Bitácora
Censura literaria a la chilena
José Rodríguez Elizondo
Durante muchas décadas se dijo que en Chile no existía divorcio. Sin embargo, existía. Los abogados descubrieron que el matrimonio podía anularse –que nunca existió- mediante el simple truco de denunciar que algún testigo de ese contrato (solemne) no vivía en el distrito jurisdiccional correspondiente. Así comenzo a hablarse del “divorcio a la chilena”.
Sucede que el modelo de “divorcio a la chilena” es aplicable a la censura literaria y política que, como se sabe, en nuestra democracia no existe. Sin embargo, existe.
El fenómeno comenzó a darse cuando algún editor local descubrió que podía sepultar un libro que contrariaba sus intereses personales (políticos, religiosos, étnicos, etc.), pero que debía publicar, por obligación contractual previa. A ese editor le bastaba su simple manejo del proceso burocrático-comercial.
Le era suficiente, por ejemplo:
• Disponer que el libro se imprimiera en otro país -arguyendo mejores costos comparativos- para escoger a su conveniencia el momento del lanzamiento y, luego, traerlo luego a Chile en partidas reducidas.
• Distribuirlo a las librerías con cuentagotas, invocando la escasez de stock disponible en Chile.
• Soslayar toda posibilidad de convertirlo en un libro de exportación
• Restarse a toda promoción, dado que es el mercado el que define las inversiones en ese item.
Como resultado, en el cortísimo plazo:
• Las encuestas mensuales de los medios nunca mencionarían ese libro, pues cada librería santiaguina sólo informaría ventas de pocos ejemplares… aunque ese poco fuera el total que les entregó el editor.
• Ningún medio de alta difusión comentaría, destacadamente, un libro cuyas ventas no competían con las de un best seller de mediana intensidad.
• Se justificaría el ahorro de cualquier inversión en publicidad u otro tipo de promoción: el escaso impacto del libro no lo ameritaba.
• Se podría decir al autor -con la conciencia semi tranquila- que en casos como ése él mismo debe “empujar” su propio libro ya que, además, eso es lo que deben hacer siempre los escritores
Cabe reconocer que el sistema es brillante pues, a partir de un hecho económico real –es más barato imprimir fuera que dentro del país- un editor local se autoadjudica el poder de manipular cualquier expresión plasmada en libros, sin que siquiera el autor se dé cuenta.
Esto porque:
• Si el libro es realmente importante, se venderá en un plazo prudencial y los libros contables no acusarán “pérdidas”.
• Esa venta “sólo normal”, será una buena excusa para que no haya crítica ni segunda edición.
• La casa matriz, por su parte, no acusará al editor local de realizar malos negocios. El semifracaso o semiexito del libro será sólo de cuenta del autor.
Advirtamos, sí, que el método no es perfecto. Tiene una única y remota posibilidad de fracaso, que se da cuando cuando en el país sobrevive un segmento de gente culta y avisada, capaz de manifestar su extrañeza de manera pública. Esto puede crear el efecto “boca a boca” y el libro censurado a la chilena terminará siendo un éxito, aunque esto contraríe al editor-censor.
¿Se está dando en estos momentos, en Chile, un caso semejante?
Antes de reponder, lea usted, señor (a) lector (a) el decálogo que viene a continuación.
10 PUNTOS SOBRE UN CASO DE CENSURA LITERARIA Y POLITICA “A LA CHILENA”.
1.- Entre la indiferencia del editor local y el temor al debate informado sobre los temas estratégicos, está ocurriendo el silenciamiento del libro Las crisis vecinales del gobierno de Lagos, de José Rodríguez Elizondo. La obra fue editada por RANDOM HOUSE MONDADORI (RHM) de Chile y presentada el 7 de junio de 2006 por el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Roberto Nahum, el ex canciller Juan Gabriel Valdés y el ex Comandante en Jefe del Ejército de Chile, general Juan Emilio Cheyre.
2.-. Han contribuído a tal silenciamiento las acciones y omisiones del representante local de RHM. Esto permitiría plantear la hipótesis de un caso de censura a un autor, por vía de autocensura del editor. La lógica de lo señalado radica en que el contrato de edición se firmó con don Francisco Tepper, predecesor del representante actual, sobre la base del éxito del libro anterior del mismo autor, Chile-Perú: el siglo que vivimos en peligro (de la misma RHM, en asociación con el diario La Tercera, tres ediciones en un año y permanencia como best seller durante más de un mes en ranking de El Mercurio). La respectiva hipótesis dice que el sucesor del sr. Tepper, se habría encontrado con un contrato que debía cumplimentar, pero que él mismo no habría firmado por no compartir su contenido político. A continuación los hechos tendientes a comprobar la hipótesis
3.- Invocando la necesidad de conocer mejor sus nuevas funciones, el gerente general de RHM en Chile postergó más de medio año la aparición del libro y, sobre la base de una mejor condición de costos, lo imprimió en Argentina. Esto último le ha permitido justificar, desde la propia presentación de la obra, el abastecimiento escaso o el desabastecimiento en las librerías chilenas. En las regiones es inencontrable y muchos lectores dicen haberlo comprado en Buenos Aires. Esto también ha permitido soslayar la posibilidad de exportarlo al Perú, donde hay una buena demanda insatisfecha. Tres datos anecdóticos sobre este punto: a) no hubo libros suficientes para vender a los asistentes en su presentacion del 7 de junio; b) pese a la petición expresa del autor, no se envió a ningún vendedor a una conferencia sobre el mismo libro, que dio en el Estadio Israelita ante un centenar de personas, y c) a tenor de sus derechos contractuales, el autor pidió un informe de distribucion a RHM Chile, con fecha 28 de septiembre de 2006 y aun no obtiene respuesta.
4.- Simultáneamente, discriminando al libro en cuestión, el editor local decidió no invertir en ni preocuparse de su promoción. El libro de JRE, pese a provenir de una editorial importante a nivel global, ni siquiera aparecio entre los “Libros recibidos” (seccion de mero registro) en el diario El Mercurio y no cuenta con un solo aviso publicitario.
5.- El editor local ha explicado al autor que no puede invertir en publicidad para su libro porque los avisos son antieconómicos. Sin embargo, desde que asumiera la representación de RHM, todos los libros de esta editorial, con la excepción señalada, han sido publicitados en una revista –The Clinic- de la cual él es gerente general. Asimismo, todos los libros de la propia editorial del editor local de RHM –La Copa Rota- cuentan con avisos publicitarios en esa revista.
6.- El autor ha dejado en claro, ante el editor local que ninguna de sus conferencias o entrevistas en los medios, sobre su obra, ha derivado de iniciativas de RHM. En este rubro promoción, cabe agregar que el mismo acto de presentación de junio lo organizó el autor, que el local no costó un centavo a RHM y que el libro no estuvo expuesto –al menos de manera visible- en la inauguración de la última Feria del Libro, de octubre-noviembre de 2006.
7.- Lo anterior ya produjo la paradoja de que el libro se comente en el exterior –principalmente Buenos Aires, Lima y New York- de manera muy elogiosa, sin que se haya escrito nada en la prensa chilena. Sólo un medio alternativo, la revista jesuita Mensaje, publicó una reseña considerándolo “el libro del mes”. Especialmente destacable es la critica que hiciera el Premio Nacional argentino Marcos Aguinis, que se reproduce como anexo.
8.- Esta “censura a la chilena” tiene su raíz, al parecer, en el subdesarrollo cultural de algunos operadores del sector político que sigue al ex Presidente Ricardo Lagos. Ellos, quizás excesivamente receptivos a la sensibilidad de su líder y al margen de las intenciones del autor, leyeron el libro como una especie de ataque personal e informaron en consecuencia. Los dos textos periodísticos que se reproducen a continuación -publicados con una semana de diferencia- pueden leerse con esta clave, para entender mejor el fenómeno:
a) En revista Que Pasa, del 11 agosto 2006, se lee lo siguiente:
“El Ópera-Catedral no sólo reúne a los dos restoranes del momento; además es un punto de reunión de políticos. El jueves 3 almorzó en el Catedral el ex presidente Ricardo Lagos. Ovacionado por los comensales a su ingreso, Lagos se reunió con Pablo Dittborn y Patricio Fernández (The Clinic)”.
b) La revista Caras de 18 de agosto publicó el siguiente comentario, bajo el título “El libro que incomoda al laguismo”:
“Cuando se dice que la historia la hacen los vencedores se quiere significar, entre otras cosas, que sólo los gobiernos que fracasan sufren escrutinios severos. De mantenerse la regla, los analistas inmediatos del período del Presidente Ricardo Lagos Escobar tenderán a soslayar su manejo de la política exterior vecinal. Ante el éxito de su gestión global y dado que los aguafiestas no son simpáticos, no habría buena disposición para apuntar a ese lado opaco de su gestión”. Así empieza la introducción del libro “Las Crisis Vecinales del gobierno de Lagos”, del ex embajador en Israel y escritor José Rodríguez Elizondo, donde hace una semblanza crítica de la política exterior del sexenio pasado. El autor, también profesor de Relaciones Internacionales, plantea que “el interrogante consiste en descifrar por qué la política vecinal y la respectiva diplomacia presidencial de Lagos tuvieron tan poco éxito. Por qué entre Chile y sus dos vecinos del norte predominaron las crisis….”
