Reseñas
Antropología de las creencias
Redacción T21 , 30/04/2014
Religión, simbolismo, irracionalidad
Ficha Técnica
Título: Antropología de las creencias
Autor: Carles Salazar
Edita: Fragmenta editorial . Barcelona, febrero, 2014
Colección: Fragmentos
Volumen: 24
Traducción: Marita Pizarro. Disponible en catalán
Número de páginas: 464
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-15518-00-6
PVP: 27.00€
Carles Salazar trata de explicar en esta obra las creencias irracionales a través de las cuales las religiones explican el sentido del mundo. Son creencias contraintuitivas que contradicen la idea de realidad que utilizamos en nuestra vida cotidiana.
Las ciencias nos explican el mundo a partir de relaciones causales al margen de las intenciones de cualquier sujeto. Las religiones, en cambio, nos explican este mismo mundo a partir de las intenciones de algún sujeto sobrenatural. El mundo explicado por las religiones es siempre, en consecuencia, un mundo con sentido.
Antropología de las creencias no plantea lo irracional como patológico ni su análisis correspondiente como una terapia: el autor no quiere curar a nadie de sus creencias irracionales; simplemente, las quiere explicar
La perspectiva que adopta este libro es una perspectiva que yo llamo antropológica, dice el autor, y esto implica varias cosas. Antes de nada, el objetivo de este libro no son las creencias o conductas patológicas, que son analizadas por disciplinas médicas como la psiquiatría, la psicología clínica o el psicoanálisis. No me interesa lo irracional de los trastornos o enfermedades mentales sino lo irracional en las personas perfectamente sanas. Pero no hace falta decir que las fronteras entre lo patológico y lo normal por lo que respecta a la salud mental no están siempre bien definidas.
En segundo lugar, una perspectiva antropológica implica tomar al ser humano como punto de partida. Antropología significa ‘estudio del ser humano’, y antropología de la religión quiere decir, por tanto, ‘estudio del ser humano religioso’.
La religión que nos interesa a los antropólogos es siempre una religión «encarnada». No es la religión como teoría sobre la realidad formulada por especialistas y eruditos sino como creencia, la creencia que tienen las personas ordinarias.
(…) Lo irracional nos interesa aquí en su vertiente cultural, como construcción cultural. Sabemos que en la explicación del comportamiento humano actúan condicionantes y determinismos de índole muy diversa. Sabemos también que buena parte de las estructuras cognitivas que rigen nuestra conducta son fruto de un largo proceso evolutivo que se origina en las condiciones ambientales en las que vivían los homínidos, y a menudo los prehomínidos. Pero, a diferencia de lo que sucede con el resto de los animales, en los humanos, estas estructuras cognitivas solo determinan el comportamiento de manera parcial.
(…) Cuando hablamos de la construcción cultural de lo irracional no hacemos referencia a comportamientos o creencias meramente instintivas, sino a eso que cabe precisamente más allá del instinto. La frontera entre lo innato y lo adquirido, o entre lo genético y lo cultural, en el ser humano es a menudo vaga y discutible. En cualquier caso, la idea de que las sociedades humanas han elaborado sistemas culturales que permiten dar sentido a comportamientos y creencias irracionales nos obliga a continuación a precisar un poco más qué debemos entender por irracional. Insisto en que, en este libro, irracional ni tiene sentido patológico ni tiene tampoco sentido peyorativo. Definida las creencias irracionales como creencias contraintuitivas, creencias que contradicen la idea de realidad que usamos en nuestra vida cotidiana, hay que destacar que no todo lo que es contraintuitivo es o parece necesariamente irracional. La ciencia, sin ir más lejos, nos proporciona un sistema de representaciones de la realidad perfectamente racionales, pero a menudo contraintuitivas.
(…) Las creencias irracionales que estudiaremos en este libro son creencias que versan sobre seres y fenómenos ajenos a nuestra cotidianidad. Son creencias extraordinarias, misteriosas, para los propios creyentes.
(…) Pensar en la construcción cultural de lo irracional como extraordinaria o misteriosa nos lleva directamente al otro concepto que alternativamente, o complementariamente, constituye también el objeto de este libro: la religión. Desde la perspectiva de esta investigación, podríamos definir como religión ese conjunto de creencias que hacen referencia a un mundo extraordinario, mundo que normalmente se denomina sobrenatural. Definir la religión como la creencia en la existencia de un mundo o seres sobrenaturales es una definición clásica ampliamente utilizada. Lo sobrenatural es, efectivamente, lo que es extraordinario o misterioso, fuera del mundo cotidiano. Pero no toda creencia extraordinaria es una creencia religiosa.
(…) Las ciencias nos explican el mundo a partir de relaciones causales, relaciones que prevalecen totalmente al margen de las intenciones de cualquier sujeto. Las religiones, en cambio, nos explican este mismo mundo a partir de las intenciones de algún sujeto o sujetos sobrenaturales. El mundo explicado por las religiones es siempre, por eso, un mundo significativo, un mundo con sentido, un mundo que nos comunica algo porque no se origina en causas impersonales sino en las intenciones de esos sujetos.
(…) Debemos recalcar que lo que convierte la creencia religiosa en un problema no es que sea «falsa» —no nos corresponde a los antropólogos descubrir si los dioses existen o no—, sino que es una creencia extraordinaria o, mejor dicho, una creencia en la existencia de un mundo y de unos seres extraordinarios. La hipótesis que intentaré demostrar es que la religión se hace creíble, creemos en lo irracional, entre otras cosas porque los instrumentos que usa para este fin —lo que llamamos la construcción cultural de la religión— son instrumentos que proceden de la misma vida cotidiana.
(…) En definitiva, la creencia religiosa es, por tanto, una creencia «ordinaria» en un mundo o en unos seres extraordinarios. De lo que se trata es, justamente, de identificar cuáles son estos medios ordinarios que nos llevan a creer en la existencia de lo extraordinario.
(…) Toda construcción cultural de lo irracional gira alrededor de un concepto que constituirá el eje central de la temática que viene a continuación: el concepto de símbolo. La antropología de la religión que planteo podría definirse como una especie de reflexión prolongada sobre este polémico concepto que, lógicamente, solo podremos entender —tal vez solo comenzar a entender— al llegar a la conclusión. En primer lugar, podemos definir el símbolo de manera muy simple.
(…) Hay que destacar que de la importancia que concedemos al lenguaje y a los símbolos en este libro —que no son más que las piezas con las que se construye culturalmente lo irracional— se deriva la idea clave según la cual la comunicación humana constituye el origen de todos nuestros sistemas de creencias. Nada más cotidiano y ordinario que los sistemas de comunicación simbólica que usamos los humanos, puesto que de aquí deriva, precisamente, nuestra creencia en lo extraordinario.
El contenido de la obra
(…) Los cuatro primeros capítulos son exclusivamente teóricos; en ellos Salazar explora las ideas principales sobre el hecho religioso que se han producido desde la antropología y desde la visión privilegiada de los clásicos de las ciencias humanas. Tres son los autores que estudian en estos capítulos con cierta profundidad: Durkheim, Weber y Freud. “Considero que estos tres autores son maestros indiscutibles del pensamiento, maestros con los cuales todos los especialistas en ciencias humanas interesados en el estudio de la religión, no solo los antropólogos, estamos en deuda.
El capítulo IV aborda el problema del relativismo a partir de una discusión crítica de las ideas del filósofo francés Lucien Lévy-Bruhl.
Los capítulos V al IX constituyen el núcleo central del libro; su objetivo consiste en analizar al detalle los medios que utilizamos las sociedades humanas para construir culturalmente lo irracional. Se trata de los medios que nuestro propio lenguaje nos proporciona y que derivan de su característica principal: la capacidad de simbolización. El lenguaje humano nos permite crear símbolos mediante dos mecanismos que llamamos metonimia y metáfora, que, a su vez, permiten la constitución de los dos lenguajes simbólicos fundamentales usados por las religiones para transmitir sus mensajes: el ritual y el mito.
El capítulo X contiene un análisis del pensamiento mágico, pensamiento irracional también, pero que no siempre se considera asimilable al pensamiento religioso en sentido estricto. Finalmente, el Epílogo ofrece un replanteamiento de las ideas básicas que han proporcionado sentido y argumento a esta investigación. (Extracto de la Introducción)
Índice
Introducción
I Explicar la religión
1 La primera religión de la humanidad
2 La función de la religión
II Los maestros del pensar: Durkheim y Weber
1 Émile Durkheim
2 Max Weber
III Freud, teórico de la irracionalidad
1 La irracionalidad como patología
2 De la patología individual a la patología colectiva
IV ¿Hay otros mundos?
