Reseñas
La inteligencia ejecutiva
Redacción T21 , 23/05/2012
Ficha Técnica
Título: La inteligencia ejecutiva
Autor: José Antonio Marina
Edita: Ariel . Barcelona. Primera edición, mayo 2012
Colección: Biblioteca UP
Materia: Divulgación psicológica
Número de páginas: 192 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-344-0067-2
PVP: 16 €
Durante siglos, dice José Antonio Marina, se pensó que la función principal de la inteligencia era conocer. Fue la época dorada de la Inteligencia Cognitiva. Después se reconoció la importancia de la Inteligencia Emocional, dada la influencia del mundo afectivo en el comportamiento humano.
Sin embargo, el autor considera que aparecen síntomas de encontrarnos en una nueva etapa que sostenida por lo anterior nos sitúa en un marco teórico más amplio y potente: la de la Inteligencia Ejecutiva, que organiza todas las demás y cuyo objetivo, según Marina, es el de “dirigir bien la acción mental y física”.
“Este nuevo enfoque nos permite comprender mejor la aventura de la especie humana. No vivimos para conocer, sino que conocemos para vivir de la mejor manera posible. No somos ni pura emoción, ni racionalidad pura, sino una complicada mezcla que cada uno de nosotros tiene que resolver biográficamente”. Somos seres, concluye José Antonio Marina, impulsados a vivir, a actuar, a enfrentarnos con la realidad. “Pero no estamos movidos sólo por impulsos y por objetivos fijados biológicamente, sino también por metas que conscientemente nos proponemos y con las que nos seducimos desde lejos, con mayor o menor fortuna.”
Esta inteligencia ejecutiva no es innata, considera Marina, se adquiere a lo largo de la vida, a través de dirigir bien el comportamiento y mediante las metas elegidas. “Tal vez mucho de los errores educativos que hemos padecido proceden de haber intentado educar la inteligencia cognitiva (proporcionando conocimientos a los alumnos) y la inteligencia emocional (intentando fomentar sus sentimientos agradables) pero descuidando la educación de la inteligencia ejecutiva, con lo que hemos aumentado su vulnerabilidad y disminuido su capacidad de tomar decisiones o de mantener el esfuerzo.”
“El fracaso de la inteligencia ejecutiva está presente en los grandes problemas que preocupan a la sociedad: las conductas impulsivas, la agresividad no controlada, el consumo de drogas, los déficits de atención, los problemas de desorganización, la falta de constancia, la procrastinación, la mala gestión del tiempo, los fallos en la memoria, la pasividad, las actitudes de dependencia de otras personas, las obsesiones, la rigidez en el pensamiento o el carácter –incluido el fanatismo-, y gran parte de los fracasos educativos.”
Porque la función de la inteligencia ejecutiva es la de dirigir todas las capacidades humanas como: evaluar, hacer proyectos, planificar, tomar decisiones y dar órdenes a nuestra máquina no consciente de producir ocurrencias. En ella tiene su origen la libertad humana. Educar los hábitos es el gran reto de nuestra sociedad; la idea de que la moral no es un añadido exterior, sino una necesaria creación de la inteligencia, su más decisivo desarrollo. Cambiar la trayectoria no depende del conocimiento ni de las emociones, depende de la inteligencia ejecutiva.
Cada capítulo de esta obra está constituido, metodológicamente, en tres parte: una primera parte en la que se expone un tema; la asistencia a un Congreso virtual sobre Inteligencia Ejecutiva, en segundo lugar y, por último, la participación en Talleres sobre la educación de sus funciones y la solución de sus trastornos. “Esta estructura, aclara el autor, es una astucia didáctica para poner a la disposición de padres y docentes la mayor cantidad de información posible, sin abrumarles.” Además, cada capítulo se prolonga en la web de Biblioteca UP donde se da más información, bibliografía, y la posibilidad de participación en un foro.
Índice
Introducción
Capítulo primero. El gran giro
Capítulos segundo. Definición de negativo
Capítulo tercero. El niño al asalto del poder
Capítulo cuarto. La organización
Capítulo quinto. La transfiguración de la inteligencia
Capítulo sexto. Nuestro asesor de decisiones
Capítulo séptimo. La educación del bucle prodigioso
Capítulo octavo. La educación del carácter.
Apéndice
Título: La inteligencia ejecutiva
Autor: José Antonio Marina
Edita: Ariel . Barcelona. Primera edición, mayo 2012
Colección: Biblioteca UP
Materia: Divulgación psicológica
Número de páginas: 192 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-344-0067-2
PVP: 16 €
Durante siglos, dice José Antonio Marina, se pensó que la función principal de la inteligencia era conocer. Fue la época dorada de la Inteligencia Cognitiva. Después se reconoció la importancia de la Inteligencia Emocional, dada la influencia del mundo afectivo en el comportamiento humano.
Sin embargo, el autor considera que aparecen síntomas de encontrarnos en una nueva etapa que sostenida por lo anterior nos sitúa en un marco teórico más amplio y potente: la de la Inteligencia Ejecutiva, que organiza todas las demás y cuyo objetivo, según Marina, es el de “dirigir bien la acción mental y física”.
“Este nuevo enfoque nos permite comprender mejor la aventura de la especie humana. No vivimos para conocer, sino que conocemos para vivir de la mejor manera posible. No somos ni pura emoción, ni racionalidad pura, sino una complicada mezcla que cada uno de nosotros tiene que resolver biográficamente”. Somos seres, concluye José Antonio Marina, impulsados a vivir, a actuar, a enfrentarnos con la realidad. “Pero no estamos movidos sólo por impulsos y por objetivos fijados biológicamente, sino también por metas que conscientemente nos proponemos y con las que nos seducimos desde lejos, con mayor o menor fortuna.”
Esta inteligencia ejecutiva no es innata, considera Marina, se adquiere a lo largo de la vida, a través de dirigir bien el comportamiento y mediante las metas elegidas. “Tal vez mucho de los errores educativos que hemos padecido proceden de haber intentado educar la inteligencia cognitiva (proporcionando conocimientos a los alumnos) y la inteligencia emocional (intentando fomentar sus sentimientos agradables) pero descuidando la educación de la inteligencia ejecutiva, con lo que hemos aumentado su vulnerabilidad y disminuido su capacidad de tomar decisiones o de mantener el esfuerzo.”
“El fracaso de la inteligencia ejecutiva está presente en los grandes problemas que preocupan a la sociedad: las conductas impulsivas, la agresividad no controlada, el consumo de drogas, los déficits de atención, los problemas de desorganización, la falta de constancia, la procrastinación, la mala gestión del tiempo, los fallos en la memoria, la pasividad, las actitudes de dependencia de otras personas, las obsesiones, la rigidez en el pensamiento o el carácter –incluido el fanatismo-, y gran parte de los fracasos educativos.”
Porque la función de la inteligencia ejecutiva es la de dirigir todas las capacidades humanas como: evaluar, hacer proyectos, planificar, tomar decisiones y dar órdenes a nuestra máquina no consciente de producir ocurrencias. En ella tiene su origen la libertad humana. Educar los hábitos es el gran reto de nuestra sociedad; la idea de que la moral no es un añadido exterior, sino una necesaria creación de la inteligencia, su más decisivo desarrollo. Cambiar la trayectoria no depende del conocimiento ni de las emociones, depende de la inteligencia ejecutiva.
Cada capítulo de esta obra está constituido, metodológicamente, en tres parte: una primera parte en la que se expone un tema; la asistencia a un Congreso virtual sobre Inteligencia Ejecutiva, en segundo lugar y, por último, la participación en Talleres sobre la educación de sus funciones y la solución de sus trastornos. “Esta estructura, aclara el autor, es una astucia didáctica para poner a la disposición de padres y docentes la mayor cantidad de información posible, sin abrumarles.” Además, cada capítulo se prolonga en la web de Biblioteca UP donde se da más información, bibliografía, y la posibilidad de participación en un foro.
Índice
Introducción
Capítulo primero. El gran giro
Capítulos segundo. Definición de negativo
Capítulo tercero. El niño al asalto del poder
Capítulo cuarto. La organización
Capítulo quinto. La transfiguración de la inteligencia
Capítulo sexto. Nuestro asesor de decisiones
Capítulo séptimo. La educación del bucle prodigioso
Capítulo octavo. La educación del carácter.