“El libro, se dice, no habría caído bien en el exultante círculo laguista. Un ex canciller del período, cuenta que “lo leí, lo encontré malo, aparte de no concordar con lo planteado”. Pero otro ministro de Relaciones Exteriores del ex Presidente, dijo que “me lo devoré, es muy entretenido, aunque hay cosas con las que no estoy de acuerdo. Lo que ha llamado la atención es la poca cobertura en la prensa nacional. Sobre todo si se considera que es en países vecinos, como Argentina y Perú, donde ha recibido sendas críticas que lo alaban.
Rodríguez Elizondo ha planteado su posición en la página web www.tendencias21.net/conosur, donde escribe a sus amigos: “Algunos de ustedes me han preguntado que pasa con mi último libro, pues no han leído nada a su respecto. Otros me han comentado que era natural esperar el silencio por motivos de idiosincrasia: a los chilenos solo nos interesarían los temas domésticos. He respondido a esos amigos que, a mi juicio, ese libro ya pertenece (precozmente) al universo chilensis de las cosas sobre las cuales no se habla. Esto, porque ha descolocado a un fuerte sector político chileno que postula a la infalibilidad y puesto a prueba nuestra receptividad al pensamiento crítico”.
9.- En octubre, cuando ya parecía que nadie percibiría la censura inaparente, sucedió el milagro: lectores ilustrados comenzaron a manifestar, de manera pública, su sorpresa ante el silencio que rodeaba al libro. El primero fue un prestigioso intelectual de vieja estirpe, el historiador Bernardino Bravo Lira quien, en carta publicada por El Mercurio, manifestó su extrañeza ante el fenómeno. A esta carta siguió la de un empresario chileno, de un empresario chileno-norteamericano (ex vicepresidente de la ITT), de un ex ministro de Estado y de un senador de la República. También hay cartas que no han sido publicadas (entre éstas la de un ex embajador), enviadas con copia al autor. Las siguientes son las cartas publicadas.
A) 25.10.06 (El Mercurio)
“Sr.Director: Chile es un paìs complicado. Tambien sus vecinos. Sobre la situacion actual, nada fàcil, hace mas de dos meses publicó un libro titulado Las crisis vecinales en el gobierno de Lagos, el profesor Jose Rodriguez Elizondo de la Universidad de Chile.
Sus paginas abren los ojos de los mas desaprensivos, sobre una situación inesperadamente complicada. En el exterior ha sido objeto de comentarios autorizados, pero, sospechosamente, en Chile se guarda silencio al respecto. Nadie dice nada. Todos parecen paralogizados, como si tapando los problemas se ayudara al actual gobierno a cargar con la pesada mochila que recibio. Lo patriotico seria asumir sin complejos estos problemas y sacar al paìs del callejon sin salida en que, en mala hora, lo recibio este gobierno.
Bernardino Bravo Lira
B) 28.10.06 (El Mercurio)
“Señor Director: La carta de don Bernardino Bravo Lira publicada esta semana respecto del último libro del profesor José Rodríguez Elizondo titulado “Las crisis vecinales en el gobierno de Lagos” despierta un penoso recuerdo sobre la carencia de debate acerca de grandes temas en nuestro país. En efecto, a varios meses de su lanzamiento, aquel portentoso volumen de seria investigación sobre nuestras relaciones bilaterales de los últimos años, unida a la amena pluma de su autor, no ha sido comentada -¿acaso difundida?- por nadie en Chile. Sin embargo, autores de fuste como el argentino Marcos Aguinis han publicado sendos comentarios del libro en matutinos de la hermana república del Perú. Pareciera que ciertos análisis geopolíticos de nuestros connacionales interesan más en el extranjero que en nuestro propio país.
Roberto Bendersky Assael
C) 7.11.06 (La Tercera)
Sr. Director: “En los últimos días he leído con interés Cartas al Director relacionadas con un libro de publicación reciente; "Las Crisis Vecinales del Gobierno de Lagos". De acuerdo al tenor de esas cartas, el tomo ha sido recibido con silencio sepulcral por la prensa y por los críticos en Chile.
Con la perspectiva de la distancia y luego de haber escuchado una conferencia reciente en Nueva York donde el autor, José Rodríguez-Elizondo, discutió sus puntos de vista acerca de una diplomacia vecinal -- en su raciocinio --- equivocada durante el régimen del Presidente Lagos, ese silencio y esa ausencia de critica y de discusión abiertas representan una oportunidad perdida.
Es indudable que el tema requiere ser analizado en Chile como ocurrió con creces acá en Nueva York por chilenos residentes y por otros interesados en Chile.
El libro es ameno y posee la habitual claridad que nos ha entregado el autor en otros volúmenes.
Uno puede no compartir la tesis del Dr. Rodríguez-Elizondo acerca de las causas para las crisis por las que atraviesan las relaciones de Chile con sus vecinos. Sin embargo la seriedad y la profundidad con que el libro aborda un tema de actualidad candente hace incomprensible y sorprendente el aparente silencio que denuncian algunos de sus lectores.
Juan C. Cappello
909 Third Avenue, Floor 9
New York, New York 10021
EE.UU.
D) 9.11.06 (El Mercurio)
Señor Director: Tras leer la carta del distinguido historiador Bernardino Bravo Lira sobre el libro "Las crisis vecinales del gobierno de Lagos", del diplomático y ensayista José Rodríguez Elizondo, compruebo que no existe comentario alguno sobre él, no obstante su éxito de librería y su auspicioso y solemne lanzamiento realizado hace pocos meses en el Aula Magna de la Escuela de Leyes de la Universidad de Chile con la intervención de su Decano, abogado Roberto Nahum; del ex canciller Juan Gabriel Valdés y del ex Comandante en Jefe del Ejército general Juan Emilio Cheyre.
Este interesante ensayo es un estudio serio y profundo sobre nuestras conflictivas relaciones con nuestros países vecinos, y propone novedosas y nuevas formas de enfrentar esta delicada situación. Pero es como si no se hubiere publicado.
Esto no sólo ratifica la falta de interés de la opinión pública por una política exterior de Estado, sino que sospecho que el silencio se deba a algún gato encerrado, que ojalá se suelte.
Sergio Jiménez Moraga
E) 16.11.06 (El Mercurio)
Señor Director: Hace un tiempo, estando en Argentina, entré a una librería preguntando por alguna novedad literaria interesante en el ámbito de las relaciones internacionales. Frente al requerimiento, el vendedor me recomendó, con inusitado entusiasmo, "Las crisis vecinales en el gobierno de Lagos" del chileno José Rodríguez Elizondo.
Tenía razón el vendedor. El libro es del mayor interés tanto en lo que dice relación con lo sucedido en el Cono Sur durante los últimos años, como con los gruesos errores que cometió el gobierno de Lagos en su política exterior hacia nuestros vecinos. Por lo mismo lo recomendé a varios interesados en el tema como un buen ejemplo de la forma en que se debe realizar la crítica para construir buenas políticas de Estado en el ámbito de las relaciones exteriores.
Reconozco que me sorprendió que, un tiempo después, muchos de ellos me manifestaran que no lo habían podido encontrar, pero que, simultáneamente, no apareciera entre los libros más vendidos, lo que hubiere explicado su brusco agotamiento. Sorprendido estaba hasta que, hace unos días, tuve ocasión de leer una carta del distinguido historiador Bernardino Bravo Lira, quien, en su particular estilo, destacaba el inexplicable mutismo que ha envuelto la publicación y oferta de este libro de Rodríguez Elizondo en el propio Chile.
En la línea de sus consideraciones, y compartiéndolas en todas sus partes, sorprende el disimulado silencio con que invisiblemente se amordaza en nuestro país la crítica fundada y aguda contra cualquier acción que haya emprendido algún gobierno de la Concertación en materia internacional.
