CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero



Hoy escribe Antonio Piñero

Seguimos con la segunda parte de nuestra nota sobre el beso litúrgico en 1 Tesalonicenses que comentamos simplemente comparándolo con otros textos cristianos que hablan del "beso".

El problema del lector moderno respecto al pasaje que citamos en la nota anterior b[(Jesús besa en la [boca] a María Magdalena)]b consiste precisamente en su aparente claridad, ya que para nosotros hoy “besar en la boca” comporta casi siempre la posibilidad de una relación sexual. Pero no era así para los gnósticos de los siglos II y III.

La continuación del pasaje, en la que se contrasta a un ciego con un vidente, expresa con claridad esta idea: el gnóstico, que recibe del Salvador revelaciones, ve la luz. El que no las recibe es un ciego. Hela aquí:

« Ellos le dijeron: “¿Por qué la amas más que a todos nosotros?”. El Salvador respondió y les dijo: “¿Por qué no os amo a vosotros como a ella?”.
Un ciego y un vidente, estando ambos a oscuras, no se distinguen entre sí. Cuando llega la luz, entonces el vidente verá la luz, y el que es ciego permanecerá a oscuras. El Señor dijo: "Bienaventurado el que es antes de llegar a ser, pues el que es, ha sido y será” (63, 30 – 64, 5). »

Una parte de este pasaje (“Los demás discípulos dijeron: ‘¿Por qué la amas más que a nosotros?’ El Salvador respondió y les dijo: ‘¿Por qué no os amo a vosotros como a ella?’”) da a entender que el resto de los discípulos está menos avanzados en el conocimiento salvífico que María Magdalena. Por eso el Revelador los ama menos. Jesús los anima, o los reta, a que alcancen un conocimiento semejante al de la Magdalena. Mientras no lleguen a eso, Él no los amará tanto como... a su discípula preferida.

El sentido del pasaje que comentamos es parecido al parlamento de Leví al final del Evangelio de María.

« Pedro: “Siempre fuiste impulsivo. Ahora te veo ejercitándote contra una mujer como si fuera un adversario. Sin embargo, si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Es cierto que el Salvador la conoce perfectamente; por esto la amó más que a nosotros” (17,15-18,14: BNH II 137) »

Ahora bien, no parece que puedan verse connotaciones sexuales por ningún lado en este texto.

Por último: de esta misma manera ha de entenderse probablemente la última frase del pasaje citado arriba:

« Jesús dijo: "Bienaventurado el que es antes de llegar a ser, pues el que es, ha sido y será”.  »

Pienso que puede comprenderse bien en el mismo sentido de la relación Maestro / discípulo, y no en sentido sexual.

Esta interpretación se ve apoyada por una sentencia de Jesús recogida en el Evangelio de Tomás:

« Jesús dijo: Feliz el que era antes de llegar a ser. Si os hacéis mis discípulos y escucháis mis palabras, estas piedras os servirán. Porque tenéis cinco árboles en el paraíso que no se mueven ni en verano ni en invierno ni caen sus hojas. El que los conozca no gustará la muerte (logion 19 = BNH II 83). »

Explico el pasaje:

· “El que era antes de llegar a ser” es el gnóstico, pues su espíritu es consustancial con el del Dios supratrascendente: por eso su espíritu preexistía antes de verse encerrado en el cuerpo.

· “Estas piedras os servirán” indican metafóricamente que el gnóstico es “otra raza”; es como el “rey” de los seres humanos gracias a que posee una revelación que los otros no tienen. Por eso todos, hasta la naturaleza, deben servirle.

· El número “cinco” de los árboles del paraíso indica que el gnóstico tiene incluso más sabiduría que si hubiera comido de “uno o dos” árboles del Edén, como Adán y Eva.

Un par de pasajes de obras relativamente cercanas en el tiempo al Evangelio de Felipe ayudarán a afianzarse en este convencimiento de que en todos estos textos que hablan de besos no hay una alusión a relaciones sexuales.

El primero es una especie de salmo de una colección de himnos cristianos de corte gnóstico denominada Odas de Salomón, del siglo II, en los que el alma religiosa se goza en su fe en el Dios que salva y exclama:

« Me abrazó la vida inmortal y me besó. De ella es el Espíritu que hay en mí y no puede morir porque es vida (Odas, 28,7-8; AAT III 22002, ). »

El Evangelio de la Verdad, de mediados del siglo II, de la misma tendencia gnóstica que el de Felipe, la escuela valentiniana, al hablar del reposo eterno que tienen en el Padre trascendente las emanaciones divinas o eones, afirma metafóricamente que

« Toman posesión de su cabeza, que es el reposo para ellas y al unirse al Padre son sostenidas por Él, de manera que dicen que han participado de su rostro con sus besos (41,28-35: BNH II 160) »

Dan toda la impresión los textos citados, tanto del Evangelio de Felipe como los que hemos aportado para explicarlos, que se está hablando en todo instante de temas de sabiduría espiritual, del discípulo perfecto de Jesús y que, en todo caso, con el beso podría aludirse oscuramente a la unión espiritual del gnóstico, aún en la tierra –en este momento María Magdalena- con su contrapartida o esposo o pareja celeste, Jesús, que le aguarda en el cielo.

Creo que con el conjunto de textos citados en esta nota y en la del día anterior, parece quedar basante claro que entre los cristianos primitivos, y en concreto entre los fieles de Tesalónica, el beso -en sus euniones litúrgicas- no tenía ninguna connotación sexual, sino o bien valía como signo de "comunión", o bien era como una señal de iniciación en la sabiduría cristiana.

Cualquier otra interpretación, como en novelas y ensayos sensacionalistas está fuera de sentido.

Saludos cordiales de Antonio Piñero

www.antoniopinero.com
Lunes, 9 de Marzo 2009

Notas

Querido lectores:

Voy a iniciar, los domingos, una serie absolutemente independiente, en la que voy a reproducir algunas de las notas, o "postales" que he publicado ya en mi otro blog de "Religiondigital". son del tiempo cuando estaba yo comenzando, y el blog tenía muy pocos lectores. Apenas las leyó la gente por lo que creo que pueden resultar algo novedosas para los lectores del presente blog de "Tendencias21" , a pesar de lo "añejas".