Apéndice
Reseñas
El poder de la neurodiversidad
Redacción T21 , 21/05/2012
Las extraordinarias capacidades que se ocultan tras el autismo, la hiperactividad, la dislexia y otras diferencias cerebrales
Ficha Técnica
Título: El poder de la neurodiversidad
Autorb: Thomas Armstrong
b[Edita: Editorial Paidós Barcelona. Primera edición, mayo 2012
Colección: Transiciones
Materia: Neurodiversidad
Traducción: Antonio Francisco Rodríguez Esteban
Número de páginas: 320 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-493-2588-5
PVP: 24,90 €
“Un emperador sabio sabe cómo elegir a la persona adecuada para la tarea adecuada. Es como un hábil carpintero que sabe utilizar madera recta para hacer varas, madera curva para hacer ruedas, madera larga para hacer vigas y madera corta para hacer postes. Por lo tanto, se utiliza la madera de todas las formas y extensiones. El emperador debería utilizar al personal de la misma forma, usando al sabio por su ingenio, al ignorante por su fuerza, al valiente por su valor y al tímido por su prudencia. Así como un buen carpintero no descarta ninguna madera, un emperador sabio no descarta a ningún hombre.” (Emperador Tang Taizon, año 648 d.C.)
En El poder de la neurodiversidad Thomas Armstrong aborda siete trastornos (autismo, TDAH, dislexia, trastornos del ánimo, trastornos de la ansiedad, discapacidad intelectual y esquizofrenia) que provocan reacciones y pensamientos negativos por parte de los profesionales, la familia y otras personas del entorno de aquellos individuos que los presentan, enfrentándose a su vida lastrados por unas bajas expectativas.
“Sin embargo, dice Armstrong, una vez que observamos sus vidas con más profundidad, empezamos a ver brillar sus capacidades, sus talentos, sus destrezas y su inteligencia. El proceso de investigar las dimensiones positivas de las personas con trastornos negativos puede suponer una diferencia capital en el proceso de ayudarlos a tener éxitos en la vida.” El autor alienta la importancia de rechazar el pensamiento basado en la enfermedad para abrazar una visión más positiva de quiénes son y quiénes pueden llegar a ser aquellos seres humanos afectados por esos trastornos. La palabra neurodiversidad expresa este sentido afirmativo.
El término “neurodiversidad” ayuda a que empecemos a utilizar un lenguaje más positivo para hablar del cerebro en sus múltiples variaciones. No es que el autor quiera caer en un optimismo exagerado que niegue el sufrimiento indecible de quienes padecen alguno de los trastornos que aquí se señalan, ni el dolor para sus seres queridos y para quienes cuidan de ellos. “Pero hemos adquirido una visión unilateral en nuestra orientación basada en la enfermedad, y necesitamos tiempo para explorar el aspecto positivo a fin de corregir este desequilibrio.
Si en el campo de la biodiversidad, apuntala Armstrong, hemos reconocido la necesidad de ser una cultura sostenible, aprendiendo a no desprendernos de objetos (ordenadores, monitores, muebles, colchones, lámparas, cámaras) que puede reciclarse fácilmente, tenemos que aprender esta lección en el campo de los recursos humanos. “En la población neurodiversa hay muchos talentos y habilidades literalmente desperdiciadas porque los empresarios no han sabido ver las destrezas con las que esas personas podrían contribuir al éxito de sus negocios. Solo el seis por ciento de las personas con autismo trabaja a jornada completa. Solo trabaja el treinta y uno por ciento de las personas con discapacidades intelectuales, aunque son muchos más los que quieren hacerlo. Un aplastante noventa por ciento de los adultos con enfermedades graves está desempleado, el peor nivel de desempleo en cualquier grupo de discapacidad”.
Sin embargo, a lo largo de esta obra, el autor pone en evidencia “cómo individuos que los demás consideran problemáticos tienen dones que deberían compartir con el mundo que les rodea: el pensamiento visual de los disléxicos, la búsqueda de novedades de las personas con TDAF, el talento artístico de algunos individuos con trastorno bipolar, el sentido del humor y la mímica de muchas personas con discapacidad intelectual, la sensibilidad mística y poética del esquizofrénico. Esto no quiere decir que se esté hablando de arrojar a las personas neurodiversas al mundo laboral sin proporcionarles ayuda de ningún tipo, esperando que sus habilidades les sirvan de balsa de rescate.”
Hemos de reconsiderar los juicios y los prejuicios que posee nuestra cultura sobre los individuos neurodiversos, sin los cuales nuestra humanidad se empobrecería. Hagamos lo que podamos, dice Armstrong, para preservar esos genes aberrantes que hacen que nuestra civilización sea vital, diversa e interesante.
Sumario
Prefacio
1. Neurodiversidad: ha llegado el momento de un nuevo concepto
2. La alegría del cerebro hiperactivo
3. El lado positivo de ser autista
4. Un tipo diferente de estudiante
5. El don de ánimo
6. Las ventajas de la ansiedad
7. El arcoíris de inteligencias
8. Pensar en una clave diferente
9. Neurodiversidad en el aula
10. El futuro de la neurodiversidad
Recursos
Notas
Índice analítico y de nombres
Título: El poder de la neurodiversidad
Autorb: Thomas Armstrong
b[Edita: Editorial Paidós Barcelona. Primera edición, mayo 2012
Colección: Transiciones
Materia: Neurodiversidad
Traducción: Antonio Francisco Rodríguez Esteban
Número de páginas: 320 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-493-2588-5
PVP: 24,90 €
“Un emperador sabio sabe cómo elegir a la persona adecuada para la tarea adecuada. Es como un hábil carpintero que sabe utilizar madera recta para hacer varas, madera curva para hacer ruedas, madera larga para hacer vigas y madera corta para hacer postes. Por lo tanto, se utiliza la madera de todas las formas y extensiones. El emperador debería utilizar al personal de la misma forma, usando al sabio por su ingenio, al ignorante por su fuerza, al valiente por su valor y al tímido por su prudencia. Así como un buen carpintero no descarta ninguna madera, un emperador sabio no descarta a ningún hombre.” (Emperador Tang Taizon, año 648 d.C.)
En El poder de la neurodiversidad Thomas Armstrong aborda siete trastornos (autismo, TDAH, dislexia, trastornos del ánimo, trastornos de la ansiedad, discapacidad intelectual y esquizofrenia) que provocan reacciones y pensamientos negativos por parte de los profesionales, la familia y otras personas del entorno de aquellos individuos que los presentan, enfrentándose a su vida lastrados por unas bajas expectativas.
“Sin embargo, dice Armstrong, una vez que observamos sus vidas con más profundidad, empezamos a ver brillar sus capacidades, sus talentos, sus destrezas y su inteligencia. El proceso de investigar las dimensiones positivas de las personas con trastornos negativos puede suponer una diferencia capital en el proceso de ayudarlos a tener éxitos en la vida.” El autor alienta la importancia de rechazar el pensamiento basado en la enfermedad para abrazar una visión más positiva de quiénes son y quiénes pueden llegar a ser aquellos seres humanos afectados por esos trastornos. La palabra neurodiversidad expresa este sentido afirmativo.
El término “neurodiversidad” ayuda a que empecemos a utilizar un lenguaje más positivo para hablar del cerebro en sus múltiples variaciones. No es que el autor quiera caer en un optimismo exagerado que niegue el sufrimiento indecible de quienes padecen alguno de los trastornos que aquí se señalan, ni el dolor para sus seres queridos y para quienes cuidan de ellos. “Pero hemos adquirido una visión unilateral en nuestra orientación basada en la enfermedad, y necesitamos tiempo para explorar el aspecto positivo a fin de corregir este desequilibrio.
Si en el campo de la biodiversidad, apuntala Armstrong, hemos reconocido la necesidad de ser una cultura sostenible, aprendiendo a no desprendernos de objetos (ordenadores, monitores, muebles, colchones, lámparas, cámaras) que puede reciclarse fácilmente, tenemos que aprender esta lección en el campo de los recursos humanos. “En la población neurodiversa hay muchos talentos y habilidades literalmente desperdiciadas porque los empresarios no han sabido ver las destrezas con las que esas personas podrían contribuir al éxito de sus negocios. Solo el seis por ciento de las personas con autismo trabaja a jornada completa. Solo trabaja el treinta y uno por ciento de las personas con discapacidades intelectuales, aunque son muchos más los que quieren hacerlo. Un aplastante noventa por ciento de los adultos con enfermedades graves está desempleado, el peor nivel de desempleo en cualquier grupo de discapacidad”.
Sin embargo, a lo largo de esta obra, el autor pone en evidencia “cómo individuos que los demás consideran problemáticos tienen dones que deberían compartir con el mundo que les rodea: el pensamiento visual de los disléxicos, la búsqueda de novedades de las personas con TDAF, el talento artístico de algunos individuos con trastorno bipolar, el sentido del humor y la mímica de muchas personas con discapacidad intelectual, la sensibilidad mística y poética del esquizofrénico. Esto no quiere decir que se esté hablando de arrojar a las personas neurodiversas al mundo laboral sin proporcionarles ayuda de ningún tipo, esperando que sus habilidades les sirvan de balsa de rescate.”