¿Acaso la política exterior, especialmente aquella que tiene que ver con los países limítrofes, no debe ser objeto del escrutinio público con el mismo o mayor celo con que lo es cualquier política pública?
Silenciado el libro, ¿se silencian sus argumentos?
Juan Antonio Coloma Correa
Senador
9.1.- Comentando las cartas publicadas, el autor del libro escribió sendas cartas a El Mercurio y la Tercera. Párrafos de ellas a continuación:
- Yo mismo he recibido consultas de lectores frustrados, sobre todo de provincias e incluso del Perú, por no haberlo encontrado en sus librerías. A todos ellos debo decirles que también estoy escuchando los maullidos del gato encerrado a que alude don Sergio (Jiménez Moraga)
- Varios amigos me han comentado la carta que publicó el historiador don Bernardino Bravo Lira, sobre mi libro Las crisis vecinales en el gobierno de Lagos de la importante editorial Random House Mondadori.Con distintos matices, todos comparten su sorpresa ante el silencio que rodea a la obra. Algunos se quejan de la falta de publicidad y otros dicen haber enviado cartas a los medios, que no les han publicado. (…) no incurrire en la inelegancia de defender mi propio libro. Por sus contenidos se está defendiendo solo y, como producto comercial, debiera defenderlo el editor, aunque le disguste. En todo caso, quiero compartir con don Bernardino un aforismo árabe que me regaló uno de mis lectores: "Si alguien te dice la verdad, regálale un caballo para que pueda huir".
10.- Con todos estos antecedentes, de pública evidencia o de fácil probanza, el autor ha llegado a las siguientes siete conclusiones:
a) RHM local aparece colaborando, por acción y omisión, en un caso de censura política soslayada, es decir, “a la chilena”, transgrediendo la letra y el espíritu del contrato de edición.
b) Esto afecta la comercialización de su libro dentro y fuera de Chile, pues el editor local no ha cumplido con su obligación de promoverlo en sus mercados naturales.
c) La discriminación contra el libro ha sido flagrante en el item avisaje. De hecho, es el unico titulo de RHM local que no ha sido publicitado en la revista en la cual tiene intereses el editor local.
d) Con base en lo señalado, el editor local no ha seguido la política editorial de cuidar a sus autores, máxime cuando se han revelado exitosos.
e) En Chile, RHM está corriendo el riesgo de aparecer vulnerable en una materia del más intrínseco prestigio editorial: la protección de la libertad de expresión de sus autores.
f) Sólo un periodista chileno ha sospechado que en esto existe una racionalidad política, tras preguntarse quiénes se han sentido incómodos frente al libro.
g) El prestigio de un líder que se sustenta en el silenciamiento –directo o indirecto- de sus críticos, carece de sólidas bases éticas.
ANEXO: CURSO PRACTICO DE DIPLOMACIA
“Las crisis vecinales del gobierno de Lagos”
por José Rodríguez Elizondo
Editorial Random House Mondadori, Sudamericana, Argentina, 2006, 318 páginas
Por Marcos Aguinis
En el peligroso mundo de las relaciones internacionales, es poco frecuente el lanzamiento de un libro que simultáneamente ofrezca enseñanzas objetivas, crítica elevada, soluciones imaginativas y un lenguaje seductor y preciso. Menos frecuente aún es que el autor apunte sus objeciones contra un gobierno al que admiró y apoyó, y al cual no quita méritos.
En esta obra los tensos vínculos que durante los últimos años han tenido Chile, Bolivia, Argentina y Perú son disecados con arte y profundidad, basados en una profusa información, pero sobre todo en el conocimiento directo, con abundancia de ajustadas percepciones. La pintura de los aspectos relevantes que presenta cada uno de ellos conforma una magistral introducción a los conflictos internos y externos (vecinales) que focalizan las sucesivas páginas.
Desde la Introducción es manifestado el deseo de expresar la verdad aunque duela. En efecto, “sólo los gobiernos que fracasan sufren escrutinios severos”, dice Rodríguez Elizondo. El gobierno del presidente Lagos no entra en esa categoría. Sus abundantes logros en casi todas las áreas de su administración, inclusive en las relaciones internacionales, le han provisto de una coraza de inmunidad que transforma en políticamente incorrecto cualquier impugnación. Pero ese gobierno, aunque admirable, no ha sido perfecto. Sus fallas, aunque recortadas, merecen un análisis.
Rodríguez Elizondo, es uno de los pocos autores que se atreve a ese desafío, para algunos quizás una insolencia.
Al riesgo lo esquiva merced a su evidente esfuerzo por mostrar con rotunda claridad el choque de intereses, tradiciones, mitos y expectativas, capaces de sembrar vientos que se transforman en tempestades. Entre los cuatro países han habido cálculos falsos, malentendidos, negligencias, negaciones y amenazas que funcionaron como piedras que obstruyeron las soluciones superadoras. En este aspecto la obra constituye una guía imperdible sobre las trampas que no se deberían volver a pisar.
José Rodríguez Elizondo posee una maciza experiencia política y diplomática, además de gran talento expositivo. No sólo procesa datos, sino que los olfatea. Su estudio de las relaciones entre los cuatro países del cono austral americano ofrece los instrumentos para comprender muchas claves que parecían herméticas y avanzar con decisión hacia políticas de largo aliento que beneficien al conjunto. Es un aporte oportuno que el nuevo gobierno chileno debería examinar con atención, y lo mismo vale para los países vecinos.
Detallar carencias de la política exterior de Chile, por parte de un chileno que ha vivido con pasión los últimos tramos de su agitada historia, es un ejercicio de higiene y de valentía. Su propósito es claramente edificante y se basa en un trabajado diagnóstico. El diagnóstico duele o asusta, pero es el mejor pórtico de una solución, si existe.
El estilo cálido, ameno y provocador de Rodríguez Elizondo contribuye a comprender el trenzado de factores económicos, políticos, culturales, estratégicos y sociológicos que caracterizan la tensa relación vecinal de Chile, Argentina, Bolivia y Perú. El autor no se esconde con elipsis, sino que toma posición cuantas veces los hechos le permiten hacerlo, y esta actitud merece ser valorada.
Sugiere ampliar la agenda, porque se torna evidente que en la hermandad de estos cuatro pueblos, no es la economía lo único importante. La acción debe ser creativa, con el ojo puesto en nuevas rutas de colaboración y entendimiento. Las fortalezas de una nación no son idénticas a las de la vecina y el intercambio no sólo se torna importante, sino decisivo. Conviene insistir que los vínculos vecinales no pasan en la actualidad por su mejor momento y hay nubes que opacan el horizonte. Frente a esta amenaza el libro de Rodríguez Elizondo asume un papel orientador, que sería un pecado marginar. Su apuesta se centra en los beneficios de la cooperación, la integración y la asociación, con la esperanza de que los recursos naturales y humanos que enriquecen a los cuatro países logren su potenciación más alta.
Bitácora
La mochila castrista de Chavez
José Rodríguez Elizondo
Tras un inverosímil endoso a Bolivia, Hugo Chávez retiró la candidatura de Venezuela para un puesto en el Consejo de Seguridad y reconoció a Panamá como país de consenso.
Tal derrota ante Guatemala, más personal que nacional, demuestra que su veneración por Fidel Castro -outsider emblemático de la región- terminó enfrentándolo al pecado estratégico por antonomasia: la pérdida del factor sorpresa en su accionar. Esto energizó el rechazo de George W. Bush, aisló a sus amigos, permitió concentrar fuerzas a sus enemigos y polarizó a todos, como se vio claramente en Chile.
Por lo mismo, los antichavistas son hoy más poderosos. Aprendieron de sus errores propios y de los de Chávez. Bush ya sabe que no debe embestir contra el trapo rojo, como hiciera Richard Nixon respecto a Castro y casi todos captaron que el hombre ignora dos obviedades: Una, que si Simón Bolívar nos soñó integrados, sin merma de nuestra diversidad, está lejos del líder cubano, quien quiso integrarnos tras un modelo único de sociedad. Otra, que si un revolucionario no atina a diferenciarse de sus modelos, éstos mutan en “mochilas”. Desprenderse de ellas marcó el éxito de Lenin frente a Marx, de Mao respecto a Lenin y de Castro ante los cuatro.
Desde el corral ideológico izquierdista, algunos se preguntarán si Chávez dio o no ese gran salto diferencial. Creo que las respuestas estarían divididas. Quienes pongan el énfasis en su emergencia armada, su copamiento del sistema mediático nacional, su concepción militarista del poder, su injerencia en otros procesos políticos de la región y su antagonismo con “el imperio”, dirán que sólo es un apóstol aplicado. Pero, quienes lo aprecien como un revolucionario original , jurarán que ya dio el gran salto. Este consistiría en su conciencia del valor de las elecciones democráticas y su uso disuasivo del petróleo.
Cambio de época
Pero, sorry, ocurre que esa pregunta es pueril. El izquierdismo actual no depende de los modelos ni de los paralelismos plutarquianos, sino de asumir el cambio de época. El fin de la Guerra Fría, la implosión de la URSS y el hecho de la globalización, hoy hacen insostenible una mochila de estirpe marxista-leninista-castrista. Daniel Ortega ya botó el uniforme verde oliva y hasta los comunistas vietnamitas saben que el mundo cambió de base, pero no porque se hundiera “el imperio burgués”.
Emular a Castro, entonces, será romántico, pero es un absurdo práctico. Es cierto que fue capaz de sostener un gallito de medio siglo con los Estados Unidos y hasta pudo disuadirlos con una Tercera Guerra Mundial, de carácter termonuclear. Ahí está la esencia de su historicidad global. Pero, a despecho de que él mismo se haya absuelto ante la Historia, no pasará a ésta como el gran líder del desarrollo nacional, la integración regional ni la unidad de los reformadores. Su “injerencismo” –que comprende hasta la falsificación de la muerte de Salvador Allende- catalizó una gran polémica al interior de las izquierdas, preludiando el cataclismo del socialismo real.
En síntesis, el coronel Chávez no tiene quien le escriba dos verdades: Castro es irrepetible y cualquier mochila es una maldición.
Publicado en La Tercera el 5.10.06.
Tal derrota ante Guatemala, más personal que nacional, demuestra que su veneración por Fidel Castro -outsider emblemático de la región- terminó enfrentándolo al pecado estratégico por antonomasia: la pérdida del factor sorpresa en su accionar. Esto energizó el rechazo de George W. Bush, aisló a sus amigos, permitió concentrar fuerzas a sus enemigos y polarizó a todos, como se vio claramente en Chile.
Por lo mismo, los antichavistas son hoy más poderosos. Aprendieron de sus errores propios y de los de Chávez. Bush ya sabe que no debe embestir contra el trapo rojo, como hiciera Richard Nixon respecto a Castro y casi todos captaron que el hombre ignora dos obviedades: Una, que si Simón Bolívar nos soñó integrados, sin merma de nuestra diversidad, está lejos del líder cubano, quien quiso integrarnos tras un modelo único de sociedad. Otra, que si un revolucionario no atina a diferenciarse de sus modelos, éstos mutan en “mochilas”. Desprenderse de ellas marcó el éxito de Lenin frente a Marx, de Mao respecto a Lenin y de Castro ante los cuatro.
Desde el corral ideológico izquierdista, algunos se preguntarán si Chávez dio o no ese gran salto diferencial. Creo que las respuestas estarían divididas. Quienes pongan el énfasis en su emergencia armada, su copamiento del sistema mediático nacional, su concepción militarista del poder, su injerencia en otros procesos políticos de la región y su antagonismo con “el imperio”, dirán que sólo es un apóstol aplicado. Pero, quienes lo aprecien como un revolucionario original , jurarán que ya dio el gran salto. Este consistiría en su conciencia del valor de las elecciones democráticas y su uso disuasivo del petróleo.
Cambio de época
Pero, sorry, ocurre que esa pregunta es pueril. El izquierdismo actual no depende de los modelos ni de los paralelismos plutarquianos, sino de asumir el cambio de época. El fin de la Guerra Fría, la implosión de la URSS y el hecho de la globalización, hoy hacen insostenible una mochila de estirpe marxista-leninista-castrista. Daniel Ortega ya botó el uniforme verde oliva y hasta los comunistas vietnamitas saben que el mundo cambió de base, pero no porque se hundiera “el imperio burgués”.
Emular a Castro, entonces, será romántico, pero es un absurdo práctico. Es cierto que fue capaz de sostener un gallito de medio siglo con los Estados Unidos y hasta pudo disuadirlos con una Tercera Guerra Mundial, de carácter termonuclear. Ahí está la esencia de su historicidad global. Pero, a despecho de que él mismo se haya absuelto ante la Historia, no pasará a ésta como el gran líder del desarrollo nacional, la integración regional ni la unidad de los reformadores. Su “injerencismo” –que comprende hasta la falsificación de la muerte de Salvador Allende- catalizó una gran polémica al interior de las izquierdas, preludiando el cataclismo del socialismo real.
En síntesis, el coronel Chávez no tiene quien le escriba dos verdades: Castro es irrepetible y cualquier mochila es una maldición.
Publicado en La Tercera el 5.10.06.
Bitácora
Más defensa que diplomacia
José Rodríguez Elizondo
El jueves pasado, invitado por Fundación Chile 21, asistí a la disertación sobre temas regionales del Comandante en Jefe del Ejército (CJE) general Oscar Izurieta Ferrer. Respetando los códigos de ese tipo de reuniones, no escribiré sobre lo que allí se dijo. Sólo me autoconcedo la libertad de decir que fue una experiencia estimulante, por la solvencia intelectual del CJE y el respeto, incluso la emoción, con que fue escuchado.
Gratificante, si se piensa que la mayoría de los asistentes fuimos víctimas del régimen del general Pinochet y aún no transcurre una década desde que éste inició su ocaso. En definitiva, tras tanto sufrimiento interno y oprobio internacional, dos jefes prudentes y valientes -los generales Ricardo Izurieta y Juan Emilio Cheyre-, terminaron con la proyección de ese liderazgo aberrante, devolvieron el Ejército a todos los chilenos y promovieron a un sucesor de su estirpe.
Agrego que he seguido el fenómeno militar desde mis libros y actividades académicas y estoy entre los raros bichos civiles que leyeron la tesis de Magister en Ciencia Política del actual CJE –escrita al alimón con el general Juan Carlos Salgado-, sobre las relaciones chileno-peruanas. Desde esa aproximación, he afirmado que los altos mandos actuales no se conforman con la mediocridad paralizante del subdesarrollo exitoso. Además, en materias internacionales lucen mejor que los jefes políticos impreparados y más flexibles que varios altos cargos del funcionariado diplomático.
Lo último no debiera sorprender pues, pese a que la Diplomacia y la Defensa son las dos alas de la seguridad nacional, la profesionalidad ha sido más rigurosa y sistemática en las instituciones castrenses. Estas tuvieron la ventaja histórica del rol monopólico en su función primaria, lo que hace imposible instalar un civil apitutado al mando de un regimiento.
Esa base precoz, sumada al escarmiento del pinochetismo, nos está brindando intelectuales castrenses con posgrados, criterios doctrinarios modernos, mejor información para diseñar estrategias y más agilidad para prever escenarios exteriores. Saben que las Medidas de Fomento de la Confianza deben coexistir con las Medidas de Fomento de la Paciencia, pues una buena estrategia debe imponerse a los retrocesos tácticos. Entienden, por tanto, que una buena relación con Argentina amerita tragar algunos sapos, que renovar la relación con el Perú es imprescindible y que debemos asumir una negociación con Bolivia sobre el tema marítimo.
La Cancillería, en cambio, fue decapitada por Pinochet y -pese a un par de cancilleres civiles preparados-, fue usada como área administrativa de su diplomacia personal. Luego, entre “leyes de amarre” y prioridades distintas, no hubo voluntad política en la Concertación para impulsar una reingeniería en el sector. De ahí que algunos funcionarios diplomáticos tiendan a identificar la política con la administración, la profesionalidad con el corporativismo y la opinión franca con el pecado original.
En síntesis, para ser más simpáticos en la región, debemos nivelar la calidad de las prestaciones de la Diplomacia y la Defensa. Es un tema de urgencia nacional.
Publicado en La Tercera el 30.10.06
Libros de J.R. Elizondo
Comentarios críticos a la obra de JRE
José Rodríguez Elizondo
Aunque nunca hemos estado demasiado bien, hoy vivimos malos momentos los escritores latinoamericanos. Sucede, entre otras cosas, porque los representantes de las editoras transnacionales ya no buscan descubrir o potenciar autores nuevos. Prefieren segmentar los mercados para un óptimo aprovechamiento del stock de autores conocidos y rentables que manejan. Lo peor es que, vinculado con esa ley macro, del menor esfuerzo editorial, está la indefensión en que suelen quedar los autores nacionalmente conocidos y/o prestigiosos, cuando su obra afecta determinados intereses locales. En tales casos, algunos representantes de las grandes editoras suelen optar por la prudencia personal o la adhesión a los intereses que se sienten afectados. Esto significa privar de todo apoyo promocional a sus propios autores, aunque contradigan los intereses comerciales de sus casas matrices. Sin duda, es una sofisticada versión de las conspiraciones del silencio o de la censura política en democracia. Al parecer, se parte de la base de que “ojos que no ven, sede central que no siente”. Solidario ante ese fenómeno, el editor general de Tendencias me ha sugerido superar pudores y “colgar”, aquí, los títulos que avalan lo que estoy diciendo. Serían la demostración de que, mediante simples actos de omisión, hasta los autores nacionales de prestigio pueden ser silenciados en sus propios países. Los títulos a que se alude son, obviamente, los comentarios críticos que han merecido mis libros y que se exponen a continuación..
Las crisis vecinales en el gobierno de Lagos (ensayo 2006)
- Para mí el principal mérito es que en un estilo ágil, pero profundo, con un método entendible, pero analítico; basado en información mayoritariamente periodística, pero de fuentes irrefutables; caracterizado por una pluma provocadora, pero jamás insultante, agresiva ni descalificadora, el autor permitirá al lector más ilustrado o al simple ciudadano asistir a una de las mejores clases de relaciones exteriores, política internacional, estrategia, economía, sociología, historia, geopolítica y –debo decirlo también– de manejo del idioma. Y esta tarea, como la de entregar una visión de nuestras relaciones internacionales en Chile no sólo se echa de menos, sino que prácticamente no existe. La apatía por la temática internacional constituye una realidad y un serio peligro. Creo que ese hecho exige que aparezcan más Rodríguez Elizondo. (General Juan Emilio Cheyre, en el acto de presentación, 7.6.06)
- En el peligroso mundo de las relaciones internacionales, es poco frecuente el lanzamiento de un libro que simultáneamente ofrezca enseñanzas objetivas, crítica elevada, soluciones imaginativas y un lenguaje seductor y preciso. Menos frecuente aún es que el autor apunte sus objeciones contra un gobierno al que admiró y apoyó, y al cual no quita méritos. En esta obra los tensos vínculos que durante los últimos años han tenido Chile, Bolivia, Argentina y Perú son disecados con arte y profundidad, basados en una profusa información, pero sobre todo en el conocimiento directo, con abundancia de ajustadas percepciones. La pintura de los aspectos relevantes que presenta cada uno de ellos conforma una magistral introducción a los conflictos internos y externos (vecinales) que focalizan las sucesivas páginas. (Marcos Aguinis. El Comercio, Lima, 23.7.06)
- El Libro que incomoda al laguismo. “Cuando se dice que la historia la hacen los vencedores se quiere significar, entre otras cosas, que sólo los gobiernos que fracasan sufren escrutinios severos. De mantenerse la regla, los analistas inmediatos del período del Presidente Ricardo Lagos Escobar tenderán a soslayar su manejo de la política exterior vecinal. Ante el éxito de su gestión global y dado que los aguafiestas no son simpáticos, no habría buena disposición para apuntar a ese lado opaco de su gestión”. Así empieza la introducción del libro “Las Crisis Vecinales del gobierno de Lagos”, del ex embajador en Israel y escritor José Rodríguez Elizondo, donde hace una semblanza crítica de la política exterior del sexenio pasado. El autor plantea que “el interrogante consiste en descifrar por qué la política vecinal y la respectiva diplomacia presidencial de Lagos tuvieron tan poco éxito. Por qué entre Chile y sus dos vecinos del norte predominaron las crisis….” El libro, se dice, no habría caído bien en el exultante círculo laguista. Un ex canciller del período, cuenta que “lo leí, lo encontré malo, aparte de no concordar con lo planteado”. Pero otro ministro de Relaciones Exteriores del ex Presidente, dijo que “me lo devoré, es muy entretenido, aunque hay cosas con las que no estoy de acuerdo”. Lo que ha llamado la atención es la poca cobertura en la prensa nacional. Sobre todo si se considera que es en países vecinos, como Argentina y Perú, donde ha recibido sendas críticas que lo alaban. Rodríguez Elizondo ha planteado su posición en la página web www.tendencias21.net/conosur, donde escribe a sus amigos: “Algunos de ustedes me han preguntado que pasa con mi último libro, pues no han leído nada a su respecto. Otros me han comentado que era natural esperar el silencio por motivos de idiosincrasia: a los chilenos solo nos interesarían los temas domésticos. He respondido a esos amigos que, a mi juicio, ese libro ya pertenece (precozmente) al universo chilensis de las cosas sobre las cuales no se habla. Esto, porque ha descolocado a un fuerte sector político chileno que postula a la infalibilidad y puesto a prueba nuestra receptividad al pensamiento crítico” (Comentario en revista Caras, 18.8.06).
Chile-Perú: el siglo que vivimos en peligro (ensayo 2004)
- “Trata de los antagonismos históricos entre Perú y Chile, con Bolivia como tercero en discordia, a través de las décadas con la serenidad, bonhomía y cultura de un cronista que tiene acceso a los principales actores políticos, civiles y militares, a ambos lados de la frontera” (Enrique Zileri, revista Caretas, 3,6.04)
- “Uno tiene la tentación, después de leer Chile-Perú…, de sugerir que los códigos penales de ambos países conviertan en delito capital no conocerlo” (Alvaro Vargas Llosa, La Tercera, 27.6.04)
- “El autor, abogado de profesión, carga un fascinante historial de vida. Hoy nuevamente profesor de relaciones internacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, es sobre todo escritor de artículos, novelas y libros, como este último, sin duda su obra más trabajada y madura.” (Gonzalo Arroyo, revista Mensaje, julio 2004)
Chile: un caso de subdesarrollo exitoso (ensayo, 2002)
- “Un descarnado análisis político hace José Rodríguez Elizondo en su último libro (...) Sin pelos en la lengua va enumerando bajo su prisma los defectos y errores cometidos en estos años, relato del cual no escapan sus compañeros de ruta” (La Segunda, 11.7.02)
- “José Rodríguez Elizondo tiene una obra de envergadura, de casi docena y media de libros, una ecléctica colección de ensayos, cuentos y novelas (incluyendo lejos lo mejor que se ha escrito sobre el fenómeno del exilio chileno, Nosferatu y otros exiliados, de 1985), pero uno no puede dejar de pensar que ha sido su vida —la que, naturalmente, ha nutrido in extenso esta obra— la que constituye, lejos, su constructo más logrado (...)Y es ese enorme bagaje de experiencias el que se vuelca en estas páginas que a poco andar reflejan una reflexión muy profunda sobre el ser nacional, nuestros orígenes y trayectorias, nuestras virtudes y defectos” (Jorge Heine, Columna en El Mostrador, 29.10.02).
- “En su libro (...) el periodista, escritor y diplomático José Rodríguez Elizondo expuso lo que partidarios de gobierno califican como el análisis más crítico desde esta coalición” (Mauricio Carvallo, en Reportajes, de El Mercurio 1.9.02)
- Su autor es un intelectual con dos cualidades que sobresalen: la cantidad de trabajos editados y valorados en Chile y en el exterior, y su perfil multidisciplinario, pues es reconocido como filósofo, jurista, poeta, periodista y diplomático (...) un libro claro y ameno en su lectura, pero con sustento sociológico, que puede ser leído por una amplia gama de personas” (Max Demian, en Ercilla de 19.8.02)
- Un ensayo provocador y bien documentado, que se adentra con fuerza en las ideas y tendencias que han dado forma al Chile independiente” (Rodrigo Pinto, en Caras, 30.8.02)
- “Es uno de los pocos libros que propone tareas concretas para implementar la identifdad nacional hoy” (Javier Pinedo, en Revista de libros de El Mercurio, 18.1.03)
El Papa y sus hermanos judios (ensayo, 2000)
- “Libros sobre el Pontífice hay varios (...) pero quizás pocos escritos han sido tan claros como la última obra de JRE. Los pasos del Pontífice son descritos por JRE con la mirada del experimentado analista de política internacional y con el talento de narrador que ya había exhibido en sus novelas. Mezcla de gran reportaje con ensayo de alta política internacional, matizado con secuencias narradas de manera limpia y entretenida, en todo lo cual se nota la vena de ese magnífico escritor y analista internacional que pasó por esta casa editora entre 1978 y 1986. Para entender al Papa, todos los caminos conducen ahora a José Rodríguez Elizondo” (Ramiro Escobar, en Caretas de 31.5.01, Perú)-
- “(...) su testimonio es uno de los más sagaces y profundos que se hayan emitido sobre el histórico viaje papal (...) Obra de inusual destreza” (Marcos Aguinis, Premio Planeta, en La Nación, Buenos Aires, 6.5.01)
- “Excelente obra (que) refleja amplio conocimiento de la historia de Israel” (Shlomo Ben Ami, historiador y ex canciller de Israel, mensaje de 4.1.01 para presentación libro)
- Los análisis y definiciones de la sociedad y la política israelíes son impecables. Las críticas son ajustadas, precisas, no hay tartamudeos (...) un libro de análisis político profundo” (Mario Wainstein, crítico de Aurora, Israel, 18.01.01)
- “(...) es un libro que deben leer no sólo los cristianos; combina la información fidedigna, la amenidad periodística y el análisis agudo. Esta obra es un ejemplo de lo que pueden hacer en diplomacia los hombres de la cultura como Rodríguez Elizondo” (Jaime Williams Benavente, El Mercurio, Artes y Letras, 8.7.01)
- Este libro (de JRE) constituye para nosotros un gran regalo. Se lo agradezco de una manera personal y a nombre de la Iglesia. El trabajo (...) es serio y profundo. En él están mezcladas emociones personales, el análisis social, la mirada sobre nuestros tiempos (...) la anécdota, la entrevista, el ensayo, la tesis audaz, la opinión libre y la propuesta atrevida” (Sacerdote Miguel Ortega, en presentación)
- (esta obra) sólo ha sido posible por la extraordinaria versatilidad de José Rodríguez Elizondo, que aquí coloca de manifiesto sus grandes condiciones de escritor, periodista y diplomático” (Ministro Marcos Libedinsky, en presentación)
- (...) utilizando una extraordinaria capacidad de análisis (JRE) profundiza en los antecedentes, en los hechos mismos, en las posibles consecuencias (...) El autor destaca que su libro está marcado por un ‘extremismo de centro’, yo agregaría que también está marcado por un inmenso humanismo, por un respeto muy hondo a cada ser humano” (Jaime Ruiz Tagle, Mensaje, junio 2001)
El Neruda que yo conocí (Ensayo, 2000)
- “La lectura del libro proporciona una gran satisfacción. No sólo intelectual, sino fundamentalmente emocional. El libro de JRE es un canto de amor al más gran cantante de amor no sólo de Chile, sino de todas las letras castellanas y, quizás, del mundo. Nunca un diplomático extranjero dejó mejor regalo al concluir su gestión y será muy difícil llenar el lugar, que tan ancho ha quedado después de haberse ampliado a las dimensiones intelectuales y culturales de Rodríguez Elizondo” (Mario Wainstein, escritor y crítico de semanario Aurora, de Israel, 18.5.2000)
- “Al presentar ante su audiencia al ‘Neruda que yo conocí’, revela el embajador de Chile, JRE, aspectos de su propia biografía (...) Hoy es un intelectual libre, cuya receta política para Chile y, en realidad para toda América Latina, tal como la expresó en su ensayo sobre las izquierdas en el continente, se aleja mucho de cualquier ortodoxia dogmática” (Natan Zach, máxima figura de la poesía israelí, en introducción a la obra)
La pasión de Iñaki (novela, 1996)
- “La obra me resulta memorable (...) Muy bien estructurada, con escenas de extraordinario impacto y calidad (...) es un testimonio de madurez literaria e ideológica. Muy útil en estos tiempos desprovistos de brújula. “Magistral novela de testimonio y amor”. (Marcos Aguinis, La Nación de Buenos Aires, de 6 de mayo 2001).
- “La pasión de Iñaki es la contribución de JRE al estudio de las relaciones entre poder, lenguaje e imaginación en Chile (...) Mientras su imaginación vuelve al pasado JRE plantea los problemas del poder y del control social bajo el signo de una tensa exploración de la dislocación entre el pasado y el presente”. (Patrick O’Connell, Paranoia in Chile.Spectacles of power in José Rodríguez Elizondo’s La pasion de Iñaki, Ensayo para Bulletin of Spanic Studies, London, N° 77, pgs. 619-632).
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“Novela de intriga política con todos los ingredientes del best seller: espionaje, suspenso, amor, sexo y traición (...) bien estructurada, con alardes magistrales en el dominio de algunas situaciones. En JRE asoma un escritor importantísimo, maduro, agudo, audaz, intuitivo, que está listo para escribir una obra de alcances mucho mayores de lo que podríamos imaginar ahora” (Mario Wainstein, Aurora, 29.1.98, Israel)
- “Es un texto formalmente espléndido, con un lenguaje transparente, fluido, de una sencillez y pureza casi mágica, pero también pletórico de acertijos, de adivinanzas, de signos enigmáticos y cabalísticos. (...) la calidez de la obra toca y rescata en el lector una otra pasión: la de ser latinoamericano, la de compartir una tragedia común, que se nos ha dicho debemos llamar ‘historia’” (Julio Roberto Palomo (filósofo y diplomático guatemalteco, La Epoca, 29.10.97)
- “JRE ha construido una notable novela de amor (...) El Chile de la novela, suyo es, y anda y se ejerce dentro de la ficción. De modo que si aparece un tal Aylwin y un tal Pinochet, se trata de entes literarios (...) Es un ‘escoja mi reina escoja’ muy hábil, que columpia la verdad del libro sobre la mentira del país, o la mentira del libro sobre la verdad del país” (Luis Vargas Saavedra, El Mercurio 10.5.97).
- “JRE es un buen constructor de historias, lo había demostrado en su novela anterior ‘Por no matar al general’, que fue editada en Chile y en Perú, de la cual destaqué su estupenda estructura. En esta lo reafirma. Digamos, de partida, que Iñaki supera al General. JRE es un intelectual serio. Periodista, escritor, profesor universitario, ha cumplido funciones importantes en el Ministerio de RR.EE y ahora se convertirá en embajador. Es bueno para el país tener representantes de ese nivel en el extranjero” (Antonio Rojas, Las Ultimas Noticias 21.4.97)
Crisis y renovación de las izquierdas (Ensayo, 1995)
- “Libro complejo y múltiple como la vida (...) elogiado por la crítica continental (...) JRE en los últimos años se ha convertido en un fenómeno literario: su prosa va por igual de la novela al ensayo, del periodismo a la reflexión y, en todos los casos, reivindica con valentía el duro oficio de tener alertas la conciencia y los sentimientos”. (Enrique Zileri, Caretas, Perú. 7.9.95).
- “Es raro leer un libro de riguroso análisis como si se tratara de un reportaje (...) Gran ensayo demistificador y de dura objetividad (...) Hay que curar los traumas con una reflexión valerosa y un conjuro de los mitos. Y a eso ayuda este libro apasionante.” (Martín Ruiz. La Nación, 22.7.95).
- “Pocos autores podrían vincular tan estrechamente la vivencia y el análisis de un tema”(...) Tiene el valor de relevar el papel que ha deempeñado la renovación de las izquierdas, la aceptación de un proceso de mutación sensato y la revalorización de la semocracia como un valor cultural”. Luciano Tomassini (politólogo, El Mercurio, 25.6.95).
- “Memorable aporte al entendimiento de lo que somos (...) No es un libro pensado para la indiferencia sino para la polémica Y cuando uno se sentiría inclinado a proponerlo como un gran instrumento para la academia, también tiene la tentación de recomendarlo para la incitación intelectual”. Ascanio Cavallo (La Epoca, 11.6.95)
- “...un ensayo demoledor sobre el papel jugado por Fidel Castro y sus discípulos en América Latina y, especialmente, en Chile” (Cristián Bofill, en editorial de Qué Pasa de 21.10.95)
- “...es un libro que despertará polémicas, clamores a favor o en contra y muchas horas de conversación. Porque una cosa sí es segura: no dejará indiferente a ningún lector interesado en el tema” (El Universal, México, 1.8.95)
- Una obra de gran contenido recibida con retraso en España” (Informe Semanal de Política Exterior, de 26.6.2000).
La ley es más fuerte (ensayo, 1995)
- “Quiero felicitarle por varios aciertos. No agotaré la lista, por cierto. Pero subrayo: la lucidez y finalidad mental con que trató el tema; el riesgo que esa lógica implicaba; el dolor que el correctivo quirúrgico de la Historia provoca siempre en el cuerpo de los pueblos que aun viven; la conclusión que Ud. Ya adelanta en el título. Leí su libro con avidez creciente...” (Julio María Sanguinetti, a la sazón Presidente de Uruguay, fax al autor de 22.10.96. Publicado en El Mercurio de 03.11.96)
- Este libro de José Rodríguez Elizondo es una importante contribución a las relaciones civiles y militares” (Senador Sergio Bitar, La Epoca 31.12.95).
- “...abarca el tema militar desde el punto de vista político, ético y social. A partir de allí, resulta una aguda reflexión de la actual democracia chilena, que cumple con creces el objetivo declarado por el autor, de contribuir al encuentro civil-militar” (Que Pasa, reseña de 23.12.95)
- “Lo extraordinario del análisis de Rodríguez Elizondo es que, con los criterios éticos, legales y profesionales indicados, propone un diálogo cuerdo con las Fuerzas Armadas, para restablecer una articulación profesional y de derecho con el gobierno democrático. En los argumentos de Rodríguez Elizondo no se encuentran epítetos contra los militares por sus crímenes pasados (...) los interpela con calma, sangre fría e ironía pedagógica por la brutal incompetencia con que llevaron a cabo la operación encubierta.” (Hernán Vidal, Política cultural de la memoria histórica, Mosquito editores, 1997)
Vargas Llosa: historia de un doble parricidio (Ensayo, 1993)
- “Se deja leer con fervor y curioso encantamiento, esos elementos vitales de toda obra literaria (...) Texto sin miramientos y con todos los miramientos de escribir con ameno énfasis, con resuelta gracia de contar lo anecdótico, con redonda lucidez de analizar acontecimientos y procesos en la historia literaria y política del gran novelista que es Vargas Llosa”. Jaime Quezada (poeta, en La Epoca, 16.11.93)
- “Ameno, informado, polémico, con fino humor, es para ser leído de un tirón (...) la cuidada y atractiva prosa periodística del libro contribuye a lograr ese propósito”. (Ismael Pinto, Expreso, 20.1.94, Perú)
Por no matar al general (Novela, 1993)
- "Novela basada en la experiencia directa de quien ha ejercido el periodismo, gustosa y forzosamente, en muy distintos países (...) en ningún momento deja de entretener y, muy a menudo, de dar que pensar (...) He aquí la novela de un periodista que le hubiera gustado escribir a cualquier novelista” (Alfredo Bryce Echenique, en artículo del ABC, 9.2.96, Madrid, reproducido en su libro Crónicas perdidas)
- “El autor, periodista chileno, gran conocedor y cronista del Perú, ha escrito esta novela en la que pueden reconocerse algunos personajes locales (...) La prosa es rápida y aguda, con una composición acertada e ingeniosa de personajes, sustentada en el humor” (El Comercio, suplemento dominical, 11.12.95, Perú)
- “Auspicioso y bien logrado ingreso al campo de la narrativa continental (...) Un libro que si bien tiene muchísimo que ver con Chile y los chilenos, tiene igualmente tanto o más que ver con los peruanos (...) Es una novela escrita con un lenguaje preciso, plena de un humor sarcástico”. (Ismael Pinto, Expreso, Perú, 13.3.94)
- “... cuando al ojo entrenado del periodista se suma el vuelo incontenible del fabulador. Rodríguez Elizondo ratifica la condición polifacética que ya había mostrado con entregas anteriores” (Caretas, 14.12.95)
- “Por no matar al general, de JRE, se ha convertido en un interesante test para lectores y críticos, por incidir tan crudamente en los acontecimientos que cambiaron Chile (...) Tras leerla, los primeros tendrán que llegar a la conclusión de que los chilenos informados tienen toda la razón del mundo cuando añoran a Ricardo Latcham o a Alone” (Luis Alberto Mansilla, La Epoca 25,10,94)
- “Novela densa y descarnada sobre la catástrofe de una utopía”. (Martín Ruiz (La Nación, 11,12,93)
- “...es, para mi gusto, una gran novela, escrita con un atrevimiento muy exitoso en materia de lenguaje (...) tiene la sutileza, el sentido del humor, que su autor es capaz de ponerle no sólo a la novela, sino también a la forma en que mira las cosas y la vida” (Jorge Arrate Mac Niven, La Nación, 28.11.93)
- “Herirá la epidermis de varios (...) Una novela de la que el receptor, el lector común, multiplicará las significaciones”. (Pablo Denis, El Siglo, 25.11.93)
- “He aquí una novela de estupenda arquitectura”. (Antonio Rojas , Las Ultimas Noticias, 16.1.94).
- “Es notable la perfecta estructuración de esta novela (...) Se agradece el placer de compartir una obra tan rigurosamente estructurada. Los dolores que cause y las reflexiones que motive deben ser entendidos, también, como parte de sus méritos mayores”. (Carlos Cerda, novelista, en presentación obra 4.11.93).
- “JRE es de los autores que realmente escriben bien”. (Hugo Montes. Las Ultimas Noticias, 27.2.94)
- “Es una novela despiadada”. (Faride Zerán, La Epoca, 16.1.94)
- “Esta novela opera como una catarsis para quienes hemos vivido el desarraigo forzado (...) Novela de profundidad sicológica, apasionante y de grata lectura”. Ronnie Muñoz (poeta, La Epoca, 17.5.94)
- “JRE es un excelente narrador (...) desgraciadamente, no es la literatura su única actividad” (Manuel Salvat, Las Ultimas Noticias, 1.2.94)
- “JRE aquí exhibe una historia madrileña con olor a calamares a la romana y pulpo al ajillo. Escrita con rapidez y precisión. Amena. (Enrique Lafourcade, El Mercurio, 23.1.94)
Crisis de las izquierdas en América Latina (Ensayo, Premio América del Ateneo de Madrid, 1990)
- "El escritor chileno José Rodríguez Elizondo propone en esta obra una teoría original, brillante, indemostrable, sobre qué es lo que ha ocurrido en el patio trasero de los Estados Unidos y la antecámara de Europa, castrismo arriba, castrismo abajo (...) Rodríguez Elizondo ha escrito un gran libro, muy francés, muy europeo (...) Lo que tremendamente nos dice con información, conocimiento y originalidad es que una gran oportunidad de democracia se perdió en su día. Recomenzamos de nuevo". (Diario El País, Madrid,18.11.90, comentario de Miguel Angel Bastenier, reproducida en revista Cosas de 14.5.91)
- "Dada la diversidad de los textos y el considerable número de tratados sobre la materia (revolución cubana) y la dificultad consiguiente de extraer de ellos lo más útil o relevante, hemos seguido en esta obra el más reciente estudio sobre la influencia ideológica de Cuba en el resto de la izquierda latinoamericana, que también resulta ser el más penetrante. Ver José Rodríguez Elizondo, La Crisis de las Izquierdas en América Latina ..." (Jorge G. Castañeda, nota en su obra Utopia Unarmed, Alfred Knopf, New York, 1993)
- "El libro resulta en cierto sentido apabullante, por el extraordinario rigor del autor. Por la perfección argumental (...) No hay un solo intersticio en toda esta problemática, ni la cultural, ni económica, ni política, ni histórica, ni militar, que no sea examinado con extraordinario rigor por José Rodríguez Elizondo en el texto". "El libro es un aporte muy serio a nuestro realismo. A nuestro compromiso, que es el que tiene el autor - sin ninguna transacción - con el descarnado análisis de los hechos, como los ve (...) es un libro que debería ser leído especialmente por los jóvenes, para comprender de verdad lo que fue la experiencia de esos 'prodigiosos a¤os sesenta' (...) es importante señalar que este libro es, a mi juicio, la mejor prosa de ensayo pol¡tico que yo haya leído en los £ltimos años" (Jorge Arrate, revista Tiempo de Paz N° 17-18, Madrid)
- “José Rodríguez Elizondo (...) realiza en este ensayo una minuciosa y eficaz labor de introspección en la crisis en que agonizó la izquierda latinoamericana en el período que se inicia en el golpe de Estado contra el presidente brasileño Goulart en 1964 y que se cierra con la llegada al poder de la junta militar argentina presidida por el general Videla en 1976 (...) Mediante un manejo de citas de inusitada riqueza y de un análisis riguroso, consigue enfrentarse con inteligencia y precisión a un período revolucionario que se vio seguido por otro neomilitarista de seguridad nacional y que ambos se encuentran en la base de las actuales 'democracias escarmentadas', según acertada terminología del autor" (Manuel Alcántara Sáez, en Revista de Estudios Políticos de enero-marzo 1991, Madrid)
- “... el último libro de José Rodríguez Elizondo (...) es un libro valiente, duro en muchas ocasiones y, quizá, excesivamente breve". "Da muchas pistas, marca muchas líneas, plantea muchas hipótesis de trabajo para los historiadores". (Ensayo de Joan del Alcázar i Garrido, vicerrector de la Universidad de Valencia, "Reflexiones en torno a la crisis histórica de las izquierdas latinoamericanas")
- Revista Caretas, Lima, 24.12.90, en recuento anual, destaca la obra como una de las más importantes del año.
