CRISTIANISMO E HISTORIA: A. Piñero

Notas

En la conocida como 1 Corintios aparece un importante pasaje de Pablo: “Pero alguno dirá: «¿Cómo son despertados los muertos? ¿Con qué cuerpo vienen?» (1Cor 15, 35)”. La respuesta no es fácil, máxime si atendemos a textos del siglo II.

Hoy escribe Eugenio Gómez Segura.


079. Resurrección (2).

Ignacio de Antioquía entre fieras, obra del s. XVI tomada de aquí.
 

En una ocasión anterior examiné la etimología de la palabra “resurrección” y su correspondiente griega “anástasis” (https://www.tendencias21.es/crist/076-Resurreccion-1_a2929.html). La etimología dejaba claro que se trata de un levantarse, y la pregunta que encabeza esta página indica terminantemente que uno se levantaba del dormir, de la muerte considerada como dormir.
 

El autor de Efesios nos dejó un texto que desarrolla las dos últimas y milagrosas fases del proceso (la primera y ordinaria es la muerte):

Despierta, (tú) que duermes,

y levanta de los muertos

y Cristo te iluminará”.
 

Este despertar y levantarse es lo que tradicional, y confusamente, se ha reunido en una sola palabra, “resurrección”, ese “volver a levantarse”. Pero el pasaje de Efesios, combinado con otras fuentes, es también revelador de otras peculiaridades. Por ejemplo, en 1 Tes 4, 14 tenemos la versión abreviada del proceso: “pues si confiamos en que Jesús murió y volvió a levantarse...” El texto nos suprime el paso intermedio, el despertar, cosa que las traducciones habituales no observan: frente al tradicional “y resucitó”, sin duda habría que traducir “y se levantó de nuevo”, porque, al no hacerlo, damos a entender que es un proceso propio que llevó a cabo Jesús, algo que, como detallaré a continuación, no estaba en la mente de Pablo.
 

Digo “proceso propio” pensando en lo siguiente: pasar del sueño a la vigilia puede ocurrir de dos maneras, la primera mediante un acto natural de la persona dormida; la segunda mediante la influencia de algo o alguien que provoque en la persona dormida el paso del sueño a la vigilia. Dicho de otra forma: uno es quien “hace el despertar”; un es a quien “le hacen” despertar (“Despierta y levanta” de Efesios).
 

El caso es que en español tenemos recogidas las dos posibilidades mediante un añadido morfológico: “despertar” (a alguien) y “despertarse” (uno mismo). Solemos decir frases del tipo: “ayer me desperté a las siete” (cada día más infrecuente “ayer desperté a las siete”) para indicar que el proceso es el natural y poco sobresaltado; y decimos “ayer me despertó a las siete un ruido” para indicar que no se ha tratado del proceso natural (suele martirizarnos el despertador).
 

Pues bien: la versión más frecuente en las cartas de Pablo es la forma que no reproduce el fenómeno natural sino el inducido, tanto en el caso de los creyentes en general como en el de Jesús: Dios despertó a Jesús (Rom 4, 24; 8, 11; 1Cor 15, 15; Gal 1, 1) o Jesús “fue despertado” por la divinidad (1Cor 15 en varias ocasiones). El caso es que no aparece que Jesús tuviera fuerza propia como para despertarse, es decir, el milagro de su resurrección se debería a Dios, no a Jesús.

Una muestra de esta idea aparece en los Hechos apócrifos de Tomás, cuando se dice “Levántate y despierta de tu sueño... y en cuanto me despertó con su llamada...” (Hch. Tom 110-111).
 

Pero el caso es que, si la idea de que la divinidad despierta a los muertos es correcta en Pablo y en Hechos de Tomás (del siglo II-III), no lo era para Ignacio de Antioquía, que a comienzos del s. II escribió lo siguiente:
 

al contrario, (lo hago) para que reboséis con el nacer, el sufrir y el levantarse que tuvo lugar durante el mandato de Poncio Pilato; realizado verdadera y fidedignamente por Jesús el Cristo, nuestra esperanza” (Ad Magn. XI). La expresión griega “realizado por Jesús el Cristo” (πραχθέντα ... ὑπὸ Ἰησοῦ Χριστοῦ) es una forma de explicar la voz pasiva. Esto quiere decir que refleja al autor de una acción, no a quien experimenta una acción. Para Ignacio de Antioquía el Cristo había realizado el proceso completo en su propia persona, ya no experimentaba el proceso.
 

Dado que Efesios y Hechos apócrifos de Tomás se refieren a un mortal sin más, es lógico que atribuyan a la persona del pasaje el experimentar “ser despertado” del sueño eterno; y como Ignacio de Antioquía se refirió al divino ser Jesús el Cristo sí es lógico que se atribuya al personaje la capacidad de “despertarse”. Pero esto contradice a Pablo.

 

Saludos cordiales.

www.eugeniogomezsegura.es

logos@eugeniogomezsegura.es

 

 

 

Lunes, 6 de Junio 2022

Notas

Agradecimiento y aclaración
Escribe Antonio Piñero
 
Agradezco muchísimo a José Manuel Grau Navarro su reseña de “Los Libros del Nuevo Testamento” (Madrid, Trotta, 20222) en Nueva Revista.net editada, por Funciva ediciones, de Madrid. Solo desearía aclarar un par de párrafos en los que el autor dice que  se “echa de menos una orientación bibliográfica” y en segundo lugar ese otro en el que somete a crítica una frase mía del Prólogo que dice lo siguiente “A pesar de la proliferación de versiones del Nuevo Testamento en el mercado, hasta la fecha no existe una interpretación meramente histórica y efectuada con criterios estrictamente académicos”.
 
Deseo indicar que en ediciones de la Biblia,  y como la justamente alabada “Biblia de Jerusalén”, por Grau Navarro, o en la edición del Nuevo Testamento, con comentario  de Senén Vidal, también justamente alabada por Xabier Pikaza y por mí mismo, no hay sección bibliográfica. En todos estos casos la razón es meramente de espacio y de impresión. Los cinco autores que hemos hecho “Los Libros del Nuevo Testamento” estuvimos de acuerdo en que si ya íbamos a tener graves problema para editar un libro tan voluminoso, si añadíamos notas bibliográficas, aumentaríamos de tal modo la edición que acabaríamos por comprometerla seriamente. No podría publicarse. Por tanto no es por falta de ánimo o por desidia de los autores, sino por razones prácticas. La información bibliográfica se encuentra fácilmente en el mercado en los “Comentarios” a cada uno de los libros del Nuevo Testamento.
 
Y respecto a la segunda crítica respondo que Grau Navarro tiene razón en que puede parecer pretenciosa. Pero estimo que no lo es si explicito el contenido de tal frase: naturalmente existen miles de publicaciones en las que hay explicaciones de cada uno de los versículos de las 27 obras del Nuevo Testamento desde una perspectiva histórica y crítica, pero no creemos que exista en el mercado un comentario conjunto a todo el Nuevo Testamento que sea, todo él, estrictamente aconfesional y laico.
 
Grau cita los siguientes: “En castellano, por citar solo unos pocos, están los trabajos de José María Bover y de José O’Callaghan, de Juan Mateos, de Luis Alonso Schökel, la Biblia de Jerusalén (con prestigio aconfesional reconocido), la traducción literal del griego al castellano de Francisco Lacueva, etc.”.
 
Ahora bien, todos los volúmenes publicados por estos autores tienen un sello marcadamente confesional; sus autores son estrictamente católicos. Todos son teólogos. Además la aportación de Lacueva se restringe a una traducción interlineal.
 
Nuestra obra no es un producto de teólogos, sino de historiadores y filólogos laicos, aunque respetuosos. Y otro lado, tanto en inglés como en alemán no conozco tampoco una publicación semejante en un solo volumen salvo la de Klaus Berger, Kommentar zum Neuen Testament, Comentario al Nuevo Testamento, de 2011… Curiosamente en la propaganda del libro de Klaus Berger, que traduzco del alemán, aparecen entre otras frases como las siguientes “Este volumen es único en su género por su brevedad”. “Sus informaciones muy discutibles están a la vanguardia de la investigación actual”. El autor “ofrece análisis de las cuestiones introductorias más importantes en cada sección, seguido de un comentario del texto”. Pero este autor ¡es totalmente confesional, ya que es un catedrático de teología!
 
Por cierto, esta obra no ha sido recogida en la Wikipedia, por lo menos en la española, salvo error por mi parte.
 
Y nada más. De nuevo agradecer a Grau Navarro su elogiosa crítica del 19 de mayo.
Ahí va el enlace: https://www.nuevarevista.net/antonio-pinero-los-libros-del-nuevo-testamento/
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero, en nombre de todos los colaboradores de la obra.
 
Jueves, 2 de Junio 2022

Notas

12votos

A propósito de la imagen del soporte de Ta´anach, el dibujo de Kuntillet Ajrud y esta representación ugarítica se plantea la pregunta sobre la antigüedad de Asherah.


Hoy escribe Eugenio Gómez Segura.


078. Preguntas.
Diosa Athirat de Ugarit (tomada de aquí)
Lilia de Luna pregunta lo siguiente:
(En su blog) “se habla de la representación de Ashera como una diosa flanqueada por cabras. Existe una representación de una diosa encontrada en Minet el Beida  siglo XIV a.C. aproximadamente (aquí adjunta) la cual está alimentando cabras. Me parece muy curioso que una de las inscripciones de kuntillet Ajrud (800 a.C. aproximadamente) sea de un árbol que está alimentando cabras. ¿Es posible que se hable de la misma diosa, Ashera? Eso dejaría al descubierto que Ashera es más antigua de lo que se cree. ¿Usted que opina?”
Para responder sigo el tratamiento que N. Wyatt hace sobre Aserah en el Dictionary of Deities and Demonds in the Bible, obra dirigida por K. Van der Toom, B. Becking y P. W. Van der Host, segunda edición de 1999.
Wyatt apunta los siguientes textos recogidos de la biblioteca de Ugarit, textos escritos entre 1230 y 1175 a. C., aunque ya estaban compuestos siglos antes pues se trata de la mitología básica de la religión cananea de aquella zona (costa norte de la actual Siria).
Asherah, que ugarítico aparece como Athirat(u), parece ser esposa del dios principal El. Se la conoce como madre de los dioses menores de panteón, los “Setenta hijos de Athirat”. En una tablilla aparece intercediendo ante El en favor de Baal y Anat. En alguna ocasión es denominada Athirat de los tirios y diosa de los sidonios, lo cual la coloca mucho más cerca de Israel, pues Tiro y Sidón son dos ciudades de Canaán sur, como los propios hebreos.
Por otra parte, otro fragmento permite leer apropósito del rey Keret que “beberá la leche de Athirat, que mana del pecho de la Virgen. Se identifica aquí un importante detalle respecto al papel de Athirat como diosa que casi diviniza a los reyes ofreciéndoles el pecho: madre de dioses, amamanta a un casi dios, el rey.
En cuanto a la arqueología, la diosa aparece en Tel Miqne / Ekron, un yacimiento filisteo: varias inscripciones sobre fragmentos cerámicos de jarras la mencionan. En Egipto la diosa se ha identificado con Qudshu (Qadesh), representada en ocasiones sobre un león, con una luna creciente sobre la cabeza y serpientes en las manos.
También la diosa aparece en textos acadios e hititas como Asratu(m), Asiratu, Asirtu. Una inscripción sumeria del siglo XVIII a. C. la describe como “Señora dela voluptuosidad y felicidad” y “Señora de paciente misericordia”. Parece que inlcuso tuvo un templo en Babilonia.
Asherah, por otra parte, fue sin duda la señora del cielo en el Antiguo Testamento y su representación como un árbol estilizado corresponde con la de la Athirat ugarítica. En 2 Re 23, 4 se lee:
El rey ordenó a Jilquías, al segundo de los sacerdotes y a los encargados del umbral que sacaran del santuario de Yahveh todos los objetos que se habían hecho para Baal, para Aserá y para todo el ejército de los cielos” trad. Cantera-Iglesias.
Aherah, por tanto, es una diosa común a todo el panteón cananeo, tanto del norte como del sur, desde, al menos, el siglo XVIII a. C.
 
