Reseñas
El gran calentamiento
Alicia Montesdeoca , 24/02/2009
Cómo influyó el cambio climático en el apogeo y caída de las civilizaciones
Ficha:
Título: "El gran calentamiento"
Autor: Brian Fagán
Edita: Gedisa Editorial.
Un solo grado de diferencia en las temperaturas puede ser crucial. Entre los siglos X y XV hubo un aumento de la temperatura media de la Tierra que cambió el clima mundial y anticipó el calentamiento global de hoy en día. En su nuevo libro, el prestigioso arqueólogo Bian Fagan advierte que los cambios medioambientales, por muy pequeños que éstos nos parezcan, han tenido consecuencias significativas en la vida de los seres humanos.
Como en sus anteriores obras "El largo verano" y "La pequeña Edad del Hielo", ambas publicadas por Editorial Gedisa, Fagan trenza dos relatos: el que refleja la investigación científica, gracias a la cual, a partir de pistas aisladas, se reconstruyen las características climáticas de hace siglos, y el que describe, con espíritu novelesco el desarrollo de los acontecimientos históricos de forma vívida y entretenida.
Algunos datos del autor
Brian Fagan es profesor emérito de Antropología en la Universidad de California en Santa Bárbara. Nacido en Ingraterra, Fagan es un antropólogo generalista, con experiencia en las grandes cuestiones de la prehistoria humana, ha realizado trabajos de campo en África y ha escrito sobre temas arqueológicos de América del Norte y el mundo. Gran divulgador científico, ha sido autor o editor de 46 libros, publicado trabajos en múltiples revistas internacionales, con una gran experiencia en programas de televisión, siendo, también, consultor de organizaciones científicas.
Título: "El gran calentamiento"
Autor: Brian Fagán
Edita: Gedisa Editorial.
Un solo grado de diferencia en las temperaturas puede ser crucial. Entre los siglos X y XV hubo un aumento de la temperatura media de la Tierra que cambió el clima mundial y anticipó el calentamiento global de hoy en día. En su nuevo libro, el prestigioso arqueólogo Bian Fagan advierte que los cambios medioambientales, por muy pequeños que éstos nos parezcan, han tenido consecuencias significativas en la vida de los seres humanos.
Como en sus anteriores obras "El largo verano" y "La pequeña Edad del Hielo", ambas publicadas por Editorial Gedisa, Fagan trenza dos relatos: el que refleja la investigación científica, gracias a la cual, a partir de pistas aisladas, se reconstruyen las características climáticas de hace siglos, y el que describe, con espíritu novelesco el desarrollo de los acontecimientos históricos de forma vívida y entretenida.
Algunos datos del autor
Brian Fagan es profesor emérito de Antropología en la Universidad de California en Santa Bárbara. Nacido en Ingraterra, Fagan es un antropólogo generalista, con experiencia en las grandes cuestiones de la prehistoria humana, ha realizado trabajos de campo en África y ha escrito sobre temas arqueológicos de América del Norte y el mundo. Gran divulgador científico, ha sido autor o editor de 46 libros, publicado trabajos en múltiples revistas internacionales, con una gran experiencia en programas de televisión, siendo, también, consultor de organizaciones científicas.
Reseñas
Estrategia: un antes y un después
Alicia Montesdeoca , 15/02/2009
“Hacia una teoría general de la estrategia” se ha convertido por derecho propio en la biblia de los 300 expertos miembros de FISEC, el Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación, muchos de los cuales encontrarán en sus páginas los ecos de sus propias voces. Estamos ante una teoría iberoamericana. Iberoamericano es FISEC e iberoamericanos son sus autores: Sandra Massoni (Universidad Nacional de Rosario, Argentina) y Rafael Alberto Pérez (Universidad Complutense de Madrid). Mexicanos, bolivianos, chilenos, argentinos, portugueses y españoles son los expertos que contribuyen con sus colaboraciones en la III parte del libro.
Hacia una teoría general de la estrategia
Rafael Alberto Pérez
Presentación del Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias.
Ariel Editores
Barcelona, 2009.
Este es un libro sobre estrategia destinado a aquellos profesionales que a la hora de diseñar y aplicar estrategias en los distintos ámbitos de la economía, la política, lo social, la educación, la cultura y la comunicación, hayan tenido la sensación de que los modelos estratégicos actuales no le están dando respuestas satisfactorias para sus nuevos contextos. Pensado también para los estudiosos que se acercan a la estrategia como a una disciplina que debería iluminar su camino. Y, en tercer lugar, para aquellas personas que quieran mejorar la estrategia de su vida desde una nueva mirada: la de la nueva teoría estratégica.
¿Por qué fallan tantas estrategias?
Hoy nadie se cuestiona que el mundo se enfrenta a retos de amplia dimensión para los que se necesitan nuevas miradas y perspectivas. Es por eso que todos nos congratulamos del éxito de la estrategia electoral del Presidente Obama. Sin duda, el éxito siempre tiene compañeros. Pero en cambio no nos preguntamos lo suficiente sobre cuántas estrategias han fracasado el año pasado y el coste económico y social que dichos fracasos representan.
Más en concreto ¿Somos conscientes de qué cifras y esfuerzos se invierten cada año en programas de desarrollo en el tercer mundo? ¿Cuáles son los presupuestos que dedican las grandes corporaciones a sus nuevos productos y servicios?
Sin duda sumas ingentes. Pero, ¿Logran sus objetivos? Nunca lo sabremos con seguridad, porque los fallos son siempre relativos ¿con respecto a qué? y los que fracasan no suelen hacer ruido, pero se dice que 5 de cada 7 estrategias fracasan, y que apenas un 56 por ciento de los nuevos productos alcanzan sus objetivos económico-financieros.