- Revista Española de Defensa, febrero 1991: "Examen riguroso e histórico de la crisis terminal del socialismo real, que en América Latina comienza en la década de los 60"
- “Es, lamentablemente, un libro poco conocido entre nosotros. En España obtuvo en 1989 el Premio América del Ateneo de Madrid y en Caracas, donde fue lanzado por la Editorial Nueva Sociedad, obtuvo un resonante éxito (...) es imperativa la lectura de este excelente libro” (La Tercera, 6.10.91)”
Nosferatu y otros exiliados (Cuentos. 1984).
- Esta obra es, en varios sentidos, singular y valiosa. Desde luego, anuncia la entrada en escena de un narrador diestro, hasta la fecha sólo conocido en el campo del ensayo. (José Luis Rosasco, comentario radio Cooperativa, 23.1.85)
- “Sus cuentos pueden ser crueles, dolorosos, de una ironía que raya en la desesperación, pero JRE nunca deja de lado lo que parece ser su vena principal: el humor, un humor ácido más que negro, escéptico más que risueño, paradojal e ingenioso (...) JRE es un narrador original, un escritor inteligente”.(Hernán Poblete Varas, La Tercera 14.4.85)
- “Es una contribución literaria y política para Latinoamérica”. (Guillermo Thornberry revista Debate N°32, mayo 1985, Perú)
- “JRE se sitúa, de entrada, en el mejor nivel de la narrativa latinoamericana. Rosario Abraham” (diario Expreso, 26.5.85, Perú).
- Después de la Caída del Muro está más claro que nunca que una reedición del libro es obligatoria. (Carlos Orellana, editor Planeta, en carta al autor)
Bitácora
El coraje de no actuar
José Rodríguez Elizondo
Cuando usted, lector, se asome a este texto, la Presidenta Michelle Bachelet ya habrá decidido como votará Chile en la ONU. Es decir, sabrá si dio o no su voto a Venezuela, para un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad … que es lo que importa desde el punto de vista de la noticia.
Como me adelanto a ese pronunciamiento, lo que sigue es un ejercicio de imaginación en la cuerda floja. Objetivo: tratar de que el lector no chileno entienda, lo más vívidamente posible, por qué hubo tanto secreto en la materia y por qué ese voto era tan importante para Chile, dentro y fuera del país.
Para ello, los invito a subir a los dos futuribles que congelaron, por tantos meses, la decisión presidencial, convirtiendo el tema en un “issue” trascendental.
Primer futurible: voto por Guatemala. En la región, este escenario libera la histórica animadversión de Fidel Castro contra los demócratacristianos e izquierdistas chilenos y pone fin a la autocontención de Hugo Chávez. El gobierno de la socialista Bachelet es denostado como modelo de obsecuencia con los EE.UU. La “playa boliviana” se convierte en consigna continental, los “fundamentalistas andinos” amenazan asimétricamente desde las fronteras, Néstor Kirchner anuncia nuevos recortes de gas, el socialista chileno José Miguel Insulza comienza a pasarlo mal en la OEA y Lula calla.
Mientras, Chile comienza a ser percibido como “el Israel de América”, los díscolos chavistas del Partido Socialista se convierten en tendencia dominante de su organización y Gutemberg Martínez –esposo de Soledad Alvear, la presidenta demócratacristiana- dice que en Chile no ha pasado nada. Antes había anunciado que si Chile votaba por Venezuela habría “un antes y un después” en las relaciones de la DC con el gobierno.
Desde la vereda opositora, los partidos de la Alianza felicitan a la Presidenta y el presidenciable Sebastián Piñera comienza a preparar señuelos para pescar humanistas socialistas.
Segundo futurible: voto por Venezuela. En este escenario, Condoleezza Rice dice que tan incomprensible voto coloca a Chile en “el eje del limbo”. George W. Bush agrega que, junto con los europeos nuevos, responsabilizará a Bachelet por cada nuevo despanzurro de Chávez, Kim Jong Il y Ahmadinejad.
Para exorcizar a esos demonios norteamericanos, el líder venezolano envía muchos besos a la Presidenta chilena y Castro -desde su lecho de enfermo, supuestamente sin poderes- le ofrece la sangre de todos los cubanos. Mientras tanto, Kirchner sigue cerrando el caño del gas, Evo Morales advierte que llegó el momento de obtener una salida soberana al mar, Insulza comienza a pasarlo mal en la OEA y Lula calla.
En Santiago, el senador socialista Alejandro Navarro –líder de los díscolos chavistas- desplaza a Insulza en las encuestas presidenciales y Gutemberg Martínez proclama el inicio de una nueva era: la Democracia Cristiana pasa a la “oposición constructiva”, pero dentro del gobierno. Como primer síntoma, el nuevo canciller DC prepara una declaración preventiva de persona non grata contra la embajadora de Chávez.
La Alianza opositora, por su lado, promueve marchas por la libertad en Bolivia, Cuba y Venezuela. “Nunca más”, gritan en las calles. Sebastián Piñera exhuma sus señuelos para pescar humanistas cristianos.
Mil ratos amarillos
Hasta aquí los futuribles. Basta asomarse a ellos -con una sonrisa, si es posible- para entender por qué Bachalet desoyó el viejo refrán según el cual es mejor pasar un rato colorado que sufrir mil amarillos.
Según los entendidos, la culpa no fue sólo de ella, sino de su predecesor Ricardo Lagos (quien le dejó esa penosa “mochila”) y de sus propios asesores de política exterior. Lo primero lo hemos analizado en un texto anterior (“Nuestra deuda con Chávez”). Lo otro obliga a evocar –una vez más- las arrastradas carencias de la Cancillería chilena: su déficit de profesionalidad orgánica, su obligada reactividad ante cada nuevo escenario conflictivo y su consecuente dificultad para anticipar escenarios y diseñar estrategias alternativas. Todo esto, que se sintetiza en la escasez de iniciativas y de opinión especializada con peso, dejó a Bachelet bailando con los feos.
¿Y cual es mi apuesta personal, para la votación del lunes 16 de octubre?
En este minuto del sábado 14 creo que la Presidenta decidió que la deuda contraída por Lagos es renegociable. Es decir, que Chávez no tiene por qué ser retribuido en las exactas condiciones que él desea. Cuando hay cambio de deudor –o de representante del deudor- suelen admitirse nuevas formas de pago. Sobre tal base, yo apostaría que ella dará orden de abstenerse a su embajador ante la ONU. Pero, francamente, más que apuesta esto es un wishful thinking.
Asumo, obviamente, que las abstenciones casi nunca tienen un perfume heroico pero... a veces no queda otra. Dado que cualquier acción positiva puede perjudicar a Chile, me siento tentado a recordar al gran politólogo y diplomático norteamericano George Kennan. Ese que, al mero comienzo de la Guerra Fría y desde Moscú, dijo a sus jefes que debían aceptar que “hay problemas que no tienen solución”.
Desde ese ejemplo, uno bien podria hablar de la virtud de la espera y del coraje de la indefinición.
Editado por
José Rodríguez Elizondo
Escritor, abogado, periodista, diplomático, caricaturista y miembro del Consejo Editorial de Tendencias21, José Rodríguez Elizondo es en la actualidad profesor de Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Su obra escrita consta de 30 títulos, entre narrativa, ensayos, reportajes y memorias. Entre esos títulos están “El día que me mataron”, La pasión de Iñaki, “Historia de dos demandas: Perú y Bolivia contra Chile”, "De Charaña a La Haya” , “El mundo también existe”, "Guerra de las Malvinas, noticia en desarrollo ", "Crisis y renovación de las izquierdas" y "El Papa y sus hermanos judíos". Como Director del Programa de Relaciones Internacionales de su Facultad, dirige la revista Realidad y Perspectivas (RyP). Ha sido distinguido con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales (2021), el Premio Rey de España de Periodismo (1984), Diploma de Honor de la Municipalidad de Lima (1985), Premio América del Ateneo de Madrid (1990) y Premio Internacional de la Paz del Ayuntamiento de Zaragoza (1991). En 2013 fue elegido miembro de número de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales.
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