Hemos de reconsiderar los juicios y los prejuicios que posee nuestra cultura sobre los individuos neurodiversos, sin los cuales nuestra humanidad se empobrecería. Hagamos lo que podamos, dice Armstrong, para preservar esos genes aberrantes que hacen que nuestra civilización sea vital, diversa e interesante.
Sumario
Prefacio
1. Neurodiversidad: ha llegado el momento de un nuevo concepto
2. La alegría del cerebro hiperactivo
3. El lado positivo de ser autista
4. Un tipo diferente de estudiante
5. El don de ánimo
6. Las ventajas de la ansiedad
7. El arcoíris de inteligencias
8. Pensar en una clave diferente
9. Neurodiversidad en el aula
10. El futuro de la neurodiversidad
Recursos
Notas
Índice analítico y de nombres
Reseñas
Buenas noticias de la escuela
Redacción T21 , 21/05/2012
Ficha Técnica
Título: Buenas noticias de la escuela
Edición al cuidado de: Antonietta Lelario, Vita Cosentino y Guido Armellini
Prólogo: Dolo Molina
Edita: Sabina Editorial . Madrid, 16 de diciembre de 2010
Colección: Leer Deseos
Materia: Educación
Traducción: Gemma del Olmo Campillo
Maquetación: Charo Villa
Número de páginas: 244 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-937159-2-2
PVP: 20 €
Buenas noticias de la escuela es una obra colectiva que recoge voces claras y experimentadas, del contexto educativo italiano, para poner en evidencia el peligro que corre la escuela de no ser comprendida en su realidad más auténtica: la relación educativa enseñantes/estudiantes, esencialmente humana y por tanto viva e imprevisible.
“Entre el activismo de los reformadores “desde arriba” y las protestas estudiantiles “desde abajo”, los enseñantes vuelven de este modo a tomar la palabra preguntándose con tenacidad y originalidad sobre el corazón de su profesión.”
“Una convicción que nos une (se dice al final de la introducción): si no sabemos dar espacio al desarrollo de una cultura que nace del deseo de la libertad de hombres y mujeres, chicos y chicas, y encontrar un lenguaje pegado a lo concreto de las relaciones que se entrecruzan en la escuela, de bien poco podrán servir normas y reformas, aunque fueran –y raramente pasa- las mejores del mundo.”
“Hablar de buenas noticias de la escuela es una invitación que se nos hace, y podemos hacer (nos), dice Dolo Molina en el prólogo, para dejar de dar crédito a quienes cosifican y niegan lo mejor de la educación y consideran que la renovación del sistema escolar público solo puede darse a golpe de decretos y nuevas leyes. En este sentido, las Buenas Noticias de la escuela que nos trae este libro hacen referencia, en primer lugar, al hecho de que puede darse una verdadera y profunda transformación de la escuela sin esperar que los cambios lleguen del exterior y también sin ceder a la tentación de delegarlos en otros.
En segundo lugar, está el reconocimiento que las autoras y autores hacen de la escuela como un espacio vivo y privilegiado de relación y de intercambio entre generaciones, donde se hace visible el placer de enseñar y aprender porque se puede hablar, hacerse preguntas, dialogar, pensar y poner en práctica modos de convivencia civilizadora. La escuela es también un lugar donde se generan conflictos que hay que reconocer, asumir y gestionar para abrir nuevas experiencias pedagógicas que incidan en la transformación de sí para asumir el riesgo y la aventura de crecer. En tercer lugar, muestra la competencia simbólica de las maestras y maestros que reinventan cada día esa relación educativa afectiva y efectiva, viva y encarnada y su proceder reflexivo junto a esa escucha atenta que hace político el trabajo de la escuela.”
“Este libro narra la experiencia del Movimiento de Autorreforma Gentil surgido en Italia en la década de los años 90. “La Autorreforma Gentil se mueve siguiendo dos ideas radicales: salir de una política cuya pretensión es cambiar el mundo en un futuro próximo e imaginario y escapar de las formas políticas constituidas para la confrontación y la representación.”
“El libro pone de manifiesto el trabajo político y simbólico de maestras y maestros que han hecho posible en Italia la paralización de algunas propuestas de reforma institucional como, por ejemplo, las que tienen que ver con la burocratización y el control sobre el proceso de enseñanza aprendizaje. Especialmente interesante es la reflexión que hacen sobre la evaluación que, desde una lógica certificadora-clasificatoria es desplazada a una lógica reguladora-relacional; o el debate que se abre en torno a la operación simbólica que equipara la escuela con la fábrica y que ha redefinido el sentido del trabajo en la escuela. Encontramos además, otras lecturas de la realidad escolar en las que las reflexiones, preguntas y situaciones expuestas tienen la cualidad de ayudarnos a seguir abriendo el pensamiento, interrogando nuestras prácticas, sosteniendo nuestro deseo o aplacando nuestras inquietudes.”
“Sobre la escuela recaen, se afirma en la introducción, al menos tres contradicciones. Se ha vuelto de masas manteniendo una estructura y una concepción elitista del saber; se ha llenado de mujeres (enseñantes y estudiantes) sin que la impronta masculina que ha marcado sus orígenes haya sido suficientemente sometida a análisis; se representa como un lugar de transmisión de valores y saberes preconstituidos, mientras que precisamente ahí la demanda de sentido de los chicos y de las chicas impone una deconstrucción y una redefinción de esos saberes y de esos valores.
Quien enseña con compromiso y con pasión se encuentra en el centro de esta crisis, y la ve reflejada en rostros y cuerpos, en historias individuales, en intercambios de ideas y de emociones, con una concreción que escapa a los grandes análisis sociológicos y a los grandes proyectos de transformación por vía legislativa. En los últimos años el discurso dominante sobre la escuela ha eludido sustancialmente los problemas, los conflictos, las ocasiones que surgían de este encuentro cotidiano entre generaciones jóvenes y adultas: un lenguaje abarrotado de metáforas económicas (“capital humano”, “productividad”, flexibilidad”, “ofertas” y “contratos”, “débitos” y “créditos”) ha sancionado como natural la asunción del mercado como modelo del proceso formativo, homologando las relaciones educativas a la lógica de la competición y del principio de prestación; el énfasis sobre la adquisición de “habilidades certificables” que se pueden utilizar en el mercado de trabajo ha reforzado las posturas tecnicistas, dirigidas a neutralizar la subjetividad sexuada de los seres humanos, reconduciéndola a función anónima; los artificios curriculares y las taxonomías programadoras, procuradas por los especialistas de didácticas, en vez de producir calidad y eficiencia, han acentuado la pasividad y la burocratización. Pero afortunadamente la escuela, por la extraordinaria variedad de los seres humanos que la ocupan, no puede ser reducida a una ordenada secuencia de procedimientos prescritos, controlados y medidos por leyes: la experiencia enseña que, al entrar en el aula, las disciplinas se transforman, buscando nuevas formas y nuevas relaciones con la sociedad que cambia, en un proceso vital de resultados im previsibles.”
Índice
Prólogo. Dolo Molina
Introducción
Primera parte
El 68 ha muerto, viva el 68
Una excelencia contagiosa y amable. Luisa Muraro
De la oposición a la pasión. Gian Piero Bernard
Un pensamiento político del educar. Anna Maria Piussi
Debate: ¿Es trabajo el trabajo de la enseñante y del enseñante?. Giannina Longobardi, Luciana Tavernini, Gabriella Giorgetti, Rosa Porcu, Andrea Bagni, Anna María Piussi, Luisa Muraro
Experiencias: La escuela en el corazón de la sociedad
Ir más allá del umbral. Marina di Bartolomeo
Escuela y mafia: una cuestión de cultura. Anna di Salvo
El proyecto infinito. Adelo Longo, Eugenio Gargiulo y Katia Ricci
Yo, mi cuerpo, el amor. Angela Cianci
Segunda parte
La escuela no reglada
La riqueza de no ser iguales. Vita Cosentino
El toro, Guido Cavalcanti y otros imprevistos. Guido Armellini
El tiempo de la experiencia. Renata Puleo
El tiempo reglado. Marina di Bartolomeo
El lenguaje de la burocracia. Marta Baiardi
Por un derecho discursivo. Mauro Palma
Quién evalúa a quién y por qué. Vita Consentino
Miseria y nobleza de la evaluación. Guido Armellini
Debate: Decir no para decir sí. Valerio Tanini, Eleonora Chiti, Vita Consentino, Marinella Antonelli, Anna Maria Piussi, Leticia Bianchi, Marisa Gizzio y Antonietta Lelario
Tercera
Por una política de las emociones
Las emociones y la escuela que cambia. Marianella Sclavi
La fuerza del contexto y de las normas implícitas. Clotilde Pontecorvo
Decir la necesidad. Chiara Zamboni
Experiencias: Emociones y conocimiento
¿Crecer es apagarse? Pia Marcolivio
El respiro de la escuela. Andrea Bagni
El miedo a la matemáticas. Rosanna Macrillò
Gracias profe por la estupenda clase. María Grazia Maitilasso
Cuarta parte
Pasión y conocimiento
Un trabajo de escultura. Franco Lorenzoni
Lenguaje y orden simbólico. Antonietta Lelario
Reescribir la historia. Marirì Martinengo
Pasión y conocimiento, o mejor dicho, padecimiento y aprendizaje. Alma Zanfrà
Cada vez les cuesta más aprender. Francesca Graziani
Experiencias: ¿En qué se convierte una disciplina cuando entra en un aula de la escuela?