Saludos cordiales
 
Martes, 31 de Mayo 2022

Los reinos de Israel y Judá se entienden en la actualidad por muchos investigadores como parte del mundo cananeo del Levante sur del Mediterráneo. Entre las características que se apuntan para proponer esta adscripción está un politeísmo que incluiría algunas divinidades del panteón cananeo. Tres hallazgos arqueológicos de ambos reinos y varias épocas apoyarían esta sorprendente novedad.

Hoy escribe: Eugenio Gómez Segura.


077. Tres hallazgos arqueológicos para ilustrar el sorprendente politeísmo hebreo.
Soporte de Tanach, Museo de Israel. Fotografía del autor.
 
1. Soporte de Tanach. Calificado como cananeo, y fechado en el siglo X a. C., sin embargo este soporte apareció en Tanach, población donde tuvo lugar la batalla entre los hebreos liderados por Deborah y Barac (Jc 5, 19) en la época de los jueces. Eso supondría una datación para la conquista por parte hebrea en el siglo XI.

La pieza está compuesta por cuatro niveles de sumo interés iconográfico. En el más bajo, aparece una diosa desnuda entre leones. En el siguiente aparecen dos esfinges. En el tercero, un árbol de la vida flanqueado por dos cabras montesas, conjunto flanqueado a su vez por dos nuevos leones, que evidentemente, es una nueva presentación del primer nivel aunque con la diosa sustituida por árbol y cabras. En el nivel superior aparece un becerro sobre el cual se representa un disco solar alado, todo ello flanqueado por sendas volutas, quizá la representación de un capitel protojónico dividido o también dos columnas. Se entiende que las divinidades representadas serían Asherah la diosa desnuda y Baal identificado con el becerro.

Sin embargo, como este Baal aparecería con el sol sobre él cabe la posibilidad de identificarlo con una forma compuesta de Shamash (el Sol) y Baal, conjunto que en época israelita se identificó con Yahvé.

2. Fragmentos cerámicos de Kuntillet Ajrud. Datados en el siglo VIII y con inscripciones en hebreo.
https://www.bibleodyssey.org/en/tools/image-gallery/k/kuntillet-ajrud
https://www.bibleodyssey.org/en/tools/image-gallery/y/yahweh-asherah-drawing

En esta fortaleza judaíta fechada en el siglo VIII apareció un conjunto de fragmentos cerámicos de tinajas con dibujos e inscripciones de sumo interés. Entre ellos, uno incluye varias figuras divinas acompañadas de una inscripción en la que se menciona el culto de Yahvé en varias ciudades (ninguna Jerusalén), así como a Asherah, la tradicional pareja del dios de la tormenta (sea Baal o Yahvé o la figura compuesta entre ellos).

El segundo fragmento añade una imagen simbólica de Asherah: un árbol de la vida flanqueado por dos cabras montesas y sobre un león, que, como resulta obvio, es la misma figura, aunque con otra disposición, que la vista más arriba en el tercer nivel del soporte de Tanach.

3. Templo de Tel Arad. Templo hallado en la fortaleza de Tel Arad, al sur del reino judaíta, fechada entre los siglos X-VII.
https://madainproject.com/tel_arad_temple

La fortaleza incluía un templo que parece haber sido reconocido como “casa de Yahvé” en las inscripciones halladas en el yacimiento. Además de romper claramente uno de los supuestos pilares del monoteísmo judío (un solo templo y culto en Jerusalén, cosa que recientemente ha vuelto a ser duramente contestada en el yacimiento de Tel Moza, a siete kilómetros de Jerusalén, donde ha aparecido un nuevo templo judaíta que convivió con el de la capital), la habitación principal de culto incluyó dos altares, uno más alto que otro.

https://madainproject.com/tel_arad_temple#gallery-2

Además, una estela y los restos de otra de menos tamaño que coinciden con la colocación de los dos altares (por posición y tamaño) apuntan a la presencia de una pareja divina venerada en el santuario. Dada la preeminencia de Yahvé en Jerusalén parece obvio deducir que este dios y su pareja Asherah eran las divinidades reverenciadas en el lugar.
 
Saludos cordiales.
 