Hasta 1960, más o menos, la Biblia ha sido no sólo alimento espiritual de millones de personas, sino también un referente literario importante: una gran cantidad de alusiones literarias a personajes, situaciones, narraciones, proverbios, etc., bíblicos han poblado nuestra literatura de todo tipo. Incluso en novelas de tema nada religioso la atmósfera de alusiones a la Biblia era constante… incluso en autores insospechados. ¿Por qué no ocurre esto ahora?

Un día, vi a un colega de Facultad, ilustre catedrático de francés, Javier de Prado, enfurecido por los pasillos. Le pregunté:

- ¿Qué te pasa Javier?
- Pues que estoy sencillamente desperado. Estoy explicando en clase a Emilio Zola (novelista francés del siglo XIX, muy famoso por haber dado carta importante de naturaleza en la literatura francesa al realismo más inmoral…, al menos segú algunos: la Iglesia lo condeno al “Índice de libros prohibidos) y no consigo hacérselo entender a mis alumnos… porque ¡no saben nada de Biblia!

Sin embargo, a partir de esa fecha mencionada, más o menos a mediados del siglo pasado, ha cambiado notablemente esta circunstancia y puede decirse que a día de hoy el entorno bíblico ha desaparecido de la literatura La Biblia ha casi muerto como referente literario. ¿Por qué?

Las causas son generales: un ambiente cada vez más laico, ante todo, con un evidente retroceso de las religiones, unido a un notable aumento del interés por la ciencia como marco de nuestra curiosidad. La ciencia en sentido amplio…, incluyendo la ciencia ficción, el espacio y el origen del universo, la electrónica…, la naturaleza como objeto de estudio… todo este conjunto “científico” es la que forma el espacio de alusiones más abundante en las obras literarias de hoy.

En España ha influido también en el retroceso de la Biblia como lectura el que partiéramos de una posición de desventaja respecto a otras naciones: ha sido una tradición inveterada de la Iglesia católica desanimar, o casi prohibir en siglos pasados, la lectura privada de la Biblia, por temor a que los fieles pudieran malinterpretarla. En el semiconsciente de los españoles no existe –como ocurre en otros países, protestantes ante todo- como una de las tareas cotidianas la lectura de un fragmento de la Biblia. La inmensa mayoría de los españoles no la ha leído entera… y muchos también tampoco ni siquiera han leído los Evangelios.

Sin embargo, la Biblia además de un libro de ideas religiosas o de historia, es un libro de lectura entretenida. No toda ella, ciertamente, pero sí en gran parte. Estoy persuadido de que el éxito, en parte de la religión es ser vehicula por un bello elemento literario. En el cristianismo, sin duda alguna. Y en otras religiones también. El Corán, en partes que contienen pocas historias, es un libro bello por su vocabulario, por su ritmo poético, por sus rimas internas. La belleza de su lenguaje contribuye mucho a que la gente se lo aprenda más fácilmente de memoria y a fijar en las mentes el mensaje religioso que contiene.

Hay dos maneras de decir, “Fulanito de Tal es un perverso”. La primera es expresarlo así, tal cual, con una formulación abstracta. La segunda consiste en construir una historia entretenida en la que se pintan unas escenas o situaciones en las que Fulanito actúa como un perverso. No cabe duda de que es mucho más efectiva la segunda manera.

Y eso es lo que hace la Biblia, sobre todo en el Antiguo Testamento: contar historias en las que se transmiten mensajes religiosos. Pienso que una buena parte de la pérdida de influencia de la Biblia en la sociedad española es la casi eliminación de la Biblia como lectura en forma de “Historia Sagrada” de los libros de religión de escuelas, colegios e institutos. Con la Historia Sagrada se vehiculaban con facilidad los mensajes religiosos a través del interés que las historias suscitaban en los niños.

No digo que los libros de religión no estén hoy bellamente ilustrados, bien pensados pedagógicamente. Al contrario. En general los libros de texto son hoy mucho mejores que los de antaño tanto en su presentación como en su técnica de comunicación. Pero observo una gran pérdida de influencia en la materia de Religión lo que antes era Historia Sagrada.

Gonzalo del Cerro ha escrito a propósito de esta temática y nos ofrece un ejemplo de una bella historia bíblica, que desconocen la mayoría de nuestros niños y que antes todos sabíamos: la de José, hijo de Jacob, vendido por sus hermanos y su posterior buena en Egipto: cómo resiste los deseos de deshonestos de una mala mujer y cómo es encarcelado. Entonces el Faraón tiene unos sueños que sólo José puede descifrar. El monarca, admirado, lo nombra su consejero y primer ministro, cargo en el que triunfa en toda la línea. Sus hermanos, impulsados por una hambruna que se había apoderado de las tierras israelitas deciden ir a comprar trigo a Egipto. José los reconoce y le tiene una trampa amorosa de modo que el final todos deciden irse a vivir a Egipto donde el Faraón le concede una región entera del país para ellos.

Pues bien, esta historia es tan buena literariamente que cumple con ciertas normas que exige Aristóteles en su Poética. (A propósito de la Poética: recordemos que en El nombre de la rosa los crímenes se cometen para intentar que la segunda parte, perdida, de esta obra no llegue a manos del público… tan fundamental era el efecto de la Poética, según pensaba el monje asesino).

Gonzalo del Cerro nos indica cómo

« Una de las obras más trascendentales de Aristóteles es la Poética, no demasiado larga, pero especialmente valiosa. Una obra que trata sobre la teoría de la obra literaria. Pues eso es lo que significa etimológicamente Poética, no un tratado sobre “poesía” en el sentido que la palabra tiene en las lenguas modernas, sino un estudio sobre la ”obra literaria” en general.

La Poética contiene palabras básicas que envuelven conceptos fundamentales. La primera es el término que define la obra literaria: Mýthos (mito), exposición o relato de unos sucesos que el autor presenta mediante la Mímesis o imitación de los hechos reales. En diversos pasajes de la Poética deja Aristóteles rastros de su concepto de Mito: Es una “síntesis” de esos hechos imitados (Poét., 6, 1450 a).

En el desarrollo de los acontecimientos, distingue tres partes de la composición literaria, que vienen a ser los elementos constitutivos de la misma: la peripéteia (peripecia), la anagnórisis (reconocimiento) y el páthos (suceso patético). El páthos es el conjunto de hechos dolorosos (Poét., 11, 1452 b). La anagnórisis es “el cambio (metabolé) de la ignorancia al conocimiento” (Poét., 11, 1452 a). La peripéteia es “el cambio de una situación a su contraria” (Poét., 11, 1452 a). La anagnórisis alcanza su mayor belleza cuando va acompañada de la peripéteia, es decir, cuando el reconocimiento provoca un cambio de fortuna en los actores del “mito”.

