy Search for a New Paradigm”, Strategic Management Journal, 15, 5-16, 1994; “Rethinking the future” (ed. Rowan Gibson) 1997; “"The Future of Competition," (con Venkat Ramaswamy), 2004; "The Fortune at the Bottom of the Pyramid: Eradicating Poverty through Profits," Wharton School Publishing, 2004. Su último libro con M. S. Krishnan es “ The New Age of Innovation”.
1. Que la esencia de la estrategia no es la gestión de los recursos actuales de la organización sino la gestión del futuro. Y que en vez de hablar de cuotas de mercados (existentes) mejor haríamos hablando de cuotas (futuras) de oportunidad. Su mensaje es claro: se trata de hacer y abrir puertas a ese futuro deseado, todavía más directo, se trata en fin de “crear el futuro” y para ello no vale la “re-ingeniería de los procesos” sino que es necesario “la regeneración de las estrategias centrales”.
2. Que en este proceso- y frente a la ética ¿? del beneficio cortoplacista y a toda costa- la continuidad de una corporación, como institución tiene valor en sí misma. “Competir por el futuro significa mantener una continuidad asegurando que la compañía esté constantemente creando nuevos beneficios”
3. Que mejor que planificar es potenciar las competencias internas de las organizaciones, las “competencias inter-empresariales”, más allá de las constricciones actuales de las unidades de negocio
4. Que no se llega a ese futuro troceando y diseccionando la realidad, sino que las empresas de éxito han llegado a una visión de futuro a través de un proceso de síntesis, y no de análisis (1996)
5. Que el capitalismo- en vez de destruir- puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de países en desarrollo. Una idea que explicó en su libro “La base de la pirámide”, en el que argumentaba que las empresas multinacionales no sólo pueden ganar dinero vendiendo a los más pobres del mundo (un mercado estimado en cuatro mil millones de personas) sino que estos esfuerzos sirven también para cerrar la creciente brecha entre los países ricos y pobres.
6. Qué es necesario revisar el paradigma no solo del management sino también de la estrategia: “Aunque son numerosas y ruidosas las voces que reclaman un nuevo paradigma organizativo (más ligero, más sencillo, virtual, modular, etc.) no se ha pedido también un paradigma de una nueva estrategia. Creemos, sin embargo, que la forma que tiene muchas empresas de planear su estrategia está tan anticuada y es tan perniciosa como la forma que tiene de organizarse”
7. Que contemporeizar no es bueno y siempre se termina volviendo contra uno mismo y que hay que tener el coraje de romper las ataduras académicas y decir a gritos lo que uno piensa. Prahalad no solo cuestionó el paradigma managerial y estratégico, sino que terminó siendo uno de los 35 miembros de la Brigada de los renegados” en 1998 en Half Moon Bay (ver mi post de 5 Abril 2009 en este mismo blog)
Con C. K. Prahalad se fue el hombre que nos abrió el camino. Solo nos queda pedir, que Gary Hamel, coautor de una parte significativa de su obra y compañero de ideas, le rinda- como nosotros lo hacemos con nuestra Nueva Teoría Estratégica- el tributo de continuar ese camino. La brecha está abierta.
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Bibliografía: "Competing for the Future"(con Gary Hamel), 1994; Strategy as a field: Whhy Search for a New Paradigm”, Strategic Management Journal, 15, 5-16, 1994; “Rethinking the future” (ed. Rowan Gibson) 1997; “"The Future of Competition," (con Venkat Ramaswamy), 2004; "The Fortune at the Bottom of the Pyramid: Eradicating Poverty through Profits," Wharton School Publishing, 2004. Su último libro con M. S. Krishnan es “ The New Age of Innovation”.
La noticia la publicó la Voz de Galicia: José María Pujalte falleció el pasado 29 de marzo a la edad de 81 años.
Puede ser que, fuera de Galicia, la figura de José Maria no sea demasiado conocida, y que muchos lo identifiquen por el ser el padre de una actriz de éxito y de gran presencia televisiva: María Pujalte. Pero para mí, José María fue el hombre que me enseño a aprender.
Aprender es una palabra mágica. Muchos niños y jóvenes odian estudiar y lo asocian con una obligación paterna y social, pero a nadie le molesta saber.
Hace unos días estaba escribiendo un artículo sobre educomunicación para la revista colombiana Interacción con motivo del 30 aniversario de CEDAL. Y mientras emborronaba cuartillas buscando un enfoque apropiado, vinieron a mi mente dos personajes y una palabra recurrente. Los personajes son, como no podía ser de otra forma, Mario Kaplun y Paulo Freire. La palabra recurrente es aprender, o si se prefiere: aprender a aprender. Vivimos en una época en que todos hablan de gestión de conocimiento, pero esa es una noción que se nos queda corta. La educación es mucho más que conocimiento, nos recuerda Morin, es comprensión, y la comprensión necesita empatía. Por ello, educar es mucho más que transferir, es enseñar a aprender. Es dotar de autonomía al estudiante para que él descubra y al hacerlo despliegue lo mejor de sí mismo. Es dotar al alumno de la capacidad de interpretar el mundo a sabiendas de que todos los mensajes que nos llegan de él nos on neutrales, están ya intermediados. Ahí tendría mucho que decir Manuel Martín Serrano
Enseñar a aprender, enseñar a interpretar…Y entonces me acordé de Pujalte. Qué lejos estaba yo en aquel momento de pensar que no iba a volver a verlo.
Nuestra historia se remonta a La Coruña de 1953. Yo tenía 11 años, cursaba 2º del bachillerato de entonces y era un mal estudiante, o si se prefiere normalito. Hasta que un día mis padres contrataron a Pujalte como profesor particular para que se hiciese cargo de mi enseñanza. Debo aclarar que yo venía de una delicada enfermedad de la columna que me había tenido enyesado y encamado un par de años, y que hasta dos años más tarde no asistí al colegio. Una prudencia tal vez excesiva, pero prudencia al fin y al cabo.
Comenzó la clase con el nuevo profesor. Entonces hice una pregunta. Y encontré una respuesta abierta y razonada. Y así fuimos dialogando, mientras yo maduraba al aprender. Debo decir que muchas de mis preguntas eran políticamente incorrectas para los tiempos que corrían, pero en José María siempre encontré un nivel de respuesta satisfactorio. Si no fuese por él, seguramente yo no habría desarrollado mi gusto por hablar y escribir. Gracias, José María
Semblanza:
Texto tomado de La Voz de Galicia
30 de marzo 2009
En la mañana de ayer falleció en su casa de A Coruña José María Pujalte, ex gerente de la Universidade da Coruña. Nacido en Aspe (Alicante), cumpliría 81 años el próximo 30 de mayo, estaba casado con Ana María Vidal y tenía cuatro hijos: Ana, José, Fernando y María, esta última popular actriz cuyo trabajo no le impedía mantener contacto con su familia y la ciudad, en la que fue pregonera de las fiestas de María Pita en el 2005.
Licenciado en Derecho y diplomado en Organización y Métodos, José María Pujalte, fue técnico de la Diputación de A Coruña y trabajó en el servicio de Asesoramiento e Inspección de las Corporaciones Locales. Gestionó también la Gran Área de Expansión Industrial de Galicia y ocupó una dirección xeral en la Xunta.
El ex rector coruñés José Luis Meilán Gil lo eligió para llevar la gerencia de la Universidad coruñesa cuando esta echaba a andar y se convirtió en asesor del responsable de la institución académica.
José María Pujalte, se destacó por desarrollar una intensa labor profesional, además de por su carácter, humanidad y pronunciada humildad, que le hicieron merecedor de distintas condecoraciones, entre ellas la Cruz al Mérito Civil.
En los últimos años, José María Pujalte, fue un ejemplo de cooperación y ayuda para los familiares y enfermos de párkinson, patología que él mismo padecía y a la que dedicó sus esfuerzos presidiendo la asociación coruñesa.
La muerte le sorprendió preparando los actos del Día Mundial del Parkinson, el próximo 11 de abril, y la fiesta de sus bodas de oro con Ana María Vidal, que celebraría el próximo 15 de mayo.
Aprender es una palabra mágica. Muchos niños y jóvenes odian estudiar y lo asocian con una obligación paterna y social, pero a nadie le molesta saber.
Hace unos días estaba escribiendo un artículo sobre educomunicación para la revista colombiana Interacción con motivo del 30 aniversario de CEDAL. Y mientras emborronaba cuartillas buscando un enfoque apropiado, vinieron a mi mente dos personajes y una palabra recurrente. Los personajes son, como no podía ser de otra forma, Mario Kaplun y Paulo Freire. La palabra recurrente es aprender, o si se prefiere: aprender a aprender. Vivimos en una época en que todos hablan de gestión de conocimiento, pero esa es una noción que se nos queda corta. La educación es mucho más que conocimiento, nos recuerda Morin, es comprensión, y la comprensión necesita empatía. Por ello, educar es mucho más que transferir, es enseñar a aprender. Es dotar de autonomía al estudiante para que él descubra y al hacerlo despliegue lo mejor de sí mismo. Es dotar al alumno de la capacidad de interpretar el mundo a sabiendas de que todos los mensajes que nos llegan de él nos on neutrales, están ya intermediados. Ahí tendría mucho que decir Manuel Martín Serrano
Enseñar a aprender, enseñar a interpretar…Y entonces me acordé de Pujalte. Qué lejos estaba yo en aquel momento de pensar que no iba a volver a verlo.
Nuestra historia se remonta a La Coruña de 1953. Yo tenía 11 años, cursaba 2º del bachillerato de entonces y era un mal estudiante, o si se prefiere normalito. Hasta que un día mis padres contrataron a Pujalte como profesor particular para que se hiciese cargo de mi enseñanza. Debo aclarar que yo venía de una delicada enfermedad de la columna que me había tenido enyesado y encamado un par de años, y que hasta dos años más tarde no asistí al colegio. Una prudencia tal vez excesiva, pero prudencia al fin y al cabo.
Comenzó la clase con el nuevo profesor. Entonces hice una pregunta. Y encontré una respuesta abierta y razonada. Y así fuimos dialogando, mientras yo maduraba al aprender. Debo decir que muchas de mis preguntas eran políticamente incorrectas para los tiempos que corrían, pero en José María siempre encontré un nivel de respuesta satisfactorio. Si no fuese por él, seguramente yo no habría desarrollado mi gusto por hablar y escribir. Gracias, José María
Semblanza:
Texto tomado de La Voz de Galicia
30 de marzo 2009
En la mañana de ayer falleció en su casa de A Coruña José María Pujalte, ex gerente de la Universidade da Coruña. Nacido en Aspe (Alicante), cumpliría 81 años el próximo 30 de mayo, estaba casado con Ana María Vidal y tenía cuatro hijos: Ana, José, Fernando y María, esta última popular actriz cuyo trabajo no le impedía mantener contacto con su familia y la ciudad, en la que fue pregonera de las fiestas de María Pita en el 2005.
Licenciado en Derecho y diplomado en Organización y Métodos, José María Pujalte, fue técnico de la Diputación de A Coruña y trabajó en el servicio de Asesoramiento e Inspección de las Corporaciones Locales. Gestionó también la Gran Área de Expansión Industrial de Galicia y ocupó una dirección xeral en la Xunta.
El ex rector coruñés José Luis Meilán Gil lo eligió para llevar la gerencia de la Universidad coruñesa cuando esta echaba a andar y se convirtió en asesor del responsable de la institución académica.
José María Pujalte, se destacó por desarrollar una intensa labor profesional, además de por su carácter, humanidad y pronunciada humildad, que le hicieron merecedor de distintas condecoraciones, entre ellas la Cruz al Mérito Civil.
En los últimos años, José María Pujalte, fue un ejemplo de cooperación y ayuda para los familiares y enfermos de párkinson, patología que él mismo padecía y a la que dedicó sus esfuerzos presidiendo la asociación coruñesa.
La muerte le sorprendió preparando los actos del Día Mundial del Parkinson, el próximo 11 de abril, y la fiesta de sus bodas de oro con Ana María Vidal, que celebraría el próximo 15 de mayo.
SEMBLANZA ÍNTIMA
Hay autores que ordenan su campo de estudio y nos aportan una perspectiva desde la que hacer nuestras propias búsquedas. En el campo de la comunicación Manuel Martin Serrano es uno de los pocos españoles que pueden entrar por derecho propio en esa lista siempre corta. Por eso es un honor para todos los que participamos en FISEC el que forme parte de nuestra Academia.
He espigado de mi biblioteca tres de sus libros, todos ellos primeras ediciones entre 1977 y 1982.
Mi (mala pero práctica) costumbre de subrayar en amarillo con marcador transparente, me permite localizar ahora lo que entonces mas me llamó la atención y citar exactamente la frase, el libro y las ideas que más me han marcado de la obra de Martin Serrano. Hay una, en concreto, que destacaría sobre el resto: “la tendencia evolutiva hacia la sustitución de actos ejecutivos por actos expresivos” Pg. 23 de Epistemología de la Comunicación y Análisis de Referencia, Cuadernos de la Comunicación, nº 8, 1981.
Se por sus propias palabras que esa tendencia de insertar el estudio de la comunicación en la dinámica evolutiva sigue siendo una constante de su obra. Como lo ha sido también, gracias a su influencia, de la mía, aunque en mi caso aplicado a la estrategia (de comunicación).
Fue en un reciente almuerzo cuando tuvimos oportunidad de recordar y desgranar los puntos que nos han ido uniendo a lo largo de los años. Me van a permitir que en esta semblanza intima desvele alguno de ellos.
Nos separan solo dos años de edad pero Manolo, fue por delante en todo. Profesor mío en la Escuela Oficial de Publicidad allá por los años 63 y 64. Compañero en la apertura de la Facultad. Triunfador en Latinoamérica donde con el abulense Jesús Martin Barbero son los dos autores españoles más citados y más queridos. Pero sobre todo nos ha unido el respeto reciproco como personas, como compañeros y como investigadores. En 2007, la edición de un número especial de la revista “Mediaciones Sociales” dedicado a los 30 primeros años de estudios sobre mediaciones, me dio la oportunidad de rendirle el homenaje que Manuel Martín Serrano se merece.
Semblanza:
Manuel Martín Serrano, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, es un científico español que goza de reconocimiento internacional. Es doctor de Estado en Ciencias y en Letras humanas (Universidad de Estrasburgo) y doctor en Filosofía (Universidad Complutense).
Es uno de los pensadores iberoamericanos más prolíficos, habiendo desarrollado un trabajo que se identifica con la teoría de las mediaciones sociales.
Su obra teórica y metodológica se dio a conocer en “La mediación Social” (1977) texto que sirve actualmente de referencia teórica y metodológica para los investigadores de la disciplina de Comunicación. Una obra que continúa sin interrupción en otros libros muy difundidos, entre los que cabe destacar “Métodos actuales de la Investigación Social” (1978), “El uso social de la comunicación por los españoles” (1982); “La producción social de la comunicación” (2004) y “Teoría de la Comunicación. La comunicación, la vida y la sociedad” (2007) en la que aporta una teoría que dota a las ciencias de la comunicación de una identidad propia y que, hoy por hoy, representa la culminación intelectual de su obra
La actualidad se impone y hago un alto en otros temas, para dejar que la segunda parte del título de esta Sección, es decir lo cotidiano, cobre el protagonismo que se merece.
- La frase:
“Ver para creer: ¡Que haya tenido que venir la democracia y el PSOE, para que ahora me censuren!”
Blancanieves (desde su tumba)
- LA NOTICIA:
Tomado de Antena3 Noticias: Madrid, 08.04.2010 | 23:32 h.
"Una guía de Igualdad invita a dejar atrás a Blancanieves o La Cenicienta"
"Blancanieves limpia y cocina para los 7 enanitos, La Cenicienta ha de ser rescatada por un príncipe... Y así una multitud de dolientes princesas. Los cuentos infantiles están repletos de situaciones como estas, que ahora critica una guía educativa avalada por el Ministerio de Igualdad.
Se invita a pasar página y hacer una lectura sin sexismos: Un guía educativa elaborada por FETE-UGT y el Ministerio de Igualdad han creado a Alba Aurora, una princesa sin miedo a brujos y autosuficiente. Con estos cuentos lo que se pretende es evitar los estereotipos.
La guía, dirigida a profesores y alumnos de infantil, primaria y secundaria, tiene como objetivo fomentar la igualdad en el colegio, en casa y a través de cualquier actividad.
Hasta el momento ha tenido buena acogida en los centros de Andalucía y castilla la Mancha, y no se descarta que en unos años forme parte del material didáctico obligatorio.
Sin embargo, en la calle le iniciativa ha provocado opiniones de todo tipo: Los defensores de los cuentos tradicionales no están dispuestos a perder a la Bella Durmiente.”
- LOS COMENTARIOS:
De un internauta:
"Leo hoy que el Ministerio de Igualdad está 'estudiando' vetar cuentos «sexistas» como Blancanieves , La Bella Durmiente , Cenicienta ... Entiendo que el papel de la mujer en esos cuentos no tiene mucho que ver con la mujer del siglo XXI, pero ¿se han parado a pensar que por ejemplo Blancanieves es un cuento de los hermanos Jacob Grimm (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1786-1859)?..."
Mi comentario:
…Y es que a veces los extremos se tocan. Lo bueno que tenían los viejos cuentos es que nadie nos decía que los escribía para… hacernos más machistas, o mas conservadores. Todos pensábamos que se hacían para entretenernos. Creo que fue Vazquez Montalbán el primero que en España denunció la carga idelógica de alguno de estos cuentos, y nos dijo qque cada vez que el Pato Donald recibía un puntapié en su trasero nos enseñaba a ser mas dóciles (eran tiempos de franquismo). Roland Barthes fue mas lejos cuando en "El grado cero de la escritura" nos dijo que ningún texto es inocente, y que la propia elección de un estilo literario es una opción moral. Creo que- estoy escribiendo de memoria- Barthes utilizó a "Madame Bovary" para ilustrar su tesis. Una idea que, por cierto, ya había dicho unos cuantos siglos antes Aristóteles, al señalar que toda comunicación es axiológica (y por tanto transmite valores). De ahí que la vieja distinción entre comunicación informativa y persuasiva (que tanto gustaba a los expertos en comunicación de los 70) no se sostenga a nivel categorial, pues toda comunicación es ambas cosas a la vez, y como mucho se podría hablar de grado o de intención.
Y de intención estamos hablando porque si los cuentos de antes nos hacían machistas sin nosotros saberlo, y a lo mejor sin pretenderlo su autor, por tratarse del espíritu de su época, lo malo, es que si hacemos caso a la Ministra Aído los cuentos de ahora se harán expresamente y por encargo oficial para cambiarnos…sin duda a mejor, eso no es objeto de discusión. Pero, y el pero es importante, a base de aplicar una nueva censura la de lo "políticamente correcto”.
Pero lejos de merecer mi reproche, quiero felicitar desde aquí a los autores de este dislate por su capacidad para el cuento, o sea para distraernos de lo realmente sustantivo, que es la crisis que estamos viviendo y que no encuentra "autor" que sepa escribirla en una versión mejor, menos dura para los españoles en paro. Que son los que mercen nuestra solidaridad y todo nuestro esfuerzo.
“Ver para creer: ¡Que haya tenido que venir la democracia y el PSOE, para que ahora me censuren!”
Blancanieves (desde su tumba)
- LA NOTICIA:
Tomado de Antena3 Noticias: Madrid, 08.04.2010 | 23:32 h.
"Una guía de Igualdad invita a dejar atrás a Blancanieves o La Cenicienta"
"Blancanieves limpia y cocina para los 7 enanitos, La Cenicienta ha de ser rescatada por un príncipe... Y así una multitud de dolientes princesas. Los cuentos infantiles están repletos de situaciones como estas, que ahora critica una guía educativa avalada por el Ministerio de Igualdad.
Se invita a pasar página y hacer una lectura sin sexismos: Un guía educativa elaborada por FETE-UGT y el Ministerio de Igualdad han creado a Alba Aurora, una princesa sin miedo a brujos y autosuficiente. Con estos cuentos lo que se pretende es evitar los estereotipos.
La guía, dirigida a profesores y alumnos de infantil, primaria y secundaria, tiene como objetivo fomentar la igualdad en el colegio, en casa y a través de cualquier actividad.
Hasta el momento ha tenido buena acogida en los centros de Andalucía y castilla la Mancha, y no se descarta que en unos años forme parte del material didáctico obligatorio.
Sin embargo, en la calle le iniciativa ha provocado opiniones de todo tipo: Los defensores de los cuentos tradicionales no están dispuestos a perder a la Bella Durmiente.”
- LOS COMENTARIOS:
De un internauta:
"Leo hoy que el Ministerio de Igualdad está 'estudiando' vetar cuentos «sexistas» como Blancanieves , La Bella Durmiente , Cenicienta ... Entiendo que el papel de la mujer en esos cuentos no tiene mucho que ver con la mujer del siglo XXI, pero ¿se han parado a pensar que por ejemplo Blancanieves es un cuento de los hermanos Jacob Grimm (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1786-1859)?..."
Mi comentario:
…Y es que a veces los extremos se tocan. Lo bueno que tenían los viejos cuentos es que nadie nos decía que los escribía para… hacernos más machistas, o mas conservadores. Todos pensábamos que se hacían para entretenernos. Creo que fue Vazquez Montalbán el primero que en España denunció la carga idelógica de alguno de estos cuentos, y nos dijo qque cada vez que el Pato Donald recibía un puntapié en su trasero nos enseñaba a ser mas dóciles (eran tiempos de franquismo). Roland Barthes fue mas lejos cuando en "El grado cero de la escritura" nos dijo que ningún texto es inocente, y que la propia elección de un estilo literario es una opción moral. Creo que- estoy escribiendo de memoria- Barthes utilizó a "Madame Bovary" para ilustrar su tesis. Una idea que, por cierto, ya había dicho unos cuantos siglos antes Aristóteles, al señalar que toda comunicación es axiológica (y por tanto transmite valores). De ahí que la vieja distinción entre comunicación informativa y persuasiva (que tanto gustaba a los expertos en comunicación de los 70) no se sostenga a nivel categorial, pues toda comunicación es ambas cosas a la vez, y como mucho se podría hablar de grado o de intención.
Y de intención estamos hablando porque si los cuentos de antes nos hacían machistas sin nosotros saberlo, y a lo mejor sin pretenderlo su autor, por tratarse del espíritu de su época, lo malo, es que si hacemos caso a la Ministra Aído los cuentos de ahora se harán expresamente y por encargo oficial para cambiarnos…sin duda a mejor, eso no es objeto de discusión. Pero, y el pero es importante, a base de aplicar una nueva censura la de lo "políticamente correcto”.
Pero lejos de merecer mi reproche, quiero felicitar desde aquí a los autores de este dislate por su capacidad para el cuento, o sea para distraernos de lo realmente sustantivo, que es la crisis que estamos viviendo y que no encuentra "autor" que sepa escribirla en una versión mejor, menos dura para los españoles en paro. Que son los que mercen nuestra solidaridad y todo nuestro esfuerzo.
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Rafael Alberto Pérez
Blog sobre comunicación estratégica
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850
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