 
El jueves 26 de mayo visitaré la localidad alicantina de Pedreguer, donde el Ayuntamiento me ha invitado a pronunciar la conferencia titulada "Las mujeres en la Biblia". Será en la Casa Municipal de Cultura a las 19.00 horas.
Domingo, 22 de Mayo 2022

Final de este miniserie de cuatro días


Escribe Antonio Piñero

 Pedro Apóstol afirma contra Simón Mago en defensa que el politeísmo es inexcusable
 
 
Homilías  Pseudoclementinas II 45. ––Pero ten la seguridad de que no nos tendrás como socios de ese intento ni permitiremos que nos engañes. 2Pues tampoco nos aprovechará como excusa en el Juicio si decimos que tú nos engañaste, porque ni a la primera mujer le valió como excusa decir que había sido seducida neciamente por la serpiente, sino que fue condenada a muerte por haber creído neciamente. 3Por esta misma causa, Moisés recomendó al pueblo la fe en un solo Dios diciendo: «Guárdate no seas seducido (para apartarte) del Señor tu Dios». 4Mira que usa la misma palabra que usaba la primera mujer para excusarse, diciendo que había sido seducida, pero de nada le valió. 5Pero por encima de todo, aunque se levantara algún profeta verdadero, que hiciera signos y prodigios, pero quisiera persuadirnos para que diéramos culto a otros dioses al margen del Dios de los judíos, nunca le podríamos creer. 6Pues así nos lo ha enseñado la ley divina, recomendándonos más puramente un lenguaje secreto a partir de la tradición. 7Dijo pues: «Si se levantara un profeta o un soñador de ensueños, que hiciera signos y prodigios, que se cumplieran como signos y prodigios, 8y te dijera que vayamos y demos culto a dioses extraños que no conocéis, no escucharéis las palabras de ese profeta ni los sueños de aquel soñador, porque ciertamente os tentó para ver si amáis al Señor nuestro Dios».
 
Y ahora voy con el tema directo de la pregunta que puede formularse como “El paso del politeísmo al monoteísmo en Israel”. Para responder utilice ideas de una antigua reseña mía a un libro de un colega, El Prof. Julio Trebolle que lleva el título de Editorial Trotta, Madrid, 2008. Escribí lo siguiente:
 
 
Para el público que no ha parado mientes en los orígenes de la religión israelita, y que de un modo más o menos consciente tiene grabada en su mente la imagen global que ofrece los primero libros de la Biblia -con los relatos de la creación, Abrahán y los patriarcas, relatos en los que desde el principio parece un Dios único e indiscutido, que crea los cielos y la tierra… y al final al ser humano, cuyos avatares principales se dibujan hasta llegar a Moisés en pocos miles de años- tiene que resultar muy curiosa la pintura que ofrece Trebolle en el capítulo 6 de su libro: la religión de los israelitas y la figura y culto a su dios único es el producto de una evolución y de la mezcla de concepciones diversas.
 
Entre ellas destaca la idea en torno a la divinidad. En un principio la religión patriarcal y familiar de los clanes y familias que luego serían Israel no conocía a Yahvé. Su Dios era la divinidad cananea ’El (la misma palabra que el árabe Alá, cuyo significado es simplemente “dios”). “La presencia del elemento ’El en el nombre propio “Israel-’El” corresponde a un estadio en el que el dios de las tribus israelitas era todavía ’El y no Yahvé” (p. 266).
 
En Éxodo 6,2-3 se lee “2 Habló Dios a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahvé.  Me aparecí a Abrahán, a Isaac y a Jacob como El Sadday; pero mi nombre de Yahvé no se lo di a conocer”.
 
 
Este pasaje reconoce claramente lo que acabamos de decir y significa que la religión del dios cananeo El es fundamentalmente el sustrato profundo de la religión yahvista, pero que esta divinidad se superpone y añade sus propias características a la antigua religión base.
 
 
Según el conjunto el Éxodo 6, el nombre de esta divinidad se comunica a Moisés tan sólo en la teofanía del Sinaí. Pero luego advierte el mismo libro, en el episodio de la zarza ardiente que se le muestra Moisés, pastor de ovejas, en el monte Horeb, que la divinidad que se le muestra de modo tan asombroso es la misma antes adorada con el nombre de ‘El: “Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios (Ex 3,6)”.
 
Trebolle añade que Moisés conoció al dios Yahvé a través de su suegro, que era un madianita, sacerdote de ese dios.
 
Las primeras referencias al dios Yahvé lo sitúan en el sur de Palestina. Es el “Dios del Sinaí” (salmo 68,9), que sale de Seír (unas montañas al sur del mar Muerto habitada primero por hurritas y luego por madianitas/edomitas, por ser zona fronteriza) y avanza desde los campos de Edom (Jueces 5,4-5); que viene del Sinaí, desde Seír (Dt 33,2) o de Temán (Hab 3,3). No cabe pensar que israelitas de una época posterior localizaran a su Dios en un territorio extranjero, si ello no respondía a un recuerdo mínimamente histórico” (p. 266).
 
Por tanto Yahvé es un dios más antiguo que Israel. Era la divinidad de una montaña sagrada situada al sur de Palestina. Lo más probable es que Moisés (lo que de entre las leyendas puede reconstruirse como la base histórica de un personaje difuso, cuyo nombre y procedencia parecen ser egipcias, no hebreas) se convirtiera a ese dios, convenciera a un grupo fuerte de entre las gentes de su entorno y que la adoración a esa divinidad se consolidase tras el convencimiento profundo de que ella, y no El era la los había liberado de la esclavitud de Egipto.
 
Así pues, origen de la religión yahvista “se relaciona con un grupo de hapiru, formado básicamente por prisioneros de guerra de origen étnico muy diverso, condenados a trabajos forzosos en la región egipcia de Pi y Ramsés” (p. 277).
 
 
 
Esta divinidad exige pronto una adoración exclusiva: se proclama primero la más importante, y luego la única. Hay desde el principio una tendencia al monoteísmo que la Biblia liga indisolublemente al movimiento religioso político impulsado por Moisés.
“La investigación más reciente afirma que hasta el exilio en Babilonia la religión de Israel seguía siendo una religión politeísta que no se distinguía de las de su entorno. Hasta los siglos IX-VIII a.C. no existió ni la idea ni la práctica de un culto exclusivo a Yahvé, en cuyo proceso de formación a partir de esta época tuvo influjo decisivo el movimiento profético de un solo Yahvé” (p. 269).
 
 
El monoteísmo teórico, por tanto, no era propio de la religión oficial –patrocinada por el monarca y sus acólitos- en contraposición con la religión popular, politeísta y tendiente a la magia. La verdadera contraposición se dio entre un politeísmo, tanto de la monarquía como del pueblo y un grupo de gentes religiosas, entre los que destacaban los profetas, cuya figura épica es Elías, que  luchaban por implantar el culto de un dios único.
 
La transición de la época politeísta hasta el yahvismo posterior, se dio según Trebolle, por un movimiento doble de convergencia y de diferenciación. El movimiento de convergencia se hizo asimilando con la figura de Yahvé las características de otros dioses: ‘El, Baal e incluso la divinidad femenina Asherá. Yahvé tiene en sí mismo, y mejor, las cualidades de cualquier otra deidad. De Baal en concreto Yahvé asume las características de Dios guerrero y de los fenómenos atmosféricos de los cielos.
 
El proceso de diferenciación de Yahvé se logró, al parecer, por un impulso interno de la religión yahvista que desde sus orígenes tendía a oponerse a cualquier otra divinidad.
 
Finalmente es interesante la síntesis de nuestro autor que resume en tres fases la evolución del discurso sobre la unicidad de Dios:
 
1. En un principio “no tendrás otros dioses más que a mí” (Ex 20 Y Dt 5), lo que manifiesta que se acepta que existen otros dioses, a los que no se debe hacer caso alguno, sin embargo.
 
2. “Yahvé nuestro Dios es el solo Yahvé” (Dt 6,4), donde se establece la obligación del culto a una sola divinidad.
 
3. Llegada a una formulación estrictamente monoteísta: “Yo, Yahvé, soy el primero y el último; fuera de mí no hay otros dioses” (Is 44,6).
 
Por último, Trebolle se hace eco de la teoría dentro de la historia de las religiones (propugnada por ya Jakob Burckhardt en el siglo XIX) que el cambio a una religión estrictamente monoteísta no pudo ser más que instantánea, es decir, por una imposición desde las superiores instancias religiosas. En este caso hubieron de ser las que encarnaron, a la vuelta de exilio, ya en Israel, los impulsos continuos que desde la época de Elías y del profeta Oseas se habían hecho en este sentido. Por tanto, el movimiento encabezado por Nehemías y Esdras.
 
Esto supone que el monoteísmo absoluto en Israel, a pesar de que la Biblia lo muestra como un fenómeno campante ya entre los antepasados de Israel, en los orígenes, es un hecho mucho más tardío de lo que se supone. Esta tesis no desconoce, ni le resta méritos a aportaciones anteriores a este movimiento monoteísta: los redactores deuteronomistas, el profeta Jeremías y las reformas religiosas y políticas de los reyes de Judá Ezequías y Josías en el siglo VII a.C.
 
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
Viernes, 20 de Mayo 2022
 
Escribe Antonio Piñero
 
 
Continúo con el tema de ayer
 
Sigue hablando Pedro Apóstol contra Simón Mago en defensa del Dios único: ¡No hay otro Dios que el de los judíos!
 
A ver si convencen sus razones.
 
El texto está tomado de la Homilías griegas de la Literatura Pseudo Clementina, también llamada «La Novela de Clemente»
 
            Homilía II 43. ––Por eso clama la Escritura en la persona del Dios de los judíos: «Ved, ved que yo soy Dios y no hay otro al margen de mí. Yo mataré y haré vivir; heriré y yo sanaré, y no hay quien libre de mis manos». 2Mira, pues, cómo con cierto poder inefable ––saliendo la Escritura al paso de los futuros errores de aquellos que afirmen que hay otro Dios al margen del que es de los judíos, ya sea en los cielos, ya en la tierra––proclama diciendo: 3«El Señor tu Dios es un solo Dios, arriba en el cielo y abajo en la tierra, y aparte de él no hay otro». ¿Cómo, pues, te atreviste a decir que hay otro Dios aparte del que es el Dios de los judíos? 4Y de nuevo dice la Escritura:
«Mira, del Señor tu Dios es el cielo y el cielo de los cielos, la tierra y todo su contenido. Sin embargo, elegí a tus padres para amarlos y a vosotros después de ellos». 5Así, en todas sus partes, queda confirmada por la Escritura esta creencia de que aquel que ha creado el mundo es el verdadero y único Dios.
 