La Poética de Aristóteles no es, ni en su intención ni en su realización, una Preceptiva Literaria. No establece normas a las que se deban atener los autores de una obra literaria. Describe más bien el sistema que han seguido en la práctica. No dice lo que debe hacer Sófocles en el Edipo Rey, sino lo que hizo. Y eso Aristóteles lo toma y presenta como paradigma.

La Biblia es, al margen de otras consideraciones, una obra literaria en la que convergen grandes genios de la literatura. En ella encontramos pasajes donde aparece reflejada la doctrina patentada por Aristóteles. La historia de José y sus hermanos (Génesis 37-47) es uno de los más bellos relatos (mýthos- mitos) de toda la Biblia. La narración goza de una venerable antigüedad, ya que está basada casi exclusivamente en las tradiciones llamadas por los técnicos yahvista (para llamar a Dios utiliza preferentemente el nombre de Yahvé) y elohista (para llamar a Dios utiliza preferentemente el nombre de Elohim), que son las más antiguas del Pentateuco ( de los siglos

El páthos está reflejado en las numerosas pesadumbres que jalonan todo el episodio. La anagnórisis constituye el material de la narración en Génesis 45: los hijos de Jacob descubren que “el jefe de toda la tierra de Egipto” era su propio hermano. La peripéteia, como prefería Aristóteles, es aquí la consecuencia inmediata del reconocimiento. Sucede entonces un cambio radical (metabolé). Los hermanos de José pasan, sin solución de continuidad, de una situación desesperada a otra de gozo ilimitado, de la necesidad y el oprobio a la opulencia y a la gloria. »

Hasta aquí Gonzalo del Cerro.

Es bien visible cómo esta historia de José y sus hermanos vehicula mucho mejor que cualquier formulación abstracta la idea de la conveniencia del perdón fraterno y del premio que Yahvé otorga a los que le son fieles. Y encima se pasa bien leyéndola.

Saludos cordiales de Antonio Piñero

www.antoniopinero.com
Domingo, 8 de Marzo 2009

Hoy escribe Antonio Piñero

Prometíamos en la nota pasada hacer un comentario más amplio al “beso santo”. Esto me parece interesante porque en torno al hoy famoso texto que habla del beso de Jesús (en la boca) a María Magdalena –relatado en un pasaje del Evangelio apócrifo de Felipe-, se han obtenido consecuencias absolutamente absurdas, tanto en las novelas, como en libros “de ensayo histórico” o que pretenden serlo.

El material que sigue está tomado de mi obra Jesús y las mujeres, Editorial Aguilar, Madrid, 2008. Mas información sobre ella en mi página web cuya dirección está al final de esta nota.

1. El primer pasaje que nos sirve para ilustrar qwué er entre los cristianos de los primero siglos el "beso santo" es del Evangelio de Felipe:

g[ La sabiduría denominada "estéril" es la madre [de los] ángeles, y la compañera del [Salvador es] María Magdalena. El [Salvador] la amaba más que a todos los discípulos y la besaba frecuentemente en […].
Los demás discípulos dijeron: “¿Por qué la amas más que a nosotros?”
El Salvador respondió y les dijo: “¿Por qué no os amo a vosotros como a ella?”
Un ciego y un vidente, estando ambos a oscuras, no se diferencian entre sí. Cuando llega la luz, entonces el vidente verá la luz y el que es ciego permanecerá a oscuras.
El Señor dijo: "Bienaventurado el que es antes de llegar a ser, pues el que es, ha sido y será” (pp. 63, 30 – 64, 5). ]g

El hueco (señalado por […]) que hay en el manuscrito suele ser suplido por los investigadores con la palabra “boca”, o bien con “mejillas” o “frente”, pues las tres palabras en copto caben en la laguna del texto. En nuestra opinión, con otros muchos, es más verosímil “boca” (Jesús besaba en la boca a María Magdalena), por comparación con otros textos en Nag Hammadi. Por ejemplo, en el Segundo Apocalipsis de Santiago, p. 56,10-20 (BNH III 107). Habla Santiago:

« Jesús me besó en la boca y me abrazó diciendo: Amado mío, he aquí que voy a revelarte cosas que los cielos no han conocido, como tampoco los arcontes (los ángeles del Demiurgo). »


El Primer Apocalipsis de Santiago, otro escrito de Nag Hammadi, dice en 31,3-7:

« Y el Señor se le manifestó. Detuvo, pues, (Santiago) su oración, lo abrazó y lo besó, diciéndole: Rabí, te he encontrado” (BNH III 91) »


Y en otro pasaje del Evangelio de Felipe se lee:

« Los perfectos conciben mediante un beso y engendran. Por ello nos besamos unos a otros, recibiendo la concepción por la gracia mutua que hay entre nosotros (59,1-5: BNH II 31). »


A tenor de los textos mencionados, es lógico sostener que –al parecer- el pasaje restaurado del Evangelio de Felipe decía claramente que “Jesús besaba en la boca a María Magdalena”.

Ahora bien, también parece absolutamente claro por los mismos pasajes aducidos que el beso en la boca –el “ósculo sagrado”- era el signo primero de un ritual de iniciación especial, entre los cristianos gnósticos, en la sabiduría revelada. Los gnósticos comenzaban su liturgia iniciática con un ósculo. El besado era digno de especial amor por parte del Revelador no por una relación sexual (¡impensable con Santiago, su hermano, según la tradición!), sino por ser discípulo fiel y recipiendiario de una especial revelación.

Por tanto, de la mención “Jesús besaba en la boca a María Magdalena” no se sigue necesariamente, ni mucho menos, que Jesús tuviera relaciones sexuales con esta mujer.

Tendríamos de nuevo, al parecer, en grado excelso, la relación Maestro/discípulo perfecto en referencia en este caso no a Salomé, sino a María Magdalena. Empezamos a entrever ya que el sentido podría ser similar a lo que en el capítulo pasado expresábamos acerca del dicho 61 del Evangelio de Tomás: María Magdalena, como también Salomé, podrían ser “pareja” espiritual del Salvador por la comunicación de la sabiduría, pero no una pareja carnal con la que se mantienen relaciones sexuales.