Contenidos no indiferentes. Clelia Luliani
Autorreforma soft. Marisa Napoli
Crear relaciones. María Donata Glori
Un clásico en la mochila. Laura Aglianò
Sobre el lenguaje científico. Gian Piero Bernard
Quinta parte
Decir siempre la verdad
La diferencia femenina. Clara Jourdan
Las enemigas de las mujeres. Eleonora Chiti
¿Qué hacer entre nosotros, los hombres? Andrea Bagni
Debate: ¿Dónde va la ambición femenina?. Giannina Longobardi, María Grazia Maitilasso, Clelia Luliani, Vittoria Gallina, Giovanna Romualdi, Antonella Masi, Katia Ricci, Cosetta Diegoli, Francesca Graziani
Título: Buenas noticias de la escuela
Edición al cuidado de: Antonietta Lelario, Vita Cosentino y Guido Armellini
Prólogo: Dolo Molina
Edita: Sabina Editorial . Madrid, 16 de diciembre de 2010
Colección: Leer Deseos
Materia: Educación
Traducción: Gemma del Olmo Campillo
Maquetación: Charo Villa
Número de páginas: 244 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-937159-2-2
PVP: 20 €
Buenas noticias de la escuela es una obra colectiva que recoge voces claras y experimentadas, del contexto educativo italiano, para poner en evidencia el peligro que corre la escuela de no ser comprendida en su realidad más auténtica: la relación educativa enseñantes/estudiantes, esencialmente humana y por tanto viva e imprevisible.
“Entre el activismo de los reformadores “desde arriba” y las protestas estudiantiles “desde abajo”, los enseñantes vuelven de este modo a tomar la palabra preguntándose con tenacidad y originalidad sobre el corazón de su profesión.”
“Una convicción que nos une (se dice al final de la introducción): si no sabemos dar espacio al desarrollo de una cultura que nace del deseo de la libertad de hombres y mujeres, chicos y chicas, y encontrar un lenguaje pegado a lo concreto de las relaciones que se entrecruzan en la escuela, de bien poco podrán servir normas y reformas, aunque fueran –y raramente pasa- las mejores del mundo.”
“Hablar de buenas noticias de la escuela es una invitación que se nos hace, y podemos hacer (nos), dice Dolo Molina en el prólogo, para dejar de dar crédito a quienes cosifican y niegan lo mejor de la educación y consideran que la renovación del sistema escolar público solo puede darse a golpe de decretos y nuevas leyes. En este sentido, las Buenas Noticias de la escuela que nos trae este libro hacen referencia, en primer lugar, al hecho de que puede darse una verdadera y profunda transformación de la escuela sin esperar que los cambios lleguen del exterior y también sin ceder a la tentación de delegarlos en otros.
En segundo lugar, está el reconocimiento que las autoras y autores hacen de la escuela como un espacio vivo y privilegiado de relación y de intercambio entre generaciones, donde se hace visible el placer de enseñar y aprender porque se puede hablar, hacerse preguntas, dialogar, pensar y poner en práctica modos de convivencia civilizadora. La escuela es también un lugar donde se generan conflictos que hay que reconocer, asumir y gestionar para abrir nuevas experiencias pedagógicas que incidan en la transformación de sí para asumir el riesgo y la aventura de crecer. En tercer lugar, muestra la competencia simbólica de las maestras y maestros que reinventan cada día esa relación educativa afectiva y efectiva, viva y encarnada y su proceder reflexivo junto a esa escucha atenta que hace político el trabajo de la escuela.”
“Este libro narra la experiencia del Movimiento de Autorreforma Gentil surgido en Italia en la década de los años 90. “La Autorreforma Gentil se mueve siguiendo dos ideas radicales: salir de una política cuya pretensión es cambiar el mundo en un futuro próximo e imaginario y escapar de las formas políticas constituidas para la confrontación y la representación.”
“El libro pone de manifiesto el trabajo político y simbólico de maestras y maestros que han hecho posible en Italia la paralización de algunas propuestas de reforma institucional como, por ejemplo, las que tienen que ver con la burocratización y el control sobre el proceso de enseñanza aprendizaje. Especialmente interesante es la reflexión que hacen sobre la evaluación que, desde una lógica certificadora-clasificatoria es desplazada a una lógica reguladora-relacional; o el debate que se abre en torno a la operación simbólica que equipara la escuela con la fábrica y que ha redefinido el sentido del trabajo en la escuela. Encontramos además, otras lecturas de la realidad escolar en las que las reflexiones, preguntas y situaciones expuestas tienen la cualidad de ayudarnos a seguir abriendo el pensamiento, interrogando nuestras prácticas, sosteniendo nuestro deseo o aplacando nuestras inquietudes.”
“Sobre la escuela recaen, se afirma en la introducción, al menos tres contradicciones. Se ha vuelto de masas manteniendo una estructura y una concepción elitista del saber; se ha llenado de mujeres (enseñantes y estudiantes) sin que la impronta masculina que ha marcado sus orígenes haya sido suficientemente sometida a análisis; se representa como un lugar de transmisión de valores y saberes preconstituidos, mientras que precisamente ahí la demanda de sentido de los chicos y de las chicas impone una deconstrucción y una redefinción de esos saberes y de esos valores.
Quien enseña con compromiso y con pasión se encuentra en el centro de esta crisis, y la ve reflejada en rostros y cuerpos, en historias individuales, en intercambios de ideas y de emociones, con una concreción que escapa a los grandes análisis sociológicos y a los grandes proyectos de transformación por vía legislativa. En los últimos años el discurso dominante sobre la escuela ha eludido sustancialmente los problemas, los conflictos, las ocasiones que surgían de este encuentro cotidiano entre generaciones jóvenes y adultas: un lenguaje abarrotado de metáforas económicas (“capital humano”, “productividad”, flexibilidad”, “ofertas” y “contratos”, “débitos” y “créditos”) ha sancionado como natural la asunción del mercado como modelo del proceso formativo, homologando las relaciones educativas a la lógica de la competición y del principio de prestación; el énfasis sobre la adquisición de “habilidades certificables” que se pueden utilizar en el mercado de trabajo ha reforzado las posturas tecnicistas, dirigidas a neutralizar la subjetividad sexuada de los seres humanos, reconduciéndola a función anónima; los artificios curriculares y las taxonomías programadoras, procuradas por los especialistas de didácticas, en vez de producir calidad y eficiencia, han acentuado la pasividad y la burocratización. Pero afortunadamente la escuela, por la extraordinaria variedad de los seres humanos que la ocupan, no puede ser reducida a una ordenada secuencia de procedimientos prescritos, controlados y medidos por leyes: la experiencia enseña que, al entrar en el aula, las disciplinas se transforman, buscando nuevas formas y nuevas relaciones con la sociedad que cambia, en un proceso vital de resultados im previsibles.”