La sociedad, las juntas de accionistas, los electores parece haberse acostumbrado a ese enorme derroche y siempre les queda el consuelo de cortar las cabezas. Pero, tal vez haya llegado el momento de plantearse frontalmente ¿Por qué fracasan realmente tantas estrategias? De preguntarse si lo que está fallando no será la cartografía en vez de los navegantes. Si lo equivocado no serán los mapas, las bases teóricas con las que los operadores trabajan.
Esta es la cuestión que suscita este libro. Un libro valiente que abre una puerta que pocos se han atrevido a traspasar: la de la escasa consistencia del conocimiento estratégico que hemos heredado y con el que estamos trabajando.
Estrategia, pensamiento y método
Decía Jean Luc Godard hace 40 años refiriéndose a la “nouvelle vague” que no se trataba de hacer cine sino de hacer cine “políticamente”. Algo parecido quieren Rafael Alberto Pérez y Sandra Massoni para la estrategia: hacer estrategias no es tanto una cuestión de voluntad ni de rutina sino de pensamiento y de método. No se trata de hacer estrategias como quien aplica recetas de cocina sino de hacerlas “estratégicamente”. “Si el libro tiene alguna ambición- y de hecho tiene tres-” explican sus autores “es la de escapar de la burocratización de la estrategia”
¿Pero si esto es así, dónde encontrar las pautas adecuadas para ese cambio de actitud y para recuperar esa necesaria reflexión y metodología? La mayoría de los hombres de acción tiene una respuesta preparada: en las Escuelas de Negocios y en los libros de sus gurúes. No nos sorprende, es un hecho que desde 1954 la estrategia se ha convertido en una disciplina del management orientada al éxito en los negocios y la dirección de las empresas.
Pero Rafael Alberto Pérez y Sandra Massoni vienen ahora a decirnos que ese no es el lugar adecuado para encontrar la respuesta. Que la estrategia antes que una teoría económica fue y es una capacidad humana. Y como tal válida para todas las circunstancias del vivir: negocios, pero también salud, paz, migraciones, educación, erradicación de la violencia de género, etc. etc. Allí donde el hombre de acción la necesite. De ahí la aspiración de los autores de fundamentar una teoría general de la estrategia (y no solo económica, política o militar). Esa es la segunda de las ambiciones de este libro.
Como puntualiza el uruguayo Enrique V. Iglesias, Secretario General Iberoamericano: “Es esta una Teoría general de la Estrategia útil y abierta. Una nueva teoría para pasar del conflicto a la articulación, superar fronteras y lindes arbitrarios e incorporar una visiones de conjunto tanto multilaterales como “transdiciplinares”.
“Una nueva teoría- continúa Enrique V. Iglesias- que viene a cambiar varios rasgos sustantivos de las actuales formulaciones en materia de estrategia. Algunos se refieren al cambio en nuestra mirada; otros nos aportan nuevas herramientas y modelos de acción”.
En concreto viene a cambiar 7 aspectos de la Estrategia:
• El paradigma
• El sujeto
• El sujeto colectivo: la organización
• El objeto de estudio y su enfoque
• La matriz de estudio
• El método
• Los modelos de acción
Los dos primeros cambios son fundamentales. Si la estrategia ha tenido a lo largo de su historia tres paradigmas, el militar, el científico/matemático de la teoría de los juegos, y el económico/managerial hoy vigente, este libro nos propone un 4º paradigma: el de la complejidad. Esa es la tercera ambición del libro.
No menos necesaria es la recuperación del ser humano para una estrategia de la que nunca debió estar ausente. Sustituido hoy por constructos artificiosos como el “homo oeconomicus”, el “actor racional” o el “player”, Rafael Alberto Pérez y Sandra Massoni nos proponen remplazarlos por el “hombre relacional” la pieza clave de su propuesta.
“La propuesta de los autores- continua Enrique V. Iglesias- con ser novedosa, no es improvisada. Esta nueva teoría ha dado lugar a un movimiento llamado Foro Iberoamericano Sobre estrategias de comunicación (FISEC) que agrupa a algunos de los mejores expertos iberoamericanos en este campo, procedentes de más de un centenar de universidades y otras tantas empresas e instituciones. Sus debates y publicaciones han contribuido, sin duda, a dotar de profundidad y madurez las propuestas de este libro. Que viene a ofrecer al experto y al ejecutivo otra forma de mirar y de actuar”
Contenido
La I Parte del libro explica las razones y la génesis de la Nueva Teoría. La II Parte se centra en los primeros cinco cambios que afectan a la forma de ver y pensar las oportunidades y conflictos del vivir. La III Parte, nueve de los más inquietos y brillantes expertos iberoamericanos- el mexicano Jesús Galindo Cáceres, el boliviano Alfonso Gumucio-Dagron, los argentinos Marcelo Manucci y Mario Riorda, el portugués Francisco Serra, el chileno Dino Villegas y los españoles Alfonso González Herrero, Emilio Martínez Ramos y Aitor Ugarte- nos proporcionan 13 nuevos modelos para diseñar nuestras estrategias desde esa nueva mirada. .
-En ningún momento estamos ante una vulgarización o una sátira gratuita. “Hacia una Teoría general de la Estrategia” da respuestas concretas a los problemas que plantea. Y sus autores lo hacen con propuestas arriesgadas pero sólidas que exigirán del lector una actitud abierta y participativa.
Rafael Alberto Pérez
Presentación del Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias.
Ariel Editores
Barcelona, 2009.
Este es un libro sobre estrategia destinado a aquellos profesionales que a la hora de diseñar y aplicar estrategias en los distintos ámbitos de la economía, la política, lo social, la educación, la cultura y la comunicación, hayan tenido la sensación de que los modelos estratégicos actuales no le están dando respuestas satisfactorias para sus nuevos contextos. Pensado también para los estudiosos que se acercan a la estrategia como a una disciplina que debería iluminar su camino. Y, en tercer lugar, para aquellas personas que quieran mejorar la estrategia de su vida desde una nueva mirada: la de la nueva teoría estratégica.
¿Por qué fallan tantas estrategias?
Hoy nadie se cuestiona que el mundo se enfrenta a retos de amplia dimensión para los que se necesitan nuevas miradas y perspectivas. Es por eso que todos nos congratulamos del éxito de la estrategia electoral del Presidente Obama. Sin duda, el éxito siempre tiene compañeros. Pero en cambio no nos preguntamos lo suficiente sobre cuántas estrategias han fracasado el año pasado y el coste económico y social que dichos fracasos representan.
Más en concreto ¿Somos conscientes de qué cifras y esfuerzos se invierten cada año en programas de desarrollo en el tercer mundo? ¿Cuáles son los presupuestos que dedican las grandes corporaciones a sus nuevos productos y servicios?
Sin duda sumas ingentes. Pero, ¿Logran sus objetivos? Nunca lo sabremos con seguridad, porque los fallos son siempre relativos ¿con respecto a qué? y los que fracasan no suelen hacer ruido, pero se dice que 5 de cada 7 estrategias fracasan, y que apenas un 56 por ciento de los nuevos productos alcanzan sus objetivos económico-financieros.
La sociedad, las juntas de accionistas, los electores parece haberse acostumbrado a ese enorme derroche y siempre les queda el consuelo de cortar las cabezas. Pero, tal vez haya llegado el momento de plantearse frontalmente ¿Por qué fracasan realmente tantas estrategias? De preguntarse si lo que está fallando no será la cartografía en vez de los navegantes. Si lo equivocado no serán los mapas, las bases teóricas con las que los operadores trabajan.
Esta es la cuestión que suscita este libro. Un libro valiente que abre una puerta que pocos se han atrevido a traspasar: la de la escasa consistencia del conocimiento estratégico que hemos heredado y con el que estamos trabajando.
Estrategia, pensamiento y método
Decía Jean Luc Godard hace 40 años refiriéndose a la “nouvelle vague” que no se trataba de hacer cine sino de hacer cine “políticamente”. Algo parecido quieren Rafael Alberto Pérez y Sandra Massoni para la estrategia: hacer estrategias no es tanto una cuestión de voluntad ni de rutina sino de pensamiento y de método. No se trata de hacer estrategias como quien aplica recetas de cocina sino de hacerlas “estratégicamente”. “Si el libro tiene alguna ambición- y de hecho tiene tres-” explican sus autores “es la de escapar de la burocratización de la estrategia”
¿Pero si esto es así, dónde encontrar las pautas adecuadas para ese cambio de actitud y para recuperar esa necesaria reflexión y metodología? La mayoría de los hombres de acción tiene una respuesta preparada: en las Escuelas de Negocios y en los libros de sus gurúes. No nos sorprende, es un hecho que desde 1954 la estrategia se ha convertido en una disciplina del management orientada al éxito en los negocios y la dirección de las empresas.
Pero Rafael Alberto Pérez y Sandra Massoni vienen ahora a decirnos que ese no es el lugar adecuado para encontrar la respuesta. Que la estrategia antes que una teoría económica fue y es una capacidad humana. Y como tal válida para todas las circunstancias del vivir: negocios, pero también salud, paz, migraciones, educación, erradicación de la violencia de género, etc. etc. Allí donde el hombre de acción la necesite. De ahí la aspiración de los autores de fundamentar una teoría general de la estrategia (y no solo económica, política o militar). Esa es la segunda de las ambiciones de este libro.
Como puntualiza el uruguayo Enrique V. Iglesias, Secretario General Iberoamericano: “Es esta una Teoría general de la Estrategia útil y abierta. Una nueva teoría para pasar del conflicto a la articulación, superar fronteras y lindes arbitrarios e incorporar una visiones de conjunto tanto multilaterales como “transdiciplinares”.
“Una nueva teoría- continúa Enrique V. Iglesias- que viene a cambiar varios rasgos sustantivos de las actuales formulaciones en materia de estrategia. Algunos se refieren al cambio en nuestra mirada; otros nos aportan nuevas herramientas y modelos de acción”.
En concreto viene a cambiar 7 aspectos de la Estrategia:
• El paradigma
• El sujeto
• El sujeto colectivo: la organización
• El objeto de estudio y su enfoque
• La matriz de estudio
• El método
• Los modelos de acción
Los dos primeros cambios son fundamentales. Si la estrategia ha tenido a lo largo de su historia tres paradigmas, el militar, el científico/matemático de la teoría de los juegos, y el económico/managerial hoy vigente, este libro nos propone un 4º paradigma: el de la complejidad. Esa es la tercera ambición del libro.
No menos necesaria es la recuperación del ser humano para una estrategia de la que nunca debió estar ausente. Sustituido hoy por constructos artificiosos como el “homo oeconomicus”, el “actor racional” o el “player”, Rafael Alberto Pérez y Sandra Massoni nos proponen remplazarlos por el “hombre relacional” la pieza clave de su propuesta.