Saludos cordiales de de Antonio Piñero

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Sábado, 7 de Marzo 2009
Hoy escribe Antonio Piñero

Comentamos muy brevemente 1 Tesalonicenses

5,1-8:

1 En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tenéis necesidad que os escriba.
2 Vosotros mismos sabéis perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche.
3 Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán.
4 Pero vosotros, hermanos, no vivís en la oscuridad, para que ese Día os sorprenda como ladrón,
5 pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas.
6 Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
8 Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios; revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación.


Pablo no ofrece una fecha precisa para este magno acontecimiento- el fin de todo lo terreno-, pero la venida de Jesús es segura, solamente hay que mantenerse vigilantes y en espera.

Ese día vendrá rapidísimo, y cuando menos se piense, como un ladrón (5,1-3). La idea, o imagen del ladrón, pertenece a la tradición sobre Jesús que en esos momentos se estaba recogiendo: “Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa” = Mt 24,43

Pablo sostiene que los no creyentes son unos ignorantes de estos hechos y viven en pecado, son hijos de las tinieblas; los creyentes son hijos de la luz y deben comportarse como tales, pues conocen lo que va a pasar.

El contraste “hijos de la luz / hijos de las tinieblas” es muy típico de de la teología de los esenios, en concreto de la subsecta de Qumrán. El pasaje típico es 1QS columna III, líneas 13-29:


« Para el sabio, para que instruya y enseñe a todos los hijos de la luz sobre la historia de todos los hijos de hombre, acerca de todas las clases de sus espíritus, según sus signos… Dios creó al hombre para dominar al mundo y puso en él dos espíritus para que marche por ellos hasta el tiempo de su visita: son los espíritus de la verdad y de la falsedad.

Del manantial de la luz provienen las generaciones de la verdad, y de la fuente de tinieblas las generaciones de falsedad. En mano del príncipe de las luces está el dominio sobre todos los hijos de la justicia; ellos marchan por caminos de luz. Y en mano del ángel de las tinieblas está todo el dominio sobre los hijos de la falsedad; ellos marchan por caminos de tinieblas.

A causa del ángel de las tinieblas se extravían todos los hijos de la justicia… y todos los espíritus de su lote hacen caer a los hijos de la luz. Pero el Dios de Israel y el ángel de su verdad ayudan a todos los hijos de la luz. Él creó los ángeles de la luz y las tinieblas…


Seguimos con 1 Tes 5,9-10:

9 Dios no nos ha destinado para la cólera, sino para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo,
10 que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos juntos con él. »
En estos vv. encontramos por vez primera temas teológicos muy paulinos que se desarrollarán en otras cartas: Jesús significa para el creyente la salvación de la cólera divina, su muerte ha servido para “poder vivir con Él, en Cristo”.

5,12-28:

11 Por esto, confortaos mutuamente y edificaos los unos a los otros, como ya lo hacéis.
12 Os pedimos, hermanos, que tengáis en consideración a los que trabajan entre vosotros, os presiden en el Señor y os amonestan.
13 Tenedles en la mayor estima con amor por su labor. Vivid en paz unos con otros.
14 Os exhortamos, asimismo, hermanos, a que amonestéis a los que viven desconcertados, animéis a los pusilánimes, sostengáis a los débiles y seáis pacientes con todos.
15 Mirad que nadie devuelva a otro mal por mal, antes bien, procurad siempre el bien mutuo y el de todos.
16 Estad siempre alegres.
17 Orad constantemente.
18 En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros.
19 No extingáis el Espíritu;
20 no despreciéis las profecías;
21 examinadlo todo y quedaos con lo bueno.
22 Absteneos de todo genero de mal.
23 Que El, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo.
24 Fiel es el que os llama y es él quien lo hará.
25 Hermanos, orad también por nosotros.
26 Saludad a todos los hermanos con el beso santo.
27 Os conjuro por el Señor que esta carta sea leída a todos los hermanos.
28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.


Es ésta una conclusión a la carta que expresa las exigencias de la vida en comunidad: hasta que llegue el final hay que mantenerse en paz, con ánimo, alegres, pacíficos;

Aquí expresa el Apóstol por vez primera el Pablo el concepto de “edificación” de la comunidad. Tendrá mucho éxito esta idea en el cristianismo posterior, sobre todo en ambientes de las órdenes religiosas.

Pablo expresa una petición a Dios en pro de la santificación de los tesalonicenses; despedida.

Los vv. 19-20 indican que los fenómenos proféticos -los trances extáticos, como gritos, hablar de modo extraño, pérdida de la consciencia- abundantes en una comunidad a la espera del fin del mundo, no deben ser despreciados aunque en apariencia sean irracionales.

El v. 21 es famosísimo… No precisa comentario.

v. 26: El beso u “ósculo santo” es típico de un oficio litúrgico de iniciación. Lo comentaremos más ampliamente en la próxima nota

Saludos cordiales de Antonio Piñero.

www.antoniopinero.com



Viernes, 6 de Marzo 2009
Diferentes campos de estudio en los HchAp (II)
Hoy escribe Gonzalo del Cerro

Hablábamos de los posibles campos de estudio sobre los HchAp y veíamos los dos primeros, que eran la restauración de los textos y el aspecto doctrinal.

3) Un tercer campo que ofrece inmensas posibilidades al investigador es su género literario. E. v. Dobschütz fue el primero que abordó el tema en un artículo publicado en 1902: “Der Roman in der altchristlichen Literatur”, en Deutsche Rundschau 111 (1092) 80-106. Su tesis de base era que los HchAp son unas obras escritas según las normas de la novela helenística. Unos años antes, como nota Kaestli en el artículo que citábamos el otro día, había apartecido la famosa obra de E. Rohde sobre la novela griega: Die griechische Roman und seine Vorläufer, Leipzig 1876. Muchas de las ideas de este excelente helenista estaban en la base de las conclusiones de Dobschütz, como lo estuvieron en la de las teorías de J. Flamion, expuestas en sus estudios publicados en la RHE. En su segunda aportación sobre los HchPe, hablaba Flamion de las “Novelas apostólicas” que relacionaba con la novela griega y la segunda sofística. Más adelante tendremos la oportunidad de referirnos al carácter retórico de fragmentos importantes de los HchAp.