La serpiente fue quien introdujo el politeísmo
 
II 44. ––Pero si hubiera otros que, como hemos dicho, son llamados dioses, estarían bajo el poder del Dios de los judíos, porque así dice a los judíos la Escritura: «El Señor vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores». 2La Escritura recomienda que se debe dar culto a este solo, diciendo: «Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás». 3Y también dice: «Escucha, Israel, el Señor tu Dios es el único Dios». Los santos, en fin, llenos del Espíritu de Dios y regados con las gotas de su misericordia, exclamaban: «Quién es semejante a ti entre los dioses, Señor, quién es semejante a ti?» 4Y de nuevo dice: «¿Quién es Dios aparte del Señor, y quién es Dios aparte de nuestro Señor?». 5Moisés, pues, cuando vio que el pueblo hacía progresos, poco a poco los inició en la comprensión de la monarquía y en la fe en el Dios único, como dice en las siguientes palabras: «No recordarás los nombres de dioses ajenos». 6Recordaba sin duda a qué castigo fue condenada la serpiente, que fue la primera que nombró a los dioses. Fue condenada a alimentarse de polvo, 7y fue juzgada digna de tal alimento porque fue la primera de todos que introdujo en el mundo la denominación de los dioses. 8Con lo que si tú también quieres introducir muchos dioses, mira no vayas a obtener la misma suerte que la serpiente.
 
 
NOTA
 
Para los que se encuentran en el área de Vigo (Galicia. España)
 
Hoy miércoles, 18 de mayo de 2022, a las 19.30 horas en “La Casa del Libro” de Vigo, c/ Velázquez Moreno 27, Fernando Franco, y Juan Curráis presentarán el libro comunal editado por mí “Los libros del Nuevo Testamento”, de Editorial Trotta, Madrid. Naturalmente intervendré yo también en la presentación, como autor y editor, tanto en nombre mío como de los colaboradores, en especial de los traductores, Carmen Padilla (esta última ha sido igualmente correctora del libro y Gonzalo del Cerro. Josep Montserrat y Gonzalo Fontana se han ocupado de los comentarios de una parte importante del Libro.
 
 Saludos cordiales de Antonio Piñero
Miércoles, 18 de Mayo 2022

 
Escribe Antonio Piñero
 
 
Continúo con el tema de ayer
 
Pedro demuestra la unidad de Dios
 
II 40. Cuando oyó esto, dijo Pedro:
––Nada temas, Simón; pues fíjate que ni siquiera cerramos nuestros oídos; ni hemos huido, sino que responderemos con discursos de verdad a las cosas que has dicho con falsedad. Afirmamos en primer lugar que hay un solo Dios, el de los judíos, que es el único Dios, creador del cielo y de la tierra, que es también Dios de todos los que tú llamas dioses. 2Si, pues, demuestro que no hay nadie superior a él, sino que él está por encima de todas las cosas, tendrás que confesar que tu error está por encima de todas las cosas.
3Dijo Simón:
––¿Pues qué? Aunque yo no quiera confesarlo, los oyentes que están presentes ¿no me acusarán acaso de no querer profesar las cosas que son verdaderas.
 
II 41. Dijo Pedro:
––Escucha, pues, para que sepas en primer lugar que incluso si hay muchos dioses, como dices, están sometidos al Dios de los judíos. Porque no hay otro igual a él, ni puede haber otro mayor. 2Pues está escrito que el profeta Moisés dijo a los judíos: «El Señor vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande». 3De este modo, aunque son muchos los llamados dioses, uno es el Dios de todos, el de los judíos, que también es llamado Dios de los dioses. 4Pues tampoco todo el que es llamado dios, es Dios sin más. Moisés, en fin, es también llamado dios del Faraón, pero es claro que era un hombre. También los jueces fueron llamados dioses, y consta que fueron mortales. 5Las imágenes de los gentiles también reciben el nombre de dioses, pero todos sabemos que no lo son; sin embargo, a los impíos se les ha dado como castigo el que, ya que no quisieron conocer al Dios verdadero, cualquier forma o imagen que les salga al paso sea reconocida por ellos como Dios. 6Porque, como he dicho, rechazaron recibir el conocimiento de uno solo, que es el Dios de todas las cosas. Por eso, se les da el tener como dioses a los que nada pueden conceder a los que les suplican. 7¿Pues qué podrán aportar a los hombres las imágenes inanimadas o las animadas, cuando el poder sobre todas las cosas está en manos de uno solo?
 
Ángeles y otros son a veces llamados dioses
 
II 42. ––Así pues, alguien es llamado dios de tres maneras: o porque realmente lo es, o porque sirve al que verdaderamente lo es, y por el honor del que lo envía para que sea plena su autoridad el que es enviado es llamado lo mismo que el que lo envía. 2Esto sucedió muchas veces con los ángeles, quienes cuando se aparecen a un hombre, si este es un hombre prudente y erudito, pregunta por el nombre del que se le ha aparecido para reconocer a la vez el honor del enviado y la autoridad del que lo envía […]
6Como hemos dicho, también los hombres santos son tenidos por dioses de los impíos, como si hubieran recibido sobre ellos el poder de vida o muerte, como anteriormente hemos recordado de Moisés y de los jueces. También  los príncipes de las gentes son llamados dioses. […] 9En consecuencia, ni los ángeles, ni los hombres, ni criatura alguna pueden ser realmente dioses, pues están sometidos a otro poder, ya que son creados y mudables […] 10Por eso, aquel es el único Dios, que no solamente vive él mismo, sino que da la vida a los demás y se la puede quitar cuando quiere.
 
NOTA
 
Para los que se encuentran en el área de Vigo (Galicia. España)
 
Mañana miércoles, 18 de mayo de 2022, a las 19.30 horas en “La Casa del Libro” de Vigo, c/ Velázquez Moreno 27, Fernando Franco, y Juan Curráis presentarán el libro comunal editado por mí “Los libros del Nuevo Testamento”, de Editorial Trotta, Madrid. Naturalmente intervendré yo también en la presentación, como autor y editor, tanto en nombre mío como de Josep Montserrat y Gonzalo Fontana.
 
 Saludos cordiales de Antonio Piñero
(Continuará)
Martes, 17 de Mayo 2022
Escribe Antonio Piñero

 Me preguntan: 
 
Profesor: ¿Cómo puede ser que Yahvé, un dios local, como tantos otros, qué reconoce que hay muchos otros dioses pero que no se les debe adorar y que solamente se le debe adorar a él, un dios muy pequeño localmente, determinado y enfrentado con otro montón de dioses muy locales, se puede otorgar el título de Dios único?
¿Cómo va a ser dios único si a la vez reconoce que hay muchos más?
 
RESPUESTA
 
Es esta una buena pregunta que preocupó ya  a los judeocristianos desde el inicio de su andadura. Véanse la “Novela de Clemente”;  “Reconocimientos” II 39 (Segunda parte de esa novela conocida como Literatura Pseudo clementina). Texto latino y versión castellana de Gonzalo del Cerro y Antonio Piñero. La primera parte, Las “Homilías Pseudo Clementinas, texto griego”, será probablemente publicada por la Biblioteca de Autores Cristianos, B.A.C. antes de Navidades de este mismo año 2022
Voy a responder en varias partes. En primer lugar la perspectiva antigua de la cuestión ya desde inicios del siglo III de nuestra era. Luego la respuesta moderna.

PRIMERA PARTE DE LA RESPUESTA (QUE DURARÁ VARIOS DÍAS)
 
Reconocimientos II 39. Simón  Mago aduce pruebas bíblicas sobre el politeísmo
 
Dijo Simón:
––Presentaré pruebas solamente de la ley de los judíos. 2Pues para todos los que se preocupan de la religión es manifiesto que esta ley goza de plena autoridad, pero que cada uno entiende esta ley según su propio criterio. Pues fue escrita por el que creó el mundo de forma que en ella se basara la fe en las cosas. 3Por consiguiente, si alguien quiere expresar cosas verdaderas o incluso falsas, sin esta ley no se acepta ninguna afirmación. 4Ahora bien, como mi ciencia está plenamente de acuerdo con la Ley, por eso he afirmado con razón que existen muchos dioses, de los cuales uno es más eminente e incomprensible, aquel que es Dios de los dioses.

5Pero que existen muchos dioses, me lo ha enseñado la misma ley. En primer lugar cuando por la persona de la serpiente se dice a Eva, la primera mujer: «El día en que comáis del árbol de la ciencia del bien y del mal, seréis como dioses», es decir, como aquellos que crearon al hombre. 6Y después de que gustaron del árbol, el mismo Dios da testimonio diciendo a los demás dioses: «Fijaos cómo Adán se ha hecho como uno de nosotros». 7De esta manera consta que son muchos los dioses que crearon al hombre, porque desde el principio dice Dios así a los demás dioses: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza». 8Y lo que dice: «Arrojémoslo». Y de nuevo: «Venid, bajemos y confundamos sus lenguas». Todos estos textos indican que hay muchos dioses.

9Además también está escrito: «No maldecirás a los dioses, y al príncipe de tu pueblo no lo maldecirás». 10Y de nuevo está escrito: «El Señor solo los guiaba, y no había con ellos otro dios ajeno». Esto demuestra que son muchos los dioses. 11Hay otros muchísimos testimonios de la Ley que se podrían presentar, no solamente oscuros, sino manifiestos, que enseñan que son muchos los dioses. De ellos, uno fue elegido por suertes para que fuera el Dios del pueblo judío. 12Pero yo no hablo de este sino de aquel que también es su Dios, a quien ni los mismos judíos conocieron. Porque tampoco es Dios suyo, sino de los que lo llegaron a conocer.

(Continuará) 

NOTA
 
Para los que se encuentran en el área de Vigo (Galicia. España)

 
El próximo miércoles, 18 de mayo de 2022, a las 19.30 horas en “La Casa del Libro” de Vigo, c/ Velázquez Moreno 27, Fernando Franco, y Juan Curráis presentarán el libro comunal editado por mí “Los libros del Nuevo Testamento”, de Editorial Trotta, Madrid. Naturalmente intervendré yo también en la presentación, como autor y editor, tanto en nombre mío como de Josep Montserrat y Gonzalo Fontana.
 
 Saludos cordiales de Antonio Piñero
Lunes, 16 de Mayo 2022

Notas

 
Escribe Antonio Piñero
 
Me preguntan algo nada fácil de responder con exactitud:
 
 ¿De dónde viene ese panteísmo de Jesús, más propio de Einstein y Spinoza cuando dice el  Evangelio de Tomás que él, Jesús, está debajo de cada piedra o cuando rompes un tronco yo estoy en todas las cosas?
 
Mi respuesta tentativa es:
 
Se trata del dicho 77 del Evangelio de Tomás gnóstico:
 
“Jesús dijo: “Yo soy la luz que está sobre todas las cosas / o sobre todos. Yo soy todo / el Todo. Todo vino de mí, y todo ha llegado hasta mí. Romped un madero: yo estoy allí. Levantad la piedra y me encontraréis allí”.
 
 
Que debe leerse junto con el dicho 30:
 
Jesús dijo: “Donde hay tres dioses, hay dioses[[1]]url:#_ftn1 . Donde hay dos o uno, yo estoy con él”. F. Bermejo, el traductor del Evangelio de Tomas en “Todos los Evangelios” señala que  El texto copto está probablemente corrupto. Según el Papiro de Oxirrinco 1, 23ss podría leerse: “Donde hay tres, hay dioses”.
 