“La propuesta de los autores- continua Enrique V. Iglesias- con ser novedosa, no es improvisada. Esta nueva teoría ha dado lugar a un movimiento llamado Foro Iberoamericano Sobre estrategias de comunicación (FISEC) que agrupa a algunos de los mejores expertos iberoamericanos en este campo, procedentes de más de un centenar de universidades y otras tantas empresas e instituciones. Sus debates y publicaciones han contribuido, sin duda, a dotar de profundidad y madurez las propuestas de este libro. Que viene a ofrecer al experto y al ejecutivo otra forma de mirar y de actuar”
Contenido
La I Parte del libro explica las razones y la génesis de la Nueva Teoría. La II Parte se centra en los primeros cinco cambios que afectan a la forma de ver y pensar las oportunidades y conflictos del vivir. La III Parte, nueve de los más inquietos y brillantes expertos iberoamericanos- el mexicano Jesús Galindo Cáceres, el boliviano Alfonso Gumucio-Dagron, los argentinos Marcelo Manucci y Mario Riorda, el portugués Francisco Serra, el chileno Dino Villegas y los españoles Alfonso González Herrero, Emilio Martínez Ramos y Aitor Ugarte- nos proporcionan 13 nuevos modelos para diseñar nuestras estrategias desde esa nueva mirada. .
-En ningún momento estamos ante una vulgarización o una sátira gratuita. “Hacia una Teoría general de la Estrategia” da respuestas concretas a los problemas que plantea. Y sus autores lo hacen con propuestas arriesgadas pero sólidas que exigirán del lector una actitud abierta y participativa.
Reseñas
Ecolalias
Redacción T21 , 20/12/2008
Sobre el olvido de las lenguas
Ficha Técnica
Título: "Ecolalias"
Autor: Daniel Heller-Roazen
Editorial: Katz editores. Madrid, diciembre 2008
Así como es posible adquirir un lenguaje también es posible perderlo. Las personas pueden olvidar palabras, frases o incluso lenguas completas que alguna vez conocieron. También los pueblos dejan escapar, en el transcurso del tiempo, las lenguas que alguna vez fueron suyas, lenguas que desaparecen y dejan paso a otras que les siguen.
Daniel Heller-Roazen reflexiona en esta obra sobre las múltiples formas del olvido lingüístico, ofreciendo al lector una rica y amplia investigación filosófica acerca de la persistencia y la desaparición del habla. El autor se mueve entre las culturas clásica, medieval y moderna, y explora las relaciones entre el habla, la escritura, la memoria y el olvido con ejemplos tomados de la literatura, la filosofía, la lingüística, la teología y el psicoanálisis. Heller-Roazen nos lleva de Ovidio, Dante o la moderna ficción a la literatura clásica árabe o al nacimiento de la lengua francesa, la lingüística estructuralista o los escritos de Freud sobre la afasia, y examina con claridad y precisión las formas, los efectos y las consecuencias últimas del olvido de la lengua. Desde el balbuceo infantil hasta el legado de Babel, de la lengua sagrada del judaísmo y del islam hasta el concepto de lengua muerta y los lenguajes hoy amenazados, Ecolalias traza un elegante y original itinerario filosófico que nos invita a reflexionar de un modo novedoso.Lea un fragmento.
Datos del Autor
Daniel Heller-Roazen Canadá, 1974
Nacido en Toronto, Canadá, Daniel Heller-Roazen estudió filosofía en la Universidad de Toronto, y luego se trasladó a la Universidad Johns Hopkins con la intención de dedicarse a la literatura alemana. Sin embargo, una vez obtenido un master en estudios alemanes decidió abordar los estudios medievales y, en particular, la relación entre poesía y filosofía en la Edad Media. En el año 2000 obtuvo un doctorado en literatura comparada en la Universidad Johns Hopkins, y luego se desempeñó como profesor en Princeton. Heller-Roazen habla fluidamente nueve idiomas además del inglés: provenzal antiguo, hebreo bíblico, árabe clásico, italiano (ha traducido tres obras de Giorgio Agamben), francés, yiddish, alemán, griego antiguo y latín. Reconocido en todo el mundo como especialista en estudios medievales así como en la teoría crítica contemporánea, su conocimiento de numerosos idiomas le ha permitido explorar los problemas de la transmisión y la traducción de los textos filosóficos.
Fragmento de la obra
"La cumbre del período de balbuceo"
Como bien se sabe, los niños al principio no hablan. En cambio, emiten sonidos que parecen anticipar los sonidos del lenguaje humano y que a la vez se encuentran, en su esencia, en las antípodas. A medida que se aproximan al momento en el que comienzan a formar las primeras palabras reconocibles como tales, tienen a su disposición tal potencial para la articulación que nadie, ni siquiera el más dotado de los adultos políglotos, aspiraría a igualar. Es precisamente por esta razón que Roman Jakobson se sintió cautivado por el balbuceo de los niños, además de sentirse atraído por cosas tales como el futurismo ruso, la métrica eslava comparada y la fonología estructural, es decir, la ciencia que estudia las formas sonoras del lenguaje. En 'Lenguaje infantil, afasia y leyes generales de la estructura fónica', que escribió en alemán entre 1939 y 1941 durante su exilio en Noruega y Suecia, Jakobson observó que "un niño es capaz de articular en su balbuceo una suma de sonidos que nunca se encuentran reunidos a la vez en una sola lengua, ni siquiera en una familia de lenguas: consonantes con los puntos de articulación variadísimos, palatales, redondeadas, sibilantes, africadas, clics, vocales complejas, diptongos, etc.". Respaldado por las investigaciones realizadas por psicólogos infantiles con formación lingüística, Jakobson llegó a la conclusión de que en aquello que él dio en llamar "la cumbre del período de balbuceo" ('die Blüte des Lallens'), no pueden fijarse límites a las capacidades fónicas del niño que balbucea. Respecto de la articulación, Jakobson sostenía que los niños son capaces de todo. Sin el menor esfuerzo pueden producir todos y cada uno de los sonidos incluidos en todas las lenguas humanas.