Otros autores han seguido estos derroteros con el deseo de acercarse al verdadero carácter formal de la literatura cristiana en cuyo marco están situados los HchAp. Son particularmente meritorios los trabajos de R. Reitzenstein, Hellenistische Wundererzählungen, Leipzig, 1906, y de F. Pfister en E. Hennecke, Neutestamentliche Apokryphen, Tubinga, 1924, pp. 163-169. Pfister se remonta a los Himnos Homéricos, a la práctica de Jenofonte y a las teorías de Isócrates para quien “la escritura de la historia se basa en la narración de sucesos antiguos”. Y distingue en los HchAp los tres elementos que encuentra en otras aretalogías: hechos, viajes y doctrina.

Todos estos estudios culminaron en la síntesis de Rosa Söder, en la que analiza los cinco elementos fundamentales de la literatura novelística de la antigüedad: viajes, virtudes de los héroes, sus poderes taumatúrgicos, la doctrina tendenciosa y el elemento erótico. La obra de R. Söder, Die apokryphen Apostelgeschichten und die romanhafte Literatur der Antike, Stuttgar, 1932 fue reimpresa en Darmstadt en 1959. La síntesis no deja de tener interés, pero en mi opinión sistematiza demasiado y considera paralelos de la novela griega pasajes de los HchAp de carácter más bien universal en los cuentos populares. A pesar de tgodo, la misma R. Söder reconoce y acepta notables diferencias entre la novelística griega y los HchAp.

A estos tres grandes aspectos subrayados por Kaestli podemos añadir nosotros otros no menos importantes:

4) Uno de ellos es el aspecto histórico-cultural. En esa dirección se mueven algunos de los trabajos publicados en Semeia 38. Virginia Burrus se fija, por ejemplo, en el tema de los relatos de castidad, que podrían ser un indicio de un movimiento feminista de emancipación frene al protagonismo excesivo de los varones o maridos (Semeia 38, 91-99). Con la misma orientación aborda R. F. Stoops el tema del “Patronato en los Hechos de Pedro”. La situación social de patronos o protectores con sus clientes o protegidos podría estar reflejada en determinados pasajes de los HchPe, como en el caso del senador Marcelo y sus criados o en la misma forma en que son presentadas las relaciones entre la comunidad cristiana y Cristo, el “único patrono de los creyentes”.

Pero no son los únicos detalles dentro del amplio espectro del aspecto histórico-cultural de los HchAp. El dato de que sus narraciones hayan servido de base o confirmación de ciertas tradiciones en la historia de la Iglesia da lugar a la pregunta planteada ya por varios investigadores sobre su valor histórico. Los viajes apostólicos dejan un reguero de recuerdos que acaban materializados en templos y en festividades en cuyos ritos ocupan un espacio importante los textos tomados de los apócrifos. En ellos se recogen detalles de sus vidas y de su martirio, que son como la justificación de la memoria de su fiesta.

Hemos visto en días pasados numerosos ejemplos, dispersos por todos los rincones de la ciudad eterna y por amplios territorios que fueron evangelizados por los apóstoles epónimos de los Hechos. Pero las páginas de los apócrifos están llenas de referencias a acontecimientos y aspectos culturales de la época en que eran compuestos. Es natural que en los HchAp se refleje la situación de la sociedad cristiana, su piedad, sus prácticas y creencias. Los inicios de una jerarquía incipiente, la creciente formulación de las verdades dogmáticas, la práctica del bautismo y de la eucaristía. Si los sucesos maravillosos que se cuentan tienen mucho de leyenda y hasta de folclore, el contexto histórico en que se forman esos relatos delatan situaciones reales, que van evolucionando a medida que avanzan los tiempos y los consiguientes frutos de la reflexión.

Saludos cordiales. Gonzalo del Cerro
Jueves, 5 de Marzo 2009

Hoy escribe Antonio Piñero

Comentamos hoy y el próximo día la parte más interesante quizá de 1 Tesalonicenses

4,13-18:

« 4, 13 Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia respecto de los muertos, para que no os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús.
15 Os decimos eso como Palabra des Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron.
16 El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar.
17 Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.
18 Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras ».


· 4,13-14: Han ocurrido algunas muertes inesperadas en la pequeña comunidad cristiana de Tesalónica (quizá menos de 50 personas). ¿En qué afecta este hecho a la esperanza en una próxima y definitiva venida de Jesús como juez? Los tesalonicenses se preguntan: ¿qué pasará con estos muertos, fallecidos antes de que llegue Jesús? ¿Se olvidará éste de ellos?

El trasfondo de esta preocupación se verá claro en lo que sigue: 4,15-17, en donde Pablo explica cómo cree que será la escena de la parusía o venida de Jesús al final de los tiempos: los que están aún vivos saldrán al encuentro de Cristo en los aires… Entonces ¿qué ocurrirá con los ya fallecidos? ¿Van a ir al Sheol/Hades, es decir, al lugar de “las sombras”, donde esperan las almas de los fallecidos hasta que llegue el Juicio y Dios dictamine su lugar definitivo, de tormento o de premio y felicidad?

Pablo describe con trazos generales cómo ocurrirá esa venida, apoyándose en palabras de Jesús mismo ( Mt 24,44 = “Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre”).

Lo mismo que el Maestro Jesús (véase por ejemplo, Mc 9,1 “Les decía también: «Yo os aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el Reino de Dios.»”; Mc 13,30: “Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda”, aunque puedan ser dichos retocados por la Iglesia primitiva), se ve muy claro que Pablo está convencido de que el mundo se acaba ya.

Por eso confirma su creencia en esta idea y añade un mensaje de fondo: los que ya han muerto no tendrán desventaja ninguna respecto a los que sigan en vida cuando venga Jesús. Los familiares de esos difuntos no tienen por qué preocuparse:

• Primero resucitarán los muertos; es decir, si estaban en el “lugar de las sombras” (una especie de estado intermedio, a la espera) e irán con Jesús, pues se sobreentiende que los fallecidos eran justos, buenos cristianos

• Luego los que aún quedan con vida irán al encuentro de Jesús junto con las ya difuntos, resucitados.

Frente a las dificultades presentes Pablo les recuerda una verdad capital: el valor salvífico de la muerte y resurrección de Cristo. El final de los tiempos presentes, que hará realidad esa salvación, está cercano y acabarán esas penas. El Jesús que viene es juez, sí, pero para los impíos; para los creyentes es el salvador y el consolador. Todos los cristianos acompañados del propio Pablo, saldrán al encuentro de Cristo en los aires. Entonces comenzará una nueva vida gozosa (4,16-18).