 
Es posible que este dicho de Jesús (el 77) no se considere como digno de un comentario especial entre algunos estudiosos porque esa suerte de panteísmo es elemental en la gnosis. El Todo es sin duda el Pleroma, la totalidad dela divinidad, incluida sus emanaciones, los eones divinos  más la totalidad del universo en donde desempeña un papel especial El ser humano, cuyo espíritu es consustancial con la divinidad. Ciertamente hay aquí un panteísmo, pero esto pertenece a la mística y a la gnosis de todas las épocas. Por tanto, la pregunta “¿De dónde viene?”, se responde, un tanto evasivamente con la idea de que es un concepto que puede hallarse en cualquier tratado místico o gnóstico.
 
¿Era esta la mentalidad del Jesús histórico? Probablemente no. Su judaísmo era más elemental y distinguía netamente entre la divinidad y el universo
 
Joaquín Riera, en su obra “El Jesús de la historia. Un acercamiento a través del Evangelio de Tomás, Editorial Almuzara, 2017, sostiene en pp. 377-378, que debe entenderse el dicho 77 a la luz del Eclesiástico (Ben Sira 10,9: El que levanta piedras se hiere con ellas; el que corta madera corre peligro”. Y argumento que el único posible sustrato que pudiera referirse al Jesús histórico es la mención de actividades artesanales propias de un carpintero (griego tékton), como era sin duda Jesús, que “entrañan esfuerzo, peligro y dolor”. El  del texto gnóstico indicaría que “Dios/Jesús puede ser hallado en la vida cotidiana en general y concretamente en el duro trabajo manual de los más humildes. Cualquiera puede encontrarlo, y no necesita ninguna práctica especial de piedad”.
 
No sé si he respondido satisfactoriamente.
 
NOTA
 
Para los que se encuentran en el área de Vigo (Galicia. España)
 
El próximo miércoles, 18 de mayo de 2022, a las 19.30 horas en “La Casa del Libro” de Vigo, c/ Velázquez Moreno 27, Fernando Franco, y Juan Curráis presentarán el libro comunal editado por mí “Los libros del Nuevo Testamento”, de Editorial Trotta, Madrid. Naturalmente intervendré yo también en la presentación, como autor y editor, tanto en nombre mío como de Josep Montserrat y Gonzalo Fontana.
 
 Saludos cordiales de Antonio Piñero

 
 
 
.
Viernes, 13 de Mayo 2022

1234 del 11-05-2022


 
Escribe Antonio Piñero
 
Me han enviado el siguiente texto con un comentario. Yo, a mi vez, he contestado con otro comentario:
 
"Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre:
—Mujer, he ahí tu hijo.
Después dijo al discípulo:
—He ahí tu madre.
Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa."
 
Es un silogismo básico. Según Juan había 4 personas. Y sólo 4. A saber: Su madre.; Su tía.;
Magdalena; Otra mujer. En total, 4 personas. Y sólo 4.
 
¿No podría ser que como la descripción, no se nombra a varón alguno, por edad solo puede ser Magdalena?
 
Además hay detalles como el discípulo amado se apoyaba en el pecho de Jesús que no se corresponden con los de un hombre.
Pues bien, los hechos son que había 4 personas y solamente cuatro de manera que una de las 4 tiene que ser el discípulo amado. Podrá ponerlo en masculino, en femenino o en neutro, pero había 4 personas y una tiene que ser el discípulo amado.
 
 
RESPUESTA:
 
En primer lugar: no veo el “silogismo básico” en eso de contar el sintagma “discípulo amado” como si fuera femenino = “otra mujer”. Es sacarse algo de la manga, o de la chistera, sin más.  Véase el texto griego donde hay seis masculinos en los versículos  26-27.
 
Ya solo esta observación me lleva a poner en cuarentena la exégesis por parte del preguntante. Y el detalle de “apoyarse en el pecho” y de que es indiferente el masculino o el femenino del final de la pregunta los considero meramente subjetivos.
 
Segundo: La escena no es histórica, sino “ideal”, ficción del evangelista. El breve comentario de Gonzalo Fontana en Los libros del Nuevo Testamento, p. 1412 es el siguiente:
 
“A pesar de estar en la cruz, Jesús sigue al mando de la situación y hasta el último instante seguirá dando órdenes y expresando su voluntad. El episodio es históricamente inverosímil.  Versículo 27 el discípulo la acogió en lo suyo: frente a los judíos, que no lo recibieron (1,11), el «discípulo amado» cumple el mandato de Jesús y acoge a su madre. Las leyendas piadosas tardías muestran al apóstol Juan como huésped de la madre de Jesús en su casa de Éfeso. Quizás se trate de alguna leyenda comunitaria perdida cuyo sentido simbólico podría querer decir que la madre queda incorporada a la nueva familia de los creyentes. Hechos (1,14) presenta a la madre de Jesús y a sus hermanos conviviendo con los discípulos en Jerusalén”
 
Y sobre el Discípulo amado y su significado simbólico (probablemente es una figura con una base real, pero cargada de simbolismo), puede verse mi “Guía para entender el Nuevo Testamento”, pp 395-398.
 
Saludos cordiales de Antonio Piñero
 
Miércoles, 11 de Mayo 2022
1 ... « 14 15 16 17 18 19 20 » ... 298


Editado por
Antonio Piñero
Antonio Piñero
Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.





Tendencias de las Religiones


RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile