CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero
Hoy escribe Antonio Piñero

Pregunta:

La pregunta me surge porque he escuchado a un historiador decir que Mateo y Juan son discípulos DIRECTOS de Jesús, particularmente este historiador (que por pudor omito su nombre, aunque es bastante conocido a nivel nacional), AFIRMA, que el discípulo amado es Juan, y que en el evangelio de Mateo (al igual que en el de Juan) hay muchas pruebas del Jesús histórico, \"pruebas\", que él califica como fiables, aún cuando esas \"pruebas\", son por ejemplo, la famosa nube brillante de la que descienden Moisés y Elias. Así mismo defiende que los evangelios pueden datarse entre el año 40 d.C. (Mateo) y el 60 d.C. (Juan). Mi pregunta Don Antonio, es si este análisis es fiable... porque a mí no me lo parece mucho, en especial después de leer los libros de usted titulados: \"Guía para entender el Nuevo Testamento\", y la \"Verdadera Historia de la Pasión\". Nada más, reciba saludos cordiales como siempre.

Respuesta:

Ese pretendido historiador, que me imagino quién es, debería saber que la “verdad” en historia antigua se forma por el consenso de los investigadores. Y no es ese el consenso, que sí está reflejado en la “Guía”. No haga caso de esas hipótesis que son inverosímiles.

Pregunta

En Col 1:15, por qué Pablo llama primogénito a Jesús? No creía Pablo que Jesús era Dios?


Respuesta:

Lo primero es decirle que la inmensa mayoría de los estudiosos independientes no creen que Colosenses sea de Pablo, sino de un discípulo suyo.

Si le es posible lea “Guía para entender el Nuevo Testamento” de la Edit. Trotta.

Y ahora directamente: su pregunta es buena porque señala las inconsistencias de los autores de la época al hablar de la naturaleza de Jesucristo como mesías. Teóricamente, y desde el punto de vista de la teología de hoy, no debería haber utilizado ese vocablo sin añadir precisiones. Pero ellos no veían contradicción alguna: Jesús es primogénito en su faceta de criatura, así como en su faceta de Dios es mediador en el acto de la creación… ¡lo cual también es en sí contradictorio con ser estrictamente Dios!

El problema que estamos tocando es el binitarismo, que es diverso del diteísmo. En la investigación actual, la concepción de la divinidad judía monoteísta y, a la vez compleja, se denomina “binitarismo”, y se distingue claramente de cualquier caso de “diteísmo”. Binitarismo es la creencia que postula la existencia de un Dios único, que desea conservar su trascendencia en sus relaciones con el mundo; por ello se apoya en un agente que se halla “a su lado” y le está subordinado para actuar “hacia fuera”: Sabiduría, Palabra/Logos. Tal agente es una figura divina relacionada con la primera, pero distinguible de ella en importancia; la primera es plenamente Dios; la segunda participa de esa divinidad.

La diferencia entre binitarismo --ejemplo: el caso de Henoc en el Libro de las Parábolas de 1 Henoc y en “El libro de los palacios” (Sépher hekhalot), o Henoc, hebreo con la figura de Metatrón, texto que veremos abajo-- y un cierto “diteísmo” --ejemplo: el Evangelio de Juan-- es de intensidad y a la vez de matices sustanciales. El binitarismo no conducirá a una doctrina de la Trinidad y, en el judaísmo donde nació, acabará por convertirse en los Sefirot (literalmente, “Números”) de la Cábala, que representan solo modos de la esencia divina que actúa hacia fuera. Por tanto, se defiende con claridad un monoteísmo absoluto. Por el contrario, el segundo, casi un diteísmo en sus orígenes, sí llevará a la Trinidad, donde las personas divinas no son ya simplemente “modos”, sino personas.


Pregunta:

me encontré esto, espero su opinión. Gracias y mi gran admiración por su trabajo y labor por difundir sus excelentes conocimientos.
Saludos cordiales y mi admiración.


Jesucristo jamás existió, indica escritor británico en base a investigación
www.larepublica.pe
Por medio del libro “No Meek Mesiah” (Ningún Mesías Manso), el escritor británico Michael Paulkovich indica que la figura de Jesús de Nazaret, a cuyo alrededor se fundó una de las religiones más difundidas del mundo (junto al Islam), jamás existió y que en realidad es una construcción ficticia.


Respuesta:

He editado/escrito un libro con varios colegas que se titula "¿Existió Jesús realmente? El Jesús de
la historia a debate. Editorial Raíces, Madrid, 2011.
Es muy accesible.

Naturalmente no estoy de acuerdo con esa tesis que confunde el Jesús histórico con el Cristo celestial y teológico.

El primero no me cabe duda que existió. Ni a mí ni a la mayoría de los investigadores. El segundo, en cambio, es un constructo teológico. Y no deben confundirse.


Pregunta:

En clase de religión a mi sobrino le han metido que la iglesia romana es la original antes de separarse el resto de iglesias. Yo dudo pues en tiempos de cristo Roma era un enemigo y por casualidad es la "Iglesia Catolica apostolica Y ROMANA"... Queria saber si la ortodoxa griega es aun mas original y veridica qu la catolica romana. Gracias

Respuesta:

En principio no es más original la ortodoxa, ya que la división entre ortodoxos (orientales) y católicos romanos se produjo en el siglo XI. Y fue un cisma, no una división doctrinal. Las diferencias en cuanto a ortodoxia son muy escasas y se refieren al primado del papa y algunas pronunciaciones dogmáticas respecto a María.

Pregunta:

Estimado profesor, quería consultarle si en el Nuevo Testamento hay una posición más o menos clara respecto a la (in)mortalidad del alma.

Respuesta:

En el Nuevo Testamento, y a pesar de la distinción clara, en el vocabulario paulino, por ejemplo, entre cuerpo, alma y espíritu no hay ninguna declaración expresa de la inmortalidad del alma, al modo griego, como una entidad que puede separarse del cuerpo y pervive en el empíreo o en el precedente al infierno hasta la resurrección universal.
Sin embargo, implícitamente sí hay esa creencia, clara y firmemente, aunque el Nuevo Testamento se insiste como principio de la inmortalidad en la resurrección de Jesús por obra del Padre y como base de toda resurrección humana ya que Jesús es el primogénito de toda criatura, que resucitará completa. En el fondo, el Nuevo Testamento no concibe al ser humano sin cuerpo, sino solo de una manera temporal. En Pablo se ve muy claro.

Saludos cordiales
Martes, 7 de Octubre 2014
Literatura Pseudo Clementina. Las Homilías griegas.
Hoy escribe Gonzalo Del Cerro

Homilía VIII

Dios envía su ley a la humanidad

Veíamos el otro día las consecuencias de la ingratitud humana frente a la bondad de Dios, la caída de los ángeles con las consecuencias para la humanidad y la necesaria purificación del mundo mediante el cataclismo del diluvio universal. Pero el Pseudo Clemente, defensor incansable de un Dios creador y organizador de su obra creadora, no podía dejar al mundo en una situación de ruina. Su actuación después del cataclismo vino a ser algo así como una nueva creación. Para los supervivientes del diluvio “fijó Dios una ley por medio de un ángel sobre el modo como se debe vivir” (Hom VIII 18,1). La humanidad nacida de los ángeles caídos, al quedar compuesta de unos seres bastardos hijos de ángeles y mujeres, tendían a constituir una nueva raza que Dios quiso enderezar por el buen camino mediante la Ley.

Criterios de conducta recta según Dios

Dios, en efecto, les envió un ángel para expresarles su voluntad. La Ley era el criterio de una conducta recta y justa, acorde con la voluntad del Creador del mundo y del que había proyectado para los hombres una vida eterna de felicidad sin límites. Pedro traza detalladamente las líneas esenciales del criterio de Dios, bueno y justo: “No dominéis a ningún hombre, ni molestéis a nadie, a no ser que alguien se someta voluntariamente a vosotros, os adore, os ofrezca sacrificios y libaciones, participe de vuestras mesas o realice alguna de las cosas que no conviene, o derramando sangre, o comiendo carnes muertas, o restos de cadáver de fieras, o saciándose de carne cortada, o de ahogado, o de cualquier otro alimento impuro. Pero a los que se refugian en mi ley, no sólo no los toquéis, sino honradlos y huid de su presencia. Porque lo que a ellos, que son justos, les parezca mal de vosotros, eso lo tendréis que sufrir. Pero si algunos de los que me son familiares se equivocan, o cometen adulterio, o practican la magia, o viven de forma impura o realizan obras de las que me desagradan, entonces será preciso que, por orden mía, sufran algo de vuestra parte o de la de otros. Y sobre aquellos que se arrepienten, pronunciaré sentencia juzgando si su arrepentimiento es digno de perdón o no lo es. Pues tenéis la obligación de recordar esto y practicarlo, sabiendo perfectamente que ni siquiera vuestros pensamientos podrán estar ocultos para él” (Hom VIII 19,1-4).

La Ley es garantía de libertad (Hom VIII 20)

El ángel portador de la Ley dejó numerosas recomendaciones antes de regresar al cielo. Una vez que el ángel les recomendó estas cosas, se marchó. Recordaba en su mensaje que si alguien adora a los demonios, o les ofrece sacrificios o participa de su mesa, al convertirse en su esclavo, recibirá toda clase de castigos de ellos como de unos malos dueños. Por esta ignorancia, que es causa de la ruina de la humanidad, caísteis bajo su potestad, y no os enteráis de que están siendo ultrajados vuestros cuerpos de todas las maneras. Los demonios no tienen poder sobre los fieles, que no han convivido con ellos y se han sometido voluntariamente a su poder.

Ahí está la razón de la esperanza del cristiano. Es preciso que sepan que los demonios no tienen poder sobre nadie, si alguien no ha tenido antes su mismo género de vida, cuando ni siquiera su jefe puede hacer algo al margen de la ley que Dios les ha impuesto. Por eso ningún demonio tiene poder sobre alguien que no lo adore; pero tampoco puede nadie recibir de ellos algo de lo que desea, ni sufrir daño alguno. La Ley señala una línea roja, como quien dice, que los demonios no podrán traspasar, si los fieles no les abren las puertas de su voluntad violando las normas y criterios de la voluntad de Dios expresada en la Ley.

Las tentaciones de Cristo

Pedro remata su argumentación recordando las tentaciones que Cristo sufrió de parte del jefe de los demonios. Con estas palabras presenta los términos de la tentación: “Todos los reinos de este mundo actual están sometidos a mí; más aún, el oro, la plata y todo lujo de este mundo queda bajo mi poder. Por eso, cayendo a mis pies, adórame, y te lo daré todo” (cf. Mc 1,12-13 par.). El tentador sabía que si Cristo se postraba ante él y lo adoraba, perdería todo su poder, su gloria y su reino. El Hijo de Dios recurrió a la palabra de la Ley y a sus criterios: “Está escrito: Al Señor tu Dios temerás y a él solo servirás” (Mt 4,10; Lc 4,8; Dt 6,13).

El discurso de Pedro terminará con toda una teoría de remedios para vencer en la lucha que espera a los cristianos en su camino hacia la salvación eterna. Unos remedios que tienen la garantía del poder infinito de Dios.

Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro



Domingo, 5 de Octubre 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

Queridos amigos:

Algunas preguntas y respuestas:


Pregunta:

En el Capítulo 27 de Mateo, cuando los sumos sacerdotes y los fariseos le pidieron a Pilato que la tumba de Jesús fuese custodiada hasta el tercer día, Pilato les dijo: “Tomad una guardia; id y vigilad como sabéis” (Mateo 27,65).

Un poco más adelante, cuando el cuerpo no estaba ya en el sepulcro, dice en Mateo 28,11: “algunos de los de la guardia que iban a la ciudad anunciaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido”.

A mi entender creo a Pilato le traía sin cuidado que José de Arimatea se llevara el cuerpo, y creo que lo lógico es que si la guardia hubiera sido romana, hubieran acudido a anunciar que el cuerpo no estaba en el sepulcro a la autoridad romana, y no a los sumos sacerdotes judíos.

¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Cree que la guardia era romana (como siempre nos han inculcado), o que era judía?

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Respuesta:


Mi opinión es que toda esa historia de la guardia es fingida, apologética, formulada por Mateo mismo o por la tradición que él recoge, Por tanto si la historia no es verdadera sino fantasiosa, huelga responder.

Pero también es posible que la historia tenga un fondo verdadero. Entonces, de entre las dos tradiciones que hay sobre la tumba de Jesús (Una de los Evangelios: Jesús fue enterrado en una tumba nueva, aparte, de roca, lujosa. Dos: de los Hechos de los apóstoles 13, 29: Jesús fue enterrado en un tumba común, para malhechores y presos comunes, por las autoridades judías. Y como es posible que los judíos pensaran que los discípulos del sedicioso Jesús intentaran robar su cadáver para fines apologéticos, entonces la guardia sería rotundamente judía.

Pregunta:


En casa tenemos un ejemplar de la biblia de bolsillo Nácar-Colunga y un ejemplar de la biblia de John Straubinger de los años 60 con encuadernación de lujo. ¿Son recomendables?
En ambas dice que son versión directa de las lenguas originales.
Aparte de tener su libro “ Todos los evangelios”basado en traducciones originales de antiguos manuscritos.(griego, hebreo,siríaco ,árabe etc.

Mi pregunta sería si la biblia está escrita en hebreo y griego¿Qué ejemplar recomendaría para leer basado en textos originales?

He oído hablar en el blog digital de la biblia de los setenta (septuaginta) o biblia en griego.y que en función de la traducción de los textos en hebreo o en griego, los antiguos judíos y cristianos interpretaron (repensaron) las escrituras de una manera o de otra. Ejemplo Jesús hijo de Dios o Jesús el hijo de Dios. (Sé por la lectura de su blog, conferencias en internet y libros que desde el punto de vista histórico en el Israel del siglo I eran considerados Hijos de Dios los profetas , el mesias y los sumo sacerdotes)


Respuesta:


He respondido ya muchas veces a esta cuestión y siempre he recomendado lo mismo: para el Antiguo Testamento creo que la mejor en traducción y notas es la de Cantera Iglesias. Y para el Nuevo Testamento cero que en conjunto, sobre todo por la notas, aunque sean estrictamente confesionales es la Biblia de Jerusalén.

La de Nácar Colunga es una buena traducción que tiene en cuenta la tradición interpretativa del Antiguo Testamento de judíos hispanos. Las notas son otra cosa. La traducción de los Setenta de la editorial Sígueme es muy buena traducción, con breves introducciones, pero tiene la pega de que apenas tiene notas.

La otra versión, de John Straubinger, la conozco de oídas, pero nunca la he manejado. Pero por lo que me citan de ella me da la impresión de que es a vece interpretativa, no una traducción. Y si así fuere (tendría que estudiarlo) no vale como traducción, sino como hermenéutica.

Pregunta:

¿Qué opina de esta interpretación del "secreto mesiánico" de Marcos que, según me han dicho, se enseña en las facultades de Teología (al menos en la UPSA = Universidad Pontificia de Salamanca )?

En el Evangelio de Marcos, cuando Jesús hace algún milagro, ordena que no lo cuenten a nadie, lo mismo que dice que no cuenten a nadie que es el Mesías. Por el contrario, cuando un grupo de mujeres van a la tumba vacía de Jesús, el joven de blanco que está en la tumba les dice que cuenten que ha resucitado.

Mirándolo en su conjunto, el autor quiere decir que lo verdaderamente importante y que hay que contar no son los milagros, sino la resurrección.


Respuesta:


Mi respuesta es el asombro. Es una interpretación puramente apologética, muy parecida a los trucos de un prestidigitador. Tiene ingenio, pero es inconsistente con todos los datos del Evangelio.


Saludos cordiales
Domingo, 5 de Octubre 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

Queridos amigos:

Algunas preguntas y respuestas:

Pregunta:

Jesús habló que benditos los pobres de espíritu, que para un rico sería muy difícil de entrar en el reino de los cielos, mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen..., expulsó a los mercaderes del templo. La teología de liberación lo conceptualiza como un "Cristo Liberador". Antonio Escohotado, en su libro "Los enemigos del comercio", aborda el fenómeno de aquella secta judía que alteró la quietud ideológica del poderoso Imperio Romano levantando la bandera del “pobrismo”. No obstante, la interpretación del calvinismo de las escrituras fue muy diferente, lo que tuvo repercusión directa en los países de dominio protestante, a diferencia de latinoamerica por ejemplo. Me gustaría conocer su opinión al respecto o lecturas para ahondar en el tema.

Respuesta:

Lo que dice es cierto. Calvino interpretó, al estilo del Antiguo Testamento, a saber, que la bendición de Dios en esta vida, debido a una vida justa, se mostraba en la concesión divina de la riqueza acá abajo. Y mi opinión: le diría como los rabinos: “Setenta caras tiene la Biblia y cada uno encuentra en ella lo que busca” y “La Torá, la Biblia, es como una cueva de ladrones; en ella encuentra cada uno lo que quiere”.

Para leer más, busque en Google información sobre ediciones en español de la obra de Max Weber, que es el que reflexionó sobre el fenómeno que Usted describe.


Pregunta:

¿Nació Jesús en un pesebre o en una gruta?

Respuesta:

Según el Evangelio de Lucas (2,6.16) en un pesebre porque no había sitio en la posada. El Evangelio de Mateo es oscuro, pero parece dar a entender que Jesús nació en Belén, en la casa de sus padres. Según el evangelista, los padres vivían allí, no en Nazaret. Tendrían por tanto una casa y Jesús habría nacido en ella.

La idea de la cueva o gruta procede de los evangelios apócrifos, en concreto del Protoevangelio de Santiago 18,1 (hacia el 150 d.C.), que parece inventárselo. El añadido del asno y el buey en el pesebre es un producto legendario resultado de la exégesis de Isaías 1,3: “Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne.»”, aplicada a Jesús.

Pregunta:

¿En la biblia aparece Jesús cura a un paralitico?. Lo que no entiendo porque en el evangelio de Mateo aparece Jesús bajando en una montaña y no dice el lugar de la cuidad, luego en Marcos aparece la cuidad Cafarnaún y por ultimo aparece que esta enseñando Jesús, no aparece en Cafarnaún, ese lugar.


Respuesta:

Porque los Evangelio son en el fondo literatura oral, popular, o si es escrita (por ejemplo, colecciones de parábolas o milagros) no traía especificaciones de tiempo y lugar. Esas concreciones las añaden los evangelistas a su aire. A veces se olvidan de precisar bien.

Pregunta:


Además de los versículos del Nuevo Testamento que usted mencionó en su blog, el 28 de septiembre, como ejemplos de soteriología calvinista en Jesús y en Pablo (predestinación y negación del libre albedrío), ¿hay en el Nuevo Testamento pasajes que por el contrario concuerden más con la idea de una oferta general de salvación, a todos, no sólo a unos elegidos, y con la posibilidad de que dependa del propio ser humano individual el hecho de aceptar o no dicha oferta de salvación? ¿Y cuáles serían los pasajes más claros de la postura no calvinista (en el caso de que los haya)? ¿Alguno del propio Jesús?


Respuesta:

En Pablo, la respuesta puramente teórica es: Todos, o mejor, potencialmente todos: 1 Cor 15,22: Como, pues, en Adán mueren todos, así también en Cristo serán vivificados; 2 Cor 5,19: la reconciliación con Dios del “mundo” es la reconciliación de toda la humanidad = Rom 11,15; Rom 5,18: Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también por la obra de justicia de uno solo se procura a todos los seres humanos la justificación que da la vida.

En Jesús:

En Jesús habría que hacer una lista larga de todos los pasajes en los que, se proclama que Dios es padre universal, de todos. Y otros en los que se exige una respuesta personal a la proclamación. Y hay que estudiar, lo que se sale del ámbito de una posiblle respuesta por este medio, todos los pasajes (búsquense en una concordancia del NT) en los que se habla de salvación (sotería en griego: unas 45 veces), salvífico (sotérios: unas cinco veces) y salvar (sózo, unas 100 veces). Le apunto a algunos pasajes en los que parece exigirse una respuesta personal: Jn 3,16; Jn 6, 35-37; Hch 2,38 y 3,19. Saludos

Saludos cordiales
Sábado, 4 de Octubre 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

Esta semana quiero iniciar una pequeña serie de postales sobre el tema que indica el título de la de hoy. La cuestión se ha suscitado en un curso, organizado por la Fundación Santa María de Albarracín (Teruel) y dirigido y coordinado por el catedrático de historia medieval de la Universidad de Zaragoza José Luis Corral, que llevaba como título genérico “La corrupción en la época medieval”. El Prof. Corral me encargó el tema de la corrupción en el cristianismo en el final de la Antigüedad y comienzos de la Edad Media, en concreto los siglos IV y V, más o menos el tiempo que media entre el Concilio de Nicea, del 325, y el de Calcedonia en el 451. Y allí, en la sede de la Fundación Santa María, impartí la conferencia a finales de septiembre, que ahora quiero compartir con los lectores.

Antes de comenzar quiero escribir unas palabras sobre la Fundación Santa María, entidad que se sostiene con donaciones privadas, que es gestionada en lo fundamental por solo dos personas, Antonio Jiménez y Stephanie Murciano. Y es que estoy verdaderamente impresionado de su tarea. Resulta que Albarracín es una villa amurallada de solo mil habitantes, pero con un patrimonio histórico y cultual impresionante, que uno no se imagina en una ciudad tan pequeña. La Fundación tiene como misión hacer patente la presencia de Albarracín en España y dar a conocer todas sus riquezas en ese ambiente peculiar que te hace pensar que estás paseando por calles y edificios de los siglos XVI o XVII.

Para cumplir su función desarrolla la Fundación una tarea múltiple. En primer lugar, promover y ayudar a la conservación de su patrimonio civil y religioso, con una buena cantidad de bienes artísticos, en especial su catedral; la restauración de bienes culturales en general, con tareas de taller y obras de reparación de monumentos y estructuras tanto seculares como religiosas; dar visibilidad a Albarracín con la organización de cursos y congresos, como el que yo asistí, para los que tiene un salón de actos capaz de de albergar a unas 140 personas. Total, que con el curso y los espacios culturales de visitas y una excursión por el entorno, salí de allí encantado –es la segunda vez que participo en uno de estos cursos-- y quiero agradecerles a los organizadores toda su tarea por medio de las palabras de este breve reconocimiento de su labor.

Y ahora a nuestro tema:

El movimiento iniciado por los seguidores de Jesús, tanto en su rama judeocristiana, como entre los paulinos, no estaba pensado para durar, porque tanto Jesús como Pablo de Tarso –como es archisabido-- estaban absolutamente convencidos de que el fin del mundo presente iba a ser inmediato y de que después habría de instaurarse el reino de Dios que iba a cambiarlo todo. En el momento en el que vivía Jesús, los destinados a proclamar la venida del Reino –y aceptaban ese llamado divino a través de Jesús—, debían mostrar a) un desprecio absoluto por los bienes materiales; b) una despreocupación casi absoluta por los vínculos familiares normales, que debían estar supeditados a la fundación de una nueva “familia de Dios”; y c) la sustitución del trabajo productivo en pro de una vida de proclamación de la inmediata venida del Reino.

Ese reino de Dios instauraría sobre el país de Israel el gobierno de la divinidad, y ello generaría grandes bienes espirituales, pues se habitaría en una tierra donde todos se inclinarían por observar la ley divina, pero también de grandes bienes materiales, una situación que podría definirse como una Jauja feliz en lo espiritual y lo material.

Pero ese ansiado fin de la perversa historia presente dominada por Satán, el antidiós, no llegó nunca. Y como organización humana, que cobija a numerosos miembros y tiene deseos de perdurar, el movimiento de seguidores de Jesús que sobrevivió a su muerte se convirtió en “iglesia”, que fue evolucionando con los siglos hasta la institución tal como la entendemos hoy: una institución de ámbito espiritual pero con voluntad inequívoca de poder.

Este cambio llevó necesariamente consigo una mutación necesaria en el seno del movimiento de seguidores de Jesús, mutación que en ambientes sobre todo protestantes ha sido designado como el tránsito desde una institución espiritual, personalizada, de trato directo con Dios a una institución que representa el polo opuesto, que se denomina despectivamente “protocatolicismo”. Entre los pietistas protestantes este fenómeno, que si no es estrictamente todavía una corrupción, si una degradación aparece en el seno mismo del Nuevo Testamento (que yo, al menos, considero que no representa todo el cristianismo primitivo y que no es como el corpus escrito fundacional del cristianismo en general, sino de un cristianismo concreto, el que resultó triunfante, la rama paulina.

Tal como he descrito en la obra “Guía para entender el Nuevo Testamento”, los rasgos principales de esta presumible “desviación” de los orígenes –y que luego explicarán otras desviaciones posteriores que sí podrán denominarse “corrupción”— son los dos fenómenos siguientes:

• Insistencia en una fe que es el “contenido de unas doctrinas específicas” recibidas por tradición (Jds 3) que sustituye a una fe vivida aún sin dogmas sino en perenne contacto con el espíritu de Cristo. La fe se transforma es un mero asentimiento a los dogmas de una ortodoxia rápidamente formada.

• Paso de una Iglesia de los carismas (1 Corintios) a otra organizada y burocratizada. Este último paso se percibe:

a) En la consolidación de los cargos eclesiásticos. Éstos son remunerados y adquieren fuerza cuando retrocede la influencia de maestros y profetas, que no cobraban y que eran guiados solo por el Espíritu.

b) En la formación del concepto de tradición, de costumbres y doctrinas, cuyo mantenimiento está a cargo de la actuación de los cargos eclesiásticos, precisamente por haberse formado esa tradición dentro de la idea de la sucesión apostólica controlada y garantizada. Es decir, Jesús instruyó a sus apóstoles, estos a sus sucesores, que fueron nombrados “inspectores” = obispos, y a su vez éstos a otros obispos, sucesores suyos.

c) En la tendencia hacia el legalismo. En las Epístolas Pastorales, 1 2 Timoteo y Tito, en 1 Jn, Jds y 2 Pe hay ya un intento expreso de delimitar la “ortodoxia y la herejía” dentro de la Iglesia: todos los argumentos teológicos y el uso de la Escritura se formulan al servicio de una ortodoxia bien delimitada. En concreto, nadie puede interpretar las Sagradas Escrituras por sí mismo, sino por el control de la Iglesia, es decir de los cargos eclesiásticos.
En líneas generales puede decirse que para diversos historiadores de la Iglesia del siglo II se inicia ya más en serio un proceso de corrupción de la entidad primitiva e idealizada que se considera “El verdadero seguimiento de Jesús”. Y señalan como signo:

1. Corrupción en la transmisión de las Escrituras, pues se sospecha que en el siglo II se dio un proceso de edición, es decir, de corrección y normalización de los escritos que los cristianos iban considerando sagrados y propios, no estrictamente judíos, y diferentes de lo que hasta el momento era la Biblia común (lo que hoy denominamos como Antiguo Testamento). Este proceso de revisión llevó en casos a que se produjera una “corrupción ortodoxa de la Escritura” B. D. Ehrmann), es decir a la enmienda de pasajes bíblicos que podían ser objeto de una interpretación no recta y no de acuerdo con la ortodoxia. Así, por ejemplo, la sustitución de pasajes en los que se habla de José como padre de Jesús.

2. Corrupción del pensamiento de Jesús. Olvido en la práctica de las máximas de Jesús sobre la pobreza absoluta de sus seguidores más conspicuos, como hemos expuesto más arriba; olvido de las estrictas normas sobre el divorcio; perversión del modo de entender Jesús la vida, etc. con la consiguiente acomodación al mundo presente, etc., y

3. Corrupción del genuino pensamiento de Pablo, estrictamente judío, por otro más concorde con la mayoría pagano-cristiana que entonces primaba en la Iglesia, que con el tiempo llevará a la fundación de una religión nueva, estrictamente separada del judaísmo, que fue la religión de Jesús y de Pablo.
Estos cambios tendrán enormes consecuencias.

Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
Viernes, 3 de Octubre 2014
Hoy escribe Fernando Bermejo

Como manifesté en su momento en varias postales de este blog, en lo relativo al Testimonium Flavianum –el pasaje que el historiador judío Flavio Josefo dedica a Jesús y los cristianos en Antigüedad Judías 18– comparto la visión más corriente hoy día, según la cual al pasaje subyace un texto auténtico de Josefo, pero que fue editado (manipulado) por algún escriba cristiano, con toda probabilidad entre finales del s. III y principios del s. IV. Sin embargo, discrepo radicalmente con la visión –hoy extendida– según la cual el texto original de Josefo habría sido “neutral”.

La importancia de revisar a fondo esta cuestión me llevó a escribir el año pasado un extenso artículo en inglés en el que básicamente hago dos cosas. Tras explicar brevemente por qué creo que la visión mayoritaria es correcta respecto a la autoría de Josefo y la existencia de interpolaciones cristianas, en primer lugar expongo los argumentos esgrimidos a favor de una interpretación “neutral” y muestro, punto por punto, su fragilidad: ninguno de esos argumentos se sostiene. En segundo lugar, considero los argumentos positivos, filológicos e históricos que permiten conjeturar que un texto original negativo o displicente hacia Jesús es, con mucho, la hipótesis más probable. De este modo, pars destruens y pars construens se completan mutuamente.

Por otra parte, la conveniencia de dar a conocer estas ideas en el ámbito hispanoamericano me llevó a escribir también un artículo en castellano. Dado que no se trataba de publicar el mismo artículo en traducción, opté por presentar las ideas básicas de modo sensiblemente diferente. Para ello elegí efectuar una crítica a una presentación relativamente reciente del Testimonium Flavianum, a saber, el artículo de John P. Meier en el Catholic Biblical Quarterly en 1990, reimpreso con solo variaciones mínimas como un capítulo del volumen I de A Marginal Jew (Un judío marginal) al año siguiente.

El interés de la crítica enviada a Estudios Bíblicos radica en que en este trabajo se examina de modo muy detallado el razonamiento de un estudioso considerado uno de los más competentes –para algunos, el más competente– en el ámbito católico sobre la figura de Jesús, y se muestran los problemas interpretativos y argumentativos que presenta su trabajo. Este artículo corrobora lo que algunos autores –incluyendo a quien esto firma– hemos argumentado sobre A Marginal Jew (así como sobre otras muchas obras sobre Jesús de estudiosos confesionales): que, a pesar de su indudable erudición y de la honradez académica de su autor, en puntos clave de su reconstrucción de Jesús su razonamiento no es fiable, pues resulta implausible e incurre en diversas falacias, acabando por ser no una obra de historia, sino un híbrido de historia y teología.

Más concretamente, en este artículo se demuestra que John Meier –repito: con toda probabilidad de manera inconsciente– omite información relevante a sus lectores, minimiza la importancia de otra, e incurre también en la falacia del “hombre de paja”, consistente en mostrar las bondades de su propia posición atacando las versiones más débiles de la posición alternativa. Al final, Meier acaba contradiciéndose (aunque intenta que sus lectores no lo noten). Cuando uno detecta lo que hace Meier en este caso, puede empezar a temer con fundamento que lo haga también en otros ámbitos de su reconstrucción de Jesús (algo que, por lo demás, ha sido asimismo demostrado).

El caso de Meier es especialmente relevante, no solo por la fama de que goza, sino también porque su obra sirve de repositorio a muchos exegetas y teólogos (católicos, protestantes evangélicos o anglicanos) que se fían de sus juicios y los reproducen aprobadoramente en multitud de libros y artículos. Entre estos autores que se fían de Meier en el caso del texto de Josefo se hallan nombres tan celebrados como los de John D. Crossan, Gerd Theissen o James Dunn. Esto significa que el desmontaje de la obra de Meier implica que, como mínimo, cientos de otros capítulos de libros y artículos escritos por exegetas y teólogos sobre el Testimonium Flavianum no merecen precisamente mucho crédito.

Este verano, casi simultáneamente, se han publicado los dos artículos, cuya referencia doy a continuación:

1) “Was the Hypothetical Vorlage of the Testimonium Flavianum a “Neutral” Text? Challenging the Common Wisdom on Antiquitates Judaicae XVIII 63-64”, Journal for the Study of Judaism 45 (2014) 326-365.

2) “La naturaleza del texto original del Testimonium Flavianum. Una crítica de la propuesta de John P. Meier”, Estudios Bíblicos 72 (2014) 257-292.

Ambos trabajos se pueden consultar en bibliotecas universitarias, pero son también accesibles libre y gratuitamente en la página de academia.edu, cuyo enlace –para quien no lo conozca- ofrezco de nuevo a continuación:

https://uned.academia.edu/FernandoBermejoRubio

Por el momento escribiré en el blog, por término medio, un par de veces al mes.

Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Miércoles, 1 de Octubre 2014
Hoy escribe Antonio Piñero

Aun a riesgo de ser pesadito y para los que viváis en Madrid y alrededores, y os interese, os recuerdo que hoy, 30 de septiembre martes, habrá una mesa redonda sobre «La trata de niña y mujeres en las guerras de Oriente Próximo. Feminismo antigüo y actual", que va unida a la presentación del libro: "Jesús y las mujeres".

Intervendrán:

Antonio Piñero
María Victoria Caro
Nazanin Armanian
Lidia Falcón

Día: 30 de septiembre de 2014
Lugar: Ateneo de Madrid
Sala Nueva Estafeta
c/ Prado, 21
Madrid
Hora: 19:00 h

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Hoy una pregunta única, cuya respuesta es larga:
Pregunta:

Esta misiva es para solicitarle y presiento que será muy polémico, más información sobre Simon el Mago, a muchos nos interesa la realidad de los hechos pasados ya que somos curiosos intelectuales...

Respuesta:

Como base, no tenemos sobre este personaje más que un texto de los Hechos de los Apóstoles, que transcribo a continuación. Lo demás son todo comentarios. Verán que el tema no es fácil porque hay mucha especulación gnóstica:
9 Hacía tiempo que había en aquella ciudad de Samaria un hombre llamado Simón, que practicaba la magia y tenía fuera de sí a la gente de Samaria diciendo que era alguien importante. 10 Todos le prestaban atención desde el más pequeño al más grande, y decían: “Éste es el llamado Gran Poder de Dios”. 11 Y le prestaban atención porque durante largo tiempo los había tenido fuera de sí con sus artes mágicas. 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que predicaba la buena nueva sobre el reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban tanto hombres como mujeres. 13 El mismo Simón también creyó, y una vez que se bautizó, permanecía asiduamente con Felipe, y estaba fuera de sí al ver los signos y grandes milagros que sucedían.
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan, 15 quienes bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo. 16 Porque todavía no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 18 Cuando Simón vio que mediante la imposición de manos de los apóstoles se daba el Espíritu, les ofreció dinero 19 diciendo: “Dadme también a mí este poder, para que aquel a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo”. 20 Pero Pedro le dijo: “Que tu dinero quede contigo para tu perdición, porque has pensado que el don de Dios se adquiere con dinero. 21 Tú no tienes arte ni parte en este asunto, pues tu corazón no es recto a los ojos de Dios. 22 Arrepiéntete, pues, de esta maldad tuya y ora al Señor para que te perdone este pensamiento de tu corazón. 23 Pues veo que estás sumergido en amargura como la hiel y prisionero de la iniquidad. 24 Simón replicó diciendo: “Orad vosotros al Señor por mí para que no me suceda nada de lo que habéis dicho”. 25 Pero ellos, después de dar testimonio y de hablar la palabra del Señor, regresaban a Jerusalén y predicaban el Evangelio en muchas aldeas de los samaritanos.

Transcribo unos extractos de un seminario amplio sobre “La gnosis judía”, organizado por el Prof. Dr. D. José Montserrat y por mí mismo. La parte IV trató de Simón Mago. Los textos van numerados. Como se verá, el tema no es fácil.

La figura de Simón Mago es el primer exponente claro de una protognosis judía, pero su figura pertenece parte a la historia y parte a la leyenda o a las opiniones que de Simón se fueron formando sus seguidores. Las fuentes mismas (divididas en tres grupos: del siglo I; del II, y del III y IV) ayudan a discernir en las noticias sobre Simón y sus secuaces diversos estratos de información. Esta distinción nos ayudará a formarnos una idea más precisa del Simón histórico y del simonianismo, o sistema gnóstico que se formó en torno a su figura.
A) El primer estrato de información, del siglo I, corresponde a los Hechos de los apóstoles (en torno al 90 d.C.): en Hch 8, 9-24 se describe a Simón como un mago samaritano. Texto 1:

Hch 8,9-13: “Había en la ciudad un hombre llamado Simón, que desde tiempo atrás ejercía la magia y traía maravillada a la gente de Samaría. Decía que él era un gran personaje. Todos le hacían caso, grandes y pequeños, pues decían: Éste el la potencia de Dios llamada grande. Le hacían caso porque durante baste tiempo les había estado embaucando con sus artes mágicas. Pero cuando creyeron a Felipe que les evangelizaba acerca del reino de Dios y del nombre de Jesucristo, se bautizaron hombres y mujeres. El mismo Simón creyó y una vez bautizado no cesaba de acompañar a Felipe y cuando veía señales y grandes prodigios que sucedían se maravillaban. Viendo Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se otorgaba el Espíritu Santo, les ofreció dinero diciendo: Dadme a mí también ese poder, de modo que aquél al que imponga yo las manos reciba el Espíritu Santo. pedro le contestó: Que tu dinero vaya contigo a la perdición porque intentaste comprar con dinero el don de Dios, tú no tienes arte ni parte en este asunto, ya que tu corazón no es recto a los ojos de Dios. Arrepiéntete, pues, de tu maldad y ruega al Señor a ver si se aparta de ti esa idea de tu corazón, puesto que te veo destinado a la hiel amarga y a las cadenas de los inicuos. Simón respondió Rogad al Señor por mí a fin de que no me suceda nada de lo que habéis dicho”.

Comentario de J. Montserrat (en diversos lugares de su obra fundamental, Los gnósticos I y II, Gredos, Madrid, 1983).

“Esta perícopa es redaccional, muestra el triunfo del cristianismo sobre otros grupos judíos religiosos rivales. Lucas reajusta la figura de Simón y la coloca debajo de la de Jesús y los cristianos, como ya se hizo con Juan Bautista y sus seguidores. Núcleo histórico: que Simón fue un taumaturgo; que desarrolló su actividad en Samaría a la vez que los primeros misioneros cristianos, que la gente le creyera enviado de Dios o encarnación de Dios (“Fuerza de Dios”).
Como Celso y otras fuentes (Orígenes; Eusebio) creen que los simonianos era cristianos, es posible que el bautismo de Simón no sea un rasgo apologético de la redacción de Lucas”.

B) Segundo estrato: Justino Mártir (hacia el 150 d.C.) ofrece nuevos datos sobre Simón, quizás de una fuente independiente de Lucas (Textos: 1 Ap. 26. 56; Dial. 120) y representa un segundo estrato. Justino escribió una breve obra (Sýntagma = Compositio) sobre Simón, hoy perdida, pero que probablemente utilizó Ireneo de Lyon. Textos 12, 13 y 14:

2 Segundo estrato: Justino Mártir (1 Ap. 26, 1-3):

“Después de la ascensión de Cristo al cielo los demonios suscitaron a ciertos hombres que se proclamaban dioses, los cuales no sólo no fueron perseguidos por vosotros, sino que los hallasteis dignos de recibir honores. Por ejemplo, un tal Simón samaritano, originario de una aldea llamada Gitón, que en tiempos del César Claudio realizó prodigios mágicos por arte de los demonios que lo movían, fue tenido por Dios en vuestra ciudad imperial de Roma y honrado entre vosotros con una estatua como un Dios. Esta imagen se levantó en el río Tíber entre dos puentes y lleva la siguiente inscripción en lengua latina: Simoni Deo Sancto, es decir, A Simón Dios Santo. Casi todos los samaritanos y unos pocos hombres en las demás naciones lo adoran y lo consideran como el primer Dios. Una cierta Helena, que lo acompañaba en sus vagabundeos en aquel tiempo, y que antes había vivido en un prostíbulo, es considerada el primer pensamiento producido por él”.

3 Justino, 1 Ap. 56: “Simón en tiempos de Claudio César es honrado con una estatua en Roma y tenido por Dios”.

4 Justino, Diálogo con Trifón, 120, 6: “He comunicado por escrito al Emperador que los samaritanos están engañados siguiendo al mago Simón, de su propio pueblo, que afirman ellos ser Dios por encima de todo principio (arkhé), potestad (exousía) y potencia (dýnamis)”.

¿Qué añade o precisa Justino mártir? Que Simón nació en Gitón, Samaría, cerca de Flavia Neápolis (patria de Justino); confirma la acusación de magia; precisa que sus seguidores le tuvieron por Dios, lo divinizaron. Le llamaban el “Dios primero”. Justino añade también que los samaritanos adoran también a una cierta Helena, que acompañó a Simón en sus peregrinaciones, rescatada por Simón de un prostíbulo, y que a esta Helena le llamaban “Primer pensamiento” (Énnoia), nacida de Simón.
Comentario de José Montserrat (Los Gnósticos…):

“Justino prueba esta afirmación apelando a una supuesta estatua erigida en Roma a Simón (Simoni Deo Sancto , estatua en Roma, pro en realidad Semo [Deo] Sanco: una deidad sabina = sincretizado con Zeus).
Puede ser histórico que a la muerte de Simón sus secuaces le dieran culto como Dios (Gran Potencia). Es imposible saber con certeza si ese título se lo dio Simón a sí mismo o se lo atribuyeron sus seguidores.
De manera incidental es interesante observar que ya a finales del siglo I no sólo fue divinizado Jesús, sino también algún que otro personaje, en concreto Simón. Esto es importante a la hora de hacer una historia de la evolución teológica del cristianismo primitivo.
Respecto a Helena lo más probable es que fuera divinizada no en vida, sino tras la muerte de Simón, y que los simonianos la llamaran “Primer pensamiento”. Esto supone ya un sistema gnóstico bastante desarrollado”.

C) El tercer estrato corresponde a las noticias sobre Simón de Ireneo de Lyon e Hipólito de Roma. Texto 15.

5 Tercer estrato: Ireneo de Lyon.

Ireneo, Adv. Haer., I 23, 1ss: “Simón ha sido glorificado por muchos como Dios. Si bien había aparecido como Hijo entre los judíos; había descendido a Samaría como Padre y había venido a las demás naciones como Espíritu Santo, afirmaba que él era la Potencia altísima, es decir, el Padre que está sobre todas las cosas, aunque toleraba ser invocado por los hombres bajo variadas denominaciones. He aquí la doctrina de la secta de Simón samaritano, del que procedieron todas las herejías. Simón rescató a una prostituta llamada Helena en Tiro de Fenicia, y la llevaba consigo diciendo que era el Primer pensamiento (Énnoia) de su mente, madre del universo, por medio de la cual al principio había pensado hacer a los ángeles y arcángeles. Este Pensamiento, surgiendo de él y sabiendo lo que quería su Padre, descendió a las cosas de abajo y engendró ángeles y potestades, por los cuales fue creado este mundo. Una vez engendrados, retuvieron a Énnoia por envidia, ya que no querían que se les tuviera por progenie de algún otro. Efectivamente, desconocían en absoluto la existencia de Simón, quedando la Énnoia retenida por las potestades y los ángeles que había emitido, quienes le hicieron sufrir toda clase de vejámenes para que no se remontase hacia su Padre; hasta tal punto que la encerraron en un cuerpo humano y estuvo siglos enteros transmigrando de un cuerpo de mujer a otro, como en un continuo trasvase. De este modo se encontraba en aquella Helena que fue la causa de la guerra de Troya… Transmigrando de cuerpo en cuerpo, sufriendo siempre vejación por esta causa, vino a parar de prostituta en un burdel…, y ésta es la oveja perdida. Por esto vino Simón, con el fin de recogerla la primera y librarla de sus cadenas, y con el fin también de otorgar la salvación a los hombres por medio de la conciencia de sí mismos. Dado que los ángeles gobernaban mal el mundo, ya que cada uno deseaba para sí el primer lugar, vino para enderezar este estado de cosas, y descendió trasmudado de aspecto y hecho semejante a los principados y a las potestades y a los ángeles, hasta aparecer como hombre entre los hombres, aun sin ser él mismo hombre. Y se creyó que había sufrido pasión en Judea, cuando de hecho no la sufrió. Los profetas pronunciaron sus profecías inspira¬dos por los ángeles creadores del mundo; por esto los que han puesto su esperanza en él y en su Helena no se preocupan ya más de los profetas y, a fuer de libres, hacen lo que quieren. Los hombres se salvan por la gracia de Simón, no por mérito de sus buenas obras, ya que no se dan acciones justas por naturaleza, sino sólo por convención. Así lo establecieron los ángeles que hicieron el mundo, que esclavizaron a los hombres por medio de aquellos preceptos. Por lo cual, Simón prometió que el mundo seria destruido y que los suyos serían liberados del dominio de los que lo crearon.
En consecuencia, los sacerdotes de sus misterios vi ven en la lujuria, practicando las artes mágicas cada uno como puede. Utilizan exorcismos y encantamien tos; se entregan a filtros amorosos y excitantes, a los espíritus demoníacos e inductores de sueños, y a toda clase de artes mágicas. Poseen una estatua de Simón que reproduce la figura de Júpiter, y otra de Helena en figura de Minerva, y las adoran 216. Se les llama simonianos, del nombre de Simón, iniciador de su impiísima doctrina; en ellos tuvo inicio el falso conocimiento, según se deduce de sus mismas afirmaciones”.

Comentario de José Montserrat (Los Gnósticos…)

“Sus fuentes son heresiólogos romanos desconocidos (deducido a partir de la historia de Simón en AcPe) y el Syntagma de Justino sobre Simón. Ireneo presenta ya sobre Simón un esquema teológico desarrollado que pertenece sin duda más a los simonianos que a Simón y que se incardina bien en la teología del siglo II.
La fórmula trinitaria debe entenderse como en el cristianismo (fórmula bautismal de fines del siglo I = Mt 28,19 = no había conciencia clara de la Trinidad = no hay aún diversidad de personas, sino sólo diferentes modos de presencia).
Potencia altísima: En el contexto de una angelología considerablemente desarrollada, Simón en la exposición de Ireneo se reserva la denominación de dýnamis. En otros documentos cristiano judaicos las dynámeis aparecen junto a otras designaciones angélicas (cf., 1 Cor 15, 24; Ef 1, 21; 1 Pe 3, 22; Ignacio de Antioquía, Ef 13, l), pero en la recensión ireneana se distingue entre los principados, las potestades y los ángeles, de una parte y la dýnamis de otra: Simón es la dýnamis suprema.
Helena: La prostituta Helena de Tiro ha ofrecido material inagotable a los eruditos. Lo más esencial es que los doctrinarios quieren indicar que la Sabiduría divina (Helena) cayó en el mundo inferior (el lupanar) y fue rescatada por el Salvador. Se han aducido suficientes paralelos en la historia de las religiones próximas: W. Bousset aduce que, según Epifanio, la diosa Isis había ejercido la prostitución en Tiro (Hauptprobleme der Gnosis. Gotinga, 1907, pág. 81). A esto agrega GRANT que Isis fue sincretísticamente identificada con Astarté, la principal diosa de Tiro, y con Atenea, asimilada a Helena por los simonianos (Gnosticism..., págs. 81 y 83). El mismo Grant aduce una antigua leyenda sumeria referente a la diosa Inanna, trasvasada después a la diosa acadia Isthar; según estas leyendas, la diosa cayó al mundo de las tinieblas y fue rescatada por un divinidad masculina (ibíd., págs. 81 y ss.). La diosa Helena recibió culto en Samaria.
Señalemos que en el episodio de la prostituta puede hallarse una alusión al matrimonio de Oseas con una meretriz (Oseas 3, l).
Angeloi y exousíai: (cf. Hipólito, Ref. VI 19, 3), seres demiúrgicos. La virtualidad creadora de los ángeles es un trazo típicamente gnóstico y aparece por primera vez en Simón. El judaísmo tardío había desarrollado una meticulosa angelología, parcialmente heredada por el cristianismo, pero nunca atribuyó la creación del mundo a los ángeles. Para los simonianos, Yahwé debla de ser uno o el principal de estos ángeles demiurgos; esto sólo basta para evidenciar su distanciamiento de la ortodoxia judaica.
Envidia: La envidia aproxima los ángeles simonianos a los diablos. Efectivamente, la envidia era pecado diabólico por excelencia, y, por esto, Ptolomeo dice que los diablos proceden de la tristeza de Sophia Achamot, siendo la envidia una especie de la tristeza (Adv. Haer. I 5, 4).
Trasmigración: La doctrina se remonta a los órficos, de los que pasaría a Pitágoras. Además de los simonianos, profesan la trasmigración otros gnósticos como Carpócrates (I 25, 4); Basílides, según los Excerpta ex Theod. 28, etc.
Estesícoro, lírico griego que floreció hacia la segunda mitad del siglo vi a. C., había denigrado a Helena calificándola de «mujer de dos o tres maridos, esposa infiel» (Fr. 17, DIM). A causa de este agravio, narra Platón, fue privado de la vista (Fedro 243a). Entonces escribió la Palinodia, donde declara que Helena no fue la causa de la guerra de Troya: «No subiste a las naves de perfectos puentes, ni llegaste a la fortaleza de Troya» (Fr. 192). Gracias a esta retractación recobró la vista. Los simonianos presumen aquí de finos homeristas, pero no parecen conocer las Palinodias.
Oveja perdida: Mt 18, 12. Observación probablemente de Ireneo o de su fuente.
Primer lugar: La doctrina de los ángeles de las naciones aparece por primera vez en la apocalíptica judaica (Dn 10, 13; 1 Henoc 89, 51; II Henoc 10, 14) y fue aceptada por los eclesiásticos (Adv. Haer. III 12, 9; Clemente de Alejandría, Strom. VI 17, 159). Entre los gnósticos el tema se halla, además, en Basílides (I 24, 4), en los «ofitas» (1 30, 5) y en Justino (Ref. V 26, 11 14), siempre bajo un punto de vista negativo.
Descendió: El tema del descenso incógnito del Salvador es judeocristiano. En la Ascensión de Isaías leemos: «Ha sido escondido a todos los cielos y a todos los principados y a todos los dioses del mundo» (11, 16; cf. 10, 7 ss.). Cf. 1 Cor 2, 8; Ef 3, 10 12; Ignacio de Antioquía, Ef 19, 1; Epistola Apostol. 24.
Aun sin ser él mismo hombre: La expresión no tiene por qué ser entendida en sentido doceta estricto (que supone la negación de la humanidad de Cristo), sino en la línea del docetismo mitigado propio de los gnósticos (negación de materia crasa en el Salvador). Puede interpretarse que los simonianos no negaban la verdadera humanidad del Salvador (sea Jesús o Simón), sino que subrayaban su divinidad. La teología cristiana tardó siglos en aclararse sobre este punto.
No por mérito de buenas obras: La doctrina de la salvación por la fe y no por las obras es también paulina, cf. Ef 2, 8 9.”

En síntesis: según Ireneo, Simón es el causante de todas las herejías = el primer gnóstico; que Simón era el Dios supremo y que su Énnoia (femenino) era Helena, que ésta (parecida a la Sofía valentiniana) había producido la creación, pero que cayó en poder de los ángeles (malos = la materia) y acabó por la presión de éstos como una mujer hundida en esa materia, una prostituta; esta Helena en una de sus múltiples reencarnaciones fue Helena de Troya, causante de la guerra que describió Homero. Finalmente fue liberada por Simón (= parecida al alma, que cae en las redes de la materia y la gnosis/redentor la salvan = AcTh); que Simón descendió como redentor y engañó a las potencias celestes malvadas en su muerte aparente en la cruz; que practicaba la magia y que los simonianos eran unos libertinos.
B) Hipólito habla de Simón en Ref. VI 9-18. El heresiólogo reproduce –por una parte— una sección de escrito atribuido a Simón Mago, la Apóphasis Megále, y por otra, noticias tomadas de Ireneo y de una obrilla propia suya sobre el mismo Simón, con noticias que ya sabemos.
La doctrina que Hipólito atribuye a Simón en su primera parte es ya un sistema gnóstico completo –que no podemos resumir aquí— y que toma por principio una exégesis alegórica del Pentateuco: el principio de todo es una Potencia Infinita que se puede asimilar al fuego. Este fuego no es simple, y de él proceden todos los seres, tanto los invisibles (las potencias celestiales [Intelecto, Voz, Nombre, etc.] como los visibles (el cielo y la tierra) y luego el hombre..., etc. Luego se afirma que Simón se declara a sí mismo Dios…, se describe la creación del hombre…
Como muestra de este sistema veamos el texto del fragmento 10 referido a las potencias primordiales. Texto 16:

6 B) Hipólito de Roma, Refutación VI 18 (Fragmento 10):

“En la Apóphasis, Simón discu¬rre largo y tendido acerca de estas materias, diciendo literalmente: «Os digo lo que digo y os escribo lo que escribo, y aquí está lo que he escrito. En el conjunto de los eones hay dos brotes que no tienen ni principio ni fin, procedentes de una sola raíz, que es potencia, silencio, invisible, incomprensible. De ellos, uno aparece viniendo de lo alto, y es la gran Potencia, Intelecto del todo, que lo gobierna todo, y es masculino; el otro aparece desde abajo, y es la gran Intelección, femenina, que engendra todas las cosas. En consecuencia, contraponiéndose el uno al otro, se unen en cópula, y hacen aparecer el espacio intermedio, el aire incomprensible que no tiene principio ni fin. En este espacio se halla el Padre que lleva sobre si y nutre todas las cosas que tienen principio y fin. Éste es el que permanece, permaneció y permanecerá firme, y es potencia andrógina en conformidad con la potencia infinita preexistente, la cual no tiene principio ni fin y mora en la unicidad, puesto que a partir de ella salió en unicidad la intelección y resultaron dos”.

Comentario de J. Montserrat (Los Gnósticos…):

“En la Apóphasis, Simón discu¬rre largo y tendido acerca de estas materias, diciendo literalmente: «Os digo lo que digo y os escribo lo que escribo, y aquí está lo que he escrito. En el conjunto de los eones hay dos brotes que no tienen ni principio ni fin, procedentes de una sola raíz, que es potencia, silencio, invisible, incomprensible. De ellos, uno aparece viniendo de lo alto, y es la gran Potencia, Intelecto del todo, que lo gobierna todo, y es masculino; el otro aparece desde abajo, y es la gran Intelección, femenina, que engendra todas las cosas. En consecuencia, contraponiéndose el uno al otro, se unen en cópula, y hacen aparecer el espacio intermedio, el aire incomprensible que no tiene principio ni fin. En este espacio se halla el Padre que lleva sobre si y nutre todas las cosas que tienen principio y fin. Éste es el que permanece, permaneció y permanecerá firme, y es potencia andrógina en conformidad con la potencia infinita preexistente, la cual no tiene principio ni fin y mora en la unicidad, puesto que a partir de ella salió en unicidad la intelección y resultaron dos”.
Esta «sola raíz» es el Sumo Trascendente, ingénito, raramente aludido en los fragmentos conservados de la Apóphasis.
Se unen en cópula: Si bien la intención del pasaje señala la teología, las imágenes no pueden dejar de evocar el mito de la unión del y la tierra. «Lo alto» y «de abajo» no de¬ben entenderse anacrónicamente en sentido cósmico. Son expresiones que indican, en primer lugar, el carácter respectiva¬mente activo y pasivo de los dos eones, y, en segundo lugar, su procedencia independiente del Sumo Trascendente. Es importante observar cómo aquí, al igual que entre los valentinianos, el objeto del acto del Intelecto viene dado por el Primer principio. El Nous no comprende cualquier contenido de Dios, la parte que éste ha querido circunscribir: su economía de comunicación.
Intelección: En el desarrollo subsiguiente, Intelecto e Intelección no son asumidos ya como principios activo y pasivo, sino como Potencia Intelecto y acto Intelección , En este sentido, la Potencia es «Padre» del acto, pero, una vez actuada, la Intelección guarda en su seno a la potencia. El texto es bastante confuso debido al entrecruzamiento de las dos correlaciones (actividad-pasividad; potencia-acto)”.

D) Un cuarto estrato son otros testimonio más tardíos, de los siglos III y IV de Eusebio, Epifanio y Teodoreto, que no deben ser tenidos en cuenta como fuentes primarias, pues dependen de Hechos de los apóstoles, Justino e Ireneo. Eusebio contiene, sin embargo, un detalle interesante (en H.E. II 13, 7) a saber que los simonianos llamaban a Simón “el que está de pie” (griego: ), referido a la pretensión de Simón (crucificado) de que habría de resucitar (“estar de pie). Es posible que este detalle sea verdadero y que Simón de algún modo se creyera una suerte de redentor/mesías cuya suerte había de contener la resurrección después de su muerte.
En la última fuente que vamos a comentar sobre Simón, los AcPe y PsClem se habla de Simón que se presenta en Roma como la Gran fuerza, un antimesías, el que “está de pie” y que es derrotado por Pedro, el representante del verdadero mesías y verdadero Dios.
Como hemos dicho, de estos cuatro estratos la investigación separa lo que pudo ser el Simón histórico y el desarrollo del simonianismo con su mito gnóstico, obra de sus discípulos. Por lo general se cree que a partir de la noticia de Ireneo (segundo estrato) lo que se describe son más las creencias y prácticas simonianas que al Simón histórico. Segundo: se suele sostener que el mito sencillo de Simón = Dios + Ennoia /Sofía / Helena es anterior cronológicamente el mito de Sofía en los valentinianos y barbelognósticos (Int. General. 52). Se ha argumentado que en el simonianismo la divinidad que cae es Énnoia, la suprema divinidad femenina, mientras que en los setianos (ApJn, Zos, PensTr, All) posteriores es el “quinto estrato”, Sabiduría, un eón inferior, la que cae y produce el mundo (Barbeló es el segundo estrato). Esta simplicidad es indicio de antigüedad, aunque pertenezca a los simonianos y no al simón histórico. Es decir, que muerto Simón se construyó el mito de Énnoia / Helena. El fundamento de esta afirmación es que Justino en su Apología no pone claramente en relación este mito simoniano con Simón, sino que dice que eran los discípulos de éste los que llaman a Helena el “Primer pensamiento de la Gran Potencia”. El mito gnóstico de Simón (Fuerza + Énnoia) tal como lo conocemos haya sido perfilado por sus seguidores.
Creo que esta interpretación es verdadera porque encaja mejor con lo que sabemos del tremendo desarrollo de la gnosis desde el siglo I al II. Pero personalmente dudo también si no hay en esta distinción ciertos intereses apologéticos, por no poner un sistema gnóstico tan a principios del siglo I, lo cual hace que el cristianismo se pueda concebir como más expuesto en su mismo comienzo a ser influido por la gnosis que lo que se desearía) modernos investigadores piensan que este sistema es propiamente de los simonianos y no del Simón histórico.

Saludos cordiales
Martes, 30 de Septiembre 2014
Literatura Pseudo Clementina. Las Homilías griegas.
Hoy escribe Gonzalo Del Cerro

Homilía VIII

Consecuencias de la caída de los ángeles

Pedro estaba hablando del caso de los ángeles, de su metamorfosis y sus amplias consecuencias, concretadas en su caída. Su naturaleza había sufrido una profunda transformación. Según el texto bíblico, los ángeles habían caído en la tentación de la humana concupiscencia, lo que provocó el nacimiento de la raza de los gigantes. El autor se detiene en la descripción de la aparición de unos nuevos seres, producto de la unión de los ángeles con las mujeres. Dos naturalezas distintas y muy distantes habían dado vida a unos seres monstruosos.

Nacimiento de los gigantes

“De aquella unión ilegítima nacieron hombres bastardos, mucho mayores que los hombres en estatura, a quienes los posteriores llamaron gigantes” (Hom VIII 15,1). Eran distintos de los gigantes cantados en los mitos de los griegos. Éstos tenían carácter de fieras y eran mayores que los hombres en tamaño, ya que habían nacido de ángeles, pero menores que los ángeles, puesto que habían nacido de mujeres. El cuadro trazado por Pedro es estremecedor. La mezcla de naturalezas había producido seres monstruosos que no tenían espacio ni contexto en un mundo creado para los hombres con sus tendencias y dimensiones.

Se habían convertido en un estado salvaje. Dios salió al paso de su situación con la intención de remediar de algún modo su nueva existencia. Sabedor de que su naturaleza original tenía exigencias particulares, les proporcionó el maná como alimento bajado del cielo. Pero fue inútil. Hechos hombres con sus apetencias y limitaciones, Por su nueva naturaleza espuria, no se avenían a alimentarse con alimentos puros, sino que apetecían el gusto de la carne y la sangre.

Canibalismo en la humanidad

La conducta de los ángeles fue un ejemplo para los hombres, que a imitación de los gigantes se hicieron caníbales. Tanto más cuanto que por entonces empezaron a escasear animales, por lo que no tuvieron más remedio que recurrir a alimentarse de carne humana. No era, dice Pedro, una forma natural, sino un recurso buscado por la imitación de los gigantes y la escasez extrema de alimentos. Y como entonces escasearon los brutos animales, “los hombres bastardos comieron también carnes humanas”.

La vida en la tierra se convirtió en irrespirable y peligrosa por diversos motivos. El abundante derramamiento de sangre, el aire puro, corrupto por la impura respiración y contaminando a los que lo respiraban, los ponía enfermos hasta el punto de que los hombres morían por lo demás prematuramente. La tierra quedó muy contaminada a consecuencia de todas estas circunstancias. Aparecieron entonces animales venenosos y perniciosos, que animados por demonios ponían en peligro la existencia de la raza humana en un mundo corrupto.

La corrupción universal fue la causa del Diluvio

Fue el motivo que movió a Dios para buscar una solución drástica, que representara algo así como una nueva creación libre del ambiente creado por el influjo de los ángeles transformados. La solución anularía la posibilidad de que se implantara en el mundo la impiedad como estado natural. A grandes males, grandes remedios. La corrupción universal exigía una purificación de carácter planetario. La solución hallada por Dios en su infinita sabiduría e inmenso poder no fue otra que el Diluvio.

Salvación de Noé y sus hijos en el arca

El autor se siente obligado a exponer al remedio ideado por el Altísimo para salvar a la humanidad, que caminaba rauda y veloz hacia el abismo. Por esta razón, dice, después de avisar a un solo hombre justo con sus tres hijos y sus correspondientes mujeres junto con sus hijos para que se salvaran en un arca, envió agua en forma de diluvio. Así destruidos todos, el mundo purificado sería entregado puro al que se había salvado en el arca como principio de una nueva vida (Hom VIII).

Saludos cordiales. Gonzalo Del Cerro



Domingo, 28 de Septiembre 2014


Hoy escribe Antonio Piñero

He aquí algunas preguntas y respuestas:


Pregunta:


Jesus aconseja comprar espadas y según el Evangelio de Juan, Pedro llevaba una.
¿Estaba permitidos llevar espada o estaban prohibidas por las autoridades?
Respuesta:


Pregunta:
En uno de los últimos podcast que he escuchado de Vd., lanzó al aire una interesante pregunta que acabó sin ser respondida por desviarse la entrevista a otros derroteros, a saber¿Por qué los discípulos no fueron también ejecutados junto a su maestro?. Los imagino participando de la algarada de la expulsión de mercaderes del templo y por ello igual de punibles que Jesus. Por otra parte si estaban con El en el monte de los olivos parece plausible apresar al grupo o parte de él dado que hay que suponer a los guardias en superioridad numérica, aunque también es cierto que dice “Marcos 14-50 “Y todos lo abandonaron y huyeron.” (fueron los dos bandidos en realidad discípulos?). Aun en el caso de salir huyendo con éxito imagino a los sacerdotes con muy buena memoria como para castigarlos aunque fuese de forma diferida.
Tampoco acierto a comprender lo del joven desnudo (51 Lo iba siguiendo un muchacho envuelto solo en una sábana; y le echaron mano, 52 pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo. ) que debió ser tan chocante que quedó en la memoria del relator de la tradición. En una tertulia en la que Vd. participaba se apuntó que probablemente era un rito iniciático pero tampoco se profundizó en el tema, y solo se descartó que fuese una actividad homosexual.


Respuesta:

El movimiento de Jesús, aunque en sus últimos instantes fue armado, en parte al menos (Getsemaní), no provocó alarma en las autoridades, porque era mínimo. Los romanos siempre consideraron, a veces erróneamente, que bastaba con descabezar los movimientos semi peligrosos para que se extinguieran solos. Perseguir a más discípulos causaría alarma social e invadiría competencias de Herodes Antipas.

Respecto a ese vers., cuyo significado profundo se me escapa, y a muchos otros comentarists, vea el comentario de Joel Marcus al Evangelio de Marcos, Edit. Sígueme, y mi libro “Jesús y las mujeres” (Edit. Trotta, Madrid, 2014) el capítulo dedicado al posible (casi todo lo es) , pero no probable, en absoluto, al Jesús homosexual.
Pregunta:

En alguna ocasión leí u oí en algún programa de radio, que Usted indicaba algunas diferencias entre los 4 evangelios canónicos, en el aspecto de la divinidad de Jesús, pero no recuerdo bien como era, a saber:
En Marcos (el más antiguo) Jesús era una persona normal y es en el momento de el bautismo cuando se convierte en una especie de "dios", en Mateo y Lucas no lo tengo claro, y en Juan es Dios desde siempre....

si me pudiera aclarar este tema, como estudiante del grado en Ciencias Religiosas en Tarragona, se lo agradecería eternamente.



Respuesta:

Tanto Pablo (Rom 1,3s) como Pedro en su discurso de Pentecostés (Hechos 2,36) piensan que Jesús es divino sólo tras su resurrección; la divinidad confirmaba que su enviado era de verdad el Mesías, aunque hubiera fracaso en apariencia muriendo en la cruz, y lo disponía para que volviera al mundo, su segunda venida, para concluir su misión instaurando, esta vez con éxito, el reino de Dios.
Marcos adelanta la divinidad de Jesús al momento del bautismo: Mc1,9-11: adopción como Hijo divino en el bautismo; confirmación tras la resurrección.
Los evangelistas Mateo y Lucas a su vez corrigen a Marcos y adelantan el momento en el que Jesús es hijo de Dios: no en su adopción por el bautismo sino al de su concepción milagrosa por el Espíritu Santo.
El Evangelio de Juan adelanta aún más la divinidad de Jesús: éste es divino desde toda la eternidad, es el Logos, el Hijo de Dios eterno (Jn 1,1ss), que se encarna como hombre en Jesús.

Pregunta:
Yo soy protestante de corte calvinista. ¿ Cree usted que Jesús o Pablo en alguna manera estarían de acuerdo con el calvinismo, todo el tema de la predestinación, y la no existencia del libre albedrío?.

Respuesta:

Mi respuesta es sí.
Para Jesús basta con estudiar a fondo el sentido de las parábolas según el Jesús de Marcos 4,10-13. Para Pablo basta con estudiar atentamente los temas de la “elección”, y la “llamada”, para percibir un fuerte sesgo predeterminista. De Pablo, véase en Gál 4,28-31, historia de la elección de Jacob y del rechazo de Esaú, Pablo defiende implícitamente esa aparente arbitrariedad de Dios y la explicitación de Rom 9,6-13. Otros textos son Rom 11,1-6: los israelitas y paganos que se van a salvar son solo los elegidos; 2 Cor 2,14-16 apunta a una cierta predestinación de los que se salvan y de los que se pierden; En las famosas sentencias de Pablo acerca de la salvación final de Israel está también presente un cierto sentido de predestinación, Rom 11,25-35 En 1 Cor 1,18-25 el evangelio de la cruz es necedad para los que han de perecer; mas para los que han de salvarse, para nosotros, es fuerza de Dios. En el v. 18 las frases los que han de perecer; mas para los que han de salvarse son la traducción de un participio pasivo cuyo sujeto agente es Dios. Por tanto, Pablo cree firmemente que desde toda la eternidad Dios ha elegido a aquellos que han de salvarse, por su gracia y elección, y sabe perfectamente quienes se condenarán al no recibir, o al no aceptar, la llamada del evangelio. De nuevo: solo los llamados se salvarán (v. 24). 1 Cor 7,17-20 insiste en la idea de que la salvación es una llamada personal para judíos y gentiles; y en 2 Cor 4,3-6 Pablo parece indicar que la divinidad permite que el dios de este mundo (Satán) ciegue a los incrédulos, lo cual es una suerte de predestinación. Finalmente, Rom 8,30 utiliza sin empacho el vocablo “predestinar”. el esquema predeterminista, ya sea sobre el caso concreto del número de los que van a salvar, como sobre el tema específico del control férreo de la divinidad sobre la historia y los humanos es común en la Biblia y sobre todo en los escritos judíos de época helenística más cercanos a la mentalidad del Apóstol. Así Jud 9,6; 9,4. Tob 6,18; 14,4; Daniel-Susana (1,42.44 Teodoción); Eclo 23,20; 42,18-20. En Qumrán, como es bien conocido, no faltan tampoco ejemplos: 1QS 3,15; 4,25. 1QH IX (1) 7-8.



Pregunta:


Quería preguntarle, don Antonio, acerca de unos textos que mostró en esta conferencia https://www.youtube.com/watch?v=M9-r5hnLBM4, en la que en torno al minuto 56, expone ante el público un texto con el que trata de argumentar la tesis de que no todas las iglesias compartían la importancia de la "santa cena" como después hizo Pablo.

Me gustaría, por favor, si no le importa, que me diga dónde puedo encontrarlos o si me puede enviar las referencias de esos textos de los que habló, porque para los que no fuimos público en esa conferencia nos resulta muy difícil entender su posterior conclusión. Asimismo, si pudiera también añadir los textos a los que estuvo refiriéndose durante toda la conferencia, se lo agradecería mucho.

Por último, quisiera pedirle bibliografía acerca de la hipótesis que se baraja para situar la fecha en la que se celebró la hipotética "cena pascual" y la cuestión de situar en el tiempo el ajusticiamiento de Jesús.

Respuesta:

Los textos más antiguos acerca de la Eucaristía y su sentido son los siguientes


1. Pablo de Tarso escribe entre el 54-58 d.C. su primera Carta a los corintios. En 11, 23-2:

“23 Porque yo recibí del Señor lo que os transmití a vosotros: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, 24 dio gracias, lo par¬tió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vos¬otros; haced lo mismo en memoria mía». 25 Después de ce¬nar, hizo igual con la copa, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que bebáis, haced lo mismo en memoria mía». 26 Pues de hecho, cada vez que coméis de ese pan y bebéis de esa copa, proclamáis la muerte del Señor hasta que vuelva. Por consiguiente, el que come del pan o bebe de la copa del Señor indignamente tendrá que responder del cuerpo y de la sangre del Señor”. 27 Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. 28 Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. 29 Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo. 30 Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos.

A este texto hay que añadir 1 Cor 10, 16-21:

16 La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? 17 Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan […] 21 No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.

2. Mc 14, 22-26 (hacia el 71 d.C.):

22 Mientras estaban comiendo cogió un pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio, diciendo: ‘Tomad, esto es mi cuerpo’. 23 Y, tomando una copa, pronunció una acción de gra¬cias, se la pasó y todos bebieron de ella. 24 Y les dijo: ‘Esta es la sangre de mi alianza, que se derrama por muchos. 25 Os aseguro que ya no beberé más del producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba nuevo en el reino de Dios’. 26 Y después de cantar salieron para el Monte de los Olivos”.

3. Mateo (unos diez después de Marcos) 26,26-29:

26 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» 27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, 28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.»

4. El texto de Lc 22, 14-20 (unos quince años después de Marcos) Textos largo y breve. El breve aparece en el llamado Códice Beza, y en las antiguas versiones ítala y siríaca del Nuevo Testamento:

14 Cuando llegó la hora, se recostó Jesús a la mesa y los apóstoles con él. 15 Y les dijo: ‘¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta Pascua antes de mi pasión! Porque os digo que no la volveré a comer hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios. Y tomando una copa pronunció la acción de gracias y dijo: ‘Tomad, repartidla entre vosotros; porque os digo que desde ahora no beberé más del producto de la vid hasta que no llegue el reinado de Dios. Y tomando un pan pronunció una acción de gracias, lo partió y se lo dio a ellos diciendo: Esto es mi cuerpo”.

El texto largo –de la mayoría de los manuscritos-- añade los vv. 19b y 20:

“Que se entrega por vosotros; haced lo mismo en memoria mía. Después de cenar hizo igual con la copa diciendo: ‘Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre, que es derramada por vosotros’”.

5. Los Hechos de los apóstoles (del mismo autor que Lucas, pero posterior al evangelio, del que es la segunda parte: ¿compuesto hacia el 100-110?) mencionan la “fracción del pan” en diversos pasajes: 2,42.46; 20,7.11; 27,35.
2,46: “Diariamente acudían unánimemente al Templo, partían el pan en las casas y tomaban su alimento con alegría y sencillez de corazón”. El resto de los pasajes dice exactamente lo mismo, “partir el pan”, sin ninguna mención a lo que hoy entendemos por eucaristía con su referencia al cuerpo y sangre de Cristo.
2,42: “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión [reuniones en común], a la fracción del pan y a las oraciones”.
20,7.11: “El primer día de la semana [es decir, el domingo; los primeros cristianos iban el sábado a la sinagoga y el domingo celebraban sus reuniones particulares], estando nosotros reunidos para la fracción del pan…”; “Subió luego [Pablo]; partió el pan y comió; después platicó largo tiempo, hasta el amanecer. Entonces se marchó”.
27,35: “Diciendo esto, tomó [Pablo] pan, dio gracias a Dios en presencia de todos, lo partió y se puso a comer.”

6. La Didaché o “Doctrina de los Doce apóstoles” (compuesto hacia el 110)

“Respecto a la acción de gracias (= “eucaristía”), daréis gracias de la siguiente manera: primeramente sobre el cáliz: ‘Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David tu siervo, la que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo, a ti sea la gloria por los siglos’. Luego sobre el fragmento (de pan): ‘Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento que nos manifestaste por medio de Jesús tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos.
Como este pan estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu Reino. Porque tuya es la gloria y el poder por Jesucristo eternamente.
Que nadie coma ni beba de vuestra acción de gracias (“eucaristía”), sino los bautizados en el nombre del Señor, pues acerca de ello dijo el Señor: No deis lo santo a los perros. “Después de saciaros (de comer) daréis gracias así: ‘Te damos gracias, Padre Santo por tu santo nombre […] Tu, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por tu nombre, y diste a los hombres comida y bebida para su disfrute. Mas a nosotros nos hiciste gracia de comida y bebida espiritual y de vida eterna por tu siervo (Jesús) […]
Acuérdate, Señor, de tu iglesia para librarla de todo mal, y hacerla perfecta en tu amor, y reúnela de los cuatro vientos, santificada en tu Reino, que has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos”.

Para bibliografía, consulte el comentario al Evangelio de Juan de Raymond E. Brown y vea también, si le parece, mi libro, La verdadera historia de la Pasión, EDAF, Madrid, 2011.

Saludos cordiales


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NOTA

Mª Victoria Caro Bernal, del Ateneo de Madrid, me acaba de enviar la siguiente fotografía del acto del 30 de septiembre a las 19.00 c/ Prado 21. Madrid. Hay una importante modificación, y es que participa también Lidia Falcón!!

“Compartir” (21B) de  28 de septiembre 2014. Preguntas y respuestas.
Domingo, 28 de Septiembre 2014
La vida sobre una columna. Maravillosas vidas de antiguos santos (531)
Hoy escribe Antonio Piñero

José Simón Palmer --antiguo colega en mi Departamento de Filología griega de la Universidad Complutense de Madrid, doctor en Filología griega, catedrático de instituto de los de antes, de esos que saben mucho más griego antiguo (y moderno) que muchos catedráticos hodiernos de universidad-- ha publicado anteriormente diversos estudios sobre el monacato oriental y la hagiografía (o “vidas de santos”) bizantina. En mi opinión, y en el de otros estudiosos, que saben mucho más que yo de este tema, su libro de 1993, El monacato oriental en el Pratum Spirituale de Juan Mosco, es uno de los estudios indispensables a nivel mundial sobre la historia del monacato en la época de emperador Justiniano e inmediatamente después. Simón Palmer ha realizado además numerosas traducciones del ruso al español en la revista Erytheia, de la que fue secretario (¡arduo y meritorio trabajo) desde 1994 hasta 2006, gracias a los que ha introducido en nuestro país a notables estudiosos de la bizantinística rusa contemporánea, que de otro modo serían absolutamente desconocidos, inaccesibles.

Simón Palmer nos acaba de regala una pequeña joya bibliográfica: ¡Vidas de santos antiguos! Ahora que la mayoría de las gentes cree poco en santos, ni antiguos y modernos, que pone en duda los sistemas ultrarrápidos de canonización, que desconfía incluso de la vida íntima de algunos santos modernos, cuya beatificación y canonización han sido impulsadas por poderosas organizaciones católicas, estoy persuadido de que hay un nuevo mercado para estas obras entre otras gentes deseosas de evadirse de nuestra superficialidad y frivolidad imperantes. He aquí la ficha de este pequeño/gran libro: La vida sobre una columna. Vida de Simeón estilita, de Antonio. Vida de Daniel estilita, Anónimo. Introducción, Traducción y notas. Editorial Trotta, Madrid, 2014 Colección: Estructuras y Procesos. Religión. ISBN: 978-84-9879-529-5; 14 x 23 cms. 152 pp. Precio: 13,00 €.

Dice Simón Palmer en su “Introducción a la Vida de Simeón estilita” que un estilita era un anacoreta que vivía sobre una columna, de la que no se bajaba jamás. El fundador de esta espectacular forma de vida ascética fue este personaje sirio, Simeón (m. 459), que la practicó durante treinta y siete años en su país natal. Tuvo muchos imitadores en el Oriente cristiano durante los siglos siguientes. El primero de ellos fue el también sirio Daniel, que vivió sobre su columna cerca de Constantinopla entre 460 y 493, en una región donde el clima era mucho más duro y que a punto estuvo en un par de ocasiones de perder su vida por las terribles tormentas que hubo de soportar.

La vida, pues, de un estilita estaba sujeta a mortificaciones extremas: ataduras con cadenas de hierro, exposición ininterrumpida a las inclemencias del tiempo, vigilias interminables; permanencia constante de pie, durmiendo así o casi enrollado sobre sí mismo, etc. Ambos estilitas atrajeron en vida a muchedumbres de peregrinos procedentes de todo el mundo cristiano y, como se puede apreciar en sus Vidas, llegaron a tener gran influencia tanto sobre la gente corriente como sobre dignatarios y emperadores.

La Vida de Simeón Estilita (390-459), atribuida a su discípulo Antonio (que no debe confundirse con el santo egipcio, abad, fundador del monacato en ese país y que vivió entre el 251 y 356), es uno de los testimonios principales sobre las hazañas ascéticas y los milagros de este santo. Breve en extensión y simple en su concepción, gozó de gran popularidad desde muy pronto. Ya en el siglo VI fue traducida al latín. Se lee muy fácilmente.

La Vida de Daniel Estilita, debida también a un discípulo del santo, es el único documento que tenemos sobre Daniel. Más larga que la anterior y mejor escrita, aunque también de lectura fácil, está considerada como un valioso testimonio histórico no solo sobre su protagonista y su género de vida, sino también sobre la Constantinopla del siglo V y sus gentes. Daniel vivió en su columna desde los 51 a los 84 años, haciendo bueno el dicho actual de los médicos de que quien come y duerme poco, además de ejercitarse constantemente, intelectual y físicamente, vive más que los que tienen una existencia regalada.

Simón Palmer ofrece en este pequeño libro la primera traducción del griego al español de estas dos obras únicas, así como de un largo fragmento de la Historia eclesiástica, de Evagrio Escolástico (sigloVI), con anécdotas sobre Simeón Estilita.

Aunque conservan ciertas tradiciones de las biografías griegas de grandes hombres, las “Vidas de santos” constituían un género literario nuevo, que hacía el elogio de un comportamiento absolutamente inusual basado en el rechazo de los valores terrenales a cambio de asegurarse la futura y excelente recompensa en una vida futura. La hagiografía cristiana siguió el ejemplo del enkomion (“alabanza”  espíritual; “encomiástico”, por ejemplo), pero lo combinó con otros géneros como las actas de los mártires, los hechos apócrifos de los apóstoles, los apotegmas, o dichos célebres de los Padres, etc.
Muy interesantes me han parecido las introducciones a cada uno de los textos, que contienen la vida de los dos santos a grandes rasgos, un estudio sobre el autor (Antonio en el primer caso), donde el lector de hoy encuentra muchas sorpresas, como el cuestionamiento crítico de los estudiosos modernos de los datos que sobre sí mismo y sobre algunos detalles de la vida del santo que aporta el redactor de la Vida. Y también me parece muy interesante la comparación de esta vida con otras que se escribieron en la antigüedad sobre Simeón, como la famosa de Teodoreto de Ciro.

Y hay una tercera parte de la introducción que trata de temas también curiosos como: los seguidores de Simeón; qué relaciones tuvieron estos santos tan raros con la iglesia de su entorno, en nada propensa esta ascesis extrema; cómo eran las columnas (el libro reproduce los dibujos de estelas antiguas en donde aparecen estos pilares) sobre las que vivían, y cuáles eran las funciones sociales de las prácticas ascéticas de estos santos, que acababan convirtiéndose en directores espirituales de muchos fieles o mediadores entre los humildes y los poderosos, gracias al gran predicamento del que gozaban en el pueblo sencillo.

Y me parecen también interesantes, ya en plan más erudito, las páginas dedicadas a las ediciones del texto y las traducciones hechas a otros lenguas (insisto en que estas versiones que presentamos son las primeras en castellano) junto con una bibliografía sucinta que tienen relación con las obras traducidas. Las notas no están a pie de página, sino al final de cada versión. Son muy sucintas, pero no tienen desperdicio.
En síntesis: este librito me ha encantado y me ha sacado felizmente de la rutina cotidiana; me ha introducido en un mundo casi mágico, por los abundantes milagros y prodigios del pasado, y me ha recordado historias maravillosas de santos que me contaban de niño mis deudos, sobre todo una piadosísima tía soltera que sabía relatar con maestría cosas portentosas de la religión. Además, como conozco al autor desde hace tantos años y sé de su valía intelectual y personal, me agrada mucho dejar constancia aquí de su buen hacer. Se pasa un rato buenísimo leyendo estos prodigios rescatados de los tesoros del griego antiguo.

Saludos cordiales Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
Www.antoniopinero.com



Viernes, 26 de Septiembre 2014
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Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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