Cabría pensar que, con tal potencial para el habla, la adquisición del lenguaje habría de ser una tarea rápida y sencilla para el niño. Sin embargo, no es así. Entre el balbuceo del niño y sus primeras palabras no sólo no hay un pasaje fluido sino que hay pruebas de que se produce una interrupción muy marcada, algo parecido a un momento decisivo en el que las capacidades fonéticas hasta entonces ilimitadas parecen tambalear. En las propias palabras de Jakobson, "los observadores comprueban, entonces, con gran sorpresa, que el niño pierde prácticamente todas sus facultades de emitir sonidos cuando pasa de la etapa prelingüística a la adquisición de sus primeras palabras, primera etapa lingüística propiamente dicha". Por cierto, a esta altura no ha de sorprender cierta atrofia parcial de las capacidades fónicas; cuando el niño comienza a hablar una lengua dada, obviamente ya no utiliza todas las consonantes y vocales que alguna vez supo articular, por lo que es absolutamente natural que, al dejar de emplear los sonidos no contenidos en la lengua que está adquiriendo, pronto olvide cómo se producen. Pero cuando comienza a aprender una lengua, no pierde sólo la capacidad de producir sonidos que exceden ese sistema fonético dado. Lo que resulta aun más sorprendente ('auffallend'), acotó Jakobson, es que otros muchos sonidos comunes a su balbuceo y a la lengua adulta ahora desaparezcan del acervo del niño; es en este preciso momento cuando puede decirse que se ha iniciado verdaderamente el proceso de adquisición de una lengua. A lo largo de varios años, el niño comenzará, poco a poco, a dominar los fonemas que definen la estructura sonora de lo que habrá de constituir su lengua madre, de acuerdo con un orden que Jakobson presentó por primera vez en forma estructural y estratificada: comenzando con la emisión de las dentales (como la 't' y la 'd'), el niño aprenderá a pronunciar las palatales y velares (como la'k' y la 'g'); a partir de las oclusivas y las labiales (como las 'b','p' y 'm'), adquirirá la posibilidad de formar las constrictivas o fricativas (como las 'v', 's' y '?') y así sucesivamente hasta que, al término de su proceso de aprendizaje de lengua, el niño se convierte en un "hablante nativo", para usar la expresión con la que todos estamos familiarizados pero cuya imprecisión es notable.
¿Qué sucede en el período de transición con los numerosos sonidos que el niño solía pronunciar fácilmente? ¿Cuál es el destino que le espera a su capacidad de producir los sonidos de todas las lenguas antes de aprender los sonidos de una única lengua? Es como si la adquisición del lenguaje sólo fuera posible a través de un acto de olvido, una suerte de amnesia lingüística infantil (o amnesia fónica, ya que lo que el niño parece olvidar no es la lengua sino una capacidad infinita para la articulación indiferenciada). ¿Es posible que el niño esté tan cautivado por la realidad de una lengua que opta por abandonar la tierra sin fronteras pero a la vez estéril que encierra la posibilidad de existencia de todas las demás? ¿O acaso uno debiera observar la lengua recién adquirida para buscar una explicación?: ¿es acaso la lengua madre la que se apodera del nuevo hablante y se rehúsa a dar cabida siquiera a la sombra de alguna otra? Todo se complica aun más por el hecho de que en el momento en que el niño se sume en el silencio, ni siquiera puede decir "yo", por lo que dudamos en atribuirle conciencia de hablante. En todo caso, cuesta imaginar que los sonidos que el niño alguna vez pudo producir con tanta facilidad se hayan desvanecido por completo de su voz y hayan dejado nada más que una estela de humo (y el humo, de hecho, es algo). Al menos dos cosas nacen de esa voz vaciada por el retiro de los sonidos que el niño que ha aprendido a hablar ya no puede producir: a partir de la desaparición del balbuceo nacen una lengua y un hablante. Bien podría tratarse de algo inevitable. Tal vez el niño deba olvidar la infinita serie de sonidos que alguna vez pronunció en "la cumbre de su período de balbuceo" para así lograr el dominio del sistema finito de consonantes y vocales que caracteriza a una lengua específica. Tal vez la pérdida de un arsenal fonético ilimitado es el precio que el niño deba pagar por el documento que le confiere condición de ciudadano en la comunidad de la lengua a la que pertenece.
¿Las lenguas de los adultos retienen algo del balbuceo infinitamente variado del que surgieron? Si es así, entonces lo que perdura es apenas un eco, ya que allí donde hay lengua el balbuceo desapareció mucho tiempo atrás, al menos en la forma en que alguna vez existió en boca de ese niño que aún no había aprendido a hablar. Sería apenas un eco de otra habla y de algo diferente al habla: una ecolalia, que supo resguardar la memoria de ese balbuceo indiferenciado e inmemorial que, al perderse, permitió la existencia de todas las lenguas.
Título: "Ecolalias"
Autor: Daniel Heller-Roazen
Editorial: Katz editores. Madrid, diciembre 2008
Así como es posible adquirir un lenguaje también es posible perderlo. Las personas pueden olvidar palabras, frases o incluso lenguas completas que alguna vez conocieron. También los pueblos dejan escapar, en el transcurso del tiempo, las lenguas que alguna vez fueron suyas, lenguas que desaparecen y dejan paso a otras que les siguen.
Daniel Heller-Roazen reflexiona en esta obra sobre las múltiples formas del olvido lingüístico, ofreciendo al lector una rica y amplia investigación filosófica acerca de la persistencia y la desaparición del habla. El autor se mueve entre las culturas clásica, medieval y moderna, y explora las relaciones entre el habla, la escritura, la memoria y el olvido con ejemplos tomados de la literatura, la filosofía, la lingüística, la teología y el psicoanálisis. Heller-Roazen nos lleva de Ovidio, Dante o la moderna ficción a la literatura clásica árabe o al nacimiento de la lengua francesa, la lingüística estructuralista o los escritos de Freud sobre la afasia, y examina con claridad y precisión las formas, los efectos y las consecuencias últimas del olvido de la lengua. Desde el balbuceo infantil hasta el legado de Babel, de la lengua sagrada del judaísmo y del islam hasta el concepto de lengua muerta y los lenguajes hoy amenazados, Ecolalias traza un elegante y original itinerario filosófico que nos invita a reflexionar de un modo novedoso.Lea un fragmento.
Datos del Autor
Daniel Heller-Roazen Canadá, 1974
Nacido en Toronto, Canadá, Daniel Heller-Roazen estudió filosofía en la Universidad de Toronto, y luego se trasladó a la Universidad Johns Hopkins con la intención de dedicarse a la literatura alemana. Sin embargo, una vez obtenido un master en estudios alemanes decidió abordar los estudios medievales y, en particular, la relación entre poesía y filosofía en la Edad Media. En el año 2000 obtuvo un doctorado en literatura comparada en la Universidad Johns Hopkins, y luego se desempeñó como profesor en Princeton. Heller-Roazen habla fluidamente nueve idiomas además del inglés: provenzal antiguo, hebreo bíblico, árabe clásico, italiano (ha traducido tres obras de Giorgio Agamben), francés, yiddish, alemán, griego antiguo y latín. Reconocido en todo el mundo como especialista en estudios medievales así como en la teoría crítica contemporánea, su conocimiento de numerosos idiomas le ha permitido explorar los problemas de la transmisión y la traducción de los textos filosóficos.
Fragmento de la obra
"La cumbre del período de balbuceo"
Como bien se sabe, los niños al principio no hablan. En cambio, emiten sonidos que parecen anticipar los sonidos del lenguaje humano y que a la vez se encuentran, en su esencia, en las antípodas. A medida que se aproximan al momento en el que comienzan a formar las primeras palabras reconocibles como tales, tienen a su disposición tal potencial para la articulación que nadie, ni siquiera el más dotado de los adultos políglotos, aspiraría a igualar. Es precisamente por esta razón que Roman Jakobson se sintió cautivado por el balbuceo de los niños, además de sentirse atraído por cosas tales como el futurismo ruso, la métrica eslava comparada y la fonología estructural, es decir, la ciencia que estudia las formas sonoras del lenguaje. En 'Lenguaje infantil, afasia y leyes generales de la estructura fónica', que escribió en alemán entre 1939 y 1941 durante su exilio en Noruega y Suecia, Jakobson observó que "un niño es capaz de articular en su balbuceo una suma de sonidos que nunca se encuentran reunidos a la vez en una sola lengua, ni siquiera en una familia de lenguas: consonantes con los puntos de articulación variadísimos, palatales, redondeadas, sibilantes, africadas, clics, vocales complejas, diptongos, etc.". Respaldado por las investigaciones realizadas por psicólogos infantiles con formación lingüística, Jakobson llegó a la conclusión de que en aquello que él dio en llamar "la cumbre del período de balbuceo" ('die Blüte des Lallens'), no pueden fijarse límites a las capacidades fónicas del niño que balbucea. Respecto de la articulación, Jakobson sostenía que los niños son capaces de todo. Sin el menor esfuerzo pueden producir todos y cada uno de los sonidos incluidos en todas las lenguas humanas.
Cabría pensar que, con tal potencial para el habla, la adquisición del lenguaje habría de ser una tarea rápida y sencilla para el niño. Sin embargo, no es así. Entre el balbuceo del niño y sus primeras palabras no sólo no hay un pasaje fluido sino que hay pruebas de que se produce una interrupción muy marcada, algo parecido a un momento decisivo en el que las capacidades fonéticas hasta entonces ilimitadas parecen tambalear. En las propias palabras de Jakobson, "los observadores comprueban, entonces, con gran sorpresa, que el niño pierde prácticamente todas sus facultades de emitir sonidos cuando pasa de la etapa prelingüística a la adquisición de sus primeras palabras, primera etapa lingüística propiamente dicha". Por cierto, a esta altura no ha de sorprender cierta atrofia parcial de las capacidades fónicas; cuando el niño comienza a hablar una lengua dada, obviamente ya no utiliza todas las consonantes y vocales que alguna vez supo articular, por lo que es absolutamente natural que, al dejar de emplear los sonidos no contenidos en la lengua que está adquiriendo, pronto olvide cómo se producen. Pero cuando comienza a aprender una lengua, no pierde sólo la capacidad de producir sonidos que exceden ese sistema fonético dado. Lo que resulta aun más sorprendente ('auffallend'), acotó Jakobson, es que otros muchos sonidos comunes a su balbuceo y a la lengua adulta ahora desaparezcan del acervo del niño; es en este preciso momento cuando puede decirse que se ha iniciado verdaderamente el proceso de adquisición de una lengua. A lo largo de varios años, el niño comenzará, poco a poco, a dominar los fonemas que definen la estructura sonora de lo que habrá de constituir su lengua madre, de acuerdo con un orden que Jakobson presentó por primera vez en forma estructural y estratificada: comenzando con la emisión de las dentales (como la 't' y la 'd'), el niño aprenderá a pronunciar las palatales y velares (como la'k' y la 'g'); a partir de las oclusivas y las labiales (como las 'b','p' y 'm'), adquirirá la posibilidad de formar las constrictivas o fricativas (como las 'v', 's' y '?') y así sucesivamente hasta que, al término de su proceso de aprendizaje de lengua, el niño se convierte en un "hablante nativo", para usar la expresión con la que todos estamos familiarizados pero cuya imprecisión es notable.
¿Qué sucede en el período de transición con los numerosos sonidos que el niño solía pronunciar fácilmente? ¿Cuál es el destino que le espera a su capacidad de producir los sonidos de todas las lenguas antes de aprender los sonidos de una única lengua? Es como si la adquisición del lenguaje sólo fuera posible a través de un acto de olvido, una suerte de amnesia lingüística infantil (o amnesia fónica, ya que lo que el niño parece olvidar no es la lengua sino una capacidad infinita para la articulación indiferenciada). ¿Es posible que el niño esté tan cautivado por la realidad de una lengua que opta por abandonar la tierra sin fronteras pero a la vez estéril que encierra la posibilidad de existencia de todas las demás? ¿O acaso uno debiera observar la lengua recién adquirida para buscar una explicación?: ¿es acaso la lengua madre la que se apodera del nuevo hablante y se rehúsa a dar cabida siquiera a la sombra de alguna otra? Todo se complica aun más por el hecho de que en el momento en que el niño se sume en el silencio, ni siquiera puede decir "yo", por lo que dudamos en atribuirle conciencia de hablante. En todo caso, cuesta imaginar que los sonidos que el niño alguna vez pudo producir con tanta facilidad se hayan desvanecido por completo de su voz y hayan dejado nada más que una estela de humo (y el humo, de hecho, es algo). Al menos dos cosas nacen de esa voz vaciada por el retiro de los sonidos que el niño que ha aprendido a hablar ya no puede producir: a partir de la desaparición del balbuceo nacen una lengua y un hablante. Bien podría tratarse de algo inevitable. Tal vez el niño deba olvidar la infinita serie de sonidos que alguna vez pronunció en "la cumbre de su período de balbuceo" para así lograr el dominio del sistema finito de consonantes y vocales que caracteriza a una lengua específica. Tal vez la pérdida de un arsenal fonético ilimitado es el precio que el niño deba pagar por el documento que le confiere condición de ciudadano en la comunidad de la lengua a la que pertenece.
¿Las lenguas de los adultos retienen algo del balbuceo infinitamente variado del que surgieron? Si es así, entonces lo que perdura es apenas un eco, ya que allí donde hay lengua el balbuceo desapareció mucho tiempo atrás, al menos en la forma en que alguna vez existió en boca de ese niño que aún no había aprendido a hablar. Sería apenas un eco de otra habla y de algo diferente al habla: una ecolalia, que supo resguardar la memoria de ese balbuceo indiferenciado e inmemorial que, al perderse, permitió la existencia de todas las lenguas.
Reseñas
Cartas que cambiaron el mundo
Alicia Montesdeoca , 20/12/2008
Ficha Técnica
Título: “Cartas que cambiaron el mundo”
Autor: Gonzalo Ugidos
Edita: JdeJ Editores. Madrid, 2008
En esta obra, Gonzalo Ugido nos hace viajar a los mundos de 25 cartas, de 25 autores, de 25 historias implicadas. A través de ellas nos resitúa en acontecimientos conocidos desde otras perspectivas, descubriéndonos los cambios de orientación que le dieron al curso de algunos sucesos o especulando sobre las probabilidades de otros derroteros históricos, si los mensajes que portaban, se hubieran descifrado en otras claves diferentes de las que fueron utilizadas.
El autor aprovecha cada carta para situarnos en su contexto histórico. “Estas cartas que cambiaron al mundo, estas historias que hicieron historia, son eso: historias. En todas ellas hay una carta, pero hay también un personaje, un paisaje, una pasión, que es la fórmula de las mejores novelas. No puedo estar seguro de que todo lo que se narra aquí sea la verdad estricta, porque con toda nuestra sabiduría el pasado sigue siendo un milagro inescrutable y un arcano estimulante”. Por eso, dice más adelante (…) “he tratado de bordear las lagunas y de conciliar las versiones con recursos más propios del narrador temerario que del historiador impotente”.
Hoy con el impresionante desarrollo de las técnicas de comunicación, la interacción humana se ha intensificado, la información es instantánea, los traslados físicos a distancias de miles de kilómetros forman parte de nuestra cotidianidad. El correo electrónico ha sustituido, en parte, a los servicios públicos o privados de correos; la velocidad con la que hoy se recibe un texto en nada se parece a aquellos tiempos en que una confidencia, una propuesta, una idea o una carta de amor eran pasadas de mano en mano hasta que llegase al destinatario.
Sin embargo, si bien los tiempos han cambiado con el desarrollo de los medios y las técnicas de comunicación, las cartas, en su más variado soporte, siguen siendo un recurso indispensable para plasmar creaciones con la palabra y, como nos muestra el autor, para seguir ayudando a materializar las historias humanas.
Porque aunque una carta sea un suceso cotidiano, un objeto más, en las manos de un distribuidor o mensajero, otra cosa es la trascendencia de su contenido para el o la que la escribió y para su receptor o receptora y, tal y como queda demostrado en Cartas que cambiaron el mundo, nunca o casi nunca son intrascendentes sus consecuencias: “detrás de los acontecimientos que pusieron el mundo patas arriba, dice el autor, suele haber algo trivial, de menor cuantía, pero con poderosa capacidad genésica, como un átomo de uranio enriquecido que genera la fisión y una reacción en cadena capaz de borrar una ciudad de la faz de la Tierra”.
Esta obra tiene la capacidad de reconocer el protagonismo del género epistolar, que no es un género menor: la carta como entidad viva, generadora de más vida. “Una carta entregada por un mensajero, una confesión epistolar, una idea escrita y enviada por vía postal, muchas veces fueron el germen de una revolución, de un invento, de un estado de ánimo capaz de crear algo hasta entonces inexistente”, afirma Gonzalo Ugido.
Si puede parecer excesivo lo afirmado más arriba, queda sin embargo demostrado que: las cartas recogidas en esta obra han tenido la capacidad de desencadenar situaciones que han hecho girar la tendencia de los acontecimientos, o han puesto en evidencia las causas que los desencadenaron. También sugieren las probabilidades que existían de impedir el transcurso de determinados acontecimientos, vistos con perspectiva histórica.
La lectura de esta obra es un interesante ejercicio de contextualización de los fenómenos y de seguimiento de los procesos. Es como dar con la punta de un ovillo y a partir de ella ir desenvolviéndolo y dando con la naturaleza que configuraba una realidad consolidada desde la perspectiva de hoy. Es como captar el inicio del vuelo de una mariposa y percibir como se va produciendo el despliegue del “acontecimiento atmosférico” en el otro extremo del tiempo, paso a paso.
Otra de las características de la obra es la de invitar al lector o a la lectora a comenzar su lectura por el capítulo que le sea más atractivo o que le despierte una mayor curiosidad. Hecha esta primera incursión, quedarán enganchados por la propuesta literaria e investigadora.
ÍNDICE
Carta I
El despertar de los Faraones
El temor de Nefertiti
Carta II
Los reinos combatientes y el origen de las Murallas Chinas
El informe de un espía
Carta III
La muerte del César y la consolidación del Imperio Romano
Cicerón instiga a los asesinos de Julio César
Carta IV
La derrota de los cátaros y los orígenes de la Inquisición
La pasión de la ortodoxia
Carta V
Estrelleros, cartógrafos y el descubrimiento de América
La engañosa dulzura del rey de Portugal
Carta VI
La pasión de saber en el Renacimiento
Un ruego desesperado
Carta VII
El fin del Imperio Español
La excusa de un sedicioso
Carta VIII
La invención de Australia
La invitación a colonizar el último continente
Carta IX
El affaire del collar y el estallido de la Revolución Francesa
Una joya maligna
Carta X
De la pena común a la neurosis de angustia: las fuentes filosóficas del psicoanálisis
La forja de un filósofo
Carta XI
La furia romántica
Nostalgia de la imposible felicidad
Carta XII
Suez, los responsables de dos mares
Una empresa en las nubes
Carta XIII
Los orígenes de la poesía moderna y las flores del mal
El pudor del maldito
Carta XIV
Muerte de Maximiliano y desplome del Imperio Mexicano
Testimonio de un resentimiento
Carta XV
Las fuentes del Nilo y el reparto de África
Livingstone propone la colonización de África
Carta XVI
La caída del Imperio Austro-Húngaro
Conspirador contra sí mismo
Carta XVII
Partición e independencia de La India
Una invitación a la rebeldía
Carta XVIII
El advenimiento del Comunismo
Un consejo desatendido
Carta XIX
La era de los aviones
“Soy un entusiasta, no un chiflado”
Carta XX
La emergencia del arte moderno
El desamor del que nació la rabia
Carta XXI
Los padres de la utopía sionista
La declaración de Balfour
Carta XXII
KafKa, la premonición del horror
La ruptura que inspira el castillo
Carta XXIII
Colapso de la monarquía y guerra civil en España
Alfonso XIII avala la dictadura
Carta XXIV
La era atómica
Einstein propone la construcción de una bomba nuclear
Carta XXV
Los campos de exterminio
“Somos testigos y llevamos el peso”
Datos del autor
Gonzalo Ugidos (León 1956) es periodista y escritor. Ha sido profesor universitario, speech writer de conocidas personalidades, director de la revista Cómplice y del gabinete de comunicación de la Universidad Complutense. Colaborador de Yo Dona, Joyce, Ilustración de Madrid y El Mundo. Todas las semanas publica en el Magazine de el Mundo cartas históricas que están en el origen de este libro. Es autor de Vidas Contadas, un espacio de Radio Cinco (RNE) en el que a diario “resucita” a desconocidos gloriosos (genios, héroes, rebeldes, místicos o canallas) que urdieron sobre el cañamazo del tiempo una biografía excepcional. En sus trabajos periodísticos ha ido catalogando una galería de muertos que estuvieron demasiado vivos y convirtieron la vida en ebriedad o en exceso
Reseñas
Inteligencia y Seguridad: Revista de análisis y prospectiva
Alicia Montesdeoca , 11/12/2008
Ficha Técnica
Nombre de la revista: "Inteligencia y Seguridad: Revista de análisis y prospectiva"b
Directores: Fernando Velasco y Diego navarro
Periodicidad: Quinquenal
Número: 4
Fecha: Julio-Noviembre, 2008
Editan: Cátedra Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos (Universidad Rey Juan Carlos); Instituto Juan Velázquez de Velasco de Investigación en Inteligencia para la Seguridad y la Defensa (Universidad Carlos III de Madrid); Plaza y Valdés
Contenido
- Editorial: Diego Navarro Bonilla y Fernando Velasco Fernández
- “Inteligencia y contraproliferación. Las relaciones entre Corea del Norte y Pakistán”. Gracia Abad y Alberto Priego
- “Nuevos retos para la inteligencia estratégica en las operaciones complejas”. Pedro Baños Bajo
- “Hacia una definición inclusiva de inteligencia”. Gustavo Díaz Matey
- “Alerta temprana para la protección de infraestructuras críticas y el camino hacia la información público-privada compartida”. Myriam Dunn Cavelty y Manuel Suter
- “Fuentes abiertas de información: sus implicaciones para el análisis y los analistas de inteligencia económica y competitiva”. Graig Fleisher
- “Respuestas legales a la financiación como estrategia de lucha contra el terrorismo”. Beatriz Larriba Hinojar
- “Protección marítima y piratería en el siglo XXI: de la necesidad de inteligencia como elemento clave”. Rubén López Pulido
- “La prospectiva y la investigación del futuro”. Jordi Serra del Pino
- Crítica de libros: Joan Antón Mellón y Miguel Ángel Esteban Navarro
- Agenda: Julia Pulido
Redacción T21
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850