CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero


Hoy escribe Antonio Piñero

He aquí algunas preguntas y respuestas:


Pregunta:


Jesus aconseja comprar espadas y según el Evangelio de Juan, Pedro llevaba una.
¿Estaba permitidos llevar espada o estaban prohibidas por las autoridades?
Respuesta:


Pregunta:
En uno de los últimos podcast que he escuchado de Vd., lanzó al aire una interesante pregunta que acabó sin ser respondida por desviarse la entrevista a otros derroteros, a saber¿Por qué los discípulos no fueron también ejecutados junto a su maestro?. Los imagino participando de la algarada de la expulsión de mercaderes del templo y por ello igual de punibles que Jesus. Por otra parte si estaban con El en el monte de los olivos parece plausible apresar al grupo o parte de él dado que hay que suponer a los guardias en superioridad numérica, aunque también es cierto que dice “Marcos 14-50 “Y todos lo abandonaron y huyeron.” (fueron los dos bandidos en realidad discípulos?). Aun en el caso de salir huyendo con éxito imagino a los sacerdotes con muy buena memoria como para castigarlos aunque fuese de forma diferida.
Tampoco acierto a comprender lo del joven desnudo (51 Lo iba siguiendo un muchacho envuelto solo en una sábana; y le echaron mano, 52 pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo. ) que debió ser tan chocante que quedó en la memoria del relator de la tradición. En una tertulia en la que Vd. participaba se apuntó que probablemente era un rito iniciático pero tampoco se profundizó en el tema, y solo se descartó que fuese una actividad homosexual.


Respuesta:

El movimiento de Jesús, aunque en sus últimos instantes fue armado, en parte al menos (Getsemaní), no provocó alarma en las autoridades, porque era mínimo. Los romanos siempre consideraron, a veces erróneamente, que bastaba con descabezar los movimientos semi peligrosos para que se extinguieran solos. Perseguir a más discípulos causaría alarma social e invadiría competencias de Herodes Antipas.

Respecto a ese vers., cuyo significado profundo se me escapa, y a muchos otros comentarists, vea el comentario de Joel Marcus al Evangelio de Marcos, Edit. Sígueme, y mi libro “Jesús y las mujeres” (Edit. Trotta, Madrid, 2014) el capítulo dedicado al posible (casi todo lo es) , pero no probable, en absoluto, al Jesús homosexual.
Pregunta:

En alguna ocasión leí u oí en algún programa de radio, que Usted indicaba algunas diferencias entre los 4 evangelios canónicos, en el aspecto de la divinidad de Jesús, pero no recuerdo bien como era, a saber:
En Marcos (el más antiguo) Jesús era una persona normal y es en el momento de el bautismo cuando se convierte en una especie de "dios", en Mateo y Lucas no lo tengo claro, y en Juan es Dios desde siempre....

si me pudiera aclarar este tema, como estudiante del grado en Ciencias Religiosas en Tarragona, se lo agradecería eternamente.



Respuesta:

Tanto Pablo (Rom 1,3s) como Pedro en su discurso de Pentecostés (Hechos 2,36) piensan que Jesús es divino sólo tras su resurrección; la divinidad confirmaba que su enviado era de verdad el Mesías, aunque hubiera fracaso en apariencia muriendo en la cruz, y lo disponía para que volviera al mundo, su segunda venida, para concluir su misión instaurando, esta vez con éxito, el reino de Dios.
Marcos adelanta la divinidad de Jesús al momento del bautismo: Mc1,9-11: adopción como Hijo divino en el bautismo; confirmación tras la resurrección.
Los evangelistas Mateo y Lucas a su vez corrigen a Marcos y adelantan el momento en el que Jesús es hijo de Dios: no en su adopción por el bautismo sino al de su concepción milagrosa por el Espíritu Santo.
El Evangelio de Juan adelanta aún más la divinidad de Jesús: éste es divino desde toda la eternidad, es el Logos, el Hijo de Dios eterno (Jn 1,1ss), que se encarna como hombre en Jesús.

Pregunta:
Yo soy protestante de corte calvinista. ¿ Cree usted que Jesús o Pablo en alguna manera estarían de acuerdo con el calvinismo, todo el tema de la predestinación, y la no existencia del libre albedrío?.

Respuesta:

Mi respuesta es sí.
Para Jesús basta con estudiar a fondo el sentido de las parábolas según el Jesús de Marcos 4,10-13. Para Pablo basta con estudiar atentamente los temas de la “elección”, y la “llamada”, para percibir un fuerte sesgo predeterminista. De Pablo, véase en Gál 4,28-31, historia de la elección de Jacob y del rechazo de Esaú, Pablo defiende implícitamente esa aparente arbitrariedad de Dios y la explicitación de Rom 9,6-13. Otros textos son Rom 11,1-6: los israelitas y paganos que se van a salvar son solo los elegidos; 2 Cor 2,14-16 apunta a una cierta predestinación de los que se salvan y de los que se pierden; En las famosas sentencias de Pablo acerca de la salvación final de Israel está también presente un cierto sentido de predestinación, Rom 11,25-35 En 1 Cor 1,18-25 el evangelio de la cruz es necedad para los que han de perecer; mas para los que han de salvarse, para nosotros, es fuerza de Dios. En el v. 18 las frases los que han de perecer; mas para los que han de salvarse son la traducción de un participio pasivo cuyo sujeto agente es Dios. Por tanto, Pablo cree firmemente que desde toda la eternidad Dios ha elegido a aquellos que han de salvarse, por su gracia y elección, y sabe perfectamente quienes se condenarán al no recibir, o al no aceptar, la llamada del evangelio. De nuevo: solo los llamados se salvarán (v. 24). 1 Cor 7,17-20 insiste en la idea de que la salvación es una llamada personal para judíos y gentiles; y en 2 Cor 4,3-6 Pablo parece indicar que la divinidad permite que el dios de este mundo (Satán) ciegue a los incrédulos, lo cual es una suerte de predestinación. Finalmente, Rom 8,30 utiliza sin empacho el vocablo “predestinar”. el esquema predeterminista, ya sea sobre el caso concreto del número de los que van a salvar, como sobre el tema específico del control férreo de la divinidad sobre la historia y los humanos es común en la Biblia y sobre todo en los escritos judíos de época helenística más cercanos a la mentalidad del Apóstol. Así Jud 9,6; 9,4. Tob 6,18; 14,4; Daniel-Susana (1,42.44 Teodoción); Eclo 23,20; 42,18-20. En Qumrán, como es bien conocido, no faltan tampoco ejemplos: 1QS 3,15; 4,25. 1QH IX (1) 7-8.



Pregunta:


Quería preguntarle, don Antonio, acerca de unos textos que mostró en esta conferencia https://www.youtube.com/watch?v=M9-r5hnLBM4, en la que en torno al minuto 56, expone ante el público un texto con el que trata de argumentar la tesis de que no todas las iglesias compartían la importancia de la "santa cena" como después hizo Pablo.

Me gustaría, por favor, si no le importa, que me diga dónde puedo encontrarlos o si me puede enviar las referencias de esos textos de los que habló, porque para los que no fuimos público en esa conferencia nos resulta muy difícil entender su posterior conclusión. Asimismo, si pudiera también añadir los textos a los que estuvo refiriéndose durante toda la conferencia, se lo agradecería mucho.

Por último, quisiera pedirle bibliografía acerca de la hipótesis que se baraja para situar la fecha en la que se celebró la hipotética "cena pascual" y la cuestión de situar en el tiempo el ajusticiamiento de Jesús.

Respuesta:

Los textos más antiguos acerca de la Eucaristía y su sentido son los siguientes


1. Pablo de Tarso escribe entre el 54-58 d.C. su primera Carta a los corintios. En 11, 23-2:

“23 Porque yo recibí del Señor lo que os transmití a vosotros: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, 24 dio gracias, lo par¬tió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vos¬otros; haced lo mismo en memoria mía». 25 Después de ce¬nar, hizo igual con la copa, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que bebáis, haced lo mismo en memoria mía». 26 Pues de hecho, cada vez que coméis de ese pan y bebéis de esa copa, proclamáis la muerte del Señor hasta que vuelva. Por consiguiente, el que come del pan o bebe de la copa del Señor indignamente tendrá que responder del cuerpo y de la sangre del Señor”. 27 Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. 28 Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. 29 Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo. 30 Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos.

A este texto hay que añadir 1 Cor 10, 16-21:

16 La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? 17 Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan […] 21 No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.

2. Mc 14, 22-26 (hacia el 71 d.C.):

22 Mientras estaban comiendo cogió un pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio, diciendo: ‘Tomad, esto es mi cuerpo’. 23 Y, tomando una copa, pronunció una acción de gra¬cias, se la pasó y todos bebieron de ella. 24 Y les dijo: ‘Esta es la sangre de mi alianza, que se derrama por muchos. 25 Os aseguro que ya no beberé más del producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba nuevo en el reino de Dios’. 26 Y después de cantar salieron para el Monte de los Olivos”.