Índice
Prólogo. Dolo Molina
Introducción
Primera parte
El 68 ha muerto, viva el 68
Una excelencia contagiosa y amable. Luisa Muraro
De la oposición a la pasión. Gian Piero Bernard
Un pensamiento político del educar. Anna Maria Piussi
Debate: ¿Es trabajo el trabajo de la enseñante y del enseñante?. Giannina Longobardi, Luciana Tavernini, Gabriella Giorgetti, Rosa Porcu, Andrea Bagni, Anna María Piussi, Luisa Muraro
Experiencias: La escuela en el corazón de la sociedad
Ir más allá del umbral. Marina di Bartolomeo
Escuela y mafia: una cuestión de cultura. Anna di Salvo
El proyecto infinito. Adelo Longo, Eugenio Gargiulo y Katia Ricci
Yo, mi cuerpo, el amor. Angela Cianci
Segunda parte
La escuela no reglada
La riqueza de no ser iguales. Vita Cosentino
El toro, Guido Cavalcanti y otros imprevistos. Guido Armellini
El tiempo de la experiencia. Renata Puleo
El tiempo reglado. Marina di Bartolomeo
El lenguaje de la burocracia. Marta Baiardi
Por un derecho discursivo. Mauro Palma
Quién evalúa a quién y por qué. Vita Consentino
Miseria y nobleza de la evaluación. Guido Armellini
Debate: Decir no para decir sí. Valerio Tanini, Eleonora Chiti, Vita Consentino, Marinella Antonelli, Anna Maria Piussi, Leticia Bianchi, Marisa Gizzio y Antonietta Lelario
Tercera
Por una política de las emociones
Las emociones y la escuela que cambia. Marianella Sclavi
La fuerza del contexto y de las normas implícitas. Clotilde Pontecorvo
Decir la necesidad. Chiara Zamboni
Experiencias: Emociones y conocimiento
¿Crecer es apagarse? Pia Marcolivio
El respiro de la escuela. Andrea Bagni
El miedo a la matemáticas. Rosanna Macrillò
Gracias profe por la estupenda clase. María Grazia Maitilasso
Cuarta parte
Pasión y conocimiento
Un trabajo de escultura. Franco Lorenzoni
Lenguaje y orden simbólico. Antonietta Lelario
Reescribir la historia. Marirì Martinengo
Pasión y conocimiento, o mejor dicho, padecimiento y aprendizaje. Alma Zanfrà
Cada vez les cuesta más aprender. Francesca Graziani
Experiencias: ¿En qué se convierte una disciplina cuando entra en un aula de la escuela?
Contenidos no indiferentes. Clelia Luliani
Autorreforma soft. Marisa Napoli
Crear relaciones. María Donata Glori
Un clásico en la mochila. Laura Aglianò
Sobre el lenguaje científico. Gian Piero Bernard
Quinta parte
Decir siempre la verdad
La diferencia femenina. Clara Jourdan
Las enemigas de las mujeres. Eleonora Chiti
¿Qué hacer entre nosotros, los hombres? Andrea Bagni
Debate: ¿Dónde va la ambición femenina?. Giannina Longobardi, María Grazia Maitilasso, Clelia Luliani, Vittoria Gallina, Giovanna Romualdi, Antonella Masi, Katia Ricci, Cosetta Diegoli, Francesca Graziani
Reseñas
¿Qué es historia de género?
Juan Antonio Martínez de la Fe , 15/05/2012
Ficha Técnica
Título: ¿Qué es historia de género?
Autora: Sonya O. Rose
Edita: Alianza Editorial
Traducción: Noelia Adánez
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 275
ISBN: 978-84-206-6968-7
Precio: 22 euros
La importancia del género en la historia es un tema que viene pisando fuerte. Abre una nueva perspectiva que, indudablemente, amplía el horizonte de los análisis que se hacen por los historiadores e historiadoras. Si ya se ha comentado en este blog el libro La senda mutilada, que nos hace ver el papel fundamental de la mujer en el proceso evolutivo de la humanidad, en esta ocasión se aborda el análisis, sobre todo, en el espacio comprendido entre los siglos XVII a XX.
¿Qué es historia de género? es un libro de amena lectura, y no por ello exento del rigor de la ciencia, que nos ofrece en sus páginas una nueva visión de los hechos que la historia nos ha contado. Con lo cual, tras cada página, se nos abre una sorpresa que nos lleva a la reflexión y a un enriquecimiento del saber sobre nuestro pasado. Si bien es cierto que la abundancia de ejemplos esclarecedores está referida a ámbitos especialmente americanos e ingleses, ello no implica que sus conclusiones no puedan ser aplicadas a aquellos otros campos que nos son más próximos.
¿De qué trata este libro? Pues de lo que hacen las historiadoras del género. No se trata de una historia del género, sino de los enfoques en este campo y de su desarrollo.
¿Qué pretende este libro? Proporcionar una introducción al tema, especialmente para quienes no hayan descubierto aún la historia del género como un campo diferenciado de investigación y, también, para quienes deseen analizar cómo los historiadores se han acercado a esta cuestión. Sonya Rose pretende convencer al lector de que el género tiene una historia y de que es históricamente relevante. En definitiva, quiere acercar al lector el sentido del tipo de cuestiones por las que las historiadoras del género se interrogan y de cómo les ha ido al tratar de ofrecer respuestas. Y se habla de “historiadoras” porque, por lo general, son mujeres quienes abordan la investigación sobre este asunto.
¿Por qué historia de género? es el encabezamiento del primer capítulo de la obra. Parte la autora recordando algunos principios básicos, tales como que la historia es una reconstrucción de lo sucedido y, como tal reconstrucción hecha por historiadores, éstos no se hallan al margen de la historia, sino que son conformados por ella y por el ambiente político, cultural, social y económico en el que viven y desarrollan su trabajo. Seguidamente, aclara el significado el término “género” y analiza las circunstancias por las que las historiadoras comenzaron a pensar que el género tenía una historia y que era una cuestión relevante en ella. A partir de aquí, realiza un amplio recorrido por los trabajos llevados a cabo por historiadoras, con especial énfasis en las estadounidenses y británicas, y finaliza con la pregunta a la que se pretende dar respuesta en el segundo capítulo: ¿existe alguna clase de distinción constante entre el sexo y el género?
A esta cuestión se dedica el capítulo siguiente, que titula Cuerpos y sexualidad en la historia de género. El primer planteamiento es distinguir entre ambos conceptos, sexo y género; pese a que el género ha sido considerado como una categoría útil para el análisis histórico, en el lenguaje cotidiano ambos conceptos se consideran sinónimos; es más: por género se entiende habitualmente el femenino (véase, si no, cómo se utiliza la expresión “violencia de género” para referirse al maltrato del hombre contra la mujer). Como bien explica Rose, el problema fundamental es que se piensa que la diferencia de sexos pertenece al ámbito de la naturaleza, en lugar de al de la cultura, hasta que se llegó a considerarse de sentido común que la diferencia real entre todas las mujeres y todos los hombres era el papel que sus respectivos cuerpos desempeñaban en la reproducción. La autora hace un recorrido histórico, muy interesante, para desentrañar los estudios que se han centrado en los cuerpos y en la sexualidad, empleando el género como una categoría de análisis. También explica cómo los cuerpos determinados por el género, tanto de hombres como de mujeres, así como sus actividades sexuales, han sido utilizados como símbolos políticos o símbolos al servicio de la nación. Igualmente, cierra el capítulo con una conclusión y abriendo el camino al siguiente apartado, en el que explorará la idea de que la raza/etnicidad, clase y género no son dimensiones independientes de la vida social, sino que se construyen de manera relacional y se conectan de múltiples y relevantes maneras.
De ahí que este tercer capítulo de la obra se titule Género y otras relaciones de diferencia. Reconoce Sonya Rose que una de las principales críticas que se han vertido contra la historia de las mujeres que se ha venido haciendo era la de que, en ella, se obviaban las diferencias existentes entre las mujeres; lo que dio origen a una serie de reflexiones sobre cómo la raza y las diferencias étnicas influyeron en la forma en que el género afectó a la vida de las mujeres. Y se concluyó que el género no tenía una única historia sino una pluralidad de historias. Finalmente, para poder analizar cómo el género y la raza/etnicidad y/o la clase han sido mutuamente modelados y han operado juntos históricamente, los investigadores han tenido que centrarse en el contacto entre diferentes grupos. A partir de ahí, se ofrece un pormenorizado recorrido por la bibliografía existente sobre este particular, fruto de abundantes investigaciones que han abordado las actividades filantrópicas de las damas de la alta sociedad, las actividades misioneras y otras formas de beneficencia, la esclavitud o el fenómeno del colonialismo.
Hombres y masculinidad es el título de capítulo cuarto. Es un capítulo que pretende introducir al lector en el tema, analizando diferentes enfoques sobre esta cuestión y enfatizando los significados cambiantes de la masculinidad en el tiempo, así como los distintos modos en que se ha interpretado y experimentado en un período histórico determinado. Se trata, en definitiva, de considerar a los protagonistas de la historia en cuanto hombres; con frecuencia, se les ha considerado incorpóreos, sin tener en cuenta que son sujetos históricos determinados por el género, al margen de sus actividades políticas, sociales o económicas, para las que han sido modelados justamente por ser hombres. En su análisis, virilidad, masculinidad y hombría vienen a ser prácticamente sinónimos, referidos a las normas y expectativas de género, ideales y rasgos asociados con el hecho de ser hombres. A partir de aquí y, tal y como realizara en los anteriores capítulos, se expone un recorrido por las investigaciones llevadas a cabo, especialmente por historiadoras, sobre el tema, analizando los códigos culturales que informaron cómo los hombres debían ser hombres (pruebas de masculinidad que habían de superar, etc.); unos códigos que han cambiado históricamente y que han determinado actitudes de dominación, como en el caso de las colonizaciones.
Se llega así al quinto capítulo, que titula Género y conocimiento histórico. En él, se pretende ilustrar cómo las historiadoras del género han contribuido a debates que resultan fundamentales para los historiadores en general, centrándose en la conquista colonial, la revolución, el nacionalismo y la guerra; comprende el período de los siglos XVII a XX. Arranca examinando el papel del género en las luchas, con frecuencia violentas, que enfrentaron a los colonizadores ingleses, los indios y los franceses en el tránsito del XVI al XVII. Seguidamente, se repasa lo que las historiadoras feministas han descubierto acerca del papel del género en el XVIII, más concretamente en el período revolucionario. También se analiza los asuntos relacionados con las transformaciones políticas que tuvieron lugar entonces: la idea de nación, el género de la guerra y la cuestión de la ciudadanía política. Temas en los que se puede ver el papel que desempeñaron las mujeres, intentando desbrozar los motivos que llevan a la representación iconográfica de féminas idealizadas para simbolizar valores de alta consideración.
El sexto y último capítulo lleva por título Evaluar “giros” y nuevas direcciones. En él, se recoge el examen de algunas de las discusiones actuales en torno a los distintos enfoques sobre la historia del género, presentando algunas de las nuevas direcciones que se están tomando, incluyendo el psicoanálisis y otras similares aproximaciones a la subjetividad. Es, al propio tiempo, un capítulo resumen de los interesantísimos asuntos abordados en los cinco capítulos precedentes: qué es historia y qué es el género; la sexualidad y el cuerpo; la masculinidad; y la significación del género en la historia, así como los principales aspectos que han ido siendo analizados, como los de raza y etnicidad, o la significación del género y de las relaciones sexuales para la esclavitud y el colonialismo.
Cierran la obra una extensa relación de lecturas recomendadas y un completo índice analítico y onomástico.
Índice
Prefacio y agradecimientos
1. ¿Por qué historia de género?
2. Cuerpos y sexualidad en la historia de género
3. Género y otras relaciones de diferencia
4. Hombres y masculinidad
5. Género y conocimiento histórico
6. Evaluar “giros” y nuevas direcciones
Lecturas recomendadas
Índice analítico y onomástico
Título: ¿Qué es historia de género?
Autora: Sonya O. Rose
Edita: Alianza Editorial
Traducción: Noelia Adánez
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 275
ISBN: 978-84-206-6968-7
Precio: 22 euros
La importancia del género en la historia es un tema que viene pisando fuerte. Abre una nueva perspectiva que, indudablemente, amplía el horizonte de los análisis que se hacen por los historiadores e historiadoras. Si ya se ha comentado en este blog el libro La senda mutilada, que nos hace ver el papel fundamental de la mujer en el proceso evolutivo de la humanidad, en esta ocasión se aborda el análisis, sobre todo, en el espacio comprendido entre los siglos XVII a XX.
¿Qué es historia de género? es un libro de amena lectura, y no por ello exento del rigor de la ciencia, que nos ofrece en sus páginas una nueva visión de los hechos que la historia nos ha contado. Con lo cual, tras cada página, se nos abre una sorpresa que nos lleva a la reflexión y a un enriquecimiento del saber sobre nuestro pasado. Si bien es cierto que la abundancia de ejemplos esclarecedores está referida a ámbitos especialmente americanos e ingleses, ello no implica que sus conclusiones no puedan ser aplicadas a aquellos otros campos que nos son más próximos.
¿De qué trata este libro? Pues de lo que hacen las historiadoras del género. No se trata de una historia del género, sino de los enfoques en este campo y de su desarrollo.
¿Qué pretende este libro? Proporcionar una introducción al tema, especialmente para quienes no hayan descubierto aún la historia del género como un campo diferenciado de investigación y, también, para quienes deseen analizar cómo los historiadores se han acercado a esta cuestión. Sonya Rose pretende convencer al lector de que el género tiene una historia y de que es históricamente relevante. En definitiva, quiere acercar al lector el sentido del tipo de cuestiones por las que las historiadoras del género se interrogan y de cómo les ha ido al tratar de ofrecer respuestas. Y se habla de “historiadoras” porque, por lo general, son mujeres quienes abordan la investigación sobre este asunto.
¿Por qué historia de género? es el encabezamiento del primer capítulo de la obra. Parte la autora recordando algunos principios básicos, tales como que la historia es una reconstrucción de lo sucedido y, como tal reconstrucción hecha por historiadores, éstos no se hallan al margen de la historia, sino que son conformados por ella y por el ambiente político, cultural, social y económico en el que viven y desarrollan su trabajo. Seguidamente, aclara el significado el término “género” y analiza las circunstancias por las que las historiadoras comenzaron a pensar que el género tenía una historia y que era una cuestión relevante en ella. A partir de aquí, realiza un amplio recorrido por los trabajos llevados a cabo por historiadoras, con especial énfasis en las estadounidenses y británicas, y finaliza con la pregunta a la que se pretende dar respuesta en el segundo capítulo: ¿existe alguna clase de distinción constante entre el sexo y el género?
A esta cuestión se dedica el capítulo siguiente, que titula Cuerpos y sexualidad en la historia de género. El primer planteamiento es distinguir entre ambos conceptos, sexo y género; pese a que el género ha sido considerado como una categoría útil para el análisis histórico, en el lenguaje cotidiano ambos conceptos se consideran sinónimos; es más: por género se entiende habitualmente el femenino (véase, si no, cómo se utiliza la expresión “violencia de género” para referirse al maltrato del hombre contra la mujer). Como bien explica Rose, el problema fundamental es que se piensa que la diferencia de sexos pertenece al ámbito de la naturaleza, en lugar de al de la cultura, hasta que se llegó a considerarse de sentido común que la diferencia real entre todas las mujeres y todos los hombres era el papel que sus respectivos cuerpos desempeñaban en la reproducción. La autora hace un recorrido histórico, muy interesante, para desentrañar los estudios que se han centrado en los cuerpos y en la sexualidad, empleando el género como una categoría de análisis. También explica cómo los cuerpos determinados por el género, tanto de hombres como de mujeres, así como sus actividades sexuales, han sido utilizados como símbolos políticos o símbolos al servicio de la nación. Igualmente, cierra el capítulo con una conclusión y abriendo el camino al siguiente apartado, en el que explorará la idea de que la raza/etnicidad, clase y género no son dimensiones independientes de la vida social, sino que se construyen de manera relacional y se conectan de múltiples y relevantes maneras.
De ahí que este tercer capítulo de la obra se titule Género y otras relaciones de diferencia. Reconoce Sonya Rose que una de las principales críticas que se han vertido contra la historia de las mujeres que se ha venido haciendo era la de que, en ella, se obviaban las diferencias existentes entre las mujeres; lo que dio origen a una serie de reflexiones sobre cómo la raza y las diferencias étnicas influyeron en la forma en que el género afectó a la vida de las mujeres. Y se concluyó que el género no tenía una única historia sino una pluralidad de historias. Finalmente, para poder analizar cómo el género y la raza/etnicidad y/o la clase han sido mutuamente modelados y han operado juntos históricamente, los investigadores han tenido que centrarse en el contacto entre diferentes grupos. A partir de ahí, se ofrece un pormenorizado recorrido por la bibliografía existente sobre este particular, fruto de abundantes investigaciones que han abordado las actividades filantrópicas de las damas de la alta sociedad, las actividades misioneras y otras formas de beneficencia, la esclavitud o el fenómeno del colonialismo.
Hombres y masculinidad es el título de capítulo cuarto. Es un capítulo que pretende introducir al lector en el tema, analizando diferentes enfoques sobre esta cuestión y enfatizando los significados cambiantes de la masculinidad en el tiempo, así como los distintos modos en que se ha interpretado y experimentado en un período histórico determinado. Se trata, en definitiva, de considerar a los protagonistas de la historia en cuanto hombres; con frecuencia, se les ha considerado incorpóreos, sin tener en cuenta que son sujetos históricos determinados por el género, al margen de sus actividades políticas, sociales o económicas, para las que han sido modelados justamente por ser hombres. En su análisis, virilidad, masculinidad y hombría vienen a ser prácticamente sinónimos, referidos a las normas y expectativas de género, ideales y rasgos asociados con el hecho de ser hombres. A partir de aquí y, tal y como realizara en los anteriores capítulos, se expone un recorrido por las investigaciones llevadas a cabo, especialmente por historiadoras, sobre el tema, analizando los códigos culturales que informaron cómo los hombres debían ser hombres (pruebas de masculinidad que habían de superar, etc.); unos códigos que han cambiado históricamente y que han determinado actitudes de dominación, como en el caso de las colonizaciones.
Se llega así al quinto capítulo, que titula Género y conocimiento histórico. En él, se pretende ilustrar cómo las historiadoras del género han contribuido a debates que resultan fundamentales para los historiadores en general, centrándose en la conquista colonial, la revolución, el nacionalismo y la guerra; comprende el período de los siglos XVII a XX. Arranca examinando el papel del género en las luchas, con frecuencia violentas, que enfrentaron a los colonizadores ingleses, los indios y los franceses en el tránsito del XVI al XVII. Seguidamente, se repasa lo que las historiadoras feministas han descubierto acerca del papel del género en el XVIII, más concretamente en el período revolucionario. También se analiza los asuntos relacionados con las transformaciones políticas que tuvieron lugar entonces: la idea de nación, el género de la guerra y la cuestión de la ciudadanía política. Temas en los que se puede ver el papel que desempeñaron las mujeres, intentando desbrozar los motivos que llevan a la representación iconográfica de féminas idealizadas para simbolizar valores de alta consideración.
El sexto y último capítulo lleva por título Evaluar “giros” y nuevas direcciones. En él, se recoge el examen de algunas de las discusiones actuales en torno a los distintos enfoques sobre la historia del género, presentando algunas de las nuevas direcciones que se están tomando, incluyendo el psicoanálisis y otras similares aproximaciones a la subjetividad. Es, al propio tiempo, un capítulo resumen de los interesantísimos asuntos abordados en los cinco capítulos precedentes: qué es historia y qué es el género; la sexualidad y el cuerpo; la masculinidad; y la significación del género en la historia, así como los principales aspectos que han ido siendo analizados, como los de raza y etnicidad, o la significación del género y de las relaciones sexuales para la esclavitud y el colonialismo.
Cierran la obra una extensa relación de lecturas recomendadas y un completo índice analítico y onomástico.
Índice
Prefacio y agradecimientos
1. ¿Por qué historia de género?
2. Cuerpos y sexualidad en la historia de género
3. Género y otras relaciones de diferencia
4. Hombres y masculinidad
5. Género y conocimiento histórico
6. Evaluar “giros” y nuevas direcciones
Lecturas recomendadas
Índice analítico y onomástico
Reseñas
Por una Asamblea Constituyente
Redacción T21 , 11/05/2012
Una solución democrática a la crisis
Ficha Técnica
Título: Por una Asamblea Constituyente
Autores: Marco Aparicio Wilhelmi, Antonio de Cabo de la Veja, y otros
Edita: Ediciones Sequitur. Madrid, abril de 2012
Colección: Libros del ciudadano
Materia: Política
Número de páginas: 160 págs.
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-95363-18-3
PVP: 12 €
En la contraportada de la obra colectiva Por una Asamblea Constituyente se puede leer: “Constituir significa crear. El poder constituyente democrático es en esencia, y por esencia, un poder creador de una realidad nueva y dialéctica, de progreso respecto al pasado, necesariamente diferente de lo que había. Entre lo que había y lo que habrá se sitúa el poder constituyente democrático.
Su carácter, por democrático, no puede ser otro que el de poder político y originario. Sobre él no actúan los cerrojos del poder constituido, ni las losas de la Constitución anterior. El poder constituyente engendra poder constituido y, al hacerlo, lo dota de la legitimidad democrática necesaria para su construcción.
No es un acto definitivo; se activa cada vez que el poder constituido, como en la actualidad, queda deslegitimado. Cada generación tiene el derecho a cambiar sus normas de convivencia, su Constitución, y a decidir sobre su presente y su futuro. Negar este derecho en cualquier sociedad es, por definición, negar el carácter democrático de dicha sociedad."
“En un momento en que la crisis económica ha destapado problemas de todo tipo, algunos nuevos y otros de hondas raíces pero que habían estado cubiertos por una sensación de abundancia que parecía inacabable, dicen los autores, cabe plantearse seriamente la necesidad de proponer una respuesta democrática para el avance en el proceso de emancipación social.
En efecto, parece que la mayor parte de las respuestas a la crisis pasan por el desmontaje del Estado social y la construcción de un nuevo tipo de Estado mínimo. Estos planteamientos parecen sustentarse en la falta de alternativas viables al sistema capitalista y en el hecho de que, para que éste perdure, es necesario sacrificar muchos de los beneficios obtenidos durante el Estado Social. Se trataría de entender como necesaria e impostergable una involución en el bienestar de las sociedades, un sacrificio factible a cambio del mantenimiento del capitalismo como único generador válido de las libertades individuales y colectivas propias de las democracias contemporáneas.
Pero este análisis, por falaz y sesgado, es sobretodo peligroso. Falaz porque el carácter sistémico de la crisis hace imposible su reconducción por los medios tradicionales. Además, la aparente ausencia de alternativas justificaría una reducción drástica de los derechos sociales y de los sistemas públicos de cobertura social, que serían aprovechadas por los depredadores para proceder nuevamente a una concentración de recursos a partir del adelgazamiento del Estado y la conversión de las necesidades humanas en negocio. Pero todos son conscientes de que por estas vías tradicionales la crisis no cuenta con solución a medio ni a largo plazo. Haría falta una parada en el camino para repensar colectivamente dónde estamos y adónde vamos, y tomar una decisión fundamentada en un poder legítimo.
Y sesgado, porque plantea una reconducción a formas de legitimidad del poder que parecían ya superadas: el poder de los mercados, de los poderosos, de los profesionales de la política y, en general, de aquellos que no están dispuestos a sacrificar un ápice sus privilegios e inmunidades con el fin de reconstruir colectivamente el mundo en el que vivimos. El peligro es claro: la inminente posibilidad de que, además, ese retroceso en los derechos sociales acabe −como ha ocurrido históricamente− en la depauperación de nuestras sociedades y, correlativamente, en la imposición de un nuevo orden legal, pero ilegítimo, de organización y control social que conculque también las libertades individuales y colectivas. O, lo que es lo mismo, lo más cercano a un Estado autoritario cuya función sea el mantenimiento policial del orden social.
Por esa razón hacen más falta que nunca otras voces que nos propongan alternativas también sistémicas, globales; que proporcionen grandes soluciones para los grandes problemas. Este libro quiere realizar su aporte, modesto pero al mismo tiempo contundente, en la construcción de esa solución de progreso: la revolución democrática.”
El grupo de autores aboga por una solución: el constitucionalismo democrático, fundado en la soberanía del pueblo y en el poder constituyente, como origen de la legitimidad del poder público.
El trabajo que el lector y la lectora tienen en sus manos está escrito con carácter divulgativo, se inicia con algunas consideraciones generales sobre qué es el proceso constituyente y por qué el constitucionalismo social, a pesar de los avances que supuso, no cuenta ya con condiciones para mantenerse ni reditarse en un futuro próximo. Continúa refiriéndose al caso español, analizando por qué el modelo político de la transición y el marco jurídico de la Constitución de 1978 no pueden ser útiles para el grado de transformación democrática que se reivindica. Seguidamente, plantea algunos supuestos, ya conocidos históricamente, de activación reciente del poder constituyente democrático, especialmente en América Latina. Y, por último, propone algunos cauces jurídicos por los que podría discurrir ese cambio político que sería el camino hacia una nueva asamblea constituyente.
Esta obra no se propone ser ninguna guía indiscutible sobre qué cambios emprender y cómo hacerlo. Su principal objetivo es contribuir a un cambio de conciencia denunciando la falsedad de ciertas supuestas verdades, proponiendo realidades y posibilidades diferentes, y advirtiendo la amenaza antidemocrática que puede cernirse sobre nuestro futuro y el de las sociedades venideras. Como consecuencia, las reflexiones vertidas en sus capítulos persiguen contribuir a un debate respecto a cómo una solución democrática podría servir para superar un paradigma neoconservador por otro emancipador.
Por todo ello su propuesta abre cauces a la acción política desde la consideración de los recursos y los conocimientos que como sociedad humana hemos acumulado, experiencia tras experiencia, también en la creencia de que todo depende del ejercicio de la voluntad personal y colectiva para lograr el bien común.
“Es posible, dicen en sus conclusiones, que nos dejemos tentar por el pesimismo sobre la posibilidad de una revolución democrática y por la insuficiencia de las condiciones que se han mencionado. Pero recordemos que la historia no se repite necesariamente, ni es desde luego predecible. En otras sociedades la idea constituyente parecía si cabe más alejada que en la nuestra y, sin embargo, se dio; y esto tanto en países relativamente lejanos de nuestro entorno como en otros más próximos, geográfica y culturalmente. Para ello, tenemos que ser capaces de cumplir tres tareas: deslegitimar lo real y no creer que lo dado es lo único que puede haber; una organización popular que sea capaz de avanzar hacia una convicción constituyente desde la base, sin contar (necesariamente) con el poder constituido lo que, desde luego, incluye a los partidos políticos; y atreverse a pensar, en el sentido de ser capaces de imaginar tanto lo que no existe como lo que colectivamente queremos que exista. Tenemos las vías para hacerlo real. Solamente tenemos que ponernos a ello.”
Índice
Introducción
La naturaleza emancipadora de los procesos constituyentes democráticos. Avances y retrocesos. Rubén Martínez Dalmau
El fracaso del constitucionalismo social y la necesidad de un nuevo constitucionalismo. Antonio de Cabo de la Vega
El proceso constituyente español de 1977-78: un marco político insuficiente en la actualidad. Marcos Criado de Diego
La incapacidad de la Constitución española de 1978 como marco jurídico para una transformación democrática. Albert Noguera Fernández
Nuevos avances del poder constituyente democrático: aprendiendo del sur. Marco Aparicio Wilhelmi
La activación política del poder constituyente en España y sus cauces jurídicos. Roberto Viciano Pastor
Conclusión: Una salida democrática a la crisis
Bibliografía
Título: Por una Asamblea Constituyente
Autores: Marco Aparicio Wilhelmi, Antonio de Cabo de la Veja, y otros
Edita: Ediciones Sequitur. Madrid, abril de 2012
Colección: Libros del ciudadano
Materia: Política
Número de páginas: 160 págs.
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-95363-18-3
PVP: 12 €
En la contraportada de la obra colectiva Por una Asamblea Constituyente se puede leer: “Constituir significa crear. El poder constituyente democrático es en esencia, y por esencia, un poder creador de una realidad nueva y dialéctica, de progreso respecto al pasado, necesariamente diferente de lo que había. Entre lo que había y lo que habrá se sitúa el poder constituyente democrático.
Su carácter, por democrático, no puede ser otro que el de poder político y originario. Sobre él no actúan los cerrojos del poder constituido, ni las losas de la Constitución anterior. El poder constituyente engendra poder constituido y, al hacerlo, lo dota de la legitimidad democrática necesaria para su construcción.
No es un acto definitivo; se activa cada vez que el poder constituido, como en la actualidad, queda deslegitimado. Cada generación tiene el derecho a cambiar sus normas de convivencia, su Constitución, y a decidir sobre su presente y su futuro. Negar este derecho en cualquier sociedad es, por definición, negar el carácter democrático de dicha sociedad."
“En un momento en que la crisis económica ha destapado problemas de todo tipo, algunos nuevos y otros de hondas raíces pero que habían estado cubiertos por una sensación de abundancia que parecía inacabable, dicen los autores, cabe plantearse seriamente la necesidad de proponer una respuesta democrática para el avance en el proceso de emancipación social.
En efecto, parece que la mayor parte de las respuestas a la crisis pasan por el desmontaje del Estado social y la construcción de un nuevo tipo de Estado mínimo. Estos planteamientos parecen sustentarse en la falta de alternativas viables al sistema capitalista y en el hecho de que, para que éste perdure, es necesario sacrificar muchos de los beneficios obtenidos durante el Estado Social. Se trataría de entender como necesaria e impostergable una involución en el bienestar de las sociedades, un sacrificio factible a cambio del mantenimiento del capitalismo como único generador válido de las libertades individuales y colectivas propias de las democracias contemporáneas.
Pero este análisis, por falaz y sesgado, es sobretodo peligroso. Falaz porque el carácter sistémico de la crisis hace imposible su reconducción por los medios tradicionales. Además, la aparente ausencia de alternativas justificaría una reducción drástica de los derechos sociales y de los sistemas públicos de cobertura social, que serían aprovechadas por los depredadores para proceder nuevamente a una concentración de recursos a partir del adelgazamiento del Estado y la conversión de las necesidades humanas en negocio. Pero todos son conscientes de que por estas vías tradicionales la crisis no cuenta con solución a medio ni a largo plazo. Haría falta una parada en el camino para repensar colectivamente dónde estamos y adónde vamos, y tomar una decisión fundamentada en un poder legítimo.
Y sesgado, porque plantea una reconducción a formas de legitimidad del poder que parecían ya superadas: el poder de los mercados, de los poderosos, de los profesionales de la política y, en general, de aquellos que no están dispuestos a sacrificar un ápice sus privilegios e inmunidades con el fin de reconstruir colectivamente el mundo en el que vivimos. El peligro es claro: la inminente posibilidad de que, además, ese retroceso en los derechos sociales acabe −como ha ocurrido históricamente− en la depauperación de nuestras sociedades y, correlativamente, en la imposición de un nuevo orden legal, pero ilegítimo, de organización y control social que conculque también las libertades individuales y colectivas. O, lo que es lo mismo, lo más cercano a un Estado autoritario cuya función sea el mantenimiento policial del orden social.
Por esa razón hacen más falta que nunca otras voces que nos propongan alternativas también sistémicas, globales; que proporcionen grandes soluciones para los grandes problemas. Este libro quiere realizar su aporte, modesto pero al mismo tiempo contundente, en la construcción de esa solución de progreso: la revolución democrática.”
El grupo de autores aboga por una solución: el constitucionalismo democrático, fundado en la soberanía del pueblo y en el poder constituyente, como origen de la legitimidad del poder público.
El trabajo que el lector y la lectora tienen en sus manos está escrito con carácter divulgativo, se inicia con algunas consideraciones generales sobre qué es el proceso constituyente y por qué el constitucionalismo social, a pesar de los avances que supuso, no cuenta ya con condiciones para mantenerse ni reditarse en un futuro próximo. Continúa refiriéndose al caso español, analizando por qué el modelo político de la transición y el marco jurídico de la Constitución de 1978 no pueden ser útiles para el grado de transformación democrática que se reivindica. Seguidamente, plantea algunos supuestos, ya conocidos históricamente, de activación reciente del poder constituyente democrático, especialmente en América Latina. Y, por último, propone algunos cauces jurídicos por los que podría discurrir ese cambio político que sería el camino hacia una nueva asamblea constituyente.
Esta obra no se propone ser ninguna guía indiscutible sobre qué cambios emprender y cómo hacerlo. Su principal objetivo es contribuir a un cambio de conciencia denunciando la falsedad de ciertas supuestas verdades, proponiendo realidades y posibilidades diferentes, y advirtiendo la amenaza antidemocrática que puede cernirse sobre nuestro futuro y el de las sociedades venideras. Como consecuencia, las reflexiones vertidas en sus capítulos persiguen contribuir a un debate respecto a cómo una solución democrática podría servir para superar un paradigma neoconservador por otro emancipador.
Por todo ello su propuesta abre cauces a la acción política desde la consideración de los recursos y los conocimientos que como sociedad humana hemos acumulado, experiencia tras experiencia, también en la creencia de que todo depende del ejercicio de la voluntad personal y colectiva para lograr el bien común.
“Es posible, dicen en sus conclusiones, que nos dejemos tentar por el pesimismo sobre la posibilidad de una revolución democrática y por la insuficiencia de las condiciones que se han mencionado. Pero recordemos que la historia no se repite necesariamente, ni es desde luego predecible. En otras sociedades la idea constituyente parecía si cabe más alejada que en la nuestra y, sin embargo, se dio; y esto tanto en países relativamente lejanos de nuestro entorno como en otros más próximos, geográfica y culturalmente. Para ello, tenemos que ser capaces de cumplir tres tareas: deslegitimar lo real y no creer que lo dado es lo único que puede haber; una organización popular que sea capaz de avanzar hacia una convicción constituyente desde la base, sin contar (necesariamente) con el poder constituido lo que, desde luego, incluye a los partidos políticos; y atreverse a pensar, en el sentido de ser capaces de imaginar tanto lo que no existe como lo que colectivamente queremos que exista. Tenemos las vías para hacerlo real. Solamente tenemos que ponernos a ello.”
Índice
Introducción
La naturaleza emancipadora de los procesos constituyentes democráticos. Avances y retrocesos. Rubén Martínez Dalmau
El fracaso del constitucionalismo social y la necesidad de un nuevo constitucionalismo. Antonio de Cabo de la Vega
El proceso constituyente español de 1977-78: un marco político insuficiente en la actualidad. Marcos Criado de Diego
La incapacidad de la Constitución española de 1978 como marco jurídico para una transformación democrática. Albert Noguera Fernández
Nuevos avances del poder constituyente democrático: aprendiendo del sur. Marco Aparicio Wilhelmi
La activación política del poder constituyente en España y sus cauces jurídicos. Roberto Viciano Pastor
Conclusión: Una salida democrática a la crisis
Bibliografía
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