Pablo introduce un cambio de tono y de concepción respecto a la predicación de Jesús. Como dijimos, el interés primordial de éste es la venida del reino de Dios en parte en la tierra de Israel; para Pablo el reino de Dios se traslada totalmente al otro mundo, al paraíso.

El paraíso para Pablo –suponemos, dado que los judíos eran muy parcos a la hora de describir este estado- debía de ser muy parecido al de los griegos: la Isla de los Bienaventurados o el Elíseo.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.

www.antoniopinero.com
Miércoles, 4 de Marzo 2009

Hoy escribe Antonio Piñero

Iniciamos el breve comentario a la segunda parte de la Primera Epístola a los tesalonicenses

4,1-12:

« 4,1 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús a que viváis como conviene que viváis para agradar a Dios, según aprendisteis de nosotros, y a que progreséis más.
2 Sabéis, en efecto, las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús.
3 Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación,
4 que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y honor,
5 y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios.
6 Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en este punto, pues el Señor se vengará de todo esto, como os lo dijimos ya y lo atestiguamos,
7 pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.
8 Así pues, el que esto deprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os hace don de su Espíritu Santo.
9 En cuanto al amor mutuo, no necesitáis que os escriba, ya que vosotros habéis sido instruidos por Dios para amaros mutuamente.
10 Y lo practicáis bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero os exhortamos, hermanos, a que continuéis practicándolo más y más,
11 y a que ambicionéis vivir en tranquilidad, ocupándoos en vuestros asuntos, y trabajando con vuestras manos, como os lo tenemos ordenado,
12 a fin de que viváis dignamente ante los de fuera, y no necesitéis de nadie. »

En conjunto estos doce versículos constituyen un ramillete de exhortaciones morales para continuar con la misma vida de santidad que llevaban los tesalonicenses preparándose para el futuro que viene (el fin del mundo presente y el paraíso futuro; la venida de Jesús como mesías).

· 4,2: "instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús": no especifica Pablo cómo es el medio por el que recibió estas instrucciones; dado que es dudoso que conociera a Jesús en vida, o se interesara por su doctrina, lo más probable, en mi opinión, es que Pablo se refiera –como el conjunto de su “evangelio” a visiones del Jesús resucitado.

4,3: Pablo recomienda vivamente alejarse de la fornicación: para ciertos círculos judíos (como se ve por los Testamentos de los XII Patriarcas; Testamento de Rubén) es ésta la fuente de todo pecado. La idea continúa en el cristianismo.

El pasaje pertinente del Testamento de Rubén es tremendo. De su espíritu vive parte del cristianismo.

Jesús como los esenios de Qumrán y el judaísmo más piadoso en general, consideraba la concupiscencia desordenada, la fornicación, como un mal en sí, pues podía conducir a la idolatría y a torcer y malear el corazón. He aquí un texto, muy cercano probablemente a la época de Jesús, que expresa claramente esta idea en una atmósfera de un judaísmo intensamente piadoso:

g[ No prestéis atención a la hermosura de las mujeres ni os detengáis a pensar en sus cosas […] Ruina del alma es la lujuria; aparta de Dios y acerca a los ídolos, engaña continuamente la mente y el juicio y precipita a los jóvenes en el Hades (el infierno) antes de tiempo […] Sobre las mujeres me habló también el ángel del Señor y me enseñó que ellas son vencidas por el espíritu de la lujuria más que el hombre. Contra él urden maquinaciones en su corazón y con los adornos lo extravían, comenzando por las mentes. […] Huid, pues, de la fornicación, hijos míos […] Guardaos de la impureza y si deseáis mantener limpia vuestra mente, guardad vuestros sentido apartán¬dolos de las mujeres. La lujuria no posee ni sabiduría ni piedad, y la envidia habita en su deseo” (Testamento de Rubén, caps. 4, 5 y 6). ]g


· 4,4: “Su cuerpo”: puede referirse al propio cuerpo de cada cristiano, o bien desde el punto de vista masculino al cuerpo de su mujer.
· 4,6: “Que nadie se aproveche de su hermano” puede referirse al adulterio, ya que Pablo está tratando de temas sexuales.

“El Señor se vengará de todo esto”: se refiere al juicio universal que precede al fin del mundo cercano

· 4,9-12: Otras recomendaciones: amor mutuo, paz y trabajo (alguien podía estar tentado a no trabajar ya que el fin del mundo estaba cerca.

· 4,11: “Trabajando con vuestras manos, como os lo tenemos ordenado”: precisamente por ese fin cercano del mundo, algunos cristianos estaban tentados de vivir sin trabajar. La comunidad judeocristiana de Jerusalén, al creer en este fin del mundo, vendió casi todos sus bienes…; y como el fin no llegó, quedó absolutamente en la miseria (véanse Hechos de los apóstoles 5). Éste es el motivo por el que Pablo organizó varias colectas de dinero para socorrerlos. El tema aparece en los capítulos 8 y 9 de 1 Corintios.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.

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Martes, 3 de Marzo 2009



Hoy escribe Antonio Piñero

Continuamos con nuestro breve análisis de “iniciación a la lectura” de la Primera Epístola a los Tesalonicenses de Pablo de Tarso

Comentamos 1 Tesalonicenses 2,14-16. He aquí el texto:

14 Porque vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos;
15 éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres,
16 impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados; pero la Cólera irrumpe sobre ellos con vehemencia.


Algunos comentaristas sostienen que estos versículos (abreviatura v v.) no son paulinos –son entonces una glosa de un escriba posterior-

• por su feroz ataque a los judíos, impropio de Pablo que tiene a orgullo ser judío. Contrástese con Flp 3,4-5:

4 yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la carne, más yo.
5 Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo;

• y porque el final del v. 16 dice que vino sobre ellos la ira- cólera de Dios hasta el extremo, es decir, quedaron condenados. Esta idea supone una contradicción con Rom 11,25-26:

25 Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, no sea que presumáis de sabios: el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la totalidad de los gentiles,
26 y así, todo Israel será salvo, como dice la Escritura: Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las impiedades.

Sin embargo, todos los manuscritos de la Epístola presentan este pasaje, lo que supone que –de ser una interpolación, o glosa- ha de ser muy antigua, y por tanto más dudosa,

y Pablo habla también en otros lugares de la “ira de Dios contra Israel” (Rom 2,5; 3,5-6, etc.).

Por tanto, tras estas frases hay que entender el dolor de Pablo por el frente polémico que los judíos en general y algunos judeocristianos (de Jerusalén) forman contra él: se sienten irritados porque Pablo predica una salvación exactamente igual para los gentiles que para los judíos. Y una salvación que implica hacer tambalear algunos fundamentos básicos del judaísmo: a) la validez de la ley de Moisés como medio de salvación, y b) el Templo no es el lugar exclusivo del encuentro con Dios.

Nótese, sin embargo, por otra parte las terribles frases de Pblos: loa judíos “dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres” que, junto con el grito del pueblo judío antes de la crucifixión, del Evangelio de Mateo (27,25) “Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos”, fue y es un combustible tremendo del antijudaísmo cristiano.


2,17-3,13:

2, 17 Mas nosotros, hermanos, separados de vosotros por breve tiempo - físicamente, mas no con el corazón - ansiábamos con ardiente deseo ver vuestro rostro.
18 Por eso quisimos ir a vosotros - yo mismo, Pablo, lo intenté una y otra vez - pero Satanás nos lo impidió.
19 Pues ¿cuál es nuestra esperanza, nuestro gozo, la corona de la que nos sentiremos orgullosos, ante nuestro Señor Jesús en su Venida, sino vosotros?
20 Sí, vosotros sois nuestra gloria y nuestro gozo.


3,1 Por lo cual, no pudiendo soportar más, decidimos quedarnos solos en Atenas
2 y os enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el Evangelio de Cristo, para afianzaros y daros ánimos en vuestra fe,
3 para que nadie vacile en esas tribulaciones. Bien sabéis que este es nuestro destino:
4 ya cuando estábamos con vosotros os predecíamos que íbamos a sufrir tribulaciones, y es lo que ha sucedido, como sabéis.
5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar ya más, le envié para tener noticias de vuestra fe, no fuera que el Tentador os hubiera tentado y que nuestro trabajo quedara reducido a nada.
6 Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y vuestra caridad; y dice que conserváis siempre buen recuerdo de nosotros y que deseáis vernos, así como nosotros a vosotros.
7 Así pues, hermanos, hemos recibido de vosotros un gran consuelo, motivado por vuestra fe, en medio de todas nuestras congojas y tribulaciones.
8 Ahora sí que vivimos, pues permanecéis firmes en el Señor.
9 Y ¿cómo podremos agradecer a Dios por vosotros, por todo el gozo que, por causa vuestra, experimentamos ante nuestro Dios?
10 Noche y día le pedimos insistentemente poder ver vuestro rostro y completar lo que falta a vuestra fe.
11 Que Dios mismo, nuestro Padre y nuestro Señor Jesús orienten nuestros pasos hacia vosotros.
12 En cuanto a vosotros, que el Señor os haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos, como es nuestro amor para con vosotros,
13 para que se consoliden vuestros corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos.


En este largo pasaje Pablo muestra su afecto por los cristianos de Tesalónica:

· Impedido por las circunstancias, el Apóstol no puede volver a la ciudad, pero se consuela con las noticias de su colaborador Timoteo, quien le asegura que a pesar de las aflicciones los tesalonicenses viven firmes en su nueva fe.

· Las buenas nuevas aumentan el deseo de volver a verlos (3,10-11).

· 2,18: “Satanás nos lo impidió”: puede referirse a una enfermedad que le impidió viajar. La unión pecado/Satanás con la enfermedad es algo común en el judaísmo del siglo I. Véase Luis Gil, “Las curaciones milagrosas del Nuevo Testamento a la luz de la medicina popular”, en A. Piñero (ed.), En la frontera de lo imposible. Magos, médicos y taumaturgos en el Mediterráneo antiguo en tiempos del Nuevo Testamento, El Almendro, Córdoba, 2001, pp. 197-216.

Obsérvese en 2,19 cómo Pablo vuelve a repetir su fe en una pronta venida de Jesús (la parusía). En 3,13 aparece de nuevo la creencia en esa venida. Con esta venida está unida la concepción del fin del mundo presente y la instauración del reinado de Dios. En Pablo este reinado, como veremos es ultramundano, en el cielo. En esto cambia radicalmente la perspectiva de Jesús: un reino de Dios en dos fases, cuya primera es en la tierra de Israel, llena de bienes materiales y sobre todo espirituales.

Pablo no especifica con claridad qué tipo de penalidades afectan a esos nuevos cristianos. Probablemente se refiere, en primer lugar, a ciertas persecuciones por parte de los paganos de la ciudad (2,14). Puesto que algunos miembros de la comunidad han muerto inopinadamente (4,13: lo veremos más tarde), ¿alude el Apóstol a una persecución sangrienta por parte de los magistrados de la ciudad con consecuencia de muerte? Por ejemplo, por negarse los nuevos creyentes a participar en el culto al Emperador, muy boyante en esa ciudad.

En segundo lugar Pablo puede referirse a las usuales contrariedades que comporta una conversión, un cambio drástico de modo de vida y de situación social: apartamiento de antiguos amigos, dificultades en general con las autoridades al no participar ya en los cultos paganos, soledad e indeterminada situación de angustia.

El resto del pasaje parece fácilmente entendible por sí mismo.

Seguiremos. Saludos cordiales de de Antonio Piñero.

www.antoniopinero.com

Para más información sobre el curso de “Orígenes del cristianismo – Introducción al estudio del Nuevo Testamento” puede consultarse:

http://www.estudioartificio.es/Curso%20Antonio%20Pinero.htlm
Lunes, 2 de Marzo 2009
Hoy, domingo, me permito repetirles el anuncio de la semana pasada del curso sobre

Orígenes del cristianismo / Iniciación al estudio del Nuevo Testamento

impartido por Antonio PIÑERO

en Alcobendas (Madrid) a partir del próximo

lunes 2 de marzo 2009 a las 19,30 horas,

c/ Albacete 11 (trasera).



El siglo I de nuestra es una época fascinante. En ella, y tras la derrota ante el Imperio romano, el judaísmo sufre su última gran mutación que lo configura en la forma que tiene hasta hoy. En este siglo vive Jesús de Nazaret y nace también el cristianismo cuya máxima expresión es el Nuevo Testamento.

El curso presente sobre los "Orígenes del cristianismo" está centrado en el libro cristiano por excelencia: el Nuevo Testamento, sus antecedentes y su entorno. Indagaremos en lo posible sus entresijos para comprender mejor cómo y por qué nace la fe cristiana.


El programa es el siguiente:

1. Orígenes del cristianismo. Introducción histórica. La apocalíptica

2. Orígenes del cristianismo. Precedentes en cuanto a las ideas.

3. Fuentes del cristianismo. ¿Qué es el Nuevo Testamento y cómo se ha transmitido?.

4. Cómo se hizo la lista de libros sagrados: El canon del Nuevo Testamento.

5. Los apócrifos: qué son y cuál es su valor.

6. Introducción a los evangelios aceptados por la Iglesia.

7. Un ejemplo de crítica histórica: La verdadera historia de la pasión.

8. El éxito clamoroso de Pablo de Tarso: un caso de marketing en el mercado religioso del siglo I.

El curso es lunes alternos y en cada una de las sesiones se desarrollará un tema.


Repito los días:

Marzo: 2, 16 y 30

Abril: 20

Mayo: 11 y 25

Junio: 11 y 22

Para más información, pínchese, por favor, en el siguiente enlace:

http://www.estudioartificio.es/Curso%20Antonio%20Pinero.html

Saludos de Antonio Piñero


Domingo, 1 de Marzo 2009
Hoy escribe Antonio Piñero

El texto que comentamos es el siguiente: 1 Tes 2,1-12:

1 Bien sabéis vosotros, hermanos, que nuestra ida a vosotros no fue estéril,
2 sino que, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, como sabéis, confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicaros el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas.
3 Nuestra exhortación no procede del error, ni de la impureza ni con engaño,
4 sino que así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos, no buscando agradar a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones.
5 Nunca nos presentamos, bien lo sabéis, con palabras aduladoras, ni con pretextos de codicia, Dios es testigo,
6 ni buscando gloria humana, ni de vosotros ni de nadie.
7 Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables con vosotros, como una madre cuida con cariño de sus hijos.
8 De esta manera, amándoos a vosotros, queríamos daros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestro propio ser, porque habíais llegado a sernos muy queridos.
9 Pues recordáis, hermanos, nuestros trabajos y fatigas. Trabajando día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os proclamamos el Evangelio de Dios.
10 Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con vosotros, los creyentes.
11 Como un padre a sus hijos, lo sabéis bien, a cada uno de vosotros
12 os exhortábamos y alentábamos, conjurándoos a que vivieseis de una manera digna de Dios, que os ha llamado a su Reino y gloria.

2,1-12: Estos versículos son un breve recordatorio del comportamiento de Pablo en Tesalónica, y de la calidad de su labor como misionero. Son también como una apología, o defensa, de este trabajo.

A pesar de las persecuciones, de paganos y de judíos contrariados por su predicación de Jesús como mesías, Pablo sigue anunciando incansablemente el evangelio;

• En Tesalónica no predicó con engaños y palabras zalameras que buscan seducir a los hombres (2,2: alusión a otros predicadores religiosos de esa época), sino con toda verdad;

• Se comportó como una madre (2,7);

No pidió dinero, sino que se mantuvo con su trabajo (2,9); Posteriormente, en el cristianismo muy primitivo, cuando los que dirigían las comunidades incipientes eran los “maestros y profetas”, una la señal de un profeta falso era que pedía dinero.

Escribe el anónimo autor Didaché o “Doctrina de los Doce Apóstoles” (aproximadamente del 110 d.C.; de autor desconocido):

“Mas (el profeta) que dijere en espíritu, “Dame dinero” o cosas semejantes, no lo escuchéis. En cambio si dijere que se dé a otros necesitados, nadie lo juzgue (como falso)”: 11, 12

El Pastor (hacia el 141/155, en Roma; su autor, Hermas, hermano de Pío, obispo de Roma entre 141 y 155) dice:

“El hombre que aparenta tener espíritu… recibe paga por sus profecías, y si no se le paga, no profetiza” (Mandato XI 12).

Volvemos al pasaje de 1 Tesalonicenses:

La vida de Pablo fue irreprochable e incitó a los demás a actuar (“caminar conforme a la vocación”) del mismo modo (2,10-12).

Esta defensa de su modo de actuar encuentra su razón de ser en la idea de que la validez y atracción del Evangelio depende en parte de la honestidad del predicador: no debe confundirse a Pablo con otros predicadores o filósofos itinerantes de dudosa moralidad.

Además, el Apóstol recomienda su modo de proceder en Tesalónica para consolidar la estimación positiva de su comportamiento por parte de los tesalonicenses. Ello es vital en la aceptación de su Evangelio. Si se consolida el aprecio positivo de Pablo por parte de los miembros de la nueva comunidad, eso mismo servirá de defensa contra la campaña de calumnias contra el Apóstol, es decir, contra su evangelio y su comportamiento.

1 Tes 2, 13-16:

13 De ahí que también por nuestra parte no cesemos de dar gracias a Dios porque, al recibir la Palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como Palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes.
14 Porque vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos;
15 éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres,
16 impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados; pero la Cólera irrumpe sobre ellos con vehemencia.


En estos versículos se muestra una ulterior acción de gracias a Dios por la fe y paciencia de los nuevos cristianos, quienes permanecen en la fe a pesar de las persecuciones.

Así se han comportado también las iglesias de Judea, que han sufrido el acoso de los judíos, los mismos que dieron muerte al Señor y a los profetas.

Pablo parece defenderse también (v. 16) de los ataques de otros predicadores no ya paganos, sino judeocristianos, que no están de acuerdo con su modo de entender el "Evangelio" = aquí no significa aún un libro, sino la "buena nueva", la proclamación de Jesús como mesías salvador. Hch 17,5-9 ofrece el contexto de esta afirmación:

17:1 Atravesando Anfípolis y Apolonia llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga.
2 Pablo, según su costumbre, se dirigió a ellos y durante tres sábados discutió con ellos basándose en las Escrituras,
3 explicándolas y probando que Cristo tenía que padecer y resucitar de entre los muertos y que «este Cristo es Jesús, a quien yo os anuncio».
4 Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas así como una gran multitud de los que adoraban a Dios y de griegos y no pocas de las mujeres principales.
5 Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de la calle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad. Se presentaron en casa de Jasón buscándolos para llevarlos ante el pueblo.

Seguiremos. Saludos cordiales de de Antonio Piñero.

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Para más información sobre el curso de “Orígenes del cristianismo – Introducción al estudio del Nuevo Testamento” puede consultarse:

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Sábado, 28 de Febrero 2009
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Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





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