1 La sociedad en la mente
2 Racionalidad y relativismo
V El lenguaje y los símbolos
1 El significado del significado
2 Significados simbólicos
VI El ritual
1 Rito y acto religioso: el sacrificio
2 Simbolizar la transición
3 Los mensajes del ritual
VII Tabús y tótems
1 Prohibiciones incomprensibles
2 El totemismo
VIII El mito en la mente humana
1 Mito, sueño e inconsciente
2 La memoria ancestral de la humanidad
IX La gramática profunda del pensamiento mítico
1 Las unidades constitutivas del lenguaje mitológico
2 La fórmula canónica
3 El retorno de Freud
X Más allá de la religión
1 Los magos del Museo Británico
2 Poseídos y chamanes
3 La brujería
4 Cuando el lenguaje se transforma en realidad
Epílogo: Repensar lo irracional
Bibliografía
Índice onomástico
Datos del autor
Título: Antropología de las creencias
Autor: Carles Salazar
Edita: Fragmenta editorial . Barcelona, febrero, 2014
Colección: Fragmentos
Volumen: 24
Traducción: Marita Pizarro. Disponible en catalán
Número de páginas: 464
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-15518-00-6
PVP: 27.00€
Carles Salazar trata de explicar en esta obra las creencias irracionales a través de las cuales las religiones explican el sentido del mundo. Son creencias contraintuitivas que contradicen la idea de realidad que utilizamos en nuestra vida cotidiana.
Las ciencias nos explican el mundo a partir de relaciones causales al margen de las intenciones de cualquier sujeto. Las religiones, en cambio, nos explican este mismo mundo a partir de las intenciones de algún sujeto sobrenatural. El mundo explicado por las religiones es siempre, en consecuencia, un mundo con sentido.
Antropología de las creencias no plantea lo irracional como patológico ni su análisis correspondiente como una terapia: el autor no quiere curar a nadie de sus creencias irracionales; simplemente, las quiere explicar
La perspectiva que adopta este libro es una perspectiva que yo llamo antropológica, dice el autor, y esto implica varias cosas. Antes de nada, el objetivo de este libro no son las creencias o conductas patológicas, que son analizadas por disciplinas médicas como la psiquiatría, la psicología clínica o el psicoanálisis. No me interesa lo irracional de los trastornos o enfermedades mentales sino lo irracional en las personas perfectamente sanas. Pero no hace falta decir que las fronteras entre lo patológico y lo normal por lo que respecta a la salud mental no están siempre bien definidas.
En segundo lugar, una perspectiva antropológica implica tomar al ser humano como punto de partida. Antropología significa ‘estudio del ser humano’, y antropología de la religión quiere decir, por tanto, ‘estudio del ser humano religioso’.
La religión que nos interesa a los antropólogos es siempre una religión «encarnada». No es la religión como teoría sobre la realidad formulada por especialistas y eruditos sino como creencia, la creencia que tienen las personas ordinarias.
(…) Lo irracional nos interesa aquí en su vertiente cultural, como construcción cultural. Sabemos que en la explicación del comportamiento humano actúan condicionantes y determinismos de índole muy diversa. Sabemos también que buena parte de las estructuras cognitivas que rigen nuestra conducta son fruto de un largo proceso evolutivo que se origina en las condiciones ambientales en las que vivían los homínidos, y a menudo los prehomínidos. Pero, a diferencia de lo que sucede con el resto de los animales, en los humanos, estas estructuras cognitivas solo determinan el comportamiento de manera parcial.
(…) Cuando hablamos de la construcción cultural de lo irracional no hacemos referencia a comportamientos o creencias meramente instintivas, sino a eso que cabe precisamente más allá del instinto. La frontera entre lo innato y lo adquirido, o entre lo genético y lo cultural, en el ser humano es a menudo vaga y discutible. En cualquier caso, la idea de que las sociedades humanas han elaborado sistemas culturales que permiten dar sentido a comportamientos y creencias irracionales nos obliga a continuación a precisar un poco más qué debemos entender por irracional. Insisto en que, en este libro, irracional ni tiene sentido patológico ni tiene tampoco sentido peyorativo. Definida las creencias irracionales como creencias contraintuitivas, creencias que contradicen la idea de realidad que usamos en nuestra vida cotidiana, hay que destacar que no todo lo que es contraintuitivo es o parece necesariamente irracional. La ciencia, sin ir más lejos, nos proporciona un sistema de representaciones de la realidad perfectamente racionales, pero a menudo contraintuitivas.
(…) Las creencias irracionales que estudiaremos en este libro son creencias que versan sobre seres y fenómenos ajenos a nuestra cotidianidad. Son creencias extraordinarias, misteriosas, para los propios creyentes.
(…) Pensar en la construcción cultural de lo irracional como extraordinaria o misteriosa nos lleva directamente al otro concepto que alternativamente, o complementariamente, constituye también el objeto de este libro: la religión. Desde la perspectiva de esta investigación, podríamos definir como religión ese conjunto de creencias que hacen referencia a un mundo extraordinario, mundo que normalmente se denomina sobrenatural. Definir la religión como la creencia en la existencia de un mundo o seres sobrenaturales es una definición clásica ampliamente utilizada. Lo sobrenatural es, efectivamente, lo que es extraordinario o misterioso, fuera del mundo cotidiano. Pero no toda creencia extraordinaria es una creencia religiosa.
(…) Las ciencias nos explican el mundo a partir de relaciones causales, relaciones que prevalecen totalmente al margen de las intenciones de cualquier sujeto. Las religiones, en cambio, nos explican este mismo mundo a partir de las intenciones de algún sujeto o sujetos sobrenaturales. El mundo explicado por las religiones es siempre, por eso, un mundo significativo, un mundo con sentido, un mundo que nos comunica algo porque no se origina en causas impersonales sino en las intenciones de esos sujetos.
(…) Debemos recalcar que lo que convierte la creencia religiosa en un problema no es que sea «falsa» —no nos corresponde a los antropólogos descubrir si los dioses existen o no—, sino que es una creencia extraordinaria o, mejor dicho, una creencia en la existencia de un mundo y de unos seres extraordinarios. La hipótesis que intentaré demostrar es que la religión se hace creíble, creemos en lo irracional, entre otras cosas porque los instrumentos que usa para este fin —lo que llamamos la construcción cultural de la religión— son instrumentos que proceden de la misma vida cotidiana.
(…) En definitiva, la creencia religiosa es, por tanto, una creencia «ordinaria» en un mundo o en unos seres extraordinarios. De lo que se trata es, justamente, de identificar cuáles son estos medios ordinarios que nos llevan a creer en la existencia de lo extraordinario.
(…) Toda construcción cultural de lo irracional gira alrededor de un concepto que constituirá el eje central de la temática que viene a continuación: el concepto de símbolo. La antropología de la religión que planteo podría definirse como una especie de reflexión prolongada sobre este polémico concepto que, lógicamente, solo podremos entender —tal vez solo comenzar a entender— al llegar a la conclusión. En primer lugar, podemos definir el símbolo de manera muy simple.
(…) Hay que destacar que de la importancia que concedemos al lenguaje y a los símbolos en este libro —que no son más que las piezas con las que se construye culturalmente lo irracional— se deriva la idea clave según la cual la comunicación humana constituye el origen de todos nuestros sistemas de creencias. Nada más cotidiano y ordinario que los sistemas de comunicación simbólica que usamos los humanos, puesto que de aquí deriva, precisamente, nuestra creencia en lo extraordinario.
El contenido de la obra
(…) Los cuatro primeros capítulos son exclusivamente teóricos; en ellos Salazar explora las ideas principales sobre el hecho religioso que se han producido desde la antropología y desde la visión privilegiada de los clásicos de las ciencias humanas. Tres son los autores que estudian en estos capítulos con cierta profundidad: Durkheim, Weber y Freud. “Considero que estos tres autores son maestros indiscutibles del pensamiento, maestros con los cuales todos los especialistas en ciencias humanas interesados en el estudio de la religión, no solo los antropólogos, estamos en deuda.
El capítulo IV aborda el problema del relativismo a partir de una discusión crítica de las ideas del filósofo francés Lucien Lévy-Bruhl.
Los capítulos V al IX constituyen el núcleo central del libro; su objetivo consiste en analizar al detalle los medios que utilizamos las sociedades humanas para construir culturalmente lo irracional. Se trata de los medios que nuestro propio lenguaje nos proporciona y que derivan de su característica principal: la capacidad de simbolización. El lenguaje humano nos permite crear símbolos mediante dos mecanismos que llamamos metonimia y metáfora, que, a su vez, permiten la constitución de los dos lenguajes simbólicos fundamentales usados por las religiones para transmitir sus mensajes: el ritual y el mito.
El capítulo X contiene un análisis del pensamiento mágico, pensamiento irracional también, pero que no siempre se considera asimilable al pensamiento religioso en sentido estricto. Finalmente, el Epílogo ofrece un replanteamiento de las ideas básicas que han proporcionado sentido y argumento a esta investigación. (Extracto de la Introducción)
Índice
Introducción
I Explicar la religión
1 La primera religión de la humanidad
2 La función de la religión
II Los maestros del pensar: Durkheim y Weber
1 Émile Durkheim
2 Max Weber
III Freud, teórico de la irracionalidad
1 La irracionalidad como patología
2 De la patología individual a la patología colectiva
IV ¿Hay otros mundos?
1 La sociedad en la mente
2 Racionalidad y relativismo
V El lenguaje y los símbolos
1 El significado del significado
2 Significados simbólicos
VI El ritual
1 Rito y acto religioso: el sacrificio
2 Simbolizar la transición
3 Los mensajes del ritual
VII Tabús y tótems
1 Prohibiciones incomprensibles
2 El totemismo
VIII El mito en la mente humana
1 Mito, sueño e inconsciente
2 La memoria ancestral de la humanidad
IX La gramática profunda del pensamiento mítico
1 Las unidades constitutivas del lenguaje mitológico
2 La fórmula canónica
3 El retorno de Freud
X Más allá de la religión
1 Los magos del Museo Británico
2 Poseídos y chamanes
3 La brujería
4 Cuando el lenguaje se transforma en realidad
Epílogo: Repensar lo irracional
Bibliografía
Índice onomástico
Datos del autor
Reseñas
El Sutra de Benarés
Redacción T21 , 10/04/2014
El primer discurso del Buddha
[Dhammacakkappavattana Sutta]
Ficha Técnica
Título: El Sutra de Benarés
Comentarios: Ado Parakranabahu
Edita: Editorial kairós . Barcelona. 1ª ed. Marzo, 2014
Traducción del Pali: Ado Parakranabahu
Número de páginas: 245 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-9988-366-3
PVP: 18 €
El Dhammacakkappavattana Sutta es uno de los sutras más importantes del budismo. Todas las tradiciones budistas lo consideran -por unanimidad- el primer discurso pronunciado por el Buddha en Benarés tras su experiencia del Despertar.
En sólo unas pocas estrofas el sutra expone en un lenguaje poético y sencillo la esencia de las enseñanzas del Buddha, que gravitan alrededor de las "Cuatro Nobles Verdades". En ellas se ofrece un diagnóstico de la crisis existencial en la que nos hallamos sumidos los seres humanos, así como las causas de su origen. Y se expone la buena nueva de la cesación del sufrimiento, gracias a la práctica del "Noble sendero". Comprender las "Cuatro Nobles Verdades" es casi sinónimo de comprender el budismo en su totalidad. Sigue constituyendo a la mejor fórmula para introducirnos en la enseñanza del Buddha.
Esta edición bilingüe ofrece en lengua española la traducción del texto original, y un riguroso análisis gramatical de cada palabra y cada estrofa, acompañado de notas y una breve explicación de los conceptos más importantes para la comprensión del texto.
“Se dice que una noche de luna llena del mes de Vesâkha (mayo), hace alrededor de 2500 años, el asceta Siddattha Gotama de los Sakya Muni alcanzó la Iluminación bajo un árbol pipal (ashvatta: ficus religiosa) en Uruvelâ (Bodh-Gayâ), cerca de Gaya, sobre el río Nerañjarâ. Llegó allí resuelto a hallar el "remedio", después de haber seguido durante seis años las enseñanzas de dos maestros de yoga, Mara Kâlâma y Uddaka Râmaputta. El primero, al que seguían trescientos discípulos, había alcanzado la fase "en que nada existe"; se cree que su ermita estaba en Vaishi. Gotama alcanzó muy pronto ese mismo estadio y se persuadió de la insuficiencia de estas enseñanzas para liberar a la humanidad de sus sufrimientos. Uddaka Râmaputta tenía seiscientos discípulos y vivía cerca de Râjagaha. De él, Siddattha aprende técnicas yóguicas muy elevadas.
Las distintas ideas que examinó Gotama intentaban redefinir la unión del individuo (atta), con el absoluto (Brahma/) para así lograr la liberación. Pero a pesar de los grandes logros que consiguió con estas prácticas, no encontró en ellas satisfacción para sus preguntas.
Durante estos años, el asceta Gotama intenta dominar comprender el mundo sensorial. Parte hacia Sena, una aldea junto al río Nerañjarâ, lugar habitual de encuentro de ascetas. llí se entrega durante meses a austeridades extremas que casi ocasionan su muerte.
Estas prácticas ascéticas estaban perfectamente reguladas y reglamentadas. Incluían el control de la mente, la suspensión de la respiración, el ayuno total y una dieta muy severa, disciplinas todas ellas penosas y dolorosas. Por los relatos se sabe que Gotama no se arredró ante su dureza y que, en alguna ocasión, quienes le rodeaban creían que había muerto.
Gotama, tras años de austeridades y mortificaciones, adquiere poderes asombrosos, pero no encuentra la respuesta a sus preguntas. Entonces comprendió que seguía un camino equivocado y que no alcanzaría el conocimiento por las mortificaciones, sino solo por el esfuerzo de la inteligencia superior y la manifestación de su Ser.
Decide abandonar el ascetismo extremo, recibiendo, por el paso dado, las críticas de sus cinco compañeros. Abandona las mortificaciones y "ese ayuno que mata su espíritu".
Despreciándolo, sus cinco compañeros lo abandonan.
Para empezar, Gotama se baña en el río Nerañjarâ para librarse de la suciedad que había acumulado en el curso del largo proceso seguido. Al parecer, se hallaba tan débil que apenas pudo salir del agua. Recobró las fuerzas gracias a la comida que le ofreció una muchacha llamada Sajâtá y, así vestido con harapos, el que fue príncipe y vivió en tres palacios extiende su escudilla para limosnas por las calles de Uruvela. Decidido a no seguir buscando fuentes externas de sabiduría, sino a encontrarlas dentro de sí mismo y también hallar la virtud en el punto medio exacto entre la austeridad y el lujo extremo, vaga por Uruvela.
Una noche, Siddattha Gotama decide sentarse bajo una higuera; solo volverá a levantarse cuando encuentre la respuesta a sus preguntas.
Mientras la luna llena de Vesakha ascendía por el cielo, el asceta Gotama, sentado bajo el árbol bodhil, comienza su profunda meditación. En la primera parte de la noche pasa por los cuatro grados del yoga:
1. Dominio de los sentidos.
2. Dominio del pensamiento.
3. Supresión de la sensibilidad.
4. Estado de vacío absoluto que permite alcanzar el samadhi.
Durante este primer tercio de la noche su atención se dirige hacia la sucesión de nacimientos y muertes que habían tenido lugar a lo largo de innumerables existencias. Gracias a la contemplación de este proceso, que se remonta hasta los mismos orígenes del tiempo (nacer bajo determinadas condiciones, afrontar los diferentes dramas de la vida, morir y renacer de nuevo), adquirió un conocimiento profundo de la naturaleza impermanente y la insubstancialidad de la existencia. La vida y la muerte aparecen y se desvanecen como burbujas en la superficie de un río.
Durante la segunda parte de la noche, cuando la luna se encontraba brillando en lo más alto del cielo, "abolida toda conciencia de su personalidad y elevándose por el espíritu sobre el mundo, se le apareció el torbellino del samsara. Era el mecanismo de la vida que se ofrecía a él. Veía a los seres nacer de los seres; los pecados, de los pecados; las virtudes, de las virtudes. Y, poco a poco, se dibujaba ante él la ley de ese vértigo". Contempló, así, la ley del karma, y comprendió que la fuerza kármica que se deriva de las acciones pasadas impulsa y condiciona nuestros sucesivos renacimientos. De este modo, la visión de los seres arrastrados, a causa de su ignorancia, por el remolino del destino, despertó en él la profunda compasión.
Al fin, en la tercera parte de la noche, cuando la luna desapareció del cielo y se volvió rosado el oriente, en una intuición creyó reconocer "el extravío de los seres sumidos en el ciclo de los renacimientos sin fin. Creyó descubrir la fuente de la cual fluía todo el sufrimiento del mundo y por qué vía se llegaba a la extinción de ese sufrimiento".
Se liberó de todas las ataduras de la existencia material, y obtuvo ese estado de claridad absoluta y trascendente que es la Iluminación. Alcanzó niveles cada vez más altos de conciencia, llegando a conocer sus vidas anteriores y al “ojo divino”, capaces de seguir la reencarnación de todos los seres; vio reveladas las Cuatro Nobles Verdades y la ley del origen interdependiente. Así fue cómo descubrió que la mente genera apego, y que el apego, a su vez, da lugar al sufrimiento, y así fue también como llegó a comprender que existe una posibilidad de liberarse del apego y alcanzar la libertad.
De esta forma se produjo la Iluminación más completa y profunda posible. Gotama se había convertido en el Buddha.
Las primeras palabras pronunciadas por el Buddha después de su Iluminación están registradas en el Dhammapada:
"Por innumerables existencias he andado en el samsara buscando sin encontrar el constructor de esta casa. ¡Nacer una y otra vez es sufrimiento! ¡Constructor de la casa, te he visto! No construirás de nuevo la casa. Todas tus vigas están rotas; el techo destruido. Mi mente ha alcanzado lo incondicionado. Y mi sed ha sido saciada para siempre". (Extracto de la Introducción)
Sumario
Prefacio
Del budismo temprano a las escuelas tardías
Contexto histórico. Los renunciantes
Introducción
Dhammacakkappavattana Sutta
Cerca de Benarés, en Isipatana, en el Parque de los Venados
Los cinco bhikkhûs
El camino medio
Nirvana
Noble Óctuple Sendero
La Noble Verdad del Sufrimiento
Los cinco agregados
Origen del sufrimiento
Cesación del sufrimiento
El camino que conduce a la cesación del sufrimiento
La realidad en sus tres modos y doce aspectos
Los 31 planos de existencia
Simsapâ sutta
Discurso de la puesta en movimiento de la Rueda de la Doctrina
El tipitaka
Los sistemas tradicionales de recitación en la india
Pali, el lenguaje del budismo
Fonología y escritura del pali
Bibliografía
Breve glosario pali-sánscrito
Datos del traductor
Ado Parakranabahu es experto en budismo, traductor del pali e imparte cursos de budismo y meditación.
Título: El Sutra de Benarés
Comentarios: Ado Parakranabahu
Edita: Editorial kairós . Barcelona. 1ª ed. Marzo, 2014
Traducción del Pali: Ado Parakranabahu
Número de páginas: 245 págs.
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-9988-366-3
PVP: 18 €
El Dhammacakkappavattana Sutta es uno de los sutras más importantes del budismo. Todas las tradiciones budistas lo consideran -por unanimidad- el primer discurso pronunciado por el Buddha en Benarés tras su experiencia del Despertar.
En sólo unas pocas estrofas el sutra expone en un lenguaje poético y sencillo la esencia de las enseñanzas del Buddha, que gravitan alrededor de las "Cuatro Nobles Verdades". En ellas se ofrece un diagnóstico de la crisis existencial en la que nos hallamos sumidos los seres humanos, así como las causas de su origen. Y se expone la buena nueva de la cesación del sufrimiento, gracias a la práctica del "Noble sendero". Comprender las "Cuatro Nobles Verdades" es casi sinónimo de comprender el budismo en su totalidad. Sigue constituyendo a la mejor fórmula para introducirnos en la enseñanza del Buddha.
Esta edición bilingüe ofrece en lengua española la traducción del texto original, y un riguroso análisis gramatical de cada palabra y cada estrofa, acompañado de notas y una breve explicación de los conceptos más importantes para la comprensión del texto.
“Se dice que una noche de luna llena del mes de Vesâkha (mayo), hace alrededor de 2500 años, el asceta Siddattha Gotama de los Sakya Muni alcanzó la Iluminación bajo un árbol pipal (ashvatta: ficus religiosa) en Uruvelâ (Bodh-Gayâ), cerca de Gaya, sobre el río Nerañjarâ. Llegó allí resuelto a hallar el "remedio", después de haber seguido durante seis años las enseñanzas de dos maestros de yoga, Mara Kâlâma y Uddaka Râmaputta. El primero, al que seguían trescientos discípulos, había alcanzado la fase "en que nada existe"; se cree que su ermita estaba en Vaishi. Gotama alcanzó muy pronto ese mismo estadio y se persuadió de la insuficiencia de estas enseñanzas para liberar a la humanidad de sus sufrimientos. Uddaka Râmaputta tenía seiscientos discípulos y vivía cerca de Râjagaha. De él, Siddattha aprende técnicas yóguicas muy elevadas.
Las distintas ideas que examinó Gotama intentaban redefinir la unión del individuo (atta), con el absoluto (Brahma/) para así lograr la liberación. Pero a pesar de los grandes logros que consiguió con estas prácticas, no encontró en ellas satisfacción para sus preguntas.
Durante estos años, el asceta Gotama intenta dominar comprender el mundo sensorial. Parte hacia Sena, una aldea junto al río Nerañjarâ, lugar habitual de encuentro de ascetas. llí se entrega durante meses a austeridades extremas que casi ocasionan su muerte.
Estas prácticas ascéticas estaban perfectamente reguladas y reglamentadas. Incluían el control de la mente, la suspensión de la respiración, el ayuno total y una dieta muy severa, disciplinas todas ellas penosas y dolorosas. Por los relatos se sabe que Gotama no se arredró ante su dureza y que, en alguna ocasión, quienes le rodeaban creían que había muerto.
Gotama, tras años de austeridades y mortificaciones, adquiere poderes asombrosos, pero no encuentra la respuesta a sus preguntas. Entonces comprendió que seguía un camino equivocado y que no alcanzaría el conocimiento por las mortificaciones, sino solo por el esfuerzo de la inteligencia superior y la manifestación de su Ser.
Decide abandonar el ascetismo extremo, recibiendo, por el paso dado, las críticas de sus cinco compañeros. Abandona las mortificaciones y "ese ayuno que mata su espíritu".
Despreciándolo, sus cinco compañeros lo abandonan.
Para empezar, Gotama se baña en el río Nerañjarâ para librarse de la suciedad que había acumulado en el curso del largo proceso seguido. Al parecer, se hallaba tan débil que apenas pudo salir del agua. Recobró las fuerzas gracias a la comida que le ofreció una muchacha llamada Sajâtá y, así vestido con harapos, el que fue príncipe y vivió en tres palacios extiende su escudilla para limosnas por las calles de Uruvela. Decidido a no seguir buscando fuentes externas de sabiduría, sino a encontrarlas dentro de sí mismo y también hallar la virtud en el punto medio exacto entre la austeridad y el lujo extremo, vaga por Uruvela.
Una noche, Siddattha Gotama decide sentarse bajo una higuera; solo volverá a levantarse cuando encuentre la respuesta a sus preguntas.
Mientras la luna llena de Vesakha ascendía por el cielo, el asceta Gotama, sentado bajo el árbol bodhil, comienza su profunda meditación. En la primera parte de la noche pasa por los cuatro grados del yoga:
1. Dominio de los sentidos.
2. Dominio del pensamiento.
3. Supresión de la sensibilidad.
4. Estado de vacío absoluto que permite alcanzar el samadhi.
Durante este primer tercio de la noche su atención se dirige hacia la sucesión de nacimientos y muertes que habían tenido lugar a lo largo de innumerables existencias. Gracias a la contemplación de este proceso, que se remonta hasta los mismos orígenes del tiempo (nacer bajo determinadas condiciones, afrontar los diferentes dramas de la vida, morir y renacer de nuevo), adquirió un conocimiento profundo de la naturaleza impermanente y la insubstancialidad de la existencia. La vida y la muerte aparecen y se desvanecen como burbujas en la superficie de un río.
Durante la segunda parte de la noche, cuando la luna se encontraba brillando en lo más alto del cielo, "abolida toda conciencia de su personalidad y elevándose por el espíritu sobre el mundo, se le apareció el torbellino del samsara. Era el mecanismo de la vida que se ofrecía a él. Veía a los seres nacer de los seres; los pecados, de los pecados; las virtudes, de las virtudes. Y, poco a poco, se dibujaba ante él la ley de ese vértigo". Contempló, así, la ley del karma, y comprendió que la fuerza kármica que se deriva de las acciones pasadas impulsa y condiciona nuestros sucesivos renacimientos. De este modo, la visión de los seres arrastrados, a causa de su ignorancia, por el remolino del destino, despertó en él la profunda compasión.
Al fin, en la tercera parte de la noche, cuando la luna desapareció del cielo y se volvió rosado el oriente, en una intuición creyó reconocer "el extravío de los seres sumidos en el ciclo de los renacimientos sin fin. Creyó descubrir la fuente de la cual fluía todo el sufrimiento del mundo y por qué vía se llegaba a la extinción de ese sufrimiento".
Se liberó de todas las ataduras de la existencia material, y obtuvo ese estado de claridad absoluta y trascendente que es la Iluminación. Alcanzó niveles cada vez más altos de conciencia, llegando a conocer sus vidas anteriores y al “ojo divino”, capaces de seguir la reencarnación de todos los seres; vio reveladas las Cuatro Nobles Verdades y la ley del origen interdependiente. Así fue cómo descubrió que la mente genera apego, y que el apego, a su vez, da lugar al sufrimiento, y así fue también como llegó a comprender que existe una posibilidad de liberarse del apego y alcanzar la libertad.
De esta forma se produjo la Iluminación más completa y profunda posible. Gotama se había convertido en el Buddha.
Las primeras palabras pronunciadas por el Buddha después de su Iluminación están registradas en el Dhammapada:
"Por innumerables existencias he andado en el samsara buscando sin encontrar el constructor de esta casa. ¡Nacer una y otra vez es sufrimiento! ¡Constructor de la casa, te he visto! No construirás de nuevo la casa. Todas tus vigas están rotas; el techo destruido. Mi mente ha alcanzado lo incondicionado. Y mi sed ha sido saciada para siempre". (Extracto de la Introducción)
Sumario
Prefacio
Del budismo temprano a las escuelas tardías
Contexto histórico. Los renunciantes
Introducción
Dhammacakkappavattana Sutta
Cerca de Benarés, en Isipatana, en el Parque de los Venados
Los cinco bhikkhûs
El camino medio
Nirvana
Noble Óctuple Sendero
La Noble Verdad del Sufrimiento
Los cinco agregados
Origen del sufrimiento
Cesación del sufrimiento
El camino que conduce a la cesación del sufrimiento
La realidad en sus tres modos y doce aspectos
Los 31 planos de existencia
Simsapâ sutta
Discurso de la puesta en movimiento de la Rueda de la Doctrina
El tipitaka
Los sistemas tradicionales de recitación en la india
Pali, el lenguaje del budismo
Fonología y escritura del pali
Bibliografía
Breve glosario pali-sánscrito
Datos del traductor
Ado Parakranabahu es experto en budismo, traductor del pali e imparte cursos de budismo y meditación.
Reseñas
La creatividad
Redacción T21 , 08/04/2014
Ficha Técnica
Título: La creatividad
Autor: Luis Bassat
Edita: CONECTA. Barcelona. 1ª edición, febrero de 2014
Colección: Conecta
Número de páginas: 192
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 978-15431-10-7
PVP: 17,90 €
Versión kindle: 14,44 €
La creatividad, tal como la entiende Luis Bassat, es una facultad innata del hombre, que va mucho más allá de un invento concreto. Se trata de la capacidad de aportar grandes avances que pueden modificar el rumbo de la historia y cambiar las condiciones de vida de toda la humanidad.
¿Se puede predecir si funcionará o no una idea creativa? Cuando uno está habituado al pensamiento creativo, dice Luis Bassat respondiendo a esa pregunta, desarrolla también una sensibilidad para saber si esa nueva idea va a ser aceptada por la gente, o no. En algunas ocasiones la investigación ha podido matar ideas absolutamente geniales.
A continuación pone un ejemplo de esto que afirma. Si en 1906 la galería de Pablo Picasso, después del fabuloso éxito de sus cuadros azules y rosas, hubiera decidido realizar una investigación entre sus clientes y testar la nueva forma de pintar de Picasso, el cubismo, ¿cuál creen ustedes que hubiera sido el resultado? Estoy convencido, afirma el autor, de que aquellos compradores de cuadros habrían dicho: “No, por favor, que Picasso siga pintando esos maravillosos cuadros azules y rosas, y que se olvide de esa cosa tan nueva que no se entiende”. Pero por suerte para Picasso, para su galería y para la humanidad, nunca se hizo ese test. Picasso presentó en la siguiente exposición cuadros cubistas que evidentemente chocaron con el gusto de muchos compradores tradicionales, pero esa pintura se fue abriendo camino por su propia calidad, reconocida por los críticos de arte y los líderes de opinión, y hoy en día algunos cuadros cubistas de Picasso valen más que muchos azules o rosas.
En La creatividad Luis Bassat hace un breve repaso de la historia de esta maravillosa facultad y presenta las características de la personalidad creadora, a través de su propia trayectoria y la de los creativos más destacados del país. Enseña además, una serie de caminos creativos que permitirán que el lector aplique en la práctica de su profesión, sea esta la que sea, las enseñanzas de uno de los creativos más respetados del panorama actual.
Índice
Prólogo
Introducción. Con toda modestia
1. Brevísima historia de la creatividad a lo largo de los siglos
2. Definiciones de la creatividad
3. La personalidad creativa
4. El proceso y las técnicas de la creatividad
5. Los frenos del pensamiento creativo
6. Algunas reflexiones de mi vida personal creativa
7. Los caminos creativos de la publicidad
8. Momentos clave de mi vida profesional como creativo publicitario
9. La revolución de Internet
10. Creativos publicitarios de bandera
Epílogo. ¿Se puede predecir si funcionará o no una idea creativa?
Gracias
Datos del autor
Título: La creatividad
Autor: Luis Bassat
Edita: CONECTA. Barcelona. 1ª edición, febrero de 2014
Colección: Conecta
Número de páginas: 192
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 978-15431-10-7
PVP: 17,90 €
Versión kindle: 14,44 €
La creatividad, tal como la entiende Luis Bassat, es una facultad innata del hombre, que va mucho más allá de un invento concreto. Se trata de la capacidad de aportar grandes avances que pueden modificar el rumbo de la historia y cambiar las condiciones de vida de toda la humanidad.
¿Se puede predecir si funcionará o no una idea creativa? Cuando uno está habituado al pensamiento creativo, dice Luis Bassat respondiendo a esa pregunta, desarrolla también una sensibilidad para saber si esa nueva idea va a ser aceptada por la gente, o no. En algunas ocasiones la investigación ha podido matar ideas absolutamente geniales.
A continuación pone un ejemplo de esto que afirma. Si en 1906 la galería de Pablo Picasso, después del fabuloso éxito de sus cuadros azules y rosas, hubiera decidido realizar una investigación entre sus clientes y testar la nueva forma de pintar de Picasso, el cubismo, ¿cuál creen ustedes que hubiera sido el resultado? Estoy convencido, afirma el autor, de que aquellos compradores de cuadros habrían dicho: “No, por favor, que Picasso siga pintando esos maravillosos cuadros azules y rosas, y que se olvide de esa cosa tan nueva que no se entiende”. Pero por suerte para Picasso, para su galería y para la humanidad, nunca se hizo ese test. Picasso presentó en la siguiente exposición cuadros cubistas que evidentemente chocaron con el gusto de muchos compradores tradicionales, pero esa pintura se fue abriendo camino por su propia calidad, reconocida por los críticos de arte y los líderes de opinión, y hoy en día algunos cuadros cubistas de Picasso valen más que muchos azules o rosas.
En La creatividad Luis Bassat hace un breve repaso de la historia de esta maravillosa facultad y presenta las características de la personalidad creadora, a través de su propia trayectoria y la de los creativos más destacados del país. Enseña además, una serie de caminos creativos que permitirán que el lector aplique en la práctica de su profesión, sea esta la que sea, las enseñanzas de uno de los creativos más respetados del panorama actual.
Índice
Prólogo
Introducción. Con toda modestia
1. Brevísima historia de la creatividad a lo largo de los siglos
2. Definiciones de la creatividad
3. La personalidad creativa
4. El proceso y las técnicas de la creatividad
5. Los frenos del pensamiento creativo
6. Algunas reflexiones de mi vida personal creativa
7. Los caminos creativos de la publicidad
8. Momentos clave de mi vida profesional como creativo publicitario
9. La revolución de Internet
10. Creativos publicitarios de bandera
Epílogo. ¿Se puede predecir si funcionará o no una idea creativa?
Gracias
Datos del autor
Reseñas
Si Dios fuese un activista de los derechos humanos
Juan Antonio Martínez de la Fe , 01/04/2014
Ficha Técnica
Título: Si Dios fuese un activista de los derechos humanos
Autor: Boaventura de Sousa Santos
Edita: Editorial Trotta, Madrid, 2014
Colección: Estructuras y Procesos
Serie: Ciencias Sociales
Traducción: Carlos Martín Ramírez
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 127
ISBN: 978-84-9879-483-0
Precio: 15 euros
Decir Boaventura de Sousa es referirse a alguien a tener en cuenta. Sus escritos, olvidada toda hojarasca retórica, son escuetos y densos, merecedores de una lectura reposada; incluso, es conveniente, ocasionalmente, acercarse a sus planteamientos con el apoyo de algún introductor a su obra, como es el caso de Juan José Tamayo en su artículo Boaventura de Sousa Santos: Hacia una sociología de las ausencias y las emergencias.
Para adentrarnos en la lectura de esta obra que comentamos, se hace necesaria la de su Prefacio y, sobre todo, la de su Introducción, páginas en las que el autor resume su tesis y nos hace vislumbrar qué puntos abordará con mayor profundidad a lo largo del libro.
En el Prefacio, aborda fundamentalmente el tema de la autonomía personal. Una autonomía sobre la que se incide especialmente en esta época; “según este ideal, la sociedad está compuesta por individuos supuestamente hechos a sí mismos, cuyas oportunidades vitales, para bien o para mal, dependen casi por entero de ellos. Las oportunidades vitales las determinan elecciones de vida”, entre cuyas posibilidades la única que no tiene cabida es la de salir del mercado planetario en el que todos estamos inmersos.
No es una idea baladí. Se nos pide, se nos obliga a ser autónomos, pero se nos deja totalmente desamparados si se ven fracasos en nuestros resultados o manifestamos ineptitud para ejercer tal autonomía. Una autonomía individual que solo “se entiende como un compromiso personal con un mundo ya hecho e imposible de cambiar.”
Tal planteamiento no es acertado. En primer lugar, porque no tenemos una autonomía que nos permita una autosuficiencia, ya que no solo dependemos de nosotros mismos, sino de los demás también. Y, en segundo lugar, porque no existe autonomía si no se poseen las condiciones para desarrollarla. Hecho que, lamentablemente, se da en nuestra sociedad, en la que el 1% de la élite global domina al 99% de la población mundial empobrecida.
A esta situación, nos solemos enfrentar desde dos políticas normativas: los derechos humanos y las teologías políticas, entendiendo como tales “las concepciones de la religión que parten de la separación de las esferas pública y privada y que demandan la presencia (mayor o menor) de la religión en la esfera pública. Según ellas, la dignidad humana consiste en cumplir la voluntad de Dios, un mandato que no puede circunscribirse a la esfera privada.”
Se trata de dos políticas que se diferencian en un notable aspecto: los derechos humanos son individuales, seculares, culturalmente occidentocéntricos y estadocéntricos; mientras que las teologías políticas son comunitarias, antiseculares.
Es aquí donde el autor nos informa del objetivo de su trabajo: “Como procuro demostrar en el presente libro, estas caracterizaciones de índole general no tienen en cuenta la diversidad interna de los derechos humanos o de las teologías políticas. Precisamente, a partir de esta diversidad y de la complejidad que emerge de la misma, intento realizar un ejercicio de traducción intercultural entre estas dos políticas normativas y busco zonas de contacto traductivo entre ellas que sean capaces de aportar nuevas o renovadas energías para la transformación social radical y progresista”.
También aquí nos resume el contenido de su obra; una cita, probablemente, algo extensa, pero que condensa, mejor que con nuestras palabras, la manera en que desarrolla su tesis: “Comienzo por identificar la fragilidad de los derechos humanos en cuanto gramática de la dignidad humana y los retos que el surgimiento de las teologías políticas les plantea a principios del siglo XXI. Distingo entre las concepciones hegemónicas de los derechos humanos, destinadas a mi entender, a reproducir el (des)orden social capitalista, colonialista y sexista que domina nuestro tiempo, y sus concepciones contrahegemónicas, potencialmente orientadas a la construcción de una sociedad más justa y más digna. Argumento que la expansión y el ahondamiento del canon de las políticas de derechos humanos que de aquí resultan pueden fortalecerse con algunas de las contribuciones procedentes de ciertas teologías políticas. Con este fin, propongo distinciones entre teologías políticas (por ejemplo, pluralistas versus fundamentalistas o integristas, tradicionalistas versus progresistas). Termino el libro defendiendo que las teologías pluralistas y progresistas pueden ser una fuente de energía radical para las luchas contrahegemónicas por los derechos humanos.”
A la Introducción le dedica Boaventura de Sousa Santos once páginas, lo que no es poco en una obra de solo ciento once, descontada la bibliografía. La titula Los derechos humanos, una frágil hegemonía. Arranca con una contundente afirmación, que la mayoría de la población mundial no constituye el sujeto de los derechos humanos, sino que es, más bien, el objeto de los discursos sobre derechos humanos. Ante lo que cabe preguntarse si estos derechos humanos son eficaces en ayudar a las luchas de los excluidos, los explotados y los discriminados o si, por el contrario, las hacen más difíciles. Analiza el autor cómo tales derechos no son un universal, sino que, más bien, sufren diferentes interpretaciones y aplicaciones según el lugar desde el que se los invoca. Distingue y detalla cuatro ilusiones acerca del consenso sobre su universalidad: la teleológica, el triunfalismo, la decontextualización y el monolitismo.
La primera ilusión consiste en leer la historia hacia atrás, leyéndola como una senda lineal que nos lleva a su plasmación; y es una ilusión porque la victoria de los derechos humanos es un resultado contingente que puede explicarse a posteriori, pero que no podría haberse previsto de una manera determinista. Segunda ilusión, el triunfalismo, la idea de que los derechos humanos es un bien común incondicional. Tercera ilusión, la decontextualización, pues no suele mencionarse que los derechos humanos se han utilizado en muy distintos contextos y con objetivos contradictorios. Por último, la cuarta ilusión, el monolitismo, consistente en negar o minimizar las tensiones de las teorías sobre los derechos humanos e, incluso, sus contradicciones internas; entre tales tensiones, destaca la que existe entre los derechos individuales y los derechos colectivos. La cuestión podría plantearse así: si la humanidad es solo una, ¿por qué hay tantos principios diferentes en relación con la dignidad humana y con una sociedad justa, todos ellos supuestamente únicos y con frecuencia contradictorios entre sí?
En definitiva, el libro se centra en los desafíos que se oponen a los derechos humanos frente a los movimientos que reclaman la presencia de la religión en la esfera pública. En una época, como la que vivimos, en que tan patentes y escandalosas son las situaciones de injusticia social y de tan grande sufrimiento humanos, no hay una suficiente indignación moral para combatirlas ni la voluntad política para superarlas. Existen, eso sí, experiencias sociales con carácter emancipatorio que podrían servirnos de guía. En tales movimientos, no es extraño encontrar una motivación y fundamentación basadas en creencias religiosas o espirituales; y no solo las cristianas, sino las de otras religiones como judaísmo, islam, hinduismo, … Entre ellas destaca, por ejemplo, la teología de la liberación. Esta tendencia se aparta de la generalizada opinión de que las religiones se han de circunscribir al ámbito privado, reclamando para ellas un activo papel en la esfera de lo público, respetando, como no puede ser de otra manera, las posturas laicistas y sin el objetivo de hacer confesionales los principios políticos y sociales.
Todo lo que aborda el autor en la obra, detallado en el Índice que ofrecemos, lo resume condensadamente en la Conclusión, en la que afirma: “si Dios fuese un activista de los derechos humanos, Él, o Ella, andarían definitivamente en busca de una concepción contrahegemónica de los derechos humanos y de una práctica coherente con la misma. Al hacerlo, antes o después, este Dios se enfrentaría al Dios invocado por los opresores y no encontraría ninguna afinidad con Este o con Esta.”
Una obra no extensa, sí densa, cuya lectura es más que recomendable. No solo por las interesantes aportaciones del autor, fruto de sus sugestivas reflexiones, sino, también, por lo accesible de su presentación y redacción, aunque, si algo habría que sugerir, es el uso de un cuerpo mayor en la tipografía que suavice el esfuerzo del lector.
Índice
Prefacio
Introducción. Los derechos humanos, una frágil hegemonía
Capítulo I. La globalización de las teologías políticas.
Lo hegemónico, lo contrahegemónico y lo no hegemónico
La solución occidental de la cuestión religiosa
Una tipología de las teologías políticas
Teologías pluralistas y fundamentalistas
Teologías tradicionalistas y progresistas
Capítulo 2. El caso del fundamentalismo islámico
Capítulo 3. El caso del fundamentalismo cristiano
Capítulo 4. Los derechos humanos en la zona de contacto de las teologías políticas
La turbulencia entre principios rivales
La turbulencia entre raíces y opciones
Afinidades sorprendentes entre la globalización neoliberal y las teologías fundamentalistas
La turbulencia entre lo sagrado y lo profano, lo religioso y lo secular, lo trascendente y lo inmanente
¿Son posibles otros derechos humanos?
Capítulo 5. Hacia una concepción postsecularista de los derechos humanos: derechos humanos contrahegemónicos y teologías progresistas
El sujeto humano como individuo concreto y como ser colectivo
Múltiples visiones del sufrimiento humano injusto
Sufrimiento de la carne
Una voluntad radical insurgente y un horizonte poscapitalista
El impulso por la interculturalidad en las luchas por la dignidad humana
Las narrativas del sufrimiento y la liberación
La presencia del mundo anterior y posterior a la interpretación
La espiritualidad de/en las luchas por la transformación social
Conclusión
Bibliografía
Título: Si Dios fuese un activista de los derechos humanos
Autor: Boaventura de Sousa Santos
Edita: Editorial Trotta, Madrid, 2014
Colección: Estructuras y Procesos
Serie: Ciencias Sociales
Traducción: Carlos Martín Ramírez
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 127
ISBN: 978-84-9879-483-0
Precio: 15 euros
Decir Boaventura de Sousa es referirse a alguien a tener en cuenta. Sus escritos, olvidada toda hojarasca retórica, son escuetos y densos, merecedores de una lectura reposada; incluso, es conveniente, ocasionalmente, acercarse a sus planteamientos con el apoyo de algún introductor a su obra, como es el caso de Juan José Tamayo en su artículo Boaventura de Sousa Santos: Hacia una sociología de las ausencias y las emergencias.
Para adentrarnos en la lectura de esta obra que comentamos, se hace necesaria la de su Prefacio y, sobre todo, la de su Introducción, páginas en las que el autor resume su tesis y nos hace vislumbrar qué puntos abordará con mayor profundidad a lo largo del libro.
En el Prefacio, aborda fundamentalmente el tema de la autonomía personal. Una autonomía sobre la que se incide especialmente en esta época; “según este ideal, la sociedad está compuesta por individuos supuestamente hechos a sí mismos, cuyas oportunidades vitales, para bien o para mal, dependen casi por entero de ellos. Las oportunidades vitales las determinan elecciones de vida”, entre cuyas posibilidades la única que no tiene cabida es la de salir del mercado planetario en el que todos estamos inmersos.
No es una idea baladí. Se nos pide, se nos obliga a ser autónomos, pero se nos deja totalmente desamparados si se ven fracasos en nuestros resultados o manifestamos ineptitud para ejercer tal autonomía. Una autonomía individual que solo “se entiende como un compromiso personal con un mundo ya hecho e imposible de cambiar.”
Tal planteamiento no es acertado. En primer lugar, porque no tenemos una autonomía que nos permita una autosuficiencia, ya que no solo dependemos de nosotros mismos, sino de los demás también. Y, en segundo lugar, porque no existe autonomía si no se poseen las condiciones para desarrollarla. Hecho que, lamentablemente, se da en nuestra sociedad, en la que el 1% de la élite global domina al 99% de la población mundial empobrecida.
A esta situación, nos solemos enfrentar desde dos políticas normativas: los derechos humanos y las teologías políticas, entendiendo como tales “las concepciones de la religión que parten de la separación de las esferas pública y privada y que demandan la presencia (mayor o menor) de la religión en la esfera pública. Según ellas, la dignidad humana consiste en cumplir la voluntad de Dios, un mandato que no puede circunscribirse a la esfera privada.”
Se trata de dos políticas que se diferencian en un notable aspecto: los derechos humanos son individuales, seculares, culturalmente occidentocéntricos y estadocéntricos; mientras que las teologías políticas son comunitarias, antiseculares.
Es aquí donde el autor nos informa del objetivo de su trabajo: “Como procuro demostrar en el presente libro, estas caracterizaciones de índole general no tienen en cuenta la diversidad interna de los derechos humanos o de las teologías políticas. Precisamente, a partir de esta diversidad y de la complejidad que emerge de la misma, intento realizar un ejercicio de traducción intercultural entre estas dos políticas normativas y busco zonas de contacto traductivo entre ellas que sean capaces de aportar nuevas o renovadas energías para la transformación social radical y progresista”.
También aquí nos resume el contenido de su obra; una cita, probablemente, algo extensa, pero que condensa, mejor que con nuestras palabras, la manera en que desarrolla su tesis: “Comienzo por identificar la fragilidad de los derechos humanos en cuanto gramática de la dignidad humana y los retos que el surgimiento de las teologías políticas les plantea a principios del siglo XXI. Distingo entre las concepciones hegemónicas de los derechos humanos, destinadas a mi entender, a reproducir el (des)orden social capitalista, colonialista y sexista que domina nuestro tiempo, y sus concepciones contrahegemónicas, potencialmente orientadas a la construcción de una sociedad más justa y más digna. Argumento que la expansión y el ahondamiento del canon de las políticas de derechos humanos que de aquí resultan pueden fortalecerse con algunas de las contribuciones procedentes de ciertas teologías políticas. Con este fin, propongo distinciones entre teologías políticas (por ejemplo, pluralistas versus fundamentalistas o integristas, tradicionalistas versus progresistas). Termino el libro defendiendo que las teologías pluralistas y progresistas pueden ser una fuente de energía radical para las luchas contrahegemónicas por los derechos humanos.”
A la Introducción le dedica Boaventura de Sousa Santos once páginas, lo que no es poco en una obra de solo ciento once, descontada la bibliografía. La titula Los derechos humanos, una frágil hegemonía. Arranca con una contundente afirmación, que la mayoría de la población mundial no constituye el sujeto de los derechos humanos, sino que es, más bien, el objeto de los discursos sobre derechos humanos. Ante lo que cabe preguntarse si estos derechos humanos son eficaces en ayudar a las luchas de los excluidos, los explotados y los discriminados o si, por el contrario, las hacen más difíciles. Analiza el autor cómo tales derechos no son un universal, sino que, más bien, sufren diferentes interpretaciones y aplicaciones según el lugar desde el que se los invoca. Distingue y detalla cuatro ilusiones acerca del consenso sobre su universalidad: la teleológica, el triunfalismo, la decontextualización y el monolitismo.
La primera ilusión consiste en leer la historia hacia atrás, leyéndola como una senda lineal que nos lleva a su plasmación; y es una ilusión porque la victoria de los derechos humanos es un resultado contingente que puede explicarse a posteriori, pero que no podría haberse previsto de una manera determinista. Segunda ilusión, el triunfalismo, la idea de que los derechos humanos es un bien común incondicional. Tercera ilusión, la decontextualización, pues no suele mencionarse que los derechos humanos se han utilizado en muy distintos contextos y con objetivos contradictorios. Por último, la cuarta ilusión, el monolitismo, consistente en negar o minimizar las tensiones de las teorías sobre los derechos humanos e, incluso, sus contradicciones internas; entre tales tensiones, destaca la que existe entre los derechos individuales y los derechos colectivos. La cuestión podría plantearse así: si la humanidad es solo una, ¿por qué hay tantos principios diferentes en relación con la dignidad humana y con una sociedad justa, todos ellos supuestamente únicos y con frecuencia contradictorios entre sí?
En definitiva, el libro se centra en los desafíos que se oponen a los derechos humanos frente a los movimientos que reclaman la presencia de la religión en la esfera pública. En una época, como la que vivimos, en que tan patentes y escandalosas son las situaciones de injusticia social y de tan grande sufrimiento humanos, no hay una suficiente indignación moral para combatirlas ni la voluntad política para superarlas. Existen, eso sí, experiencias sociales con carácter emancipatorio que podrían servirnos de guía. En tales movimientos, no es extraño encontrar una motivación y fundamentación basadas en creencias religiosas o espirituales; y no solo las cristianas, sino las de otras religiones como judaísmo, islam, hinduismo, … Entre ellas destaca, por ejemplo, la teología de la liberación. Esta tendencia se aparta de la generalizada opinión de que las religiones se han de circunscribir al ámbito privado, reclamando para ellas un activo papel en la esfera de lo público, respetando, como no puede ser de otra manera, las posturas laicistas y sin el objetivo de hacer confesionales los principios políticos y sociales.
Todo lo que aborda el autor en la obra, detallado en el Índice que ofrecemos, lo resume condensadamente en la Conclusión, en la que afirma: “si Dios fuese un activista de los derechos humanos, Él, o Ella, andarían definitivamente en busca de una concepción contrahegemónica de los derechos humanos y de una práctica coherente con la misma. Al hacerlo, antes o después, este Dios se enfrentaría al Dios invocado por los opresores y no encontraría ninguna afinidad con Este o con Esta.”
Una obra no extensa, sí densa, cuya lectura es más que recomendable. No solo por las interesantes aportaciones del autor, fruto de sus sugestivas reflexiones, sino, también, por lo accesible de su presentación y redacción, aunque, si algo habría que sugerir, es el uso de un cuerpo mayor en la tipografía que suavice el esfuerzo del lector.
Índice
Prefacio
Introducción. Los derechos humanos, una frágil hegemonía
Capítulo I. La globalización de las teologías políticas.
Lo hegemónico, lo contrahegemónico y lo no hegemónico
La solución occidental de la cuestión religiosa
Una tipología de las teologías políticas
Teologías pluralistas y fundamentalistas
Teologías tradicionalistas y progresistas
Capítulo 2. El caso del fundamentalismo islámico
Capítulo 3. El caso del fundamentalismo cristiano
Capítulo 4. Los derechos humanos en la zona de contacto de las teologías políticas
La turbulencia entre principios rivales
La turbulencia entre raíces y opciones
Afinidades sorprendentes entre la globalización neoliberal y las teologías fundamentalistas
La turbulencia entre lo sagrado y lo profano, lo religioso y lo secular, lo trascendente y lo inmanente
¿Son posibles otros derechos humanos?
Capítulo 5. Hacia una concepción postsecularista de los derechos humanos: derechos humanos contrahegemónicos y teologías progresistas
El sujeto humano como individuo concreto y como ser colectivo
Múltiples visiones del sufrimiento humano injusto
Sufrimiento de la carne
Una voluntad radical insurgente y un horizonte poscapitalista
El impulso por la interculturalidad en las luchas por la dignidad humana
Las narrativas del sufrimiento y la liberación
La presencia del mundo anterior y posterior a la interpretación
La espiritualidad de/en las luchas por la transformación social
Conclusión
Bibliografía
Reseñas
Supermán es árabe
Redacción T21 , 31/03/2014
Acerca de Dios, el matrimonio, los machos y otros inventos desastrosos
Ficha Técnica
Título: Supermán es árabe
Autora: Joumana Haddad
Edita: Vaso Roto Ediciones. Madrid. Primera edición, febrero de 2014
Traducción: Jeannette L. Clariond y Giampeiero Bucci
Materia: Prosa y Poesía
Número de páginas: 208
Encuadernación: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-15168-94-2
PVP: 16 €
Siendo niña, cuenta Joumana Haddad, en una tarde de aburrimiento, buscando la forma de librarse del tedio, se tropieza con las revistas de Supermán y se enamora de Clark Kent al que descubre como tímido, torpe, honrado, dulce y de buenos modales. Paralelamente, sintió profundo malestar y angustia cuando, despojado de su atuendo cotidiano, el “atractivo ser humano” se transformaba en Supermán. ¿Cuál sería el origen de ese rechazo?
Mucho, mucho tiempo después, dice la autora, comprendí de repente que este mundo (y las mujeres en él) no necesita “hombres hechos de acero”. “Necesita hombres auténticos. Auténticos, sí: con sus torpezas, sus temores, sus defectos, sus errores y sus debilidades. Hombres de verdad, sin identidad secreta. Hombres verdaderos que no crean que pueden ver más lejos que tú, u oír con más precisión que tú, correr más rápidamente que tú y, lo que es peor aún, pensar mejor que tú. Hombres verdaderos que no necesiten ponerse una prenda azul ajustada y una capa roja (grotesca metáfora de la virilidad) para sentirse poderosos. Hombres verdaderos que no se crean invencibles. Hombres verdaderos que no escondan su verdadera personalidad a tus ojos (y tampoco a los suyos). Hombres verdaderos que no tengan vergüenza de pedir ayuda cuando la necesiten. Hombres verdaderos orgullosos de ser apoyados por ti, tanto como lo estarían de apoyarte. Hombres verdaderos que no se identifiquen con la dimensión de su pene y lo ancho y largo de su pelo en pecho. Hombres verdaderos que no se clasifiquen según sus hazañas sexuales. Hombres verdaderos que no se clasifiquen según su cuenta bancaria. Hombres verdaderos que sepan escucharte con atención, en lugar de intentar salvarte con arrogancia. Hombres verdaderos que no se sientan humillados y castrados si de vez en cuando no logran tener una erección. Hombres verdaderos que discutan contigo sobre la mejor solución a los problemas comunes, en lugar de decir con arrogancia: “Déjamelo a mí, yo lo soluciono”. Hombres verdaderos que te consideren compañera, y no víctima/cometido/trofeo. Hombres verdaderos que compartan contigo sus problemas y sus penas, en lugar de insistir en solucionarlos por su cuenta. Hombres verdaderos que, en pocas palabras, no sientan pena en el instante de preguntar por el camino correcto, en lugar de afirmar que ya lo conocen (frecuentemente al precio de perderse).”
Superman es árabe no pretende ser un manifiesto contra los hombres en general, ni tampoco un manifiesto contra los hombres árabes en particular, nos dice Joumana Haddad en este libro que reúne poesía, prosa y entrevistas. Con la sensibilidad y la agudeza que caracterizan a la escritora, no hay en estas páginas ningún ataque a los hombres; más bien, la visión que las recorre es la de una mujer plena en busca de «un hombre verdadero» para contraponerlo al Superman que ha inhibido una dimensión de su naturaleza y sigue impidiendo el establecimiento de una relación real entre la mujer y el hombre.
Selección de dos de los poemas de esta obra
Volver a empezar
Estoy cansada de ser una buena chica.
Sé mi manzana prohibida.
Déjame encajar mis dientes en tus muslos,
deja que tu sangre escurra en mi mentón
para que me echen
una vez más
del paraíso.
Estoy cansada de ser una mala chica.
Toma mis lujuriosos labios
toma mis húmedos labios
y devuélveme ese último momento de inocencia
justo antes del pecado original
para que podamos hacerlo de nuevo
como si fuera la primera vez.
Quietos
Quiero crear para nosotros un mundo paralelo
sin ansiedades que matan;
sin ilusiones, sin remordimientos,
sin fantasías frustradas;
sin deseos ocultos, sin equipos de supervivencia;
sin sospechas y además sin certezas.
Un mundo paralelo,
sin niños llorando en la noche,
sin pagos que preocupan;
sin tontas peleas por la mañana
porque el cereal se acabó.
Sin arrugas tristes alrededor de la boca
Sin círculos negros alrededor del corazón;
sin estrechas cadenas alrededor del cuello,
sin “demasiado cansada para el sexo”.
Un mundo paralelo
sin necesidad de débiles excusas
para mentiras piadosas,
para billetes de ida
para cobardes adioses.
Sin necesidad de “tuya para siempre”
y tampoco de “sin condiciones”.
Un mundo imposible,
infinito como un poema sin escribir
con nosotros solamente
desnudos y abrazados
abiertos al hambre recíproca
como dos palmeras libres,
y con el tiempo suspendido sobre nosotros,
quietos.
Quietos como un retrato feliz, en su marco,
sobre un viejo escritorio de roble.
Felices para siempre
Érase una vez una niña que odiaba a Supermán. Sabía que solo si ella era capaz de resistirse a ser una Sherezade conciliadora y/o una superficial Lois Lane, y que solo si él era capaz de quitarse la máscara y convertirse de una vez por todas en un auténtico Clark Kent, entonces podrían vivir “felizmente”, lo que significa “de manera interesante”.
Así que, para convencerlo a él y a sí misma, usó el único superpoder que tenía:
Las Palabras.
Con este párrafo da la autora el Fin, a esta preciosa obra cargada del “fuego de pasión” con el que ella se reconoce haber nacido. “Fuente de su espíritu guerrero”; el que la ha motivado, la ha guiado y le ha dado fuerza para enfrentar los retos y para indignarse ante las injusticias y las faltas de humanidad que presencia.
Índice
Érase una vez…
1. ¿Por qué este libro?
2. Cómo empezó todo (en general)
3. Cómo empezó todo (para mí)
4. El desastroso invento del monoteísmo
5. El desastroso invento del pecado original
6. El desastroso invento del machismo
7. El desastroso invento de la guerra de los sexos
8. El desastroso de la castidad
9. El desastroso invento del matrimonio
10. El desastroso invento del envejecimiento
11. Las bellas voces dentro de mi
Lecturas ulteriores
Agradecimientos
Índice
Datos de la autora
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850