3. Mateo (unos diez después de Marcos) 26,26-29:

26 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» 27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, 28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.»

4. El texto de Lc 22, 14-20 (unos quince años después de Marcos) Textos largo y breve. El breve aparece en el llamado Códice Beza, y en las antiguas versiones ítala y siríaca del Nuevo Testamento:

14 Cuando llegó la hora, se recostó Jesús a la mesa y los apóstoles con él. 15 Y les dijo: ‘¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta Pascua antes de mi pasión! Porque os digo que no la volveré a comer hasta que tenga su cumplimiento en el reino de Dios. Y tomando una copa pronunció la acción de gracias y dijo: ‘Tomad, repartidla entre vosotros; porque os digo que desde ahora no beberé más del producto de la vid hasta que no llegue el reinado de Dios. Y tomando un pan pronunció una acción de gracias, lo partió y se lo dio a ellos diciendo: Esto es mi cuerpo”.

El texto largo –de la mayoría de los manuscritos-- añade los vv. 19b y 20:

“Que se entrega por vosotros; haced lo mismo en memoria mía. Después de cenar hizo igual con la copa diciendo: ‘Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre, que es derramada por vosotros’”.

5. Los Hechos de los apóstoles (del mismo autor que Lucas, pero posterior al evangelio, del que es la segunda parte: ¿compuesto hacia el 100-110?) mencionan la “fracción del pan” en diversos pasajes: 2,42.46; 20,7.11; 27,35.
2,46: “Diariamente acudían unánimemente al Templo, partían el pan en las casas y tomaban su alimento con alegría y sencillez de corazón”. El resto de los pasajes dice exactamente lo mismo, “partir el pan”, sin ninguna mención a lo que hoy entendemos por eucaristía con su referencia al cuerpo y sangre de Cristo.
2,42: “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión [reuniones en común], a la fracción del pan y a las oraciones”.
20,7.11: “El primer día de la semana [es decir, el domingo; los primeros cristianos iban el sábado a la sinagoga y el domingo celebraban sus reuniones particulares], estando nosotros reunidos para la fracción del pan…”; “Subió luego [Pablo]; partió el pan y comió; después platicó largo tiempo, hasta el amanecer. Entonces se marchó”.
27,35: “Diciendo esto, tomó [Pablo] pan, dio gracias a Dios en presencia de todos, lo partió y se puso a comer.”

6. La Didaché o “Doctrina de los Doce apóstoles” (compuesto hacia el 110)

“Respecto a la acción de gracias (= “eucaristía”), daréis gracias de la siguiente manera: primeramente sobre el cáliz: ‘Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David tu siervo, la que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo, a ti sea la gloria por los siglos’. Luego sobre el fragmento (de pan): ‘Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento que nos manifestaste por medio de Jesús tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos.
Como este pan estaba disperso sobre los montes, y reunido se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu Reino. Porque tuya es la gloria y el poder por Jesucristo eternamente.
Que nadie coma ni beba de vuestra acción de gracias (“eucaristía”), sino los bautizados en el nombre del Señor, pues acerca de ello dijo el Señor: No deis lo santo a los perros. “Después de saciaros (de comer) daréis gracias así: ‘Te damos gracias, Padre Santo por tu santo nombre […] Tu, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por tu nombre, y diste a los hombres comida y bebida para su disfrute. Mas a nosotros nos hiciste gracia de comida y bebida espiritual y de vida eterna por tu siervo (Jesús) […]
Acuérdate, Señor, de tu iglesia para librarla de todo mal, y hacerla perfecta en tu amor, y reúnela de los cuatro vientos, santificada en tu Reino, que has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos”.

Para bibliografía, consulte el comentario al Evangelio de Juan de Raymond E. Brown y vea también, si le parece, mi libro, La verdadera historia de la Pasión, EDAF, Madrid, 2011.

Saludos cordiales


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

NOTA

Mª Victoria Caro Bernal, del Ateneo de Madrid, me acaba de enviar la siguiente fotografía del acto del 30 de septiembre a las 19.00 c/ Prado 21. Madrid. Hay una importante modificación, y es que participa también Lidia Falcón!!

“Compartir” (21B) de  28 de septiembre 2014. Preguntas y respuestas.

Domingo, 28 de Septiembre 2014


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





Tendencias de las Religiones


RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile