CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero

Hoy escribe Antonio Piñero

Publica la página de Religiondigital, de 2 de septiembre, en la sección propia de la Redacción, una noticia muy interesante sobre el descubrimiento de un nuevo papiro griego de Egipto de finales del siglo VI o comienzos del VII d.C., en la Universidad de Manchester, que ha editado y traducido la conocida papiróloga Roberta Mazza, italiana, que trabaja en esa Universidad.

Entresaco las afirmaciones –que la Redacción ha tomado de noticias exteriores y de las que en el fondo no son responsables sino más bien transmisores (la traducción española del inglés, utilizada como base, es muy deficiente)-- que me parecen de interés para nuestros lectores:

• Según el mencionado artículo el texto del papiro dice lo siguiente:

"Temed (erróneamente se ha escrito “temer”) todos a quien reinará sobre la tierra. Que las naciones y los pueblos sepan que Cristo es nuestro Dios. Porque él habló y ellos comenzaron a ser, él mandó y ellos fueron creados; él puso todo bajo nuestros pies y nos libró de la voluntad de nuestros enemigos. Nuestro Dios preparó una mesa en el desierto sagrado y dio maná de comer para un nuevo pacto: el cuerpo inmortal del Señor y la sangre que Cristo derramó por nosotros en la remisión de los pecados".
• El texto es una combinación original de pasajes bíblicos, en concreto del Salmo 78, 23-24 y Mateo 26, 28-30
• Este papiro contiene la referencia más antigua a la Eucaristía
• El texto muestra que los cristianos usaban amuletos, como los antiguos egipcios, para protegerse.
• La historia nos demuestra que Jesús instituyó la celebración de su memoria en el pan y el vino la noche del Jueves Santo en la Última Cena.
• El hallazgo arroja nueva luz sobre el cristianismo primitivo
• El documento se elabora sólo 300 años después de que el emperador romano Constantino se convirtiera a la religión cristiana
• Los cristianos reemplazaron las oraciones a los dioses egipcios y greco-romanos con extractos de la Biblia
• Algunas palabras de la cita bíblica están mal escritas y otras están en el orden equivocado. Esto sugiere que él estaba escribiendo de memoria en lugar de copiar un texto.
• El conocimiento de la Biblia estaba más arraigado en el Egipto del siglo VI d.C. de lo que se creía.

Sin ánimo de exhaustividad (supongo que otros estudiosos harán observaciones más amplias y quizás más acertadas), me atrevo a sugerir los siguientes comentarios:

1. Después de leer el texto del papiro (no pongo en duda la exactitud de la versión ya que no tengo una fotografía clara del pairo completo) sostener que es la “la referencia más antigua a la Eucaristía” me parece una temeridad salvo que se concrete algo así como “en este tipo de papiros”, o “en la cristiandad popular de Egipto” o algo parecido.

Que yo sepa, la referencia más antigua a la Última Cena es 1 Corintios 11,23-26, escrito en e año 58 d.C. probablemente. Luego sigue el Evangelio de Marcos cap. 14 y Mateo, cap. 26 y Lucas, cap. 23. Después vienen en orden más o menos cronológico las referencias indirectas en el cap. 6 del Evangelio de Juan y las menciones a la fracción del pan en el libro de los Hechos de los apóstoles. Una mención antiquísima (¿¿hacia el 110??) a la Eucaristía se halla en la Didaché o “Doctrina de los XII Apóstoles”. Y luego basta con mirar en el índice de materias de la edición en la B.A. C. de los Padres apostólicos y Apologetas de Daniel Ruiz Bueno para asombrarse. A la verdad no sé cómo se puede escribir eso y quedarse tan tranquilo.

2. “La historia nos demuestra que Jesús instituyó la celebración de su memoria en el pan y el vino la noche del Jueves Santo en la Última Cena”.

Desgraciadamente la “historia” no nos demuestra nada. He sostenido muchas veces que la primera mención a la Eucaristía en 1 Cor 11,23-26 no es una tradición de la iglesia de Jerusalén o antioquena, sino un interpretación de Pablo de la Última Cena (una cena de despedida, no pascual) a partir de una visión personal de Jesús por parte del Apóstol. Que esa interpretación va dirigida a los corintios y que luego se generaliza por medio de los Evangelistas, discípulos de Pablo, me parece elemental. He escrito en este Blog largo y tendido sobre ello, y el tema aparecerá de nuevo en la “Guía para entender a Pablo. Una interpretación del pensamiento paulino” Trotta, Madrid primer trimestre 2015).

Que me parece absolutamente imposible que Jesús se presente como mesías judío un domingo de ramos y el jueves instituya a eucaristía tal como se entiende ahora el jueves siguiente, una institución de culto, expiatoria de los pecados, que rompe absolutamente todo el sistema de expiación judía del Templo y que incorpora un rompimiento místico del tabú judío de la ingestión de sangre. Es absolutamente imposible.

Finalmente, en mi obra “La verdadera historia de la pasión”, EDAF, Madrid 2010, he mostrado, que no demostrado, porque no es posible, que lo más probable es que la Semana santa no fuera una semana, sino acciones transcurridas durante unos seis meses, luego comprimidas literariamente por un autor desconocido y genial --al que copiaron los evangelistas en su relato de la pasión-- siguiendo las normas de unidad de acción, lugar y tiempo (aristotélicas).

3. Que el texto muestra que los cristianos usaban amuletos, como los antiguos egipcios, para protegerse es algo común, archisabido y aceptado por todos los historiadores del mundo cristiano antiguo. Y, además, el que los judíos de la época eran un pueblo muy supersticioso y que utilizaba en extremo ritos mágicos, etc., también es archisabido De ello hay muchas muestras en papiros mágicos de la época y muy anteriores (consultar “Papiros del helenismo mágico” = Papyri Graecae Magicae) = Introducción, traducción y notas José Luis Calvo Martínez y María Dolores Sánchez Romero (1987) = Textos de magia en papiros griegos. Reimpresión 2004. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1235-2.

4. El hallazgo arroja nueva luz sobre el cristianismo primitivo: Ciertamente arroja cierta luz sobre el estado del conocimiento de la Biblia entre los cristianos de lengua griega de Egipto de los siglos VI y VII, que debían de ser de la clase social superior…, pero arroja muy poca luz en general, puesto que todo lo que nos puede decir el papiro lo sabíamos antes.

Igualmente la mezcla del Salmo 78, 23ss y Mt 26,23s, es decir la consideración cristiana del maná como tipo de la comida celeste que trae el Mesías, y que con el tiempo será su propio cuero y sangre, es tan antiguo en el cristianismo como el Evangelio de Juan en su capítulo VI, y antes en Pablo mismo en 1 Cor 10. Por tanto, tampoco ninguna novedad, así como la creencia de que el pan y el vino son el cuerpo y a sangre del mesías que está dicho por Pablo en 1 Cor 11, 23ss. ¡Todo archisabido de nuevo!

Sin duda será cierto, si lo sostienen los papirólogos, que se trata del primer papiro mágico que hace la combinación maná = eucaristía, etc. Pero, en sí, el concepto teológico estaba ya architrillado en la teología de la época. E posible también que el portador del amuleto pensara en que la comunión con el cuerpo y la sangre del Mesías, a la que se alude en el papiro/amuleto fuera una buena defensa contra los males.., pero ese concepto pertenece ya a la “misteriosofía” de Pablo, e incluso está sugerido en el texto de 1 Corintios mismo donde el Apóstol dice que muchos, por no ingerir la eucaristía correctamente, enferman e incluso mueren. Todo conocido.

5. Que los cristianos reemplazaron las oraciones a los dioses egipcios y greco-romanos con extractos de la Biblia es algo también igualmente tan archisabido y elemental, que ni siquiera merece la pena casi ni consignarlo. Sabemos perfectamente la sustitución de ritos, fiestas y costumbres paganas por otras rebautizadas como cristiana desde el momento en el que el cristianismo se convirtió en una religión asentada en el Imperio
Pero que eso ocurriera precisamente porque Constantino se hiciera cristiano es absolutamente falso desde el punto de vista de la historia. Hoy día se sostiene por el común de los estudiosos que ni siquiera el famoso Edicto de Milán del 311 o 312 fue un hecho real, tal cual, es decir, como declaración expresa por parte de Constantino del cristianismo como religión permitida (que no la única religión del Imperio, como dice mucha gente, algo que ocurrió tan solo con Teodosio I el Grande hacia el 381), sino una interpretación cristiana posterior. Se sabe que Constantino jamás se hizo cristiano, ni siquiera en le lecho de muerte. Consúltese, por favor, Pepa Castillo, “Año 312, Constantino, Emperador, no cristiano”, Editorial Laberinto (Colección “Año decisivos de la historia”) 2010.

Me temo, pues que estamos aquí ante otra “serpiente”, esta vez de otoño. Pero, pensándolo bien, quizás no sea una mala cosa, porque suscita la atención de las gentes sobre el fenómeno cristiano.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
Www.antoniopinero.com

Jueves, 4 de Septiembre 2014
Hoy escribe Antonio Piñero


He aquí algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

Qué opina del Nuevo Testamento interlineal griego-español de César Vidal y su opinión sobre la coma jóanica, aparte del fundamentalismo protestante de este señor parece interesante?

Respuesta:

Siento no conocer el Nuevo Testamento griego-español interlineal de César Vidal. Mi opinión, por tanto, será sobre este tipo de libros: me parecen un instrumento muy útil para entender el griego del Nuevo Testamento y de cualquiera autor y para empezar por ahí una vez que se ha estudiado a fondo la gramática. El peligro de una versión interlineal es que traduir así a veces significa no entender lo que verdaderamente dice el texto.

El (no la coma) comma johánico , del griego kómma, propiamente “corte”, de ahí un “inciso” en medio de otra frase que corta de algún modo el sentido es el probable añadido de 1 Juan 5,7b-8a = “Pues tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres convienen en lo mismo”, me parece, con la mayoría inmensa de los investigadores, una glosa , un añadidura tardía al texto, pues falta en los mejores manuscritos en griego de esta Epístola. Sólo aparece en los latinos y muy tardíamente. Su teología es trinitaria, procede quizás del siglo IV al final; lo usó Prisciliano.
Lo de “convenir en lo mismo” parece apuntar a que las personas de la Trinidad no son en realidad personas individuales sino modos de la divinidad que es una. Como teología es respetable. Pero la Iglesia condenó este modo de pensar denominándolo “modalismo”. Si tiene tiempo consulte mi obra, “Cristianismos derrotados”, EDAF, Madrid, 2009.

Pregunta:

"Pedro vivía de comer pan, aceitunas y verduras”. (Homilías Clementinas XII, 6; rec. VII, 6). “Juan nunca comió carne”. (Hegesipo, Historia de la Iglesia II, 3). “Mateo vivía de granos, frutos de árboles y verduras, sin carne”. (Paidagogus II, 1, 16). “Santiago, hermano del señor, vivía de semillas y plantas, no probó ni la carne ni el vino.” (Epístolas a Fausto XXII, 3). El mismo Pablo escribió que no es bueno comer carne ni embriagarse, y que mientras estuviera vivo no comería más carne. (Romanos XIV, 20-21; I Corintios VIII, 13).
En base a estas citas, y considerando que cristianos de la Iglesia primitiva fueron vegetarianos, es lógico suponer que el Maestro Jesús fue vegetariano al igual que los Ebionitas y Esenios?


Respuesta:

De ningún modo. Las citas de Romanos y 1 Corintios no están bien entendidas. Lea por favor todo el pasaje completo.

Además, las Homilías Pseudo Clementinas representan un cristianismo especial, judeocristiano, en algunos puntos cercano al Jesús histórico, tardío (siglo II en adelante), en algunos aspectos gnóstico. ¡No vale como fuente histórica fidedigna sobre el Jesús histórico ni sobre todo el cristianismo primitivo en general.

Pregunta:

¿Podemos fiarnos de las genealogías de Jesús en los Evangelios de Mateo y Lucas?

Respuesta:

Pienso que no. A estas genealogías hay que añadir el testimonio de Pablo, redactado antes que los Evangelios:

“Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios, que había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas, acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne, constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro”.

Ahora bien, las genealogías presentadas luego por los evangelistas para fundamentar esta ascendencia son artificiosas y no históricas. Además son inconciliables entre sí. Las diferencias son las siguientes:

De Abrahán hasta David ambas listas coinciden. Pero Lucas introduce aquí dos personajes, Arní y Admín, absolutamente desconocidos en la Biblia.

Desde David hasta la época del destierro en Babilonia, Mateo menciona 15 nombres y Lucas 21. Pero, ¡aparte de David, no coinciden en ninguno!

Desde el exilio hasta el momento del nacimiento de Jesús, Mateo incluye 14 nombres y Lucas trae 22. En este bloque sólo hay coincidencias en nombrar a dos personajes, Sealtiel y Zorobabel. Pero los padres, o los hijos de esos dos personajes son distintos en las dos genealogías. Ni una ni otra lista (Mateo-Lucas) coincide con las genealogías del Antiguo Testamento para los personajes que se nombran.

Edmondo Lupieri ha señalado que 3 veces 14 equivale a 6 veces 7, es decir, un período de “seis semanas”. ¿No habría indicado también Mateo, simbólicamente, que con Jesús se inauguraba la séptima “semana” del mundo, en la cual se acabaría éste? Se creó en la sexta y se acabaría en la séptima. Y, a su vez, en la genealogía de Lucas las generaciones entre Adán y Jesús son 77. Esto podría significar que nace en el décimo primer período de las siete generaciones. Esto supondría una división armónica del tiempo del mundo según una mente apocalíptica.

Así pues, se trata de dos listas genealógicas totalmente distintas y artificiosas cuyas contradicciones son irresolubles en términos de pura historia. Por tanto, tenemos noticias contradictorias de modo que no podemos estar seguros.

Saludos cordiales
Jueves, 4 de Septiembre 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

He aquí algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

Qué opina del argumento a priori sobre la existencia de Dios? Lo explico así:

“Imaginémonos un ser infinitamente perfecto, luego ese ser existe, porque si no nos habríamos contradicho, ya que le falta la existencia”.

Podemos ver el argumento mejor si le damos la vuelta: imaginémonos un ser infinitamente imperfecto, o sea, infinitamente, tonto, débil, vulnerable, mal construido, e intuitivamente veremos que no puede existir, porque se desintegraría o colapsaría antes de un instante. Seguimos: todo lo que existe tiene que tener alguna perfección que lo mantenga en la existencia y que llegue a hacer que exista. Por ejemplo: ¿el nazismo era infinitamente malo? No podía serlo, alguna cualidad tenía que tener: inteligencia, disciplina, alguna forma de compañerismo, algún bien tenía que aportar al pueblo, porque si no, ni se habría formado ni habría resistido, pero pereció, precisamente por todo lo que tenía de malo, tonto o imperfecto. Vemos que las cosas aparecen y sobreviven por sus perfecciones y perecen por sus imperfecciones. Luego eso de que la existencia no es una perfección es una gran tontería, por más que lo dijese Kant. Un ser infinitamente perfecto tiene una fuerza infinita para llegar a existir, lo que se ve con toda claridad si salimos del Universo de Newton-Laplace y pasamos al de los multiversos, como veremos a continuación.

A lo que la mitad de los filósofos han contestado:

1.La existencia no es una perfección. 100 táleros imaginarios son tan perfectos como 100 táleros reales (Kant). ¿De verdad? Pues yo prefiero los 100 táleros reales, porque con ellos puedo comprar algo y con los imaginarios no. Prefiero una mujer real a una mujer imaginaria, porque con ella puedo hacer más cosas, incluido tener un hijo real y bien real.

2.Imagínese una isla perfecta. ¿De verdad que existe? Pues búsquela Vd. a ver si la encuentra.

Pues ya la he encontrado si existen los multiversos. Como en ellos hay todo lo que sea posible (o no sea un imposible metafísico), en uno o varios de ellos hay islas perfectísimas, de las que una es, obviamente, la más perfecta. Con las mismas, el ser infinitamente perfecto también existe y el punto del tiempo en que exista es indiferente, porque dada su perfección, desde allí puede llegar a todas partes.

Añadiría algo más: es increíble que haya filósofos creyentes que no acepten el argumento a a priori, por una razón evidente. Si Dios existe, existe por su propia fuerza, no porque lo haya hecho nadie,ergo existe en virtud de su definición, que es el argumento a priori. ¿Por qué algunos creyentes rechazan al argumento? No le veo más que una explicación, que es la consecuencia de preguntarse. ¿Las cosas son buenas porque Dios las manda o las manda porque son buenas? En el primer caso es Elí o Allah, el Señor, en el segundo es Dios, o Di (palabra indoeuropea) o sea la Luz. (obviamente, las dos cosas son lo mismo). A los budistas les parece que es la Luz y a las religiones del Libro, les gusta más que sea el Señor, yo añadiría, para meter mandamientos de matute que son los que convienen a las clases dominantes a los que llaman “Leyes Positivas de Dios”. Bueno, pues Dios no puede dar leyes positivas, porque no puede mandar más que lo que es bueno ni prohibir más que lo que es malo, ya que no es ni un Emperador Romano ni un Jefe de Tribu Oriental. Se comprende claramente que ese “Dios Positivo” encaja mejor con el autor del mundo de los argumentos a posteriori que con el Dios que es, por definición, el Bien del argumento a priori.


Respuesta:

El argumento hace reflexionar, sin duda. Pero en mi opinión pesa más el argumento de Epicuro:

Existe el mal en el mundo… (aquí podría ampliarse; cada uno lo haga; sobre todo los casos en os que inocentes “absolutos” son agredidos por males, catástrofes de la naturaleza, etc.) Dios (los dioses) o no han querido, o no han sabido o no han podido evitarlos. En cualquier caso, la existencia de ese Dios infinitamente justo y bondadoso se pone en cuestión. Hace falta pensar, en todo caso, en otro tipo de divinidad, al estilo de los estoicos (Razón universal) o de Baruch Espinosa (deus sive natura), pero desde luego no sería personal tal como nos han enseñado desde pequeños.

Pregunta:

la novela El apostol número 13 (Michel Benoit). En esta novela el autor defiende la tesis de que Jesús y sus seguidores pretendían dar un golpe (interno) en Jerusalem para conquistar el gobierno de la provincia de Judea y sustituir al rey Herodes por el propio Jesús (no sé si he utilizado los términos históricos correctos). ¿Cree plausible que los romanos permitieran esa sustitución si se encontraran con los hechos consumados y con la mayoría del pueblo a favor del nuevo rey?

Respuesta:

Mi respuesta es absolutamente negativa. Los romanos jamás aceptaron, ni iban a aceptar, ningún movimiento político, ninguno, en un país controlado por ellos, que no contara su visto bueno. Jamás. Mi novela, escrita junto con José Luis Corral, “El trono maldito” Planeta 15 Dios octubre 2014), que trata de Israel durante los años 6-41 más o menos d.C. trata este problema específicamente. Relata hechos contundentes que abonan lo que acabo de manifestar respecto a los romanos.

Pregunta:

un joven filósofo italiano, tras haber asistido a la conferencia de un teólogo sobre el Apocalipsis, propone una explicación del porqué este término ha pasado hoy en día a significar “desastre”, “catástrofe”. A ver qué opina usted de su explicación:

«Se trata, fundamentalmente, de la debilitación progresiva e inexorable de la fe en un mundo ultraterrenal. En los tiempos en que se compuso la Biblia, el fin del reino humano (apocalipsis por excelencia) representaba un fenómeno considerado positivo. Con ello se acababa el “valle de lágrimas” que es el mundo terrenal, nacido del pecado original y cuyos rasgos son múltiples desgracias, hasta la más terrible (“terrible” de “tierra”) de todas: la mortalidad. La fe en la “revelación” de un mundo ultraterrenal paradisíaco era capaz de convertir este apocalipsis en la mejor de las noticias para el hombre. A medida que se debilita tal creencia, el fin del mundo humano acaba revelándose como una desgracia desprovista de alguna semilla de esperanza. Y lo que San Pablo llamaba el último enemigo, la muerte, adquiere, para el ser humano, los rasgos de un trágico gesto final. Que anuncia la larga noche de la nada.»



Respuesta:

Aparte de que puede ser verdad que hay una debilitación progresiva de la fe en los mitos de la religión (que no en la religión misma, que encuentra otras vías de expresión en el ser humano, que tiende a la creencia), opino que explicar sólo por esta razón el cambio de significado de apocalipsis (“revelación”) a “desastre”, olvida probablemente la explicación principal y más plausible, a saber que el Apocalipsis de Juan pinta por tres veces. Así, los ciclos de los siete sellos, siete trompetas y siete copas son sustancialmente la misma visión repetida tres veces: 6,1-8,1 son una descripción sumaria de los horrores que van a venir y preparan el Gran Día de la Cólera = los siete sellos. 8,2-11,19 forman una segunda descripción de los mismos horrores y castigos: comienza la Gran Cólera = siete trompetas. 15,1-16,21 constituyen la tercera y definitiva descripción de los mismos espantos de la Gran Cólera: siete copas. Por tanto, los siete sellos, las siete trompetas y las siete copas dibujan los mismos acontecimientos, pero en oleadas sucesivas.
Son tan terribles estas desgracias que caen sobre la humanidad que no es creyente en el mesías que de un modo natural se asoció la “revelación” de los últimos días del mundo en general con la revelación de las desgracias que habrían de ocurrir en ese fin del mundo. De ahí apocalipsis = desgracia, en la mentalidad popular.


Pregunta:

¿Era Jesús descendiente de David?

Respuesta:

No lo sabemos con seguridad. Muchos que creían en Jesús como mesías así lo afirmaban; por ejemplo, Mc 10,47: “Al enterarse el ciego de que era Jesús de Nazaret el que pasaba, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»”.

Pero Jesús mismo lo pone en duda al parecer según Mc 12,35-37: “«¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? […] El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?”

En Jn 7,41-42 se lee: “Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?»”, la gente ponía en duda, al parecer que Jesús fuera de la descendencia de David.

Pero esta interpretación de la “duda si es o no hijo de David” tampoco es segura. Quizás haya que ver estos pasajes de la siguiente manera: los evangelistas piensan que, aun en el caso hipotético de que Jesús no fuera realmente “hijo de David” según la carne, no importa. ¡El es el mesías, pero de otra clase!

En conjunto, los Evangelios indican con claridad que Jesús es hijo de David por medio de dos genealogías, en Mt 1,1-16 y Lc 3,23-38. En la de Mateo se afirma expresamente que Jesús era descendiente de David en 1, 1.6; y en la de Lucas en 3,31. Pero estas dos genealogías son tan diferentes que contienen graves problemas desde el punto de vista histórico.

Saludos cordiales

Miércoles, 3 de Septiembre 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

He aquí algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

¿conoce Ud. el argumento apologista de que la oscuridad tras la resurrección sí ocurrió, porque un cronista medieval cita a Sexto Julio Africano, quien a su vez menciona que un tal Talus explicó la oscuridad como un eclipse (pero Sexto Julio Africano mismo advertía que los eclipses no pueden ocurrir en la Pascua)? Según los apologistas, ese tal Talus era un samaritano de inicios de la década de los 50, pues así lo identifica Josefo. Luego, ese testimonio corrobora la oscuridad como una tradición primitiva ¿Cómo podemos responder a esto?
Respuesta:

Sí lo conozco. Son noticias de noticias. Incluso se cita a Talo (no Talus; nuestros nombres latinos no proceden del nominativo singular como los ingleses, sino del acusativo, con la eliminación del –María final) como testimonio de la existencia de Jesús.
En el libro, “¿Existió Jesús realmente. El Jesús de la historia a debate”, del que soy editor y autor parcial, en el capítulo 6. Valoración de los testimonios externos antiguos, no
cristianos ( Jesús Peláez. Universidad de Córdoba)
Jesús y los cristianos en las fuentes no cristianas (judías o paganas) de los dos primeros siglos de nuestra era .

Cuyo índice es:


I. Jesús en las fuentes judías
Flavio Josefo
1. El Testimonio Flaviano
a) Hipótesis de la autenticidad .
b) Hipótesis de la interpolación
c) Hipótesis la autenticidad, pero con retoques
2. Santiago, el hermano de Jesús .
3. El Talmud de Babilonia
II. Jesús en las fuentes paganas .

1. Carta de Mara bar Sarapión .


2. Historiadores romanos del s. II d.C
Tácito .
Plinio el Joven
Suetonio .

Talo (siglo I d.C.)

Se escribe:

Julio Africano (ca. 170-240 d.C.), cronógrafo, menciona que
un tal Talo, historiador romano o, tal vez, samaritano, refiriéndose a
las tinieblas que tuvieron lugar con ocasión de la crucifixión de Jesús,
las explica como un fenómeno natural con estas palabras: «En su
tercer libro de historias, Talo llama a estas tinieblas un eclipse de sol.
Contra la sana razón, a mi juicio».

Talo escribió hacia el año 52 d.C. una historia universal en
tres tomos, perdida casi en su totalidad. Sobre la identidad de este
personaje se ha especulado que podría ser un rico liberto de Tiberio,
citado por Josefo en Antigüedades XVIII 167 con el nombre de Thallos
Samareýs («Talo, el samaritano»).

Sobre la autenticidad de este texto surgen dudas razonables,
puesto que no es fácil demostrar que Talo mencionase la crucifixión
de Jesús. El texto se encuentra inserto en un contexto polémico en el
que Julio Africano quiere demostrar que el milagro de las tinieblas
no pudo ser algo natural, pues tuvo lugar en el plenilunio de primavera, momento en el que no puede haber un eclipse de sol. Talo se
habría referido a una tradición cristiana de la pasión de Jesús, oral o
escrita, con la finalidad de refutar datos históricos «falsos» contenidos
en ella.

Por tanto, de citas de citas sólo se pueden obtener argumentos endebles… y para mí rechazables.

Pregunta:

Pero ellos me hablan de la presencia parusía de Jesús desde el 1914. Llegan a esa fecha a través de conjeturas e interpretaciones personales de la profecía de Daniel 4.
Para ellos la fecha de partida es la caída de Jerusalén por Nabucodonosor y transmutando tiempos por años suman 2520 años. Y resultaría el 1914.
Mi pregunta a Vd es la siguiente. Ellos parten de la fecha 606 aec para la caída de Jerusalén. Pero yo en varios libros he Visto la fecha de la caída no 606 aec, sino la fecha de la caída es 587 o 586. Si esta fuera la fecha acertada, su interpretación para la parousia, ojo y parousia in visible, estaría errada pues parten de una fecha errada, 606.
Me podría Vd corroborar como correcta la fecha 587?
Si fuera correcta, de donde han sacado esta fecha?

Respuesta:

No soy en absoluto experto en Testigos de Jehová. Su interpretación de las Escrituras es tan absolutamente ahistórica, acrítica, aliteraria, no tiene en cuenta la investigación, etc., por lo que –siento decirlo—me ofrece ninguna fiabilidad histórica, y por tanto poco o nulo interés.
La caída de Jerusalén por obra de Nabucodonosor fe en junio-julio del 587. La Biblia de Jerusalén tiene unas interesantes listas cronológicas y es fácil consultarlas.
No sé de dónde sacan esa fecha. Pero curiosamente el 606 es una variante interesante de algunos manuscritos de nombre/número del Anticristo en el Apocalipsis que es el 666.

Pregunta:

Me gustaría saber algo del papa Lino

Respuesta:

Siento decepcionarle. No me he ocupado de la historia de los Papas. Pero si Usted consulta cualquier libro al respecto, por ejemplo la Historia de los Papas de Juan María Laboa, o una buena historia del cristianismo primitivo, por ejemplo, la de Sotomayor-Fernández Ubiña de la Editorial Trotta, Madrid, le informará muy bien al respecto.

Pregunta:

¿Cómo deberían entenderse las palabras de Hechos 15:28,29 respecto a la sangre?

Respuesta:

Debe entenderse como prohibición absoluta de ingerir sangre de los animales. Para los judíos era una prohibición absoluta, tal como Dios prescribe en el libro del Levítico. Para los paganos que se convertían a la fe en el Mesías, igualmente. No ingerir sangre formaba parte de las denominadas “leyes de Noé”, basadas en la alianza que Dios había hecho con este patriarca y su descendencia (Gn 9,3-13). Estos mandamientos eran siete: no blasfemar; no adorar a los falsos ídolos; tener magistrados justos; no cometer pecados sexuales sobre todo incesto; no matar; no robar; no ingerir la carne con su alma, es decir, con su sangre. El capítulo 15 de Hechos es el documento que nos revela la existencia de este modo de pensar respecto a la admisión de los gentiles en el grupo judeocristiano, que se consideraba el verdadero Israel (esta expresión como tal no aparece en Hechos ni anteriormente en Pablo, sino que su acuñador fue Justino Mártir, Diálogo con Trifón 135).

Pregunta:
Si en el evangelio de Juan la divinización de Jesús alcanza el culmen de preexistente desde toda la eternidad, ¿en que situación se encuentran entonces los seguidores de Jesús? ¿En la de creyentes en dos Dioses? ¿Creyentes en el tradicional monoteísmo judío y a la vez en un dios menor? ¿O acaso se instaura ya aquí de algún modo la trinidad? No entiendo muy bien qué proclama Juan en su evangelio y que no perjudique a su vez el monoteísmo sagrado para los judíos.

Respuesta:

Es una pregunta difícil de contestar en pocas palabras.
En la investigación actual, la concepción de la divinidad judía monoteísta y, a la vez compleja, se denomina “binitarismo”, y se distingue claramente de cualquier caso de “diteísmo”. Binitarismo es la creencia que postula la existencia de un Dios único, que desea conservar su trascendencia en sus relaciones con el mundo; por ello se apoya en un agente que se halla “a su lado” y le está subordinado para actuar “hacia fuera”: Sabiduría, Palabra/Logos. Tal agente es una figura divina relacionada con la primera, pero distinguible de ella en importancia; la primera es plenamente Dios; la segunda participa de esa divinidad.

La diferencia entre binitarismo --ejemplo: el caso de Henoc en el Libro de las Parábolas de 1 Henoc y en “El libro de los palacios” (Sépher hekhalot), o Henoc, hebreo con la figura de Metatrón, texto que veremos abajo-- y un cierto “diteísmo” --ejemplo: el Evangelio de Juan-- es de intensidad y a la vez de matices sustanciales. El binitarismo no conducirá a una doctrina de la Trinidad y, en el judaísmo donde nació, acabará por convertirse en los Sefirot (literalmente, “Números”) de la Cábala, que representan solo modos de la esencia divina que actúa hacia fuera. Por tanto, se defiende con claridad un monoteísmo absoluto. Por el contrario, el segundo, casi un diteísmo en sus orígenes, sí llevará a la Trinidad, donde las personas divinas no son ya simplemente “modos”, sino personas.

Según el binitarismo, Jesús sería divino, pero en “segunda instancia”. El diteísmo, por el contrario, hace referencia a dos dioses prácticamente iguales; no hay primero y segundo propiamente, porque ambos tienen las mismas propiedades y poderes, sin distinción alguna. El monoteísmo binitario cabe en el pensamiento judío de esta época, porque no rompe estrictamente con el Dios único exigido radicalmente por la fe israelita. El diteísmo, y no digamos el triteísmo, sería idolatría blasfema. Los seguidores de Jesús se defenderán de la acusación judía de diteísmo o triteísmo argumentando que las tres Personas distintas son un solo Dios y una esencia única; no hay triteísmo, sino un monoteísmo un tanto especial.

Saludos cordiales
Martes, 2 de Septiembre 2014
Literatura Pseudo Clementina. Las Homilías griegas.
Hoy escrfibe Gonzalo Del Cerro

Homilía Griega VIII

Enfrentamiento sistemático de Pedro con Simón Mago

Dejábamos a Pedro tras las huellas de Simón Mago, actitud que formaba una costumbre transformada en poco menos que nueva naturaleza. El encuentro casual de Pedro con Simón en el contexto de la conversión de los samaritanos acabó siendo la forma de vida de ambos teóricos del cristianismo primitivo. Pedro, apóstol de Jesús, caminaba siempre prendido de la palabra de su Maestro y de sus normas. Simón era en cierto modo la sombra siniestra de Pedro como la sistemática contradicción en aspectos esenciales de los tiempos mesiánicos. Simón se presentaba a sí mismo como el Mesías prometido y esperado. Su presunción llegaba al extremo de considerarse superior al Dios Creador.

Simón, el primer hereje, provoca una quinta columna

Simón era considerado como el hereje primero de los tiempos cristianos. Suponía, pues, el obstáculo fundamental para la extensión del Evangelio en su forma original. La llegada de Pedro a Trípolis tuvo aspectos de auténtico clamor. Habitantes de las ciudades vecinas evangelizadas por Pedro, como eran Tiro, Sidón, Beirut, Biblos, y otras poblaciones cercanas entraron al mismo tiempo que Pedro, ávidos de conocer los detalles de la verdad cristiana. Entre ellos había una especie de quinta columna, especializada en seguir las huellas del Mago. Su misión era conocer los métodos de Simón y su dialéctica. Pedro tendría así las fuentes más auténticas para lograr una información sin distorsiones ni posibles modificaciones.

Pedro es acogido con extremado cariño

Pedro encontró un ambiente inesperado por lo favorable y generoso en detalles. Entre los fieles que los recibieron existía una rivalidad en el deseo de hacer la estancia de Pedro y sus acompañantes lo más cómoda y agradable. La casa de Marón sirvió de punto de referencia. Pero las ofertas de hospedajes superaban las necesidades, lo que produjo en Pedro una sensación de alivio y tranquilidad. El Evangelio crecía en medio de una situación de favor y de abundancia. Cuando ofrecieron a Pedro alojamiento y alimento, exigió que antes que él lo recibieran sus acompañantes. Quedó gratamente sorprendido cuando se enteró de que así había sucedido el recibimiento.

El relator dejó un testimonio claro de la generosidad sin límites de sus anfitriones. Dice el texto del relato que “ya se había actuado así, dado que por motivo del cariño hacia Pedro, habían acogido con diligencia a todos, de modo que los que no tenían a quienes hospedar, estaban exageradamente tristes” (Hom VIII 2,4). Cuando Pedro se enteró de tan gratas nuevas, se alegró por tan generosa benevolencia, bendijo a los fieles, salió y se bañó en el mar. Entró luego y cenó con sus precursores, y como la noche avanzaba, se marchó a descansar. Era un ambiente de normalidad, en el que Pedro sentía en sus carnes el cariño incondicional y la complicidad de los suyos en la misión común de llevar la verdad a todos los hombres.

La turba acepta a Pedro y rechaza a Simón

La narración de los hechos nos lleva a presenciar la confrontación real de los dos contendientes. La aceptación de Pedro de parte de sus fieles seguidores tiene la realidad de los temores de Simón y sus planes de huida por la llegada de Pedro a la ciudad. El relator, el “yo Clemente” cuenta que cuando se levantó Pedro al segundo canto del gallo, encontró que los suyos estaban ya vigilantes. Entre ellos se encontraban Clemente, Nicetas y Aquila junto con los doce que los habían precedido en función de precursores. Acordaron todos de común acuerdo tener una reunión informativa para comunicar los datos conocidos acerca de las actividades de Simón en Tiro.

Nueva huida de Simón

Cuando estaban preparando el esperado encuentro, llegó un amigo de los reunidos portando la noticia de una nueva huida de Simón, que partió hacia Siria en cuanto tuvo noticia de la llegada de Pedro. La realidad era que las turbas favorables a Pedro se sentían más que defraudadas por la ausencia de Simón, que había prometido acusar a Pedro de calumnias numerosas para quitarle la aureola de hombre recto. Y resultaba que ahora, una vez llegado Pedro, el prometido acusador huía una vez más dejando a las turbas sedientas de un enfrentamiento, que podría aclarar las cosas y dejar a Pedro como vencedor del debate.

El texto de Clemente no podía ser más claro hablando tanto de Simón como de Pedro: “Porque después de haber excitado la expectación de la gente y haber prometido que cuando vinieras te acusaría de muchas maldades, al enterarse de que habías venido, huyó de noche” (Hom VIII 3,3). A pesar de ausencias y decepciones, la gente deseaba escuchar lo que Pedro diría de todo el asunto. Por eso, se habían reunido con la esperanza de conocer lo que el apóstol respondería a los rumores esparcidos sobre la promesa de Simón.

Saludos cordiales. Gonzalo Del Cerro











Domingo, 31 de Agosto 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

He aquí algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

históricamente cómo llevaban a cabo el rito los cristianos primitivos; si era por aspersión, inmersión o cualquiera de las dos.
También decirle que un argumento muy popular entre los bautistas, la denominación a la que pertenezco es que hay razones léxicas, ya que, según los algunos teólogos su equivalente en griego es algo con cierto paralelismo a la inmersión.
Respuesta:

En griego baptismós significa inmersión. Se dice, por ejemplo, de introducir en el agua los platos para lavarlos. Al principio se hacía casi siempre por inmersión, preferiblemente en agua viva o corriente, incluso en agua salada como a orillas del mar. Después de Pablo se interpretó como un morir y resucitar con Cristo (Romanos 6), como un sello de pertenecer a Cristo y no a otro y algunos, quizás, lo entendían como la circuncisión espiritual (Filipenses 3,3).


Pregunta:

Poco se habla de Juan Bautista, si Jesús fue un discípulo del Bautista (como aparece en la película El Discípulo), es poco claro lo que predicaba su maestro, hay fuentes históricos de su pensamiento? en que se diferenciaba de la ortodoxia judía?, siguió Jesús sus enseñanzas hasta la crucifixión?

Respuesta:

En “El Blog de Antonio Piñero”, o en “Cristianismo e historia” tiene Usted toda una serie de “postales” que hablan del Bautista y Jesús y que son muy interesantes. Consúltelas por favor.

Fuentes “históricas” son prácticamente solo dos: Flavio Josefo, Antigüedades de los judíos XVIII 63-64 y los propios evangelios.
No hay diferencias perceptibles con el judaísmo apocalíptico de su tiempo. Consulte en un buen diccionario de teología qué es la Apocalíptica, o bien en mi obrita “Los Apocalipsis”, EDAF, Madrid 2007.

En aquella época, además, no había ninguna ortodoxia judía. Un fariseo y un saduceo tenían ideas teológicas radicalmente distintas y eran igualmente judíos
Jesús tuvo sus enseñanzas propias, pero en líneas generales el marco del pensamiento, apocalíptico, judío, de Jesús y Juan Bautista, hasta la crucifixión fue el mismo.

Pregunta:

En la versión católica de Isaías 45:7, se dice: "Yo soy
Yavé, y no hay otro más; yo enciendo la luz y creo las tinieblas, yo hago la
felicidad y provoco la DESGRACIA, yo, Yavé, soy el que hace todo esto". Otras
versiones hablan de mal, adversidades, calamidades, etc. Mis preguntas son: 1.
¿Cuál es la traducción más fidedigna en su opinión? 2. ¿Qué implicaciones
tiene este texto respecto de la visión judeocristiana de un Dios que
personifica el bien absoluto, siendo el mal algo así como una sombra -incluso
una fuerza opositora de reminiscencia maniquea?. Muchas gracias y felicidades
por su gran trabajo.

Respuesta:

La versión ofrecida es aceptable

El texto de Isaías y otros tienen notables repercusiones y es un problema teológico no resuelto y se suele pasar de puntillas.

El predeterminismo divino (doctrina según la cual Dios determina de antemano quiénes se van a salvar quiénes no) era doctrina común entre los judíos, sobre todo esenios, probablemente en Jesús (consulte Marcos 4,10ss: el sentido de las parábolas) y ciertamente en Pablo (Amé a Jacob y odié a Esaú (Rom 9,13). A esta predeterminación parece aludir el pasaje siguiente: Pues el discurso sobre la cruz es necedad para los que han de perecer; mas para los que han de salvarse, para nosotros, es fuerza de Dios (1 Cor 1,18). Otros textos son: Rom 9,14-28 y Rom 11,1-6: los israelitas y paganos que se van a salvar son solo los elegidos.

Y a la vez hay que decir, que tanto en el Antiguo Testamento, como en los esenios, en Jesús y en Pablo se defiende la libertad individual para pecar o no y la responsabilidad humana. A nuestros ojos es contradictorio.

Pregunta:

Y el Narrador vuelve a pensar en lo que le había contado Charlus antes: en un muro de un prostíbulo de Pompeya se habían hallado dos palabras misteriosas: “Sodoma, Gomora”, quizás escritas por algún cliente en las fases iniciales de la erupción fatal.]
A todas luces, la inscripción de Pompeya parecería auténtica. ¿Es posible, en su opinión? ¿Pudo haberla escrito sólo un judío? ¿Qué conocimientos se tenían el la italia del 79 después de Cristo del Antiguo Testamento y de las cartas de Pablo? (Excluyo los cuatro Evangelios ya que veo que en el único que pudo haberse compuesto antes del 79 no hay ninguna referencia a las dos ciudades bíblicas.

Respuesta:

Es sumamente improbable que en el 79 se conocieran en Italia las cartas de Pablo, que no fueron editadas y repartidas entre las comunidades paulinas sino hacia los inicios del siglo I. Entonces los cristianos no eran más que tres o cinco mil.

Pero había muchos “temerosos de Dios”, paganos con un sentido fuerte monoteísta, que eran aficionados a visitar los sábados los oficios sinagogales de los judíos. Cualquiera de esos pudo escribirlo… o quizás también un judío librepensador que frecuentara el prostíbulo. O bien, finamente, un enemigo del prostíbulo que lo calificó como “Sodoma o Gomorra”.



Pregunta:

Estoy un poco confuso porque unos dicen una cosa y otros, otra. ¿Nació Jesús finalmente en Belén…, o en Nazaret?

Respuesta:

Aunque Mateo y Lucas nos dicen que Jesús nació en Belén, los otros dos evangelistas presuponen que su nacimiento ocurrió en Nazaret.

Ésta era una tradición bien asentada, pues a Jesús jamás se le llamaba "Jesús de Belén", sino "de Nazaret", y éste era el modo de expresar en la Antigüedad el lugar de nacimiento. Jn 7,41 muestra que algunos del pueblo dudaban de que Jesús fuera el mesías precisamente porque no había nacido en Belén.

Es más verosímil pensar que la verdad histórica se encuen¬tra en la tra¬dición representada por Juan y Marcos (Mc 6,1.4; Jn 1,46; 7,41-42. 52; indirectamente [la patria de Jesús] Mt 13,54. 57, y Lc 4,23-24): Jesús había nacido en Nazaret.
Sólo después, cuando se creyó firmemen¬te que Jesús era el mesías, se compuso la historia de su nacimiento en Belén... para hacerlo coincidir con las profecías... y para que se cumplieran así las Escrituras, en especial Miquea 5,1: “Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño”.

Saludos cordiales
Domingo, 31 de Agosto 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

He aquí algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

Yahve puede considerarse como una entidad real o mas bien el producto de la creacion de la mente humana para satisfacer la necesidad de creer en alguien o algo superior.Muchas gracias
Respuesta:

Naturalmente es un producto de la mente humana. Esta idea fue expuesta por vez primera en el pensamiento occidental por Jenófanes de Colofón (hacia 570- 468 a.C.), en el contexto de una acerba crítica del politeísmo, en su poema Sobre la naturaleza, conservado fragmentariamente por Clemente de Alejandría en sus Stromata V 109,2-3; VII 22,1:

Pero los mortales se imaginan que los dioses han nacido y que tienen vestido, voz y figura humana como ellos. Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros; y los tracios, que tienen los ojos azules y el pelo rubio. Si los bueyes, los caballos y los leones tuvieran manos y fueran capaces de pintar como los humanos, los caballos dibujarían las imágenes de sus dioses semejantes a las de los caballos, y los bueyes semejantes a las de los bueyes, y harían sus cuerpos tal como cada uno tiene el suyo (G. S. Kirk – J. E. Raven, Los filósofos presocráticos. Gredos, Madrid 1969, 241).

Quiso con ello decir Jenófanes que “son los hombres los que crean a los dioses y no los dioses a los hombres”


Pregunta:

si los manuscritos mas antiguos que se conservan del antiguo testamento son del siglo quinto o sexto antes de cristo,hasta que punto,segun su opinion,son ciertas o historicas las enseñanzas del Genesis y demas libros,que nos describen la creacion de todo lo que existe,asi como tambien que hay de realidad sobre los personajes como Adan y Eva,Abraham,Isaac,Moises,y otros.

Respuesta:
En líneas generales nada hay de estrictamente histórico en esas leyendas absolutamente legendarias. Ni siquiera una base mínima, ya que están ligadas a una concepción del universo que hoy día es inaceptable.
Sin embargo, entre leyendas y leyendas, los estudiosos suelen encontrar algunos patrones culturales que pueden ser históricos. Por ejemplo, si se trata de pueblos pastores nómadas, lo que se puede obtener en todo caso es cómo se practicaba el nomadismo pastoril en el tiempo del que hablan tales leyendas. Y quizás esto sea mucho suponer. Sin embargo, las noticias de reyes y otros personajes, así como del pueblo de Israel y de Judá en su conjunto empiezan a ser más fiables históricamente desde el siglo VII a.C. Y en conjunto, con la debida crítia y comparación ccon fuentes del Medio Oriente, la Biblia es un acervo de detalles históricos muy a tener en cuenta.

Pregunta:

Tengo una duda.
Se trata, en referencia entre Jesús y los tratos con los pescadores.
¿Se le ha denominado en algún texto a Jesús como pescador?
En que texto lo puedo encontrar.
Otra duda. José de Arimatea a parte de recoger la sangre de Jesús... ¿Que otra relación tiene?
Y por último, la relación entre Judas y Jesús, Creo que fueron los mas unidos, y Pedro envidioso lo culpa de todo mal.


Respuesta:
1 En Marcos 1,19 y Mt 4,17 Jesús dice a sus discípulos: les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.». En Jn 21, 9 Jesús ve venir a sus discípulos en Nazaret barca y “Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan”. O bien lo pescó Jesús o hizo un milagro.
2 José sé Arimatea más que re
Sobre José de Arimatea: Mt 27,57; Mc 15,43; Lc 23,51 y Jn 19, 38: más que recoger la sangre de Jesús, lo entierra y le ofrece como sepulcro una tumba nueva de su propiedad. Ambos hechos son muy dudosos históricamente. Vea por favor Hch 13,19, que es otr tradición muy diferente sobre el entierro de Jesús.
3 La relación de Jesús y Judas está muy cuestionada históricamente, incluso la traición y su porqué. El suicidio de Judas está embellecido literariamente. Le ruego que consulte, si le es posible mi libro y de Eugenio Gómez Segura, La verdadera historia de la pasión. Madrid EDAF, 2010. Y si no puede, un diccionario de la Biblia donde se le responden a muchas de sus preguntas, sobr todo si se utiliza críticamente

Pregunta:
¿Qué significa el nombre de Jesús? ¿Por qué se le llama también Jesucristo?



Respuesta:
Jesús es la hispanización del griego Iesoús, que a su vez viene del hebreo yehôshûa‘, que significa “Yahvé (Yah/Yeh) salva”. A veces parece abreviado como Yeshû a‘. En hebreo aparece también como Josué (por ejemplo, “Libro de Josué”).



El vocablo es en realidad un nombre compuesto de “Jesús” y “Cristo” = griego christós, con el significado de “ungido”. La unión de los dos vocablos resultó un producto secundario de la frecuente lectura de las cartas de Pablo, quien utiliza con mucha frecuencia la expresión “Jesús mesías” = Iesoûs Christós -- > “Jesucristo”. Pablo emplea de tal modo la expresión que pronto pasó a entenderse casi como un nombre propio…, y luego sin el “casi”. Hoy día, muchos se refieren a Jesús indistintamente como “Cristo”, “Jesús” o “Jesucristo”. Sin embargo, cabría establecer una diferenciación:

• Jesús es el nombre propio de nuestro personaje, impuesto por su familia, que lo denominó “Jesús”/“Josué”
• “Cristo” es el nombre abreviado que expresa la figura de Jesús en cuanto iluminada por la fe: el mesías, ungido divino, cuyo origen está en la teología de Pablo, quien dibuja netamente en sus cartas su concepción del Cristo celestial.
• “Jesucristo” es la mezcla o fusión del Jesús histórico con el Cristo de la fe.

Pregunta:
Si no le importa tengo una duda.
Realmente se sabe cuando murió jose, “padre “ de Jesús.

Respuesta:


No se sabe nada sobre su muerte. Pero se cree que antes del ministerio público de Jesús . De lo contrario es difícil explicar por qué lo llaman los evangelistas a veces “hijo de María. N así en Jn 1,45 donde se le llama “hijo de José”.

Pregunta:

quería preguntarle donde puedo encontrar información sobre la evolución teologica del concepto de Dios de los antiguos judios, q m explique por que razón pasaron de ser henoteistas a monoteistas, por que El fue sustituido por Yahve, y por que este tenia una consorte (asera) y después abolieron su culto

Respuesta:


Hay dos libros sobre el tema accesibles en español.

El primero es de Julio Trebolle, "Imagen y palabra de un silencio. Trotta, Madrod 2009.

El segundo está editado por mí, "Biblia y helenismo. La influencia griega en la formación del cristianismo. Especialmente el capítulo de L. Vegas y mío sobre la "Evolución de lla religión judía en época helenística", Córdoba, El Almendro, 2006. Creo que hay versión elctr. de los dos.



Pregunta
Qué opina del libro de Reza Aslan, Jesús el celota?
Respuesta;

Estoy a medias en su lectura. Pero hasta aquí veo que no es malo, pero sí superficial, y unilateral. La figura de Jesús es mucho más compoleja de la de un mero celota. Hay críticas buenas por Internet, sobre todo en inglés.


Pregunta:

Preguntaba su servidor lo de Xristos por la posible relacion con el término "Xrism" o "Xrist", de Xristmas (navidad pagana). ¿No se empleaba "Xristos" para cualquier ser mitad hombre y mitad dios en el mundo griego?

Respuesta:
No. Ya le dije que significa simplemente “ungido” y se unge a un atleta, un héroe o un sacerdote.

2 El étimo de esa palabra se halla en e Inglés antiguo "Cristes maesse",
o Christ Mass, la "misa de Cristo" = Misa del gallo en Navidad. La expresión empezó a usarse ya hacia ell siglo XI.

Saludos cordiales
Sábado, 30 de Agosto 2014
"En defensa del ateísmo", de Roberto Augusto (527)
Hoy escribe Antonio Piñero

Estoy en deuda hace tiempo con mi amigo digital Roberto Augusto, a quien prometí tiempo ha hacer una reseña de su libro, pero imponderables de trabajo no me habían permitido leerlo hasta el momento. R. Augusto es doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona. Ha realizado estancias de investigación en la Universidad Libre de Berlín y en la Academia de Ciencias de Baviera en Múnich. Es autor de numerosos trabajos publicados en revistas especializadas y del libro El nacionalismo ¡vaya timo! (Laetoli, 2012), lo cual es de una gran valentía y honestidad viviendo en Cataluña.

Yo no soy ateo, ni me atrevo a serlo, sino agnóstico, es decir, una persona que considera que --para el ser humano-- es imposible, por falta de conocimientos y argumentos suficientes, afirmar la existencia de Dios o negarla. Por tanto, ante un problema que me parece insoluble, creo que debo abrir un cajón de mi alma, meter dentro de él el problema, y no preocuparme más de una cuestión que, tras mucho pensar, no soy capaz de resolver. Y no puedo volver al pasado, porque el serrín de esta madera ya está aserrado, y no deseo volver a realizar la operación una y otra vez.

Sin embargo, sí creo que es muy útil leer un libro como este. Y lo creo porque los argumentos que esgrime, sobre todo si están bien trabados y corresponden al estado de la ciencia actual del conocimiento como es el caso, dan qué pensar y reflexionar, en especial si se critican los argumentos de teólogos actuales y de gran impacto entre la gente como Rahner o los papas de nuestro tiempo. Un caso de estos es el libro de R. Augusto, muy claro y sencillo, breve, con argumentos y tomas de posición personales, que va directo al grano por lo que no hace perder el tiempo al lector.

Su ficha es la siguiente: Título: el de esta postal. Editorial Laetoli, Navarra (España) 2012. ISBN 978-84-92422-50-0. 144 pp. 18 euros. De nuevo, y como es usual, el editor añade la coletilla “Printed in the European Union”. Es una extraña anomalía para una editorial uno de cuyos títulos es “El nacionalismo, ¡vaya timo!”.

La estructura y contenido del libro es como sigue:

• En defensa del ateísmo racionalista. Crítica a Rahner, al dualismo de espíritu y materia, al argumento ontológico de san Anselmo, a las cinco vías de santo Tomás de Aquino. La fides y ratio, encíclica de Juan Pablo II

• Una refutación de las críticas teístas al ateísmo filosófico: A. Hillaire (el ateísmo es una locura, que puede llevar hasta el crimen); el ateísmo tiene un gran sustrato de soberbia (X. Zubiri); sobre el problema irresoluble del mal (a propósito de A. Hilckman y J. Lores); la cuestión de la muerte y el bien moral (J. Maritain); el teísmo y su defensa frente al ateísmo (W. L. Craig); Crítica a Benedicto XVI y su caracterización del ateísmo como un extremismo no solo filosófico, sino incluso político; el ateísmo como ladrón de la alegría de vivir (Baroja y Neruda).

• Refutación de los argumentos de Richard Swinburne en favor de la existencia de Dios: crítica por parte del autor de la falta de atención a los resultados de la ciencia moderna; a la falsa simplicidad del teísmo; a la pretendida falta de oposición entre ciencia y religión; una posible solución al problema del mal; la creencia en milagros como prueba de la existencia de Dios, y la credulidad que eso supone.

Mi opinión es que –como indiqué arriba—, siendo un libro tan breve y sencillo (no hay ninguna pretensión de lenguaje elevado propio de un doctor en filosofía), tan claro y contundente (le convenzan o no al lector los argumentos), en defensa de la rigurosidad del ateísmo frente a la insuficiente fuerza probatoria de las propuestas de los contrarios en opinión del autor, y siendo también una suerte de reto al lector, no debe dejarse pasar por alto.

Ciertamente, después de haberlo leído, sigo siendo agnóstico…., pero el libro me ha gustado por su honestidad, y claridad. Me ha hecho reflexionar bastante.

Con el autor sostengo que no es extravagante, dañino o incluso antipatriótico ni inmoral defender pacíficamente el ateísmo, sin que se transforme en una doctrina militante (opino que un buen ateo no es militante, ni insultador, etc.) Lamento que a los ateos se los acuse de socavar la moral, de vivir entregados a nuestras pasiones más inconfesables, de ser soberbios, insensatos y necios, de no tener corazón, de destruir a la sociedad, de ser unos miserables y de muchas otras cosas, como el mismo autor confiesa apenado. "Afirmo —escribe el autor en pp. 9-10— que las razones que los teístas dan para justificar sus creencias no tienen la suficiente fuerza probatoria y sostengo que las críticas que tradicionalmente se han vertido contra los ateos son falsas. Estas dos ideas me han animado a salir en defensa de un planteamiento intelectual legítimo y perfectamente aceptable, aunque en muchas sociedades donde la creencia en Dios es dominante el ateísmo sea visto como algo ".

Merece la pena hacer otra cita que se recoge en la Página web: «Hoy en día el ateísmo —afirma Roberto Augusto en su Introducción— es minoritario porque únicamente tiene una presencia importante en Europa y en algunos países desarrollados como Japón, Corea del Sur o Canadá. Esa inferioridad numérica no debe asustarnos ni es una prueba de la falsedad del ateísmo, ni es tampoco un obstáculo insalvable. Debe ser, más bien, un estímulo para seguir trabajando por defender las convicciones que consideramos correctas. Muchas ideas han sido minoritarias al principio y sus seguidores han tenido que sufrir el silencio, la burla, la tortura o la muerte. Lo importante no es lo que muchos crean, sino la verdad».

Enhorabuena al autor por este libro bien pensado y provechoso.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
Www.antoniopinero.com
Viernes, 29 de Agosto 2014
Hoy escribe Antonio Piñero


He aquí algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

Encuentro que Jehová es el dios de los cristianos y musulmanes y Sabaot (el dios de la biblia) de los isrealíes. Quisiera preguntarle si usted opina similarmente o cuál es su opinión.

Respuesta:

No. Hay un par de malentendidos por su parte.
En primer lugar, la vocalización correcta es Yahvé, como nombre propio y no Jehová, que tiene las vocales de Elohá, el cual a su vez es ’El (o Elohim), una divinidad más antigua a la que Yahvé sustituye. Elohim y Yahvé acaban por confundirse. Alá no significa en árabe más que “Dios”. Por tanto, Yahvé y Alá son lo mismo.
Segundo: Sabaot, o hebreo Sebaot, se encuentra unas 280 veces en el Antiguo Testamento y es un adjetivo, o mejor, un epíteto de Yahvé. No se sabe bien la etimología, pero se considera que es el plural hebreo de sabáh = “ejército”. Por tanto, sería “Yahvé (o Dios) de los ejércitos (celestiales)”.

Pregunta:

Mi pregunta es: por qué motivo si los vocablos “Iesous” y “Xristós”, poseen un significado pagano, ¿cuál fue la razón por la que fueron utilizados éstos por los evangelistas, y por el contrario los nombres originales hebreos –que de alguna manera pertenecen a la lengua sagrada-, no fueron tomados en cuenta. ¿Acaso no existía la regla en ese entonces de que los nombres propios no deben ser traducidos? Formulo ahora una segunda pregunta dentro de esta, si me lo permite: ¿cuál es el nombre más correcto para Jesús, considerando que él era un rabino judío, y considerando además el lenguaje de la época? ¿Es Yeshúa, Yahshúah, Iehoshúa?

Respuesta:

Iesous y Christos no son vocablos paganos, sino la transcripción española de vocablos griegos. Por favor, busque en un diccionario bíblico cualquiera y le dará toda la información necesaria.
Jesús es nombre propio y Christós significa “ungido” en griego, y es la traducción normal de “mesías”. Naturalmente un ungido es un rey, un profeta, un atleta, pero no tiene sentido considerlo “pagano”.
Segundo: hay dos posibilidades científicas: bien Yehoshúah o bien Yeshúa (que es probablemente una abreviación). El significado es“Yahvé (Yah/Yeh) salva”.

¿Por qué se le llama también Jesucristo?

El vocablo es en realidad un nombre compuesto de “Jesús” y “Cristo” = griego christós, con el significado de “ungido”. La unión de los dos vocablos resultó un producto secundario de la frecuente lectura de las cartas de Pablo, quien utiliza con mucha frecuencia la expresión “Jesús mesías” = Iesoûs Christós -- > “Jesucristo”. Pablo emplea de tal modo la expresión que pronto pasó a entenderse casi como un nombre propio…, y luego sin el “casi”. Hoy día, muchos se refieren a Jesús indistintamente como “Cristo”, “Jesús” o “Jesucristo”. Sin embargo, cabría establecer una diferenciación:

• Jesús es el nombre propio de nuestro personaje, impuesto por su familia, que lo denominó “Jesús”/“Josué”

• “Cristo” es el nombre abreviado que expresa la figura de Jesús en cuanto iluminada por la fe: el mesías, ungido divino, cuyo origen está en la teología de Pablo, quien dibuja netamente en sus cartas su concepción del Cristo celestial.

• “Jesucristo” es la mezcla o fusión del Jesús histórico con el Cristo de la fe.


Pregunta:

Quería preguntarle sobre la mención al tributo romano de Jesús, es decir si la famosa frase de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios correspondería al Jesús histórico o sería una invención de los evangelistas. También quería preguntarle por el significado de la frase, si realmente a través de la ironía la voluntad de Jesús era menospreciar el tributo y que sus seguidores no lo pagasen entendiendo que era un impuesto extranjero que se pagaba a un estado opresor sobre el pueblo de Israel.

Respuesta:

Le respondo tomando notas de mi libro "Ciudadano Jesús". Editorial Atanor, Madrid, 2012. Si le es posible, consúltelo porque la mayoría de sus preguntas están respondidas ahí. También se responde a ello en mi libro "Guía para entender el Nuevo Testamento", Edtorial Trotta, 4ª edición 2011, que tiene versión electrónica adquirible.

La historia de esta famosa trampa a Jesús por parte de fariseos y herodianos está narrada en Mc 12,13-17. La interpretación tradicional de este episodio es: Jesús, de una manera sutil, afirmó que los judíos debían pagar el tributo al Emperador.
Esta exégesis tradicional tiene, sin embargo, un punto oscuro: contradice lo que Lucas afirma taxativamente en 23, 2 que dijeron las autoridades judías contra Jesús al acusarlo ante Pilato: “Hemos encontrado a éste pervirtiendo a nuestro pueblo: prohíbe pagar el tributo al César y dice ser el mesías”, frases que la inmensa mayoría de los investigadores afirman ser históricamente fidedignas. Si es así habría que suponer que Jesús se contradijo palmariamente en poco tiempo.
La solución a esta dificultad se halla en una recta interpretación del pasaje de Marcos y de sus paralelos en Mateo y Lucas. Para entender bien la situación ofrece la versión paralela de Lucas mejores pistas que la de Marcos
La solución se halla en los presupuestos implícitos de la historia. Los fariseos conocen bien la respuesta; lo que les interesa es que Jesús imparta una doctrina que puede costarle la vida, la de que no hay que pagar el tributo: envían a unos delegados que formulan a éste una pregunta de modo que tenga que exponer en público una enseñanza políticamente peligrosa: la tierra entera y los ciudadanos de Israel son propiedad de Dios. Y puesto que conocían bien el pensamiento de Jesús, los enemigos se mantienen al acecho para tenderle una trampa.


¿Dónde estaba la trampa de la pregunta?

Era bastante clara: en que si decía que sí, que había que pagar, se apartaba públicamente de su predicación sobre el Reino de Dios en Israel. Sí decía que no, con los romanos al lado y vigilantes, sería reo de un delito de sedición contra el Imperio. Podría ser apresado y condenado de inmediato a muerte.
Jesús entiende la naturaleza de la trampa y su respuesta a ella será un “no” –los judíos no deben pagar-, pero un “no” sólo claro para quienes supieran de qué iba la cosa, aunque para los romanos, que no conocían bien la teología de que Israel era sólo propiedad de Dios, la respuesta podía darse como satisfactoria, ya que no predicaba públicamente el no.
Jesús se escapa de la trampa hablando de la moneda concreta y no del tributo. Ahí está su astucia, que despista a los romanos. Pero los que lo conocían, incluidos los fariseos, sabían que eso era una respuesta positiva porque el tributo no era en sí la moneda y se podría pagar por otros medios.
Era claro para Jesús que el pago del tributo al César supondría admitir a éste como señor y por tanto ser infieles a la alianza con Yahvé, el único Señor. Y que esa doctrina no era la propia del Nazareno lo dan por supuesto los fariseos ya que era la enseñanza no sólo de Jesús, sino la mantenida por todos los judíos piadosos desde hacía muchos años, y Jesús era un piadoso.
Esta respuesta astuta confirma lo ya dicho: Jesús no deseaba morir en Jerusalén por lo que opone estratagema a estratagema. Por ellos Jesús procura ofrecer un doble sentido a su respuesta, engañoso voluntariamente. Pero los que lo conocían, incluidos los fariseos, sabían que eso era una respuesta positiva porque el tributo se podría pagar en otra moneda.
En síntesis: Jesús vino a decir con astucia y despistando a los romanos: si hay por ahí denarios concretos, podéis dárselos al César pues son suyos; pero el fruto de la tierra de Israel, el tributo, es sólo de Dios. Así pues, no debe pagarse el impuesto.


¿Por qué los evangelistas tenían interés en presentar la respuesta de Jesús como afirmativa: sí hay que pagar el tributo?

Muy probablemente por las circunstancias políticas de los momentos en los que se escribieron los Evangelios: después de la reciente derrota de los judíos en la Gran Guerra contra Roma, que había costado a ésta mucha sangre y dinero. Era prácticamente imposible presentar en el Imperio a un Jesús que negaba el pago del impuesto. Así que aprovecharon un acto de astucia de Jesús y dejaron que los lectores obtuvieran las consecuencias.

Además hacían de Jesús un precedente de la doctrina de Pablo en su Carta a los romanos “Es preciso someterse a las autoridades temporales no sólo por temor al castigo, sino por conciencia. Por tanto pagadles los tributos, pues son ministros de Dios ocupados en eso” (13, 5-6).

Pregunta:

Siempre escucho el argumento de que los relatos sobre el juicio a Jesús no son confiables, entre otras cosas, porque tal como dice Marcos 14:50, los discípulos huyeron, y por ende, no hubo nadie que fuera testigo. Pero, luego Marcos 14:54 dice que Pedro entró al palacio del sumo sacerdote. Luego, él sí pudo ser testigo de todo esto, ¿no?
Respuesta:

El texto de Marcos dice ciertamente que entró, pero ni siquiera insinúa que estuviera presente en las deliberaciones del Sanedrín; más bien que huyó en cuanto le sometieron a preguntas.

La desconfianza científica está plenamente justificada, porque en realidad no conocemos a los que están detrás de las noticias.

Es una tradición, y puede venir de conversos a la fe en el Mesías que estuvieron por los alrededores de los sucesos. Hay que aplicar el máximo rigor en el análisis de las fuentes.
En general hay que sospechar que son siempre interesadas.

Pregunta:

Tras visionar la película el Discípulo de E. R. Barrachina me pregunto qué razón puede haber para suprimir la escena del apresamiento de Jesús en el Monte de los Olivos... Esta escena me parece fundamental para entender lo que pasó verdaderamente. ¿Acaso no es histórico este episodio? ¿No está en todos los evangelios? Saludos.

Respuesta:

E. R. Barrachina, me consultó el guión, y de hecho a petición suya yo escribía algunas escenas, unas ocho, de las que luego hizo el uso que le pareció bien como director.
Yo no soy en absoluto responsable de la supresión. Busque en Internet y pregúntele las razones.

Barrachina es poeta, cineasta y periodista, pero no historiador. De hecho su formación en este aspecto es deficiente. Pero no todos podemos abarcar todo. Yo, por ejemplo, no sé nada de cine.

Saludos cordiales
Jueves, 28 de Agosto 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

He aquí algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

Leyendo el libro suyo abajo aludido, me encontré en la página 96 una linea que me llamó la atención y dice: "Le dijo Dios:
- Entonces ¿ para qué he sido enviado yo y he venido aquí, y tú me pones excusas ? Pues yo he recibido orden de mi PADRE de que, sin dudar, tome tu alma; por tanto, dame tu alma muy querida.....
LIBRO LOS APÓCALIPSIS, EDITORIAL EDAF, PAGINA 96, LINEA NUM: 17. CAPITULO 8, APOCALISPIS DE SEDRAC Y el comentario, según lo que entiendo quizá, en lugar de la palabra DIOS, SERÍA JESUS EL CRISTO, EL UNGUIDO ?

Respuesta:

Se trata del Apocalipsis de Sedrac
El texto griego, muy tardío, corrompido y manipulado por los escribas cristianos dice "Dios". Pero, evidentemente se refiere al Hijo. En la época de la copia, muy tardía, quizás del siglo XV y manuscrito único, el Hijo es ya Dios.

En el original se trataba de una "disputa" (es un género literario de la apocalíptica tardía que en hebreo se denomina “rib”) entre Dios y un ser humano. El Hijo unigénito ha sido añadido por la manipulación cristiana.

El texto completo de este apocalipsis puede verse, con amplia introducción y notas de Gonzalo Aranda en la Colección, ahora editada por mí, “Apócrifos del Antiguo Testamento”, Editorial Cristiandad, Madrid, 2009, pp.279-300.
Pregunta:
A propósito de la traducción de Evangelio de Juan 1,1:
¿No cabría traducir “logos” por “conciencia” en el contexto del Evangelio de Juan”?: “en [el] principio (origen) era la conciencia, y la conciencia estaba con (lit. hacia)Dios y Dios era la conciencia” .


Respuesta:
De ningún modo. Esas especulaciones no caben, a mi parecer, en la mente de un autor plenamente judío como es el que se esconde tras “Juan”. Este Prólogo es en realidad un midrás (explicación o paráfrasis) de Génesis 1,1 “En el principio creó Dios el cielo y la tierra”. Es igualmente una especulación sobre los “modos”, o sistemas de comunicación de un Dios súper trascendente que utiliza, según se pensaba a su Palabra o Sabiduría para crear el Universo. Este intermediario divino actuaba en vez de Dios, era como una proyección de Dios (esto es platonismo medio casi puro, aceptado por los judíos de época helenística) y Éste “no se manchaba las manos con asuntos de la materia”, inferior. En mi libro sobre Pablo, Guía para entender a Pablo. Una interpretación del pensamiento paulino, de Trotta, Madrid (aparición, primer trimestre de 2015) lo explico al completo.


Pregunta:
Quisiera preguntarle cual es su opiniòn sobre la historicidad del personaje de lazaro y la veracidad de su leyenda, ademas, quisiera que preguntarle que de cierro hay en que tras su resurrecciòn marchò a predicar a chipre muriendo alli martirizado

Respuesta:

Creo que muy poca o ninguna. Y las razones:
• Aparece solo en un Evangelio.
• El contexto es mítico incluye datos sobrenaturales que un historiador no puede verificar.
• El Evangelio de Juan es en general más teológico que histórico
• Lo de Chipre es una pura fantasía sin fundamento

Pregunta:

¿Fue la fecha establecida por el monje Dionisio el Exiguo para el nacimiento de Jesús un “error” involuntario de este personaje?

Respuesta:

Podría ser muy posible.
Pero hay estudiosos que opinan que no, que lo hizo conscientemente. Por ejemplo, según el arqueólogo español Dimas Fernández Galiano, Dionisio se movió por consideraciones teológicas sobre la simbología de los números para escoger voluntariamente el año 754 de la fundación de Roma como “año 1” de la era cristiana.

El Exiguo habría dado todo su valor simbólico a dos números: al 7, bien conocido como santo y de extraordinarias propiedades ya desde Babilonia, y al 27 (27 + 27 = 54). El número 27, como múltiplo del 3 y del 9, desempeñaba un papel muy importante en la Antigüedad dentro de la explicación de la constitución del mundo desde una obra de Platón, el Timeo. Y el número 27 era fundamental también en todas las proporciones de los edificios sagrados y públicos en la arquitectura romana.

A esta luz el número 7(00) + 27 + 27 = 754 era mucho más significativo que el 748 o el 749 para designar ese cambio importantísimo en la historia del mundo, la venida o encarnación del salvador Jesús.

Así que –probablemente-- Dionisio tomó la decisión de hacer coincidir el nacimiento de Jesús con el número sagrado más cercano, el 754, al año correspondiente desde la fundación de Roma, cinco o seis años más tarde que la realidad.

Cuando se celebró el año 2000 en realidad era el 2005 o el 2006.

Saludos cordiales

Miércoles, 27 de Agosto 2014
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Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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